La Llave Pública, en manos de un escritor avileño

La V edición del premio de narrativa La Llave Pública, auspiciada por la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila y el Centro Provincial del Libro y la Literatura, otorgó al escritor Leo Buquet el mayor galardón del certamen.

El cuaderno «Seres felices sin título» ubicó al autor como el ganador del evento, que se realiza cada dos años, con el objetivo de promover y divulgar la obra de las nuevas generaciones de literatos.

Leo Buquet, en entrevista al periódico Invasor, explicó que utilizó como inspiración la vida cotidiana para escribir esta colección de historias, marcadas por la nostalgia colectiva y el regreso a los recuerdos para escapar del tiempo narrado al presente.

El joven Michel Gonzales Basnueva resultó otro de los agasajados del concurso, al obtener una mención por su obra La Cosecha.

La Llave Pública convoca a todos los narradores cubanos, menores de 35 años residentes en el territorio nacional, sean o no miembros de la AHS a presentar cuadernos de narrativa de entre 40 y 60 páginas.

El evento le dio cabida a lecturas de narrativas, talleres literarios, presentaciones de libros y peñas de trova, con motivo de la Feria del Libro que recién concluyó en la provincia de Ciego de Ávila.

(Por GABRIELA MILENA PADRÓN MOREJÓN)


A la sombra de los mundos de Piad

A Ylona puedes encontrarla en cualquier bar perdido en una oscura callejuela de un espacio-puerto. Seguro observa a contraluz el brebaje dorado de su interior, fermentado del musgo de una lejana luna congelada, y que de tan fuerte está prohibido en la mitad del Cúmulo de planetas. Déjala en paz. No te acerques a ella ni para preguntarle en qué momento del ciclo de rotación estás. No se molestará en observar el comlog que lleva en la muñeca. Solo te arqueará una ceja y dirá “Vete al demonio”.

Nadie puede interrumpir su lento proceso de autodestrucción. Si quieres ayudarla dile al barman que le sirva un trago que va por ti, el lector de a “A la sombra del Mundo Hogar”, dile que va a la cuenta de Piad, quizás así se digne en mirarte, quizás así te cuente parte de su historia

A la Sombra del Mundo Hogar (Casa Editora Abril, 2022), novela del joven autor Raúl Piad Ríos (Matanzas, 1989) y ganadora del premio Calendario, convocado por la AHS, en la categoría ciencia ficción en el 2021, nos cuenta la historia de Ylona Ibarra. Es la misma a la que ahora el barman, una especie anfibia de un planetoide en la periferia del Cúmulo, le ofrece con una mano membranosa el trago que le pagaste.

Ella después de trabajar por algunos años de independiente, una fusión entre detective privada y mercenaria, regresa a Vangelos por el llamado de una vieja amante y traficante de información, quien necesita que localice a un empleado suyo que posee la identidad de un pez gordo anónimo que puede cambiar la estructura de poder del bajo fondo del universo.

A partir de ahí se desarrolla una trama donde se intersecan lo policiaco, esa que Borges llamó la más pura de las literaturas porque toda ficción busca develar una verdad, pero lo oculta con rejuegos líricos y menudencias, pero Ylona, como te pudiste percatar, no tiene paciencia para juegos, a ella dale un objetivo y suéltala tras la pista.

Sin embargo, ella no es holmiana, es decir este tipo de detective analítico sin conflictos internos, sino más cercana a los protagonistas de las novelas negras; dentro de ella lleva extraviado en algún alelo terrícola y literario, el legado de Phillip Marlowe, de Sam Spade, del Deckard de Harrison Ford en Blade Runner. Es decir, gente que de interactuar con tanta gente rota algo hizo crack dentro de ellas y solo el sarcasmo y el alcohol pueden mantenerlos coherentes.

Quizás lo policiaco sea lo aparente-evidente; no obstante, no constituye el leit motiv de la novela. No es lo que impulsa la evolución de los personajes ni lo que provoca la reacción en cadena de acontecimientos que nos conduce al final del libro. Esa función le corresponde a la más vieja de las trampas, el amor, entendido como la búsqueda de la felicidad al crear lazos afectivos y recíprocos con otra persona o en este caso con una djalshi. Ylona regresa a Vangelos en búsqueda de redención y nostalgia, más allá de las recompensas monetarias prometidas y sin esa justificación, sencillamente, hablaríamos de un texto completamente diferente. 

El worldbuilding (la construcción del mundo, de la sociedad) se basa en la space opera clásica, con su respectiva diversidad de planetas, especies extraterrestres y naves espaciales que pueden viajar a velocidad de la luz. La ciencia ficción hace mucho tiempo que no es propiedad exclusiva de la literatura, sino que se ha movido hacia otras plataformas y otros lenguajes como el comic y los videojuegos. Quizás esta sea una de sus mayores fortalezas, porque el escritor puede apropiarse de diversos códigos que cuando vierte en la hoja de Word en blanco da un resultado diferente. En A la Sombra del Mundo Hogar esto se nota, sobre todo, en el ritmo de la narración, con similitudes a la sucesión de las viñetas de un comic y al uso de motivos e ideas de videojuegos de culto como la saga Mass Effect.

Raúl asume un narrador en tercera persona, mínimo y minimalista, sin grandes aspavientos, pero efectivo como herramienta para poner en movimiento a los personajes y para bosquejar el contexto tecnológico, muchas veces que rozan la hard ciencia ficción (tecnicismos y explicaciones científicas sobre objetos y procedimientos que sirven de utilería en el texto) y los retruécanos sociales del escenario en que transcurre la novela.

Ylona recibe el trago que el barman le brinda. Este señala hacia donde estás tú con su mano membranosa y ella te observa de arriba abajo. Hace un gesto con la cabeza para que te acerques. Acuérdate que tienes que decir, “Vengo de parte de Piad”. Entonces ella te regalará una sonrisa fría y filosa, “Si no quiere que le rompa los dientes, pregúntale a Piad qué significa, por fin, la frase, A la sombra del Mundo Hogar”; te advertirá y luego se tomará todo el contenido del vaso con un trago.      


Promueve Reina del Mar Editores novedades en la Feria del Libro

Reina del Mar Editores, sello de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia de Cienfuegos, promueve la obra de jóvenes creadores del territorio nacional, con la presentación de novedades en esta edición de la Feria del Libro, en curso hasta el día 22.

De esta forma, el pabellón Dios y los Locos, desarrollado con carácter mensual en el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, se convertirá en el espacio oportuno para promocionar la literatura juvenil e intercambiar con los invitados y el público asistente al evento.

Ian Rodríguez Pérez, director de Reina del Mar Editores, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que una de las primicias es Poeta del sepulcro, un ensayo de José Luis Águila Aparicio, donde aborda la obra poética de Michel Martín Pérez, quien fue un editor, promotor cultural y director de la Casa del joven creador en Cienfuegos.

Agregó que es un material muy recomendado porque analiza el tratamiento dado por ese autor a una temática tan recurrente en su poesía como la muerte.
La biomecánica (Premio Reina del Mar, 2018), libro de poemas de Juan Edilberto Sosa Torres, presidente de la AHS en Santiago de Cuba, también será mostrada ante los lectores.

En el caso de la narrativa, explicó, aparecen los volúmenes La que debe morir, de María Carla Águila Díaz, y Las formas invisibles, ópera prima de Héctor Leandro Barrios, ambas merecedoras de la Beca Girasol Sediento de la Asociación Hermanos Saíz.

Dios y los Locos, cuyo nombre hace alusión a un libro de cuentos de Marcial Gala, servirá como escenario para rendir tributo al poeta holguinero-pinero Francisco Mir Mulet, quien este año celebraría su 69 cumpleaños, añadió Rodríguez Pérez.

Con ese propósito, señaló, proyectarán en redes sociales las cápsulas audiovisuales Ramita verde, del Curso Especializado en Preceptiva Poética “Palabras con sombra de árbol”.

Lecturas de cuentos y poesías forman parte del amplio programa diseñado por la editorial para la mayor fiesta cultural del territorio, a la cual concurren poetas y narradores orales como Alián Cárdenas, Ana Teresa Guillemí, Yunier Riquenes, Kryster Álvarez, Frank Pérez Aguayo, Alexis García Somodevilla, Atilio Caballero y Miguel Pérez Valdés, entre otros.

Asimismo, contarán con el acompañamiento musical del proyecto Figaro´s Jazz Club, así como de Alejandro Rodríguez, Alejandro Cuéllar, Adrián Daissón y Pedro Cobas, el trovador Nelson Valdés y el repentista Marcos David Fernández, conocido como el Kíkiri de Cisneros.

Dedicada en esta ocasión a México como país invitado de honor, la trigésima edición de la Feria del Libro en Cienfuegos rinde honores al aniversario 35 de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y a los 65 años del levantamiento popular armado del Cinco de Septiembre.

 

(Tomado de Agencia Cubana de Noticias, por YOHANDRA GÓMEZ AMARÓ )


Regresa próximamente a Holguín la Feria Internacional del Libro

Con más de 26 espacios culturales y literarios y cerca de 392 novedades editoriales llega a Holguín la XXX edición de la Feria Internacional del Libro, del 26 al 29 próximos, luego de dos años sin realizarse a causa de la COVID-19.

Dedicada a los escritores Luis Álvarez y Alberto Prieto, y a México como país invitado de honor, este evento contará con la presencia en la provincia de nueve países expositores, entre ellos Panamá, Colombia y Perú, que presentarán diversos títulos.

De manera especial este año la Feria homenajeará a los escritores holguineros Manuel García Verdecia y Eugenio Marrón Casanova, importantes intelectuales que cultivan la poesía, la narrativa, el periodismo, el ensayo y la crítica, e intelectuales de la misma generación, promovida con el auge cultural de los años 80 del pasado siglo en esta ciudad.

También se celebran los 25 años de Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia, el aniversario 60 del semanario ¡ahora!, y el libro universitario holguinero.

Sarahí Ferrer, directora del Centro Provincial del Libro y la Literatura, comentó en conferencia de prensa que este año existe gran variedad de títulos que el público podrá encontrar en la Gran Librería, ubicada en la Plaza de la Marqueta, y en las más de 11 carpas que se dispondrán alrededor del Parque Calixto García, además de otros puntos de venta.

Para las presentaciones infantiles el Pabellón tendrá su espacio en la Calle Mercado 1, mientras que el Museo Provincial de Historia La Periquera acogerá el espacio profesional de Ediciones Holguín; por su parte el Pabellón Universitario estará en la Casa de la Prensa; La Hora Tercia se realizará en el Centro Provincial de Artes Plásticas, y La Luz se mantendrá en la sede de la editorial; además las actividades llegarán hasta comunidades priorizadas, escuelas, e instituciones culturales del resto de la ciudad, explicó.

En este sentido Ediciones Holguín presentará más de 35 novedades de su catálogo, entre ellos una reedición de Ella escribía postcrítica, de Margarita Mateo, Premio Nacional de Literatura; La zona cero, de Antón Arrufat; y Arte fuera del museo, de Adelaida de Juan; así como títulos de escritores universales, fruto del trabajo de traducciones, subrayó Kenia Leyva, editora del sello.

Por su parte La Luz acogerá las presentaciones de 40 libros nuevos aproximadamente, entre los que sobresale En el último día del mundo, compilación poética de José Emilio Pacheco, homenaje a este autor mexicano en el año que se dedica el evento al país azteca, con compilación y selección de Erian Peña, precisó la editora Liset Prego.

Asimismo, sobresale en el amplio programa su catálogo de poesía joven, la colección Espejo para los más pequeños, textos de narrativa, teatro, investigación; además de los audiolibros y e-books publicados bajo esta casa editora que celebra sus 25 años.

Mientras Yanet Álvarez, a cargo de Conciencia Ediciones, informó que este sello de la Universidad de Holguín llegará con 15 nuevas propuestas, de siete colecciones.

La Feria del Libro de Holguín se convierte cada año en uno de los eventos culturales más importantes realizados en el territorio nacional, por sus invitados y por la amplia programación cultural desarrollada, además de organizar el Premio a la Mejor Edición que se otorgará como colofón de esta cita literaria.

 

(Tomado de la Agencia Cubana de Noticias por Vanessa Pernía Arias)


Libro «Juventudes», otra valiosa obra sobre los hermanos Saíz (+ Video)

Los jóvenes creadores Luis y Sergio Saíz Montes de Oca merecen ser mucho más conocidos por la sociedad cubana, especialmente por las nuevas generaciones. Es esta una aseveración que solemos repetir con frecuencia.

El libro Juventudes, compilación realizada por el profesor e historiador pinareño Luis Figueroa, es una fuente valiosa en ese afán de divulgar la obra y el pensamiento de aquellos muchachos asesinados cuando apenas tenían 18 y 17 años de edad, respectivamente, en el poblado de San Juan y Martínez. Es inevitable imaginar el momento, los disparos, la sangre…, dos seres humanos que morían uno defendiendo al otro, el dolor de la madre…

Publicado por Ediciones Sed de Belleza en 2021, con diseño de cubierta de Héctor Gutiérrez Bolaños, corrección de Miriam Artiles Castro y edición de Edelmis Anoceto Vega, este es otro de los proyectos editoriales de la AHS con motivo del aniversario 35 de esa organización.

El volumen, con poco más de 110 páginas, pone a disposición de los lectores artículos de esos dos escritores y revolucionarios profundamente humanistas, fotografías y acotaciones realizadas por ellos a otros libros, savia de la cual bebieron en su formación socio-artística y política.

Especialmente entrañable resulta el prólogo, “A modo de preámbulo y homenaje”, del sobresaliente intelectual y presidente de Casa de las Américas Abel Prieto, quien conoció en su niñez al adolescente Sergio Saíz, el cual formaba parte de un pequeño grupo de estudiantes que recibía clases de su padre.

Abel nos acerca al Sergio que conoció, a las percepciones, remembranzas y sensaciones tras la muerte de los dos hermanos: “Había caído un pesado manto de angustia y horror sobre todo Pinar del Río. Mi madre lloraba. Mi padre repetía una y otra vez que andaban desarmados (…), fue un golpe feroz, ciego, inconcebible, que luego fui comprendiendo poco a poco”.

Resalta también la precocidad intelectual de aquellos dos adolescentes, la madurez de su ideario martiano y liberador, y la coherencia ética de quienes en ese momento eran miembros del Movimiento 26 de Julio.

Figueroa, Maestro de Juventudes y principal estudioso de la vida y la obra de Luis y Sergio, nos brinda el artículo “El pensamiento sociopolítico de los hermanos Saíz”, que incluye análisis de influencias, su abarcadora formación y proyecciones revolucionarias, todo lo cual puede ser enriquecido con el contacto directo con los textos de Luis y Sergio, en las mareas de la compilación.

Es importante tener en cuenta que sus obras deben ser analizadas desde el compromiso y el amor a Cuba que latían en sus almas, pero también desde lo más puramente creativo, desde la capacidad de reflexión y el abordaje de los problemas sociales junto al afán de proponer y transformar.

“Sus obras deben ser analizadas desde el compromiso y el amor a Cuba que latían en sus almas, (…) desde la capacidad de reflexión y el abordaje de los problemas sociales junto al afán de proponer y transformar”. Foto: Tomada de Periódico Guerrillero

En Juventudes, aparecen textos como “La verdad del ómnibus estudiantil”; “Abraham Lincoln: el leñador de Kentucky”; “Las razas, el problema racial en Cuba”; “Juventud: fuerza salvadora”; “La Generación del Centenario”; “Mártir de Dos Ríos”; “¿Por qué luchamos…?”; y “¿Por qué no vamos a clases?”.

Impresiona la hondura de los criterios, el valor y el espíritu en las letras, la fuerza con que se expresan las opiniones y la seguridad que bebe de etapas anteriores. Ellos reconocen a José Martí como guía, y a la vez hablan del sueño socialista:

…No tenemos más que nuestras vidas, avaladas con la honradez de un pensamiento justo y una obra inmensa que realizar, y como ofrenda de devoción y desprendimiento hemos depositado en los brazos de la Revolución Cubana —justa, grande, renovadora, honrada, socialista—, sin más esperanzas que ver algún día cumplidos estos sueños que hoy, en plena juventud y calor de lucha, llevamos a estas cuartillas… (“¿Por qué luchamos…?”, página 69)

Martí suele estar muy presente en sus pensamientos:

…Decía Martí que con doce hombres dignos se fundaba un pueblo. Y nosotros solamente queremos hombres dignos. La hora es nuestra, porque nuestra es la solución, y el afán de lucha que nos invade no morirá en el cuerpo de ningún combatiente, ni podrán ahogar el espíritu de rebeldía de ningún compañero caído, pues las ideas no se matan…

Es interesante leer sus acotaciones a libros como La Revolución Cubana, de Enrique Lumen (Ed. Botas, México, 1934); La agonía antillana, de Luis Araquistain (ESPASA-CALPE S.A., Madrid, 1928); Los dictadores, de Jacques Bainville (Editorial Cultur, Santiago de Chile, 1936); El materialismo dialéctico en la naturaleza, en la sociedad y en la medicina, de S. Libedinski (Ed. Ercilla, Santiago de Chile, 1938); y El Estado y la Revolución, de Vladimir I. Lenin (Ediciones Sociales, La Habana).

Palpitan ahí dos lectores críticos, que realizan síntesis y, en ocasiones, también complementan o contradicen a los autores, los enfrentan desde la claridad, la visión crítica y el conocimiento de la historia.

Otras anotaciones están relacionadas con los derechos individuales, temas de Economía Política, Política Educacional y Política Agraria, en las cuales se sienten el ímpetu y el compromiso social, que ubicaba a la gente, especialmente a los más humildes, en el centro de las preocupaciones y los esfuerzos.

Luis y Sergio parecían siempre incansables. Los imaginamos escribiendo, debatiendo, soñando, caminando por las calles de San Juan y Martínez. Solían despertar elogios y amistad. A nuestra mente viene también el documental ¿Por qué luchamos…?, con entrevistas a la madre Esther Montes de Oca, a vecinos, compañeros de estudios. Recordamos fragmentos de sus obras poéticas y de la narrativa.

Muy cerca está el libro Los antepasados, diez cuentos de Luis Saíz, una selección realizada por el entrañable Eldys Baratute. Nos sumergimos en sus páginas… Ojalá los acercamientos a las labores revolucionarias y creativas de estos dos hermanos sean lo más completas posibles. Ellos lo merecen.

 

Te la di viva

(Una autopsia a las diferentes maneras de habitar un paraíso)

El paraíso no era tal. Al menos no como nos lo pintó Dante en su Divina Comedia. No está teñido con la lana de la esperanza, no existe bucólica salvación. Cuando más, el paraíso es la autopsia de la utopía que quedó, es la autopsia que nos permite entender en qué se nos ha convertido la utopía. Al teatro joven cubano le ha tocado la ingente tarea de ventilar los tanatorios y ocuparse de esos cuerpos textuales que hablan más y mejor de nosotros —de esa pluralidad que somos en sociedad, en familia, en escuela, en barrio, en comunidad, en isla, en país— que los libros de teoría y los diferentes manifiestos de diversa índole que tanto habitan este, nuestro mundo. Al teatro joven cubano le ha tocado una tarea que no es voluntaria, sino necesaria, y además —aunque muchos lo olviden— también heroica.

Autopsia del paraíso (Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera 2016 y recientemente publicado por la editorial Tablas Alarcos), del dramaturgo Roberto Viña, es la mirada transversal —dura y sin la salvaguarda de anteojos que convenientemente nos muestran lo que nos es más conveniente exhibir— que se transmuta por instantes en el escalpelo del patólogo, tan textual y corrisivo como lacerante es el texto. Ante los ojos del lector ingenuo podría parecer que estamos frente a una obra escrita para jóvenes, que habla de la crueldad de la juventud, de sus aciertos y de las pocas virtudes que han sobrevivido cuando la existencia se ha convertido en un remolino de apariencias, limitaciones, éxodos, migraciones espirituales, violencias cotidianas, violencias sobre cuerpos. Pero alerta: jóvenes son los protagonistas, sí, pero sacados cada uno de su círculo particular del infierno, traidores y traidoras, víctimas y victimarios, habitantes de máscaras, portadores de máscaras. En su juego oscuro van develando que una misiva puede provocar un estallido tan grande como el de una bomba que revienta entre las manos de su portador y que seguramente será mucho más peligrosa. Esa carta, detonador dramático del conflicto, proveniene del mundo más allá de la isla devenida escuela: mundo que se imagina perfecto como perfecto ha de ser para muchos el american way of life de la McDonnal con doble cheese y de Madonna que besa a Britney; mundo delirante donde en apariencia nada sobra porque la abundancia forma parte de una particular manera of being in the world.

Es por eso que el mecanismo articulador de las acciones y, por además, el artefacto dramático que hila la trama y su estructura externa es, con precisión, la carta que llega y que nadie espera ya, a más de un año y medio de lo que parecía ser, para los personajes, el cierre del conflicto y del error trágico. Obligados a mirar hacia el pasado a través de los ojos de Adrián, el otro ausente, Laura, Sheila, Teté, Sergio, Marcos y Ariel empezarán a entender cómo la realidad, vista a través del filtro de la distancia, es más que una autopsia y que un largo viaje, sin regreso, desde una isla física a la isla de la memoria y de la condena. El juego oscuro es aquí una senda dramática que se cruza, de ida y vuelta, numerosas veces en busca de una verdad cacareada y polimorfa, que se estruja y se recompone, y que parece destinada a convertirse en un rompecabezas donde la ficha definitiva falta. Pero he aquí que la verdad, como en esa vida que el teatro intenta mimetizar desde Esquilo hasta nuestros tiempos, es esquiva, se resiente a ser encontrada y definida. Esa definición —al menos, su intento— es lo que Autopsia del paraíso hila, poco a poco, a través de un ejercicio que no pretende la imparcialidad de la justicia sino visiblizar su contracara: la venganza, el silencio, el tiempo y la espera del cuerpo sexualizado a la fuerza, del cuerpo prostituido, del cuerpo racializado, del cuerpo LGBT marginado, del cuerpo sin control, del cuerpo abortado y condenado a la esterilidad, del cuerpo invandido por el tumor, del cuerpo amputado; cuerpos todos no solo físicos sino también simbólicos.

El dramaturgo parece decirnos: la justicia, en la vida real, no existe. Y si existe, no hay espacio para ella en este cacareado paraíso que Viña ha develado en todo su horror, en su inmovilidad, en su moralidad otra. Este paraíso con churre y mugre que se va sedimentando desde la primera a la última página del texto, asume en ocasiones la virtualidad de una carta como espacio dramático (por demás, espacio de encuentro entre los personajes y las categorías presente y pasado), y de la escuela al campo, la litera erotizada a contragolpe, la fotografía robada y el urinario escolar como espacios físicos; también la memoria como el ideal espacio de la acción. Porque en la memoria, y en lo que esta intenta componer de la verdad, ocurre el verdadero ejercicio de la dramaturgia.  

Punto y aparte destaco la voluntad de Viña por develar las identidades lingüísticas de cada uno de los personajes: desde la marginalia del idioma hasta la jerga escolar del dirigente estudiantil hay marca y definición, y estas hacen que el lenguaje sea un cuerpo vivo, que podamos asistir aquí no solo a la autopsia de una juventud que se nos ha convertido en cadáver entre las manos, sino tambien a la biopsia de una manera de utilizar el idioma en beneficio de la ficción dramática. El lenguaje, en Viña, es siempre confrontación. Es duro, es ácido, es vida. Y esa vida suda óxido y semen, suda sangre, suda flujo menstrual, y suda la masa con que se lucha la existencia lo mismo con el sudor de la frente que con el sudor de, ya se sabe, esa otra frente púbica y pública por donde nuestros sueños son penetrados, violados, abortados, legrados, histerectomizados.

Es preciso señalar también, en la estructura externa e interna de la obra, el juego que provoca el dramaturgo entre diferentes planos temporales. Son esos planos los que advierten no solo la consecutividad lógica de la historia, sino el entramado de un tejido dramático que habla de la memoria reconstruida, del ejercicio de rescate de la verdad y del intento grupal de salvación. Pero no se entienda que asistimos en esta obra a ese preterido viaje que ya Dante recorrió mucho mejor que nosotros, de manera evidentemente más clásica, desde la oscuridad del infierno a la luz aburrida del paraíso de los justos. En el paraíso de Viña no hay justos, solo máscaras que se retuercen y se cambian de rostro a rostro porque todos los personajes son víctimas y ejercen también la violencia de su tiempo: no conocen otra forma.

Por eso, más que una obra de personajes, Autopsia del paraíso es una obra coral, de voces que tienen como leitmotiv un espacio común determinado (la escuela) y una temporalidad que los ciñe. En esa temporalidad y en ese espacio, los cuerpos y las voces de la dramaturgia intentan amoldarse, y sobre todo olvidar, porque el olvido viene siendo el espacio de confort, la poltrona cómoda que es necesario desempolvar con una carta y una presencia más potente incluso que lo físico. Resortes dramáticos semejantes no solo sacuden el polvo de una memoria colectiva sino que también reviven la culpa colectiva de una época y un país dramático del cual todos hemos sido cómplices en tanto dura el ejercicio ficcional.

Roberto Viña se ha especializado en escribir una dramaturgia escoriada, una dramaturgia del dolor joven, una dramaturgia donde la juventud no es sinónimo bucólico de belleza y futuro. La juventud que Viña describe y asume como nuestra, la que visibiliza —tan necesario visibilizar y nombrar en este mundo donde lo que no se ve ni se nombra, no existe— es aquella que sabe le toca vestirse con las pieles de la resignación o la escapatoria (si es que aún es posible escapar del recuerdo y de los espacios físicos que ese recuerdo habitó). Autopsia del paraíso es la ventana que se nos abre a medio camino de nuestro viaje desde la oscuridad hacia la luz. Solo que la oscuridad que nos muestra esa ventana no es, en el fondo, tan oscura. Ni la luz tan luz. Escalpelo en mano, sierra en mano, nos toca como espectadores y lectores, en el espacio sagrado de la escena, reconocer el cuerpo (Jane Doe, John Doe) que el dramaturgo nos ha entregado entre los brazos con la esperanza de que, en algún momento, debajo de la piel fría del cadáver, lata un corazón o un texto. 


Feria del libro en Ciego de Ávila, un espacio inclusivo

Hacer de la Feria del Libro un espacio más inclusivo, es la apuesta realizada por el consejo organizador de la fiesta de la literatura en Ciego de Ávila, al insertar entre los acontecimientos más importantes de la cita, la Feria Internacional del Libro Braille.

Yanelis Santos Nieves, directora del Centro Provincial de Libro, explicó en conferencia de prensa que este evento se introduce por vez primera dentro del programa de actividades de la Feria avileña, a desarrollarse del 19 al 22 de mayo.

Carlos Abel Ramírez Vega, presidente del Departamento Nacional de Cultura de la Asociación Nacional de Ciegos e Invidentes (ANCI) en el territorio, comentó, que partiendo de la premisa: El Mundo bajo mis dedos, serán entregados libros en braille a personas invidentes de todas las edades.

Entre las actividades planificadas destacan la exposición de películas narradas y las presentaciones culturales de estudiantes de la Escuela Especial Águedo Morales, artistas aficionados de la ANCI y de casa de la cultura José Sirio Inda Hernández.

Ramírez Vega, agradeció al comité organizador permitir este espacio, que representa una gran oportunidad para las personas invidentes, las cuales no siempre tienen fácil acceso a la literatura en su formato físico.

Santos Nieves, expuso que otra de las peculiaridades de esta edición de la Feria es la simultaneidad de acciones con el municipio Morón.

Como los centros culturales más importantes de la provincia fueron elegidas la ciudad de los portales y la del gallo, para cobijar el evento, no obstante se extenderá mediante la creación de bibliocasas, a comunidades que carecen de espacios como librerías y bibliotecas.

La directiva informó que la feria, al ser una dependencia de la cita efectuada en La Habana, también estará dedicada al Premio Nacional de Literatura Luis Álvarez Álvarez y tendrá como país invitado de honor a los Estados Unidos Mexicanos.

Para honrar la memoria de los autores avileños fallecidos durante la pandemia serán presentadas las obras que dejaron en proceso de publicación, tal es el caso de Cadáver Publico, del periodista José Aurelio Paz .

Entre los escritores previstos, destacan Ciro Bianchi, Pedro Jiménez y los directores de las editoriales Extramuros y Monte Callado, quienes impartirán conferencias y presentarán sus producciones literarias.

Masiel Mateos Trujillo, jefa del departamento de literatura del Centro Provincial del libro, informó que expenderán cuatro mil títulos, entre ellos, 600 clasifican como novedades y 16 de estos nuevos libros llevan la firma de autores del patio.

Algunos de los textos de escritores avileños son: Adonde van los pájaros y Solo contra la noche, de Eduardo Pino; A la sombra del mago, de Yasmani Rodríguez Alfaro; Palabras del naufragio, de Yamila Ferrá; Los cuentos de Daniela, de Dania Silvia Sorí; y Niños así de grandes, y Testamento de las sombras, de Lioneski Buquet.

Mateos Trujillo, informó que, a diferencia de años anteriores, los puntos de venta estarán ubicados en instituciones culturales correspondientes a especialización de cada área.

Las principales locaciones en Ciego de Ávila serán El Ariete, la librería Juan Antonio Márquez, los muesos de Historia y Artes Decorativas, la Asociación Hermanos Saíz (AHS), el Archivo de historia y la casa de cultura José Sirio Inda Hernández.

En Morón las sedes serán la librearía la Moderna Poesía, el museo Caonabo, la casa de cultura y el cine.

Eduardo Pino González, promotor del Centro del Libro, comentó que otra de las novedades que trae la Feria es el festival literario organizado por la Asociación Hermanos Saíz, La llave Pública y la venta de libros a través de la plataforma ENZONA.

La Feria de Libro en Ciego de Ávila está pensada como un espacio donde confluyan las distintas manifestaciones artísticas, en pos de enriquecer el momento de la presentación y comercialización de los textos.

 

(Tomado de Agencia Cubana de Noticias, escrito por Gabriela Milena Padrón Morejón)


Fiesta de las letras en Pinar

La Feria del Libro en la más occidental de las provincias cubanas abrió sus puertas al público este miércoles y se extenderá hasta el próximo día 15, siempre desde las diez de la mañana y hasta las diez de la noche.

Dedicada a Luis Álvarez y a Alberto Prieto, y con un reconocimiento especial al escritor Luis Alberto Figueroa Pagés, el evento propone clásicos y un grupo importante de novedades literarias.

Con amplias propuestas artísticas y un riguroso programa histórico y científico, la mayor fiesta de las letras en el territorio vueltabajero saldrá de las tradicionales arterias de la ciudad para adentrarse en barrios, instituciones y comunidades del territorio.

Según informó el comité organizador, habrá exposiciones de artes plásticas, encuentros académicos y espacios habituales como la Tendedera Literaria, en la sede de la Asociación Hermanos Saíz; la peña Café entre Dos, en la Faktoría de Letras; y la Noche de Cine, en la Plaza del Artesano.

En aras de promocionar la lectura en todos los formatos se podrá acceder también a la descarga gratuita de libros.

Las editoriales del patio Cauce y Loynaz poseen espacios de lujo en la Feria, con una propuesta significativa de autores muy demandados por los lectores pinareños, como Nersys Felipe, Alberto Peraza y Nelson Simón, en cuyos textos sobresale, además, la calidad del diseño, la impresión y las ilustraciones.

En la gala de apertura, que tuvo por sede al Teatro José Jacinto Milanés, se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente en el capitalino Hotel Saratoga.

 

(TOMADO DE Juventud Rebelde Autora Dorelys Canivell Canal)


Una mentira de la luna en el centenario de Carilda Oliver Labra

Con un panel en Ediciones La Luz, sello de la AHS en Holguín, que abordó la vida y obra de Carilda Oliver Labra (1922-2018) y la presentación del audiolibro Territorios de conflicto. Una mentira de la luna, se recordó como parte del evento literario Palabras compartidas, en la XXIX edición de las Romerías de Mayo, el centenario de esta reconocida escritora cubana.

Fotos Facebook de Ediciones La Luz

Con la participación de las jóvenes escritoras Nathaly Hernández, Lisbeth Lima y Yanetsy Ariste, se dialogó sobre la obra lírica de Carilda, especialmente sobre su libro Al sur de mi garganta, de sus obsesiones y temas recurrentes, y de las interpretaciones realizadas sobre su poesía.

Además, se presentó el audiolibro Territorios de conflicto. Una mentira de la luna, de la colección 10×10, homenaje de las poetisas holguineras en el centenario de “La novia de Matanzas”, como también era conocida la autora de Desaparece el polvo y Calzada de Tirry 81.

Fotos Facebook de Ediciones La Luz

Este material surgió como iniciativa de la sección de Literatura de la AHS e incluye las voces de Idania Salazar, Ana Yanet García Ramos, Liset Prego y Elizabeth Soto, quien se encargó de la selección de los textos y coordinación del audiolibro, y también de autoras con una obra reconocida, como Lourdes González Herrero, Belkis Méndez, Maribel Feliú y Kenia Leyva.

Los versos de Territorios en conflicto, con diseño de Robert Ráez, fueron grabados en los estudios de la CMKO Radio Angulo y cuenta con la música electrónica del DJ Tony’s Screams.

Nacida en la ciudad de Matanzas en 1922 y fallecida en la misma ciudad en 2018, Carilda Oliver Labra sobresale como referente con su amplia obra poética en la literatura cubana, lo que le mereció el Premio Nacional de Literatura 1997, y el José Vasconcelos 2002, en México.  

Fotos Facebook de Ediciones La Luz

Cuba desarrolla amplio programa cultural en feria de Argentina

Cuba desarrolla un amplio programa cultural en la 46 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y sus propuestas tienen gran acogida en el público argentino, aseguró hoy el jefe de la delegación de la isla, Juan Carlos Santana.

En declaraciones a Prensa Latina, el vicepresidente del Instituto Cubano del Libro resaltó la designación de La Habana como Ciudad Invitada de Honor de la cita que se extenderá hasta el 16 de este mes.

La participación de nuestro país en la Feria sobrepasó todas las expectativas. Estamos cumpliendo con un importante cronograma de presentaciones y actividades colaterales y contamos con el apoyo y solidaridad de quienes siempre apostaron por la literatura cubana en Argentina, afirmó.

En ese sentido, se refirió a la colaboración de figuras como Juan Carlos Volnovich y el director de Ediciones Colihue, Aurelio Narvaja, quienes impulsaron una iniciativa para publicar obras inéditas de 100 autores de la isla durante la crisis económica vivida en la década de 1990, tras la desintegración de la Unión de República Socialistas Soviéticas.

Esas personas hicieron realidad la colección Pinos Nuevos que dio a conocer a muchos escritores cubanos y permitió continuar nuestra tradición literaria con creadores que hoy forman parte de las personalidades de la cultura nacional, señaló.

Por otra parte, resaltó la participación del público de este país sudamericano en las propuestas realizadas por la mayor de las Antillas durante la Feria.

Los argentinos están presentes en todas las actividades que realizamos. Muchos de ellos pasan por el stand para alabar el sistema social cubano y apostar por la continuidad de la Revolución iniciada en 1959. Algunos visitaron nuestro país y aseguran estar impresionados con lo vivido allí, afirmó Santana.

El filólogo y editor precisó que los lectores buscan los textos del líder histórico Fidel Castro (1926-2016), el Héroe Nacional José Martí (1853-1895) y reconocidos escritores como José Lezama Lima (1910-1976) y Miguel Barnet.

La isla también promueve a jóvenes como Claudia Damiani, Premio Calendario 2018 y miembro de la Asociación Hermanos Saíz.

Asimismo, tienen lugar numerosas acciones para divulgar la obra del Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén (1902-1989), con el propósito de conmemorar el aniversario 120 de su natalicio y el 75 de su primera visita a Argentina.

Además de realizar conferencias sobre su papel en la poesía latinoamericana, fue colocada en las estaciones del metro capitalino una instalación que permite a los interesados escuchar los versos de Guillén en su propia voz accediendo a grabaciones mediante un código QR.

Estar aquí en Buenos Aires es para nosotros un orgullo y una obligación moral con quienes tendieron siempre su mano a Cuba, aseguró Santana.

No obstante, criticó un intento de agresión por individuos financiados desde Estados Unidos que instalaron un stand con obras de escritores disidentes e intentaron desvirtuar la imagen de la nación caribeña.

La realidad demostró todo lo contrario. Nuestra instalación no deja de ser visitada y tiene una programación mucho más completa que la prevista pues contamos con la colaboración de artistas argentinos como la trovadora Paula Ferré, indicó.

La Feria nos permitió interactuar con los presentes y borrar la imagen que se quiere dar de la existencia de una Cuba paralela. No hay manera de que las agresiones contra nuestro país tengan lugar aquí, aseveró.