Regreso a un país que ya no existe
He seguido la producción pictórica de Raúl Morejón durante ya unos 10 años. Siendo testigo de toda su evolución y desarrollo plástico, lecturas filosóficas y textos, puedo decir sin temor al error, que es un creador verdaderamente singular en el novísimo panorama plástico cubano. Nos enfrentamos a un artista genuinamente anacrónico para su tiempo. Un “pintor doméstico”, cuyo ejercicio plástico está tan naturalizado como tomar un vaso con agua. Raúl, piensa, lee, estudia y pinta en su cuarto, justo al lado de su cama está el caballete. Su pintura se cocina bien lento y desde el silencio ha estado generado una obra, hermética, rara, salpicada del pensamiento filosófico alemán, teorías de la New Age, fotografías anónimas, revistas del período soviético, libros e imágenes rescatadas de la basura, sumado a eso numerosos objetos…
Si bien es un continuador de los presupuestos visuales de José Ángel Toircac y Gerhard Richter, dado el empleo constante de la fotografía, en efecto base de toda su pintura. Su obra sutilmente maneja una intimidad y anacronía que desde un punto de vista netamente conceptual es heredera de otra línea de pintores figurativos, en la cual podemos mentar a Fidelio Ponce y Lucien Freud.
“Variedades”, es la última serie de Morejón. En ella genera una sabia reflexión sobre nuestro presente político. Es un conjunto de piezas para la cual nuestro artista demandó de la colaboración de parte de la ciudadanía de su natal Matanzas. A esas personas les pidió, a modo de préstamo, la foto que captura el momento en el cual galopaban en el caballo mecánico del Ten Cents de la ciudad. Raúl reprodujo monocromáticamente al óleo esas imágenes, en efecto homogenizando generaciones muchas veces diferentes, a las cuales las unía algo más que el famoso aparato. Este caballo mecánico, juguete importado de los Estados Unidos, pasó sin penas ni glorias sus primeras décadas en el recinto comercial, hasta que, en los años 70, se convierte al calor del Elpidio Valdés, en un caballo mambí. Se pinta toda una escenografía a su fondo, y el conjunto se trasforma en una bella puesta en escena infantil, que no es más que la expresión de un sentir nacional, o, mejor dicho, de un proyecto nacional. Todo sabemos, que el juego es casi un ensayo, en efecto los niños en ese juguete ensayaban ser mambises.
Muchos de los infantes retratados, hoy ya no viven en la isla, algunos han tenido una vida delictiva, otros, sin embargo, sí fueron “mambises”. El mismo título de la serie “Variedades”, que curiosamente es el nombre actual del Ten Cent, nos guía fielmente en la lectura de estas obras, hablando de una heterogeneidad incapaz de divisar desde un punto de vista formal, teniendo en cuenta lo homogéneo de las piezas. Variedades alude y valga la redundancia a la variedad de vidas que esos niños han tenido, hoy ya convertidos en hombres y mujeres. Estas pinturas a diferencia de lo que pueden pensar muchos, solo son un medio, su fin no está en ellas mismas, es inmaterial. Constituye la generación de un “memento” en el cual el espectador queda completamente atrapado, el “proyecto infantil” de jugar a ser un embajador de la patria. Sin lugar a dudas es una hermosísima y poderosa reflexión, que parece preguntarnos, ¿Te acuerdas cuando esa era tu misión, recuerdas cuando ese era tu destino? Cuestionamiento que… en ausencia de respuesta, solo sirve para convertirnos en objetos de un país que ya no existe.
Resultados del concurso «Mejor es posible»





La gráfica en Vueltabajo: un poco de historia, y urgencias
La primera referencia del grabado en Pinar del Río, según documentos históricos, aparece en 1871. Se trata de dos obras realizadas por un artista de apellido Miranda, en las que se representa la antigua cárcel y el edifico del ayuntamiento, ubicado en la Plaza de Armas. Recordemos que el siglo XIX era un periodo en el que las autoridades del territorio no destinaban fondos al otorgamiento de becas para costear estudios artísticos en La Habana o en el extranjero, tampoco había una Academia de Artes en la provincia.
No fue hasta 1946 que un grupo de jóvenes graduados de la academia de San Alejandro en La Habana funda la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, para dar respuesta a la necesidad de formar artistas en Vueltabajo. Fue el cuarto centro fundado en el país con estas características, y aunque en sus primeros años no contó con el respaldo económico del gobierno, sí tuvo el apoyo de prestigiosas organizaciones civiles como el Comité Todo por Pinar del Río.

La gráfica pinareña se refuerza a mediados de los años 50 cuando parte del colectivo profesional de la Escuela de Artes Plásticas, funda el grupo Punta integrado por pintores, grabadores, escultores y dibujantes, con el objetivo de divulgar la producción de artistas pinareños y para conquistar mayores públicos mediante exposiciones, conferencias, exhibición de películas, libros, etc.
Por eso, no podemos hablar de una tradición del grabado en Pinar del Río, porque de hecho, es una manifestación relativamente joven. Aquellos artistas de más larga trayectoria que actúan hoy en la escena plástica se instruyeron en la Universidad de las Artes (ISA) y luego formaron otras generaciones en la Academia Provincial de Artes Plásticas, hasta su cierre hace poco más de una década. Pero sí podemos hablar de grabadores prominentes como Marcos González Yaver, Miguel Ángel Couret, Yasser Curbelo, Tamara Campo, José Luis Lorenzo, y otros en una muy larga lista.
No obstante, el grabado enfrenta no solo carencias materiales, porque el taller provincial, en mayor o menor medida, las atenúa, pero, es un espacio al que no se le ha sacado partido.
Hacen falta más exposiciones dedicadas únicamente a la manifestación, para potenciarla. Son necesarios encuentros entre grabadores a nivel nacional para saber dónde estamos ubicados y qué estamos haciendo respecto a otras provincias. La retroalimentación entre artistas anima la creación y la ayuda a encontrar nuevos caminos formales.
Se precisan cursos que exploten al máximo las técnicas de la gráfica menos socorridas en la provincia como la litografía, el chine collé, y aquellas resultantes del aprovechamiento tecnológico, el fotocopiado, la impresión digital, 3D y el corte laser.

Como prioridad, es urgente aprovechar el taller de grabado en Pinar del Río, enriquecer sus condiciones técnicas y materiales; y desde la institución atraer a los artistas con eficientes estrategias de comunicación, para que allí trabajen y luego expongan.
El grabado, por tendencia, se tasa con cifras inferiores en comparación a la pintura, y otras expresiones de las artes visuales. Su carácter seriado es la causa. Por tanto, es una carrera venerada por pocos debido también a la exigencia artesanal, esforzada e imprevista de su materialización. Quien hace grabado es porque realmente ama el esfuerzo que demanda.
El Centro Provincial de las Artes Plásticas y la dirección del taller de grabado en la provincia deberían tener entre sus prioridades este año el impulso a la manifestación. Aún falta mucho por hacer, para tomar el cauce que el grabado pinareño merece.
Rogert Gómez Ocano y las luces de la ciudad
La Asociación Hermanos Saíz en estos predios acoge la primera exposición de Rogert Gómez Ocano, titulada Luces de la Ciudad, donde pobladores y escenas citadinas confluyen para regalar a los espectadores una propuesta agradable.
Al decir de la crítica de arte Ana Margarita Arada Clavería, la muestra “nos llega con la fuerza de una ciudad que vive a pesar de sus sombras. Vive en los rostros de sus artistas, en la magia de los pequeños detalles, en sus lugares comunes que son patrimonio de todos”.
«Se trata de imágenes tomadas en diferentes momentos, por ejemplo, al salir de una actividad cultural, en la madrugada, y quedar sorprendido con el reflejo calmado del agua en la Fuente de las Antillas«, comenta el autor, quien se desempeña como profesor de Apreciación Audiovisual en la Universidad de Las Tunas.
Sin amarrarse a ninguna temática, Rogert profundiza en el universo de Daguerre, a partir de que varios amigos percibieran su instinto artístico y le alentaran a seguir esa ruta. En la peña Trova sin Traba, que dirige el músico Oberto Calderón el primer sábado de cada mes, el lente de Gómez Ocano ha dejado testimonio desde el 2018.
«Ves algo que te atrapa y lo capturas al instante. Después las personas te dicen si tienen determinada calidad o requisitos estéticos», apunta.
Mientras tanto, el docente de la casa de altos estudios de la provincia trata de atraer a los jóvenes hacia propuestas artísticas que eleven su cultura general integral. «Me gusta enfatizar en mis clases en el reflejo de la realidad social que se muestra en las películas cubanas. Al unísono, trato de acercar a los estudiantes al arte y la literatura.
«Mi tesis de maestría en Desarrollo Cultural Comunitario fue, precisamente, sobre cómo llegar a ellos a través del audiovisual. Hay que trabajar en el mensaje que los impacte, pues viven en un mundo dinámico, frecuentemente conectados a Internet y si haces un discurso largo no lo consumen», expresa.
Feliz de que se estrechen los lazos entre las instituciones culturales y la Universidad, Rogert intenta -asimismo- impulsar desde el aula cortos audiovisuales y ya hasta ha realizado pequeños videos que comparte en redes sociales. Igualmente, trabaja en un cuaderno de cuentos que ratifica su amor por el arte.
Este debut fotográfico en la Casa del Joven Creador le abre oficialmente las puertas al panorama cultural tunero. Esperemos por esas nuevas luces que con certeza marcarán su camino.
Beca «El Reino de este mundo» para el artista Miguel Yaimel Cosme
«Desde que escuché de esa beca, hace ya varios años, siempre soñé con algún día poder alcanzarla»; así dijo el joven artista visual santiaguero Miguel Yaimel Cosme Pérez luego de enterarse de que le había sido otorgada la Beca «El Reino de este mundo» de la Asociación Hermanos Saíz para la producción de la exposición «Discurso necesario de un Goliardo».
Luego comentó: «Es una oportunidad para que mi trabajo se visibilice en varias de las provincias del país. El proyecto consiste en una expo itinerante donde se muestra parte de mi producción artística, desde el momento en el que ingresé al Taller Aguilera, bajo la guía de mi maestro Carlos René Aguilera, y a dedicarme al arte de manera profesional».
En otro momento afirmó: «Mucho ha sido el sacrificio. Se cumple de esta manera otro de los logros de mi lista profesional. Será una oportunidad para retroalimentarme, conocer otros espacios, otros colegas. Aún falta mucho por recorrer, mientras, sigo produciendo y a la vez disfruto de los logros y del reconocimiento».
La obra de Cosme refleja un nuevo modo de visualizar al arte cubano contemporáneo; con piezas realizadas desde las diferentes técnicas, estilos y materiales que buscan a través de lo irracional y la imaginación, manifestarse más allá del entorno.
Esto lo refleja a partir de diversas temáticas que han sido fundamentales en el arte pictórico y por lo tanto en el ámbito social: el erotismo, el éxodo, el amor, la angustia, la soledad y la violencia.
La pintura, el grabado, el dibujo, la fotografía, el videoarte, la escultura y la instalación, acrecientan esa potencia expresiva del artista en cuestión convirtiéndolo en un creador prolífero, que está en constante cambio, aventurándose en el mundo de la experimentación, seguro de sí mismo y de su trabajo. Poseedor de un lenguaje propio desde sus inicios, Cosme nos enseña ver nuestra realidad con una visión diferente, personal y única.
Cosme manifestó el agradecimiento a Dios, a la Asociación Hermanos Saíz, a su familia, a su esposa y familia, a la historiadora de arte y curadora de este proyecto Anisleydi Claramunt, por su apoyo y profesionalismo, al Taller Aguilera y todos sus integrantes.
Fotografías Eróticas y Body Heat, erotismo sin tapujos
Cuerpos desnudos en poses desafiantes provocan al espectador de una manera ¿descarada? Nuestras galerías lo exhiben, lo legitiman y… ¿por qué no? ¿Dónde está el límite del erotismo? ¿Se puede hacer arte sin excitar, sin insinuar? ¿Se puede provocar siendo sutiles? ¿Si mostramos la sexualidad sin tapujos somos vulgares?
Estas preguntas rondan mi cabeza desde que se inauguró la exposición, Fotografías Eróticas, en la sede de la Uneac. Fotógrafos del proyecto Sx Fotos (Diana Santiesteban y Reyler Ávalo) y Yoandri Sardiñas Martínez se unen en una exposición cuya temática central es el erotismo. Erotismo que básicamente apunta al amor y el deseo sexual. Este es un tema característico de la historia del arte y particularmente en la fotografía es un campo tan explorado que conceptualmente a menudo se queda en lo superfluo. Pero como anota Leonardo Fuentes, uno de los curadores de la expo junto a Carlos Tamayo, en las palabras al catálogo: su contenido suele sobresaltar a manera de inmoralidad (…) se considera pervertido la incitación a algo tan natural como hacer sexo.
No había terminado de cavilar posibles respuestas cuando se expuso Body Heat en la galería Guernica de la AHS. Y ahí si se calentó mi mente. Imposible no detenerse a mirar los hombres desnudos que nos invitan a pecar, a dejarnos llevar por ese ambiente lujurioso en que el único final posible es el placer. Pero historiadora del arte al fin, después de la primera impresión recordé la expo de la Uneac, salvando las distancias estéticas y hasta conceptuales, volví al mismo punto. ¿Cuál es el límite del arte erótico? ¿Dónde se salta la línea y comienza la vulgaridad?
Pienso en el David de Miguel Ángel, en la Maja Desnuda de Goya o en Courbet y su Origen del mundo. Pienso más acá en las fotografías de Robert Mapplethorpe que alborotaron una sociedad que se esconde de sí misma. Definitivamente estas exposiciones no me escandalizan, no son pervertidas. No es un cuerpo desnudo por más profana que sea su pose quien define la vulgaridad o el erotismo. Porque los misterios están más allá, están en lo que se insinúa, lo que provoca. Y es ahí donde está mi recelo con estas exposiciones.
Pero vamos por partes. Fotografías Eróticas es solo eso: fotografías eróticas en las que se apela a posiciones, desnudos y ángulos grandilocuentes para sustentar un discurso. Y no es que esto no funcione o que no sea importante, tanto, como los contrastes, el encuadre, la escenografía, que en mayor o menor medida se logran en cada una de las imágenes. Pero una exposición es un discurso que hilvana las historias contadas individualmente en cada obra. Es un todo que aúna, que organiza, más allá de una misma temática o estética. Este punto creo que pudo solventarse en la curaduría. Yoandri Sardiñas es un fotógrafo del que es imposible no reconocer su creatividad y calidad artística. Sus fotos se reconocen a penas entramos en la galería. El uso de la luz y el color, las escenas que recrea y las que sugiere. Su estética evidentemente más consolidada que la del proyecto Sx Fotos (asunto lógico si se tiene en cuenta que solo llevan un año trabajando de conjunto) nunca llegó a integrarse orgánicamente a la otra. No se logró el necesario equilibrio en el que ambos estilos brillaran sin opacarse. Y es que el hecho de que la temática sea la misma no implica que como muestra empasten. Es innegable que los tres fotógrafos tienen inquietudes artísticas que encuentran en el erotismo su medio de expresión. Ahora la búsqueda creativa y el estudio de referentes ha de ser constante y garantizarían un necesario crecimiento conceptual que le otorgue solidez a la obra.
Body Heat llega por la misma línea del erotismo pero mucho más atrevida desde su concepción curatorial (gracias al ingenio y soluciones creativas de Lisbet Avilés y Luis Antonio González) y la exploración de temáticas homo eróticas. Esta, la primera exposición de Aram y Almir Mestre, es toda una provocación al público que para apreciarla de frente, completamente, primero debe despojarse de prejuicios. Aunque siempre hay quien la mira de reojo. Pero la mira. Porque la cuestión es que Body Heat tiene el gancho del homo erotismo donde la sigue un uso del color preciso, contrastado, que realza cada pieza y las vuelve más llamativas. Hombres de cuerpos esculturales cual efebos griegos nos miran, nos desafían, se dan placer sin pudor, porque se saben bellos, deseados, jóvenes, y no necesitan ocultar lo que son. No les importa si los miramos de frente o de reojo porque lo que les complace es que los miremos.
Y no es que Aram o Almir propongan un tema nuevo, ya lo dije, el arte está desbordado de sexualidad y erotismo, pero las llamadas orientaciones disidentes siguen siendo de los temas menos visibles en nuestras galerías y en el caso de Las Tunas es todo un suceso. Tal vez por eso Body Heat ha suscitado tanta polémica. Por prejuicios o falsa moral. Admiro la valentía de los artistas. La capacidad de defender su obra desde el arte digital, de conformar ambientes sórdidos, violentos, que envuelven y embullen al espectador en cada imagen. Aunque creo que si las obras se acompañaran de conceptos más sólidos que exploraran desde la sexualidad la relación social y la psicología de los personajes, se volvería más firme y aguda. Porque a ratos sentimos vacíos conceptuales, ideas inconexas.
Voy respondiendo las preguntas a medida que escribo. Compruebo que el arte no tiene límites como no los tiene la creación. Al final el límite está en el ser humano, artista-espectador. En su imaginación, en su creatividad, en la capacidad de decir, de tejer historias y subtextos más allá de lo invisible o evidente.
Modo Split y los Museos viajan a Marte
El espacio es un ámbito de esplendor para el ser humano donde los escenarios surrealistas deslumbran a los simples mortales que aspiran a tocar una galaxia cercana. En el pasado siglo el hombre logró alunizar, no solo en el plano físico; la mente abrió sus puertas a un espacio extra terrestre. Este periodo fue el boom de la psicodelia y los grandes eventos que, más allá de ser sueños, fueron realidades concretadas surgidas en noches surrealistas.
Modo Split y los Museos lograron llegar a Marte creando realidades psicodélicas y nuevas experiencias en el público santiaguero el pasado diciembre a través de una nueva visión de la museología. Los seres humanos podemos aterrizar en la tierra cuando bajamos de nuestros sueños. Pero, ¿cómo hacemos para llegar a Marte? La Real Academia de la Lengua Española define como “amarterizar” la acción de entrar en contacto físico con la superficie de ese planeta. Santiago de Cuba no consiguió poner los pies de forma física en dicho planeta, pero la mente, ¡logró volar!
La experiencia titulada Modo Split y los Museos viajan a Marte comenzó con la organización de la Orquesta de Cámara Esteban Salas en el parque Céspedes mientras que la música estuvo a cargo del compositor y guitarrista Aquiles Jorge. Este performance atrajo publico inquieto y curioso, que decidió parar su tránsito para ver la inusual situación.
Bajo la dirección de Marco Tulio Niño Wong los artistas demostraron que no solo la experiencia musical se logra trasmitir dentro de una sala de concierto. Hay que lograr involucrar a los espectadores con el arte y atraerlos hacia la luz de la cultura.
Un flautista de Hamelin atrajo a los mortales que, siguiendo los gritos de Pregón –poema del artista y director del Museo de la Imagen y el Sonido Demian Rabilero– fueron guiados hacia la Sala de Arte Extensión del Museo Provincial Emilio Bacardí Moreau conocido popularmente como Club San Carlos. La acción más que un discurso predeterminado fue un hecho de improvisación; el azar y las condiciones favorecieron a que el evento deslumbrara de forma sui géneris.

El espacio galerístico quedó roto cuando la curaduría demostró que no hacen falta decenas de obras para llenar las salas de arte, solo es necesario un concepto curatorial diferente que ajuste las obras al espacio. No puede existir una brecha entre la curaduría, el artista, las obras y el público, todos son una unidad indivisible de lenguaje-interpretación, donde la hermenéutica media entre el sujeto y el objeto.
Solo tres piezas se presentaron dentro de la edificación neocolonial que representa la Sala de Arte Extensión del Museo Provincial de Santiago de Cuba. En el centro de la institución artística se encontraba la pieza Esperanza en la red.
El environment de Seoane fue presentado al Salón Artes Visuales y Experimentación (SAVE) –donde ganó el gran premio– y retomado en esta exposición con un aire renovador. El trabajo artístico estaba situado en el centro de la galería por lo que obligaba al púbico a ser parte de ella en el intento de continuar observando el resto de la exposición. La re-contextualización de la obra le dio un aire diferente a la pieza ya exhibida con anterioridad; al incluir juego de luces, y utilizar mayor espacio dentro de la galería.
Al evento se presentaron dos videoartes “Esperanza en la red”, que era un trabajo audiovisual con una visualidad experimental y fue la documentación fílmica de la pieza homónima de Yuri Seoane, y “Domingo de invierno” de Demian Rabilero. Ambos audiovisuales se exhibieron en el SAVE, pero no pudieron ser visualizados por el público debido la falta de fluido eléctrico que acompañó el acto de inauguración del salón.
Unas pequeñas palabras inaugurales de Suitberto Frutos, director del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de Santiago de Cuba, rompieron la espera del público cuando las siete campanadas de la catedral de Santiago de Cuba señalaron la hora. La elocuencia no viene de recursos rebuscados y “metatrancosos” como muchos creen, el arte de la retórica es convencer a las personas con la menor cantidad de palabras, lo cual se logró en la presentación del gran environment que fue el viaje a Marte de los museos. Todo un acto de pantomima floreció con la acción de incluir una intérprete de señas que, más que tratar de llegar a un público con una determinada discapacidad se convirtió en una suerte de performance.

A esas alturas de la noche, el viaje a Marte ya había comenzado y la nave del arte estuvo en gravedad cero y fluyendo hacia su destino. Es en ese momento donde se entiende que la travesía interestelar y la idea de la construcción de la infraestructura espacial comenzó con el evento astronómico de la oposición del planeta Marte, este suceso ocurre cuando el astro alcanza la mínima distancia con la Tierra en todo el año y forma una línea recta con el Sol y nuestro planeta. Este tema fue analizado por especialistas que explicaron a los execradores el suceso cósmico a la vez que se realizó una observación astronómica guiada por Raudel Hubert.
No solo el cielo fue excusa para guiar al espectador. Al mirar el suelo una larga alfombra roja alineada con la puerta de Museo de Ambiente Histórico (Casa de Diego Velásquez) guiaba al espectador hacia su próxima experiencia. Ver el planetario dentro de un museo fue la justificación para hablar de astrología y dilucidar experiencias entre especialistas y espectadores.
A través del slogan “La museología como arte vuela” se unieron tres museos, el de la Imagen y el Sonido Bernabé Muñiz Guibernau, el Emilio Bacardí Moreau y el de Ambiente Histórico Cubano. Estas tres instituciones crearon una nueva visualidad en la curaduría espacial santiaguera e intentaron enseñar un concepto nuevo de “curaduría conceptual ambiental”.
La museología como ciencia estudia el conjunto de prácticas, técnicas y saberes relacionados con los museos. Esta ciencia debe ampliar su concepto para incluir esta experiencia totalmente diferente, donde la curaduría espacial sobrevoló el diseño convencional de las exposiciones artísticas. Realmente lo que voló fue la museografía, que renovó su discurso al vincular la visión convencional del museo a una nueva experiencia ambiental.
Lograr que el púbico asista a eventos artísticos en el panorama cultural santiaguero se hace cada vez más difícil. Debido a la situación económico-social las personas se sienten cada vez más alejadas de la vida cultural y de las instituciones.
El arte como manifestación no puede existir sin público. Si bien el aumento del desarrollo tecnológico ha abierto nuevas brechas que deben ser exploradas, no se debe ignorar el arte como experiencia vivencial. Analizar la praxis artística es complejo, y más en un país donde se hacen obras de arte indistintamente a la situación económica-política y social que existe.
Cabe preguntarse por qué los artistas siguen realizando sus obras cuando se supone que las condiciones objetivas están por encima de las subjetivas. Partiendo de la premisa de que sí se hace arte en Cuba e ignorando la situación antes planteada, podemos cuestionarnos por qué el público asiste con menos frecuencia a los espacios artísticos.
No es necesario un estudio sociológico sobre el fenómeno de la “asistencia del público” –a galerías, teatros y salas de conciertos– no especializado a eventos artísticos para llegar a la conclusión de que los cubanos en ocasiones están más interesados en cómo sobrevivir que en la parte hedonista de la humanidad. En este sentido estar vivos es el primer paso de alegría que con frecuencia se vuelve amargo con cada carencia. Tenemos oxígeno en abundancia y problemas de sobras. Entonces, ¿por qué voy a ver arte cuando tengo que buscar dinero para sobrevivir?
La crisis económica y política en la que vivimos y la inserción de las nuevas tecnologías en la isla son algunas de los factores que influyen en la participación del público en los eventos artísticos. Eso sin contar que el pueblo cubano tiene instrucción, pero adolece de cultura de consumo artístico.

Estos motivos antes expuestos –que no son los únicos– requieren de mayor profundidad de estudio, siempre desde un posicionamiento crítico. Pero la pregunta es: ¿Si las personas no consumen arte, qué podemos hacer al respecto para cambiar esta situación? Hay un viejo proverbio que asevera, “si la montaña no va a Mahoma…” entonces, por qué no llevar el arte al público. Los parques, calles, terminales, y centros de trabajos son lugares habituales donde las personas transitan o hacen estancias por un tiempo determinado. Entonces, por qué no utilizar estos lugares como grandes galerías donde los espectadores sean parte de la obra de arte.
El arte tiene que evolucionar para adaptarse al contexto social en el cual se exhibe, y para ello hay que cambiar el paradigma de la galería como caja de fósforo donde los artistas esconden sus obras con el objetivo de que el espectador vaya a buscarla para hacer un incendio. Hay que llevar el arte a otros espacios como lo logró hacer Modo Split y los Museos viajan a Marte. Hay que hacer que la vida sea una obra de arte y la mente del trabajador común –que no tiene tiempo de ir a galerías– logre involucrarse con la praxis artística.
La historia del Arte a grosso modo no es más que un cuento donde se habla de las rupturas y cambios de paradigmas. Cada estilo o movimiento artístico que se analiza es el resultado de la “negación de la negación artística”. Esto es lo que tenemos que lograr; apropiarnos de lo bueno del pasado y crear ideas nuevas que involucren al público en el proceso artístico.
No estamos hablando de algo que carezca de antecedentes. Cambiar los espacios donde se exhiben las obras artísticas es un fenómeno que se lleva realizando hace más de cincuenta años. Tenemos que apropiarnos de esas ideas para llegar al espectador. Hay que crear un environment espacial donde la museografía y la curaduría sean las herramientas para introducir la obra de arte, y la pieza sea el happening nacido entre el público y el fenómeno artístico.
Kamikazes: el negro visto por el negro
Centrar la atención en el sujeto de raza negra, desde la mirada de sus iguales, es el objetivo del artista visual
Lázaro Prieto González en su exposición personal Kamikazes, proyecto financiado por la beca de creación el Reino de este mundo, de la Asociación Hermanos Saíz.
El negro visto como ser inferior y en deterioro por los de su propia raza es el leitmotiv con que discursa el artista, quien se asume como protagonista de la puesta para poner en el debate público elementos como la marginalidad, la vulnerabilidad y la discriminación.
No es casual encontrar entre las nueve piezas que componen la muestra materiales como el papel reciclado, trozos de cable o cuero u otros objetos, hechos a mano por Lázaro a partir de desechos, que aislados pueden parecer inservibles, pero que en el contexto de la muestra son utilizados como apoyatura para construir el discurso.
Quienes asistan a la inauguración de Kamikazes el 31 de marzo próximo podrán adentrarse un mundo construido a partir de la fotografía digital, la instalación y el videoarte.
La muestra estará abierta al público los meses de marzo y abril en el Consejo Provincial de las Artes Plásticas de Pinar del Río.
Lazaro Prieto González es miembro de la UNEAC y la AHS. Ha participado en más de 85 exposiciones, varias de ellas colectivas y otras personales.
Destaca en su currículum además, la obtención de varias becas, premios y menciones dentro de los que figuran: Mención en Curaduría en el Concurso Nacional Guy Pérez Cisneros, la Beca de Creación Viridian del Centro Provincial de Artes Visuales y el Consejo Provincial de las Artes Plásticas, así como las becas de creación de los salones 20 de octubre y Tuburcio Lorenzo, y la Mención en las ediciones XXIX y XXXI del «20 de octubre».
Actualmente Prieto González es especialista del Consejo Provincial de las Artes Plásticas, vicepresidente de la AHS y jefe de su sección de Artes Visuales en Pinar del Río.
Homoerotismo en la plástica, con ojos de equidad
Almir Ulises y Aram Joao Mestre León son gemelos que comparten la misma pasión por las artes plásticas y similares derroteros en la creación. Recientemente se convirtieron en miembros de la Asociación Hermanos Saíz, institución que abrió las puertas también a su exposición bipersonal Body Heat, que exhibe actualmente la Casa del Joven Creador.
Desde el contenido, la muestra deviene un canto contra la homofobia, una lucha por la aceptación de la diversidad en cuanto a orientación de género, con obras cargadas de erotismo, unas veces más sutiles y otras más osadas, pero todas tocadas por el mismo hilo conductor que rompe las cadenas de los prejuicios y la discriminación.
Al decir de la crítica de arte Lisbeth Méndez Cedeño, «dentro del panorama cultural, la temática homoerótica ha sido expuesta en su condición más pura y natural, revelando desde el arte los rasgos y detalles de la singularidad que la compone». Y menciona poéticas como las emanadas en Cuba, a finales del siglo XX, de cuadros de Rocío García, Alexis Álvarez y Eduardo Hernández Santos.
La figura masculina desnuda es el eje esencial de las 16 piezas que conforman la expo, donde a veces aparecen seres fantásticos, impregnando al producto final una mezcla de modernidad y tradición. En ese sentido, explica Aram: «Se aprecian vestigios de la influencia de la animación manga, principalmente por la forma en la que dibujo los ojos y también porque desde niño he tenido una especie de adoración por criaturas mitológicas como las sirenas».
Otro de los rasgos que llama la atención del espectador es el empleo de tonalidades intensas en varias de las obras. A propósito comenta Almir: «Es notable el uso de colores muy saturados para dotar de vida a las creaciones. Mi hermano fue el principal impulsor en este apartado. En cuanto a mí, el amor que siento por la naturaleza se abre paso en muchas de las ilustraciones, desde representar solo una flor en el suelo o un pequeño colibrí, hasta mezclar al ser humano con la flora y la fauna. Todo ser vivo posee una belleza única, nos entrelazamos de una manera u otra, y mi arte habla de esa conexión».
Ellos abrazan el arte digital para dar vida a las ilustraciones, con el empleo del software Photoshop, sin desdeñar en el proceso los bocetos realizados a lápiz. Sin embargo, y aunque poseen puntos de contacto entre sí, «una vez que el público se familiariza con nuestro arte es fácil diferenciar quién es el autor de cada pieza», apunta Almir.
Él narra que desde temprana edad a ambos les interesaron las artes plásticas, que incluso participaron en diferentes concursos y hoy, aunque son autodidactas, invierten «incontables horas para conseguir que nuestra visión quede plasmada en la pantalla». Además, aclara, «siempre realizamos nuestros bocetos en papel y los escaneamos luego. El medio digital no es una carencia, sino la herramienta apropiada para consolidar lo que aparece en nuestra imaginación».
Agradecidos de todos los que hicieron posible la muestra (desde el actor Matthew Pippin que sugirió el título), los creadores conminan al público a llegarse hasta la sede tunera de la AHS durante este mes, en el que estará expuesta. Coinciden en la importancia de educar a la población sobre el respeto a las diferencias, el papel fundamental del Código de las Familias para ese entendimiento y la importancia de visibilizar la temática en los medios de comunicación.
«Es nuestro aporte a la batalla por eliminar prejuicios que son heredados de otras generaciones y que deberían permanecer en el pasado», destaca Aram. «Se trata de ese paso para normalizar algo que forma parte de la cotidianidad y no debería ser tabú. Obviamente, no estamos siendo revolucionarios o innovadores en cuanto a la representación del homoerotismo en las artes plásticas, sencillamente esta es nuestra manera de sentir», agrega Almir.
Dos exposiciones colectivas como parte del Salón de artes plásticas Guernica y otra compartida en el centro cultural Huellas sirven de antesala a la actual propuesta de estos jóvenes, para quienes el arte es «una actividad que permite embellecer el día a día, una vía para explorar sentimientos y unir a las personas» (Aram); «una manera de ver la vida, de entablar relaciones con las personas; una forma de convertir lo que nos ocurre, sea negativo o positivo, en combustible para seguir creando» (Almir).
A ritmo de rock se tatúa en Bayamo
Como antesala de la XVIII edición del evento Rock de la Loma, se realiza desde este 27 de febrero una Feria de Tatuajes y Artesanía en la sede de la filial de la Asociación Hermanos Saíz de Bayamo.
En la Casa del Joven Creador del territorio, jóvenes tatuadores brindan su talento a quienes para impregnar en su piel dibujos con simbolismo propio del heavy metal.

“Como tatuador, el metal me conecta con el trabajo, y para el cliente se convierte en algo emotivo. En el arte, la música y la pintura van estrechamente ligadas. Por tanto, el rock y el tatuaje siempre deben andar juntos”, declara Jailer Pérez López.
Yudisleidis Guerra Sosa, primera persona en ser tatuada, descubre un arte en esta práctica ancestral, que acompañada de heavy metal otorga un nuevo sentido a los diseños.

Entre otras actividades preevento del Rock de la Loma, se encuentran conferencias sobre la historia de este género musical, proyección de audiovisuales, venta de artesanías e intercambios en las comunidades.
La actual edición del evento nacional de promotores de rock se desarrollará en Bayamo del 3 al 5 de marzo. En su programa contempla visitas a sitios históricos, presentación de libros, paneles y conciertos de las agrupaciones Eskortey, Metástasis, Spíritu Libre y Sex By Manipulation.