Pretender descifrar los entresijos del arte supone emprender un trayecto a ciegas, pero a sabiendas, que desde la más insospechada simplicidad de formas hasta las más ambiguas hiperbólicas expresiones existe un punto de tangencia entre lo onírico y lo terrenal.
Tan necesario ese arte en medio de las complejidades de la época actual, como refugio y bálsamo frente a la realidad, emerge el discurso visual del gremio artístico en la provincia de Granma que aúna obras en la XIII Edición del Salón Provincial de Artes Plásticas Julio Girona.
tomadas del perfil de Facebook de Luis Carlos Palacios Leyva.
Auspiciado por la UNEAC en dicha provincia, el evento –recién inaugurado en la Galería Dos columnas– reúne la variedad de formatos y técnicas que enriquecen la perspectiva visual en una suerte de concepto holístico. El eclecticismo creativo va desde la fotografía, la instalación, la pintura y la cerámica, cargado de una imponente naturaleza sugestiva que deja margen a cavilaciones propias y reales.
Con un total de 13 obras participantes pertenecientes a 14 artistas del territorio se premiaron seis piezas. Los premios colaterales institucionales (Fondo Cubano de Bienes Culturales, Casa de la Nacionalidad Cubana, Centro Provincial de Artes Visuales, Centro Provincial del Cine, Centro Provincial de Patrimonio, Artex, Centro del Libro y la Literatura) fueron otorgados a los artistas Lira Yarí Reyes Rodríguez, Yunier Tamayo Sánchez, Rayne González Torres, Ramón Quesada Mesa y Juan Luis Maceo Núñez; espacio oportuno además para distinguir a este último artista con el sello Aniversario 60 de la UNEAC.
tomadas del perfil de Facebook de Luis Carlos Palacios Leyva.
El jurado de premiación entregó dos menciones a las obras “Sin señal” de Ramón Quesada Mesa, y “Revolución relativa, John Lenin, Frida Kastro o la evolución de las especies, Donald Trovsky, Charles Marx, Albert Eisenstein o el acorazado” de la serie Política cultural, perteneciente a Dora Lidia Pedrera Figueredo y Domingo Cuza Pedrera. El Gran Premio en esta nueva edición del evento lo mereció el artista manzanillero Yunier Tamayo Sánchez con la pieza perteneciente a la serie (Re) Contextualizando sujetos periféricos (Chaplin).
Ramón Quesada Mesa, uno de los artistas laureados, refiere en cuanto a su obra (“Sin señal”) un paralelismo del personaje con momentos álgidos vivenciales del ser humano: Es una pieza producto del tiempo de pausa que vivimos durante la pandemia, y funciona simbólicamente en mi obra porque los cosmonautas se desenvuelven en un medio hostil y lo empleo como alegoría de la realidad. Es como una escafandra para no morir, para tener tu propio oxígeno, para no contaminarte…
Otra de las artistas más jóvenes y que comienza a dar sus primeros pasos en el mundo del arte, Melissa Naranjo Pérez, señala cómo el Salón le abre nuevas puertas a la creación y refiere: He tenido la oportunidad de presentar uno de mis más recientes trabajos a esta exposición, que se integra en un proyecto personal llamado “Érase una vez, pero ya no”. Para mí, participar en el Salón es una experiencia única, poder compartir con grandes artistas del territorio y estar inmersa en este gran proyecto es un avance significativo en mi trayecto como fotógrafa, a la vez que me abre puertas para futuras exposiciones y me inserto en nuevas líneas y tendencias artísticas en la provincia.
tomadas del perfil de Facebook de Luis Carlos Palacios Leyva.
La muestra expositiva del Salón de Artes Plásticas Julio Girona es una oportunidad para los artistas de la provincia. La pluralidad de los estilos y enfoques manifiestos avalan la concepción de un espacio que apuesta por la coexistencia simultánea de realidades, amén del toque intimista de cada pieza que invita a la introspección, de la mano de discursos y maneras propias. En una mixtura estético-conceptual y de revoluciones cromáticas, se manifiestan códigos, se intencionan metáforas. El arte contemporáneo cubano apuesta y necesita constantemente de búsqueda, invenciones y redescubrimientos.
De manera que esta actuación exitosa y con gran afluencia de público de “La Caja…” viene a ser la antesala de la gira que hará el grupo por Guadalajara, capital del Estado de Jalisco, en México, a partir del 15 de junio.
Lo que está a disposición del público santiaguero con “Ofelia”, es la historia de una mujer que encontró su propósito tras renunciar a los símbolos del patriarcado: hija de todos y madre de todos. En fin, “Ofelia” representa la toma del poder por las mujeres.
Con puesta en escena y dirección general de Juan Edilberto Sosa, presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Santiago de Cuba, y al frente del colectivo teatral, la obra, afirmó Sosa, está inspirada en el texto Máquina Hamlet, de Heiner Muller.
La puesta en escena tiene una hora y 20 minutos de duración; es una muestra de la combinación de figuras profesionales y colaboradores. El colectivo artístico lo forman 12 actrices y actores pero en “Ofelia” solo participan cinco actores y tres músicos…
El Grupo de Experimentación Escénica La Caja Negra nace el 14 de junio de 2016 y aunque proviene de la AHS y conserva un vínculo muy estrecho con la Asociación, ya hoy pertenece al Consejo Provincial de las Artes Escénicas.
“Esta es una obra pensada para el patio del Cabildo, y nace a partir del proyecto de colaboración internacional Juntarte donde se integran las artes escénicas, la AHS, el movimiento de artistas aficionados, universidades, el Centro Martin Luther King…
“Tiene música… los actores cantan, se toca en vivo. Y es que la música viene a ser factor determinante”, señaló Edilberto.
Calificó el trabajo de montaje como arduo y dijo que una parte del grupo presentará nuevamente en Santiago de Cuba, la obra “Bonsai” mientras otro segmento llevará a México “Cartografía para elefantes sin manada”.
Céspedes se nos presenta inmarsecible en nuestra memoria histórica. Su ímpetu de lucha dibujó el camino de la historia que se labraba, una historia marcada por las ansias de libertad, por la rebeldía y por la conformación de una identidad sin ataduras. Precisamente, en torno a su figura ha existido un discurso que se sustenta en imágenes, en el arte, que es el que le ha creado una imagen corpórea, tangible, concreta, gracias a quienes lo inmortalizaron dentro de la historia del arte cubano.
Daguerrotipos, dibujos, óleos, grabados y esculturas del gestor de las luchas independentistas, construyeron el discurso artístico-iconográfico en un contexto de construcción del imaginario nacional; cada una respondiendo a las exigencias y los imperativos de la metamorfosis histórica y política que experimenta el país.
Independientemente de estas particularidades del contexto histórico, la iconografía cespediana en muchos de sus ejemplos clasifica como Patrimonio Cultural de la Nación, y tiene dos momentos creativos que clasifican por etapas: la colonial y la republicana.
La etapa colonial tuvo apenas representatividad en el discurso artístico; no obstante, la etapa republicana fue antítesis en ello. El momento histórico que se vivía era espejo de las consecuencias en el ámbito creativo. La llegada de la República significó una transformación en toda la iconografía colonial, que respondía a las exigencias de representación de toda una hornada de patriotas, lo que fue válido tanto para la pintura como para la escultura.
El discurso artístico-iconográfico cespediano se sustenta en las primeras realizaciones del siglo XIX que sirvieron de base genealógica a la producción fecunda del siglo XX. Tanto en la pintura como en la escultura la representación de la historia a través de los grandes próceres, y dentro de ello, al gestor de las luchas Carlos Manuel de Céspedes, signaron la conformación de un imaginario nacionalista mediante referencias simbólicas que sustentan un discurso.
La etapa republicana –en materia de representación cespediana– supera con creces la etapa colonial, aunque tampoco puede catalogarse como cuantiosa al respecto. En ello la escultura se desarrolló en menor grado que las artes plásticas (la realización de monumentos llevaba la autorización y pertinencia de proyectos). Por tanto, la etapa de la República viene a ser como una especie de génesis en las producciones subsiguientes.
Los frutos tangibles de ese discurso artístico constituyen hoy parte del Patrimonio Cultural de la Nación. La mayor significación cultural radica en que se trata del resultado de un proceso histórico dentro de la conformación de un imaginario social-histórico-nacionalista, pilares de construcción identitaria.
Las cuestiones formo-conceptuales erigen un testimonio que más allá de la estética, el simbolismo, la tradición histórico-academicista o las particularidades representativas de las manifestaciones, hacen del discurso artístico cespediano la memoria de una producción histórica –y por ende– patrimonial.
Cuba desarrolla un amplio programa cultural en la 46 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y sus propuestas tienen gran acogida en el público argentino, aseguró hoy el jefe de la delegación de la isla, Juan Carlos Santana.
En declaraciones a Prensa Latina, el vicepresidente del Instituto Cubano del Libro resaltó la designación de La Habana como Ciudad Invitada de Honor de la cita que se extenderá hasta el 16 de este mes.
La participación de nuestro país en la Feria sobrepasó todas las expectativas. Estamos cumpliendo con un importante cronograma de presentaciones y actividades colaterales y contamos con el apoyo y solidaridad de quienes siempre apostaron por la literatura cubana en Argentina, afirmó.
En ese sentido, se refirió a la colaboración de figuras como Juan Carlos Volnovich y el director de Ediciones Colihue, Aurelio Narvaja, quienes impulsaron una iniciativa para publicar obras inéditas de 100 autores de la isla durante la crisis económica vivida en la década de 1990, tras la desintegración de la Unión de República Socialistas Soviéticas.
Esas personas hicieron realidad la colección Pinos Nuevos que dio a conocer a muchos escritores cubanos y permitió continuar nuestra tradición literaria con creadores que hoy forman parte de las personalidades de la cultura nacional, señaló.
Por otra parte, resaltó la participación del público de este país sudamericano en las propuestas realizadas por la mayor de las Antillas durante la Feria.
Los argentinos están presentes en todas las actividades que realizamos. Muchos de ellos pasan por el stand para alabar el sistema social cubano y apostar por la continuidad de la Revolución iniciada en 1959. Algunos visitaron nuestro país y aseguran estar impresionados con lo vivido allí, afirmó Santana.
El filólogo y editor precisó que los lectores buscan los textos del líder histórico Fidel Castro (1926-2016), el Héroe Nacional José Martí (1853-1895) y reconocidos escritores como José Lezama Lima (1910-1976) y Miguel Barnet.
La isla también promueve a jóvenes como Claudia Damiani, Premio Calendario 2018 y miembro de la Asociación Hermanos Saíz.
Asimismo, tienen lugar numerosas acciones para divulgar la obra del Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén (1902-1989), con el propósito de conmemorar el aniversario 120 de su natalicio y el 75 de su primera visita a Argentina.
Además de realizar conferencias sobre su papel en la poesía latinoamericana, fue colocada en las estaciones del metro capitalino una instalación que permite a los interesados escuchar los versos de Guillén en su propia voz accediendo a grabaciones mediante un código QR.
Estar aquí en Buenos Aires es para nosotros un orgullo y una obligación moral con quienes tendieron siempre su mano a Cuba, aseguró Santana.
No obstante, criticó un intento de agresión por individuos financiados desde Estados Unidos que instalaron un stand con obras de escritores disidentes e intentaron desvirtuar la imagen de la nación caribeña.
La realidad demostró todo lo contrario. Nuestra instalación no deja de ser visitada y tiene una programación mucho más completa que la prevista pues contamos con la colaboración de artistas argentinos como la trovadora Paula Ferré, indicó.
La Feria nos permitió interactuar con los presentes y borrar la imagen que se quiere dar de la existencia de una Cuba paralela. No hay manera de que las agresiones contra nuestro país tengan lugar aquí, aseveró.
De una grieta nacen estos cuentos, dice su autor y automáticamente imagino personaje tras personaje saliendo de la estrecha abertura en medio de una zona árida. Según emergen va llenándose de colores el mustio paisaje. Pasamos de cazador a presa, y viceversa, en el primer cuento que regala Deambulantes: segundo libro publicado por el sello editorial Primigenios, del escritor habanero David Martínez Balsa. Una vez más, la entrega del autor de Katabasis y Minutos de silencio afianza un estilo escritural estribado en la limpieza de una prosa firme, certera, que deja reconocer la pluma de su autor línea a línea conforme avanza.
Naturaleza marca bien la pauta de todo el cuaderno, haciéndonos saber que el entremés deja un gusto a “escudriño psicológico” muy bien llevado con el uso de la segunda persona narrativa, otra de las marcas de agua de Martínez Balsa, quien gusta además de enumerar las escenas en las historias, haciendo de tal maña un artilugio que dota al cuento de tensión, especie de recurso nemotécnico que logra surtir el efecto impacto de forma eficaz. Horacio es el primero que nace de esa hendidura, presto a volvernos caza fácil ante la gracia literaria de su autor.
«Oculto detrás del espeso matorral, aguardas el arribo de tu presa. Apenas cambias la postura; tu respiración, lenta y muy sutil, se funde con el viento, desaparece entre sus murmullos. Te has vuelto un experto en pasar desapercibido. Al principio, eras un manojo de nervios, tan inquieto que hasta un ciego repararía en ti. Meses después, hallas difícil de aceptar la extensión de tus progresos. Ya mereces el título honorario de cazador, sometido a las disciplinas del sigilo, inmune al apuro o a las necesidades básicas del cuerpo».
Si alguna duda arribó a tu mente en la primera parada, Andar entre los vivos será el impulso que catapulte tus ganas hasta el final. En este texto asomarán las primeras conclusiones sobre el libro, sin duda alguna, la profundidad de sus personajes, el rebusque constante entre sus más intrínsecas manías y tormentos, será plato fuerte en la obra, alimentando nuestro morbo.
«De pie en el borde del hoyo, Heriberto empuja el cuerpo del oficial, que rueda y se precipita al interior, junto al resto de los cadáveres. Se acomoda bien el anillo en su dedo anular. Luego, empieza a internarse en la jungla, mientras intenta revivir cada paso que dieron los miembros de su pelotón antes de la emboscada, antes de que aquel primer balazo destrozara el pecho del Navaja. Esos pasos lo devolverán a casa, le permitirán convertir esta noche en una historia que rememorar en el futuro; otra hazaña a engordar su arsenal de anécdotas de combatiente».
Los cimientos, hace un stop necesario en el libro, una especie de sombra que devuelve el aire al cuerpo cuando se camina agitado.
«Después de la placa de la sala, el dinero se fue a pique y el mismo hueco por donde escapó, se trancó y no devolvió nada más. La casa quedó a medio hacer durante casi seis meses. Te partía el alma ver aquel híbrido, mitad concreto y mitad madera, igual a un cuerpo en un largo proceso de descomposición. Los huecos abiertos en el patio para los dados, los arquitrabes de las columnas ya listos, bueno, la mayor parte, porque las cabillas se perdieron del mercado negro; algunos sacos de arena tendidos en el cuarto designado almacén temporal de materiales, el olor a cemento que no se iba sin importar cuantos cubos de agua la vieja echara y le diera haragán».
La casa adopta un poco el protagónico en este texto, donde pareciera estar uno batiendo mezcla entre aquellos hombres para fundir la placa, es lo que provoca la cercanía que abraza la primera persona escogida con oficio por su autor. No obstante, pese a la tregua que muestran sus primeras páginas, a medida que progresa el cuento, reaparece el mismo hilo conductor de todo el compendio. La naturalidad de sus personajes hace que sientas cómo te susurran al oído, vas volviéndote cómplice de aquel dato que bien jugaba a esconderse desde el principio y tantas veces se desdibujó para luego unir de a golpe todas las hebras.
Miriam llena a uno de una mezcla de sensaciones a las que se hace imposible voltear el rostro. No hay forma de escapar ante el dolor, pitan los oídos mientras la almohada se afinca en la cara de su madre. El hedor que emana del cuento se nos cuela y se aloja en el encéfalo revolviéndonos el alma. El sentimiento de complicidad toca a la puerta, deambulante, y asusta.
«En más de una ocasión alimentó la idea de detenerse, de apartar la almohada, pero las imágenes del pasado y de su futuro se estampaban una y otra vez contra sus ojos y Miriam solo conseguía apretar más y más. Al notar la ausencia de movimientos y los sonidos extintos, retiró la almohada. Un rostro macilento, roído por los años y las fauces del cáncer, le prodigaba una mirada de horror reforzada por una boca abierta, sin dientes. Miriam le cerró los ojos y colocó la almohada detrás de su cabeza. Se incorporó de súbito, presa de temblores, incapaz de controlar su respiración. Una súbita urgencia de vomitar la dirigió al baño, pero nada aconteció, salvo varias arcadas. Lavó los arañazos en su antebrazo y mientras el agua arrastraba la sangre hacia el tragante, Miriam notó la tensión desprenderse de ella cual una nube tóxica. Pronto, el alivio devoró la culpa y ya los días venideros perdieron la incertidumbre».
Uno a uno, sin chance a pestañear, siguen apretándonos fuerte los cuentos de este libro, con esa necesidad tan grande que se siente desde el inicio; es menester que escuchemos con atención, necesita decirnos algo, y lo hace. Hablar de Deambulantes, el texto que da título a la obra, me llena de pena. Un dolor me invade y llegado a este punto no seguiré reseñando en plural, no cabe, y apuesto, sin temor a equivocarme, que una vez avances hasta aquí, tampoco sentirás ganas de alejarte. Expectar desde la otredad, distante, no será una opción.
«—Sí, mientras haya alguien allá afuera, en el mundo de los vivos, que se acuerde de ti, que te mantenga en su memoria, pues entonces tus ropas nunca parecerán llenas de polvo, medio podridas, ni tú lucirás descompuesto.
—¿Y si no se acordaran de mí?
—Pues te verás más o menos parecido a la vieja esa. Aunque ella anda bien. No quieras ver los especímenes que me he encontrado yo. Pero no te preocupes, no tienes cara de ser mal tipo, estoy seguro que se acordarán de ti.
—¿Y cuándo no quede nadie?
—Si los tuyos mantienen fuerte tu recuerdo, siempre habrá alguien. Y suponiendo que la cosa se ponga bien mala, no te sofoques, ese proceso es lento».
Este, el quinto cuento del libro, hace que el folleto se reajuste el cinturón, acomode la camisa por dentro y apriete la corbata. La confabulación entre el personaje principal y su autor conduce las líneas de la historia, salta a la vista. El dolor se apropia de quien lee, nos vamos sabiendo víctimas de ese mismo derrotero algún día, quizá no muy lejano y una nostalgia tremenda anida en medio del pecho.
Bajo el sugerente título de Demonios en túnicas de hombre llega el sexto cuento, remarcando lo que ya en una entrevista comentaba sobre la atinada selección nominal de Martínez Balsa para sus obras. Con nitidez cinematográfica disfrutamos escena tras escena de esta especie de thriller literario que, aunque queda clara su naturaleza fría, no resulta en una crudeza visceral, y eso está bien, el lector siempre agradece las coherencias estilísticas y es que su autor se mantiene comedido ante ciertas tendencias donde lo gráfico tiende a sobrar cuando se ha logrado la atmósfera adecuada para que el mensaje llegue alto y claro.
Con ganas de un próximo cuento, debo admitir, arribé a DIRTY BUSINESS regodeándome en la camaradería que sentí por conocimientos afines a la temática, más, una vez en el fin de la primera escena, mis ojos se entornaron y frené de sumar inverosimilitudes en ese alter ego que se impone cuando conocemos a fondo de algo; ya no era posible reparar en tales simplezas, el texto obliga a prestar atención, toda la atención que requiere leer con esmero el ultimo cuento de un libro que tanto nos ha musitado al oído.
Con el mismo tono ecuánime de los anteriores, la limpieza estilística que ya va haciéndose notar claramente en la pluma de David Martínez Balsa, el lenguaje coloquial que caracteriza su narrativa sin rozar jamás el filo de los comodines que las jergas pueden ofrecer, ni verbo sensiblero alguno pese a los análisis que asoman en sus textos, con una pincelada de parábola quizá, llega triunfal este tercer libro del joven escritor cubano, cuyas grietas prometen seguir pariendo historias llenas de mundo.
“Cuando vengan a buscarme para ir al baile de los cojos, diré que no uso muletas, que mis piernas están intactas. Trataré de que no se note la diferencia entre la izquierda y la derecha, de que soy diferente, de que una pierna se quedó a medio camino entre mi rodilla y el suelo, que la izquierda, la del mismo lado del corazón, vive en el aire sin aterrizar. Y así, con una pierna en el aire y otra en la tierra, me juntaré con otros que como yo son imperfectos”.
El poema de Maykel, el del 9no 3 de Calendario, dejó atónitos no solo a sus compañeros de aula, a Carlos y Amalia, sino también a buena parte de los espectadores, quienes quedaron boquiabiertos y atrapados con sus versos libres. Maykel, el imperfecto, muestra en realidad que todos lo somos. Más allá de eso apuesta por el respeto a la diferencia y a las decisiones de cada cual.
Si Maykel ha cautivado a los cubanos se debe en buena parte a la interpretación del joven actor de 27 años Homero Saker. Homero no solo hizo suyo el personaje, sino que en sus propias palabras llegó a identificar el dolor de la diferencia, de la discriminación, en una sociedad con signos arraigados de machismo.
Saker comenzó en la actuación en la secundaria. ¿La responsable?, una muchacha que le gustaba mucho. “Por ella hice las pruebas de la Escuela Nacional de Arte (ENA)”, confiesa.
A pesar de que en esa ocasión no aprobó los exámenes de aptitud, uno de los directivos del jurado le aconsejó entrar al grupo de teatro Olga Alonso, de la Casa de Cultura del municipio Plaza, y así comenzó todo.
¿Cuándo debutaste en la televisión?
–Unos años después, decidido a entrar en el Instituto Superior de Arte (ISA), pues nunca aprobé la ENA, comencé a recibir clases en un taller que impartía la actriz Ketty de la Iglesia, a quien le debo mis avances. Ella fue quien me dio la confianza de seguir adelante, y bajo su dirección hice mi debut profesional en una obra de teatro y mi primer casting para la televisión, bajo la dirección de Armando Toledo, en la novela Playa Leonora.
¿Cómo llegas al personaje Maykel?
–El proceso de casting para el personaje de Maykel creo que, si no fue el más largo, fue uno de ellos. Estuve en tres rondas, con escenas diferentes. En el primer encuentro me di cuenta de que por el guion era uno de los personajes más claros. Pensé: Si yo solo he leído dos escenas y tengo una fotografía de Maykel en mi mente, Magda González Grau, Alfredo Felipe y los demás que estaban presentes deben tener un video clip de Maykel en sus cabezas.
“A pesar de que había otros actores que daban un perfil cercano al personaje, por edad y cualidades físicas, decidí entrarle con todo. Recuerdo que fui al casting vestido como Maykel, con el cinto largo que cuelga, el bolso negro, las sandalias y la camisa abotonada hasta arriba, justo como en la serie. Me dejé llevar mucho por la información que nos había dado Magda. Luego de la última prueba, que fue con Eddy Driggs (Israel), no estaba seguro de que yo fuera el seleccionado para Maykel, pero sí de que el personaje del nawe lo iba a hacer ese muchacho que en aquel momento no conocía”.
¿Qué retos trajo consigo la interpretación de Maykel?
–Interpretar a Maykel fue un reto por tener 11 años más que el personaje. Intenté adelgazar lo más que pude, no por verme débil, ya que Maykel no lo es, sino por estar lo más cercano posible a un físico de un muchacho de 15 años. A la hora de caracterizarlo busqué cómo vestirlo en cada momento, ir al detalle en cada cosa externa que me pudiera ayudar a que mi interpretación evidenciara la sensibilidad y lo especial de este personaje.
foto: Cortesía del entrevistado.
“Magda me recomendó que utilizara todo aquello que pudiera ser de alguna manera simpático o en tono de comedia, todos los pequeños momentos que hicieran que el espectador quedara atrapado de la manera de ser de este muchacho, para que, en el momento del poema, el público se sintiera parte de lo que mi personaje estaba sufriendo, y lo viviera con él.
“Por otro lado, intenté a toda costa ser lo más natural posible y que nada de lo que hiciera, ni lo más mínimo, estuviera fuera del personaje. Quería estar fuera del cliché. Luché para que cada gesto o cada palabra que saliera de mi boca estuviera lo más fiel posible a lo que Amílcar Salatti (guionista) había planteado”.
¿Qué huella dejó en ti Maykel?
–Lo más importante y significativo que me llevo de Maykel son las personas que han dedicado un tiempo de su vida para hacerme llegar sus felicitaciones y mensajes con mucho cariño, al hablar de mi trabajo y el de todos mis compañeros.
“Además, he recibido mensajes de muchos que, como Maykel, son “la manifestación de algo especial”, y de amigos y familiares que han tenido a un Maykel en su vida. El hecho de que todas esas personas se sientan identificados conmigo o que vean en mi trabajo el reflejo de algo que para ellos significa más que una simple interpretación, para mí ya lo es todo. A todos y a todas les doy las gracias”.
¿Cómo calificarías tu experiencia en Calendario?
–Mi experiencia en Calendario fue especial, la salvación para muchos de nosotros que estábamos cansados de una monotonía, de la angustia que creaba vivir de una manera diferente debido a los protocolos a seguir por cuidar nuestra salud.
“Volver a grabar, aunque fuera con todas las medidas de seguridad, daba un respiro. Sentías que regresabas de alguna forma a la normalidad. Por otro lado, conocí a grandes profesionales, tanto actores como parte del equipo técnico, que admiro mucho. Como en todo proceso de rodaje encuentras personas que te enseñan y te ofrecen herramientas para ser mejor en tu trabajo.
“Formar parte de este elenco para mí fue como cumplir una especie de sueño; no sé a mis compañeros, pero yo siempre tuve la ilusión, desde que empecé a actuar, de trabajar en una serie como esta, en la que los problemas e inquietudes de la juventud son los protagonistas. La experiencia de trabajar con todos los chicos de 9no 3 y en especial con Clarita va a ser inolvidable”.
A Homero Saker le gusta la comida criolla e italiana. En su tiempo libre disfruta salir con amigos y admira la música de Pancho Céspedes, Pablo Milanés y David Torrens, y actualmente estudia un máster en interpretación audiovisual en la Universidad de las Artes TAI, en España.
Al preguntarle sobre su posible participación en la segunda temporada de la serie Calendario, aseguró sin titubear: “No te lo puedo decir (entre risas), no me lo tienen permitido”.
“El amor tiene formas y colores; porque en silencio somos muchos; en esta vida cabe más que un solo reino y un solo discurso; yo soy la manifestación de algo especial y así de especial es mi orgullo y lo que siento.”(ALH)
El Salón de Mayo del Pabellón Cuba acoge por estos días el lanzamiento de las novedades de las editoriales de la Asociación Hermanos Saíz. Ejemplares que representan el esfuerzo, dedicación y la excelencia con la que han trabajado estos años los cinco sellos de la Organización, para garantizar el disfrute de sus lectores. Se presentan durante la trigésima Feria Internacional del Libro de La Habana, pero son los textos que permanecieron guardados y pendientes de publicación debido a la pandemia de Covid-19, que durante dos años impidió la celebración de la mayor cita literaria del país.
Hay por tanto en estas presentaciones la satisfacción del encuentro de los autores con el público, y hay ese regocijo de leer otra vez, de involucrarse con el libro abierto y sentir ese olor a recién impreso. Para devolvernos esa magia, desde la provincia de Villa Clara llegaron hasta la sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz los hacedores de Sed de Belleza.
Su coordinadora, la joven escritora Leidy González Amador, agradeció la oportunidad del intercambio y explicó que en la muestra aparecen textos de los planes editoriales del 2019, 2020 y 2021. Al presentar Por décima (e) vocación, el editor y traductor literario Edelmis Anoceto Vega, afirmó que se trata de un volumen que recoge múltiples diálogos y la excelencia en la escritura del poeta y promotor cultural Ricardo Riverón Rojas. Otro de los atractivos de la editora resulta el cuaderno de cuentos para adolescentes La Casa de los sustos y otros relatos, de Maikel Casabuena, que contiene las leyendas y los mitos rurales de su natal Calabazar de Sagua. Casabuena ostenta los premios La Edad de Oro y Herminio Almendros. Asimismo se presentaron este sábado la antología poética Narración del vértigo, del escritor español Antonio Gamoneda (Premio Miguel de Cervantes) y la novela Pueblo, de Miguel Ángel Pérez Pirela. Sobre este último, Idier García comentó que se trata de una obra “heredera de la gran tradición novelística latinoamericana”, y aunque aborda temas como las dictaduras y la relación del poder con el amor, es “una novela sobre la música”.
Con 28 años, la Editorial Sed de Belleza se distingue por seleccionar, promover y divulgar la mejor literatura joven que produce la región, sin dejar de incluir en su catálogo volúmenes reconocidos a nivel nacional e internacional.
En el marco de la trigésima edición de la Feria Internacional del Libro de la Habana, el Salón de Mayo del Pabellón Cuba acogió este viernes la presentación de varios títulos del catálogo de Ediciones La Luz editorial holguinera de la Asociación Hermanos Saíz.
La primera jornada de presentaciones de Ediciones La Luz en Feria del Libro, brindo la oportunidad a sus lectores de disfrutar de los títulos: «Yo es otro», de Frank Alejandro Cuesta, «Poses», de Norge Luis Labrada, «El libro de la extraña felicidad», de Liliana Rodríguez, «Bordes», de Reineris Betancourt, «Laminarios» de Camilo Noa, «Estática milagrosa», de Isabel Cristina, “En el último día del mundo”, del mexicano José Emilio Pacheco y «Mis rejas y mis rosales», de Mayda Pérez Gallego.
Luis Yuseff, director de la editorial, resaltó entre las propuestas la antología poética “En el último día del mundo”, del mexicano José Emilio Pacheco, Premio Cervantes de Literatura. Por su parte Erian Peña, su compilador, significó que el volumen reúne unos 135 poemas que recorren la obra de su autor, con prólogo de la también escritora mexicana y Premio Cervantes, Elena Poniatowska. “En el último día del mundo” atesora una selección de lo más representativo de su poesía para Cuba, lo cual permitirá a los lectores cubanos conocer las diferentes etapas de la obra de Pacheco.
La presencia de Ediciones La Luz en la Feria Internacional del libro de La Habana será propicia además para presentar la campaña de comunicación “Buscando el libro justo” a propósito de los 25 años de Ediciones La Luz, sello editorial fundado en 1997.
La 30 Feria Internacional del Libro de La Habana, que se extenderá hasta el 30 de abril, cuenta con la participación de más de 276 invitados de 32 países, entre ellos ilustradores, poetas, narradores y otros profesionales del sector.
Yusley Izquierdo Sierra es un joven radialista, locutor y director de programas, fundador y coordinador del encuentro y concurso de jóvenes radialistas La Vuelta Abajo, único de su tipo en la provincia, y además recientemente fue electo presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Pinar del Río.
Eres el director del programa Hecho en Casa, una propuesta sabatina que está ganando audiencias y colaboradores, ¿qué lo distingue?
“Hecho en Casa surge como proyecto de conjunto con la Asociación Hermanos Saíz. Necesitábamos un espacio para promover el quehacer de los jóvenes en Pinar del Río. Inicia en el verano de 2018 y ha estado siempre enfocado en la producción del arte joven cubano; para decir, debatir e intercambiar sobre temas culturales. Siempre hemos tratado de buscar contenidos diversos para que sea también un espacio de proposiciones, de proyectos.
“En 2021 pasa a formato de revista cultural y crece en tiempo. Ahora mismo cuenta con hora y media al aire, todos los sábados a través de Radio Guamá, desde las 3 y 30 hasta las cinco de la tarde.
“Con este formato el programa ganó muchísimo, porque además del debate se insertaron el reportaje y el comentario, a cargo de las periodistas Zorileidys Pimentel Miranda y Yanetsy Ariste, respectivamente. Creo que conseguimos unir la crítica de arte al periodismo cultural y eso fortalece muchísimo el programa y le ha valido el reconocimiento de los jóvenes escritores y artistas que sienten que tienen un espacio para dialogar, para fomentar el gusto estético en las audiencias, conocer y adentrarse en los procesos culturales y cómo se manejan en Pinar del Río; y para la promoción de la obra, porque reservamos un tiempo para eso también.
“Hecho en Casa se ha abierto a la propuesta de los asociados y así surgió la idea de Bitácoras, un segmento que Lázaro Prieto ideó como homenaje a exponentes de las artes visuales en Pinar del Río en ocasión del aniversario 35 de la AHS, el 60 de la Uneac y el 20 del Salón de Arte Joven. Eso acercó a los artistas que se veían lejos del medio por ser un solo sonoro, así rompimos estereotipos con la radio y la limitación con que las personas la perciben.
“Iniciando el 2022 estamos con una nueva entrega, Cuando cuentes cuentos, una propuesta de Yune Martínez, narradora oral, para contribuir desde la radio a no dejar morir esa tradición que se ha ido contando de generación en generación y forma parte de nuestro patrimonio.
“Y ojalá siempre cuando termine una etapa de un proyecto individual vengan artistas con nuevos proyectos, porque eso enriquece muchísimo el espacio y es la esencia de Hecho en Casa: un programa que desde la radio permita que los artistas se sientan cómodos y sientan que esa es también su casa”.
Como gestor de La Vuelta Abajo, y como joven que ha crecido dentro del medio, ¿qué crees necesita la radio hoy?
“Repensarse, dinamitarse, remover todas sus estructuras de modo tal que le permita ser contemporánea, ir a la ciencia, investigar los procesos: se ha estudiado el receptor, no siempre al emisor. No se ha visto en qué condiciones produce el producto comunicativo, bajo qué rutinas, ideologías, cultura del trabajo, que todas constituyen mediaciones del producto que se está entregando. Hay que investigar esos procesos que determinan en gran medida lo que está al aire y cómo lo reciben esos públicos, así como los procesos de retroalimentación que no siempre se articulan.”
¿Cómo es la radio que quieres hacer?
“Por contenidos, la gente busca información. Una radio que no sea repetidora de formatos de otros espacios, una radio donde se dialogue, una radio crítica, una radio donde la gente sienta y diga ‘ahí se está diciendo lo que yo quiero decir’, una radio que no sea complaciente con determinados sectores de audiencia y sí sea cuestionadora, propositiva. Una radio desde la que también se pueda encontrar soluciones a los problemas que tenemos”.
Yusley siempre quiso ser médico, pero finalmente escogió ser trabajador social. Por esos años se inició en la radio en Toque Joven, un proyecto escuela que concebía la inserción de un grupo de jóvenes para promover lo que se hacía desde diferentes sectores. Allí creció y se hizo director de programas en fechas más recientes. Igualmente le apasiona la comunicación social, una especialidad con un campo muy amplio, de la que se graduó en la universidad Hermanos Saíz.
Desde tu experiencia como comunicador social, ¿qué necesita el sector cultural en materia de Comunicación?
“Hoy se trabaja con el término ‘promoción’, pero cuando hablamos sobre ‘comunicación’ estamos entendiendo los procesos de una manera más amplia: desde esa interacción entre las instituciones que también tributan a los procesos creativos, desde esa relación que debe establecerse entre cultura y medios de comunicación y entre las instituciones o el artista independiente y sus públicos. Todo está mediado por la comunicación y hay que saber gestionarla. En tiempos de internet y redes sociales habrá que investigar cómo lograr una mejor coherencia en el trabajo de la cultura y cuánto le pueden aportar las ciencias de la comunicación.
“Esas investigaciones deben estar marcando las rutas de la comunicación y de la promoción, que no siempre es compartir contenidos con etiquetas.
“Lamentablemente, a veces no se tiene lo material y financiero para hacer todo lo que se debe, ni el recurso humano debidamente capacitado. Pinar del Río posee la desventaja de no contar con una formación de profesionales en la comunicación social y aunque sí existió la carrera por curso para trabajadores, los egresados no siempre regresaban a sus puestos de trabajo armados de elementos teóricos que permitiesen transformar esa realidad donde estaban, no siempre se exigió tampoco”.
La Asociación Hermanos Saíz, una organización a la que te has dedicado casi por entero, de la cual eres su presidente en la filial pinareña: ¿qué proyecciones de trabajo tiene para este 2022?
“El reto está en promover la obra de los Hermanos Saíz que son nuestros coterráneos y tenemos la responsabilidad de hacer que su obra se conozca en Cuba y se promueva desde el arte que hacen nuestros miembros.
“Tenemos también el reto de ser espacio para el diálogo franco, sincero, pero responsable, comprometido con el proyecto social que entre todos construimos.
“El reto de ser una organización de vanguardia, para el pensamiento, que rompa con los estereotipos y las etiquetas que se le han establecido a los jóvenes y que sea capaz de demostrar la madurez, el compromiso de quienes militan en ella.
“Tenemos el encargo de hacer que la AHS se visibilice como esa vanguardia del arte joven cubano en el contexto pinareño”.
La Asociación Hermanos Saíz da a conocer los Premios Calendario correspondientes al año 2022. Los mismos serán entregados el día 27 de abril e la Sala Nicolás Guillén del Complejo Morro Cabaña durante la Feria del Libro. Los premiados son:
Narrativa Premio: David Martínez Balsa por la novela Triple C Por su abordaje del fenómeno del bullying y sus efectos en la sociedad actual, con personajes jóvenes que afrontan el servicio militar obligatorio en el marco actual de la pandemia, a través de una narración amena y fluida. Jurado: Jesús David Curbelo, Dazra Novak y Yunier Riquenes
Ciencia ficción y fantasía Premio: José Alejandro Cantallops Vázquez por la novela El tapiz del tirano Por la apasionante problemática ético-política, y de eterna actualidad, que es su eje argumental: una reflexión sobre la naturaleza del poder de los líderes, su responsabilidad… y la de sus súbditos. Señalando, como otros méritos del texto, una caracterización compleja de los personajes protagónicos y un worldbuilding bien estructurado, junto a un lenguaje cincelado y sencillo. Mención: Darío Cisneros Borruel por el conjunto de relatos Las historias que me contó la muerte Por la originalidad de sus argumentos fantásticos, su estilo literario depurado y su apabullante dominio de la caracterización de personajes y épocas. Jurados: F. Mond, Elaine Vilar Madruga, José Miguel Sánchez (Yoss)
Ensayo Premio: Lázaro Abrahan Pérez Suárez por Mucho, señora, daría…Las fibras eróticas de José Martí Este es un texto atrevido y retador que propone una mirada desacralizada a la figura del Apóstol, enfoques con los que incluso podemos estar en desacuerdo y que precisamente provocan una lectura activa y dialógica, una que se cuestione las propuestas del propio autor y que, a la vez, revisite al Martí que nos habita y su representación social e histórica —esa que con frecuencia silencia su maravillosa humanidad Jurado: Ariel Camejo, Ariel Dacal, Lirians Gordillo
Infanto – juvenil Premio: Armando López Carralero por Duende del agua Se trata de un libro escrito principalmente en décima y romance, aborda temas cotidianos con sencillez. Mención: Giselle Lucía Navarro Delgado por Girasoles en el armario Por sus valores parciales que ameritan un trabajo por parte del poeta para concretar un cuaderno de poesía tan necesario para adolescentes. Jurado: Olga Marta Pérez, Leidy González Amador, Alberto Peraza
Poesía Premio: Darién Orlando Peña Prada por Bestia contextual Revela el nacimiento de un poeta cuya expresión rinde tributo, con una impresionante voluntad de estilo, a las formas métricas tradicionales de la poesía española; en particular del soneto cuya factura es, como se sabe, un verdadero reto a la creación literaria desde tiempos medievales. Jurado: Nancy Morejón, Arístides Vega Chapú, José Luis Serrano
Teatro Premio: Manuel Hurtado López por El Padrino (según Doubrovsky) Es un texto maduro, con una investigación de base muy consistente que se aventura dentro de una arriesgada estructura que yuxtapone historias, planos temporales, realidad, ficción y autoficción, logrando unificar las interacciones entre narrativa, evocación, acción performance y documentación con fluidez y coherencia. Jurado: Eberto García, Marcel Méndez, Yuddalis Favier