Omara Portuondo


Fiesta de la Cubanía: la cultura como escudo y espada de la nación.

“Sin cultura no hay libertad posible”

Fidel Castro Ruz

 

La XXVI Fiesta de la Cubanía que tuvo lugar en la patrimonial urbe bayamesa  ha sido génesis de un nuevo capítulo en la celebración tradicional, convirtiendo la atípica edición en un trascendente espacio que desde escenarios virtuales, desafió las limitaciones por la actual crisis sanitaria que enfrenta el país.

Dedicada al aniversario 125 de la caída en combate de José Martí, al centenario del natalicio de las cubanas Celia Sánchez Manduley y Alicia Alonso, y al primer aniversario de la desaparición física de la Prima Ballerina Assoluta, el festejo incluyó como espacio principal la realización de la XXVIII edición del Evento Teórico Crisol de la Nacionalidad Cubana.

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Sirvió también la festividad como homenaje al aniversario 40 de la instauración del Día de la Cultura Cubana, a los 126 años del natalicio de Miguel Matamoros, los 30 de la fundación del Consejo Provincial de las Artes Escénicas de Granma y la creación de los Centros Provinciales de Cine, al 90 cumpleaños de Omara Portuondo y al aniversario 60 de la creación del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC.

Durante la apertura se realizó el recorrido del revólver Colt 38 –utilizado por Celia Sánchez Manduley y el pelotón femenino Mariana Grajales– desde el Museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes hasta el Teatro Bayamo. El objeto patrimonial tuteló la ceremonia inaugural que contó con la presencia del Primer Secretario del Comité Provincial del PCC Federico Hernández Hernández; Francisco Alexis Escribano Cruz, gobernador de la provincia; Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de Las Américas; Ernesto Limia, vicepresidente primero de la Asociación de Escritores de la UNEAC, y Lorianne Rodríguez, directora de Cultura en Granma.

«Formar consumidores críticos, cultos e inteligentes constituye el único camino para combatir la crisis cultural contemporánea acentuada por el uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones», expresó el Presidente de Casa de las Américas Abel Prieto Jiménez, al intervenir en la primera jornada de la Fiesta de la Cubanía.

La conferencia inaugural “Cultura y nación ante los desafíos del presente”, estuvo a cargo de Abel Prieto, que refirió claros elementos de la crisis cultural y la industria hegemónica del entretenimiento como enemigos viscerales de cubanía. El culto a lo pueril, el desinterés por la historia y la política, la cultura chatarra, el dilema de las redes sociales y la sutil manipulación de sus usuarios han creado un espacio de negación de la ciencia, sumado a la actual pandemia y el efecto en los núcleos de resistencia cultural.

El Presidente de Casa de las Américas subrayó además, que el poder de las plataformas privadas es mayor que el poder de los estados, actualmente la estética del show ha contaminado la información, los medios hegemónicos han maquillado sus modelos para seducir y crear un esquema de amnesia inducida en la cultura. El papel que antes jugaban grandes literatos como Émile Zola, Tolstói, Jean-Paul Sartre, está siendo sustituido por youtubers e influencers que inducen a una inevitable hipnosis mediática.

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Sobre estas amenazas al binomio cultura-nación, el ciberbullying, la fragmentación del conocimiento, el consumo cultural y los imperativos de formar consumidores críticos y conscientes reflexionó el público presente en interacción directa con el prestigioso intelectual, y en el que se destacó la significación de la Fiesta de la Cubanía como espacio que salvaguarda la memoria histórica en medio de una guerra mediática que pretende fragmentar la cultura cubana.

Abel Prieto también intercambió con participantes del Evento Teórico Crisol de la Nacionalidad Cubana durante la segunda jornada del festejo, y se presentó el libro de su autoría Símbolos, fogatas y hechizos infernales.

El evento propició un aguzado debate científico que tuvo como premisa la impronta de la mujer en los procesos históricos y culturales en Cuba y Latinoamérica, enfatizando en las luchas independentistas y revolucionarias hasta la actualidad. Se realizaron conferencias virtuales del Dr.C Pedro Pablo Rodríguez, investigador titular del Centro de Estudios Martianos; la Dra. Luisa Campuzano Sentí, quien dirige el Programa de Estudios de la Mujer en Casa de las Américas y Miguel Cabrera, crítico de danza e historiador del Ballet Nacional de Cuba.

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Se desarrolló un panel online a través del Canal Videos Crisol –habilitado para transmitir en redes sobre lo acontecido en la fiesta– con representantes del Frente Feminista de ALBA Movimiento en Venezuela, Argentina y Colombia, profesoras de la Universidad de Granma y la directora de la Casa de la Nacionalidad (institución que auspicia el evento).

La XXVI Fiesta de la Cubanía –que aconteció del 17 al 20 de octubre– contempló también la inauguración de la XXXII Jornada de Cine Cubano e Internacional con la presentación de audiovisuales realizados por el Proyecto Picacho, y se agasajó asimismo a miembros de la filial de escritores de la UNEAC que cumplieron aniversarios cerrados de creación literaria.

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En estricto cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias que exige el actual contexto epidemiológico del país, se realizaron presentaciones teatrales, inauguración de exposiciones de artes plásticas, se develó –como es habitual cada año– una escultura en cera policromada del músico y compositor cubano Miguel Matamoros, y durante el acto se amplificó un mensaje de voz de Martha Beatriz Matamoros Audinot, nieta del trovador santiaguero.

Las jornadas de celebración concluyeron tras haberse lanzado la convocatoria de la XXIX Edición del Evento Teórico Crisol de la Nacionalidad Cubana, próximo a celebrarse en 2021 y dedicado esta vez al centenario de Cintio Vitier, bicentenario de Francisco Vicente Aguilera y a los aniversarios 60 de la Campaña de Alfabetización y de “Palabras a los Intelectuales”. En la mañana del 20 de octubre, en homenaje a los 152 años de la interpretación por vez primera del Himno Nacional, se rememoró en acto solemne el patriótico suceso con la habitual Ceremonia de las Banderas.

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La Fiesta de la Cubanía, en singular edición, llevó su eclecticismo artístico a su máxima expresión. La Ciudad Monumento, ícono de rebeldía, reafirma su identidad cultural y su compromiso con los más genuinos valores sociales. El desafío al recrudecimiento del bloqueo y el enfrentamiento a una epidemia global no han provocado sino el fortalecimiento de la unidad, el hacer de la cubanía nuestro baluarte principal, el patriotismo como esencial arma, y la cultura como escudo y espada de la nación.


¡Buen provecho!

Es miércoles y sé que es día de engordar, de llenarme de libras sin cargo de conciencia, de ponerles más peso a mis neuronas y cultura general. Disfrutándolo. Sirviéndome sin miramientos, con cierta gula espiritual, ignorando que ya avanzó la noche y que tan tarde no se recomienda coger un plato en la mano. Pero llegó la hora de El potaje (Cubavisión) y no logro resistirme a una provocación así.

No hay nada más rico que un potaje, ya sea de frijoles negros o colorados, judías, chícharos, garbanzos o lentejas, si está bien hecho, claro está. Depende de la pericia del cocinero, de sus mañas para dar el toque final, de los ingredientes, para que sea más que legumbres cocidas en abundante agua y un poco de sal. Que a los cubanos nos gusta espeso, con alguna «sorpresa» que le asegure sustancia y que los granos no sean, como decía mi abuela, «cascaruses».

De escoger bien a los invitados estelares (desde los maestros hasta los más noveles e igualmente voces sobresalientes en el panorama musical cubano) se ha encargado un equipo de audaces jóvenes que decidió presentar este nuevo proyecto para nuestro verano televisivo, encabezado por Maytte Jacobo (dirección general), Liliam Pérez (producción general), Dianelis Hernández (conducción y guion), Yentsy Rangel (musicóloga) y Michel Herrera (asesor musical).

Se trata de un programa (son diez en total) que clasifica dentro de la Redacción de Musicales (como era de esperar al proponer un recorrido por aquellos géneros o estilos que han obligado a que el mundo ponga sus ojos y oídos en este archipiélago), aunque es, más bien, de corte didáctico. Y sin embargo, El potaje apareció para demostrar que la enseñanza no tiene por qué estar divorciada del entretenimiento y el goce, sobre todo a medida que han pasado las emisiones y madurado como concepto.

El de este mismo miércoles, por ejemplo, me dejó con ganas de más. Fue el dedicado a la cancionística cubana, a ayudarnos a entender cómo en todos estos años, después de echar profundas raíces, ella ha ido llenándonos el pecho de emociones, gracias a intérpretes de la altura de Bola de Nieves, Esther Borjas, César Portillo, José Antonio Méndez, las inolvidables muchachitas de Aida Diestro (Elena, Omara, Moraima y Haydée), Lourdes Torres…, muchas veces acompañados, a guitarra o a piano, por ilustres como Adolfo Guzmán…; un recorrido que tuvo como pun-
to culminante a nuestra enorme Marta Valdés, autora de Palabras, pieza antológica que nombró a tan especial programa.

En estos 27 minutos que se fueron volando, se agradecieron las sabias consideraciones y consejos de la Musicalísima, Beatriz Márquez, y verla cantando Qué será mañana o Es soledad, cuando quedó grabada por Ian Padrón en el DVD Espontáneamente, que a su vez nos regala un momento mágico, único, tan emotivo que hace un nudo en la garganta, como aquel de Este amor que se muere, junto a Juan Formell y Jorge Aragón en el piano.

La musicalísima estuvo de invitada/ Tomada de Juventud Rebelde

Pero en Palabras hubo otros instantes sublimes similares: Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo con Robertico Fonseca en Quizás, quizás, quizás; Pablo Milanés y Chucho Valdés en La felicidad; la misma Marta y Haydee Milanés en el Sin ir más lejos que se registró en el DVD Palabras con la complicidad de fuera de series nombrados: Ernán López-Nussa, Enrique Plá, Jorge Reyes, Roberto García, Yaroldi Abreu y Nam San Fong… Ejemplos extraordinarios de nuestra cancionística que se mostraron para apoyar los acertados criterios de Annie Garcés en su rol de intérprete, y de Rodrigo García Ameneiro, devenido ya un magnífico acompañante, quien sabe que el secreto del éxito en ese rol estriba en no intentar lucirse en lo individual, sino en el trabajo de conjunto, en la complicidad, imprescindibles para comunicar, para llegar al alma.

Uno de los aspectos que más llama la atención de El potaje es, definitivamente, la rigurosa labor investigativa, de búsqueda de archivos históricos que se desarrolla con el objetivo de que el televidente constate la manera que surgió un subgénero del jazz como el afrocubano, digamos, desde que apareciera una pieza como Tanga, de Mario Bauzá, y se armara el binomio de Dizzy Gillespie y Chano Pozo hasta nuestros días, pasando por figuras del calibre de Armando Romeu, Frank Emilio Flynn, Carlos Emilio Morales, Emiliano Salvador, Joaquín Be-
tancourt y Opus 13, Bobby Carcassés, fundador en 1980 del festival Jazz Plaza…, sin olvidar, por supuesto, al «todos estrellas» que aglutinó el maestro Chucho en Irakere, capaces de entregarnos un Bacalao con pan que motivó otras de las ediciones ya transmitidas y que convocó al set a un trío de lujo: el impresionante flautista Orlando Valle «Maraca» y otros dos exponentes de primera línea en la actualidad: el mencionado Michel Herrera (saxofón) y Adrián Estévez (piano).

Tenía que ser el Bárbaro del Ritmo el protagonista de la primera entrega de esta temporada, denominada Bonito y sabroso, que convocó para abrir a otros dos «monstruos», el premio nacional de Música (al igual que la Márquez), Joaquín Betancourt, y al todoterreno Alain Pérez, para que disertaran sobre la Jazz Band y cómo el Benny le sacaba lasca a este tipo de ensemble que hizo tan suyo.

Tampoco podía faltar alguien que continúa siendo escuela: Juan Formell, a quien se le rindió merecido homenaje en Permiso que llegó Van Van, donde les tocó lucirse desde la «teoría» a César «Pupi» Pedroso con sus inconfundibles tumbaos, a Samuel Formell, digno heredero de su padre y de Changuito; y a Yadiel Bolaños, quien con su bajo asegura la sandunga necesaria en La Tabla.

Verdad que desde el punto de vista de la estructura (en el sentido de encontrar la armazón que más se presta al medio televisivo), del ritmo, de la eficiencia del montaje (que ya sí es muy notable en el caso de Palabras), Bonito y sabroso y Permiso que llegó Van Van pudieron haber sido mucho más impactantes. Mas lo que sí resulta innegable son sus valores como justos testimonios, la manera en que muestra lo que somos y a dónde hemos llegado, gracias a que quienes han venido detrás siempre han mirado hacia esos grandes referentes nuestros, a aquellos que nos han traído hasta aquí. Es ese el principal consejo que una y otra vez reiteran los invitados de El potaje: estudiar a los fundadores, a los creadores, a los que plantaron bandera; ver qué hicieron, por qué han sobrevivido sus nombres, por qué aún permanecen vivos sus legados.

Con su pegajosa música de presentación firmada por Cimafunk y fotografía de Alejandro Callejas, bastaría con esa enseñanza para aplaudir un proyecto como el que nos ocupa, el cual, sin embargo, ha querido ir por más: en el diseño gráfico de Adrián Berazaín; en la gracia y la soltura con que los protagonistas de las emisiones toman sus instrumentos y demuestran in situ lo que acaban de definir; en algunas de las secciones que lo distinguen como El reto y Los ganadores…

En el primer caso, El reto, los virtuosos convidados al programa ponen la base al tema que lo nombra: Bacalao con pan, por ejemplo, o Palabras, para que desde sus casas los televidentes se embullen y canten, improvisen o hagan sobre esta lo que más les motive, siempre buscando entrar entre los que elegirá El potaje, cuando envíen a través de las redes sociales sus contribuciones musicales con las cuales se completará el tema que será presentado en Los ganadores, en la edición siguiente. Original manera de conseguir la interacción con los espectadores y de mover El potaje, para que no se «pegue».

Lo fundamental es el resultado: realmente asombroso. ¡Mira que hay talento en Cuba, caballeros! Claro, tremenda pincha tienen que realizar Michel Herrera como asesor musical, y un diestrísimo y probado editor como Henry Ramírez, para primero montar las pistas y mezclar los sonidos antes de poner las imágenes, pero por esa maravilla que se obtiene, lo afirmo, vale la pena.

En fin, que levante la mano el cocinero al que un potaje no le haya quedado alguna vez aguado y/o desabrido, pero la Asociación Hermanos Saíz hizo muy bien en apoyar esta idea, que secundó RTV Comercial. Ahí, en el set, se ven a gusto intercambiando, complementándose, sus Maestros de Juventudes, sus miembros que se apoyaron en ella para dar el gran salto y aquellos que ahora mismo sueñan con también prestigiar con sus obras la cultura cubana. Que me digan goloso, pero ese manjar no me lo pierdo yo.

*Tomado de Juventud Rebelde


EL DISCO DE LA SEMANA: Faílde con tumbao, Orquesta Miguel Faílde

*Tomado del Portal Cubarte

Presentado en plataformas digitales el pasado 19 de mayo, llega hoy a esta sección el tercer CD de estudio de la Orquesta Miguel Faílde, Faílde con tumbao, una producción de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, Egrem. Abanderada desde Cuba en generar iniciativas para promover las medidas sanitarias y difundir la música tradicional mediante las redes sociales durante este período de aislamiento, en los últimos meses La Faílde ha lanzado temas y videos hechos en casa​ en los que han colaborado con Omara Portuondo, Eugenia León, Guadalupe Pineda, Eva Ayllón y Haydée Milanés, entre otros artistas. Estos esfuerzos han sido significados por prestigiosas publicaciones de la escena musical como la revista Billboard, y por la prensa nacional. El video de «Lágrimas negras» se convirtió en viral y alcanzó el millón de reproducciones en Facebook a la semana de su estreno.

Desde su fundación en abril de 2012, la orquesta que dirige Ethiel Faílde se propone dar continuidad al legado de Miguel Faílde y asume el danzón como base de su repertorio, aunque interpreta un amplio abanico de géneros de la música cubana como el danzonete, el mambo, el chachachá, el bolero, el son y la timba. Conformada por jóvenes músicos en su mayoría egresados del sistema de la enseñanza artística y con un promedio de edad inferior a los 24 años, además del repertorio de clásicos de la música tradicional cubana, propone renovaciones en las concepciones musicales y orquestales, fusionando el danzón con la timba y llevando temáticas sociales de actualidad a los géneros tradicionales. Con dos producciones anteriores (Llegó La Failde, 2016, y Siempre tu voz. Homenaje a Benny Moré, 2019, junto a la diva Omara Portuondo), la orquesta fue nominada en Cubadisco 2017 (Ópera prima y Música tradicional) y premiada en ese mismo certamen en 2019 (Premio Centenario de Benny Moré). Además, su música ha estado presente en más de veinte ciudades de México, Perú, Martinica, Estados Unidos y Canadá, en espacios como el Kennedy Center de Washington (Festival Artes de Cuba, mayo 2018)​, el Gran Teatro Nacional de Perú, el Salón Los Ángeles​ de la capital mexicana o el Place des Arts de Montreal.

Faílde con tumbao propone desde danzones reactualizados –donde destaca la versión contemporánea de «Nievecita», compuesto por Miguel Faílde en 1883, muestra de la labor de arqueología y rescate musical que se ha propuesto la orquesta desde su fundación–, hasta clásicos y covers de éxitos mundiales, como «Concierto de Varsovia» (versión tropicalizada del clásico de Addinsell y Douglas, con arreglo de Gonzalo Rubalcaba) o «Havana» (éxito reciente de Camila Cabello, en el que destaca la hilarante trompeta de Julito Padrón); además de temas nuevos de la autoría de Pedro Pablo Cruz. Nuevamente resalta entre las colaboraciones la presencia de Omara Portuondo (en singular versión del poema musicalizado «Me desordeno» de Carilda Oliver, que transita de una intro apasionada en tiempo de tango, a la clave de danzón, el chachachá y el montuno); también Andy Montañez (quien recrea el clásico de Ignacio Piñeiro «Esas no son cubanas» junto al joven vocalista Yurisán Hernández, quien demuestra una vez más sus excelentes dotes de sonero e improvisador ya anunciadas en el disco anterior homenaje al Bárbaro del Ritmo) y el violinista Federico Britos (con su participación en «Concierto de Varsovia»).

A los arreglos se suman Yosvany Terry («It do me good», tema que muestra las potencialidades vocales de la cantante Yerlanis Junco y su versatilidad para desdoblarse en varios géneros, en este caso el jazz, con sorprendentes y acertadas improvisaciones), José Antonio Fernández Font, el propio Ethiel y Alejandro Falcón, quien también interviene con su piano en algunos temas como ya es habitual en las producciones de la orquesta. De esa manera, la placa configura una importante mixtura entre tradición y modernidad donde es reconocible, innegablemente, el sello latino más contemporáneo, sobre todo, en temas más movidos y cercanos al bailador actual como el propio «Tumbao» o «La Cumbanchá».

Ocho tracks propone inicialmente este fonograma (se espera tenga un total de 10 temas para su presentación física a finales de año, una vez las condiciones actuales lo permitan) mezclados por Ignacio Nacho Molino y masterizados por Alex Saraudakis, dos nombres de vasta experiencia en la industria y ganadores de varios Grammys Latinos. Con la producción musical del propio Ethiel Faílde y de Pedro Pablo Cruz, la grabación estuvo a cargo de Daelsis Pena.

Y en tanto ya se ha anunciado el estreno en redes sociales del próximo videoclip de La Faílde, el primero totalmente en dibujos animados y que servirá para promocionar este disco con el tema «Tumbao» (a estrenarse el próximo viernes 5 de junio), les dejo como adelanto el liric video de «It do me good»:

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Funk Cimarrón (+ audio)

Un “Dios, negro, americano”, como lo llamase Fito Páez en Festival Internacional de Cine Pobre Gibara 2018. No pudimos tenerlo en 2019, en el evento de música alternativa más grande que vive la provincia Ciego de Ávila cada año; incluso puedo sincerarme, pensé, después que creciese lo suficiente su estándar artístico, jamás podríamos verlo. Muy mal juzgué el poder de convocatoria que tiene nuestro Piña Colada y su organizador, Arnaldo Rodríguez. Pero incluso, lo mejor planificado, comprende margen de error, nadie previó una pandemia, y sí, pareciese en otra realidad una comedia negra.

Este 2020, después de intentar seguirle a Romerías de Mayo, al Festival Internacional de Cine Pobre en Gibara en su edición 2019; y pensar que no sentiría más angustia, el Covid-19 no permitió la celebración del Piña Colada 2020 y con él, tampoco su apertura, en voz de CimaFunk. Sigue la provincia más al centro de la isla careciendo de un buen funk cubano. Nos conformaremos por ahora con una vista digital de su obra y la esperanza de que la AHS en Ciego de Ávila, como la de Holguín en sus Romerías, nos acerque en un futuro próximo, posible, al cimarrón que ha demostrado compromiso con la institución, a la cual se asocia.

En 2018 no existía más que de Los Boys y «Me Voy… pa’ mi casa» no era una frase tan popular entre el cubano común como ¡Ay, dios mío!, efecto adverso al de los dos años siguientes, el fenómeno del funk cimarrón había electrificado no solo La Habana, sino desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí. Destacando en sus siguientes audiovisuales, una saga de Daniel Arévalo conectada por la dirección de arte y la aparición de personajes recurrentes, con una selección de vestuario acorde con la tendencia de su música. Dicha saga comprende las canciones «Me voy pa’ mi casa», «Ponte pa’ lo tuyo» y «El potaje».

El Café Barquito de la sede avileña –a propósito, sería un buen lugar donde podría replicarse la presentación favorecida por NPR Music en su modalidad audiovisual llamada Tiny Desk Concert–, donde tuvo la posibilidad de estar el artista junto a su grupo, con el estreno de futuros sencillos como «Cocinarte». En un espacio que han compartido Sting, exvocalista de The Police; el rapero Shaggy y la británica Adele. Con el proyecto de patio que labora la Asociación en Ciego de Ávila, o, la no primeriza coordinación con el Hotel Rueda o Patio de Artex, tomaría la ciudad dos bocanadas del intérprete, con la posibilidad de dos presentaciones de distinto formatos.

En el «negocio» de un amigo emprendedor, negocio de esos que pluralizan la audiencia de nuestra cultura, copiando información a memorias flash, discos duros y CD; puedo recordar a un señor de avanzada edad, que aparte del reguetón quería copiar, a pedido de su nieto, esa canción «…y si tú quieres me voy pa’ la tuya». El señor era del municipio Florencia. Para que sepan, este municipio no tiene ni discoteca y cuenta con una sola entrada a Ciego de Ávila y otra a Sancti Spíritus, mediante carreteras que conectan con otros municipios, además, no comprende vías directas a ninguna de las cabeceras municipales, ni a la Carretera Central, ni Autopista, ni Circuito Norte. Y hasta ahí ha llegado la música de Cimafunk.

El cantante ya es internacional y Billboard lo recomendó como música para ser música escuchada en 2019. Al primer trimestre de 2020 ha colaborado con figuras de los más altos estándares de la cultura musical cubana como Omara Portuondo, Chucho Valdés, La Orquesta Aragón, Juana Bacallao, “El tosco”, Pancho Amat, Roberto Carcassés, director de Interactivo; Alexander Abreu; y con otros de la cultura internacional, como el Latín Grammy, peruano-americano, Tony Succar, la banda soul de New Orleands The Soul Rebels, Tarriona Tank Ball y el argentino Fito Páez.

Han sido tres Trovándote, peñas de ocasiones especiales. Y recuerdo, desde el concierto de Kamankola en marzo de 2019, motivo de su gira nacional, que Michel Pérez Abreu, conductor habitual de los eventos de la Asociación, rifaba el CD «Antes que lo prohíban» a quien adivinase que Cimafunk era el artista alterativo más promocionado del momento.

Muchos los estábamos esperando, pensando que ese momento… ya venía llegando.


Eva, la luz de tu nombre

Justo me encontraba en la esquina de la Casa de la Trova cuando supe la noticia.

Ahora tendría a punta de tinta unos cuantos adjetivos que ya emplearon otros para ti. Desisto de tardes grises o cualquier tropo compasivo. Huyo de cualquier reiteración a pesar de las razones. Eva, llena eres de canto y no necesitas más luz que la de tu nombre para trascender.

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El Benny, Omara y la Failde

La juvenil Orquesta Failde, de Matanzas, ha presentado recientemente, junto a la irrepetible Omara Portuondo y arropados por la EGREM (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales), su segundo disco.

Bajo el sugestivo título Siempre tu voz, dos generaciones se unen para protagonizar un regalo musical por el centenario de Benny Moré, El Bárbaro del Ritmo.

Desde la atractiva portada del fonograma, con diseño gráfico de María Carolina García y fotografía de Eduardo Rawdriguez, se advierte que disfrutaremos de un producto donde el amor por lo nuestro anida de forma natural.

La cabeza de Ethiel descansa sobre las piernas de la Omarísima, mientras escuchan, en un viejo gramófono, seguramente las canciones de Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez (Santa Isabel de las Lajas, 24 de agosto de 1919–La Habana, 19 de febrero de 1963). Ethiel con su flauta y su traje colorido. Omara, con su sonrisa mulata ofreciéndonos en sus manos todo lo que vendrá después.

En la selección del repertorio, a cargo de Pedro Pablo Cruz, excelente comunicador que nos sorprende de vez en vez con acciones como esta, se encuentra buena parte del éxito de este exquisito producto.

La dramaturgia de lo que oiremos inicia con el aplaudido bolero Te quedarás, de Alberto Barreto. Interpretado por Omara y Yurisán Hernández, este último con una voz que no por nueva deja de ser exacta para el tributo sonoro que evoca a nuestro sonero mayor.

Se escucha la flauta del tataranieto de Miguel Failde, prístina, anunciadora… dando paso a los intérpretes; entonces ya no se sabe en qué tiempo vivimos, ambos cantantes se vuelven atemporales.

Omara tan joven y vital como Yurisán, y este con el sabor auténtico de los años 40 o 50, dueños los dos de un aroma que, como la voz del Benny, será para siempre.

Nada mejor para continuar que Las mulatas del chachachá, número que Evelio Landa escribió para el Benny, una estrella que Ethiel ni su orquesta conocieron físicamente, pero Omara sí; por eso le transmite a la pieza, apoyada en el excelente arreglo de Alejandro Falcón, toda la gracia de su época en el cuarteto Las D´Aida, preámbulo idóneo para que entre Telmary con su estilo singular de rapear y este encuentro-homenaje nos sepa a gloria.

Omara se queda casi sola. Digo casi porque con ella sigue la Orquesta Failde, discreta y efectiva con el arreglo esencial de José Antonio González, más el espíritu redivivo del Benny en Cómo fue, del matancero Ernesto Duarte. Omara se las arregla para hacer de este bolerazo algo nuevo, fresco y entrañable.

No podía faltar una obra compuesta por el propio “Bárbaro”, quien, aunque no fue pródigo en el aspecto de la escritura musical, las pocas piezas que creó se volvieron clásicas en el repertorio de sonidos y silencios del mundo.

Bonito y sabroso, un mambo que habla de mujeres, Cuba y México, tres de las mayores pasiones de Moré, vuelve a unir a Omara y a Yurisán para derrochar sensualidad, carisma, sentido de improvisación y ritmo a borbotones.

Seguidamente, Omara asume dos bolerones en los que el Benny plantó cátedra. Y hoy como ayer, de Pedro Vega, y Rezo en la noche, de Francisco Escorcia. En los dos temas la novia del feeling demuestra el poderío vocal por el que se le reconoce internacionalmente.

Con la misma pasión de otras épocas la cantante habanera, que alternara en los escenarios con Rita Montaner, Bola de Nieve, Edith Piaf, Pedro Vargas, Nat King Cole y el inolvidable Benny Moré, entre otros, ofrece una clase magistral de interpretación.

portada del disco Siempre tu voz.

Lo que viene después es imposible de describir pero lo intentaré. El exitazo del Benny con la canción que Lino Frías le dedicara a la Trichilia havanensis, o lo que es lo mismo, la Mata Siguaraya, se escucha en la voz de Omara y del santiaguero William Vivanco, un cantautor con el que la Failde ya se había topado en una obra de Teatro de Las Estaciones.

Todos se lucen de lo lindo cantándole al árbol de Changó. En medio de la sui generis performance musical, Moré los cuida y alienta desde la eternidad. Definitivamente hay cosas que no se pueden tumbar, una de ellas es la altura luminosa de la música cubana.

¡Oh vida!, de Luis Yáñez y Rolando Gómez, otro de los hits del Benny en la voz plena de Omara, antecede al dúo que la Portuondo conforma con el dominicano Jhonny Ventura, para regalarnos otra versión de La múcura, tema del que todavía se dirime su autor. Unos que si Toño Fuentes, otros que si Crescencio Salcedo; el asunto es que los dos veteranos lo gozan a mares, aunque el estribillo repita una y otra vez “es que no puedo con ella”.

A lo conseguido por Omara y Yurisán se une la bella voz de la jovencísima Yerlanis Junco, también de la Failde, para interpretar Siempre tu voz, de Pedro Pablo Cruz, el corte final del CD.

Un nuevo asombro me provoca este muchacho al concebir una obra-afecto, obra-respeto, obra-amor, muy merecida por el homenajeado. Síntesis de los anhelos de la mismísima Omara, junto a los jóvenes músicos es este producto, que todavía no ha sido valorado en su justa dimensión.

Un disco donde lo de ayer suena a hoy de manera cuidadosa y legítima, pero sobre todo firme en su compromiso con el patrimonio sonoro de nuestra cultura. Felicito por lo alcanzado a los arreglistas, productores, colaboradores e invitados. Gracias a ellos el Benny cada día canta mejor.

La posibilidad de que Siempre tu voz se reconozca y se difunda como merece queda en manos de los medios radiales y audiovisuales. Espero que no pierdan esta estupenda oportunidad.