«Antología de poesía argentina actual»: ensayar una pequeña magia

Leer poesía es ensayar una pequeña magia. Intentar definirla es tropezar con las mismas dificultades que se nos plantean como cuando tenemos que definir un color, un sonido, el significado de la ira o el amor. ¿Cómo describir entonces la magia que entraña este libro? ¿Explicarlo, presentarlo? No hay otra forma de hacerlo que dejándose llevar por esa misma magia, por la maravilla.

Antología de poesía argentina actual, un libro que desde el propio título se nos revela ambicioso, abarcador, y cuando lo leemos descubrimos que sí, lo es. Casi cien años de poesía argentina encontramos en sus páginas. Nicolás Antonioli, el antologador, nos presenta 12 poetas que desde la polisemia de sus estilos dibujan un cosmos poético singular que permite leer, disfrutar y hasta analizar la poesía de Argentina de gran parte del siglo XX y las dos primeras décadas del XXI. Pero, si de poesía se trata, no se precisa más que el sentimiento como único pasaje para esta aventura literaria.

Temas que discurren sobre el amor, la muerte, la soledad, en un tono intimista que resalta la belleza de las imágenes. Igualmente la antología poetiza sobre temas sociales y políticos, sin perder esa belleza pero resaltando la fuerza expresiva década línea. Como en estos versos de Cristina Molina: La boca de Angelina Jolie en la pantalla/ y sus ojos plásticos cuando se los cambia/ le mataron a Él en un país comunista// se lo mataron/ y todos sufrimos/ cuando las mariposas vuelan entre las telarañas de la selva/ ella y él /y un beso/ que sufrimos…

A pesar de la multiplicidad de estilos y temas se respira equilibrio y armonía. Las voces poéticas logran una unidad estilística en léxicos cercanos y códigos estéticos parecidos. Sobre todo en la generación de poetas nacidos en los años 80 y que son los que priman; en ellos se siente ese lenguaje depurado y directo, desenfadado en la construcción y estructura de los versos, prescindiendo de signos de puntuación.

El escritor argentino Cesar Melis expresó: Existe en el mundo de hoy, pero principalmente en un país abaratado y atérmico en lo cultural como Argentina, cierto desprecio de los editores en general por publicar y divulgar poesía. Por suerte aquí seguimos apostando por difundir lo verdaderamente valioso. Y gracias a la Editorial Sanlope en Las Tunas y a su compilador Nicolás Antonioli (uno de los poetas que aparecen) podemos disfrutar de este libro, que fue editado por el escritor Antonio Gutiérrez Rodríguez y cuta corrección fue de la mano de Maritza Batista.

Toda selección entraña el peligro de decantar, olvidar, apostar por unos. Esta antología no escapa de ese peligro, pero sale airosa gracias a la calidad de sus textos. Me place profundamente ver en esta muestra representativa de 12 poetas, de ellos nueve sean mujeres. No podría quizás ser de otra manera, Argentina es la tierra de Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik, y la grandeza e influencia de su legado se siente en esas voces femeninas. Este es otro de los méritos del libro, de la selección.

La poesía es brasa y fuente, asidero y revoluciones, respuestas y muchas interrogantes. Su idioma, como el del sentimiento, es universal, por eso más que descubrir a poetas argentinos nos autodescubrimos en una imagen, un verso, una metáfora. Ahí está la esencia, la maravilla. Basta eso para ensayar la magia de leer este libro.


De la sed que provoca Lourdes Mazorra

Versiones de la sed (Ed. Letras Cubanas, 2020) me regala por segunda vez el sabor de una noticia. Ahora, por tener el privilegio de su primera presentación en Camagüey que es la ciudad de la autora, Lourdes Mazorra. Antes, fue un titular de hecho auténtico en el peor momento de la pandemia de COVID-19, cuando no sabíamos nada del virus, estábamos encerrados en casa, teníamos demasiado miedo a morir.

 El Premio Pinos Nuevos 2020 de Lourdes Mazorra por este conjunto de seis cuentos nos iluminó el día. Tampoco era un día cualquiera, sino el 23 de abril, Día Mundial del Idioma Español y Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor. En el periódico Adelante Digital está disponible la entrevista, en la que responde:

 «Una celebra la literatura, celebra la posibilidad de que exista el libro y sobre todo de que existan lectores, y celebra también la necesidad de escribir. Es un premio para celebrar la constante necesidad de la escritura y la lectura”.

 Como entonces yo seguía viendo a Lourdes Mazorra solo como periodista y no me parecía tan en serio su carrera como narradora, entre otras cosas le pregunté cómo se había enterado del resultado, quién le habí dio la noticia. La recibió desde la presidencia nacional de la Asociación Hermanos Saíz. Fue Yasel Toledo, presidente actual de la AHS. Traigo de vuelta este otro dato porque no había un mejor espacio para presentar por primera vez este libro en la Feria de Camagüey que la Carpa de la Reina.

 En la foto de aquella entrevista para Adelante está Lourdes Mazorra, delante de un librero bien nutrido. Alza una copa y con la otra mano sostiene Rayuela de Julio Cortázar. De hecho, aplicó al premio con el seudónimo Evohé. Lourdes Mazorra ama a Cortázar y también a otra argentina, a Alejandra Pizarnik, de quien eligió los versos iniciales del libro.

 Ya con el libro de papel en mis manos, un libro que aún su autora no ha podido oler ni tocar pues salió de la imprenta en diciembre pasado, me hace feliz encontrarla a través de los seis relatos que fluyen en este manantial creativo de la joven escritora. Como lectora sedienta de sus versiones y diversiones confieso que me va ganando su perfil de narradora que llegó al titular de Adelante con otro importante antecedente. En el 2019 conquistó el Premio Celestino de Cuento con Las Fauces, donde une nueve relatos.

 En Versiones de la sed, como en Las fauces está esa perspectiva femenina, esa mirada con lupa que va fijando con agudeza y elegancia en su escritura, para poner en valor la voz de una mujer libre y segura de sí misma, una mujer que pone en práctica aquello de para romper las reglas hay que conocerserlas bien. 

Ella se ha gestionado su formación literaria. Ambos libros son, evidentemente, un fruto del aprendizaje en el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso en el 2018, del cual además mereció la beca El caballo de coral. 

 Ha pasado casi un lustro desde que Lourdes Mazorra puso a caminar Versiones de la sed. Ahora nos llega hecho libro de papel y nos provoca más sed, la sed de leer lo que ha trazado desde entonces, las tramas que suma a su vida, los giros que va dando a la escritura, los nuevos personajes que trae al mundo, las historias que se le antoja contar. Aunque ahora solo pueda imaginar respuestas para todo eso, no dudo que la camagüeyana Lourdes Mazorra alza el vuelo como una cuentista cubana. Ella me mantiene atenta porque para una periodista como yo no hay mayor placer que el sabor de las buenas noticias.


La marea roja de Barbarella D´Acevedo

Marea roja de Barbarella D´Acevedo se inscribe dentro de la poesía confesional-reflexiva, a través de la cual el sujeto femenino urde una poética de su propio devenir experiencial y existencial. Mediante un lenguaje directo —no por ello exento de lirismo e imaginería—, el yo poético evoca constantemente al ser amado, cuya presencia/ausencia, cercanía/lejanía, constituye uno de los motivos principales que figuran en los poemas de este libro, recién publicado por Ediciones Enlaces, Chile, como parte de su colección “Habitantes poéticos”. Así, cuerpo, memoria y deseo van configurándose como dispositivos imperiosos e irreductibles que deconstruyen la subjetividad femenina.

Se denomina “marea roja” a un determinado fenómeno natural, en el que una floración de microalgas en diversas zonas del Atlántico resulta nociva para el ecosistema marino y los seres humanos. De esta forma, el poemario asume la marea roja como símbolo de todos los factores, situaciones, causales y vivencias que toman lugar en el drama interior del ser humano. Es preciso apuntar aquí que los versos cortos marcan, precisamente, el ritmo abrupto, que ejemplifica el ir y venir de la marea roja; pero, de igual forma, manifiestan el movimiento de separación o precipitación del yo poético con respecto a esta. Sin duda, estamos ante una dialéctica de Eros y Tánatos que, al no tener resolución, lanza sus dados al azar para un nuevo comienzo, como se anuncia desde el primer poema intitulado “País de sangre y sueño”:

Te mostraré el zunzún aleteante,

que hasta entonces

he guardado en mi seno.

Lo dejaré sobre la mesa

como un regalo roto.

Y no harás nada…

Así, al final,

aceptaré de nuevo tu partida.

Y fingiré otra vez,

que no te quiero.

Analizaré brevemente este fragmento. El zunzún manifiesta una metáfora tripartita: es esperanza, pero también representa consecuencia e inestabilidad. El hecho de que se encuentre guardado en su seno significa, algo demasiado íntimo, que ha sido conservado hasta ese momento y que, por lo tanto, se trata de un regalo único. Empero, también es un regalo fracturado, incompleto; lo cual refleja que no es posible la completitud. Esto último es una reminiscencia del mito del Andrógino, propugnado por Platón en El simposio, que, puesto en palabras del comediógrafo Aristófanes, explica la búsqueda incesante por restaurar la mitad perdida. Al final de este poema, el yo poético se resigna de nuevo a la pérdida y acepta su papel como actor de una obra cuyo libreto debe ser ejecutado una y otra y otra vez.

Estas “escenografías” del yo poético manifiestan el principio de no identidad, que le confiere al poemario un cariz filosófico. Esto es importante, porque en varias instancias de Marea roja el sujeto femenino se confronta con lo que yo he identificado en el cuaderno como las tres variantes de este principio: (1). no-ser, (2). otredad y (3). fusión. La primera, sitúa al yo poético en un estadio de vaciedad absoluta en el que se confronta, ya sea con su parte inexistente como aquello de lo que carece por completo. En la segunda, se mira desde los otros, para resaltar aquello que, desde su mismidad, se mostraba ajeno y foráneo. En la tercera, esgrime el deseo de compenetración con el amado, en el que asume la identidad de éste. Veamos los ejemplos concretos.

Primeramente, en el poema “Confesión”, el yo poético accede a una especie de contraespejo que remite a aquello que le niega ontológicamente. También podría decirse que se trata de su vaciedad: un estado que se perpetúa en lo que parece inalcanzable dentro de sí mismo, algo que nunca podrá concretarse en términos de su ser:

Amo

incluso

el reflejo que me brindas

de la que no soy

y que quizá podría llegar a ser.

O no…

Y no seré,

ya nunca.

En lo que respecta a la variante o perspectiva de la otredad (alteridad, si se quiere), el poema “Espacio tiempo” recurre a los deícticos para darnos una imagen distinta del yo poético. Desde la lingüística pragmática, los deícticos son palabras o expresiones que sirven para contextualizar la situación del hablante. En este caso, el yo poético se sitúa en una coyuntura espacio-temporal fijada en el exterior de su ser, como si asumiese otra identidad; lo que posibilita el carácter de otredad. Como una especie de epojé, o suspensión de juicio, ese particular posicionamiento desde el exterior del mismo yo poético, lleva a un reconocimiento del ser:

Espacio

tiempo

y verme desde afuera

como si fuera otra.

Ver a la que te ama

aquí y ahora.

Y no reconocer

la que yo era.

En tercer lugar, tenemos que el yo poético nos conduce a lo que he llamado la fusión. En este caso, la unión absoluta con el ser amado. Esto nos recuerda el “Yo-Tú”, formulado por el filósofo judío Martin Buber, que implica la completitud del ser, como meta final. Como puede verse a continuación en el poema “Quiero”, donde esta fusión se entabla en términos de la consumación del acto sexual:

Rota,

sin carne,

ya colmada,

quiero

sentir tu beso,

tu saliva.

Quiero…

susurrar en tu oído

los mil nombres.

Para al final

dormir entre tus muslos

y despertar

y arder

contigo adentro.

De aquí se colige, prácticamente, una mística sexual, que nos remite al encuentro del Amado y la Amada, que figura en El cantar de los cantares. No obstante, esta fusión podría representar la disolución del amado en la propia subjetividad. En resumidas cuentas, la amada deviene el amado, como figura en el poema “Ser tú”:

Yo quisiera sentir

lo que tú sientes.

Hasta la sed, el hambre…

Convertirme en tus poros,

en tus huesos.

Ser tu tacto

y tus uñas.

Estar dentro de ti

como un parásito.

Adherida a tu cuerpo,

ser, tú mismo.

Marea roja está marcada por un angst saudoso transitado por un tempo que no se resigna al dolor y a la tristeza, sino que presenta atisbos de luminosa esperanza como puede apreciarse en “Big Bang, “Se acerca tu recuerdo”, “Luces”, “Come together”, “Fertilízame” y “Conjuro”. Para concluir, en este poemario, Barbarella D’Acevedo ha plasmado con acierto una voz experiencial muy propia, que nos mueve a pensar sobre nuestra propia condición humana, a la vez que nos permite recrearnos en la belleza de su poesía.


Convocan a premio literario La Llave Pública en Ciego de Ávila

La Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila, en coordinación con el Centro Provincial del Libro y la Literatura convocan al VI Premio de Narrativa Joven La Llave Pública 2024, a todos los escritores cubanos de hasta 35 años de edad, inéditos o que tengan solo una obra publicada.

El premio literario tiene como objetivo promover y divulgar la obra de las nuevas generaciones de escritores y, en su edición anterior premió al ya reconocido escritor avileño Leo Buquet.

Los interesados deberán presentar un cuaderno de cuentos o novela, entre 40 y 60 cuartillas, en formato A4, tipografía Times New Roman, puntaje 12, a dos espacios. El autor podrá escoger libremente el tema y la estructura de la obra a presentar.

Las obras deberán enviarse en un archivo en formato PDF por correo electrónico a lallavepublica2024@gmail.com, hasta las 12:00 del medio día del 25 de marzo de 2024.

Se concursará por el sistema de seudónimo o plica. En el mismo correo que contenga la obra, se incluirá un archivo que contenga los datos del autor (nombre y apellidos, número de carnet de identidad, dirección particular, teléfonos y correo electrónico), así como una breve ficha biográfica y una declaración firmada por el autor donde se afirme que la obra no está pendiente al fallo de otro certamen, ni que se encuentra comprometida con ninguna editorial.

Un jurado conformado por prestigiosas figuras del ámbito literario en nuestro país otorgará el VI Premio de Narrativa Joven La Llave Pública, que se dará a conocer en la clausura de los Juegos Florales, a desarrollarse en Ciego de Ávila del 22 al 25 de mayo próximo.

El premio, único e indivisible, consistirá en diploma acreditativo, una obra de arte de un artista plástico avileño, la publicación del cuaderno ganador de forma digital y teniendo en cuenta los insumos con que cuente Ediciones Ávila, y el correspondiente pago de los derechos de autor por valor de $5000.00 en moneda nacional (2500.00 pesos como anticipo, al momento de recibir el premio, y el resto con la publicación del libro).

El jurado otorgará las menciones que considere pertinentes y su fallo será inapelable, además podrá dejar desierto el premio si las obras presentadas no reúnen la calidad necesaria.


Premios para editoriales de la AHS en la Feria del Libro

En la reciente XXXII Feria Internacional del Libro de La Habana, realizada del 14 al 24 de febrero, los sellos editoriales de la AHS protagonizaron importantes jornadas del programa, donde presentaron las novedades de sus catálogos, principalmente en el Pabellón Cuba, la fortaleza San Carlos de la Cabaña y la Casa de la Poesía, en la Habana Vieja, esta última sede del XII Encuentro de Jóvenes Escritores de Iberoamérica y del VII Encuentro Internacional de Promotores de la Poesía.

Títulos de poesía, narrativa, ensayo y teatro, sobre todo, fueron presentados por sus autores e invitados, como muestra del trabajo de Ediciones La Luz (Holguín), Sed de Belleza (Villa Clara), Ancoras (Isla de la Juventud), Reina del Mar (Cienfuegos) y Aldabón (Matanzas). A ello se suma, en el caso de La Luz, el lanzamiento de la campaña de promoción literaria “La claridad avanzada”, dos capítulos de la serie documental homónima y la convocatoria del 25 Premio Celestino de Cuento.

Precisamente La Luz recibió, en la Sala Nicolás Guillén de La Cabaña, el Gran Premio del Lector con el poemario Consejos para no acatar, del también narrador, ensayista y etnólogo Miguel Barnet, Premio Nacional de Literatura y Maestro de Juventudes de la AHS. “Siempre he tenido en mi mente y en mi corazón la palpitación, la vibración de la poesía. Al saber de este premio me doy cuenta de que la gente la ama. ¡Qué peligro vivir sin poesía, qué riesgo! Este es un triunfo de la poesía”, afirmó Barnet poco antes de recibir el Premio. Consejos para no acatar cuenta con la edición de Luis Yuseff, diseño de Frank Alejandro Cuesta e imagen de cubierta de Ernesto Rancaño.

Esta es, además, la primera vez que un poemario obtiene el Gran Premio del Lector, reconocimiento que se otorga a aquellos títulos con mayor índice de ventas o de más rápida circulación, tras consultar las estadísticas comerciales y las preferencias de los lectores en el año, obtenidas a través de la red de librerías y el Observatorio Cubano del Libro. El Premio del Lector implica, también, la reimpresión de los libros en el plan editorial del año 2025, como expresan sus bases.

Además, La Luz mereció el reconocimiento La Puerta de Papel con la antología El árbol del mundo. Selección de poetas de Holguín, compilada por el joven poeta Norge Luis Labrada y con prólogo del intelectual holguinero Manuel García Verdecia. Este es un libro que destaca por su calidad artística, edición y diseño, al reunir la obra de 23 jóvenes con una calidad indiscutible y además por su coherencia generacional que resulta un aporte a la crítica literaria en la actualidad, resaltó el jurado presidido por Elizabeth Díaz e integrado por Darling Reyes y Jesús David Curbelo. El árbol del mundo. Selección de poetas de Holguín cuenta con edición de los poetas Luis Yuseff y Elisabeth Soto, y diseño de cubierta e interiores del escritor y artista gráfico Robert Ráez.

Aldabón, de Matanzas, también sello de la AHS, recibió otro de los premios La Puerta de Papel, con la antología personal de poesía para niños y jóvenes de José Manuel Espino, Rosa de los vientos.

El premio La Puerta de Papel es entregado cada año a casas del Sistema de Ediciones Territoriales (SET). El Gran Premio, este año, lo recibió Horario abierto, de Marta Valdés, por Ediciones Matanzas.


Pórtico

Este viene a ser un libro singular por dos motivos. El primero: su estirpe es sesgadamente gótica y no acude, sin embargo, a un lenguaje que podría tener alguna deuda con el modernismo literario (lo cual, me apresuro a aclarar, no estaría ni bien ni mal). El segundo: hasta donde puedo ver, a su autora no le interesa (ni quiere) salirse del ámbito de lo cotidiano. Aprovecha bien la idea de que lo fantástico está a la vuelta de la esquina (o, por ejemplo, en esas sombras que, por capricho de la óptica, devienen antropomórficas y viven debajo de la cama y parece que susurran), o se instaura como una realidad ya dada si se trata de lo que se denomina caída in medias res.

Entre paréntesis: definir lo cotidiano parece muy sencillo. Pero lo cotidiano es un piélago de figuraciones, quimeras, imágenes engañosas y realistas, actos colindantes, recuerdos, sentimientos, colores corredizos, etc.

Un caso típico de inmediatez fantástica: te levantas por la mañana para ir al trabajo, vas a la cocina y ves, no sin cierto asco, que hay una cucaracha posada en el fregadero. Te acercas con algo en la mano, miras antes de dar el golpe fatal y descubres que la cucaracha posee rostro humano y escuchas claramente: “Disculpa que haya entrado así en tu casa, estoy perdida y no sé adónde ir”. ¿Qué viene después? El horror, el caos, la posposición de los hechos. Un cuento.

En Escalera de mar Lisbeth Lima ofrece un relieve de acontecimientos equilibrado entre lo habitual y lo insólito. El equilibrio se origina en la tejeduría del discurso y el instinto literario. Cuando aludo a la estirpe gótica de este libro me refiero a un hecho poco atendido como una de las “causas” del gótico, en favor de la atención que suele concederse a síntomas como la oscuridad sensorialmente tenebrosa, los espacios saturados de significación, los personajes raros, la presencia de una crueldad “inmotivada”, los objetos “marcados”, la pasión extremada por la morbilidad (mental o física) y otros indicios. Ese hecho poco atendido es el secreto, lo que se guarda, lo que se disfraza o se disimula o se oculta y no se explica, o solo se explica demoradamente, o al final de las historias… o nunca, cuando lo que nos parece ignoto deviene inexpresable o queda en manos del lector y su imaginación. Escalera de mar tiene que ver con todo esto. Y que así sea me parece satisfactorio.

Es una suerte, creo, que un libro así aparezca hoy, en los inicios de la trayectoria narrativa de su autora y, en específico, en el panorama de la literatura cubana de ahora mismo, que de algún modo sigue infectada por lo que llamo el “virus de la testificación”. Y digo que es una suerte porque Lisbeth Lima, aun cuando referencia un espacio-tiempo que identificamos como algo bien conocido, sabe colocar y armonizar en él situaciones que se “comprometen” con la sinuosa “tangibilidad” del misterio, o aquellas donde el absurdo asoma matizándose, o esas en las que la conducta escapa de lo acostumbrado y redefine, con gestos nuevos, la identidad, moldeándola otra vez e invitándola a saborear un conocimiento nuevo del yo.


Prestigio y nuevos derroteros de la editorial Sed de Belleza

Tiene la responsabilidad de dirigirla el joven Miguel Ángel Tamayo Alba, a quien le antecedieron respetables escritores, entre ellos Alpidio Alonso, Ministro de Cultura. «Siempre fue un sueño desde que era promotor del libro y jefe de sección de Literatura en la AHS. Mi objetivo es mantener esa frescura, esa calidad visual que distingue a sus libros», me dijo.

El equipo editorial lo integran los escitores Déborah García, Edelmis Anoceto y la correctora Miriam Artiles.

«El propósito es mantenernos unidos para seguir haciendo buenos libros:  Sed de belleza se ha caracterizado por llevar a los lectores títulos novedosos, de vanguardia, y tenemos el reto de sacar el libro impreso», comentó a la radio.

A la Feria internacional del libro de La Habana llevaron poesía, ensayo, crítica, literatura infantil, cuento, teatro. Y tendrá espacios de homenaje durante la Feria de Santa Clara: un panel, presentación de libros y sorpresas -que no me han dicho- comentó. 

La Asociación Hermanos  Saíz ha apoyado con la propaganda, ya coordinaron una actividad conjunta con la sección de Música para hacer lecturas en comunidades. La editorial participará también en otros importes eventos: las Romerías de mayo, en Holguín; el Mangle rojo, en la Isla de la juventud. 

30 años cumple este 25 de febrero una editorial que se impuso en el panorama de las letras cubanas con sed de belleza.


Sobre la Patria Chica, la Patria grande, los proyectos literarios, sus hacedores…

Patria Chica, concurso literario convocado por un grupo de escritores, soñadores, Quijotes de la cultura cubana, radicados en el municipio de Baire, otorga anualmente  cuatro premios, uno por categoría.

Podrán preguntarse por qué escribo sobre este evento, quizás “menor” en apariencia, de un municipio que muchos habrán escuchado por el famoso grito de nuestras guerras de independencia, pero que pocos podrán señalar en el mapa de nuestra isla. Escribo porque el Patria Chica es otro grito que ha sobresalido con el tiempo y se ha escuchado más allá de la frontera bairense. Este concurso, que comenzó como el sueño de unos pocos, ideado para promover la literatura local entre los jóvenes escritores, poco a poco ha ido en alza. Pasó de ser local a provincial y, en este instante, abarca a toda la Patria grande.

Pero, ¿qué tiene de especial este concurso literario?

Los méritos son varios y es lo que los hace grandes. Pero, comencemos por el principio:

¿Quiénes hacen el Patria Chica?

Quien va a un evento literario o de cualquier tipo, como el Patria Chica, siempre ve a una figura que es la que “da la cara”. En el caso de este evento, son dos los rostros que fungen como organizadores/anfitriones del evento, y esos son Osmel Valdés Guerrero y Mailin Castro Suárez. Ellos, además de escritores, son los que llevan los talleres literarios de Baire, todas las actividades de la filial de la AHS en Contramaestre, los repasadores de lengua inglesa (mezclándola con la poesía) y organizadores de las actividades infantiles para los niños de la zona. Además de este evento, organizan o participan en otros dos eventos: el “Tierra Adentro” y “La Ruta al corazón de Martí” (este, creado y dirigido por el historiador Arnoldo Fernández). Otros dos eventos que merecen sus artículos aparte.

Pero la principal profesión de estos dos seres mágicos es la de ser padres de tres hermosos niños; trabajo de tiempo completo.

Ellos son los rostros que los participantes e invitados ven desde el primer momento y las voces que continuarán escuchando hasta que llegues a tu casa (momento en que ello dicen, que es cuando en verdad se acaba el evento).

Pero, por suerte para ellos y la cultura, no son los únicos. Detrás se encuentra un equipo de patrocinadores, personas que apuestan por esas “quijotadas” soñadas por Mailin y Osmel. Sin estas personas que son los que aportan el capital para el pago de los pasajes, alimentación, premios, logística y comunicación del evento, nada saldría.

Por mucho amor y empeño que pusieran los anfitriones, sin estas personas que toman el efectivo de su cuenta personal o empresa para patrocinar el Patria Chica, nada sería posible.

También está el equipo de colaboradores. Estas son las personas que, desinteresadamente, participan en la gestión, producción y organización del evento. Por lo general son jóvenes cercanos a los talleres literarios que realizan Osmel y Mailin. También está la familia de todos ellos que los apoyan en la retaguardia durante las 72 horas de Patria Chica.

Hay que tener en cuenta estos aspectos para poder organizar un evento como este. Sin dinero y sin el apoyo en la organización, nadie podría lograr nada.

¿A quién y quién paga el Patria Chica?

Ni los organizadores ni los participantes cobran este evento. Esto es lo primero que hay que dejar claro. El dinero lo ponen los patrocinadores (que no nombraré porque desconozco de si prefieren el anonimato) y es exclusivamente para la producción, logística y pago de premios. Nadie más que los premiados se beneficia económicamente en el Patria Chica. Más bien, tanto los anfitriones, organizadores y colaboradores invierten de su dinero y sus recursos en aras que el evento salga con la mayor calidad posible.

El tiempo invertido por ellos en esta tarea, ora difícil, ora titánica, es invaluable y no se recupera. Muchas veces la producción del evento se realizó con recursos propios. Las gestiones corrieron a cargo de los organizadores… y los gastos, ya de paso.

De más está decir lo mala que está la situación en Cuba como para utilizar el dinero de la casa en eventos literarios para terceras personas. Ahí se muestra esa Patria Grande en la Patria Chica de la que hablaba Rafael de Águila en sus palabras sobre el evento.

Quienes se oponen, ponen trabas burocráticas, lastres, patrocinios retirados, los que no hacen nada o se quieren apropiar de los logros ajenos

Aquí cuento a todas aquellas que de un modo u otro interfieren en la realización del evento. Como expliqué anteriormente, el presupuesto del evento Patria Chica salió del bolsillo (o la caja) de patrocinadores externos. Estos, además de empresarios o emprendedores, son amigos, personas con sensibilidad y/o cercana a la cultura. Pero, ¿por qué recurrir a ellos en lugar de las casas de cultura o a las direcciones provinciales o municipales? Ellas deben tener un presupuesto para actividades ¿no es así? Pues no parece. Sí lo hay para pagos de audios, tarimas, luces y música electrónica grabada y a todo volumen en las plazas (y el respectivo transporte para todo esto), pero no para participar en un evento literario que se realiza una vez al año. Y si había presupuesto, se utilizó en otra cosa.

Había quienes se oponían a abrir el evento (el Patria Chica y la Ruta al corazón de Martí) para aquellos de otras provincias. No sé por qué al hacerlo nacional, piensan que deja de ser un evento local. Al extenderlo al resto del país, atrae la vista de este hacia el municipio y visibiliza las actividades que allí tienen lugar.

También hubo quienes pusieron resistencia a llevar invitados de otras provincias por todos los gastos que ello conlleva. Una sabia Maestra me dijo un día que “la calidad de tu evento depende de la calidad de tus invitados”. Y un evento municipal que pueda atraer a un Premio Casa de Las Américas, al director de una editorial nacional y una Maestra Guitarrista Concertista, finalista del premio Cubadisco y miembro del consejo técnico de evaluación nacional, entre otros artistas con logros nacionales e internacionales, no puede considerarse algo menor.

Y ¿por qué hago énfasis en las instituciones? Debido a que cuando se busca un hospedaje con buenas condiciones, transporte intermunicipal (Baire-Contramaestre) o interprovincial, alimentación en restaurantes o cafeterías estatales, son las instituciones quienes pueden realizar todas estas gestiones, pues tienen los medios, el personal y el poder para gestionarlo, ya que estos centros no aceptan efectivo; y mucho menos con la bancarización que nos afecta. Claro, suponiendo que quisieran. Sin embargo, al acercarnos a las instituciones de cultura, se choca con las trabas burocráticas de los contratos, los cheques que se atrasan en confeccionarlos, las gestiones que no se hacen por falta de personal o que “no se pueden hacer”, o el consabido mantra de “no hay presupuesto”, etc. Claro, no hay presupuesto para “eso”, ya que para el alquiler de sistemas de audio y luces para poner reguetón en las plazas, hay de sobra. Vale la pena repetirlo.

Algo muy triste son los falsos profetas. En este caso me refiero a aquellos que se acercan a “ayudar” y realizan promesas de premios colaterales, dinero, gestiones, etc.; para luego perderse, poner excusas, trabas y “donde dije digo, dije Diego”. Luego, si algo queda mal, nadie los va a culpar, sino a los organizadores. Y hasta cierto punto tienen razón, por dejarse engañar por cantos de sirena. Por suerte, no hubo problemas con esos cantos y Mailin y Osmel están curtidos en el arte de navegar entre las sirenas y falsos profetas.

Ellos, los anfitriones y organizadores del evento Patria Chica buscaron autogestionarse a través del efectivo brindado por los patrocinios ofrecidos. Con este dinero, compraron los insumos para la alimentación, pagaron las impresiones, pasajes, premios, los servicios de transporte local, la confección de los alimentos (o cocinaron), el pago al jurado del premio, la comunicación y los hospedajes. Este último, más caro y en casas de renta. De ese modo, más de una veintena de personas disfrutaron de 72 horas de arte y conocimiento.

Ah, pero como siempre sucede, luego de terminar el evento, comienzan a verse las resonancias, las repercusiones en las redes sociales, páginas webs y los comentarios de los participantes. Es entonces que todos quieren una parte del pastel, y se acercan para solicitar informes, reportes, entrevistas en los medios de prensa (ausentes durante todo el evento) porque el…

Patria Chica tiene logros visibles

No conozco de talleres literarios actuales, de casas de cultura que realice un evento de esta magnitud y mucho menos con la convocatoria y calidad de los textos premiados. Se recibió cerca de un centenar de textos de casi todas las provincias del país, asistieron invitados de seis provincias, además de los locales, y en las actividades acudieron cerca de cuarenta personas.

Las actividades también son otro de los logros del Patria Chica. Los organizadores no quisieron que fuera solo la jornada de premiación, sino que se convirtiera en algo más. Quisieron llevar a los artistas hacia el público y no al revés. Por tal motivo, las primeras actividades fueron en las escuelas primarias Frank País y José Angel Morales. Con cantos, música de concierto, narración oral, lectura de poesía y cuentos, los invitados realizaron alrededor de seis presentaciones en distintas aulas y bibliotecas de ambas escuelas. El evento también se incorporó a las actividades de la Casa de Cultura de Baire, a las de la AHS, además de las suyas propias.

Son pocos los eventos donde los invitados se sienten en familia y son tratados como tal. Los anfitriones eran los primeros en levantarse y los últimos en acostarse; organizaban almuerzos, meriendas y desayunos en su propia casa, además de los almuerzos y comidas en el restaurante.

La risa, los buenos ratos y las ganas de hacer más actividades, de que no terminara el evento (y las de regresar), eran las que predominaron durante todo la estancia en Baire.

¿Son necesario más proyectos como este? ¿Por qué lo hacen si cuesta tanto?

Cuando se miran las estadísticas de los eventos locales, como aquellos organizados por casa de cultura de los municipios, hay varios puntos en los que eventos como el Patria Chica, La ruta al corazón de Martí, Alta Literatura, Espacio Abierto, La rueda dentada, entre otros, tienen mayores logros. Hablamos de aspectos como el alcance, impacto, repercusión, la calidad de la obra presentada, el nivel o prestigio de los participantes, invitados, etc. Como todo en la vida, no se puede ser absoluto, pero casi.

¿Cuál es el sentido de los eventos artísticos sino promover la obra y a los artistas? ¿Qué sentido tienen sino incentivar la creación artística y con mayor calidad posible? ¿De qué modo se consigue todo eso si al final se queda en la localidad?

Proyectos como esos que he mencionado, no solo incentivan la creación literaria a nivel local, sino que su alcance es nacional. Por tanto, al mencionar o publicar a un artista, toda Cuba y quizás fuera de la isla también, lo están viendo.

Del mismo modo, desde todos los rincones de la isla están conociendo la obra que se realiza en Baire y en Contramaestre. Quizás, muchas de esas personas nunca habían pensado en ir a ese municipio o que su obra fuera conocida allí. Me consta que varios han querido ir y participar en este evento, a partir de la última premiación.

Por otra parte está la competencia. Por lo general, en los concursos de casas de cultura municipales, la competencia resulta ser la misma. Es como si un equipo de pelota jugara con los mismos rivales, una y otra vez. Llegará un momento en que su calidad toca a un límite. A no ser que comiencen a topar con otros equipos, nunca mejorará. Por ende, el crecimiento cualitativo no resulta ser de la mejor calidad. Lo mismo sucede con muchos de los talleres de casas de cultura. Por esa razón, vemos a muy pocas figuras de ellos destacarse con premios a nivel nacional o internacional.

Sin embargo, con proyectos como el Patria Chica, esto no es un problema, en absoluto, ya que de por sí, incita a la superación y a la competencia sana. A premiar solo lo mejor.

A esto súmele el ingreso monetario de los implicados en alojamiento, transporte y gastronomía. Lo cual se traduce en pagos de impuestos al municipio. Como quiera que lo vean, es ganancia para todos: organizadores, concursantes,  la localidad, la provincia y la cultura nacional.

Por suerte, hay otros muchos eventos como el Patria Chica a lo largo del país.

Evento en familia, informal/formal

Lo bueno que tiene el Patria Chica y que lo caracteriza, quizás porque es un reflejo de sus anfitriones.

Desde el momento en que llegas, con el mayor respeto del mundo, te introducen a una familia. No hablo solo de la de ellos, sino la de todo el equipo. El trato siempre es de respeto y familiar. Por más cansado o nervioso que estés, siempre te hacen sentir como en casa y mediante bromas, conversaciones, datos históricos de la ciudad, del evento, presentaciones de los amigos, artistas, familia y hasta las mascotas, dejarás de sentirte una persona extraña y comenzarás a ser de allí, a querer regresar. Y ese lugar a dónde siempre quieres regresar, no tiene otros nombres que casa, hogar, Patria.


Premios para Ediciones La Luz en Feria del Libro de La Habana

Dos galardones recibió Ediciones La Luz, editorial de la Asociación Hermanos Saíz en Holguín, durante la jornada de viernes en la XXXII Feria Internacional del Libro de La Habana.

Uno de ellos es el premio La puerta de papel, máximo reconocimiento que otorga el Instituto Cubano del Libro (ICL) al trabajo de diseño, ilustración y acabado del libro, así como al autor, concedido a la antología «El árbol del mundo. Selección de poetas holguineros».

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El poemario, compilado por el escritor Norge Luis Labrada, reúne la obra de 23 jóvenes autores, en su mayoría pertenecientes a la AHS y varios miembros también de la Uneac, quienes nacieron entre 1985 y 1997.

«El árbol del mundo» cuenta con edición de los poetas Luis Yuseff y Elizabeth Soto, y diseño de cubierta e interiores del escritor y artista gráfico Robert Ráez.

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Por su parte, el poemario «Consejos para no acatar», del destacado intelectual Miguel Barnet, logró categoría de Gran Premio entre los Premios del Lector, que entrega el ICL a los títulos más vendidos durante el año anterior a nivel nacional, aunque se tienen en cuenta su calidad y trascendencia.

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El libro del Premio Nacional de Literatura cuenta con edición de Luis Yuseff, diseño de Frank Alejandro Cuesta e imagen de cubierta de Ernesto Rancaño.

Ediciones La Luz ha tenido una destacada participación en varios espacios de la FILH 2024.

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Cuentos de la abuela, una APK con alma (+ Fotos y video)

Casi todos alguna vez escuchamos cuentos de nuestras abuelas o deseamos sentarnos en sus piernas mientras oímos la melodía de su voz. Es casi imposible que todas tengan la posibilidad de escribir relatos o poesía con la magia, por ejemplo, de Nersys Felipe, ganadora del emblemático Premio Casa de las Américas en 1975 por el libro Cuentos de Guane y en 1976 por Román Elé. Como si fuera poco, obtuvo en 2011 el Premio Nacional de Literatura.

Seguramente, todos coincidimos en que hablamos de una de las autoras más importantes de la literatura para niños y jóvenes y de todo el panorama de las letras en Cuba. No es casualidad que obras suyas hayan pasado a la vida de papel en varios países, o que aparezcan en libros de textos de la Enseñanza Primaria.

Con frecuencia, gracias a la memoria, vuelvo una y otra vez a las noches en el portal de la casa cuando mi abuela Ofelia me contaba historias, que hablaban de duendes y también de güijes, de leyendas y de su etapa cuando vivía en las montañas. Mi abuela no era buena escribiendo, y ahora que lo pienso tal vez nunca leyó a Nersys Felipe. Mi abuela solo tenía cuarto grado, y casi no leía, ella sembraba y andaba en el campo, como quizás un personaje.

Nersys la conocí primero por sus libros, por lo peculiar de sus historias y esa capacidad para lograr cercanía. Imaginaba sus personajes, los veía en algún amigo o compañero de la escuela. A ella quise conocerla siempre, tal vez hasta deseaba que me cargara y narrara algunos de sus relatos, aunque a veces pasara por la línea del ferrocarril una locomotora con vagones y ese ruido, que casi no dejaba escuchar, pero no, a ella solo podía leerla.

 

En ese entonces no sabía que también trabajaba en la radio. Cuando aquello no recuerdo haber escuchado ningún dramatizado radial para infantes. Solo encendía el aparato para oir la narración de juegos de pelota. En ocasiones, por casualidad, llegaba hasta mí algún capítulo de novela, que mi abuela ponía.

Luego lo supe: Nersys también trabajó en la radio, y sus melodías hechizaban a miles de personas. Lo hizo tan bien, le dedicó tanto esfuerzo y talento a ese medio de comunicación, que en 2023 recibió además el Premio Nacional de la Radio. Indudablemente, desde sus libros y el alma radial, se convirtió en abuela cuenta cuentos de muchos.

Uno de los encantos de esta aplicación, que presentamos hoy, es brindarnos cinco de sus historias en voz de esa mujer, nacida el 31 de agosto de 1935, que con casi 90 años de edad mantiene la dulzura, capaz de cautivar, no solamente a los niños.

Presentación de la APK Cuentos de la abuela en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba

Aplaudimos este proyecto, dirigido por el radialista y promotor Yusley Izquierdo Sierra, actual presidente de la AHS en Pinar del Río y miembro de la Dirección Nacional de la organización, por el cual obtuvo la beca El reino de este mundo. Se unen aquí la literatura de una autora imprescindible y su pasión por la radio, específicamente por el dramatizado. Las habilidades y la maestría narrativa de Nersys con la voz enriquecen esta propuesta, que ojalá se extienda a otros escritores, experimentados y jóvenes.

El título, Cuentos de la abuela, nos parece el más atinado posible, porque así uno siente a Nersys en esta aplicación para móviles, y casi sin darnos cuenta podemos descubrir también a las madres de nuestros padres. Tal vez se podía nombrar Cuentos de Nersys, pero no: Cuentos de la abuela es lo mejor.

En esta propuesta todo se entrelaza como rayos de luces: el texto y voz de quien ha escrito otras obras, como Maísa y El duende pintor; la grabación y edición de Alfredo Rojas Fernández, la coordinación de Yusley y las ilustraciones de Yancarlos Perugorría, imágenes que con estilo limpio y belleza en lo aparentemente simple transmiten cierta suavidad, un espíritu apacible, que todo junto hace disfrutar cada detalle. 

Resaltamos también la colaboración de la editorial Cauce, donde se publicó el libro Solo un humito (Del cual se extrajeron los relatos), y de Radio Guamá, casa creativa de Nersys durante varios años y aliada de la AHS para más anhelos.

Otro de los elementos positivos es que no solamente nos propone los cuentos en voz de su autora, sino que Nersys todo el tiempo establece un estilo coloquial, como si quisiera una conversación, más allá de narrar, por eso nos dice, por ejemplo: “Hola, ¡que bueno que estás ahí!. ¡Cuanto me alegro! ¿Y sabes por qué?, porque sentí deseos de contar algunos de mis cuentos, y tú vez: ya tengo quien me escuche, tú.

También nos dice: “y voy a empezar a contarte. ¡Qué contenta estoy!. Bueno, son cinco los cuentos y el primero se titula Susú. También puede preguntar: ¿Quieres que te diga algo que nadie sabe?

Los otros relatos son Fefa y fifoPocholo y el NanaSolo un humito; y El gallo que se mudó para la luna. En la despedida Nersys agradece por escucharla y desea otros encuentros en ese maravilloso espacio digital, sin que importe la distancia.

De Nersys, su literatura y aportes a la radio, podríamos escribir muchas más páginas. Su profunda cubanía, la bondad y humildad sin límites deben ser un ejemplo permanente para nosotros. En su literatura y en su manera de ser, en su preferencia por los mamoncillos maduros y el agua de coco dulce, o en el deseo de bañarse en el Cuyaguateje, en esa mujer que nos recibe en su casa con total naturalidad, palpita una persona admirable, un ser de luz, fuente de enseñanzas y buenas sensaciones.

 

Para esta aplicación Nersys volvió a los estudios de Radio Guamá. En una entrevista publicada hace varios años, ella aseguró que “todo salió de la radio, de aquellos libretos infantiles. Después, con el tiempo, muchos me dijeron que mis libretos eran literatura. Yo fui una mujer de la radio, y a este medio le debo mucho”. Esa es otra razón para agradecer este proyecto, nacido desde la Asociación Hermanos Saíz: el favorecer el reencuentro creativo con micrófonos y el ambiente radial.

En 1975, cuando Nersys obtuvo por primera vez el Premio Casa, Yusley todavía estaba lejos de nacer, tal vez sus padres ni siquiera se habían conocido. Ninguno de los miembros actuales de la AHS habíamos comenzado nuestras vidas. Ella tiene a su hija y a su nieta lejos, lo cual tal vez no le permita sonreír con toda la frecuencia que merece, pero somos muchos los que la queremos y admiramos, los que escuchamos sus cuentos con la misma atención que a nuestras abuelas de sangre.

Ella define a la niñez como esperanza; a la familia como cubierta y protección; y a Pinar del Río como inabandonable.

Ojalá nos encontremos muchas veces, en plataformas digitales, mediante libros, la radio y también en su casa, donde siempre habla de recuerdos. Gracias a Nersys y a todos los que hacen la belleza.

DESCARGAR LA APK CUENTOS DE LA ABUELA

Luego de la presentación de la aplicación Cuentos de la abuela, en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba.