Sandra Cuba Montoya


Lo más genuino de nuestra trova

Desde 1964, ha sido siempre el mes de marzo la fecha escogida para la realización, en Santiago de Cuba, del Festival Internacional de la Trova Pepe Sánchez, considerado el más antiguo de Cuba. Siempre en celebración del Día de la Trova y los Trovadores, 19 de marzo, fecha de nacimiento de José Sánchez (Pepe Sánchez), maestro de la trova y creador del primer bolero grabado en 1883 “Tristeza”, en esta edición el Festival está dedicado al aniversario 35 de la Asociación Hermanos Saíz y al destacado músico Alejandro Almenares.

cortesía del entrevistado

Decir Alejandro Almenares trae a mí recuerdos muy lindos de una infancia feliz. El acercamiento a la buena música, mi primer pentagrama, la emoción de mis acordes en una guitarra hecha con sus propias manos, las improvisaciones en las descargas familiares. Y aunque después de los estudios musicales el periodismo me atrapó, agradeceré siempre su guía y paciencia. Es un enorme placer conocerle, así que le propongo acercarnos a sus orígenes.

cortesía del entrevistado

Músico “santiaguerísimo”, portador de un estilo peculiar de interpretación en la guitarra, el tres y el requinto, Alejandro Almenares siempre afirma que de su padre lo aprendió todo, del gran músico Ángel Almenares Guirola –importante guitarrista y compositor santiaguero de mediados del siglo XX–. Cuenta con orgullo que a menudo su casa se llenaba de músicos que iban a compartir con su padre: Sindo Garay, Miguel Matamoros, Ñico Saquito; “crecí en ese mundo, donde se hablaba todo el tiempo de música”.

cortesía del entrevistado

Varias veces escuché las anécdotas de los 13 de marzo de cada año, cuando le hacían serenatas a su padre para esperar el cumpleaños: “casi siempre se amanecía, y yo sin pegar un ojo, con miedo a perderme algo, escuchando atento a esos inmortales”. Crecí en ese mundo, en mi hogar conocí a otros grandes”.

Jocosamente dice que cree haber nacido con una guitarra debajo del brazo, y es que a los siete años fabricó su primera guitarrita con caja de tabaco: “me llamaba la atención un poco la carpintería, así que agarré un buen día un cuchillo, una segueta, reutilicé los pedazos que quedaban de las cuerdas que se le reventaban a mi padre, y con mucha paciencia y dedicación la armé”. A partir de ese momento sus dotes como diestro lutier crecieron, al igual que la fama que lo persigue hasta hoy.

cortesía del entrevistado

Hace mucho tiempo que perdió la cuenta de los instrumentos que ha fabricado, ajustado o reparado. Confiesa que su secreto está en la utilidad y no en la belleza: “quienes los han tocado, siempre opinan que no saben cómo me las arreglo para que mis instrumentos estén al quilo”. Hace aproximadamente 50 años lo acompaña su requinto, y sigue intacto, como el primer día: “sabes que ni lo pulimento ni nada, pero ha caminado el mundo y no se desafina”

Con mucho cariño recuerdo su insistencia porque estudiara, solía decirme que no se había graduado de nada por falta de tiempo, que “aquella etapa estaba dura y había que lucharse los quilos”.

En el tiempo que su padre trabajaba la barbería, él aprovechaba su instrumento para acercarse y aprender. Eso lo fue entrenando, además, gustaba de escuchar radio y estar muy pendiente de los arreglos musicales de su padre y las consultas de sus amigos.

cortesía del entrevistado

Ya con 13 años se hizo un guitarrita de cuatro cuerdas, y un día sorprendió a su padre pidiéndole que lo acompañara con la suya: “toca cualquiera de tus canciones, papá”.  Emocionado, siempre cuenta, que en aquel momento su madre se echó a reír primero y luego rompió a llorar cuando descubrió su talento para tocar la guitarra prima. A partir de ahí despegó su carrera musical, acompañando a su padre o en sus propios grupos.

cortesía del entrevistado

Ha recorrido muchos países defendiendo la música tradicional cubana e incentivando a la nueva generación a acercarse, escuchar y aprender. Músico inigualable, de fama internacional, sin perder la simpleza de su andar y lo peculiar de su sonrisa, sin verle diferente atravesar las calles de su Tivolí querido.

Hoy asegura que su segundo hogar sigue siendo La Casa de la Trova y agradece a Santiago de Cuba por el amor que desde siempre le ha profesado su gente. Gracias a ti, Alejandro Almenares, por ser lo más genuino de nuestra trova.



«En Rostros está la magia»

El escritor es un artista que expresa en sus obras literarias lo que el pintor hace en su lienzo, lo que el fotógrafo capta con sus ojos mecánicos, lo que el actor expresa con su cuerpo.

Tal vez nuestra cercanía disfraza lo trascendental de su obra ante mis ojos. La reciente publicación de su primer libro “Rostros” desató en mí esa sed periodística de indagar, descubrir y compartir. Una genuina joven santiaguera, mujer de avanzada, y no sólo en la literatura, es Lisbeth Lima Hechavarría. 

De bióloga a escritora en Santiago de Cuba

cortesía de la entrevistada

En mi vida siempre primero fue el arte. Ni siquiera la literatura, sino el arte en toda su expresión. De niña quería ser bailarina, bailar me apasiona, me relaja, incluso me ayuda a encontrar la inspiración. Luego la música me cautivó por completo y comencé a tomar clases de canto. Formé parte durante un tiempo del prestigioso coro Orfeon Santiago bajo la dirección del maestro Electo Silva.

Ya en la secundaria la literatura fue ganando terreno, pero no me aparté nunca de la música ni las demás manifestaciones del arte, incluso en noveno grado intenté entrar en la Academia de Teatro Joaquín Tejada. Recuerdo que convencí a mi madre después de mucho diálogo, que casi siempre terminaban en un clásico “te dije que no”, y me llevó a hacer las pruebas, pero no fui seleccionada.

Aquello no amilanó mis ganas de ser artista, sino todo lo contrario, aunque nunca me aparté de los estudios, por ello seguí cursando el pre universitario, comencé entonces las clases de guitarra en la Lauro Fuentes y junto a mi amigo Yohan Bulgar Munder, hoy arreglista musical, compositor y bajista del grupo D’Nova, pasé a formar parte de un grupo musical de aficionados con el que nos presentábamos los fines de semana en las actividades de la ciudad y algunos jueves o viernes en la Casa de la trova. Fue una etapa linda que disfruté muchísimo.

A los 17 años escribí quince páginas de una historia (hoy proyecto de novela) para entrar al Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, convocatoria que conocí gracias al maestro Reynaldo García Blanco en su taller de los sábados: Aula de poesía. Nunca antes había ni siquiera tecleado en una computadora mis creaciones, y en una de las salas del Palacio de Computación preparé aquellas cuartillas de Reencontrándome para la Onelio. Ya por aquel entonces había terminado de escribir Alexa, a los catorce años, mi primera obra. La emoción que sentí cuando supe que había quedado seleccionada, fue inmensa. Comenzaba a sentirme parte de algo dentro del mundo literario.

cortesía de la entrevistada

La Biología fue algo con poco tiempo de análisis. Digamos tal vez un año antes de las pruebas de ingreso a la universidad. Quizá unos meses más, pero poco en comparación a mi vocación por el arte. No obstante, sentía que de todas las opciones que ofrecían los estudios en el nivel superior, las ciencias me apasionaban, a pesar de las matemáticas. Las letras también, pero no les auguraba un futuro próspero en Cuba a las ramas sociales y humanísticas, proyectaba menos lúcida esa opción a pesar de mi amor por la literatura, además de que siempre me ha gustado ponerme retos y superarme constantemente así que hacer bifurcar mis vocaciones sería sólo el comienzo de ello. 

Hoy felizmente soy Licenciada en Biología por la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba. Trabajé biodiversidad los primeros tres años de la carrera, luego comencé a especializar en Antropología Física y es la línea investigativa que trabajo y en la que realizo la maestría y proyecto el doctorado.

Lo que sí puedo asegurar es que ambas profesiones me apasionan inmensamente y me creo capaz de poder llevarlas a la par. Tal vez un día me toque decidir, pero por el momento espero seguir siendo can de varios trillos.

La Asociación Hermanos Saíz y sus oportunidades

A la AHS entré en abril de 2016. Una vez terminada la Onelio (2014) y avanzado un poco la creación literaria, quien por aquella época fuera el Jefe de Sección de Literatura: el amigo y colega Rodolfo Tamayo Castellanos, me habló del crecimiento y me creyó con potencialidades para integrar las filas de la organización. Desde entonces puedo admitir que he sido estimulada como creadora en numerosas ocasiones con la invitación a eventos dentro y fuera de la provincia, a peñas literarias, he formado parte del programa de la Feria Internacional del libro y de programas colaterales de otras importantes actividades en la ciudad.

cortesía de la entrevistada

Como parte de los objetivos implementados para la promoción de los asociados he contado con capsulas promocionales y siempre con la bienvenida para la realización e integración a novedosos y entusiastas proyectos. Tal es así que hoy cuento, entre otros, con el proyecto de espacio literario El Escriba, peña y página web que ayuda a la promoción y comprensión de los géneros literarios en Cuba, así como de sus principales exponentes, a través de entrevistas y debates temáticos.

Ser miembro de Asociación que integra a la joven vanguardia artística en el país es y siempre será un honor para mí pese a cualquier contratiempo. Sentirnos parte de algo que mueve los sentimientos de una nación, como lo es el arte, siempre valdrá la pena, y por ello hoy, en mis funciones desempeñadas como Jefa de la Sección de Literatura y actual Vicepresidenta de la filial santiaguera, siento que puedo retribuir un poco de todo ese apoyo que he recibido e impulsar la carrera artística de muchos otros desde el apeo al funcionamiento orgánico de la institución.

Madre, esposa, hermana, hija, escritora, editora, antropóloga, vicepresidenta… ¿Cómo te la ingenias para llevar todo a la par?

cortesía de la entrevistada

Me las apaño. No sé cómo, la verdad, pero lo consigo. Sobre todo, con mucha disposición, mucha fuerza de voluntad, mucho amor por lo que hago. Decirte que lo llevo fácil sería a todas luces una gran falacia, me cuesta, me cuesta mucho, pero siempre pienso en que nada se logra sino con sistematicidad y entrega. «Constancia es resultado», me dice siempre un buen amigo.

Ser madre desde hace un año y medio me ha impuesto retos adicionales con los que he tenido, como toda mamá trabajadora, que aprender a lidiar. Todos sabemos lo que impone la responsabilidad de una casa, la familia, quien también demanda atención, sobre todo en los tiempos que corren, tan convulsos, tan sufribles… pero siento que el trabajo es mi vía de escape; que yo no lo llamaría trabajo, un poco por los significados de impostura que se le han asignado a ese término, pues lo que hago me genera un inmenso placer, me siento dichosa al poder desempeñarme en lo que me gusta, poder vivir de las profesiones para las cuales estudié. Puedo decir sin miedo a equivocarme que ese privilegio no todos lo conocen.

En esto de ingeniármelas para repartirme las funciones, pues también creo que juega un papel importante el que me he acostumbrado a trabajar bajo presión. Ya no sé hacerlo de otro modo. Dicen que todos tenemos mañas, una especie de rutina, a veces hasta morbo a la hora de escribir, de crear, en mi caso ya es ese: el trabajar bajo presión. Escribo en las notas del móvil mientras balanceo al niño a las doce de la noche, mientras remuevo el sofrito de los frijoles, me ejercito mientras le invento historias al niño y aun cuando no estoy frente al papel en blanco igual estoy creando. Busco en cada cosa que hago retazos de historias.         

Rostros y las publicaciones anteriores…

cortesía de la entrevistada

Siempre me será infinitamente grato volver a las páginas de mi primer libro publicado y redescubrirme en ellas. Los cuentos compilados en ese volumen llevan mucho de mí, la mayoría tienen más de seis años. Significan inicio, crecimiento y por qué no, también escuela. Rostros tiene la magia, diría yo, de hacer que nos miremos desde adentro. A fin de cuentas, sus personajes no son más que el reflejo de nosotros mismos en situaciones cercanas, situaciones que escuchamos en boca de uno, de otro, que nos llegan y nos conciernen a veces más de lo que creemos o queremos admitir. Erotismo, sexo, amor, desamor, es el convite entre esas páginas, donde pongo fin a una etapa creativa inicial de mi carrera como escritora y doy paso, feliz ante lo concebido, a una nueva fase escritural.

Respecto a mis otras publicaciones: desde mediados del pasado año 2020 hasta la fecha no han sido pocas todas las publicaciones que he logrado obtener. Ya sobrepasan las veinte y cinco, entre cuentos, poesía, artículos, reseñas y entrevistas en disímiles revistas de México, España, Colombia, Ecuador, EE.UU etc. Ha sido una etapa muy fructífera. También he logrado publicar en revistas cubanas como Claustrofobias, Isliada, El Caimán Barbudo y La Jiribilla, y eso me ha hecho muy feliz. 

Hablemos de tu peña literaria El Escriba

Una mañana de julio del pasado año el presidente de la filial santiaguera de la Asociación Hermanos Saíz, Juan Edilberto Sosa, me contactó para ayudar a idear algunos proyectos con el fin de retomar en la etapa postcovid la vida orgánica de la organización y levantar de nuevo la programación en la sección de literatura. Así surgió la Peña Literaria “El Escriba”, espacio concebido para la apreciación y promoción de escritores y sus obras, siempre debatiendo sobre un género o subgénero literario distinto a través del intercambio con los principales exponentes jóvenes del país, la cual tuvo su primera edición en agosto y se mantiene mensualmente siempre los primeros viernes de cada mes a las cinco de la tarde.

cortesía de la entrevistada

Desde el mes de enero del presente año, ante la agravante situación epidemiológica en la provincia y luego en todo el país, nos ha tocado reinventarnos la programación de la Asociación desde las redes, y como siempre digo: debemos aprender a sacar de todo, incluso de lo malo lo mejor, por ello siento que esta etapa nos ha hecho crecernos.

El Escriba no se ha quedado atrás, ya este mes de marzo será la octava edición del espacio y la tercera realizada de forma online, lo cual ha sido una experiencia enriquecedora que me ha permitido llegar a un público más amplio y diverso con el cual la interacción a través de las redes ha sido fortuita y retroalimenta la peña de un modo muy dinámico a través de entrevistas por video llamadas y streaming subidos directamente a la página de Facebook de la peña, y luego compartido y reseñado en todos los demás espacios de la AHS de Santiago de Cuba.

Hasta el momento escritores de la talla de Rodolfo Tamayo castellanos, Juan Edilberto Sosa Torres, Yunier Riquenes García, Yansy Sánchez, Reynier Rodríguez, María de Jesús Chávez Vilorio, Abel Guelmes Roblejo y ahora en marzo, dedicado al Día internacional de la mujer, la joven y multilaureada escritora habanera Barbarella D’ Acevedo será la próxima invitada. Realmente me siento muy feliz con los resultados del proyecto y agradezco a la Asociación Hermanos Saíz por la oportunidad de llevarlo a cabo bajo su producción y asesoría en materia de comunicación.

Proyecciones futuras

Trabajo en dos proyectos de libros, que como ya mencionaba al inicio de la entrevista, no tienen mucho que ver con este libro inicial Rostros, es el caso de un compendio de cuentos que posiblemente lleve el título de su primera obra: Cifras, sobre historias de vida y muerte en varias partes del mundo durante tantos meses de pandemia. El otro en proceso creativo es un proyecto de cuentos que hacen alusión a enfermedades mentales raras el cual tentativamente puede llamarse Nece(si)dades, nombre del segundo relato.

cortesía de la entrevistada

Matices de Vida, mi tercer libro, está bajo evaluación editorial en México, ojalá y sea positivo el dictamen. También estoy a la espera impaciente de que salga ya al mercado De amor y otras aberraciones bajo el sello editorial Letra Latina. Estoy terminando de editar ahora el que sería mi cuarto libro: Bestias Interiores, para el cual acaban de mandarme una propuesta editorial en Ecuador, con contrato anexado para posibles reediciones traducido al italiano, el inglés y el rumano.

Las plumas que entre sus dedos desliza, su inseparable compañera, la tinta, y entre hojas, entreteje historias fascinantes que asombran a un lector sediento, como yo. Cada día nos impresiona más, nos transporta a un mundo mágico lleno de fantasías y de tantas historias que nos enriquecen la vida.

Gracias Lisbeth, en tus obras has expresado los sueños, vivencias, ilusiones e inspiraciones de tu vida y la de otros, expresiones que perdurarán a través del tiempo y que se quedarán en los libros que pasarán de una generación a otra, aunque siempre afirmemos que En Rostro está la magia.

cortesía de la entrevistada

cortesía de la entrevistada



Compás #4: Al final del pentagrama (+Fotos)

Infinitos son los compases del jazz cubano contemporáneo que hoy cultivan nuestros jóvenes músicos, fieles siempre a su raíz. Una mezcla explosiva de excelentes exponentes del género ha participado en la octava edición del Festival Jazz Namá, desde las redes sociales.

pianista Carlos Javier Alcántara Díaz. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

Con una sui géneris descarga musical, concluyó el evento, que reúne a jazzistas de latitudes diversas, para la visualización, integración y reconocimiento cultural de este género musical. Encuentro que propicia cada febrero la filial santiaguera de la Asociación Hermanos Saíz.

En la cuarta y última jornada del Festival llegó al escenario virtual el prometedor pianista Carlos Javier Alcántara Díaz. Siempre explosivo en el piano e impetuoso en los arreglos, esta vez junto al bajista, también santiaguero, Wilfredo Fuentes; se presentaron como el dúo Consortes Jazz.

Más de 13 600 kilómetros nos separan hoy de esos talentosos jóvenes, distancia irrisoria cuando de Internet se trata. Ellos aseguran que: El color cubano de su música es con influencia de nuestro Santiago: la trova, el son, el changüí, el nengón; todo eso, aunque uno no quiera, está ahí, obligatoriamente lo sientes, lo palpas todo, siempre está alrededor.

Ya veterano en el Jazz Namá, el joven percusionista Yordis Baute se sumó a esta edición, defendiendo que: Me gusta el arte que sale del corazón, el que muestra la realidad interior del que la práctica, no el que se hace por conveniencia, sino el que tiene su propia voz, sin importar lo que diga o cómo se manifieste, pero que sea genuino y sincero.  

dúo Consortes Jazz. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

El cuarteto de saxofones Confluencias Sax, ganador del primer premio en pequeño formato del Jojazz 2020, estuvo una vez más en el evento, representado por Lázaro Alejandro del Valle, baritonista de la agrupación. El también estudiante de cuarto año del Conservatorio Esteban Salas de la urbe santiaguera agradeció, en su cápsula promocional Jazz Namá Plus, la existencia de un festival de tal magnitud y esencia, en la tercera ocasión que participa.

Aunque el joven jazzista Albertico Lescay, hijo del afamado artista santiaguero de la plástica Alberto Lescay, no siguió exactamente los senderos pictóricos de su padre, de cierta manera es también un artista de la plástica. Dibuja con nuevas formas sonoras las actuales tendencias jazzísticas, imprimiéndole a ese movimiento frescura y cubanía, mezclados con elementos folclóricos propios de su natal Santiago de Cuba.

Detrás de la realización de todo lo vivido en estos días hay muchas personas sin las cuales hubiese sido imposible realizar esta edición del Jazz Namá. El coordinador del evento, el joven músico y director del grupo DNova y vicepresidente de la AHS en el territorio, Erick Pérez Martín, expresó:

jazzista Albertico Lescay. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

El comité organizador lleva alrededor de tres meses accionando para lograr el cumplimiento de las actividades que nos propusimos inicialmente, e ineludible debemos agradecer a todos los músicos que nos acompañaron en esta travesía, a la AHS Nacional, a la Dirección Provincial de Cultura, a la productora audiovisual Lía Videos y su enlace de alcance nacional Streaming Cuba, a la Empresa de Grabaciones Musicales EGREM y su director Marcos Camping, a los trabajadores del Iris Jazz Club, a Raúl Capote, a Rubén Aja Garí y Buena Luz Producciones, y a todos los creadores que confiaron en la idea de este Festival.

Lázaro Alejandro del Valle, baritonista de la agrupación. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

Y aunque llegamos al final del pentagrama, para esta edición, estamos convencidos de que seguirán sonando los mejores compases del jazz en Cuba y el resto del mundo. Talento y ganas sobran a nuestros jóvenes músicos. Nos vemos en el 2022 ¡Hágase la música! ¡Y que todos los caminos nos conduzcan a la raíz!

jazzista Albertico Lescay. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

dúo Consortes Jazz. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

percusionista Yordis Baute. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba



Compás #3: Santiago: cuna de la música (+Galería y programa)

Santiago de Cuba atesora un patrimonio musical extraordinario, y no se trata de una exaltación a ultranza, hay muchos argumentos tangibles para demostrarlo. El espíritu alegre del santiaguero brota al compás de la buena música.

Esta ciudad es indudablemente manantial de la cultura afrocubana, desde donde bebe el jazz que cultivan hoy nuestros músicos, presentes en la octava edición del Festival Jazz Namá. Evento que desde el pasado día 25 y hasta este 28 de febrero reúne a exponentes del género dentro y fuera de Cuba.

fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

Las tres jornadas que han transcurrido del Festival demuestran que en esta edición, el evento trae al escenario virtual una combinación explosiva de artistas consagrados y jóvenes músicos. Del patio, con sus “santiaguerías”, se presentaron los prometedores artistas José Ernesto González, Giselle Lage Giln e Iván Sánchez Guardiola, excelentes exponentes del género.

Desde el principio apoyó la idea y obsequió a los organizadores del evento el tema challenge del Festival, Alias “Proyecto VT”, José Ernesto González Ulloa, de origen santiaguero radicado en La Habana; es graduado de nivel superior de viola y violín, y domina también el piano. Con la experiencia de haber tomado cursos de improvisación de jazz y de música electrónica, son estos los géneros de su preferencia, además de los ritmos cubanos.

Limpieza y serenidad en sus interpretaciones describen a Giselle Lage Gil, joven cantante, compositora y pianista santiaguera, quien “adereza con su voz una ciudad; en el piano conquista el silencio y nos devuelve sus melodías como un regalo, como una sublime confesión de que la belleza aún existe”. Así nos la describe el periodista Jorge Albear Brito.

José Ernesto González Ulloa. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

El Iris Jazz Club fue el escenario propicio para que la figura femenina del evento capturara para la eternidad su música en una cápsula promocional Jazz Namá Plus y nos deleitara, después de tanto tiempo de confinamiento, de su dulce voz y su intensidad al piano, como una caricia necesaria. Sorprendió al cierre del concierto, con una canción musicalizada por ella y compuesta por su madre (Sara Gil), sobre el amor en tiempos de distanciamiento social.

Abrazando su saxofón me asegura que vive por ella… y es que la música es la protagonista de las mayores y mejores emociones de su vida, guía sus días y ocupa todo su tiempo y talento.

Músico instrumentista, compositor y arreglista es el joven Iván Ariel Sánchez Guardiola, integrante y director del grupo Influencia de Santiago de Cuba. Ha compartido escenario con reconocidas figuras del Jazz cubano… y como parte del programa online del Festival Jazz Namá, disfrutamos de su improvisación sobre el tema challenge del encuentro y un material audiovisual, donde ofrece algunas valoraciones sobre el evento.

Giselle Lage Gil, joven cantante, compositora y pianista santiaguera. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

Músico instrumentista, compositor y arreglista es el joven Iván Ariel Sánchez Guardiola, integrante y director del grupo Influencia de Santiago de Cuba. fotos cortesía de la ahs de santiago de cuba/archivo

No hay duda que la música cubana es especial, tiene un sabor y un ritmo único. La música es un componente esencial de la espiritualidad del cubano. En su sangre corre una mezcla de aborigen, español, africano, mulato. De ella heredamos una cultura mestiza que se caracteriza por el arraigo a las tradiciones artísticas, firme bastión de esa identidad que siempre cultivaremos.



Compás #2: Salvando la memoria (+ Galería)

Una nueva travesía musical desde el ciberespacio, ha sido la segunda jornada del Jazz Namá. El evento se acercó a quien cariñosamente llamamos Miguelón, reconocido percusionista matancero,  miembro de la UNEAC, profesor y promotor del jazz cubano. Una merecida cápsula Jazz Namá Plus para Miguel Rodríguez Zulueta, director del grupo Mestizaje, uno de los mayores exponentes del AfroJazz cubano, que prestigia el festival.

Rodríguez Zulueta (Miguelón)

“No podría contarse la historia cultural de Santiago de Cuba sin hacer referencia a la Casa del Caribe. Como institución rectora de los estudios sobre los procesos socio-culturales de la región, su hacer ha significado un enlace con otros pueblos con los cuales compartimos ideas, ancestros, motivaciones y color”. Fueron algunas de las palabras que escribiera Juan Edilberto Sosa Torres, presidente de la AHS en la provincia, para la entrega del reconocimiento por los 40 años de la Fiesta del Fuego. Momento especial de la jornada que fue transmitido en vivo.

entrega de reconocimientos

“Para mí el amor es la llave de todo, el motor del mundo, es la energía secreta detrás de cada nota que toco”. Bajo esa premisa vive y hace buena música David Gómez Cruz, estudiante de saxofón del conservatorio Esteban Salas, en la urbe santiaguera. Un joven al cual su talento e inquietud musical lo acercaron al jazz.

El documental Bitácora, de la AHS en la Ciudad Héroe, le dio la oportunidad de visualizar su obra y darle la certeza de estar transitando por los caminos correctos dentro del amplio espectro de la música cubana. Así demostró en su cápsula promocional Jazz Namá Plus y en su improvisación sobre el tema challenge del Festival.

Pero David no está solo, dirige el grupo DjazzVi, impetuosos jóvenes que aportan singular cubanía al jazz, así demostraron en su concierto “A tocar con manana que no hay más ná.”

Esta edición del Festival Jazz Namá propone un reto de interpretación musical, la invitación ya está en las redes, y el grupo Influencia Jazz Trío también aceptó el desafío de improvisar sobre el tema challenge del evento, compuesto por José Ernesto González.

David Gómez Cruz, director del grupo DjazzVi

David Gómez Cruz, director del grupo DjazzVi

El guitarrista Andy Garcia Ginoris, director de la agrupación matancera, comenta al Portal del Arte Joven Cubano: “Hacemos música porque nos nace y es la forma que tenemos de expresarnos y dar a conocer quiénes somos”. Y en esta octava edición del Festival, sus tres momentos les permitieron demostrar quiénes eran dentro del panorama musical cubano.

grupo Influencia Jazz Trío

La propia historia ha demostrado, que ir en busca de las raíces es sinónimo de buenos resultados para la cultura, sobre todo cuando los jóvenes son protagonistas del cambio y hacen eco del carácter desenfadado y progresista, que caracteriza este género.

Este evento tiene la intención de crear nexos entre los jazzistas contemporáneos y los orígenes del jazz desde una óptica local e historiográfica, en un ambiente acogedor que permita la libre creación y expresión, de un arte que siga siendo contemporáneo y renovador, aunque sea ciento por ciento online.

 



Compás #1: Jazz Namá a ritmo del Caribe (+Galería)

La jornada del día 25 de febrero ha superado nuestras expectativas. Cuando Nataly Ruiz, presentadora de nuestra cartelera, hizo sonar el primer compás, Santiago de Cuba volvió a ser epicentro de la buena música.

 

Esta (la primera) jornada del Jazz Namá nos regaló llegó la exposición colectiva virtual Raíces y compás. Una muestra donde se aborda la presencia africana en nuestra ciudad, captada por la magia de los lentes y pinceles de un grupo de jóvenes santiagueros. En las palabras del catálogo, la historiadora del arte Sara Valdés Legrá afirma:

El género jazzístico emprendido por jóvenes talentos de la ciudad héroe ya tiene un plató amplio de presentación, un espacio propicio que lo da a conocer y ahora lo afirman estas fotografías que hoy se exponen en esta plataforma online que lleva por título: “Raíces y compás”.

Como joven expresión sonora, y por demás, venida de las ágiles manos de esta generación, la más fresca con la cual cuenta la ciudad, posee un sugiéneris compás. Todo bien concatenado, tanto imagen, desde el punto de vista técnico, compositivo, cromático y temático, siempre sin dejar de lado ese compás del santiaguero que es bicharachero, locuaz, muy extrovertido y en constante movimiento, expresión por antonomasia de los valores raigales que nos definen como ese cuero del tambor del cual bebe el jazz en Santiago y lo hace merecedor de un sello distintivo, dentro del género, en todo el país.

Asimismo, se advierte fotografías como las de marcado énfasis en las formas, y que por el poderoso poder del monocromo que las embisten, se encuentran dentro de los ejemplares de plausibles reconocimientos, sobre todo por el sentimiento con el que se perciben los personajes retratados en ellas.

Y qué decir de las muestras de la cotidianidad de las calles de nuestra ciudad con los tambores que no faltan en el género musical sobre el escenario de sitios tan emblemáticos como el Iris Jazz Club, que a él le rinde tributo siempre que abre sus puertas”.

Yadasny José Portillo Herrera, reconocido pianista, arreglista y compositor, Director del Grupo Cauce, protagonizó el estreno de las cápsulas Jazz Namá Plus. Esta es una iniciativa que se muestran por primera vez (desde que fuera fundado el evento) y sirven para presentar a los grupos y artistas que participan. Portillo pertenece al catálogo del Centro Nacional de Música de Concierto, y desde el 2003 se ha estado presentando como pianista junto al destacado bailarín cubano Carlos Acosta, en los más importantes escenarios internacionales. Su figura prestigia indudablemente el Festival.

El movimiento jazzístico dentro de la ciudad va respaldado de estilos marcados dentro de la comunidad de músicos que desde aquí emergen y se posicionan con su hacer. Camilo de Bess asegura en su cápsula promocional: Para mí el Jazz es lo más realzado de la música clásica unido con la música popular, una mezcla de las dos corrientes. El programa del evento nos regaló para el cierre de esta primera jornada el concierto de su grupo Jazz D´ Bess. Uno de los anfitriones y que por tercer año consecutivo tiene, bajo su responsabilidad, el concierto inaugural.

El Jazz Namá propone para la segunda jornada más cápsulas promocionales, challenges y conciertos. El momento especial del día, con transmisión en vivo, será el encuentro con los directivos y artistas vinculados a la Casa del Caribe. Esta institución recibirá a nombre de todos los miembros de nuestra filial, un reconocimiento por los 40 años de la Fiesta del Fuego. La Casa del Caribe y su Festival han servido como plataforma para que confluyan en la ciudad de Santiago tradiciones de muchas culturas con una raíz común: África.

Es un privilegio para la ciudad poder contar con la Casa del Caribe y toda su historia. Es una necesidad para la joven vanguardia (AHS) honrar ese legado que ha construido y salvaguardado parte de lo que somos. Santiago de Cuba es muchas cosas, pero algunas serían solo memoria y olvido, sin la Casa de los hombres y las mujeres que portan/piensan/y construyen la cultura de la región.

 

fotos frank lahera