trovador


Un soldado de la Casa

«Yo soy un soldado de la Casa», así solía decir de sí mismo Vicente Feliú. Una Casa que ha habitado de muchas maneras y que es suya por derecho propio, porque en ella creemos en sus canciones. Aquí entregó los premios que soñó, homenajeó a los amigos que tanto estimaba, y cantó cuantas veces quiso hacerlo.

Hoy supimos de su partida física, pero nos rehusamos a despedirlo, porque él seguirá siendo el amigo, el hermano, el cómplice de muchas ideas. Cada uno de nosotros lo guarda de una manera especial: fue muy especial para Haydée Santamaría, para Roberto Fernández Retamar, y para todos los que habitamos esta, su Casa.

Nuestros archivos atesoran el relato sincero y agradecido que nos hiciera llegar al término de Un Canto de Todos, encuentro iberoamericano de la canción que él soñó e hizo realidad con nosotros.

Para él, la ovación merecida.

Alamar, La Habana, 21 de septiembre de 2000

Roberto, Marcia:

Sin Fidel, no hubiera habido Moncada; sin Moncada, Haydee; y sin ella, tampoco Casa de las Américas. Y sin Casa, los trovadores hubiéramos sido de una manera diferente, sin las luces de Yeyé nos sembró. Por eso Silvio dice que la Casa fue el útero de la trova, y tiene toda la razón.

Recuerdo el encuentro de la Canción Protesta del 67, que nos clarificó que no éramos solamente unos locos, sino parte de una locura epocal, desde el Primer Territorio Libre de América, por y para el cual venían los más preclaros cantores del mundo a decir y decirnos lo suyo.

Recuerdo el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de 1997, año del treinta aniversario del Nacimiento del Che, en que Casa abrió sus puertas a la canción trovadoresca, poniendo en pie de guerra a todos sus trabajadores en medio de sus bien ganadas vacaciones para que los cantores cubanos y del mundo se reunieran, recuerdo también las tertulias posteriores en Presidencia, en las que muchos nos percatábamos de que Yeyé deambulaba con sonrisa sabiamente socarrona, seguramente con ganas de hacer una gigantesca tortilla de plátanos maduros, para suscitar nuevas conspiraciones culturales.

Recuerdo poco después a la Casa en los encuentros con los más jóvenes trovadores de La Habana, en el proyecto Canciones de la Rosa y de la Espina, como la casa matriz de la más fresca canción.

Recuerdo Casa Viva, el memorable y honorable concierto de los amigos de siempre, disfrutando en el 99 los cuarenta años de la salvaguarda de la cultura latinoamericana.

Hoy arribamos, en 2000, al primer Encuentro Iberoamericano de la Canción Un Canto de Todos.

Solo Cuba por su pertinaz necedad revolucionaria a favor de la cultura, la trova y la Casa de las Américas, hubieran podido convocar a esta locura. Los ochenta y dos participantes de Iberoamérica (cifra cabalística para nosotros), casi todos con escasos recursos económicos, no hubieran ido a ninguna otra parte del mundo a encontrarse. Este encuentro era un clamor de los cantores que se debaten en medio de búsquedas sobre las nuevas preguntas que trae consigo un milenio angustioso y discutiblemente probable.

Un Canto de Todos ha quedado en los corazones de los que participaron y se proponen seguir.

Por todo y por tanto, quiero dejarles en constancia mi agradecimiento personal a todos los compañeros entrañables de la Casa que hicieron posible este Encuentro, en especial a la tropa de Música, y muy particularmente a la loca mayor, María Elena Vinueza, y al mago del sonido imposible, José Luis Hernández.

Sepan que, como siempre, sigo considerándome un soldado fiel a la Casa de las Américas.

Mi abrazo para todos

Vicente Feliú


«Vicente, quiero ser trovador»

A tan solo 15 años de edad, andando las calles de Alamar, Karel García, Carlos Lage y Yhosvany Palma tocan la puerta de Vicente Feliú con la decisión de ser trovadores. “A partir de ahí empezó la epopeya. Nos explicó lo que era, le cantamos las dos o tres canciones que teníamos, pequeñitas y nos ayudó mucho”.

Luego de ese primer encuentro con un trovador conocido, los cantautores en potencia asistían todas las semanas a un taller en la casa de la Cultura de Alamar, organizado y dirigido por Feliú; donde debían componer canciones y melodías para cada jornada. “Fue un camino que empezamos muy pronto “.

Sin embargo, Yhosvany, Ingeniero Químico, nunca se desligó completamente de la trova y tras cinco años de carrera, retoma su verdadera pasión. “En el año 1994 hacemos un primer concierto ya grande e importante en la Casa de las Américas; estaba Karel García, Carlos Lage, Raúl Torres, Vicente Feliú y yo. Allí presentamos cada uno cinco o seis canciones. Yo creo que fue el momento culmine para desarrollar la trova”. 

A partir de entonces varias fueron las puertas que se abrieron para desplegar el talento de Yhosvany Palma. Tras conciertos en la Biblioteca Nacional con trovadores y músicos de la talla de Carlos Varela y Frank Fernández, empieza a trabajar en el Gato Tuerto, sitio que lo verá partir hacia su maduración profesional.

Pero, ¿el talento le vendrá por las venas?

Mi familia es una familia de músicos: mi tío-abuelo, Francisco Escorcia, es uno de los compositores más importantes de la década de los 40-50 y mi padre, Pedro Palma, era trovador. Todos somos de Trinidad, donde yo bebí mucho de la música trovadoresca espirituana, con unos conceptos muy curiosos sobre la composición. Eso fue al principio, mucho antes de conocer a Vicente, ya venía con esa actitud de una familia musical. Sin embargo, creo que lo influyente en esta necesidad de hacer trova, de componer canciones y melodías, fue ese contacto primero con Vicente.

El año 1999 fue el comienzo de su maduración como trovador. A través de la Izquierda Unida de Asturias en Oviedo, le invitan a realizar una serie de conciertos y actividades en España a lo largo de tres o cuatro meses.

Varios fueron los logros que tuvo en este país ibérico. Su primer contrato fue como autor de algunas canciones vocalizadas e incorporadas al disco De vuelta de Raphael, el famoso cantante español. Desde ese momento surgieron otros contratos que le permitieron trabajar más tiempo allí, realizando conciertos en varios lugares de España.

¿Cómo nacieron sus tres discos? ¿Con cuál se siente más representado espiritualmente?

Hijos de la Fortuna fue mi primer disco, grabado en 2006 en Abdala, a través de Silvio Rodríguez, Lázaro García y Vicente Feliú, quien fue el promotor musical. Es un disco con canciones que me han traído muy bueno momentos porque son hechas casi todas en Cuba, bajo un lenguaje y concepto de imaginación muy adolescente, donde el dolor, la alegría, las desavenencias, se expresaban de una manera particular.

Con este disco regresé a España. En 2008 hice el segundo que se llama Aviso de Vida, muy experimental pues se realizó con músicos sobre todo cubanos. Maravilloso, porque unificaba a gente gallega, ya yo estaba viviendo en Galicia. Además, llevaba mucha orquestación, metales, cuerdas, cosas con las que yo aún no había trabajado. Son canciones mucho más maduras, conceptos que me tocó vivir: las manifestaciones, el año 2008 de una crisis profunda de personas de jóvenes luchando contra los antidisturbios e intentando llegar a un poder (al que llegaron), etc., y viví en primera persona todos esos acontecimientos. Las canciones como Luz, Matices, Aviso de vida; son canciones relacionadas profundamente con esa energía de manifestación, de cambiar el poder, otro mundo es posible.

Por otra parte, llega Raro, un disco hecho a distancias. Yo empecé concibiéndolo en el estudio de mi casa. Resultó curioso porque le envié el trabajo a guitara y voz a amigos muy distantes, desde Suiza hasta Puerto Rico, casi todos cubanos y desde ese instante se pusieron en función del disco. Su nombre precisamente hace alusión a la manera de conformarlo, opuesta a voz y guitarra, la idea original. Es un disco mucho más austero, mucho más modesto, con canciones más reflexivas, bastante relacionadas con el deseo de retorno cuando uno empieza a cumplir años, de regresar a la casa, caminar las calles, ver a la familia, encontrarse con los amigos.

Entonces son tres discos muy distintos, hechos en circunstancias diferentes y musicalmente son bastantes diferenciados. A mí me gusta mucho “Cura contra espinas”, ese es mi disco.  

Sin embargo, tras 20 años viviendo en un país extranjero, Yhosvany desea volver a “redescubrir La Habana”. Ya hace dos años que la disfruta nuevamente. Fue tal la añoranza y felicidad al regresar a casa que esto le inspira para crear, lo que en sus palabras llama, “la creación que siempre quise hacer”.

Cura contra espinas es su más reciente proyecto, un disco peculiar que recoge mucho más que un sentir. “Una de sus canciones es El Ángel, inspirada en la historia de un chileno, Payo (sobrenombre). Un joven que dedicó su vida a la lucha internacionalista después del Golpe de Estado de Allende y en 1979 muere en Nicaragua, durante la guerra desarrollada contra Somoza.

“En Cuba está su hermana, a través de quien tuve la oportunidad de conocer la historia de él. Me impresionó tanto que dedique la canción de El Ángel a Payo. Hemos hecho una grabación hermosa Vicente y yo en el estudio de Tony Carrera, la tenemos de primicia. Estamos haciendo el video clip y la parte promocional. Son canciones que no se escriben en otros contextos por eso estoy emocionado con ella”.

En el tiempo de estancia en Cuba y según augura será muy larga, para siempre; ha realizado otros trabajos con cantantes como Ivette Cepeda y Diego Cano.

“Escribir canciones es lo que más me gusta de mi profesión. Hay algo muy práctico en la manera de idear imágenes con palabras y luego “encasquetarlas” como diría Santi (Santiago Álvarez) con la música. Soy muy dado a la imagen que se crea en la mente cuando se lee o se escucha algo. Si la poesía prescinde de la imagen se vuelve cotidiana. Eso que ves es la realidad y luego hay otra cosa que te hace volar, creer. En el momento que se escucha, la canción puede hacer que tú seas el protagonista y las imágenes, que el cielo sea anaranjado, que la lluvia caiga para arriba.

***

Se le ve andar las calles de La Habana, como niño llegado a su lugar favorito del planeta, captando cada detalle. Con sus canciones al brazo y su guitarra al hombro.

 

(Publicada originalmente en Qva en Directo)


Nelson Valdés camina confiado por los surcos de la historia

 El popular cantante y trovador cienfueguero Nelson Valdés presenta este martes el videoclip de su versión del épico y clásico tema Girón: la Victoria (1973), inmortalizado por la irrepetible Sara González (1951-2012).

En conversación con la ACN, el autor del contagioso y esencial Te doy otra canción, dijo que hacer el tercer tema de la trilogía Girón: Preludio (Silvio Rodríguez), La Batalla (Eduardo Ramos) y La Victoria (Sara González), constituye primero que todo un homenaje a un gran tema.

Fue un reto, porque versionar a Sara es muy complicado, por la fuerza, el empuje, y porque además no hay muchas versiones de su música en la historia. Precisamente porque es muy difícil. No es más que un homenaje para revivir esa canción y un acercamiento a las seis décadas de la batalla de Playa Girón, añadió.

Valdés, miembro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS), e impulsor de las buenas iniciativas artísticas de la joven vanguardia desde su terruño, también quiere significar cierta laguna que existe en muchos al referir que las legendarias arenas siempre fueron matanceras.

En 1961, Girón pertenecía a la provincia de Cienfuegos, dijo, «el Batallón 339 y el 326 fueron los primeros en llegar y eran cienfuegueros. Así que la versión es también un homenaje a mis hombres y mujeres cienfuegueros que dieron sus vidas en ese primer momento de la historia”.

Por supuesto, sostuvo, «cantar Girón: La Victoria, supone un reconocimiento a Sara González, que es una de las cantautoras más importantes dentro de la Revolución y de la gente que alzaron su voz para defender la Patria».

Justamente, el arreglo hecho por Luis Miguel Sánchez para el tema tuvo en cuenta muchos de los elementos y el espíritu con que Sara lo defendió en su momento.

La nueva versión, por más señas, forma parte de la banda sonora de la miniserie Nuestra Primera Victoria, producida por el Telecentro Perlavisión, y que transmite por estos días el Canal Educativo en ocasión de la efeméride de la primera derrota del imperialismo en América Latina.

Bajo la dirección de Jorge Luis Marí, el material de 10 capítulos se adentra en los hechos, y recoge el testimonio de combatientes, familiares de mártires y de testigos de aquellos sucesos que estremecieron a la nación cubana.

Auspiciado por la AHS, y con la colaboración de un grupo numerosos de instituciones del territorio, así como Bis Music, y los estudios Eusebio Delfín, entre otros, la serie constituye un testimonio invaluable de la significación del hecho, no solo para la Perla del Sur, sino también para Cuba.

Nelson Valdés roba horas al sueño, ya que se encuentra organizando la edición 22 del festival Al Sur de mi Mochila, el cual acontecerá del 16 al 18 de abril próximo en los escenarios virtuales.

Ya se ponen a punto todas las coordinaciones para transmitir, como parte de la amplia programación, conciertos, videoclips, documentales y entrevistas.

Por último, el trovador significó que el videoclip de Girón: La Victoria, disponible desde hoy en el canal oficial de YouTube de la AHS, supone una oportunidad para mostrar el tema íntegramente e independiente de la serie, y además para contar la historia desde una perspectiva diferente: demostrar la vigencia del hecho en medio de un contexto difícil.

Vísperas de un Congreso del PCC que pondrá nuevos caminos a la patria de hoy, es también una canción que de alguna manera viene a traer la experiencia de lucha a la contemporaneidad. Es el homenaje más digno que pudimos hacer, enfatizó el cantautor.


Lo más genuino de nuestra trova

Desde 1964, ha sido siempre el mes de marzo la fecha escogida para la realización, en Santiago de Cuba, del Festival Internacional de la Trova Pepe Sánchez, considerado el más antiguo de Cuba. Siempre en celebración del Día de la Trova y los Trovadores, 19 de marzo, fecha de nacimiento de José Sánchez (Pepe Sánchez), maestro de la trova y creador del primer bolero grabado en 1883 “Tristeza”, en esta edición el Festival está dedicado al aniversario 35 de la Asociación Hermanos Saíz y al destacado músico Alejandro Almenares.

cortesía del entrevistado

Decir Alejandro Almenares trae a mí recuerdos muy lindos de una infancia feliz. El acercamiento a la buena música, mi primer pentagrama, la emoción de mis acordes en una guitarra hecha con sus propias manos, las improvisaciones en las descargas familiares. Y aunque después de los estudios musicales el periodismo me atrapó, agradeceré siempre su guía y paciencia. Es un enorme placer conocerle, así que le propongo acercarnos a sus orígenes.

cortesía del entrevistado

Músico “santiaguerísimo”, portador de un estilo peculiar de interpretación en la guitarra, el tres y el requinto, Alejandro Almenares siempre afirma que de su padre lo aprendió todo, del gran músico Ángel Almenares Guirola –importante guitarrista y compositor santiaguero de mediados del siglo XX–. Cuenta con orgullo que a menudo su casa se llenaba de músicos que iban a compartir con su padre: Sindo Garay, Miguel Matamoros, Ñico Saquito; “crecí en ese mundo, donde se hablaba todo el tiempo de música”.

cortesía del entrevistado

Varias veces escuché las anécdotas de los 13 de marzo de cada año, cuando le hacían serenatas a su padre para esperar el cumpleaños: “casi siempre se amanecía, y yo sin pegar un ojo, con miedo a perderme algo, escuchando atento a esos inmortales”. Crecí en ese mundo, en mi hogar conocí a otros grandes”.

Jocosamente dice que cree haber nacido con una guitarra debajo del brazo, y es que a los siete años fabricó su primera guitarrita con caja de tabaco: “me llamaba la atención un poco la carpintería, así que agarré un buen día un cuchillo, una segueta, reutilicé los pedazos que quedaban de las cuerdas que se le reventaban a mi padre, y con mucha paciencia y dedicación la armé”. A partir de ese momento sus dotes como diestro lutier crecieron, al igual que la fama que lo persigue hasta hoy.

cortesía del entrevistado

Hace mucho tiempo que perdió la cuenta de los instrumentos que ha fabricado, ajustado o reparado. Confiesa que su secreto está en la utilidad y no en la belleza: “quienes los han tocado, siempre opinan que no saben cómo me las arreglo para que mis instrumentos estén al quilo”. Hace aproximadamente 50 años lo acompaña su requinto, y sigue intacto, como el primer día: “sabes que ni lo pulimento ni nada, pero ha caminado el mundo y no se desafina”

Con mucho cariño recuerdo su insistencia porque estudiara, solía decirme que no se había graduado de nada por falta de tiempo, que “aquella etapa estaba dura y había que lucharse los quilos”.

En el tiempo que su padre trabajaba la barbería, él aprovechaba su instrumento para acercarse y aprender. Eso lo fue entrenando, además, gustaba de escuchar radio y estar muy pendiente de los arreglos musicales de su padre y las consultas de sus amigos.

cortesía del entrevistado

Ya con 13 años se hizo un guitarrita de cuatro cuerdas, y un día sorprendió a su padre pidiéndole que lo acompañara con la suya: “toca cualquiera de tus canciones, papá”.  Emocionado, siempre cuenta, que en aquel momento su madre se echó a reír primero y luego rompió a llorar cuando descubrió su talento para tocar la guitarra prima. A partir de ahí despegó su carrera musical, acompañando a su padre o en sus propios grupos.

cortesía del entrevistado

Ha recorrido muchos países defendiendo la música tradicional cubana e incentivando a la nueva generación a acercarse, escuchar y aprender. Músico inigualable, de fama internacional, sin perder la simpleza de su andar y lo peculiar de su sonrisa, sin verle diferente atravesar las calles de su Tivolí querido.

Hoy asegura que su segundo hogar sigue siendo La Casa de la Trova y agradece a Santiago de Cuba por el amor que desde siempre le ha profesado su gente. Gracias a ti, Alejandro Almenares, por ser lo más genuino de nuestra trova.


Roly Berrío y sus moscas de fuego

Roly es un empedernido romántico. Ni él mismo debe saber con qué acordes toca lo ue toca. Las manos, como desentendidas del cuerpo, se tragan la guitarra en los cuatro o cinco minutos que hace durar una canción. Como él dice, y anda «rompiendo todos los códigos». Su guitarrofilia es lo más erótico que la música santaclareña ha visto.

No por gusto es uno de los favoritos de los trovuntienfermos. Su novia Caridad, cual canción a temporal, ha acompañado las historias uniformadas de cuanto adolescente ha sido «mitad de amor voraz». Su risa descarada es el punto final de las mejunjadas de jueves y su energía ratifica aquella leyenda cubana de que «20 años no es nada».

«Es un tipo sexy» se comenta en las gradas mientras Roly pone a gozar la guitarra. Y es que él no necesita mucho, su boca musicaliza los ruidos y sus habituales coros camuflados en canciones ajenas se extrañan sobremanera cuando no están.

Las últimas veces que lo he visto tocar no ha faltado el grito público de «Moscas de fuegooooo». Él sonríe, se pasa la mano por la frente para disimular el sudor y empieza:

A tus ojos me quiero lanzar,
un río profundo hay en tu mirar.
Se me quitan los miedos de amar,
tu pelo parece flotar.
Llévame a la deriva,
quiero hacer lo que me pidas.
Tú me enciendes la vida, tú me enciendes el alma,
me tienes virá toda la balanza.
Estoy echando chispas, por tu amor me quemo,
mira como vuelan mis moscas de fuego…

Este 14 de febrero Roly nos regala su más reciente videoclip. Moscas de fuego, que es, además, el nombre de su próximo DVD, bajo el sello discográfico Colibrí y con producción musical de Alain Pérez.

Según la Asociación Hermanos Saíz en Villa Clara: «El DVD tiene 14 canciones, todas compuestas por Roly Berrío, quién interpreta dos solo a guitarra y voz, y en las 12 restantes está acompañado por la banda formada por Dayron Oney a la trompeta, Andy García a los teclados, Rainer Pérez al bajo eléctrico y Roberto Vizcaíno a la percusión. Este domingo vamos a estrenar como avance del DVD el vídeo de este tema en el canal de YouTube https://www.youtube.com/c/RolyBerríocanaloficial. La realización audiovisual estuvo a cargo de Igor Studio (Barcelona). La mezcla la hizo Sebastián Perkal (Buenos Aires) y el mastering, Nick Litwick en Mastering Manson Madrid».

El trovador de los rizos sigue haciendo de la suyas, en cualquier momento «va a coger candela la estación de bomberos». Roly, guitarra en mano, se reinventa segundo a segundo para que nunca una canción vuelva a ser igual que otra, para enredarnos en la trilogía de su amor. A día de hoy, solo salen de él… Canciones.


34 años conquistando el arte

La Asociación Hermanos Saíz está de cumpleaños. Decir 34 años nunca será un simple número, pues a lo largo de estas tres décadas la filial principeña ha moldeado un estereotipo del joven creador que sigue siendo referente en Cuba por la voluntad y el arrojo de cientos de jóvenes que hacen de ella el espacio idóneo para divertirse, improvisar ideas, mezclar tendencias y sonoridades, promover la buena literatura y exponer lo mejor de las artes visuales, pero sobre todo, contribuir a la diversidad cultural que hoy defiende la organización.

Con 246 asociados, tercera en el país con la mayor membresía, la AHS principeña es el espacio de legitimidad para artistas empíricos, el catalizador de los procesos culturales que desde octubre de 1986 sirve de enlace entre la producción artística y las diferentes entidades del sistema institucional de la cultura. Una organización que mantiene el fiel propósito de semejarse cada día más a los jóvenes que representa.

Concierto online de trovadores en el III Coloquio Nacional de Periodismo Cultural./ Fotos: Claudia Beatriz Borrero Báez

Responder con arte…

Camagüey goza de una voluntad de acompañamiento institucional para la AHS a todos los niveles –con aspiraciones de ampliarlas aún más–. Y es que ahí radica el secreto de por qué la filial agramontina sea, desde su gestación, un espacio de irradiación cultural reconocida por el equilibrio, sistematicidad y calidad en cada una de sus jornadas.

La Casa del Joven Creador tiene una programación de lujo con más de 200 actividades al mes y mil en el verano, destinadas todas a satisfacer las necesidades de entretenimiento, recreación y cultura de niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Tiene en su haber proyectos socioculturales como “Golpe a Golpe” y “Cine en los Barrios” que llevan el talento artístico y las artes visuales a las comunidades y barrios alejados del centro de la ciudad.

Cuenta además con nueve eventos contemplados dentro del presupuesto cultural del territorio y dos de ellos con participación internacional, entre los que se encuentran el Salón de Artes Plásticas “Gestus”, el Festival de Rock “Sonidos de la Ciudad”, el Festival de Rap “Trakeando”, la Jornada Música Electrónica “Beat 32”, el Festival de Trova “ Canto Adentro”, entre otros.

IV Jornada de Música Electrónica Beat 32./ Fotos: Claudia Beatriz Borrero Báez

Este año, a pesar de las limitaciones impuestas por la Covid-19, no se dejaron de realizar los eventos, en esta ocasión a través de las plataformas digitales para intercambiar con el público, compartir la buena música y las experiencias de nuestros artistas en medio de una crisis que nos acercó al arte desde nuestros hogares. 

Así ocurrió con la III edición del Coloquio Nacional de Periodismo Cultural, una cita que intenciona el autoexamen profesional y las prácticas culturales y, que este año, no fue la excepción. La música de jóvenes trovadores y el magisterio de importantes investigadores cubanos y extranjeros desde la web, fueron algunas de las incitativas de quienes aún en difíciles condiciones, apostaron por un diálogo colectivo con la pertinencia de reflexionar sobre la cultura y el periodismo en tiempos de pandemia. 

El mes de agosto llegó y escritores, narradores orales, trovadores y pintores iniciaron la travesía de desandar las comunidades distantes de la geografía camagüeyana. Así comenzó la XVII Cruzada Literaria de Camagüey, un libro gigante, una cita con el verbo y la música que nos propuso una escritura por la vida desde el contexto comunitario.

Grabación del programa televisivo dedicado a la 30 edición del Almacén de la Imagen./ Fotos: Claudia Beatriz Borrero Báez

Solo unos días restan para que el Almacén de la Imagen arribe a su cuarto de siglo de creado. Esta 30 edición especial no pierde la esencia de un arte juvenil que derrumba barreras para su promoción y divulgación. Esta vez, del 23 hasta el 28 de octubre el Almacén llegará a los amantes del cine a través del uso creativo de las nuevas tecnologías y de la transmedialidad que están a nuestro alcance y que legitima a su vez lo más selecto de la creación audiovisual hecha por jóvenes en Cuba

Sin dudas, en Camagüey existen espacios importantes para visibilizar el trabajo de la Asociación Hermanos Saíz, por lo que la  tarea eminente de hoy, ante un virus que nos amenaza y expone, será siempre responder con arte

XVII Cruzada Literaria de Camagüey en la comunidad de Senado del municipio de Minas./ Fotos: Claudia Beatriz Borrero Báez

Pensando en la AHS…

Mucho tiene para mostrar la AHS agramontina en este aniversario 34, repetir sus siglas en las comunidades camagüeyanas y en sus artistas es símbolo elevado de entrega, compromiso y amor, de quienes junto a sus plumas, pinceles y voces estructuraron la solidez hoy exhibida que la convierten en una de las mejores sedes en la nación.

A propósito de ello, algunos de sus asociados y Miembros de Honor expresaron su sentir sobre una organización que perdura en el tiempo.

La AHS es como el amigo con el que siempre puedes contar, que dentro de sus posibilidades intentará ayudarte en cuanta creación artística, por muy loca que resulte, se te ocurra, creo que también esto va dado por la disposición de sus directivos que al ser artistas te brindan muchísimo en la fluidez y comprensión de los proyectos.

David Viera

Director de la banda de rock sinfónico Antagon,

Miembro de la célula de la AHS del municipio de Florida

Es una puerta entre los jóvenes creadores y las instituciones culturales. Con aciertos y desaciertos, la AHS impulsa el trabajo de los artistas muy jóvenes que aún no tenemos una obra sólida y sin embargo, gracias a ella, contamos con un sistema de apoyo.

Lourdes Mazorra

Escritora y periodista,

Miembro de la Sección de Literatura de la AHS

Creo que tanto la música como cualquier otra manifestación goza de grandes privilegios en la organización, la inserción en los eventos, la posibilidad de presentar proyectos, ya sea para un concierto o para la realización de peñas temáticas en la Casa del Joven Creador han propiciado que no sean pocos los que hoy, ya consagrados, hayan hecho carrera en gran parte gracias a la AHS.

Siempre se podría hacer más y ese es el propósito. Creo que queda mucho por trabajar sobre todo en los vínculos entre la AHS y otras instituciones tales como los centros de la música, casas discográficas y centros nocturnos.

Danger Sarduy,

Director de la banda de rock DESBROCE

Festival de Rap Trakeanado (2019)/ Fotos: Claudia Beatriz Borrero Báez

La AHS de Camagüey en todos estos años de creada cuenta con la confianza y el compromiso de sus asociados, y eso dice mucho de su trabajo. Los programas de subvención, promoción, colección y exhibición de obras de arte deben seguir siendo sistemáticos y sostenidos. Para nosotros, los artistas jóvenes, esto es fundamental en el desarrollo de nuestras carreras.

Leonardo Pablo Rodríguez Martínez,

Artista de la plástica.

La principal premisa de la AHS es la entrega desinteresada de los jóvenes artistas y escritores, quienes no tienen otro afán que mostrar su obra y darla al pueblo. Uno de los principales logros, en todos estos años, es conseguir que los jóvenes creadores, crean en la institucionalidad como factor fundamental para su desarrollo. (Tomado del Juventud Rebelde).

Yunielkis Naranjo Guerra,

Director del Centro Provincial del Libro y la Literatura,

Miembro de Honor de la AHS

Colectivo del programa radial EN ZONA de la AHS con los participantes de la IV Jornada de Música Electrónica./ Fotos: Claudia Beatriz Borrero Báez

¿Hacia dónde vamos?….

El llamado a la responsabilidad de los creadores e intelectuales en torno a la necesaria integración institucional para posicionar el arte joven como vanguardia relevante dentro del panorama cultural camagüeyano, son algunas de las prioridades que se ha proyectado la organización en este año.

Al decir de Yanetsy León, periodista y vicepresidenta de la filial camagüeyana de la  AHS, es fundamental llegar a los centros educacionales de enseñanza media y superior, a las escuelas de arte y a ese otro talento que no se forma en las academias. La AHS tiene la función de acoger las inquietudes creativas y consolidar el trabajo de promoción que se ha logrado mantener en las jornadas y eventos anuales a través de las nuevas tecnologías y con una fuerte presencia de la realización audiovisual.  

“Es necesario garantizar la continuidad de la AHS como una fuente que une a generaciones de artistas con inquietudes y con ganas de conquistar el mundo a partir de sus perspectivas, de su mirada y su sensibilidad”.

Escritores y trovadores de la XVII Cruzada Literaria./ Fotos: Claudia Beatriz Borrero Báez

«Muchos trovadores se podrían considerar poetas»

Los pasillos de la ENA nos hicieron conocernos hace ya mucho tiempo. Ángel Lorenzo Ramos es trovador, un joven músico que hace su obra desde la honestidad creativa, esa que no necesita premios ni aplausos excesivos para cimentarse. Imaginemos por un segundo que estas preguntas son la partitura que nos invita a retomar una conversación pendiente entre dos amigos.

Tu tierra de origen, San Antonio de los Baños, ¿ejerce alguna influencia en tu creación?

De cierto modo, sí. Vengo de una generación de ariguanabenses a la que le tocó el recuerdo, las memorias de la gloria pasada de un pueblo que era referente cultural en muchos aspectos, y que quedó relegado en la desidia institucional y los escombros de los 90´s.

No sé los de ahora, pero esa idea caló bastante entre mis contemporáneos e influyó mucho en lo que luego quisimos ser. Cuando éramos niños bebíamos de la utopía de hacer cosas para reanimar San Antonio: las iniciativas no faltaron, las puertas cerradas tampoco se quedaron atrás. Yo crecí y me fui a estudiar a La Habana. Quizás eso provocó un distanciamiento pero no pierdo la oportunidad de sumarme a las aventuras de los que quedan dando la pelea.

Tu primer acercamiento con el mundo del arte provino de tu experiencia con el Movimiento de Artistas Aficionados, ¿cuánto valoras este primer encuentro y de qué manera influyó en tu desarrollo ulterior?

Crecí dentro de la Casa de Cultura de San Antonio. Mi mamá era instructora de música allí y nunca me llevó al círculo infantil. Era el niño pequeño de todos en la casa. Según me cuentan, era además una esponja de conocimiento artístico todo el tiempo, me encantaba observar. Pasaba de una manifestación a otra como un juego infantil pero al final la fijación por la música pudo más que la literatura y el teatro. Aunque la literatura sí la estuve llevando a la par hasta casi los 15 años, escribía cuentos sobre todo y fui a varios eventos de niños escritores. Esto me dio la base para después poder afrontar la enseñanza profesional de forma más orgánica. Es innegable su influencia.

¿Qué valor le concedes a la literatura y su relación con la música en tus composiciones y en la conformación de tu pensamiento creativo?

Muchos trovadores se podrían considerar poetas. Excelentes artesanos de la palabra que decidieron expresar sus musas acompañadas de música; en muchos casos, para llegar a un público mayor. No es mi caso. Me veo más como un músico que aprendió a usar la palabra para expresarse. Eso lleva a que hay días en que me pongo a componer y quizás la balanza se inclina entonces más para un lado que hacia el otro o, como es ideal, se queda en un término medio. En un comienzo lo hacía todo de forma más empírica, luego fui aprendiendo más sobre las estructuras poéticas y su aplicación.

Anécdota simpática: tenía una canción que se llamaba “Sonetos derrotistas” y un buen día descubrí que en mi ignorancia había escrito con la estructura de rimas pero los versos no eran endecasílabos. De nada sirvió tratar de remendarla, ya la canción sonaba así como estaba, lo resolví cambiándole el nombre.

Entras a la Enseñanza Artística gracias a las pruebas de suficiencia, a las cuales te sometiste en octavo grado. ¿Qué puedes contarme de tu formación en la Cátedra de Guitarra, Laúd y Tres?

Muchas personas queridas me dicen en ocasiones: “¿Por qué tocas tan poco el tres si es de lo que te graduaste?”; a lo que  respondo: “yo estudié música, el instrumento es la vía, no el fin”.

Respeto y admiro tanto a los treseros que durante la carrera descubrí que no quería formar parte de ese show competitivo que la gente a veces alimenta tanto, el clásico dicho de fulanito es mejor que menganito y esas cosas.

Me dedico actualmente de modo profesional a tocar la guitarra en la agrupación de uno de los mejores treseros del mundo, pero ese logro se lo debo también a la Cátedra. Muchas veces un guitarrista, desde su formación clásica, se las ve difícil a la hora de afrontar la música popular; a mí me fue más sencillo el salto. Eso lo gané a mi favor en la Cátedra de Tres y Laúd, además de una formación que iba más allá de lo académico y en un ambiente donde éramos tan pocos que todos nos conocíamos y éramos casi familia.

En el universo particular de la experiencia humana, ¿qué lugar ocupa la música?

En mi universo es todo. Puede sonar una exageración pero es así. No sirvo para más nada que no sea la música, dicho por mis padres que me malcriaron de más y no me han dejado ser bueno en otra cosa… si hasta en matemáticas soy pésimo. Mi mayor temor adolescente era no entrar a la ENA porque ahí sí que me iba a quedar en la calle, de lo malo que era en todo lo demás.

Creativamente has estado vinculado a artistas del teatro, el performance y las artes visuales. ¿Esta relación es la búsqueda de una experiencia artística “completa” o solo intentas lograr, a través de la síntesis y la asimilación, un vínculo con otros campos de conocimiento?

En algún momento de mi vida no quería hacer las pruebas del ISA. Pensé que la carrera se podía quedar en el título de Nivel Medio. Al final, las hice por embullo y porque me metieron miedo con los dos años de Servicio Militar. Cuando me vi allí descubrí lo equivocado que estaba.

Poder convivir con otras manifestaciones artísticas amplió mi horizonte en muchos aspectos; de hecho, mi época más fructífera como cantautor fueron los años que pasé en el ISA. Mis incursiones en bandas sonoras de ejercicios de FAMCA, la música que hice para varias obras de teatro de un gran amigo y coterráneo, la participación espontánea en algún que otro performance sonoro durante las Bienales de La Habana, todo aquello me aportó considerablemente y me ayudó a aterrizar esa concepción personal de artista que, de otra forma, se hubiera quedado a medias.  

Como instrumentista, has trabajado con artistas como Pancho Amat, Liuba María Hevia, Annie Garcés, por solo mencionar a algunos. La observación del hacer de otros creadores musicales, ¿ha influido en tu labor en solitario?

cortesía del entrevistado

La influencia existe. Quizás no sepa decirte concretamente en qué, pero está. La influencia de Pancho Amat está desde que soy pequeño. Mucho antes de ser parte de su grupo ya había recibido su apoyo y magisterio en varias ocasiones. Estrené una obra suya en mi graduación del ISA y se apareció de sorpresa a pesar de que era el día de su cumpleaños, ¡te imaginas la de nervios! Es una enciclopedia humana, se aprende a diario con él.

Como parte del grupo de Liuba toqué por primera vez en la Casa de las Américas, un lugar que para mí es el templo de la Nueva Trova. Disfruté aquel concierto como pocos.

Annie es un diamante en bruto que tiene mi admiración desde que le conozco, tanto como cantante como por lo bella persona que es. Un día me mandó un SMS diciéndome que necesitaba un guitarrista para el Festival Pepe Sánchez y para Santiago nos fuimos. Después colaboramos muchas veces y hasta me dio la oportunidad de ser director musical de uno de sus conciertos, cosa que hice por primera vez (y única).

¿Quiénes son tus principales influencias musicales?

Lo primero que nos marca es la música que suena en casa mientras uno crece: mi mamá escuchaba mucho a Serrat y teníamos un casete con un variado de Silvio, Pablo y Amaury Pérez que repetíamos hasta rayarlo; mi papá era más de música tradicional cubana, sobre todo bolero: Orlando Contreras, Ñico Membiela, Benny Moré y muchos más. Todos los domingos me despertaba con la “Discoteca del ayer” de Radio Progreso.

Con esta base salí al mundo y aún hoy llevo esa diversidad en mis gustos: si abres mi carpeta de música te puedes chocar con un disco de Los Zafiros o con lo último de Fito Páez, con una recopilación de changüí guantanamero o “Multiviral” de Calle 13. Toda esa heterogeneidad de gustos la he ido llevando a mi obra de manera consciente, no me hace mucha gracia estancarme en ningún género.

Un artista joven, ¿de qué no debe carecer? ¿Qué es para ti la calidad artística y creativa? ¿Es, acaso, un medidor del talento?

No debe carecer de atrevimiento. De saber dar la cara por su obra aunque le viren los mil cañones de la crítica o ciertos públicos se pongan de espalda ante su propuesta. Para todo hay consumidores, no se debe dejar de cantar algo pensando que no sirve pues esa canción le cambiará el día a alguien, en alguna parte.

La calidad es un parámetro, depende de concepciones ya establecidas que no siempre benefician a la creación. Uno debe sentirse bien con sus principios y tener claras sus pretensiones. A veces hay quien dice que lo creativo debe ser un fenómeno social, que se debe escribir para los demás, etcétera… para mí, no es así. Si tu ego no está conforme con lo que engendras, en muchos casos ni saldrá a la luz. El concepto de talento se ha desvirtuado tanto en los últimos tiempos que yo ni emito criterio. Con los años he ido aprendiendo lo que debe quedar exclusivamente en mi conciencia, ahí, bajo llave.

En 2017 obtuviste un Premio Lucas en la categoría Video Opera Prima por tu video clip “Regreso Incierto”. ¿Cómo y por qué nace esta canción? Luego de este premio, que sin dudas consiste en un impulso a tu carrera en solitario, ¿en qué te has enfocado? ¿Qué búsquedas guían hoy en día tus caminos creativos?

“Regreso incierto” la escribí para una banda sonora: se trataba de la obra Nora y él, de Raúl M. Bonachea Miqueli. Me pasó el texto y la verdad es que me daba mucha pereza leerlo en digital, por eso fui a un ensayo de la puesta y de ahí marché de cabeza a escribir la canción. Básicamente es la historia de la obra manifestada en su estado puro: el amor más allá de las adversidades y obstáculos. Fuera del contexto del teatro, la canción ganó aceptación y cuando le propuse varias piezas a Leandro de la Rosa, director del video clip, fue esta la que escogió sin dudar. Era su primer video clip y por eso ganó el premio “Opera Prima”.

Sinceramente no aproveché al máximo la cobertura que me dio el evento y lo mucho que pusieron el video en TV. En ciertos casos, un video clip viene emparejado con la promoción de un trabajo discográfico y yo aún no tengo la segunda pieza del puzle. Mi carrera actualmente sigue un perfil bajo, supeditada a mi trabajo como músico, pero eso no ha frenado lo que escribo y espero que alguna beca o discográfica repare en mí. Me autofinancio los temas que he podido grabar y busco alternativas de difusión… aunque siempre queda el deseo de poder hacer más: en eso estoy.

Has creado música incidental para cine y teatro, ¿cómo transcurre tu proceso creativo? ¿Qué desafíos supone?

No tengo un plan de organización en estos casos. Me ayuda mucho la imagen y me auxilio generalmente de la música por computadora, usando instrumentos sampleados y sintetizadores. En muchos casos he estado en las puestas ejecutando la música, como un híbrido entre instrumentista y DJ. Me meto en camisa de once varas pues errores siempre ha habido y eso para el teatro es fatal, pero se aprende para que en el futuro todo sea más orgánico.   


Destrabando la trova I

 Salud pá tus ojos, ashé pa tu herrumbre

que el sol brinde para todos su justa lumbre

 mucha fortuna y salud pido sobretodo en amores

que a golpe de labios tibios me nazcan flores.

(Nelson Valdés)

                                                                    

Para destrabar la trova no hay manuales. Esencia de la cultura musical cubana los trovadores legan la guitarra y la voz, el pensamiento en síntesis de las generaciones. Un país necesita de sus trotamundos, de esos que ensillan las ideas y con furia las cantan, otras veces, con dulzura desenfundan la verdad. Las ideas trascienden los límites y las molduras. Por eso el mundo y sus heridas resultan insuficientes para detenerles. No son estas las Romerías de siempre, nada lo es. El set puede ser tu casa, o la mía, el teléfono móvil, una Pc, o la TV. La trova se desentiende de obstáculos. Las guitarras levantan sus manos.

Tecnología mediante y ganas de sobra se obra el milagro. La cita está pactada casi a las tres. El anfitrión es Eduardo Sosa, trovador en cuyas cualidades musicales habita un hermoso ser humano, lo he dicho ya, vacilador, jocoso de espléndida carcajada, alguien para quien la trova es su casa.

Su quehacer como cantautor, intérprete y gestor de eventos lo lleva por disímiles contextos de la geografía nacional. Cuando indagué para lo que escribo, esa es mi ventana abierta, sobre las incidencias de esos trasiegos me respondió:  

«He aprendido muchísimo porque tengo un espacio que se llama “Destrabando la Trova”, es, según por quienes llevan las encuestas, uno de los más importantes hoy en las Romerías. Suceden entrevistas a camisa quitá, desde Pedro Luis Ferrer hasta Tony Ávila, Buena Fe, Polito Ibáñez, Willian Vivanco, Raúl Torres. Abogo por el respeto que deben tener las nuevas tecnologías para con la posición de las personas. Este espacio ayuda a conocer más a quienes hacen las canciones que yo respeto, quiero y admiro, a confrontar su pensamiento y conocer la persona detrás de las canciones.»

El espacio que comenzó en la Casa de la Cultura holguinera con posterioridad se trasladó al Club Siboney. Otras ediciones de manera excepcional, como el protagonizado por Buena Fe, aconteció en la Casa de la Música.  Este es el quinto año, y acoge en la primera emisión al cienfueguero Nelson Valdés como invitado.

La poética del joven juglar marca un punto de encuentro de la cancionística  con eje al centro de la isla. Su hoja de trovas se habilita desde las entrañas mismas de la Asociación Hermanos Saíz, presentaciones y premios organizados por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, las ediciones de la Feria del libro en varias provincias cubanas, el Longina, las Romerías de Mayo y otras celebraciones donde la guitarra y la voz se entrelazan. Varios fonogramas registran la autenticidad de canciones que se aferran a crecer justo Al sur de mi mochila.

En la opinión de Nelson, las romerías son parte de la célula cultural cubana y es imprescindible que se siga haciendo evento tan importante para la creación y el arte joven. El ambiente, el suceso cultural y el protagonismo de casi todas las manifestaciones del arte, es un lujo.

Sus ojos cantan en libertad, confiesa el trovador, las cuerdas van a donde la reina de los mares:

Si alguna vez tú fuiste río, llévame al mar/ si alguna vez tu amor fue mío, Yemayá venlo a buscar.

A la interrogante del anfitrión acerca de la relación de Nelson Valdés con la AHS y en particular con la organización del evento  Al sur de mi mochila, el agasajado aportó:

«Al sur de mi mochila es un evento que ha ido creciendo, lleva el título de una canción de nuestro emblemático Lázaro García, fundador del Movimiento de la Nueva Trova y uno de los hombres más importantes dentro de la canción de autor cubana y cienfueguera. Es un evento que trata de hacer alianzas  entre los jóvenes cantautores y los consagrados. Hemos logrado que sus propuestas lleguen a la comunidad, por los diversos espacios donde se hacen los conciertos y descargas. Pasamos a compartir con la EGREM el centro cultural Julio A. Mella, y eso propició que el festival creciera. Han pasado por cantautores muy importantes, han salido de ese escenario jóvenes para la canción de autor cubana. Es un evento que hoy es puntera dentro de la AHS en Cienfuegos. Es de los que mantienen viva la obra de muchísimos amigos, como otros que  hay a lo largo y ancho del país.»

Y es que para salud de la trova en Cuba la parada en Cienfuegos es uno de los eslabones que hoy signan una especie de red de eventos trovadorescos en el país, en su mayoría con el protagonismo de la AHS.

Sal a caminar porque el tiempo se nos va casi siempre a indiscreta velocidad, es la segunda invitación musical de la tarde. Quien ahora le escucha sentirá la avidez por otras de sus canciones. Una palabra, santa caricia bastaría para borrar todas tus desdichas. El vínculo añejo de los trovadores con el panteón afrocubano aparece junto al eros, el deseo por la salud, el retorno de los amores y otras humanas causas:

Si el mar se te alarga junto a Yemayá moja tu camisa/ bastaría para borrar todas tus desdichas/ si yo te beso muchacha oye y te devuelvo la risa/ bastaría…/ abuelo no, abuelo no, la tarea difícil déjesela a Changó/ Santa Bárbara bendita/ la tarea difícil déjesela a Changó/ Santa Bárbara bendita …/ la tarea difícil déjesela a Changó siete rayos…

Eduardo Sosa reconoce en la obra del amigo una coherencia artística que contra los pronósticos de vivir a kilómetros de la capital, logra una presencia en los medios desde Cienfuegos. Un grupo de proyectos ocupan la creación de Valdés:

«Yo creo que la gente agradece el que hayamos homenajeado a Santiago. Y yo feliz porque pienso que homenajear a quien te ha dejado un legado y que ha sido importante en tu obra pues forma parte de lo mínimo que podemos hacer. También hicimos un tema que se llama Querido viejo con los arreglos del maestro Emilio Vega que es un homenaje a Lázaro García con la dirección de Omar Leyva; terminamos también con la dirección de Omar un video dedicado a los doscientos años de la ciudad de Cienfuegos que estrenamos en el cumpleaños 201. Ha sido parte de este trabajo en conjunto. Muchos amigos han puesto su mano para apoyar las cosas que a veces se me ocurren y que creo pueden contribuir a aportar un grano de arena a lo que somos y a lo que pretendemos crecer como nación, como país.»

Desde Graciano Gómez, Sindo Garay, María Teresa Vera, Miguel Matamoros y una amplia representación de trovadores de éstas y sucesivas generaciones le han cantado a la Virgen de la esperanza, mambisa, morena, Imagen Protectora.

Por estos anclajes en el repertorio de la canción cubana y por la trascendencia como símbolo de religiosidad y cultura cubanas, Nelson decidió destrabar la tarde con una canción con remedos vocal-instrumentales de conga que estará en su nuevo fonograma y que a su decir  tiene mucho que ver con tu identidad, las raíces, porque es una canción que le hice a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de todos los cubanos:

Madre no me lleves a la conga oriental/ mira que después yo no puedo parar/ qué no que yo no voy a mirar/mira que después yo no puedo parar/ piensas demorar mis ojos/ mira que ya se respira tu necesidad de bailar/ sin que nos toque luna, hoy nos compondrá la lluvia/ paso por reír atento cuando apareces madre/ (…)

Estribillo. Pero no me lleves a la conga oriental/ mira que después yo no puedo parar.

Un abrazo a Cuba abrió los caminos a las trovas de mayo en Romerías, a la trova toda, espíritu de la nación cubana.


Música de autor o descarga de parque

«El disfrute de la música en vivo» es la respuesta que casi siempre obtengo cuando le pregunto a algún nuevo rostro que veo rondar la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila, que busca encontrar o le atrae del lugar. Lo que aquí se hace, no escapaba de un público selecto, de artistas, uno que otro asociado o amigos de quien desempeñaba el roll de organizador.

Un cambio fue notable cuando abrió las puertas su Café Barquito y se oficializó la peña Trovadrugada de César Brown y su banda, acompañado de un incremento organizativo de calidad que ya traía el colectivo de trabajadores de la institución. Quizás fue solo el café o el ejemplar desempeño laboral, y el grupo no tuvo nada que ver, pero de, trovador a guitarra limpia, a banda a dos voces con tres, guitarra, bajo y percusión, hay que vivir la transmutación y ver al público centrar su atención, luego, brindar aplausos.

«Lo de los rockeros» o «Lo de los pelús» así le llamaban año y medio atrás a la institución representante de la joven vanguardia artística, cuando a alguien intentabas darle referencia del lugar, tuve la experiencia. Aún hay quien le hace rechazo pues, no somos un pueblo donde prevalece el gusto por la cultura; o el individuo tuvo la mala experiencia de pasar el día que se hizo algo por salir del paso y aunque la promoción estuvo, la organización o exposición, no fue la ideal.

Recuerdo una noche de lluvia, que tres amigos y yo, esperábamos que al menos un poco escampase, ya a las 11:00 p.m., y de las afueras de la cristalería me hizo entrar un conjunto de instrumentos donde sobresalía un saxofón, a quien luego reconocería como Livan Tartabull, director del Quinteto Saxofones, y por primera vez, presté atención a la obra de César.

Identidad de César Brown Band

Personalmente, soy alguien que disfruta muchísimo, escuchar sonar guitarras en cualquier esquina o en las descargas de parque. Ahí donde se canta a Sabina, Buena Fe o Melendi, y lo que se le ocurra o sepa tocar el guitarrista que a esa hora no está para improvisaciones.

Cuando escuchas a Ramón David en su aire psicodélico vocalizar «…rockockococó…» o el simpático Óscar Sánchez que se mueve de un instrumento a otro sin cesar, y la inercia te voltea y te preguntas qué está pasando ahí ¡Eso no es lo que pasa siempre! Un trovador, a pura guitarra, no siempre se escucha gustoso.

En Ciego de Ávila, por suerte, no solo yo me he dado cuenta de eso. Las dos agrupaciones con fuerte lazo hacia la institución se han crecido de forma tal que un conjunto de instrumentos genera arreglos que te hipnoticen, como un bajo o clarinete, protagonista; o el acompañamiento de un chelo o un saxo a una trovadora o Dj, aspecto a tener en cuenta cuando no se es diestro un cantante en la guitarra o su arreglo no es precisamente un Concierto de Aranjuez.

Yeni Turiño en Trovándote 2020, en acompañamiento de un chelo

No se puede descartar que los músicos son de pagar y pocos trabajan de gratis (peña Trovadrugada) pero hay que encontrar la forma, de que se haga algo con calidad y de que se les pague, claro. O cómo le explico yo a los amigos, no asiduos a este círculo, que emocioné por los cielos para que viesen este Trovándote 2020 a Rolo Rivera, de quien sus canciones ocupan parte en todas mis listas, con ese estilo muy jazz que tiene de representar ritmos cubanos.

Rolo Rivera en Trovándote 2020

Un claro ejemplo fue, en el mismo festival, Kamankola, quien a concierto trajo un guitarra acompañante, y a dos guitarras, una acústica y otra eléctrica, acompañando su voz; no hubiese podido encantar más al público de lo que lo hizo. ¿Cómo fue el concierto de Marta Campos que hizo sonar tan bonito la bella canción «Sabor Salado» de Diego Gutiérrez? La respuesta está clara, cuando se quiere se puede.

Marta Campos en concierto en el Patio de la UNEAC, Ciego de Ávila

Ráfagas virtuales de versos, melodías y amor

Versos de esperanza, acordes trovadorescos y hasta un poco de música electrónica se han instaurado en el ciberespacio desde la Casa de Iberoamérica, en Holguín, para llevar un mensaje de amor a los enfermos de Covid-19, a sus familiares y a todos los que permanecen recluidos en casa con la zozobra de vivir en un mundo más convulso de lo habitual.

El joven poeta Norge Labrada opina que el arte es una tabla de salvación en los actuales momentos. Foto: Lianne Fonseca
El joven poeta Norge Labrada opina que el arte es una tabla de salvación en los actuales momentos. Foto: Lianne Fonseca

Al poeta Norge Labrada, jefe de la sección de Literatura de la AHS, le duele que su primer libro publicado, “Poses”, que sería presentado durante la Feria del Libro, no haya podido llegar hasta el público por causa del nuevo coronavirus. Sin embargo, afirma que su pequeño volumen “sabrá esperar el momento adecuado” y mientras tanto se reconforta con compartir sus versos a través de Internet, porque está convencido que la poesía también cura.

Para el músico y actor Laynier Verdecia, que atesora hermosos temas como Flores para la vidaEl planeta de los locos y Hay una luz, “es muy acertado que la AHS tenga esta iniciativa y se encadene con otras instituciones culturales de Holguín para compartir nuestras obras a través de las redes sociales. El arte es una de las cosas que complementa la vida del ser humano y creo que no seríamos nada sin él”.

Similar opinión tiene el trovador Manuel Leandro Sánchez, quien a través de su guitarra expresa las inquietudes sociales y espirituales que lo aguijonean. “Cada uno de nosotros debe ayudar de la manera que pueda. Queremos que la gente que tiene algún enfermo sienta que no está solo”, manifiesta.

La misma fe tiene Ernesto Angulo en el arte que se hace hoy desde Holguín bajo condiciones excepcionales. El Jefe de Grupo Gestor de Proyectos de la Casa de Iberoamérica, que ha fungido como el presentador de los conciertos online realizados desde el 21 de marzo en Holguín, afirma que “es de enorme placer poder transmitir emociones, sentimientos en estos momentos. Es un gesto humanista para todos aquellos que han contraído el virus”.

Mediante la música electrónica también se envía un mensaje humanitario desde Holguín. Foto: Lianne Fonseca
Mediante la música electrónica también se envía un mensaje humanitario desde Holguín. Foto: Lianne Fonseca

El DJ Alexei, director del proyecto Sector Electronik, también se ha unido a la iniciativa y dice sentirse muy bien aportando su grano de arena en tiempos de coronavirus. Por suerte, son muchos ya los artistas holguineros que han incursionado en el ciberespacio para extender su mano amiga, pero lo mejor es que no pretenden dejar de lanzar sus ráfagas virtuales de versos, melodías y amor.