Arte


Modo Split y los Museos viajan a Marte

El espacio es un ámbito de esplendor para el ser humano donde los escenarios surrealistas deslumbran a los simples mortales que aspiran a tocar una galaxia cercana. En el pasado siglo el hombre logró alunizar, no solo en el plano físico; la mente abrió sus puertas a un espacio extra terrestre. Este periodo fue el boom de la psicodelia y los grandes eventos que, más allá de ser sueños, fueron realidades concretadas surgidas en noches surrealistas.

Modo Split y los Museos lograron llegar a Marte creando realidades psicodélicas y nuevas experiencias en el público santiaguero el pasado diciembre a través de una nueva visión de la museología. Los seres humanos podemos aterrizar en la tierra cuando bajamos de nuestros sueños. Pero, ¿cómo hacemos para llegar a Marte? La Real Academia de la Lengua Española define como “amarterizar” la acción de entrar en contacto físico con la superficie de ese planeta. Santiago de Cuba no consiguió poner los pies de forma física en dicho planeta, pero la mente, ¡logró volar!

La experiencia titulada Modo Split y los Museos viajan a Marte comenzó con la organización de la Orquesta de Cámara Esteban Salas en el parque Céspedes mientras que la música estuvo a cargo del compositor y guitarrista Aquiles Jorge. Este performance atrajo publico inquieto y curioso, que decidió parar su tránsito para ver la inusual situación.

Bajo la dirección de Marco Tulio Niño Wong los artistas demostraron que no solo la experiencia musical se logra trasmitir dentro de una sala de concierto. Hay que lograr involucrar a los espectadores con el arte y atraerlos hacia la luz de la cultura.

Un flautista de Hamelin atrajo a los mortales que, siguiendo los gritos de Pregón –poema del artista y director del Museo de la Imagen y el Sonido Demian Rabilero– fueron guiados hacia la Sala de Arte Extensión del Museo Provincial Emilio Bacardí Moreau conocido popularmente como Club San Carlos. La acción más que un discurso predeterminado fue un hecho de improvisación; el azar y las condiciones favorecieron a que el evento deslumbrara de forma sui géneris.

Esperanza en la red, obra de Yuri Seoane.

El espacio galerístico quedó roto cuando la curaduría demostró que no hacen falta decenas de obras para llenar las salas de arte, solo es necesario un concepto curatorial diferente que ajuste las obras al espacio. No puede existir una brecha entre la curaduría, el artista, las obras y el público, todos son una unidad indivisible de lenguaje-interpretación, donde la hermenéutica media entre el sujeto y el objeto.

Solo tres piezas se presentaron dentro de la edificación neocolonial que representa la Sala de Arte Extensión del Museo Provincial de Santiago de Cuba. En el centro de la institución artística se encontraba la pieza Esperanza en la red.

El environment de Seoane fue presentado al Salón Artes Visuales y Experimentación (SAVE) –donde ganó el gran premio– y retomado en esta exposición con un aire renovador. El trabajo artístico estaba situado en el centro de la galería por lo que obligaba al púbico a ser parte de ella en el intento de continuar observando el resto de la exposición. La re-contextualización de la obra le dio un aire diferente a la pieza ya exhibida con anterioridad; al incluir juego de luces, y utilizar mayor espacio dentro de la galería.

Al evento se presentaron dos videoartes “Esperanza en la red”, que era un trabajo audiovisual con una visualidad experimental y fue la documentación fílmica de la pieza homónima de Yuri Seoane, y “Domingo de invierno” de Demian Rabilero. Ambos audiovisuales se exhibieron en el SAVE, pero no pudieron ser visualizados por el público debido la falta de fluido eléctrico que acompañó el acto de inauguración del salón.

Unas pequeñas palabras inaugurales de Suitberto Frutos, director del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de Santiago de Cuba, rompieron la espera del público cuando las siete campanadas de la catedral de Santiago de Cuba señalaron la hora. La elocuencia no viene de recursos rebuscados y “metatrancosos” como muchos creen, el arte de la retórica es convencer a las personas con la menor cantidad de palabras, lo cual se logró en la presentación del gran environment que fue el viaje a Marte de los museos. Todo un acto de pantomima floreció con la acción de incluir una intérprete de señas que, más que tratar de llegar a un público con una determinada discapacidad se convirtió en una suerte de performance.

Se proyectaron los videoartes de Yuri Seoane y Demian Rabilero.

A esas alturas de la noche, el viaje a Marte ya había comenzado y la nave del arte estuvo en gravedad cero y fluyendo hacia su destino. Es en ese momento donde se entiende que la travesía interestelar y la idea de la construcción de la infraestructura espacial comenzó con el evento astronómico de la oposición del planeta Marte, este suceso ocurre cuando el astro alcanza la mínima distancia con la Tierra en todo el año y forma una línea recta con el Sol y nuestro planeta. Este tema fue analizado por especialistas que explicaron a los execradores el suceso cósmico a la vez que se realizó una observación astronómica guiada por Raudel Hubert.

No solo el cielo fue excusa para guiar al espectador. Al mirar el suelo una larga alfombra roja alineada con la puerta de Museo de Ambiente Histórico (Casa de Diego Velásquez) guiaba al espectador hacia su próxima experiencia. Ver el planetario dentro de un museo fue la justificación para hablar de astrología y dilucidar experiencias entre especialistas y espectadores.

A través del slogan “La museología como arte vuela” se unieron tres museos, el de la Imagen y el Sonido Bernabé Muñiz Guibernau, el Emilio Bacardí Moreau y el de Ambiente Histórico Cubano. Estas tres instituciones crearon una nueva visualidad en la curaduría espacial santiaguera e intentaron enseñar un concepto nuevo de “curaduría conceptual ambiental”.

La museología como ciencia estudia el conjunto de prácticas, técnicas y saberes relacionados con los museos. Esta ciencia debe ampliar su concepto para incluir esta experiencia totalmente diferente, donde la curaduría espacial sobrevoló el diseño convencional de las exposiciones artísticas. Realmente lo que voló fue la museografía, que renovó su discurso al vincular la visión convencional del museo a una nueva experiencia ambiental.

Lograr que el púbico asista a eventos artísticos en el panorama cultural santiaguero se hace cada vez más difícil. Debido a la situación económico-social las personas se sienten cada vez más alejadas de la vida cultural y de las instituciones.

El arte como manifestación no puede existir sin público. Si bien el aumento del desarrollo tecnológico ha abierto nuevas brechas que deben ser exploradas, no se debe ignorar el arte como experiencia vivencial. Analizar la praxis artística es complejo, y más en un país donde se hacen obras de arte indistintamente a la situación económica-política y social que existe.

Cabe preguntarse por qué los artistas siguen realizando sus obras cuando se supone que las condiciones objetivas están por encima de las subjetivas. Partiendo de la premisa de que sí se hace arte en Cuba e ignorando la situación antes planteada, podemos cuestionarnos por qué el público asiste con menos frecuencia a los espacios artísticos.

No es necesario un estudio sociológico sobre el fenómeno de la “asistencia del público” –a galerías, teatros y salas de conciertos– no especializado a eventos artísticos para llegar a la conclusión de que los cubanos en ocasiones están más interesados en cómo sobrevivir que en la parte hedonista de la humanidad. En este sentido estar vivos es el primer paso de alegría que con frecuencia se vuelve amargo con cada carencia. Tenemos oxígeno en abundancia y problemas de sobras. Entonces, ¿por qué voy a ver arte cuando tengo que buscar dinero para sobrevivir?

La crisis económica y política en la que vivimos y la inserción de las nuevas tecnologías en la isla son algunas de los factores que influyen en la participación del público en los eventos artísticos. Eso sin contar que el pueblo cubano tiene instrucción, pero adolece de cultura de consumo artístico.

Palabras inaugurales de Suitberto Frutos, director del Centro Provincial de Patrimonio.

Estos motivos antes expuestos –que no son los únicos– requieren de mayor profundidad de estudio, siempre desde un posicionamiento crítico. Pero la pregunta es: ¿Si las personas no consumen arte, qué podemos hacer al respecto para cambiar esta situación? Hay un viejo proverbio que asevera, “si la montaña no va a Mahoma…” entonces, por qué no llevar el arte al público. Los parques, calles, terminales, y centros de trabajos son lugares habituales donde las personas transitan o hacen estancias por un tiempo determinado. Entonces, por qué no utilizar estos lugares como grandes galerías donde los espectadores sean parte de la obra de arte.

El arte tiene que evolucionar para adaptarse al contexto social en el cual se exhibe, y para ello hay que cambiar el paradigma de la galería como caja de fósforo donde los artistas esconden sus obras con el objetivo de que el espectador vaya a buscarla para hacer un incendio. Hay que llevar el arte a otros espacios como lo logró hacer Modo Split y los Museos viajan a Marte. Hay que hacer que la vida sea una obra de arte y la mente del trabajador común –que no tiene tiempo de ir a galerías– logre involucrarse con la praxis artística.

La historia del Arte a grosso modo no es más que un cuento donde se habla de las rupturas y cambios de paradigmas. Cada estilo o movimiento artístico que se analiza es el resultado de la “negación de la negación artística”. Esto es lo que tenemos que lograr; apropiarnos de lo bueno del pasado y crear ideas nuevas que involucren al público en el proceso artístico.

No estamos hablando de algo que carezca de antecedentes. Cambiar los espacios donde se exhiben las obras artísticas es un fenómeno que se lleva realizando hace más de cincuenta años. Tenemos que apropiarnos de esas ideas para llegar al espectador. Hay que crear un environment espacial donde la museografía y la curaduría sean las herramientas para introducir la obra de arte, y la pieza sea el happening nacido entre el público y el fenómeno artístico.


Concurso Escaramujo, vitrina para los instructores de arte en Cuba

La VII Jornada de presentación del Concurso Escaramujo regresa hoy a la agenda cultural cubana como una plataforma para exhibir los logros de la labor de los instructores de arte en centros culturales, comunidades y escuelas.

Con una edición híbrida, que intentará emular el amplio alcance de la cita precedente (2021) en redes sociales, el evento pondera el trabajo con la defensa de las expresiones del patrimonio cultural inmaterial de la nación y de lo más autóctono de nuestra identidad cubana, explicó Emilio Toledo, presidente de la Brigada de Instructores de Arte José Martí .

“El escaramujo regresa a la presencialidad, tras una sexta edición en condiciones bien complicadas por la pandemia que se desarrolló de manera virtual, la cual marcó un antes y un después en nuestras dinámicas de trabajo, sin embargo logramos reunir en la cita nacional a más de 800 unidades artísticas”, recordó Toledo.

Espacio de confluencias del arte aficionado en Cuba, el certamen promueve, además, la función social de la profesión, identificar, promocionar y reconocer los resultados artísticos y pedagógicos de los instructores y enriquecer la programación en las comunidades.

De acuerdo con Toledo, el concurso conjugará un programa de actividades relacionadas con la música, danza teatro, literatura y artes visuales, esta última expresión con un mayor protagonismo, en aras de potenciar de desarrollo y que sirva de documento gráfico de la obra desplegada en todo el país.

La Asociación Hermanos Saíz (AHS), la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el Consejo Nacional de Casas de Cultura, el Sistema de la enseñanza artística y centros educativos, se suman a esta articulación nacional enfocada en demostrar la relevancia de artístico-pedagógica de los instructores de arte y su impacto en la preservación de las tradiciones.

Con la misión de salir de los espacios de presentación tradicionales (teatros, galerías), el concurso conjuga el trabajo de los 11 mil instructores desplegados a lo largo de la isla, que no solo ejercen en escuelas y centros culturales, sino conjuntos artísticos y otras entidades, puntualizó Toledo.

En estos casi 15 años hemos logrado concretar un escenario múltiple para que el instructor de arte pueda mostrar su creación y el movimiento de artistas aficionados pueda tener una salida en la programación cultural de los territorios”, dijo el presidente de la Brigada.

A lo largo de todo el año el evento desarrollará las diferentes etapas de presentaciones, desde los barrios hasta terminar en el mes de noviembre con una representación de las unidades seleccionadas por un jurado nacional, para integrar las jornadas de clausura de esta fiesta de las diversas expresiones estéticas.

En el mes de febrero iniciamos con esas presentaciones del Escaramujo en las más de 600 estructuras de base que desde los barrios estarán haciendo acciones en función del concurso y en los meses siguientes serían los eventos municipales, provinciales y el nacional. 


Distrito de las Artes y la Moda

Entre el 15 y el 17 de noviembre, el Pabellón Cuba se convertió en escenario para el Distrito de las artes y la moda, evento que cuenta con el auspicio de la Dirección de Cultura de Plaza y el apoyo de la Asociación Hermanos Saíz, por el aniversario 503 de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

Foto: Cartel

La programación del evento comprendió música electrónica, clásica, World music, desfiles de modas y una expo feria comercial. El día 15, entre 4:30 p.m. y 5:30 p.m. estarán DJ Reitt & Shanara ft CarloSax y VJ; entre 5:30 p.m. y 6:00 p.m., el Cuarteto de cuerdas Caturla y de 6:00 p.m. a 6:30 p.m. la Colección Vibra Beyond, con diseños de la marca Beyond Roots y accesorios de Johannia Cabrera; de 6:30 p.m. a 7:00 p.m. estará la colección Helechos, para Telarte, del diseñador Yosvany Martínez y el artista Gilberto Frómeta. Para concluir, de 7:00 p.m. a 8:00 p.m., concierto del grupo “La Valdés”.

El 16 de noviembre, entre 4.30 p.m. y 5.30 p.m. estuvieron DJ Reitt & Shanara ft CarloSax y VJ y de 6.00 p.m. a 6.30 p.m., se presentó la colección identidad, de los diseñadores Aimee y José Luis González, artista para Telarte Manuel Mendive y de 7:00 p.m. a 8:00 p.m., concierto de Toques de Río.

Como parte del evento el miércoles 16 de noviembre, a las 5:30 p.m, en el salón principal del Pabellón Cuba, se presentó el documental “La Habana Elegante», dirigido por Rolando Almirante, con su equipo D’Alma Films Producciones.

El 17, nuevamente entre 4.30 p.m. y 5.30 p.m. estarán DJ Reitt & Shanara ft CarloSax y VJ; 6:30 p.m. a 7:00 p.m., se presentó la colección BarbarA´s, con diseños de la marca BarbarA´s y música incidental de La Reina y la Real. En tanto, el 18, en la jornada de cierre, entre 4:30 p.m. y 5:30 p.m. estarán DJ Reitt & Shanara ft CarloSax y VJ; entre 5:30 p.m. y 6:00 p.m., el Cuarteto de cuerdas Caturla y de 6:00 p.m. a 6:30 p.m., colección Calendary 2022, diseños de la marca Carenas y colección de diseño alternativo sueco, creación colectiva, en la Semana de la cultura sueca. De 6.00 p.m. a 6.30 p.m., la Colección Mademoiselle, del diseñador Michel DSuárez y de 7:00 p.m. a 8:00 p.m., concierto de Isis Flores.


La importancia de llamarse Todo x el arte

LO ÚLTIMO SERÁ LO PRIMERO

Con la voluntariedad que caracteriza a Yoanys Soriano Cabrera (miembro de Honor de la AHS); con el impulso y el aché, más la contaminante motivación de la AHS canalizados en el binomio Santa Massiel Rueda y Cleilys Aurora Benítez; con el mismo espíritu creativo de nuestra juventud, hoy y siempre, en la sangre de los productores, promotores, director, sonidistas, de la Casa del Joven Creador, se cierran las cortinas de la edición XIV de Todo X el Arte este 17 de octubre.

La noche es mágica desde su inicio. Nos visitaría Livan Izquierdo Alonso, primer secretario del  PCC en la provincia, y Tomás Alexis Martín Venegas, gobernador, más otros funcionarios. 

Había fluido eléctrico.

Había más de un motivo para estar felices, para consagrar la virtud de ser artistas jóvenes de la vanguardia en el territorio. Había libertad para honrar lo que nos honra: la libertad de alma clara.

El patio de la Casa queda abordado enseguida. Las caras jóvenes están en abundancia y eso reconforta.

Se hizo la oscuridad cuando ya todos pensábamos en un apagón. Pero el comienzo de Yanoski Suárez, de Santiago de Cuba, con su danza multi espacial nos hizo volar con cada paso. Hermoso, cargado de emociones, cuerpo tenso que nos dice que el arte salva y que no detiene su creatividad.

Caminos teatro, que dirige el amigo Juan Germán Jones, hizo gala de su poder declamativo y nos regaló el poema que nos inspira a seguir amando, cultivando ese sentimiento necesario y que arma o desarma a la humanidad. En tiempos complejos como los que vivimos, amar pudiera ser la única salida al tedio, a la sinrazón.

Y también el arte. También la AHS. También Cuba.

Después, Santa Massiel Rueda y Motivos Personales llenaron al auditorio de más cubanidad sin pedantería. Los acordes de Conga pa ti, arrancaron recuerdos e hicieron mover rítmicamente nuestras manos. Ya estábamos en sintonía.

Cuando subieron al proscenio los trovadores de Santa Clara, Leonardo García y Michel Portela, la noche batía alas hasta el porvenir y regresaba preñada de anhelos y positivismos. Porque las canciones de Leo suelen ser melancólicas, pero son constructivas, reconfortantes. Y Michel tiene el don de hacernos separar el alma del cuerpo sin perder la esencia.

Llega el momento de rendirle tributo a un maestro de la escena teatral avileña, Óliver de Jesús, director de la compañía Teatro Primero, cumpleañera en sus 33 primaveras.

Así se pasó a los reconocimientos a Yoanys Soriano por sus 25 años de vida artística. A la brigada José Martí en su 18 cumpleaños. A la propia AHS en sus 36, y de las manos del primer secretario y del gobernador.

No se está solo cuando se trata de reconocer el papel desarrollador de la AHS en el territorio, y su química para hacer estallar los espacios infructuosos.

36 años batallando por la conquista de un mejor mañana creativo.

36 años como 36 peldaños de arte joven y de vanguardia.

Entonces se agradece, en la clara y nítida voz de Santa Massiel, el acompañamiento de las instituciones del sistema de la Cultura, el Libro, el consejo de las Artes Escénicas y el de las Artes Visuales, Cultura municipal, la Música, la Casa de la trova que se convirtió en el epicentro de las actividades en estas jornadas de Todo x el Arte.

A propósito del Día de la Cultura cubana, le oímos al joven estudiante de violín en la escuela de arte Ñola Sahig, Samuel Cabrera Rueda, La Bayamesa. Y todas las palmas, en cerrada ovación, dijeron lo mismo: ¡Bravo!

La cultura cubana es la forma en que hacemos patria, también. Y nos llega con el sabor del primer café del día, y con el último grano de arroz al acostarnos. La patria se reconstruye, además, desde nuestro arte juvenil y con terciopelo.

El arte es la patria de todos los cubanos.

Más que un caimán dormido, es un caimán en tropel que no esconde la cabeza ni se amedentra. Reconstruye y sana. Acepta y abraza.

¡VAMOS A ANDAR CON EL ARTE!

No hubo manera de parar al arte. No, ni se intentó siquiera. Con fluido eléctrico o sin él. Con lluvia torrencial y con algún que otro desajuste. No se detuvo.

No nos amedrentaron las propuestas no consumadas. Las ausencias indeseadas.

Le pregunto al equipo realizador de estas jornadas Todo x el arte que concluye su vida útil, pero no se extingue, si fueron colmados los objetivos y expectativas de esta XIV edición.

Dice Yoanys Soriano Cabrera, gestora del evento:

Estoy feliz de lograr cada objetivo. Se consiguió agrupar varias manifestaciones del arte, después de dos años de pandemia.

Alejandro Quiñones, actor, vicepresidente de la AHS avileña, opina:

Básicamente los objetivos artísticos se cumplieron. Los logísticos, no tanto, por los problemas que sabemos, la electricidad, combustible, etc. Lo esencial es que pudimos llegar a esas comunidades como Santo Tomás, y otras; a las escuelas primarias a las que siempre se accede en eventos como este.

Arlenys Pardo Pérez, comunicadora, promotora de la Casa del Joven Creador, nos comenta:

El principal objetivo era el encuentro Juventud y Experiencia. Regresar y recordar las ediciones pasadas del evento. Y eso se cumplió.

Cleilys Aurora Benítez Castro, música, vicepresidenta de la AHS avileña:

Cumplimos los objetivos. Y los que no, pues quedaron como asignaturas pendientes. Ahí están grabadas las caras del público en cada actividad. Eso lo dice todo.

Santa Massiel Rueda, música y presidenta de esta institución que reúne a la joven vanguardia, sentencia que el arte no para, no puede parar.

Soy de los que creen que cuando se hacen eventos que ponen feliz a mucha gente se ha cumplido el objetivo primigenio. Porque la felicidad también es asunto del arte. Y es su deber reconfortar.

En esta XIV edición del Todo x el arte, no se le perdió pies ni pisada a la felicidad del prójimo.

Las caritas risueñas de los niños de las escuelas primarias a las que se les llevó el mejor producto artístico del Guiñol Polichinela, son testigos del deber cumplido.

El aplauso de los espectadores ante cada intervención danzaria de Yanoski Suárez de Santiago de Cuba fue antídoto contra la chapucería social.

El reconocimiento a la consagración de los primigenios miembros de la AHS en Ciego de Ávila, quedó convertido en rotundo abrazo.

Los conciertos de Nelson Valdés, Ariel Barreiros, Leo García, Michel Portela y Motivos Personales, fueron sentido pésame a la desunión y a la cobardía. El aceptar de todo lo posible. El asumir el fuego que transforma para bien aquello que trastoca la alegría.

La trova tuvo, también, su mesa de análisis y discusión en el museo de historia. Y se homenajeó al Movimiento de la Nueva Trova en su 50 aniversario con las cantatas de Héctor Luis de Posada y Richard Gómez de Las Tunas.

Ejemplarmente, la presencia de Larry Morales puso en alto a la Fundación Nicolás Guillén en su aporte en pos de la trova.

Cada café, vino, ron y hasta el té de los consabidos abrazos, traídos por un TCP desde Camagüey, fueron ungüento contra parásitos y moribundos.

La poesía hizo zafra. La poesía unió a las almas. La poesía no permitió que los espacios quedaran desolados.

La Luz y ediciones Ácana vendieron sus esencias literarias convertidas en libros, hermosas y pertinentes.

Hubo presentación de cortos audiovisuales que produjera Yoanys Soriano a lo largo de su fructífera carrera. Hubo recuerdos hermosos.

Hubo aplausos.

Y después, hubo más aplausos.

En cada jornada desde el 13 y hasta el 17 de octubre, los avileños pudieron anotar que Todo x el arte sigue siendo el suceso cultural que aúna y prepara el porvenir. ¿Será su despedida para entrar a dormir el sueño de los eternos? ¿Habrá futuras ediciones? Esperemos, por el bien de nuestro arte, que las respuestas sean positivas.


Desde el arte llega la solidaridad a Pinar del Río (+ Video)

Como parte de la solidaridad con el pueblo pinareño, hasta el territorio más occidental de Cuba llegó la presidencia nacional de la Asociación Hermanos Saíz y otros jóvenes creadores, que regalaron a los pobladores del municipio San Juan y Martínez su arte y donaciones que han recibido durante más de una semana en la sede del Pabellón Cuba.

Mientras tanto, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, visitó el seminternado Enrique Hart Dávalos e intercambió con los pioneros sobre las experiencias vividas durante el paso del fenómeno natural y la etapa de recuperación. Ese centro sufrió los embates del huracán Ian y hoy sus estudiantes reciben clases en las áreas recuperadas.

El ministro de Transporte y otros funcionarios visitan escuela afectada por el huracán Ian. Foto: Telepinar.

 

(Con información de Tele Pinar y ACN)


Una salva de porvenir

(Algunos apuntes sobre una brigada artística)

La Asociación Hermanos Saíz en Santiago de Cuba desplazó el mayor número de sus acciones de la programación de verano para algunas comunidades del Plan Turquino. En esta ocasión el municipio de Guamá acogió a una treintena de jóvenes miembros de la vanguardia artística de la provincia. Sin el afán de imponer modos ni prácticas en el orden de la creación, se llegó a comunidades y a distintas generaciones de espectadores, con el objetivo de dialogar y compartir.

foto: rubén aja

No es casual que sea este territorio el seleccionado; se trata del municipio más largo de Cuba, donde las propuestas culturales y la fuerza técnica/especializada del sistema institucional de la cultura escasean. El Consejo Provincial de las Artes Escénicas, la Unión de Jóvenes Comunista, La Dirección Provincial de Cultura y la Dirección Municipal de Cultura del municipio, y el Centro Provincial de Casas de Cultura, se sumaron a la AHS para que el proyecto pudiera concretarse. El programa incluyó talleres, conciertos, obras de teatro, presentaciones de libros y lecturas de narrativa y poesía.

foto: rubén aja

La propuesta fue integrada por los artistas Renier Fernández Font, Rubén Aja Garí y su proyecto Buena Luz Producciones, Ricardo Martínez Benavides, Lisbeth Lima Hechavarría, el Grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA, Edel Leandro Front, y Lázaro Alejandro Del Valle Frómeta. Nada resultó más importante (profesionalmente) para cada uno de ellos que llegar a aquellas zonas, donde por lo general no pasa absolutamente nada en materia de recreación.

foto: rubén aja

Las comunidades visitadas fueron Ocujal del Turquino, Uvero, Chivirico, la Calabaza, el Marañón, Bahía Larga, Caletón Blanco y Cañizo. En cada una de ellas el público encontró la oportunidad de comunicarse con expresiones artísticas que le son ajenas a su cotidianeidad. Los niños no perdían la sonrisa de su rostro, sus padres no perdían el asombro de verlos jugar sin necesidad de payasos u otros elementos que por lo general se asocia con la niñez.

foto: rubén aja

foto: rubén aja

Ante la adversidad que supone el propio contexto, esta gira evidencia que los más necesitados pueden no estar ante nuestra vista. Que ellos son los que no tienen un teatro cerca ni una librería, ni siquiera una biblioteca. Hay espacios que no puede llenar la televisión (por muchas razones), tampoco la familia, y menos la escuela, una vez terminado el curso escolar. Hay que diseñar desde nuestras instituciones culturales un sistema de acciones que refuercen el quehacer de las casas de cultura en estas comunidades. No se puede quedar todo en la capital provincial; nuestros grupos más representativos deben llegar allí donde un joven tocando un saxofón es algo raro.

foto: rubén aja

foto: rubén aja

Próximamente la brigada estará llegando a los poblados del Cobre, Boniato, El Cristo, Siboney, Verraco, Baconao, el Caney, el Escandel, y el Ramón de las Yaguas. 

foto: rubén aja

foto: rubén aja

La comunidad es un escenario ineludible hoy para el artista cubano. Hay que respirar desde ese espacio, convertir en arte esa respiración y hacer que la experiencia obtenida en el lugar nos impulse. El porvenir está en juego todos los días, el porvenir ya es un disparo al viento.

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

foto: rubén aja

 


Ya comenzó edición XXIV de la Cruzada de la AHS en Cienfuegos

Habitantes de más de 25 poblados del macizo montañoso de Guamuhaya, en la provincia de Cienfuegos, reciben desde este lunes la edición XXIV de la Cruzada Artística Literaria, organizada por la Asociación Hermanos Saíz en el territorio.

Alcides Portal Alfonso, presidente de la AHS en el territorio, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que participarán el trovador Nelson Valdés, la cantante Danaysi Brito, los grupos de teatro Caña Brava y Guiñol ─este año arriba a sus seis décadas de fundado─, el payaso Panetela, interpretado por Miguel Pérez Valdés, y el clown Lázaro Pérez Valdés, entre otros.

Expresó que contarán además con la presencia de tres alumnos destacados de la carrera de Artes Visuales de la Escuela de Arte Benny Moré, a quienes por sus resultados integrales la dirección del centro docente decidió integrarlos para que vivan la experiencia del trabajo comunitario.

Dijo que también tendrán invitados de la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez y de la Sociedad Cultural José Martí, encargados de aproximar la obra del Héroe Nacional a los habitantes de la serranía con libros y algunos souvenirs.

Asimismo, destacó, se incorporarán a la Cruzada escritores de la provincia de Sancti Spíritus como Ariel Fonseca, miembro de la AHS, y Dalila León, Yolanda Felicita, ambas integrantes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, con lo cual promovemos que estos creadores hagan actividades diferentes a las de sus espacios tradicionales en la ciudad.

Portal Alfonso apuntó que durante los primeros dos días se asentarán en El Jovero, sede de Teatro Los Elementos, desde donde se acercarán a sitios aledaños como Barajagua, Crucecitas, El Nicho y Entronque de Minas.

Agregó que luego se trasladarán a la zona de Cuatro Vientos, donde se presentarán en comunidades habituales desde hace 14 años, por ejemplo, El Naranjo, El Mamey, Charco Azul, Cien Rosas, El Sopapo, entre otros.

Explicó que también llegarán a Topes de Collantes, perteneciente a la vecina provincia espirituana, así como El Chorrito y La Chispa, de Villa Clara.

Cerraremos la Cruzada el domingo siete por el Circuito Sur, con presentaciones en las localidades de Camilo Cienfuegos, San Juan, y la clausura en la playa Yaguanabo, concluyó.

Hasta el próximo siete de agosto niños, jóvenes y adultos de las zonas más intrincadas del lomerío podrán disfrutar del arte joven cienfueguero y del quehacer de artistas invitados, quienes regalarán una refrescante mezcla de artes plásticas, teatro, música, literatura y danza.

(Con información de ACN)


La última cena en matriz radiográfica

El escritor italiano Ítalo Calvino dijo en una ocasión que un clásico nunca termina lo que tiene que decir. Esto es lo que sucede, precisamente, con la icónica obra La última cena, de Leonardo Da Vinci. Y es que esta ha sido analizada y reinterpretada incalculables veces a lo largo de la Historia del Arte. Punta de lanza, a su vez, que le ha servido al fotógrafo cubano Yomer Montejo (Camagüey, 1983) para articular conceptualmente su más reciente proyecto, concebido, madurado y producido bajo los efectos y consecuencias de una pandemia.  

La última cena, no ya la de Da Vinci, sino esta interpretación en clave contemporánea que nos presenta Yomer, viene a trastocar todo sentido religioso y representacional. El artista parte del sentido simbólico de los doce apóstoles y una figura central para entablar un paralelismo con las trece partes en las que se divide el cuerpo humano; cuyo elemento nuclear, a partir del cual se diagrama el resto de la composición viene a ser la cabeza, encarnada simbólicamente en la imagen de Jesús. Por tanto, el artista subvierte aquí la representación icónico-religiosa, así como también el tratamiento instalativo y el medio que asume para articular su obra.

Esta suerte de “última cena”, más que un homenaje icónico a su precedente estético, resulta un gesto manifiesto de Yomer Montejo por reinterpretar, desde su horizonte de acción, un discurso transversal a la historia de la Humanidad. Cada una de las trece cajas que conforman la obra-instalación comporta en su representación visual una parte esencial del cuerpo humano. Cada imagen, cada caja, incluso la propia disposición compositiva sobre la mesa-testigo de esa suerte de “última cena” que nos ofrece el artista, comporta una pluralidad de sentidos. Ahí radica, esencialmente, el alcance artístico y su importancia cultural en este minuto de modernidad.

Yomer vuelve al principio de todo: rememora La última cena, propone un giro sobre su representación y discurso, y nos ofrece, entonces, su propia “última cena”, donde mezcla los rituales de una cultura popular tradicional con la ritualidad de creencias contrastantes que coexisten y que forman parte de su (nuestra) experiencia vital cultural. Son cajas de comida rápida, de cumpleaños o de eventos festivos que en la cultura popular cubana se han utilizado generación tras generación. Ello da pie a cuestionarnos ¿Por qué el cuerpo fragmentado en trece partes? ¿Por qué la “cajita de cumpleaños” como recurso objetual empleado? ¿Por qué el uso de la radiografía como soporte técnico-estético para esta obra? ¿Cuál es la postura del artista ante esta situación? Una obra, en mi opinión, que genere más preguntas que respuestas, que invite al cuestionamiento más que a la complacencia (retiniana y/o conceptual) es una obra certera en este camino complejo y subjetivo del arte, sobre todo, del arte contemporáneo.  

¿Será acaso una suerte de “última cena” que nos propone mirar desde la introspección corporal y espiritual de una cultura que se extasía entre la tradición religiosa y popular, entre el sincretismo resultante de confluencias culturales y trascendencias históricas? ¿En ello radica el interés por la radiografía cual metáfora técnica para develar ante los ojos humanos las esencias interiores, cuasi imperceptibles, de nuestros cuerpos?

El artista recurre aquí al sentido simbólico de la tradicional “última cena” a partir de las acciones humanas que se derivan, de manera diversa, de cada uno de los fragmentos corporales que conforman esta instalación fotográfica. Y llama la atención, especialmente, la exquisita manera en la que mixtura esa esencia simbólico-religiosa que emana de un episodio evangélico con un aliento fresco de contemporaneidad y rejuego alegórico de la sociedad actual, amparado en una necesaria participación, casi performática, del espectador sobre la obra.

La última cena de Yomer Montejo se regodea en la intervención deconstructiva de quien observa, en la exaltación de detalles, en la factura elástica entre el buen acabado y la materialidad visible del objeto intervenido; y todo ello le otorga a la obra esa cualidad de gesto y signo estético. Gesto porque subvierte un ícono tatuado con tinta histórica. Signo porque encuentra su posible desciframiento –siempre certero y bienvenido– en la conciencia y experiencia cultural de la sociedad, del sujeto de hoy: de ese sujeto que, la mayoría de las veces, olvida regresar al inicio, mirar al interior, encontrar una imagen de sí mismo en matriz radiográfica y a conciencia.

La última cena, de Yomer Montejo, invita a todo ello y a más. Ella es, apenas, la punta de lanza, para, una vez más, lanzarnos a reinterpretar un clásico y que, tal como lo dijo Ítalo Calvino, diga todo lo que tenga que decir y más.


De lenguaje pictórico y metáforas de pensamiento

Pretender descifrar los entresijos del arte supone emprender un trayecto a ciegas, pero a sabiendas, que desde la más insospechada simplicidad de formas hasta las más ambiguas hiperbólicas expresiones existe un punto de tangencia entre lo onírico y lo terrenal.

Tan necesario ese arte en medio de las complejidades de la época actual, como refugio y bálsamo frente a la realidad, emerge el discurso visual del gremio artístico en la provincia de Granma que aúna obras en la XIII Edición del Salón Provincial de Artes Plásticas Julio Girona.

tomadas del perfil de Facebook de Luis Carlos Palacios
Leyva.

Auspiciado por la UNEAC en dicha provincia, el evento –recién inaugurado en la Galería Dos columnas– reúne la variedad de formatos y técnicas que enriquecen la perspectiva visual en una suerte de concepto holístico. El eclecticismo creativo va desde la fotografía, la instalación, la pintura y la cerámica, cargado de una imponente naturaleza sugestiva que deja margen a cavilaciones propias y reales.

Con un total de 13 obras participantes pertenecientes a 14 artistas del territorio se premiaron seis piezas. Los premios colaterales institucionales (Fondo Cubano de Bienes Culturales, Casa de la Nacionalidad Cubana, Centro Provincial de Artes Visuales, Centro Provincial del Cine, Centro Provincial de Patrimonio, Artex, Centro del Libro y la Literatura) fueron otorgados a los artistas Lira Yarí Reyes Rodríguez, Yunier Tamayo Sánchez, Rayne González Torres, Ramón Quesada Mesa y Juan Luis Maceo Núñez; espacio oportuno además para distinguir a este último artista con el sello Aniversario 60 de la UNEAC.

tomadas del perfil de Facebook de Luis Carlos Palacios
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El jurado de premiación entregó dos menciones a las obras “Sin señal” de Ramón Quesada Mesa, y “Revolución relativa, John Lenin, Frida Kastro o la evolución de las especies, Donald Trovsky, Charles Marx, Albert Eisenstein o el acorazado” de la serie Política cultural, perteneciente a Dora Lidia Pedrera Figueredo y Domingo Cuza Pedrera. El Gran Premio en esta nueva edición del evento lo mereció el artista manzanillero Yunier Tamayo Sánchez con la pieza perteneciente a la serie (Re) Contextualizando sujetos periféricos (Chaplin).

Ramón Quesada Mesa, uno de los artistas laureados, refiere en cuanto a su obra (“Sin señal”) un paralelismo del personaje con momentos álgidos vivenciales del ser humano: Es una pieza producto del tiempo de pausa que vivimos durante la pandemia, y funciona simbólicamente en mi obra porque los cosmonautas se desenvuelven en un medio hostil y lo empleo como alegoría de la realidad. Es como una escafandra para no morir,  para tener tu propio oxígeno, para no contaminarte…

Otra de las artistas más jóvenes y que comienza a dar sus primeros pasos en el mundo del arte, Melissa Naranjo Pérez, señala cómo el Salón le abre nuevas puertas a la creación y refiere: He tenido la oportunidad de presentar uno de mis más recientes trabajos a esta exposición, que se integra en un proyecto personal llamado “Érase una vez, pero ya no”. Para mí, participar en el Salón es una experiencia única, poder compartir con grandes artistas del territorio y estar inmersa en este gran proyecto es un avance significativo en mi trayecto como fotógrafa, a la vez que me abre puertas para futuras exposiciones y me inserto en nuevas líneas y tendencias artísticas en la provincia.

tomadas del perfil de Facebook de Luis Carlos Palacios
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La muestra expositiva del Salón de Artes Plásticas Julio Girona es una oportunidad para los artistas de la provincia. La pluralidad de los estilos y enfoques manifiestos avalan la concepción de un espacio que apuesta por la coexistencia simultánea de realidades, amén del toque intimista de cada pieza que invita a la introspección, de la mano de discursos y maneras propias. En una mixtura estético-conceptual y de revoluciones cromáticas, se manifiestan códigos, se intencionan metáforas. El arte contemporáneo cubano apuesta y necesita constantemente de búsqueda, invenciones y redescubrimientos.


Jilma Madera: Un Cristo y un Martí en vigilia eterna de la Patria

En el punto más alto de Cuba, a 1974 metros sobre el nivel del mar, se erige un Martí en bronce, de frente altiva y mirada lejana, como quien vela por su Patria desde la cima, allí donde comienza el cielo y se siente la gloria.

La escultura fue fruto de la creación de Jilma Madera Valiente, una de las artistas de la plástica cubana más valiosas por sus obras de notable trascendencia. A la luz de un nuevo año, se conmemora otro aniversario del fallecimiento de la célebre escultora, el 21 de febrero de 2000. Más de dos décadas han transcurrido desde la fecha, pero un legado artístico imperecedero y tangible queda como vestigio de sus creaciones.

Jilma Madera es considerada –a beneplácito de los cubanos– la primera mujer en cincelar en mármol blanco de Carrara una obra de tamañas dimensiones: el Cristo de La Habana. Si bien el monumento de 20 metros de alto es colosal y admirable a la vista de quien lo contemple in situ, aún más gigantesca fue la destreza artística de la escultora, que precisó de un intenso trabajo que incluyó el traslado desde Italia, de 600 toneladas de mármol blanco de Carrara, y la dirección a los obreros que ejecutaron el proceso de montaje.

Inspirada en un ideal de belleza masculina, Jilma concibió al Cristo en imagen de perfección física, no en tanto simetría rostral como en percepción de paz visual, a lo que dejó ojos vacíos como para sugerir una mirada omnipresente, como ella misma expresara: “…le imprimí serenidad y entereza como alguien que tiene la certidumbre de sus ideas”.

La artista es también autora de emblemáticas piezas entre las que destacan los monumentos al General Francisco Peraza, en El Cacahual; a Martí en el parque de San Nicolás, Mayabeque; a Adolfo del Castillo, en Managua, La Habana; y el frontispicio de la Fragua Martiana.

De todas sus creaciones, las más conocidas y de mayor relevancia forman parte de nuestros tesoros patrimoniales por su excepcional valor artístico. El Cristo ha sido declarado Monumento Nacional, y el busto martiano ubicado en el Pico Turquino forma parte del Patrimonio Cultural de la Nación. Uno es símbolo en el paisaje citadino de La Habana, otro es cúspide en el paisaje montañoso de la Sierra Maestra. Uno abre los brazos y bendice la ciudad a la entrada de la Bahía, el otro permanece incansable en tutela sempiterna.

Quien ha tenido la dicha de regodearse en ambas presencias percibe el mármol y bronce en sinonimia metafórica de ébano y marfil, y la antonimia alegórica de historia y religión; nos descubre un binomio de ensamble en el magnificente virtuosismo estético. Jilma Madera nos dejó un legado conceptual traducido en arte, nos dejó el lenguaje de sus manos cincelados en monumentos, nos dejó a un Cristo y a un Martí, en vigilia eterna de la Patria.