naci贸n


Contar la historia desde el arte: el discurso art铆stico cespediano

C茅spedes se nos presenta inmarsecible en nuestra memoria hist贸rica. Su 铆mpetu de lucha dibuj贸 el camino de la historia que se labraba, una historia marcada por las ansias de libertad, por la rebeld铆a y por la conformaci贸n de una identidad sin ataduras. Precisamente, en torno a su figura ha existido un discurso que se sustenta en im谩genes, en el arte, que es el que le ha creado una imagen corp贸rea, tangible, concreta, gracias a quienes lo inmortalizaron dentro de la historia del arte cubano.

Daguerrotipos, dibujos, 贸leos, grabados y esculturas del gestor de las luchas independentistas, construyeron el discurso art铆stico-iconogr谩fico en un contexto de construcci贸n del imaginario nacional; cada una respondiendo a las exigencias y los imperativos de la metamorfosis hist贸rica y pol铆tica que experimenta el pa铆s.

Independientemente de estas particularidades del contexto hist贸rico, la iconograf铆a cespediana en muchos de sus ejemplos clasifica como Patrimonio Cultural de la Naci贸n, y tiene dos momentos creativos que clasifican por etapas: la colonial y la republicana.

La etapa colonial tuvo apenas representatividad en el discurso art铆stico; no obstante, la etapa republicana fue ant铆tesis en ello. El momento hist贸rico que se viv铆a era espejo de las consecuencias en el 谩mbito creativo. La llegada de la Rep煤blica signific贸 una transformaci贸n en toda la iconograf铆a colonial, que respond铆a a las exigencias de representaci贸n de toda una hornada de patriotas, lo que fue v谩lido tanto para la pintura como para la escultura.

El discurso art铆stico-iconogr谩fico cespediano se sustenta en las primeras realizaciones del siglo XIX que sirvieron de base geneal贸gica a la producci贸n fecunda del siglo XX. Tanto en la pintura como en la escultura la representaci贸n de la historia a trav茅s de los grandes pr贸ceres, y dentro de ello, al gestor de las luchas Carlos Manuel de C茅spedes, signaron la conformaci贸n de un imaginario nacionalista mediante referencias simb贸licas que sustentan un discurso.

La etapa republicana 鈥揺n materia de representaci贸n cespediana鈥 supera con creces la etapa colonial, aunque tampoco puede catalogarse como cuantiosa al respecto. En ello la escultura se desarroll贸 en menor grado que las artes pl谩sticas (la realizaci贸n de monumentos llevaba la autorizaci贸n y pertinencia de proyectos). Por tanto, la etapa de la Rep煤blica viene a ser como una especie de g茅nesis en las producciones subsiguientes.

Los frutos tangibles de ese discurso art铆stico constituyen hoy parte del Patrimonio Cultural de la Naci贸n. La mayor significaci贸n cultural radica en que se trata del resultado de un proceso hist贸rico dentro de la conformaci贸n de un imaginario social-hist贸rico-nacionalista, pilares de construcci贸n identitaria.

Las cuestiones formo-conceptuales erigen un testimonio que m谩s all谩 de la est茅tica, el simbolismo, la tradici贸n hist贸rico-academicista o las particularidades representativas de las manifestaciones, hacen del discurso art铆stico cespediano la memoria de una producci贸n hist贸rica 鈥搚 por ende鈥 patrimonial.


Convocan al Concurso Literario Provincial Onelio Jorge Cardoso

La c谩tedra de literatura de la casa de cultura municipal Carlos Loveira, en coordinaci贸n con la Sectorial de Cultura de Encrucijada y el grupo de trabajo de la casa de la cultura Onelio Jorge Cardoso, de Calabazar de Sagua, provincia de Villa Clara, convoca al Concurso Provincial de Cuento Onelio Jorge Cardoso 2021.

La premiaci贸n se realizar谩 el 11 de mayo en la biblioteca p煤blica del poblado de Calabazar de Sagua, cuna del Cuentero Mayor, como parte del programa cultural y literario concebido en saludo al aniversario 107 de su natalicio.

El concurso se desarrollar谩 de forma semipresencial para ser consecuentes con las orientaciones de la m谩xima direcci贸n del pa铆s y el Ministerio de Cultura, en aras de cuidar y proteger la salud del pueblo cubano ante la COVID-19.

Bases del concurso
Podr谩n participar todos los autores de la provincia de Villa Clara, sean o no miembros de la Uneac. Se concursar谩 en cuento para adultos, con una extensi贸n no mayor de 10 cuartillas.

Las obras deben ser in茅ditas y se enviar谩n por correo electr贸nico. Se adjuntar谩n dos documentos en formato pdf, uno con la palabra obra, firmado con seud贸nimo, en letra Time New Roman, en 12 puntos y a dos espacios, con margen de 2,5 cm; el otro, con la palabra plica, contendr谩 una brev铆sima ficha bibliogr谩fica del autor y sus datos generales: direcci贸n que aparece en el carn茅 de identidad, n煤mero de tel茅fono y direcci贸n de correo electr贸nico. Debe especificar, en caso de que lo sea, si es miembro de la Uneac o de la Asociaci贸n Hermanos Sa铆z. En el asunto del correo debe escribir 芦Para Concurso Onelio Jorge Cardoso禄.

Se admitir谩 una sola obra por autor y no se aceptar谩n cuentos escritos en forma colectiva. Se otorgar谩 un premio y cuantas menciones el jurado considere.

Las obras ser谩n enviadas a una de las siguientes direcciones de e-mail: amadorhernandez@cenit.cult.cu; ahhernandez@uclv.cu; alvarojesus.9720@gmail.com o yernelisrg@uclv.cu

El plazo de admisi贸n vence el 1.o de mayo de 2021 y la premiaci贸n se realizar谩 el propio 11 de mayo en la casa de cultura Onelio Jorge Cardoso, de Calabazar de Sagua, con la presencia del autor galardonado y los que obtengan menciones.

La obra ganadora recibir谩 un obsequio por un valor mayor a los 2000 pesos en moneda nacional (no se entregar谩 dinero en efectivo) y ser谩 publicada en la revista cultural villaclare帽a Umbral, con su respectiva remuneraci贸n por derecho de autor.

El jurado estar谩 conformado por prestigiosos intelectuales de la provincia.

Cualquier obra que no cumpla con las bases del concurso ser谩 excluida; el fallo del jurado ser谩 inapelable y las obras en concurso no ser谩n devueltas.


La cr铆tica de arte y su indispensabilidad cuestionada

La cr铆tica de arte es tambi茅n una forma art铆stica y por tanto emana de las im谩genes conscientes e inconscientes del propio cr铆tico. Se sabe que cada obra, con independencia de las sensaciones y las emociones que la pulsan, tiene una parte objetiva y concreta que puede verse, palparse u o铆rse; y esa parte es la que eval煤a el cr铆tico a trav茅s de su filtro subjetivo, vali茅ndose de herramientas acad茅micas.

En los 煤ltimos tiempos, en que el mercado parece obviar el ejercicio del criterio especializado, cuando compra y vende la obra de los artistas a su antojo, o cuando los creadores se autopromueven en las redes sociales ante una masa numerosa y explican su obra sin intermediarios, 驴cu谩n necesaria es la cr铆tica de arte para los artistas? 驴Pueden los creadores prescindir de ella?

La funci贸n de la cr铆tica no es precisamente 鈥渄espedazar鈥 y 鈥渕atar鈥 la creaci贸n. Existen juicios a favor de la obra de arte que la prestigian, explicando sus valores. Incluso, cuando el ejercicio cr铆tico niega esos valores y reprueba la obra, pretende generar un gusto est茅tico y estimular el ingenio de los artistas en la b煤squeda de originales formas de expresi贸n.

La doctora Graziella Pogolotti dijo al respecto: 鈥淟a cr铆tica tiene entre nosotros un sentido negativo鈥 Esa opini贸n bastante difundida, oculta el verdadero sentido de la labor que corresponde a un cr铆tico, limita su actividad y no tiene en cuenta el papel que le toca, situado entre el autor, la obra creada y el p煤blico, el de hoy y el de ma帽ana鈥.

La cr铆tica debe entenderse tambi茅n como un proceso comunicativo en el que intervienen emisor, contenido, canal, receptor y efecto.

El emisor es el especialista: el te贸rico, investigador鈥; el contenido es el mensaje, el criterio en s铆. El canal ser铆a el medio donde se transmite el mensaje, enti茅ndase prensa plana, digital, radio, televisi贸n o revista especializada. El receptor claramente es la audiencia que leer谩, ver谩 o escuchar谩 el juicio experto, y el efecto se asocia a la sugesti贸n que el mensaje sobre la obra transmiti贸 o no.

No existe un manual reducido para el oficio cr铆tico, y s铆 criterios encontrados sobre c贸mo debe ser el discurso especializado en funci贸n del canal (el medio comunicativo que promueve esas disertaciones).

La profesora, investigadora y cr铆tico, Adelaida de Juan, estimaba la interpretaci贸n y el juicio de valor seg煤n el destinatario y los soportes en los cuales ser铆a publicado. Un texto escrito para el peri贸dico deb铆a ser m谩s claro y conciso en su lenguaje, para que los lectores no entrenados pudiesen comprenderlo. Un texto publicado en una revista especializada pod铆a permitirse un lenguaje m谩s t茅cnico y enriquecido en tropos.

En cambio, el periodista, investigador y curador Israel Castellanos Le贸n, en una de sus rese帽as concluy贸 que la esencia de la cr铆tica se resume a un estilo especializado y asequible al mismo tiempo, al margen del soporte en el que aparezca: ya sea un cat谩logo, un peri贸dico o la revista m谩s elitista.

A estos criterios sumo otro, atinad铆simo, que hall茅 revisando distintos libros y ensayos. Fue el razonamiento del historiador, cr铆tico de arte y poeta, Orlando Hern谩ndez, que vio la luz en una edici贸n de la revista La Gaceta de Cuba de 2004. Han trascurrido cerca de 17 a帽os y todav铆a est谩 vigente:

鈥淢e molesta la jerga tecnicista y el bizantinismo en que tan a menudo se enfrasca la cr铆tica de arte, su exceso de conceptualizaci贸n, de teorizaci贸n, de generalidades y su poca confianza en la sencillez de expresi贸n y en el sentido com煤n, que oculta a menudo un vergonzoso vac铆o de criterios propios, de inteligencia, de sensibilidad real. Este lenguaje de capilla, ret贸rico, falsamente te贸rico y escasamente sensible, constituye por su ilegibilidad un obst谩culo para el acercamiento del p煤blico al fen贸meno art铆stico y para la comprensi贸n de sus mensajes鈥.

Los artistas necesitan la cr铆tica; no la halagadora que acomoda el hacer cotidiano. Necesitan una que demarque los terrenos estil铆sticos con an谩lisis serios y plausibles, que arroje luz y de 鈥渢ama帽o de bola鈥 sobre la actualidad de la creaci贸n, los discursos, los p煤blicos. Esa que 鈥減e帽izque鈥 al artista cuando se atrofie en caminos autocomplacientes.

La cr铆tica impulsa y promociona los procesos art铆sticos. Y el arte, como es sabido, tiene una funci贸n social. Digo m谩s, el cr铆tico puede contribuir a educar el gusto de las personas y a acercar el arte a los p煤blicos, porque tambi茅n es un promotor.

La cr铆tica llena vac铆os te贸ricos y contribuye a la historiograf铆a. 驴Ello no significa tambi茅n contribuir al patrimonio cultural de una naci贸n? Cuando el experto rese帽a, deja testimonio hist贸rico de un suceso art铆stico y sus protagonistas. El cr铆tico hace futuro desde sus palabras; y no solo porque gu铆a procesos culturales (eso queda claro) sino porque los valora y atestigua.

No ser茅 absoluta. El artista contempor谩neo no precisa (forzosamente) intermediarios para explicar su obra, es autosuficiente y puede hacerlo 茅l mismo. Conoce sobre edici贸n, fotograf铆a, dise帽o, marketing y otras materias que le permiten gestionar su promoci贸n en Internet. No ocurre con todos, pero s铆 en la mayor铆a. Apunto: vivimos un arte cada vez m谩s conceptual, que obliga a sus creadores a mostrar no solo sus piezas sino los argumentos que las rigen. 聽聽

鈥淓sclarecer, promover y testimoniar son tres posibles atributos de la cr铆tica que bien vale considerar para poder reconocer su importancia en un mundo en que la informaci贸n deviene hecho imprescindible de supervivencia y conocimiento鈥, subray贸 el ensayista, profesor, bailar铆n y core贸grafo habanero Ramiro Guerra.

No obstante, pese a esa autonom铆a del artista, apoyada en las tecnolog铆as y la accesibilidad de informaci贸n, la cr铆tica resulta imprescindible si est谩 en constante di谩logo con el creador, si lo dota de lenguaje, si llama la atenci贸n sobre estilos y conceptos que ni 茅l hab铆a percibido en su trabajo. La cr铆tica siempre convidar谩 a degustar la obra de arte, haci茅ndola atractiva a los sentidos de la audiencia.

Sirva ella, no como dictador sino como redentora: argumentaci贸n de base para reflexiones propias, traductora del arte para la sociedad, promotora de la experimentaci贸n y el talento.


Al comp谩s de nuestro son

El son creci贸 en La Habana, y se fue a New York鈥 As铆 se referir铆a al聽son聽cubano el reconocido m煤sico Isaac Delgado en una de sus canciones. Y esta no es una frase cualquiera, sino la manera de narrar, en pocas palabras, el recorrido que har铆a tan distinguido g茅nero musical. De Oriente a La Habana, de La Habana a New York, de New York a varios pa铆ses, en fin鈥de Cuba pa麓el mundo entero.

Nacido en las zonas rurales del Oriente cubano en la segunda mitad del siglo XIX,聽el son聽es, sin duda alguna, uno de los grandes baluartes de nuestra cultura musical. Ya sea porque en 茅l coexisten, bajo un maridaje perfecto, elementos musicales legados por los antecedentes hispano y africano; porque a 茅l debemos la tan usada y conocida 鈥渃lave cubana鈥, o tambi茅n, porque desde sus inicios hasta nuestros d铆as sus textos y tem谩ticas han estado relacionadas con lo m谩s aut贸ctono y cotidiano de nuestra gente:聽el son聽es la cara m谩s internacional de la m煤sica cubana.

De forma totalmente org谩nica,聽el son聽fue evolucionando y adapt谩ndose a la realidad sonora de cada etapa por la que transit贸. Asimismo, supo legar muchas de sus caracter铆sticas musicales y estil铆sticas a los distintos g茅neros con los que convivi贸 y aun convive como una suerte de denominador com煤n en gran parte de la historia musical en Cuba. Elementos como sus figuraciones r铆tmicas, la estructura de sus canciones, la manera de acompa帽ar en instrumentos como el tres, o la forma de decir de la trompeta, son rasgos que podemos encontrar casi siempre, si de m煤sica cubana se trata.

Compositores e int茅rpretes de todas las etapas han aprovechado indistintamente los valores y favores del聽son. Algunos decidieron dedicarse 煤nicamente a interpretarlo y hacer una carrera de su mano; otros optaron por incorporar a su obra varios de sus rasgos musicales m谩s significativos en pos de enriquecer y cubanizar su creaci贸n. Lo cierto es que, de cualquier manera, el son ha llegado hasta nuestros d铆as y contin煤a siendo parte de la banda sonora de la Cuba actual.

Aun cuando desde hace varias d茅cadas la producci贸n sonera en Cuba no es de las m谩s prol铆feras, este g茅nero cuban铆simo sigue dando de qu茅 hablar gracias a la obra de muchos de nuestros m煤sicos quienes, desde sus c贸digos est茅ticos y sonoros completamente renovados y contempor谩neos, apuestan por la defensa de la tradici贸n musical en la Isla.聽

Un ejemplo de esto es la playlist que les compartimos a continuaci贸n, en la que les regalamos varios sones contempor谩neos, hechos por cubanos desde Cuba.

1Un mont贸n de estrellas

Un mont贸n de estrellas聽del cantante cubano Polo Monta帽ez se convirti贸 en un 茅xito rotundo dentro del continente americano.

De la mano de Fernando Borrego Linares 鈥淧olo Monta帽ez鈥 apareci贸 en el espectro musical cubano e internacional, y es uno de los temas que, en mi opini贸n, marc贸 el camino de la m煤sica tradicional cubana contempor谩nea. Perteneciente al 谩lbum 鈥淕uajiro natural鈥 que viera la luz bajo el sello Lusafrica (2000-2001),聽Un mont贸n de estrellas聽se convirti贸 en un 茅xito rotundo dentro del continente americano. Poseedor de sutil belleza literaria, construida desde el lenguaje coloquial y la sensibilidad m谩s natural, tambi茅n destaca por su gran riqueza musical, sobre todo en lo concerniente al trabajo mel贸dico-arm贸nico de la canci贸n, en contraste con la sencillez propia de los sones montunos. Esta combinaci贸n result贸 gancho perfecto para acceder a todo tipo de p煤blico.

2-Cuida麓o cuida麓o

David 脕lvarez, voz l铆der y director de la agrupaci贸n Juego de manos, con la canci贸n Cuida麓o con el perro que muerde callao se convirti贸 en uno de los cantautores m谩s escuchados por el pueblo cubano.

M谩s conocido como聽Cuida麓o con el perro que muerde callao聽(gui帽o a la composici贸n hom贸nima de Faustino Oramas), este tema de la autor铆a de David 脕lvarez, voz l铆der y director de la agrupaci贸n Juego de manos, se convirti贸 pr谩cticamente en un himno durante los primeros a帽os de la d茅cada del 2000. Parte del CD 鈥淢undo loco鈥, publicado precisamente en el a帽o 2000 por el sello discogr谩fico del Reino Unido Tumi Cuban,聽Cuida麓o cuida麓o聽est谩 escrito a la manera de El Guayabero, donde el empleo de recursos literarios como el doble sentido y la picaresca propia del cubano no se hacen esperar. La excelente concepci贸n e interpretaci贸n de la obra, hacen que repitamos su escucha una y otra vez.

3-C谩ntame como ayer

Sobre los l铆mites estil铆sticos de los que pudiera ser entendido como salsa o son, llega este track del reconocido cantante cubano Isaac Delgado. Contenido en su 谩lbum 鈥淧rohibido鈥, producido en el a帽o 2005 por el sello discogr谩fico Lusafrica, este tema resulta de gran atractivo para el oyente y para el bailador.聽C谩ntame como ayer,聽a pesar de ser una composici贸n contempor谩nea, hace uso de forma muy inteligente de variados rasgos- estilos caracter铆sticos del son cubano m谩s tradicional, entre ellos destaca el solo de trompeta que aparece al final de tema.

Es v谩lido mencionar como valor a帽adido lo cadencioso y elegante que resulta la voz de Isaac Delgado en cada una de sus interpretaciones, y esta no es la excepci贸n.

4-Despu茅s de un beso

Atendiendo al llamado de la trompeta de Alexander Abreu, comienzan los primeros acordes de este tema, que forma parte del CD 鈥淗aciendo Historia鈥, licenciado por el sello Unicornio en el a帽o 2008, y el primero que inicia el rumbo discogr谩fico en Cuba de la agrupaci贸n Habana de Primera. Esta orquesta de todos estrellas, para suerte nuestra, decidi贸 regalarnos esta joya musical. Como hilo conductor el tumbao cubano hecho por el tres, rasgo indiscutible de tradici贸n y cuban铆a, unido a la forma fresca y novedosa de arreglar de Abreu,聽Despu茅s de un beso聽es un ejemplo claro de la sonoridad del son cubano contempor谩neo. Poseedor de un montuno que parece haber sido escrito por los grandes soneros, este es un tema que se disfruta de principio a fin.聽

5-Tributo

Sexto track del fonograma 鈥淎lma de Sonero鈥 del cantante y compositor cubano Mayito Rivera, que saliera al mercado bajo el sello europeo Connector Records en el a帽o 2013. Due帽o de una de las voces m谩s completas y virtuosas de la escena musical cubana contempor谩nea, el ex cantante de la conocida agrupaci贸n Van Van, nos regala un son interpretado de manera totalmente tradicional, remitiendo al oyente a las sonoridades propias de los septetos santiagueros de las primeras d茅cadas del siglo XX.聽Tributo聽es un digno homenaje a grandes soneros de la m煤sica cubana, en el que no solo se disfruta la impecable interpretaci贸n de Rivera, sino tambi茅n la exquisitez de la composici贸n.

6-Los caminos de If谩

Cuando se habla de son cubano contempor谩neo, necesariamente hay que destacar la obra del Premio Nacional de la M煤sica Adalberto 脕lvarez. Bajo el sello discogr谩fico Bis Music, nace en el a帽o 2013 el CD 鈥淩espeto a los mayores鈥 de Adalberto 脕lvarez y Su Son, fonograma al que pertenece el tema聽Los caminos de If谩. Deudor del legado de los grandes maestros soneros, el Maestro Adalberto ofrece lo que pudiera ser visto como una recontextualizaci贸n del son cubano, fusionando la majestuosidad sonora de los grandes conjuntos que lo interpretaron, con la frescura de c贸digos musicales m谩s contempor谩neos.

7-Seguir viviendo

En la voz de Emilio Fr铆as llega este tema de聽El Ni帽o y La Verdad. Con una sonoridad mucho m谩s apegada a los c贸digos estil铆sticos de la m煤sica popular bailable de hoy,聽Seguir viviendo聽resulta una nota de elegancia y buen gusto dentro del fonograma de esta agrupaci贸n 鈥淟leg贸 la verdad鈥, que viera la luz en el a帽o 2014, bajo el sello discogr谩fico cubano EGREM.

8-La fiesta no es para feos

Mencionar cualquier producci贸n del Septeto Santiaguero, como es el CD 鈥淩a铆z鈥, que viera la luz en el a帽o 2017, por Producciones EGREM, es sin贸nimo de calidad musical, cuban铆a y cadencia. Los ganadores del Latin Grammy 2015, en la categor铆a de mejor 脕lbum Tropical Tradicional con el fonograma 鈥淣o quiero llanto. Tributo a los compadres鈥,聽pusieron a bailar una vez m谩s al p煤blico que los sigue con el tema聽La fiesta no es para feos,聽una composici贸n concebida desde el respeto m谩s absoluto a la tradici贸n sonera de Santiago de Cuba.

9-El swing del son

De la mano de uno de los grandes m煤sicos y treseros cubanos, el maestro Pancho Amat, llega este tema contenido en el fonograma del mismo nombre que licenciara la disquera EGREM en el a帽o 2018.聽El swing del son聽no es m谩s que la reinvenci贸n y actualizaci贸n de los c贸digos de la m煤sica tradicional cubana. Gracias a la capacidad musical y virtuosismo del maestro Amat, este tema ofrece una mixtura perfecta entre tradici贸n y contemporaneidad.

10-Tu mirada

Este sencillo es el resultado de la colaboraci贸n musical entre Leoni Torres, Alexander Abreu y Kelvis Ochoa, tres destacadas figuras de la escena musical contempor谩nea cubana. Aun cuando Leoni Torres es un cantautor que pudiera ser enmarcado dentro de la sonoridad de la m煤sica pop, tuvo a bien escribir este tema partiendo de las bases sonoras de un g茅nero tan cubano como el son. Con un leguaje fresco y actualizado, y con armon铆as propias del mundo popero, pero siempre respetando los c贸digos estil铆sticos de la tradici贸n sonera, Torres se las arregl贸 para concebir una composici贸n sencilla, de f谩cil escucha, pero para nada facilista, con la cual聽 logr贸 gran aceptaci贸n en el o铆do popular. El contraste logrado entre los timbres vocales y manera de decir de Alexander Abreu, Kelvis Ochoa y el propio Leoni Torres es, sin duda alguna, un plus a帽adido.

Nota: los temas est谩n ordenados cronol贸gicamente.

*Publicado originalmente en el blog https://cidmucmusicacubana.wordpress.com/. Centro de Investigacci贸n y Desarrollo de la M煤sica Cubana.


Comp谩s #3: Santiago: cuna de la m煤sica (+Galer铆a y programa)

Santiago de Cuba atesora un patrimonio musical extraordinario, y no se trata de una exaltaci贸n a ultranza, hay muchos argumentos tangibles para demostrarlo. El esp铆ritu alegre del santiaguero brota al comp谩s de la buena m煤sica.

Esta ciudad es indudablemente manantial de la cultura afrocubana, desde donde bebe el jazz que cultivan hoy nuestros m煤sicos, presentes en la octava edici贸n del Festival Jazz Nam谩. Evento que desde el pasado d铆a 25 y hasta este 28 de febrero re煤ne a exponentes del g茅nero dentro y fuera de Cuba.

fotos cortes铆a de la ahs de santiago de cuba/archivo

Las tres jornadas que han transcurrido del Festival demuestran que en esta edici贸n, el evento trae al escenario virtual una combinaci贸n explosiva de artistas consagrados y j贸venes m煤sicos. Del patio, con sus 鈥渟antiaguer铆as鈥, se presentaron los prometedores artistas Jos茅 Ernesto Gonz谩lez, Giselle Lage Giln e Iv谩n S谩nchez Guardiola, excelentes exponentes del g茅nero.

Desde el principio apoy贸 la idea y obsequi贸 a los organizadores del evento el tema challenge del Festival, Alias 鈥淧royecto VT鈥, Jos茅 Ernesto Gonz谩lez Ulloa, de origen santiaguero radicado en La Habana; es graduado de nivel superior de viola y viol铆n, y domina tambi茅n el piano. Con la experiencia de haber tomado cursos de improvisaci贸n de jazz y de m煤sica electr贸nica, son estos los g茅neros de su preferencia, adem谩s de los ritmos cubanos.

Limpieza y serenidad en sus interpretaciones describen a Giselle Lage Gil, joven cantante, compositora y pianista santiaguera, quien 鈥渁dereza con su voz una ciudad; en el piano conquista el silencio y nos devuelve sus melod铆as como un regalo, como una sublime confesi贸n de que la belleza a煤n existe鈥. As铆 nos la describe el periodista Jorge Albear Brito.

Jos茅 Ernesto Gonz谩lez Ulloa. fotos cortes铆a de la ahs de santiago de cuba/archivo

El Iris Jazz Club fue el escenario propicio para que la figura femenina del evento capturara para la eternidad su m煤sica en una c谩psula promocional Jazz Nam谩 Plus y nos deleitara, despu茅s de tanto tiempo de confinamiento, de su dulce voz y su intensidad al piano, como una caricia necesaria. Sorprendi贸 al cierre del concierto, con una canci贸n musicalizada por ella y compuesta por su madre (Sara Gil), sobre el amor en tiempos de distanciamiento social.

Abrazando su saxof贸n me asegura que vive por ella… y es que la m煤sica es la protagonista de las mayores y mejores emociones de su vida, gu铆a sus d铆as y ocupa todo su tiempo y talento.

M煤sico instrumentista, compositor y arreglista es el joven Iv谩n Ariel S谩nchez Guardiola, integrante y director del grupo Influencia de Santiago de Cuba. Ha compartido escenario con reconocidas figuras del Jazz cubano… y como parte del programa online del Festival Jazz Nam, disfrutamos de su improvisaci贸n sobre el tema challenge del encuentro y un material audiovisual, donde ofrece algunas valoraciones sobre el evento.

Giselle Lage Gil, joven cantante, compositora y pianista santiaguera. fotos cortes铆a de la ahs de santiago de cuba/archivo

M煤sico instrumentista, compositor y arreglista es el joven Iv谩n Ariel S谩nchez Guardiola, integrante y director del grupo Influencia de Santiago de Cuba. fotos cortes铆a de la ahs de santiago de cuba/archivo

No hay duda que la m煤sica cubana es especial, tiene un sabor y un ritmo 煤nico. La m煤sica es un componente esencial de la espiritualidad del cubano. En su sangre corre una mezcla de aborigen, espa帽ol, africano, mulato. De ella heredamos una cultura mestiza que se caracteriza por el arraigo a las tradiciones art铆sticas, firme basti贸n de esa identidad que siempre cultivaremos.


Jos茅 Mart铆, un guerrero de todos los tiempos (+ Dossier)

La imagen m谩s habitual de Jos茅 Mart铆, H茅roe Nacional de Cuba, suele ser la de un poeta, un intelectual, acostumbrado a discursos y escribir, especialmente durante horas de la noche. Algunos hasta han intentado presentarlo como hombre incapaz de soportar las exigencias de una contienda en la manigua. Pero el Ap贸stol de la Independencia era un verdadero guerrero. 隆Qu茅 nadie lo dude! Durante toda su vida libr贸 guerras, luchas constantes en las que nunca cedi贸.

Muchos fueron los desaf铆os que enfrent贸 durante sus 42 a帽os de edad, demasiadas las cr铆ticas y privaciones, lo dolores de diversos tipos, las heridas en el alma, pero sigui贸 fiel a sus principios. Solo alguien con enorme fortaleza mental y f铆sica podr铆a enfrentar tantos molinos, y mantener su alma po茅tica, la pureza de sus ideas y acciones, la confianza en la verdad y el sue帽o de Patria.

Nos parece verlo聽 encarcelado con apenas 16 a帽os de edad en las Canteras de San L谩zaro. Desde la madrugada, trabaja y arrastra cadenas y grilletes por un pedregoso camino, excava y desbarata piedras a golpe de pico. Aquello le provoc贸 lesiones en los tobillos y la cintura, por el roce del grillete. Eso le afect贸 su caminar y le gener贸 dolores para toda la vida. Desde muy joven sufri贸 de lesiones en su piel y de un sarcocele (tumor de test铆culo, de tipo qu铆stico), como consecuencia del roce constante de la cadena en el Presidio, del cual fue operado al menos en cuatro ocasiones.

Padeci贸 tambi茅n sarcoidosis, detonante de otras afecciones del tracto digestivo, respiratorio y cardiovascular. Sufri贸, adem谩s, laringitis aguda y en m谩s de una ocasi贸n los m茅dicos le recomendaron reposo absoluto de voz, pero era mayor su voluntad, y respond铆a: 鈥淐uba no puede esperar鈥. Ah铆 est谩n tambi茅n las tristezas del exilio, la lejan铆a, las incomprensiones de la familia, las tormentas con su esposa Carmen Zayas Baz谩n, la separaci贸n de su hijo amant铆simo, los disparos verbales de muchos鈥

A pesar de todo eso y otras lesiones del alma continu贸 incesante a favor de una Cuba totalmente independiente. En la preparaci贸n de la Guerra de 1895, super贸 con inteligencia y car谩cter diferencias con grandes jefes militares, como Antonio Maceo.

Su aporte como principal organizador de la Guerra de 1895 es incuestionable, con una visi贸n integradora en cuanto a estrategia y uni贸n de las generaciones participantes. Cada uno de sus discursos previos es fuente de civismo y claridad pol铆tica. La creaci贸n del Partido Revolucionario Cubano y el peri贸dico Patria tambi茅n favorecieron las posibilidades de 茅xito.

En esos preparativos y en la concepci贸n de la lucha demostr贸 tambi茅n tener un pensamiento militar fruto de an谩lisis de otras experiencias, como la resistencia aborigen a la conquista espa帽ola, las guerras de independencia de Hispanoam茅rica, La Guerra de los Diez A帽os, la Guerra de Independencia de las Trece Colonias, la Guerra de Secesi贸n en los Estados Unidos (1861-65), la Guerra Chiquita, el plan G贸mez-Maceo, la guerra de independencia espa帽ola contra la invasi贸n napole贸nica y la guerra franco-prusiana. Se nutri贸 tambi茅n de conversaciones con patriotas de contiendas anteriores, como M谩ximo G贸mez, Antonio Maceo y Flor Crombet. Era un estudioso constante.

En su coraz贸n palpitaba el deseo de pelear con los fusiles y las balas, sentir el volc谩n del campo de batalla. Va sobre su caballo, resuenan los disparos鈥, pero 茅l sigue de manera impetuosa. Todav铆a parece cabalgar, con ese coraje indefinible.

Incluso, ahora 126 a帽os despu茅s de su desaparici贸n f铆sica, Mart铆 contin煤a siendo un guerrero muy actual. Algunos repiten frases suyas, mencionan su nombre, hasta se atreven a decir c贸mo actuar铆a hoy ante determinados hechos, pero la verdad es que nuestro H茅roe Nacional jam谩s traicionar铆a su amor verdadero a Cuba, su dignidad y antimperialismo. Debemos mantenerlo muy vivo junto a nosotros, palpitante, como parte esencial del coraz贸n de esta naci贸n y su pueblo.

 

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Mart铆 nos ense帽a el camino del bien

Por Doctor en Ciencias Hist贸ricas Pedro Pablo Rodr铆guez

驴Vieron todos en la televisi贸n los personajes que les echaron la sangre a los bustos de Mart铆? Hay uno de ellos, que dice que 茅l lo hizo porque el otro vino y le dijo que ten铆a una 鈥減inchita鈥 para ganar dinero. No sabemos cu谩nto.

Estas personas no tienen realmente ni la menor idea de qui茅n es Mart铆, no lo sienten, no comprenden su dimensi贸n. Solo as铆 se entiende un poco que hagan semejante cosa.

Entonces yo pienso: 驴y c贸mo es posible que en Cuba, con todo lo que hablamos de Mart铆 y todo lo que se publica y se hace, pues haya personas que, como esas, no conozcan la obra ni las esencias de Jos茅 Mart铆, no sientan suficiente admiraci贸n y respeto?

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La pol铆tica para Mart铆: Un asunto del alma

Por Lil Mar铆a Pichs Hern谩ndez

Gracias por la invitaci贸n a este espacio. Deseo comenzar con referencias al texto de Cintio Vitier聽Jos茅 Mart铆 en la hora actual de Cuba, escrito en 1994, el cual me parece vital para entender fen贸menos de aquel momento y el presente. El engranaje social no funciona todo lo bien que deber铆a. La f贸rmula martiana 鈥渃on todos y para el bien de todos鈥 no ha llegado a todos los que tiene que llegar en nuestro pa铆s, y son, efectivamente, la educaci贸n y la cultura campos esenciales para revisarnos como pa铆s.

Es en el campo de la cultura donde Cintio ubica la soluci贸n a muchos de nuestros problemas. Y, de hecho, hace una comparaci贸n entre la Campa帽a de Alfabetizaci贸n de 1961 y la nueva campa帽a de alfabetizaci贸n o de culturizaci贸n que har铆a falta entonces en 1994, seg煤n sus palabras.

Dijo聽Cintio聽entonces: 鈥淟a campa帽a de alfabetizaci贸n martiana que ahora necesitamos, en un pueblo que ya sabe leer y escribir, y que ha alcanzado niveles cient铆ficos admirables, pero que en su mayor铆a desconoce m谩s su historia y por lo tanto el argumento de su propia vida, es una campa帽a de espiritualidad y de conciencia.聽 Hoy nuestro mayor problema espiritual, sin excluir los campos, est谩 en las ciudades, y la ignorancia que hay que remediar es de otra especie, es en verdad la ignorancia de s铆 mismos, de la propia historia, de la propia naturaleza, de la propia alma.鈥

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Mart铆 en nuestros d铆as, 驴un di谩logo con el pasado?

Seg煤n Gabriela Mistral, Mart铆 es un cl谩sico sin sombra de vejez. Quien accede a su obra, independientemente de su formaci贸n acad茅mica, queda seducido por ese verbo proteico, profundamente po茅tico, y portador, a la vez, de los m谩s altos valores humanos. La hondura de su pensamiento, la riqueza de sus reflexiones, motiva al an谩lisis hist贸rico, filos贸fico o pol铆tico. Siendo un hombre de su tiempo聽 en toda la extensi贸n de la palabra, Mart铆 es un hombre para todos los tiempos.聽

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Un Mart铆 para ahora mismo

Por Dr.C Fabio Fern谩ndez Batista

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Jos茅 Mart铆, un s铆mbolo en disputa

Por Yasel Toledo Garnache

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Un Mart铆 para ahora mismo

Jos茅 Mart铆 constituye referencia ineludible para el pensamiento patri贸tico y revolucionario cubano. Hasta el presente, su ideario se manifiesta como plataforma desde la cual repensar los dilemas de la naci贸n y el orbe. La apuesta martiana por la construcci贸n de una sociedad garante de la dignidad plena de los seres humanos resulta una aspiraci贸n que 鈥揷ual horizonte鈥 nos conmina a avanzar.

De cara a los retos de hoy, seis aristas de la reflexi贸n del Ap贸stol devienen soportes para aquellos abocados a la continua apuesta por una Cuba y un mundo mejor. Su inserci贸n dentro del llamado pensamiento electivo, la irrefrenable b煤squeda de la unidad bajo principios compartidos, la autoconciencia nuestraamericana y su beligerante oposici贸n a la proyecci贸n hegem贸nica de los poderes imperiales han de acompa帽arnos en la lucha cotidiana.

Mart铆 supuso la c煤spide del electivismo cubano, movimiento filos贸fico que desde las postrimer铆as del siglo XVIII impuls贸 la conformaci贸n de un pensamiento propio en la Isla, a partir de adaptaci贸n cr铆tica de los referentes for谩neos y de la construcci贸n de respuestas singulares a los problemas espec铆ficos de la realidad insular. Para el Maestro, solo el ejercicio intelectual nacido de nuestra universal autocton铆a franquear铆a el acceso a los prop贸sitos de plenitud so帽ados. Hoy que buscamos modelos para enrumbarnos, no debemos pasar por alto esa alerta.

En paralelo, la pr茅dica martiana encontr贸 otro de sus nortes en la cristalizaci贸n de la unidad entre los cubanos de buena voluntad. La meta de la independencia y posterior consumaci贸n de la rep煤blica plena requer铆a el modelaje de una amplia coalici贸n de fuerzas, capaz de articularse bajo presupuestos program谩ticos y de principios. Los retos de la Cuba de hoy exigen de nosotros justo lo que el h茅roe de Dos R铆os subrayara en el ya lejano siglo XIX. La Revoluci贸n que ha de revolucionarse ser谩 exitosa en tanto exprese la pluralidad de la naci贸n y denote su capacidad para actuar como un proyecto unitario de pretensiones hol铆sticas.

Dentro del legado de ese cubano de excepci贸n al que hoy rendimos tributo destaca, igualmente, su sentido de unidad continental. Mart铆 pens贸 en clave nuestraamericana, es decir, concibi贸 un proyecto enfocado en los problemas que enfrentaba el vasto universo que discurre del Bravo a la Patagonia. Esta concepci贸n ancl贸 en la identificaci贸n de una historia e identidad comunes que, sin desconocer las particularidades, permit铆a so帽ar con un destino compartido. Dicho sue帽o com煤n ve铆a reforzado su sustento en la identificaci贸n de un claro antagonista que, desde su agenda de dominaci贸n, trabajaba en pos de fragmentarnos. Justo en esta hora que vivimos, los factores que nos unen siguen mostrando su vigencia, al tiempo que el enemigo esencial contin煤a siendo el mismo.

Como es sabido, el pensamiento del H茅roe Nacional se erige como precursor del ideario antiimperialista. El diagn贸stico martiano acerca de la configuraci贸n interna de las sociedades del Norte global y de la proyecci贸n hacia el Sur del capitalismo maduro de las naciones imperiales聽 conserva vigencia en m谩s de un sentido. En la tarea siempre urgente de definir la l贸gica de funcionamiento del sistema capitalista, Mart铆 resulta un gran aliado. Solo desde la disecci贸n anal铆tica de nuestro enemigo podremos construir la alternativa civilizatoria que el Ap贸stol identific贸 como 煤nico camino para la consumaci贸n de la justicia.

Frente a los grandes dilemas que tocan a nuestra puerta, Mart铆 nos acompa帽a. Est谩 a nuestro lado en la lucha por un futuro de total emancipaci贸n. Nos toca pues aprender del veterano guerrero, beber de sus consejos, hacer propio su m茅todo y lanzarnos a crear, a construir, a fundar.聽聽聽 聽


El proyecto inconcluso de Jos茅 Mart铆

El d铆a anterior a caer en combate, Mart铆 comienza a escribirle una extensa carta a su 鈥渜uerid铆simo hermano鈥 Manuel Mercado. Su inesperada muerte la dej贸 inconclusa. El texto es suficiente para conocer las esencias y las estrategias del proyecto revolucionario martiano. Una gran inc贸gnita se levanta con la 煤ltima palabra escrita. Por lo pronto, el texto desmitifica la rom谩ntica y especulativa idea de que el Maestro buscara la muerte en el encuentro de Dos R铆os. Como gu铆a de un pueblo que ha lanzado a la guerra, deb铆a ser el primero en enfrentar al enemigo, pero no desconoce los riesgos necesarios. Con orgullo escribe: 鈥淵a puedo escribir (鈥) Ya estoy todos los d铆as en peligro de dar mi vida por mi pa铆s y por mi deber 鈥損uesto que lo entiendo y tengo 谩nimos con que realizarlo– de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza m谩s, sobre nuestras tierras de Am茅rica. Cuanto hice y har茅, es para eso鈥. No hay desanimo ni tristeza y, lo m谩s importante, piensa con entusiasmo en la que har谩.

El proyecto martiano ha transitado por varias etapas. Primero, unir lo que imperiosamente ha de estar unido; segundo, organizar y concientizar las fuerzas todas del pa铆s para la guerra necesaria y la creaci贸n de un nuevo modelo de rep煤blica que no perpet煤e 鈥渃on formas nuevas o con alteraciones m谩s aparentes que esenciales, el esp铆ritu autoritario y la composici贸n burocr谩tica de la colonia, sino fundar en el ejercicio聽 de las capacidades leg铆timas del hombre, un pueblo nuevo y de sincera democracia, capaz de vencer, por el orden del trabajo real y el equilibrio de las fuerzas sociales, los peligros de la libertad repentina en una sociedad compuesta para la esclavitud鈥; la Rep煤blica Cubana ser铆a 鈥渏usta y abierta, una en el territorio, en el derecho, en el trabajo y en la concordia, levantada con todos y para el bien de todos鈥.

La tercera etapa es la creaci贸n del Partido Revolucionario Cubano, instrumento real y pr谩ctico preparador de la guerra, creador y unificador de revolucionarios, batallador frente a los partidos coloniales y a la peligrosa corriente anexionista. La cuarta etapa apenas se iniciaba cuando cae en combate, la guerra de independencia y la creaci贸n de la rep煤blica 鈥渆n medio de la guerra鈥. Todo lo hecho hasta Dos R铆os apenas era el pre谩mbulo de la construcci贸n de la Cuba pensada y so帽ada por Mart铆.

Si la lucha inicial era contra el dominio colonial espa帽ol, los profundos cambios operados en los Estados Unidos convierten a esta naci贸n en la m谩s poderosa potencia, ante la cual, llegado el momento, la propia Espa帽a rendir铆a sus banderas. Desde 1889, Mart铆 advierte: 鈥溌縋or qu茅 han de pelear sobre las rep煤blicas de Am茅rica sus batallas con Europa, y ensayar en pueblos libres su sistema de colonizaci贸n?鈥; 鈥淒esde la cuna so帽贸 en estos dominios el pueblo del Norte (鈥) y cuando un pueblo rapaz de ra铆z, creado en la esperanza y certidumbre de la posesi贸n del continente, llega a serlo, con la espuela de los celos de Europa y de su ambici贸n de pueblo universal (鈥) urge ponerle cuantos frenos se puedan fraguar,聽 con el pudor de las ideas, el aumento r谩pido y h谩bil de los intereses opuestos, el ajuste franco y pronto de cuantos tengan la misma raz贸n de temer, y la declaraci贸n de la verdad鈥.

Y he ah铆 la raz贸n de Cuba; su lugar en el mundo: 鈥淓n el fiel de Am茅rica est谩n las Antillas, que ser铆an, si esclavas mero pont贸n de la guerra de una rep煤blica imperial, contra el mundo celoso y superior que se prepara para negarle el poder鈥. Y sentencia: 鈥淓s un mundo lo que estamos equilibrando; no solo dos islas las que vamos a libertar鈥 y Cuba ser铆a la rep煤blica 鈥渋ndispensable al equilibrio americano鈥.

Iniciada la guerra de independencia, quedaba un paso importante, crear la Rep煤blica de Cuba. En la carta inconclusa a Manuel Mercado ya habla de ello. Despu茅s de la Mejorana, su papel en la Constituyente fundadora y reguladora de la rep煤blica era fundamental y 茅l lo sab铆a. Su ausencia en Jimaguayu desfigur贸 parte del proyecto de preparar la rep煤blica en medio de la guerra. Al producirse la intervenci贸n de Estados Unidos en la contienda independentista cubana, M谩ximo G贸mez expresaba las terribles consecuencias de la ausencia de Mart铆, porque 茅l s铆 sab铆a c贸mo enfrentar la nueva situaci贸n. Los tiempos nuevos eran muy complejos. Se confrontaban peligros externos e internos. Uno de ellos era, seg煤n hab铆a escrito el Maestro:

鈥淓n Cuba ha habido siempre un grupo importante de hombres cautelosos, bastante soberbios para abominar la dominaci贸n espa帽ola, pero bastante t铆midos para no exponer su bienestar personal en combatirla. Esa clase de hombres, ayudados por lo que quieren gozar de los beneficios de la libertad sin pagarlos en su sangriento precio, favorecen vehementemente la anexi贸n de Cuba a los Estados Unidos. Todos los t铆midos, todos los irresolutos, todos los conservadores ligeros, todos los apegados a la riqueza, tienen tentaciones marcadas de apoyar esta soluci贸n, que creen poco costosa y f谩cil. As铆 alagan su conciencia de patriotas, y su miedo de serlo verdaderamente鈥.

El proyecto inconcluso de Jos茅 Mart铆 se convirti贸 en el de las generaciones del siglo XX; es el proyecto revolucionario de creaci贸n, retomando las palabras de Jos茅 Antonio Saco dos a帽os antes de nacer Mart铆, de 鈥渦na Cuba cubana y no anglosajona鈥. Ha pasado el tiempo, 125 a帽os despu茅s de la desaparici贸n f铆sica del Ap贸stol, su pensamiento vivo es nutriente, sabia, para pensar y crear la Cuba futura. Br煤jula cuando baten aires de tormenta. 聽

 

 

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-La pol铆tica para Mart铆: Un asunto del alma (Intervenci贸n de Lil Mar铆a Pichs Hern谩ndez en el espacio Dialogar, dialogar)


Los placeres de la melancol铆a insular: lo cubano en la poes铆a de Jos茅 Mar铆a Heredia

  1. …su poes铆a resplandece, desmaya o angustia.
  2. Jos茅 Mart铆

Jos茅 Mar铆a Heredia y Heredia (Santiago de Cuba, 1803-Toluca, M茅xico, 1839) fue un poeta de azares y dolores, de la tr茅mula y feliz melancol铆a que antecede al despido y la partida: la a帽oranza que permanece como fe de vida. Pero tambi茅n fue un poeta de libertades, del anhelo rom谩ntico e independentista de una Isla que defini贸 como propia en la hondura de sus versos. Vivi贸 anhelando la Patria pues su destino fue el destierro: el vagar y la mirada errante, pero siempre oblicua hacia la Isla. Con su poes铆a comienzan a cristalizarse en Cuba los elementos de la Naci贸n y la identidad nacional, en las evocaciones al paisaje y la naturaleza insular, y en el despertar de la conciencia independentista del pueblo cubano. Fue, sobre todo, poeta de acertada cuban铆a que 鈥渓e cant贸, con majestad desconocida, a la mujer, al peligro y a las palmas鈥, escribi贸 Mart铆[1].

Las primeras lumbres de cuban铆a en nuestras letras se evidencian en la representaci贸n de la naturaleza: desde los tiempos germinales de la poes铆a insular es la naturaleza y su representaci贸n la realidad inmediata que inspira al poeta. Pero su inmediatez f铆sica, en una isla casi paradis铆aca como Cuba, no es igual a su inmediatez po茅tica. El poeta no puede expresarla todav铆a sino a trav茅s de una concepci贸n prestada y cl谩sica, y a la vez artificial y abstracta, con cierto aire virgiliano y horaciano evidente del neoclasicismo, y muchas veces con reminiscencias barrocas de G贸ngora, Quevedo y Calder贸n de la Barca.

A esa representaci贸n de la naturaleza 鈥搒obre todo mediante la descripci贸n del paisaje como evidencia de las primeras muestras de 鈥渓o cubano鈥 en nuestra l铆rica鈥 se encamina la poes铆a insular desde Espejo de Paciencia (Silvestre de Balboa Troya y Quesada, 1608) como primer monumento del corpus literario cubano, hasta entrado el siglo XIX. Inicialmente fue la pi帽a 鈥揻ruta primero barroca y luego neocl谩sica鈥 el s铆mbolo paradis铆aco y vistoso de nuestra primera poes铆a y a la vez de Cuba, muestra de la voluptuosidad ante los ojos europeos de las bondades tropicales de la isla. La conocida oda 鈥淎 la pi帽a鈥, de Manuel de Zequeira y Arango (1764鈥1846) o 鈥淪ilva cubana鈥 (鈥淟as frutas de Cuba鈥) de Manuel Justo de Rubalcaba (1769鈥1805) son claros ejemplos de una serie de poemas buc贸licos con cierto toque rococ贸 de 鈥減oes铆a de jard铆n鈥 en cuya sucesi贸n descubrimos el acercamiento cada vez m谩s real e 铆ntimo a nuestra flora y fauna, lo que llamar铆a Cintio Vitier 鈥渓a silva descriptiva鈥[2] de nuestra g茅nesis po茅tica, literatura que 鈥渃onsiderada seriamente comienza con Heredia鈥[3].

Con Jos茅 Mar铆a Heredia la palma desplaza a la pi帽a como s铆mbolo de cuban铆a: si antes Balboa pone en manos de divinidades griegas y latinas los frutos ind铆genas, y Zequeira describe una especie de apoteosis mitol贸gica de la pi帽a (erigiendo a la fruta barroca como s铆mbolo tropical), en Heredia la palma es escala de luz, orgullo nacional, trono libre y redentor, ense帽a virginal, s铆mbolo de martirio y dolor de la Patria… Hab铆amos pasado del cesto barroco y mitol贸gico 鈥揷omo las cornucopias griegas鈥 al penacho rom谩ntico de la palma, el 谩rbol que recibe el primero y el 煤ltimo rayo de luz, a la representaci贸n ideal y erguida de la Isla como compendio de dolor y libertad, de la conciencia independentista que se iba tornando en la intelectualidad burguesa insular.

Heredia supera lo que Vitier llama 鈥渆l marco buc贸lico y la visi贸n arc谩dica鈥 del neoclasicismo insular[4]. Su poes铆a proporciona, desde las primeras obras apreciables en su temprana juventud, la interiorizaci贸n de la naturaleza, su expresi贸n cada vez m谩s desnuda y real en la comprensi贸n de lo cubano como elemento identitario. En los versos de 鈥淓n el Teocalli de Cholula鈥, uno de sus poemas m谩s conocidos y modelo elocuente de su procedimiento descriptivo, escrito, adem谩s, en plena adolescencia, Heredia muestra una naturaleza espiritualizada que sutilmente se identifica con un paisaje del alma humana. Escribe Max Henr铆quez Ure帽a en su Panorama hist贸rico de la literatura cubana: 鈥淓l poeta descriptivo suplant贸 bien pronto al poeta de amor. Encarcelaba en pocas palabras la complejidad de un vasto paisaje. Jam谩s descend铆a al detalle secundario ni a la enumeraci贸n fatigosa: su visi贸n era siempre sint茅tica y, por lo mismo intensa鈥[5].

Seg煤n 脕ngel Augier: 鈥淓l impulso afectivo fue asoci谩ndose a los elementos f铆sicos del pa铆s, y 茅stos a su vez lo acercaron lenta y sutilmente a los espirituales鈥[6]. Este es un rasgo caracter铆stico de su poes铆a: el paisaje como unidad est茅tica y sentimental creada por el alma, el paso de la naturaleza al paisaje propiamente dicho, no en el sentido pict贸rico o representativo, sino como estado de 谩nimo. Para Cintio Vitier, esa espiritualizaci贸n de la naturaleza que ser铆a caracter铆stica en su obra, muestra en Heredia dos planos, que en ocasiones se funden en uno solo: el amoroso y el patri贸tico[7]. Es caracter铆stico del romanticismo la interpenetraci贸n de sentimiento y naturaleza, a tal punto que los espect谩culos naturales resultan misterios asumidos por el mundo de las pasiones; entonces el rom谩ntico ve en la naturaleza un espejo de su alma (n贸tese en la obra de Heredia el conocido poema 鈥淣i谩gara鈥, y en la poes铆a del ingl茅s Lord Byron, 鈥淟as peregrinaciones de Childe Harold鈥).

Vemos en esa 鈥渆spiritualizaci贸n de la naturaleza鈥 de la que hablaba Vitier, una visi贸n cuban铆sima de la mujer, que se evidencia tanto en la l铆rica amatoria de Heredia, como en sus poemas patri贸ticos. Los d煤os palma-mujer y palma-patria aparecen, aunque separados, como elementos caracter铆sticos de cuban铆a en la obra de Heredia. Parejas po茅ticas que en Jos茅 Mart铆 luego se fundir谩n en un solo concepto: 鈥…las palmas son novias que esperan; y hemos de poner la justicia tan alto como las palmas鈥[8]. En la obra de Heredia vemos la relaci贸n palma-mujer plasmada en los siguientes versos de 1821: El alma m铆a/ se abraz贸 a tu mirar: entre la pompa/ te contempl茅 del estruendoso baile/ altiva y majestuosa descollando/ entre hermosura/ cual palma gallard铆sima y erguida/ de la enlazada selva en la espesura…[9]

Otro ejemplo de naturaleza cubana 铆ntimamente espiritualizada 鈥撯渆l sentimiento del paisaje鈥, seg煤n Max H. Ure帽a[10]鈥, a la vez h煤meda y tr茅mula como la voz misma del poeta, muestra la adjetivaci贸n (鈥渆l pomposo naranjo, el mango erguido鈥) que despu茅s del propio Heredia ser谩 com煤n y hasta cierto punto reiterativa, con sus luces y sombras en mayor o menor grado, en la poes铆a decimon贸nica cubana: Morada fr铆a/ de grato horror y oscuridad sombr铆a, / a ti me acojo, y en tu amigo seno/ mi tierno coraz贸n sentir茅 lleno/ de agradable y feliz melancol铆a[11].

El 鈥済rato horror鈥 de la noche herediana bajo el asilo de la espesura, ofrece un lugar de ocultamiento al nost谩lgico desamparo del desterrado, la agradable melancol铆a que marca toda la existencia del poeta, como posteriormente se evidencia en la obra de Zenea y Casal. De los arrebatos de pasi贸n se liberaba Heredia solo para entregarse a la melancol铆a o al desencanto. La ardiente y sensual nostalgia viene a ser otra contraparte po茅tica de su obra l铆rica: la deliciosa, necesaria, ardorosa y 鈥渇eliz melancol铆a鈥 herediana 鈥揺ntre la conmoci贸n de los elementos naturales y la paz de las soledades鈥 que se evidencia en su poes铆a: Desde la infancia venturosa m铆a/ era mi amor. / Aislado, pensativo/ gust谩bame vagar en la ribera/ del ancho mar[12].

El destierro, la emigraci贸n con el fr铆o del norte 鈥搎ue padecer铆an otros poetas, incluido el propio Mart铆鈥, la imagen de Cuba como para铆so perdido, se ver谩n retratados en estos versos de 鈥淧laceres de la melancol铆a鈥. Aqu铆 la nostalgia de una tierra dulce y paradisiaca, propia del romanticismo, parece condensarse en un solo verso, islas de paz y gloria semejaban, y todo el fr铆o implacable del destierro, en una sola imagen sensitiva, y bajo el agudo filo/ del hielo afinador centella el cielo[13].

Otro 鈥渆nfrentamiento鈥 de la poes铆a de Heredia con los desbordes de la naturaleza insular lo encontramos en el poema 鈥淓n una tempestad鈥. El poeta no se queda imp谩vido frente al paso del hurac谩n: admira su potencia, lo saluda en versos de profunda y profusa mirada descriptiva, que se torna adem谩s de ribetes de inspiraci贸n sagrada; es cuando su voz, hermanada al estruendo del hurac谩n, se llena de armon铆a: Hurac谩n, hurac谩n, venir te siento, / y en tu soplo abrasador/ respiro entusiasmado/ del Se帽or de los aires el aliento[14].

La palma, que ya la hemos visto convertida en mujer, aparece en su obra como s铆mbolo de la patria, como ejemplifica un pasaje de la oda 鈥淣i谩gara鈥. Ante la vertiente estadounidense de las famosas cataratas del Ni谩gara, el joven bardo desterrado escribe su poema m谩s conocido, inspirado en la famosa narraci贸n del poeta rom谩ntico franc茅s Fran莽ois鈥揜en茅 de Chateaubriand, y plasma as铆 鈥渦na de sus dos o tres obras maestras, y seguramente uno de los poemas m谩s bellos en lengua castellana鈥[15]: Mas 驴qu茅 en ti busca mi anhelante vista/ con in煤til af谩n? 驴Por qu茅 no miro/ alrededor de tu caverna inmensa/ las palmas, 隆ay! las palmas deliciosas/ que en las llanuras de mi ardiente patria/ nacen del sol a la sonrisa, y crecen/ y al soplo de la brisa del Oc茅ano/ bajo un cielo pur铆simo se mecen?[16]

A prop贸sito, escribe Cintio Vitier sobre la impronta del poema en generaciones de revolucionarios exilados: 鈥淪e帽ala este verso (鈥渓as palmas, 隆ay! las palmas deliciosas鈥) momento en nuestra historia y en nuestra sensibilidad, que estar谩 vigente hasta los d铆as de Mart铆. Para generaciones de emigrados y desterrados 鈥搇a flor del pa铆s鈥, Cuba ser谩 eso: 鈥渓as palmas, 隆ay! las palmas deliciosas鈥. Pero esta delicia, que en la visi贸n de Heredia eran los 鈥減laceres de la melancol铆a鈥, se ir谩 saturando cada vez m谩s de dolor y cambiando la nostalgia por una fren茅tica esperanza鈥[17].

Frente al Ni谩gara, le basta a Heredia con reflejar su propia agitaci贸n interior para traducir la terrible tempestad de la catarata. Dentro, el poeta desfallec铆a. 鈥淧ero, asegurar铆a luego Jorge Ma帽ach, es una inspiraci贸n de mayor sustancia la que all铆 le aguarda; una emoci贸n de grandeza desatada, la percepci贸n del poder divino y la sugerencia de la marcha ciega y fatal del destino humano hacia el abismo de dolor鈥[18].

Si bien se evidencian en Heredia las parejas palma-mujer y palma-patria como compendio y s铆mbolo de cuban铆a, a la par de la descripci贸n del paisaje cubano como espejo del alma del poeta, es la dimisi贸n patri贸tica de su obra otro rasgo caracter铆stico y por el que ha sido recordada su figura l铆rica. Partamos de un punto necesario para comprender esta faceta de la amplia obra herediana: Heredia inicia lo que llamaremos 鈥渋luminaci贸n po茅tica de Cuba鈥 desde el destierro, luego de ser acusado de participar en la conspiraci贸n Soles y Rayos de Bol铆var, en 1823; as铆 inaugura una larga tradici贸n de creadores e 鈥渋nspiraciones鈥 del exilio y la di谩spora. Sin la mirada melanc贸lica del exilio pol铆tico no habr铆a exaltaci贸n po茅tica ni a帽oranza hacia la tierra natal, y por tanto tampoco deseos independentistas. Esto marca, como estigma, la obra del poeta santiaguero, a quien Mart铆 llam贸 el primer poeta de Am茅rica.

En las cataratas del Ni谩gara una placa de bronce, con el rostro del poeta y varias estrofas de su conocida oda, recuerdan la visita que el 15 de julio de 1824 hiciera a ese sitio el primer gran poeta de Cuba y Am茅rica Latina.

Pero en el joven Heredia, la vocaci贸n patri贸tica no surge de manera espont谩nea; es, m谩s bien, una especie de evoluci贸n que termina siendo cristalizaci贸n patri贸tica y revolucionaria en su poes铆a. 鈥淩eci茅n llegado a M茅xico 鈥揺scribe 脕ngel Augier en su ensayo La poes铆a de Jos茅 Mar铆a Heredia鈥 el concepto de 鈥減atria鈥 para Jos茅 Mar铆a era el mismo sustentado por su padre: atribuido a Espa帽a en el sentido maternal emanado de un mal entendido derecho hist贸rico. As铆 como el magistrado [un espa帽ol liberal de Am茅rica que hab铆a escrito Memoria de las revoluciones de Venezuela] desde su posici贸n jur铆dica, propugnaba la avenencia de los patriotas latinoamericanos a un r茅gimen espa帽ol de garant铆as constitucionales, que en la misma Espa帽a era fugaz e ilusorio, su hijo poeta entonaba loas a jefes militares colonialistas 鈥揷omo Barradas y Apodaca鈥 por su aparente pol铆tica persuasiva frente a los soldados de la independencia, o a Fernando VII por el transitorio restablecimiento de la Constituci贸n de 1812鈥[19]. Ejemplifican esto los poemas 鈥淓spa帽a libre鈥 y el 鈥淗imno patri贸tico al restablecimiento de la Constituci贸n鈥, pero no era su voz la de un separatista, sino la de un defensor de la libertad. Incluso ya hab铆a escrito, a ra铆z del tratado sobre la abolici贸n del comercio de esclavos que impuso Inglaterra a Espa帽a, su 鈥淐anci贸n hecha con motivo de la abolici贸n del comercio de negros鈥 (o 鈥淓n la abolici贸n del comercio de negros鈥), donde su esp铆ritu clama justicia, no sin cierto agradecimiento biso帽o al gobierno espa帽ol por acordar la abolici贸n.

Durante su primera estancia en M茅xico, donde acompa帽a a su padre (la familia de Heredia fue tan trashumante como el propio bardo, movi茅ndose entre Santo Domingo, Cuba, Venezuela, M茅xico…) con solo diecis茅is a帽os y sin aparente motivaci贸n pol铆tica, escribe al compatriota que regresa a Cuba: 隆Feliz Alpino, el que jam谩s conoce/ otro cielo ni sol que el de su patria! (…) 隆Oh! 隆C贸mo palpitante saludara/ las dulces costas de la patria m铆a/ al ver pintada su distante sombra/ en el tranquilo mar del mediod铆a! (…) Hermoso cielo de mi hermosa patria, 驴no tornar茅 yo a verte?[20]

En esta primera etapa mexicana surge en Heredia el sentimiento de libertad como suprema aspiraci贸n del hombre; su poes铆a comienza a ser muestra de ello. As铆 comienza a fraguar la conformaci贸n de su identidad nacional, aquello que lo aleja un poco de su padre y lo acerca a la isla doliente y querida: Cuba como tierra de su nacimiento y est铆mulo para moldear su emoci贸n patri贸tica. En la ausencia, el recuerdo se enlazaba dulcemente (鈥渓a dulce melancol铆a鈥) a la naturaleza insular, el sol tropical y las noches criollas, testigos de sus d铆as de felicidad, esa que crey贸 encontrar en Cuba, la nostalgia al suelo nativo que bojea en su alma la idea y el sentir de la patria.

Heredia se integr贸 as铆 a un magno fen贸meno de cristalizaci贸n de la espiritualidad, en el preciso instante en que los sucesos ocurridos en la metr贸polis, sus colonias americanas y en la propia Cuba, estremec铆an los andamios del sistema espa帽ol. Era el momento en que en la Isla, a la sombra del movimiento constitucional, que hizo proliferar, en la Cuba, la imprenta y las publicaciones seriadas, se debat铆an las cada vez m谩s hondas contradicciones ideol贸gicas y de intereses entre criollos y peninsulares. Mientras los integristas polemizaban con los reformistas, y los constitucionalistas con los absolutistas, en la sociedad criolla las ideas de independencia proliferaban al est铆mulo de la gesta bolivariana. Para entonces en Heredia, la patria ya no era Espa帽a, sino Cuba.

Escribir铆a entonces, luego de enrolarse en Matanzas en la logia Caballeros Racionales, una de las ramas del movimiento Soles y Rayos de Bol铆var, el poema 鈥淎 la insurrecci贸n de Grecia en 1820鈥, donde vislumbra un futuro de libertad para su patria en el ejemplo de lucha del pueblo griego: Por el alma libertad: miro a mi patria/ a la risue帽a Cuba, que en la frente/ eleva al mar de palmas coronada/ por los mares de Am茅rica tendiendo/ su gloria y su poder鈥[21]

En octubre de 1823, al saber que la conspiraci贸n hab铆a sido descubierta, escribi贸 en Matanzas el poema 鈥淟a estrella de Cuba鈥, que inaugur贸 la poes铆a cubana revolucionaria. Escribe as铆 Heredia uno de sus versos m谩s conocidos: Nos combate feroz tiran铆a/ con aleve traici贸n conjugada/ y la estrella de Cuba eclipsada/ para un siglo de horror queda ya. / Que si un pueblo de dura cadena/ no se atreve a romper con sus manos/ bien le es f谩cil mudar de tiranos/ pero nunca ser libre podr谩[22].

Indignado el poeta, fulmina con sus limpios versos al tirano opresor, pero la estrella que despunta en este poema qued贸 fija desde entonces como uno de los s铆mbolos de anhelo de libertad del pueblo cubano, al punto de aparecer en el tri谩ngulo rojo de la bandera nacional, como se refleja tambi茅n en el escudo otro de los s铆mbolos heredianos: la palma. Adem谩s ya Heredia formula una decisi贸n que ser铆a escrita con sangre en nuestras contiendas independentistas y se refleja en el Himno Nacional, 鈥渕orir por la patria es vivir鈥.

Tiempo despu茅s, desterrado y en viaje de Estados Unidos a M茅xico 鈥揳l cual le cant贸 en muchas ocasiones y hasta intent贸 crear para la naci贸n azteca un Himno Nacional鈥 vuelve a divisar en el mar la isla lejana que se repite como un quejo, como un largo acorde doloroso. Heredia divisa las alturas del Pan de Matanzas, al que tambi茅n le cantar铆a Pl谩cido, y en donde esperan la madre, los amigos, la novia; escribe entonces el famoso 鈥淗imno del desterrado鈥 (1825). Pero esta isla no es la misma de otros poemas: es una isla doblemente lejana, isla imposible, a la que solo podr谩 volver por poco tiempo, enfermo y desilusionado; acogi茅ndose a una amnist铆a vigente y bajando la cabeza ante el Capit谩n General Miguel Tac贸n.

Quiz谩 sea Mart铆 quien mejor defina los d铆as del regreso de Heredia a Cuba: 鈥淵 al ver Heredia criminal a la libertad, y ambiciosa como la tiran铆a, se cubri贸 el rostro con la capa de tempestad, y comenz贸 a morir. (…) Si para vivir era preciso aceptar con la sonrisa mansa la complicidad con los lisonjeros, con los hip贸critas, con los malignos, con los vanos, 茅l no quer铆a sonre铆r ni vivir. (…) transparente ya la mano noble y peque帽a, con la 煤ltima luz en los ojos, el poeta que hab铆a tenido valor para todo, menos morir sin volver a ver a su madre y a sus palmas鈥[23].

En el 鈥淗imno del desterrado鈥 escribe Heredia uno de sus poemas de m谩s tr谩gica hondura: 隆Tierra! claman: ansiosos miramos/ al conf铆n del sereno horizonte鈥/ Es el Pan… En su falda respiran/ el amigo m谩s fino y constante/ mis amigas preciosas, mi amante…/ 隆Qu茅 tesoros de amor tengo all铆! Y m谩s lejos, mis dulces hermanas/ y mi madre, mi madre adorada/ de silencio y dolores cercada/ se consume gimiendo por m铆. Cuba, Cuba, que vida me diste, dulce tierra de luz y hermosura, 隆cu谩nto sue帽o de luz ventura/ tengo unido a tu suelo feliz![24]

El poeta trasluce la ansiedad, los l铆mites de la insularidad (esa poderosa palabra que nos turba y vendr铆a a ser tema socorrido en la siguiente poes铆a cubana), el mundo que ha dejado atr谩s y que anhela reencontrar… La nostalgia del suelo nativo, originada por la novia y la familia, bosqueja en su esp铆ritu la idea y la intuici贸n de la patria, a la que ans铆a retornar. El poema es, a la vez, claro ejemplo del patriotismo herediano, de su anticolonialismo: la cocci贸n de la palabra patria y las ideas independentistas del bardo, de un sedimento de pa铆s y Naci贸n: 隆Cuba! Al fin te ver谩s libre y pura/ como el aire de luz que respiras/ cual las ondas hirvientes que miras/ de tus playas la arena besar/ Aunque viles traidores te sirvan/ del tirano es in煤til la sa帽a/ que no en vano entre Cuba y Espa帽a/ tiende inmenso sus olas el mar[25].

En su poes铆a Heredia refleja, en medio de la belleza ed茅nica de la isla, 煤nico 谩mbito en que circunscrib铆a nuestra poes铆a antes de Heredia, los problemas de la conciencia, los ideales, la indignaci贸n… Al deslumbramiento de la naturaleza se antepone la vigilia, la preocupaci贸n por el destino del pa铆s, el sentimiento cada vez m谩s agudo, camino al odio y la ira del esp铆ritu contra el opresor, la responsabilidad por la patria y su destino… Heredia, adem谩s de los elementos cubanos que define e interioriza, es el primero de nuestros poetas que le infunde aliento espiritual al paisaje cubano, y el primero tambi茅n que valora la isla en funci贸n de la distancia, de la lejan铆a del exilio en que vivi贸 el poeta: atm贸sfera propia del mito de la isla que jugar谩 siempre un papel decisivo en nuestra sensibilidad. Sin dudas, la primera iluminaci贸n l铆rica de Cuba, se verifica y viene a dar sus luces desde el exilio. Pero es con Heredia que la isla a帽orada se convierte en patria: no solamente en tierra natal, sino en patria que ilumina, brilla y refleja distante, lejana en el mapa, quiz谩 hasta inalcanzable, pero Patria… Para Cintio Vitier: 鈥淐on Heredia la isla se vuelve, no solo distante, sino tambi茅n lejana, porque ha entrado en su intimidad, en su deseo, en el anhelo de su alma. Cuba empieza a ser esperanza a la vez que nostalgia; cielo futuro, que no se gozar谩 nunca, a la vez que para铆so perdido鈥[26].

Heredia fue un poeta desigual. Quiz谩 por eso Max Henr铆quez Ure帽a lamente que en la poes铆a civil de Heredia predomine la t贸nica prosaica y declamatoria. Sin embargo, para Mart铆, 鈥渆l lenguaje de Heredia es otra de sus grandezas, a pesar de esos defectos que no han de excus谩rsele, a no ser porque estaban consentidos en su tiempo, y a煤n se ten铆an por gala: porque la poes铆a, que es arte, no vale disculparla con que es patri贸tica o filos贸fica, sino que ha de resistir como el bronce y vibrar como la porcelana鈥[27].

La cambiante situaci贸n pol铆tica de M茅xico lo desilusion贸. El poeta civil hab铆a enmudecido. La fe que aprendi贸 de ni帽o, y un triste anhelo a Cuba, le inspiraron sus 脷ltimos versos. Muri贸 en la ciudad de M茅xico, el 12 de mayo de 1839. Sus restos terminaron luego en una tumba com煤n. Ten铆a 35 a帽os.

En las cataratas del Ni谩gara una placa de bronce, con el rostro del poeta y varias estrofas de su conocida oda, recuerdan la visita que el 15 de julio de 1824 hiciera a ese sitio el primer gran poeta de Cuba y Am茅rica Latina.

Mientras, Heredia sigue escuchando, en los placeres de la melancol铆a insular, el precipitar de ese inmenso 鈥渢rueno de agua鈥 que es el Ni谩gara. Tratando de ver, entre los torrentes, una palma cubana erguirse a las alturas.

Notas:

[1] 鈥淗eredia鈥 (1889): Discurso pronunciado en Hardman Hall, Nueva York, el 30 de noviembre de 1889, en Jos茅 Mart铆, Obras Completas, Volumen V, 1976. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, Instituto Cubano del Libro (ICL).

[2] Cintio Vitier (1970): Lo cubano en la poes铆a. La Habana: Ed. Letras Cubanas, Instituto del Libro, p. 43.

[3] Roberto M茅ndez Mart铆nez (2008): En la paz de estos desiertos. Pinar del R铆o Ediciones Almargen, Ed. Cauce, p. 18.

[4] Cintio Vitier, 铆dem, p. 44.

[5] Max Henr铆quez Ure帽a (2006): Panorama hist贸rico de la literatura cubana, Tomo 1, La Habana: Editorial F茅lix Varela, 2006, p. 131.

[6] 脕ngel Augier (2003): 鈥淟a poes铆a de Jos茅 Mar铆a Heredia鈥, en Obra po茅tica, Jos茅 Mar铆a Heredia, La Habana: Ed. Letras Cubanas, p. 10.

[7] Cintio Vitier, 铆dem, p. 75.

[8] Discurso en el Liceo cubano de Tampa, 26 de noviembre de 1891. Estudiado por Vitier, 铆dem, p. 76.

[9] 鈥淎…, En el baile鈥. Jos茅 Mar铆a Heredia (2003). Obra po茅tica. Compilaci贸n y pr贸logo de 脕ngel Augier. La Habana: Ed. Letras Cubanas, p. 23. (Todas las citas de la obra de Heredia pertenecen a esta edici贸n).

[10] Max Henr铆quez Ure帽a, 铆dem.

[11] 鈥淓l desamor鈥, Heredia, p. 35.

[12] 鈥淧laceres de la melancol铆a鈥, Heredia, p. 190. Heredia inaugura, adem谩s, la poes铆a al/del mar. V茅ase su canto 鈥淎l oc茅ano鈥, que, dado la misma vida trashumante y hasta cierto punto errante del poeta, es elemento habitual de su lira.

[13] 脥dem.

[14] Heredia, 铆dem, p. 223.

[15] Jorge Ma帽ach, citado en Leonardo Padura (2012): 鈥淓l Ni谩gara y Heredia鈥, en Un hombre en una isla, Cr贸nicas, ensayos y obsesiones: Santa Clara Ediciones, Sed de belleza, p. 275.

[16] Heredia, 铆dem, p. 236.

[17] Cintio Vitier, 铆dem, p. 84.

[18] Citado en Padura, 铆dem, p. 274.

[19] 脕ngel Augier, 铆dem, p. 11.

[20] 鈥淎 Alpino鈥, Heredia, 铆dem, p. 10.

[21] 铆dem, p. 83.

[22] 脥dem, p. 100.

[23] Jos茅 Mart铆 (1976): Obras Completas. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, Instituto Cubano del Libro (ICL), p. 174-175.

[24] Heredia, 铆dem, p. 114.

[25] 脥dem, p. 117.

[26] Cintio Vitier, 铆dem, p. 88.

[27] Jos茅 Mart铆: Obras completas, 铆dem, p. 137.