Jose Luis Estrada Betancourt


Vivir en dos Islas a la vez

Con «El Tiza», alias Yadián Carbonell Hechavarría, todo comenzó por el rap, aunque en realidad «lo que estaba escribiendo tenía un trasfondo distinto. Un día me comentaron de un joven escritor que impartía talleres, al cual acudí cuando los conciertos empezaron a fallar y al notar que pocos entendían mi poesía urbana. Así conocí a Daniel Zayas Aguilera, quien luego se convirtió en mi amigo, en mi familia», rememora el vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la Isla de la Juventud, autor de El viejo, la casa y ellas.

«Hice de todo para que mi empleo como inspector y agente de un Equipo de Seguridad no se interpusiera en mis clases de literatura, las cuales se resumieron en un mes. Tiempo suficiente para darme cuenta de que lo que me gustaba era escribir, que podía encontrar en la escritura las armas para dialogar y comunicar mi visión sobre la realidad toda. De ese modo entré a la AHS y he podido intercambiar con muchos artistas contemporáneos. Vi en el arte el aliento para disipar la oscuridad y la violencia de la vida, vi en el arte el arma más certera para encontrar la luz».

—¿Cómo viviste la llegada de tu primer libro?

—Gracias al equipo de la Editorial Sed de Belleza, dirigido por el poeta Idiel García Romero, mis poemas me llegaron en forma de libro. Y siempre los nacimientos acercan la felicidad o lo más parecido a la felicidad. Disfruté mucho, pero mucho, recorrer el país con mis textos. El escritor que soy ahora no cambiaría ni una sola letra de lo que está escrito en El viejo, la casa y ellas. Es que no podría, sería deshonesto y desleal. Lo digo porque la poesía que escribo tiene como alimento la sinceridad, y la negación de mi voz precaria, joven y gritona de años pasados, me han mostrado el camino que ahora veo como necesario para el crecimiento que noto en mis versos más recientes.

—Eres vicepresidente de la AHS en el territorio. ¿Qué te llevó a asumir tal responsabilidad?

—Me gusta trabajar, y trabajar lo mejor que puedo. Fui elegido por la membresía como vicepresidente y eso exige una entrega constante y concentrada, algo que me encanta. Es cierto que agota, pero te obliga a crecer como persona, como artista. Asumir la responsabilidad de vicepresidente es ser coherente conmigo mismo: nada más simple que eso.

—¿Cómo ha sido la experiencia de dirigir Ediciones Áncoras?

—Un constante aprendizaje; una lucha que debes enfrentar con todo tu cuerpo, ganas y fuerzas. Significa asumir las decisiones erróneas que tomes y enmendar con valentía los fallos, ya sea en la gestión o en cualquier otro aspecto. Es una labor hermosa pero muy sacrificada, si te equivocas puede ser fatal, y los autores pueden ser crueles; yo he sido muy cruel cuando he estado en ese lugar, por eso ahora es mayor mi sensibilidad y apego a mis responsabilidades.

«Te confieso que resulta una experiencia en la cual sigo con mucho miedo, pero con ganas, con deseos de mantener un trabajo editorial digno y que sea cada vez más atractivo para los autores de todo el país».

—¿Por qué enredarse con un taller literario como La pequeña habilidad?

—La pequeña habilidad es un proyecto que comenzó como un taller de haiku y que poco a poco fui enriqueciendo con secciones y actividades para fomentar vocaciones más allá de la escritura. Si bien la idea principal fue dar a conocer la literatura y estimular los hábitos de lectura y el buen decir, me tracé otros objetivos y metas que ya están dando frutos geniales y muy saludables.

«Más que un taller es un grupo literario, en cuyas sesiones hacemos promoción literaria, donaciones de libros, vamos a los campos y pueblos apartados a leer poesía, a dar a conocer el quehacer de todas las editoriales de la AHS y de la organización en sí; fomentamos el colectivismo, la sana diversión, el cuidado a la naturaleza y el aprecio por las pequeñas cosas. Favorecemos también el vínculo con otras manifestaciones, el dominio de la historia local y despertar la vocación investigativa…

«Son muchas actividades que le dan sentido al proyecto, y constituye un trabajo que disfruto tremendamente. La AHS en la Isla me apoyó desde el principio, y poco a poco se han acercado otras instituciones y otros proyectos para contribuir a que el taller y sus integrantes sean parte del movimiento artístico pinero».

—¿Qué ha representado para ti formar parte de República poética?

—La República poética me ha enseñado a respetar, a suprimir la vanidad y el ego, a trabajar pensando siempre en el otro. A crecer como artista. A superarme como escritor y estar en la calle mirando a la gente a los ojos y a entender porqué escribo, por qué sigo confiando en el ser humano. A limpiarme el churre que deja la rapidez con la que se vive. El desapego a la belleza que a veces nos deprime.

«Muchas son las anécdotas que puedo contarte. Porque nuestro objetivo son las personas, han sido muchas las situaciones en las que hemos tenido que poner en práctica la improvisación de los raperos y repentistas, la movilidad de los bailarines, la sagacidad de los sicólogos, el histrionismo y la proyección de los actores, la abstracción de los pintores que decoran nuestros textos, la bondad que nos hace útiles…

«Qué importa que algunos nos crean locos que leen poemas y luego los regalan a los transeúntes. Sí, estamos locos: locos que no se creen estrellas ni candelabros. Somos poetas que intentan ofrecer de corazón su poesía en un acto sincero. Para mí, La República poética es, como lo es para todos sus integrantes, un espacio donde decir el poema y entregar belleza para el otro».

—Es evidente que la poesía tiene en la Isla una fuerza que no consiguen otros géneros literarios, ¿cómo lo explicas?

—La poesía es un impulso que late en cada esquina de esta Isla. La poesía de Paco Mir aún es referente para muchos, como la de Melesio Reynaldo Aguilar, Bellasoe Cobas, Jaime Prendes…, que ya no están físicamente, pero en su obra está el verso en formas distintas.

«La Isla es un lugar de encuentros y de decir adiós, de agua por todas partes, de estrechar manos y mandar cartas, de lomas y ríos de aguas obesas de luz, de encierro y llanto, de historia y conexiones, de emigración, de soledad, de espaldas sudadas, de campos y cítricos rotos, de canciones, de mucho amor… Si con todo eso no salen poetas a cantar, nada tuviera sentido y esta fuera una isla más».

—¿Vivir en la Isla lejos de la Isla…?

—Es un tema sensible que lleva años golpeándonos. Ser una Isla dentro de otra Isla es una realidad con lo cual tendremos que vivir los que apostamos por esta orilla. Es duro, pero cuando hay amor y deseos de hacer, todo tiene sentido.

—¿Cómo es ser joven en un lugar que se nombra Isla de la Juventud?

—Si te digo la verdad, no me siento identificado con el nombre de Isla de la Juventud, creo que Isla de Pinos responde a un sentimiento, a una tradición, que aún persiste en la memoria de la gente. La historia de piratas, de pinos por doquier, de cotorras haciendo ruidos en los campos… me satisface. Yo amo esta Isla como amo a mi país, y es ese amor lo que hace maravilloso ser un joven que vive en dos islas a la vez.

—¿De dónde surgió «El Tiza» que te identifica?

—En la primaria fui un niño muy hiperactivo, me la pasaba en la Dirección porque no me perdía ni un solo alboroto. Muchas maestras intentaron anotarse el punto conmigo disciplinándome, pero solo una, a quien le profeso un enorme cariño, Mirian Adelá, encontró la forma de controlarme. Y un modo era ponerme a escribir el asunto de la clase en la pizarra y todo lo que se le ocurriera, por consiguiente, mis manos siempre andaban llenas de polvo de tiza. Y mis compañeros, para molestarme, me decían «Tizón», lo que de nuevo destapaba mi estado de hiperactividad y un poco de violencia. Mas tuve que acostumbrarme y no coger más lucha cuando terminando el sexto grado se apareció aquel cantante de rap con el tema de «¿Quién tiró la tiza?», que se hizo tan popular y que llegó para ponerle la tapa al pomo: desde entonces, y hasta el sol de hoy soy, para todos, «Tiza» Yadián Carbonell Hechavarría… Mucho gusto…

 

  • *Publicado originalmente en Juventud Rebelde


Es difícil separarse de lo que uno ama

Ocurrió en 1994. Entonces Tití, a quien pocos llamaban Alcides Carlos González Díaz, como lo inscribieron sus padres, había finalizado el preuniversitario y le habían otorgado Construcción Civil, para que estudiara en la Universidad de Oriente. Pero esa alegría le duró poco, al menos a los que se lo imaginaron ingeniero, porque seis meses de matricular decidió dejar la carrera para entregarse por completo a su pasión: el arte, al cual llegó vinculándose a diferentes colectivos de teatro de aficionados de su Santiago de Cuba, la ciudad que más lo va a extrañar de un país que lo ha llorado de punta a cabo.

Horizontes, que nació en la Casa de Cultura Miguel Matamoros, empezó por recibirlo como actor de la mano de Nely Rosales ese mismo año. Después Jorge Antonio Jardines, director artístico de Calibán Teatro, decidió armar La Guerrilla del Golem, «gracias al cual pudimos integrarnos, en 1998, a la Asociación Hermanos Saíz (AHS), la primera en acogernos, en darnos abrigo y alimento espiritual. Por eso tengo tanto apego a esa organización, lo cual no tiene nada que ver con el hecho de que la haya dirigido en la provincia entre 2007 y 2013», me contó Tití en una de nuestras muchas conversaciones «de puerto en puerto» en las que los dos aprendíamos a amar más a Cuba.

Sería La Guerrilla del Golem uno de sus principales sueños creativos, un proyecto que se echó sobre los hombros después de que Jorge Antonio Jardines y luego Marcial Lorenzo Escudero, dirigieran los pasos iniciales. «Con este grupo vino la superación; la academia, con la Escuela Nacional de Arte (ENA), e incluso mi breve pero fructífero contacto con el Instituto Superior de Arte (ISA), que también tuve que dejar a un lado, debido a la lejanía.

«Yo era un muchachón entonces y no pude sostener esos viajes una semana al mes, pues me resultaba muy complicado. Hoy me arrepiento de no haberme esforzado aún más por evidente inmadurez. De todas maneras, la ENA fue fundamental en mi formación. Gracias a ella pude alcanzar el primer nivel en actuación, lo cual ha sido muy estimulante para mí».

—¿Cómo surgió Ojos Teatro?

—Por puro azar. Todos los años yo organizaba, mientras fui presidente de la filial de la AHS en Santiago de Cuba, un gran concierto con el apoyo de Cultura provincial y de diferentes instituciones del territorio, con los creadores jóvenes en el parque Céspedes, en saludo al triunfo de la Revolución. Pues bien, en el de 2008 se me ocurrió trabajar con estatuas vivientes por primera vez. Empezamos como un hobby, de vez en cuando nos reuníamos y preparábamos algunas intervenciones públicas, hasta que un día decidí crear el proyecto, que comenzaba a llamar mucho la atención en las calles de la ciudad.

«Con las intervenciones públicas de Ojos Teatro queremos, en primera instancia, que la gente se detenga, y exclame: “¡Qué bien!”, “¡Me gusta!”, ni siquiera buscamos que se ponga a conceptualizar. Nos basta con que lleguen a su casa con los ojos colmados de sorpresa, de gratos recuerdos, con un poquito de luz».

—Todo en ti va a parar a la AHS…

—Cuando ingresé en la AHS tal vez ya era una organización reconocida, pero yo casi la desconocía. Con el surgimiento de La Guerrilla… soñábamos con convertirnos en profesionales. Así que nos «comimos» la Asociación. Me pasó como en el bolerón que cantaba el gran Benny Moré: No sé explicarme qué pasó, pero de ti me enamoré… Cuando vine a ver, ya se había enraizado en mí con una fuerza enorme. Siempre he sido de esos que se entrega cuando la causa es justa y verdadera, y defender, promover y divulgar el arte de mis contemporáneos, incluso por encima de mi propia obra, se convirtió como un estandarte en mi carrera de creador.

«Me ocurrió algo que es increíble para un artista (por eso del ego): de repente, propiciando que se conociera mejor el quehacer artístico de mis “ambias” del “Chago”, me fui sintiendo cada vez más legitimado. Y algo nuevo en mí: aprendí a confiar en los demás y hacer míos sus intereses, sueños, angustias, levantadas, caídas, risas, llantos… No he conocido mayor satisfacción que ver crecer como artistas y como seres humanos a Adriana Asseff, TNT, Sentimiento Rapero, La Guerrilla del Golem…

«Creo que mi mejor puesta en escena fue haber mantenido viva la Casa del Joven Creador que me habían legado mis antecesores. Esa que antes de llegar al residencial Vista Alegre pasó por medio Santiago de Cuba, pero nunca sonó tanto como cuando estaba en La Quinta Esperanza, en San Basilio y Carnicería.

«Jamás me he emocionado tanto como la mañana en que mis compañeros me despidieron en el Teatro Heredia. De vez en cuando me siento extraño. Es difícil separarse de lo que uno ama. Bueno, separarse, como quien dice separarse…, no. Porque cuando entra en vena, uno no deja de ser un promotor cultural. De manera que continuaré al lado de quienes construyen, desde la cultura, los nuevos caudales del arte. Cada generación hace su revolución, y esta, la AHS, ha sido parte de la nuestra».

Tití murió de un cáncer ponzoñoso que como no pudo doblegar su espíritu, su mente poderosa, se ensañó con su cuerpo despampanante, reduciéndolo a una especie de Quijote, flacucho, que siguió pensando hasta el último suspiro, en derribar los molinos que se interpusieran en el camino de los que nacieron para crear. Murió Tití, pero, ¿a dónde crees que vas, caballo? La Asociación te necesita presente, todo el tiempo presente, no importa que saltaras los 35: los que vienen atrás requieren un paradigma, alguien que les contagie con los deseos de cambiar, de empujarlo que ya no se mueva; que los enseñe a reírse de verdad, sabroso, no a media boca; y a trabajar duro, por los demás y por ellos mismos.

Qué luz nos han querido apagar. Me siento perdido, ahora mismo en oscuridad total. Me reconforta saber, sin embargo, que los seres-amor permanecen anclados a nuestro lado. Cada esquina de Santiago me lo recordará, cada joven creador que intente ponernos a soñar, a dudar, a creer, me lo recordará. La música que revuelve piernas, hombros y caderas; el ron: el súper y el «peleón», la comida que arrebata los sentidos, las estatuas más humanas, la amistad, el tambor, la vida, las carcajadas, el amor, el Caribe con su Festival hecho fuego, Holguín y sus Romerías, Camagüey de plaza en plaza, La Habana de Fábrica, del Pabellón, de la Bienal; la nganga, los garabatos, ese rincón de mi alma, que Tití siempre me iluminó.



Con el arte en vena (+Fotos, tuits y videos)

Tal vez en los últimos tiempos cada vez eran menos los momentos de destellos, pero cuando una tropa de jóvenes artistas y escritores desembarcaba en la casa marcada con el número 41 en la calle Martí, Esther Montes de Oca, la eterna maestra de San Juan y Martínez, acopiaba todo el brillo para sus ojos ya casi grises y toda la lucidez del mundo para recibirlos con evidente alegría, como si por unas horas su cuerpo frágil olvidara que cargaba con más de un siglo de avatares.

Confieso que cuando la veía sentada en su sillón en la salita de estar pegada a la cocina no podía evitar preguntarme cómo había podido soportar por tantos años la ausencia de sus dos hijos amados, Luis y Sergio Saíz Montes de Oca. Cómo una madre, toda corazón, logra sobrevivir la muerte prematura de sus vástagos cuando, casi niños, son vilmente asesinados por la tiranía batistiana.

Los hermanos Luis y Sergio Saíz Montes de Oca junto a sus padres: el juez Luis Saíz y la maestra Esther Montes de Oca. Autor: Tomado de Juventud Rebelde.

Aquel 13 de agosto de 1957 no lo olvidaría nunca. Ese dolor terrible se instaló para siempre en cada partícula de un ser de profundas raíces patrióticas, que llena de pena consiguió entender que «morir por la Patria es vivir». Frase inmortal de nuestro Himno nacional que adquirió más sentido para Esther no solo en la medida en que los diferentes espacios de su hogar, habitados por historias de amor a una Cuba libre, se fueron convirtiendo en sitios de veneración para los hijos de esta tierra, sino, sobre todo, después de que surgiera, en 1986, la organización que empezó a portar como bandera la poesía y el testamento político de Luis y Sergio. Esa que, bautizada con sus heroicos nombres, se fundara un 18 de octubre, hace justo hoy 34 años: la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

tomada del perfil de facebook de ahscuba

Orgullosa de la obra de cientos de asociados que quiso como si todos hubieran salido de su vientre, Esther nos dejó a los 105 años de edad, sabiendo que la muerte de sus dos únicos descendientes no había ocurrido en vano. Lo más común del mundo es que les dijera: «Ustedes también son mis hijos, parte de mi ser; sin ustedes no hubiera podido vivir… Sean siempre buenos, dignos herederos…», cuando muy jóvenes poetas y narradores, músicos, pintores, cineastas, actores, bailarines, investigadores, promotores culturales… se aparecían con ramos de flores a la casita ubicada entre las calles Libertad e Isabel Rodríguez de aquel pueblo pinareño eminentemente tabacalero, para darle una vuelta y abrazarla. «Todo está bien —les insistía— cuando se da cariño, cuando se da amor… Cuiden la Patria. Hay que luchar por ella, vivir por ella. Eso honra…».

De voluntad utópica

La AHS se fundó gracias a la unión del Movimiento de la Nueva Trova con las brigadas Hermanos Saíz y Raúl Gómez García. Por tanto, se trata del cumpleaños de una organización que ha abrazado a varias promociones de artistas cubanos que comenzaron a mostrar su obra al mundo incluso mucho antes de 1986. Evolucionó como «un espacio de legitimidad para la experimentación dentro del proyecto cultural revolucionario», como asegurara el ahora titular del Cultura, Alpidio Alonso Grau, cuando esta cumplió dos décadas y el poeta se desempeñaba entonces como su presidente a nivel de país.

Mercucho se suma a los festejos por el Aniversario 34 de la Asociación Hermanos Saíz. !FELICIDADES¡#ElArteNosUne

Publicada por Niurbis Santomé Cudeiro en Sábado, 17 de octubre de 2020

Corría el año 2006. Entonces Alonso Grau se refirió a la significación de su ya fructífera existencia, empleando unas palabras que parecen dichas en este instante. «(…) por encima de la efeméride, lo que realmente celebramos es el triunfo de una voluntad utópica que por 20 años nos ha permitido participar de la cultura con un sentido crítico y una energía que van siendo cada vez más raros en este mundo. Un estado de vigilia intelectual que nos ha mantenido activos y fieles dentro de una vocación que hemos sabido salvar sin permitir que se extinguiera aun en los momentos de mayores dificultades. Más bien ha sido todo lo contrario: mientras más arreciaban las carencias y los obstáculos, más profundizaba entre quienes hemos asistido a este aprendizaje, la conciencia de afirmarnos en una actitud de pensamiento que nos mantuviera en alerta y a la ofensiva frente a cualquier fatalismo desmovilizador; en particular, frente a la aparente candidez con la que progresivamente ha buscado acomodarse entre nosotros el pregón desmoralizante del mercado».

Y si de algo se ha encargado la Asociación, que hasta la fecha ha convocado tres congresos, es de mantener bien activos a sus miembros. En su empeño, además, de promocionar la obra de los noveles creadores, su principal misión, se ha valido, a lo largo de estos 34 años, de intensas jornadas de programación y de reconocidos eventos distribuidos en toda la geografía nacional.

Guantánamo aporta la Jornada de la Canción Política y Titereando en la ciudad; Santiago de Cuba, el Taller y Concurso de la Radio Joven Antonio Lloga in Memoriam; Granma, encargada del ascenso al Pico Turquino, el Rock de la Loma; Holguín, las Romerías de Mayo, el Festival Nacional de Teatro Joven y el Premio Celestino; Las Tunas, Entre música y el Concurso Portus Patris; y Camagüey, el Almacén de la Imagen, la Cruzada literaria

Ciego de Ávila organiza, por su parte, Trovándote; Sancti Spíritus, Lunas de invierno y Voces cruzadas; Cienfuegos, Al sur de mi mochila, el Premio Reina del Mar Editores y la Cruzada artístico-literaria; y Villa Clara, los festivales Longina canta a Corona y A tempo con Caturla, el Encuentro Hispanoamericano de Escritores además del Premio Sed de Belleza.

Muchas felicidades a todos los miembros de la Asociación Hermanos Saíz, a quienes la han ayudado a crecer a lo largo de…

Publicada por Yasel Toledo Garnache en Sábado, 17 de octubre de 2020

Orgullosas se sienten Matanzas, Mayabeque, Artemisa y la Isla de la Juventud por acoger, respectivamente, el Atenas Rock, el Puente Sur, el Arte en proceso y El Mangle Rojo, entre tanto Pinar del Río se muestra feliz «enredada» con la Jornada 13 de Agosto, el PinaRock y el Pinar Hip-Hop.

Como sede nacional, el ajetreo del Pabellón Cuba es grande durante los 365 días del año. Allí, en el recinto ferial del Vedado, lo mismo tiene lugar la Feria Internacional del Libro, donde se otorgan los premios Calendario, y el Encuentro de jóvenes escritores de Iberoamérica y el Caribe, que el Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena, el festival Patria grande, los espacios Pensamos Cuba y Dialogar, dialogar, la entrega de becas y premios…

Cuenta la organización, asimismo, con cinco editoriales: Sed de Belleza (Villa Clara), Reina del Mar (Cienfuegos), Áncoras (Isla de la Juventud), Aldabón (Matanzas) y La Luz (Holguín), dirigida por el multipremiado poeta y editor Luis Yuseff, quien no se esconde para afirmar que la suya publica preferentemente a autores jóvenes.

Publicada por Asociación Hermanos Saíz en Viernes, 31 de julio de 2020

«Alguna vez se me sugirió que yo “inventaba autores”. Ahora, pensando un poco más detenidamente en el asunto, creo que las personas que dicen eso de nuestro trabajo realmente lo que hacen es reconocer, veladamente, la eficacia de un trabajo de promoción de esos autores noveles que, de pronto, ven publicado su primer libro y a las pocas semanas su nombre puede aparecer cientos de veces en el buscador de Google… Y, si las cosas salen mejor, esos 500 ejemplares de su libro terminarán agotados en unos pocos meses, e invitados a varios de los eventos que genera la AHS para la socialización del hecho literario».

De ello pueden dar fe escritores que aunque en la actualidad ya no integren las filas de la AHS estarán enlazados a ella de por vida, como son los casos de Idiel García, quien permanece al frente de la editorial Sed de Belleza; Yunier Riquenes García, quien fundó estando en su seno, junto a Naskicet Domínguez, Claustrofobias Promociones Literarias, y de Eldys Baratute Benavides, el mismo de Marité y la hormiga loca, Cucarachas al borde de un ataque de nervios y Retoños de almendro, la selección que le pidió Yuseff para La Luz y recoge la obra de 35 voces de todo el país y de 19 ilustradores, también jóvenes.

Ellos hubieran sido como nosotros; nosotros hubiéramos sido como ellos. En nombre de la Presidencia de la Asociación…

Publicada por Rafael González Muñoz en Sábado, 17 de octubre de 2020

A Baratute le encantará siempre la Asociación, porque es el lugar en el que «me retroalimento. Un sitio lleno de jóvenes, mucho más jóvenes que yo, con locuras, deseos de hacer, pero también con distintas realidades que merecen ser reconocidas. En medio de todo eso me siento feliz y trato, desde mi trabajo de promotor, de impulsarlos.

«¿Qué le debo? Mucho de lo que soy hoy como creador y como persona. En las máquinas de la Casa del Joven Creador (CJC) pasé mis primeros libros, después del Premio Calendario y la beca La Noche los lectores comenzaron a interesarse por mis textos.

tomada del perfil de facebook de Rafael González Muñoz

«En esos años descubrí la importancia de tener un buen líder, con sensibilidad, al frente de las instituciones culturales. Por eso luego traté de hacer lo mismo con los jóvenes con talento que se acercaban a mí.

«¿Qué le falta? Mucho, muchísimo. Y cada día le faltará más, teniendo en cuenta que cada generación de jóvenes es distinta a la otra, y que no podemos seguir perdiendo terreno frente a la banalidad, el facilismo y la acefalia. Tenemos que ser brujos, inventar varitas mágicas, diseñar sombreros con conejos, todo lo que haga falta para subvertir los patrones seudoculturales y para eso tenemos/debemos estar más cerca de los que se hallan lejos de los círculos de artistas y no vienen a nuestras instituciones, estamos obligados a salir a las calles y traerlos».

Gracias al Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez y al Viceprimer Ministro Roberto Morales Ojeda, por…

Publicada por Asociación Hermanos Saíz en Domingo, 18 de octubre de 2020

Otro guantanamero, Daniel Ross, es de los que no esconde su satisfacción por haber sido el primero de los que estudiaban en la Academia Profesional de Artes Plásticas, en unirse a la organización, «que me atraía porque todo el tiempo intentaba mezclar las diferentes manifestaciones en sus actividades. Me encantaba aquella mezcolanza. Veía a la AHS como una gran mesa donde me podía servir libremente lo que quería y necesitaba. Y me nutrió muchísimo. Bueno, todavía lo hace, ofreciéndonos siempre esos espacios diversos para crear, para participar como artistas».

Hermanados en llanos y montañas

Hubo un momento alrededor del año 2011 en la vida de Indira Fajardo, actual presidenta del Instituto Cubano de la Música, en que se convirtió en toda una «experta» alcanzando el Pico Turquino, en representación de sus compañeros de la sección de Crítica e Investigación.

tomada del perfil de facebook de ahscuba

«Recuerdo que la primera vez, que se escogió la ruta de Granma, fue demoledora. Tuvimos que caminar ocho kilómetros por carretera desde el campamento de pioneros hasta Alto del Naranjo; un recorrido que usualmente se hace en camión, lo cual sumó un deterioro prematuro a nuestros cuerpos «vírgenes» todavía. Para colmo, parte del descenso hacia la Aguada de Joaquín, tras admirar el busto del Maestro que señorea en el cielo, hubo que enfrentarlo de noche y bajo la lluvia, así que las caídas eran bastante seguidas y solo podíamos avanzar alumbrándonos con celulares y adivinando las barandas a cada lado. Quien las veía primero gritaba: “¡baranda derecha!” o “¡baranda izquierda!”. Llegamos con un hambre tan rabioso que nos comíamos lo que se nos pusiera delante.

En su empeño por promocionar la obra de los noveles creadores, la Asociación convoca intensas jornadas de programación y eventos como las prestigiosas Romerías de Mayo.Foto:Juan Pablo Carreras/ACN.

«Con esa experiencia debía haber rechazado la propuesta cuando me convocaron por segunda vez, mas no dudé ni un segundo. Tampoco la tercera… Y es que no he querido perderme por nada del mundo esta iniciativa de la Asociación que persigue, sobre todo, propiciar un encuentro cercano entre jóvenes escritores y artistas de todo el país, que además nos conecte como generación, no solo con la cultura más auténtica, sino también con nuestra rica historia.

«En lo personal, observar con los ojos del corazón al Martí de la cima de Cuba es también saldar una deuda que había asumido conmigo misma en el orden familiar. Mi bisabuela ayudó a Celia Sánchez a esconder ese mismo busto antes de llevarlo a la Sierra. Por ello para mí se trata también de rendirle un tributo diferente al Apóstol iluminado, a quien siempre contemplo en espera de alguna sabia señal».

tomada del perfil de facebook de ahscuba

A una cantante ya reconocida como Annie Garcés le parece genial que exista una organización que agrupe a artistas jóvenes. El primer regalo que recibió de ella fue convidarla a escalar el Pico Turquino, «una experiencia inolvidable que me descubrió unos nuevos amigos supertalentosos, que están diseminados por toda la geografía nacional entregando su arte maravilloso. A mi regreso opté por la beca El reino de este mundo, un proyecto de DVD, que recogería un concierto de canciones interpretadas por mí pero escritas por jóvenes compositores, y otra vez recibí un apoyo inmenso… Como si fuera poco, luego me convocó para que me sumara a otros intérpretes en el video de Con un poco de amor, de Silvio Rodríguez, tema con el que saludamos el aniversario 30. Así comenzó mi camino y desde ese primer año resultó tan intenso que me asustó».

El artista camagüeyano de la plástica Leonardo Pablo Rodríguez Martínez la considera su segunda casa. «Mi otra gran familia. La AHS ha sido un ancla y un peldaño fuerte en mi carrera. Me ha ayudado mucho, al ofrecerme las posibilidades de realización, de crecimiento, de superación, que no he encontrado en ninguna otra parte. En la AHS puedo decir que estoy en el lugar correcto», dice.

tomada del perfil de facebook de ahscuba

Frank Martínez Oliva también le estará eternamente agradecido, asegura, «por su apoyo constante y por contribuir a hacer realidad aquel sueño de recoger parte de mis creaciones en un soporte que me sirviera para promocionar mi obra», confiesa este joven nacido en Contramaestre que llegó a la trova por medio de la poesía y por las necesidades espirituales que en él potenció la entonces muy activa célula de la organización de vanguardia de los noveles artistas y escritores en aquel municipio de Santiago de Cuba.

tomada del perfil de facebook de ahscuba

Intensa forma de vida

Fue su propia madre quien se lo entregó a Freddy Emir Tejeda, líder del proyecto Baúl del Trasgo, de la Casa de Cultura de esa parte de la ciudad de Cienfuegos que todos llaman la CEN (Central Electronuclear) —devenido luego en el grupo Teatro de la Fortaleza comandado por Atilio Caballero—, antes de que el mismo actual presidente de la Asociación se probara, por ejemplo, en My Clown, donde no solo actuó sino que escribió sus primeros versos, para ver si su pequeño conseguía lo que ella no pudo: adentrarse en serio en el universo del arte. Así se encontró con la escena Rafael González Muñoz, el autor de Por el terraplén, Federico y María, Un reino medio(ocre), Medea en el jardín, La cocinerita adorada. Breve historia de Clarita Mazorca…, egresado de Teatrología y Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte.

Instructor de arte de alma, González Muñoz se unió a la AHS en 2009 «en un momento en que se gestaron muchos proyectos que marcaron la labor de la organización en la Perla del Sur. Recuerdo la peña Con jugo de tamarindo, centrada por Pharos Teatro, en el barrio de Reina, donde hallé la complicidad de Frank Armando Pérez Aguado (el payaso Colorete), quien conduce los pasos de la Asociación en el territorio; de Niurbis Santomé Cudeiro (Chispita)… Yo era Pito Pito…», rememora quien ya fuera elegido vicepresidente nacional en el 2do. Congreso.

Este 18 de octubre la Asociación Hermanos Saíz cumple 34 años, una organización integrada por creadores que representan la vanguardia intelectual y artística, quienes creen, a conciencia, que la belleza y el arte engrandecen la vida/ La AHS, en el Pico Turquino. FOTO: Raúl Pupo.

«Cuando llegué al Pabellón Cuba, sede nacional de la AHS, traía el conocimiento de cómo funciona la organización en una provincia, lo cual constituyó una ayuda enorme a la hora de llevar adelante esta nueva responsabilidad… Te aseguro que la AHS ocupa un lugar muy especial en mi vida, siempre bien cerca del corazón. En ella no se puede estar, no puedes permanecer impasible cuando te encuentras rodeado de creadores que han nacido con el arte en vena. Para mí ha significado asumir un enorme compromiso con la obra colectiva de muchos. Es una organización que encontró en “Hermanos Saíz” su denominación ideal. Nosotros todos constituimos una gran hermandad de arte, acción y amor, que ha tomado como símbolo, como paradigma, el legado que nos entregaron Sergio y Luis.

tomada del perfil de facebook de Rafael González Muñoz
  • «Una hermandad que intentamos que esté integrada por artistas de corazón que a su vez sean buenos seres humanos, quienes hacen de los eventos y jornadas de programación de la AHS una intensa forma de vida».


Otros siete nombres para la Historia (Maestros de Juventudes 2020)

Se acerca un nuevo aniversario de la Asociación Hermanos Saíz este 18 de octubre y como ya se ha hecho habitual alrededor de esta fecha, la organización que agrupa a la joven vanguardia intelectual y artística de Cuba reconoce a sus principales referentes otorgándoles la prestigiosa distinción Maestros de Juventudes.

En el año del aniversario 34 de la Asociación, la dirección nacional, a solicitud de sus miembros, otorgó su máximo reconocimiento a siete personalidades de la cultura cubana, notables intelectuales para quienes enseñar, a decir del Apóstol, es aptitud y goce.

La directora de programas, Caridad Martínez González, la escritora Basilia Papastamatiu, los músicos Rosa Campo y José Antonio Méndez Valencia, el historiador e investigador Pedro Pablo Rodríguez, el pintor, grabador y escultor Eduardo Roca «Choco», y el actor y crítico Roberto Gacio Suárez fueron los elegidos en este 2020, por haber hecho del magisterio una acción sostenida, por establecer de manera perenne con las nuevas generaciones, un diálogo abierto; y por entregar a su pueblo una obra contundente y sincera, siempre comprometida con la belleza.

Premios Nacionales de sus respectivas manifestaciones, Caridad Martínez (radio), Pedro Pablo Rodríguez (Ciencias Sociales y Humanísticas, e Investigación Cultural) y Eduardo Roca «Choco» (artes plástica), la labor de cada uno de ellos expresa un compromiso total para con la sociedad y especialmente con los más jóvenes.

Reconocida recientemente con el Premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro, hace mucho tiempo que la Papastamatiu, por su parte, dejó ser considerada una destacada poeta y traductora argentina para ser abrazada como una de las nuestras, mientras que nadie duda que las canciones de Rosa Campo conforman, definitivamente, la banda sonora insular de la infancia. Una y otra vez Méndez Valencia es señalado con amor y gratitud por músicos que deben su carrera a sus extraordinarias enseñanzas e invariable consagración, en tanto Gacio Suárez, quien fundó junto a Jackeline Mepiel los Premios Llauradó de la AHS, es tomado como el albacea de la historia del teatro cubano de los últimos 60 años.

Afirmaba Martí que la mayor gloria de un maestro es hablar por boca de sus discípulos. Hoy son justo sus alumnos quienes reverencian, agradecidos, a sus magníficos paradigmas.



¡Buen provecho!

Es miércoles y sé que es día de engordar, de llenarme de libras sin cargo de conciencia, de ponerles más peso a mis neuronas y cultura general. Disfrutándolo. Sirviéndome sin miramientos, con cierta gula espiritual, ignorando que ya avanzó la noche y que tan tarde no se recomienda coger un plato en la mano. Pero llegó la hora de El potaje (Cubavisión) y no logro resistirme a una provocación así.

No hay nada más rico que un potaje, ya sea de frijoles negros o colorados, judías, chícharos, garbanzos o lentejas, si está bien hecho, claro está. Depende de la pericia del cocinero, de sus mañas para dar el toque final, de los ingredientes, para que sea más que legumbres cocidas en abundante agua y un poco de sal. Que a los cubanos nos gusta espeso, con alguna «sorpresa» que le asegure sustancia y que los granos no sean, como decía mi abuela, «cascaruses».

De escoger bien a los invitados estelares (desde los maestros hasta los más noveles e igualmente voces sobresalientes en el panorama musical cubano) se ha encargado un equipo de audaces jóvenes que decidió presentar este nuevo proyecto para nuestro verano televisivo, encabezado por Maytte Jacobo (dirección general), Liliam Pérez (producción general), Dianelis Hernández (conducción y guion), Yentsy Rangel (musicóloga) y Michel Herrera (asesor musical).

Se trata de un programa (son diez en total) que clasifica dentro de la Redacción de Musicales (como era de esperar al proponer un recorrido por aquellos géneros o estilos que han obligado a que el mundo ponga sus ojos y oídos en este archipiélago), aunque es, más bien, de corte didáctico. Y sin embargo, El potaje apareció para demostrar que la enseñanza no tiene por qué estar divorciada del entretenimiento y el goce, sobre todo a medida que han pasado las emisiones y madurado como concepto.

El de este mismo miércoles, por ejemplo, me dejó con ganas de más. Fue el dedicado a la cancionística cubana, a ayudarnos a entender cómo en todos estos años, después de echar profundas raíces, ella ha ido llenándonos el pecho de emociones, gracias a intérpretes de la altura de Bola de Nieves, Esther Borjas, César Portillo, José Antonio Méndez, las inolvidables muchachitas de Aida Diestro (Elena, Omara, Moraima y Haydée), Lourdes Torres…, muchas veces acompañados, a guitarra o a piano, por ilustres como Adolfo Guzmán…; un recorrido que tuvo como pun-
to culminante a nuestra enorme Marta Valdés, autora de Palabras, pieza antológica que nombró a tan especial programa.

En estos 27 minutos que se fueron volando, se agradecieron las sabias consideraciones y consejos de la Musicalísima, Beatriz Márquez, y verla cantando Qué será mañana o Es soledad, cuando quedó grabada por Ian Padrón en el DVD Espontáneamente, que a su vez nos regala un momento mágico, único, tan emotivo que hace un nudo en la garganta, como aquel de Este amor que se muere, junto a Juan Formell y Jorge Aragón en el piano.

La musicalísima estuvo de invitada/ Tomada de Juventud Rebelde

Pero en Palabras hubo otros instantes sublimes similares: Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo con Robertico Fonseca en Quizás, quizás, quizás; Pablo Milanés y Chucho Valdés en La felicidad; la misma Marta y Haydee Milanés en el Sin ir más lejos que se registró en el DVD Palabras con la complicidad de fuera de series nombrados: Ernán López-Nussa, Enrique Plá, Jorge Reyes, Roberto García, Yaroldi Abreu y Nam San Fong… Ejemplos extraordinarios de nuestra cancionística que se mostraron para apoyar los acertados criterios de Annie Garcés en su rol de intérprete, y de Rodrigo García Ameneiro, devenido ya un magnífico acompañante, quien sabe que el secreto del éxito en ese rol estriba en no intentar lucirse en lo individual, sino en el trabajo de conjunto, en la complicidad, imprescindibles para comunicar, para llegar al alma.

Uno de los aspectos que más llama la atención de El potaje es, definitivamente, la rigurosa labor investigativa, de búsqueda de archivos históricos que se desarrolla con el objetivo de que el televidente constate la manera que surgió un subgénero del jazz como el afrocubano, digamos, desde que apareciera una pieza como Tanga, de Mario Bauzá, y se armara el binomio de Dizzy Gillespie y Chano Pozo hasta nuestros días, pasando por figuras del calibre de Armando Romeu, Frank Emilio Flynn, Carlos Emilio Morales, Emiliano Salvador, Joaquín Be-
tancourt y Opus 13, Bobby Carcassés, fundador en 1980 del festival Jazz Plaza…, sin olvidar, por supuesto, al «todos estrellas» que aglutinó el maestro Chucho en Irakere, capaces de entregarnos un Bacalao con pan que motivó otras de las ediciones ya transmitidas y que convocó al set a un trío de lujo: el impresionante flautista Orlando Valle «Maraca» y otros dos exponentes de primera línea en la actualidad: el mencionado Michel Herrera (saxofón) y Adrián Estévez (piano).

Tenía que ser el Bárbaro del Ritmo el protagonista de la primera entrega de esta temporada, denominada Bonito y sabroso, que convocó para abrir a otros dos «monstruos», el premio nacional de Música (al igual que la Márquez), Joaquín Betancourt, y al todoterreno Alain Pérez, para que disertaran sobre la Jazz Band y cómo el Benny le sacaba lasca a este tipo de ensemble que hizo tan suyo.

Tampoco podía faltar alguien que continúa siendo escuela: Juan Formell, a quien se le rindió merecido homenaje en Permiso que llegó Van Van, donde les tocó lucirse desde la «teoría» a César «Pupi» Pedroso con sus inconfundibles tumbaos, a Samuel Formell, digno heredero de su padre y de Changuito; y a Yadiel Bolaños, quien con su bajo asegura la sandunga necesaria en La Tabla.

Verdad que desde el punto de vista de la estructura (en el sentido de encontrar la armazón que más se presta al medio televisivo), del ritmo, de la eficiencia del montaje (que ya sí es muy notable en el caso de Palabras), Bonito y sabroso y Permiso que llegó Van Van pudieron haber sido mucho más impactantes. Mas lo que sí resulta innegable son sus valores como justos testimonios, la manera en que muestra lo que somos y a dónde hemos llegado, gracias a que quienes han venido detrás siempre han mirado hacia esos grandes referentes nuestros, a aquellos que nos han traído hasta aquí. Es ese el principal consejo que una y otra vez reiteran los invitados de El potaje: estudiar a los fundadores, a los creadores, a los que plantaron bandera; ver qué hicieron, por qué han sobrevivido sus nombres, por qué aún permanecen vivos sus legados.

Con su pegajosa música de presentación firmada por Cimafunk y fotografía de Alejandro Callejas, bastaría con esa enseñanza para aplaudir un proyecto como el que nos ocupa, el cual, sin embargo, ha querido ir por más: en el diseño gráfico de Adrián Berazaín; en la gracia y la soltura con que los protagonistas de las emisiones toman sus instrumentos y demuestran in situ lo que acaban de definir; en algunas de las secciones que lo distinguen como El reto y Los ganadores…

En el primer caso, El reto, los virtuosos convidados al programa ponen la base al tema que lo nombra: Bacalao con pan, por ejemplo, o Palabras, para que desde sus casas los televidentes se embullen y canten, improvisen o hagan sobre esta lo que más les motive, siempre buscando entrar entre los que elegirá El potaje, cuando envíen a través de las redes sociales sus contribuciones musicales con las cuales se completará el tema que será presentado en Los ganadores, en la edición siguiente. Original manera de conseguir la interacción con los espectadores y de mover El potaje, para que no se «pegue».

Lo fundamental es el resultado: realmente asombroso. ¡Mira que hay talento en Cuba, caballeros! Claro, tremenda pincha tienen que realizar Michel Herrera como asesor musical, y un diestrísimo y probado editor como Henry Ramírez, para primero montar las pistas y mezclar los sonidos antes de poner las imágenes, pero por esa maravilla que se obtiene, lo afirmo, vale la pena.

En fin, que levante la mano el cocinero al que un potaje no le haya quedado alguna vez aguado y/o desabrido, pero la Asociación Hermanos Saíz hizo muy bien en apoyar esta idea, que secundó RTV Comercial. Ahí, en el set, se ven a gusto intercambiando, complementándose, sus Maestros de Juventudes, sus miembros que se apoyaron en ella para dar el gran salto y aquellos que ahora mismo sueñan con también prestigiar con sus obras la cultura cubana. Que me digan goloso, pero ese manjar no me lo pierdo yo.

*Tomado de Juventud Rebelde



Llega mayo con sus Romerías

A Holguín le costará creer que ya han transcurrido los primeros cuatro meses del año 2020 y que, después de 26 ediciones, las Romerías de Mayo no se apoderarán esta vez de plazas, parques, salas teatrales, galerías, cines, universidades, calles… La COVID-19 ha obligado a permanecer en casa, a evitar sobre todo esas multitudes que suele convocar el también llamado Festival Mundial de las Juventudes Artísticas, porque son muchos quienes a nivel global quieren ver con sus propios ojos los milagros espirituales, altamente humanos, que provoca el arte joven cuando sus más selectos representantes se dan cita en la oriental ciudad de Cuba.

Y claro que nada sustituye esa buena vibra que se produce cuando terminan emocionándonos de veras un concierto, una exposición, una representación teatral o danzaria, una lectura de poesía o narrativa… y terminamos todos enredados en un fuerte abrazo colectivo, pero ni la Asociación Hermanos Saíz, ni el Ministerio de Cultura, ni el Gobierno y la Dirección Provincial de Cultura de Holguín permitirán que esta terrible pandemia también eche por tierra un evento que ya se ha vuelto viva tradición.

Así que este sábado 2 de mayo, como de costumbre, romperán estas Romerías sui géneris desde casa, con el siempre esperado concierto de antesala que estará a cargo de David Blanco, Buena Fe y Polito Ibáñez, y que transmitirá Cubavisión, a las 9:45 p.m. Porque esta edición 27 ha encontrado la complicidad total de la televisión, la radio, la prensa plana y digital, pero también delas redes sociales donde la Asociación y las instituciones culturales cubanas tienen sus perfiles (Facebook,YouTube, Instagram, Twitter, Telegram y WhatsApp).

Los 458 escalones de la Loma de la Cruz no sentirán ahora el paso firme de miles de jóvenes subiendo y escoltando hasta lo más alto a 261 metros sobre el nivel del mar, el símbolo de las Romerías, pero el domingo 3 de mayo la revista Buenos Días primero, y el Noticiero Dominical después, nos acercarán a la historia del evento, a la huella que ha dejado en tantos creadores del mundo.

Y luego, entre el 4 y el 8, la programación será tan amplia y abarcadora como siempre. Porque no únicamente propondrá (igualmente por el canal Clave, 4:30 p.m., y por Cubavisión Plus) conciertos (Dúo Iris, Rodrigo García y Ceda el paso, Sinfónica con Annie Garcés y Adrián Berazaín; Roch y Ameneiro, Darkness Fall, Dayana Aceituno y su Orquesta de Cámara…), a reconocidos jazzistas en sus jamsessions o el espacio Destrabando la trova, con Eduardo Sosa como anfitrión; sino, además, fotogalerías, mensajes, videoclips, cápsulas, documentales, recomendaciones, videoartes, perfiles…

Memoria Nuestra, espacio de pensamiento que se erige como columna vertebral del evento, se organizará por medio de forodebates, que tendrán lugar del 4 al 7. Cada día Holguín, protagonista indiscutible, les hará un guiño a quienes la aman desde el programa Mediodía en TV, mientras que De Nuestra América anuncia la presentación especial de Romeríasla utopía, el venidero miércoles.

Bienvenidas sean, entonces, estas Romerías desde casa, que celebraremos con la misma pasión de antaño, pero con la responsabilidad absoluta de que lo más importante es preservar la vida de los seres humanos. Serán unas Romerías, como se anunció desde que se hizo pública la convocatoria, «para transmitir mensajes por el bien común, por el presente y el futuro de la humanidad».



Participar con mayúscula sostenida

«Nos recibió en la puerta de su oficina en el Consejo de Estado. Yo no entraba a ese edificio desde la cena que, en 2016, Raúl, a nombre de Cuba, ofreció a su homólogo Barack Obama durante su visita a la Isla. Nos recibió con un abrazo, nos saludó y se mostró sonriente».

Ocurrió este jueves, y aunque no es una novedad para el director de la Orquesta Failde, el reconocido por muchos como El Príncipe del Danzón siente que el encuentro sostenido por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros con parte de la nueva y de la saliente dirección de la AHS fue como un abrazo extendido a toda la juventud cubana. «Realmente desde el 2do. Congreso en 2013, Miguel Díaz-Canel ha estado en innumerables espacios de diálogo con los jóvenes artistas e intelectuales», cuenta Ethiel Failde a JR.

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De todas formas, la historia no perdona

Me mira fijo desde Facebook. Con esos ojos profundos, pero limpios, tanto, que allá en el fondo su huella vital todavía palpita. Desde la pantalla me sonríe, como diciéndome: «No te preocupes, socio, conmigo tú siempre quedarás bien». Y sin embargo, le debo un adiós público, tengo que decirle que siempre me inspiró su valentía, su orgullosa guajirez, su sensibilidad infinita, su poesía-hoguera, su «encinidad», superior a la magnitud humana que algún mortal pueda albergar, aunque sé que de veras quiere tranquilizarme. Ciertamente él nunca fue un tipo necesitado de homenajes. Más bien, si estuviera hoy aquí, hubiera preferido que solo unos buenos palos de ron «peleón» interrumpiera nuestras conversaciones a camisa quitá. [+]