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Yasmani Rodríguez Alfaro



Lo vivencial como protagonista en «Los ahijados de Lachy el White»

Para cualquier lector avezado Los ahijados de Lachy el White, el primer libro puramente digital de Yasmani Rodríguez Alfaro, es una noveleta de lectura ágil. Prepotente, también, en su afán de atraparnos desde el comienzo hasta el final de la misma.

Y ese es, a mi juicio, el detalle que pudiera lastrar su calidad definitiva, sin embargo, no le resta valor literario.

Me atrevo a aseverar su carácter vivencial, porque está escrita desde el gusto y la necesidad de dejar una impronta sobre el devenir histórico de su creador. Como un diario que a vox populi se ha publicado.

La editorial que ha cumplido este cometido es Laia Editora Argentina, que se especializa en literatura contemporánea, sin ánimos de lucro y con un marcado interés promocional. Tuvo a bien hacer esta publicación a finales del 2023, momento cumbre en la creación literaria de nuestro novel escritor avileño.

En este volumen está la narración de sus cuatro años de estancia en Trinidad, Sancti Spíritus. Algunos de sus desafueros y venturas. Alguna que otra sordidez de sus percances, y varios guiños o muecas de desagravio, para con la sociedad espirituana.

En ese período de vida, Yasmani vivió momentos especiales, como el nacimiento de su hija que prefirió mantener fuera de esta historia para no “ensuciarla” con el ambiente un poco burdo y los recuerdos no tan felices.

Así todos podemos ser testigos de una trama humana que, por lógica, implica la conjunción de sentimientos, caprichos, actos y actitudes con todos sus matices y justificaciones.

Escrita desde la tranquilidad de un narrador que muda de puntos de vista, que lo mismo está dentro de la escena narrada, como desde afuera, cual cámara cinematográfica, Los ahijados de… es sincera y desde esa cualidad, seduce.

Uno de los elementos que me hacen ponerle atención es la construcción tan acertada de los personajes. No son de papel, como tanto nos enseñó Robert L. Stevenson, o de aire, como decía Jorge Luis Borges. Son esbozos de seres vivos, caracterizados indirectamente por sus acciones, y también ideas filosóficas en constante ebullición. Pero con psicología coherente y de arrabal, si es que eso existe.

Lachy, por ejemplo, es un personaje pintoresco que lo mismo infunde risas y sirve de guía a sus protagonistas, por una ciudad históricamente antigua, como que nos pone los pelos de punta desde el temor a que desate lo peor de los protagonistas.

Resulta un personaje logrado, creíble, desde sus características psicológicas muy bien construidas y desarrolladas. De igual forma, y sin adelantar la trama que cuenta, vemos que a lo largo de las páginas, como hojas de un calendario, el personaje evoluciona y se vuelve cada vez más humano. Hasta que de pronto coma uno como lector no tiene más remedio que decir, “yo conozco a un tipo así que vive en mi barrio”.

Desde el momento iniciático del encuentro entre Lachy, Rafael y Diana, ya uno quiere seguir leyendo para descifrar, de alguna forma, las incógnitas que se trazan desde el mismo título. ¿Quiénes son los ahijados? ¿Son tan especiales? ¿Quién es este Lachy que tiene hasta ahijados?

A lo largo del libro, créanme, muchas de estas dudas se responden. Pero uno quisiera que, si un libro como este de narrativa fresca y voraz nos “engancha”, tenga siempre acción y que ocurran grandes cosas. Y más aún cuando el mundo folclorista cubano está tan presente.

Mas he aquí el detalle defectuoso, a mi entender, de esta novelet:, la falta de acción dramática. No es una ausencia total. Es más, nadie puede dudar que está ahí, que algo pasa; pero está muy contenida y apenas desarrollada.

Además, de que el empleo de la técnica del iceberg, eso que no narramos y del que solo vemos una parte, y es el meollo del drama, aquí no tiene sentido pues la obra es larga en cuanto a que los personajes cumplen su ciclo de desarrollo dramático y pasan por varias etapas.

Si a esto le resto el manejo casi innecesario de tantos personajes de reparto que solo hacen coro y no tienen una participación fundamental en la trama, el libro se me queda en una anécdota muy bien contada, pero todavía incompleta.

Y llego a feliz comprobación de mi teoría cuando, en conversación con Yasmani, me dice que a esta obra le tuvo que quitar muchas partes que quizás vuelva a agregar, “el día en que decida publicarla en papel”.

El resto de los personajes que son bastante verosímiles, cumplen muy bien su papel y apoyan o le quitan mérito a los protagonistas. Como casi siempre ocurre con el devenir popular, con esas masas enardecidas en completo vaivén.

Y en el caso de Rafael, el héroe-narrador, suerte de alter ego del propio autor, es astuto y sobrio. En apariencia un muchacho tranquilo, pero que no le pierde pies ni pisada al gusto de andar por la vida dejando marcas, símbolos. Siempre con el deseo de buscarle un porqué a cada gesto y acción humana y de propiciarle sonrisas a sus seres queridos.

Mas no es un santo. En algún momento, como mismo adora, desaprueba; y si puede hasta volverse malévolo le resulta fácil.

Por otro lado, quizás a uno le queda un extraño sinsabor de que estamos ante un libro que es, al mismo tiempo, de condición etérea; porque no es físico en el sentido material que entendemos, y no se puede palpar o sostener en un bolso mientras vivimos, como haríamos con un libro de papel y cartulina.

Mas existe y es parte ya de la bibliografía de Yasmani Rodríguez Alfaro, junto a Pre-Mortem, Ed. Ávila; A la sombra del mago, Premio Eliseo Diego 2020; Madre de cal, de la Editorial Primigenios 2021, y otros de pronta aparición.

Estamos viviendo en un mundo que adora la virtualidad, las cosas etéreas; y difunde su amor, cada vez más, por los universos paralelos.

De esta forma, Los ahijados de… también existe en una parte de la nube o de la web cuando algunos aspiramos a que se vuelva de papel y cartulina para poder guardarlo en la estantería personal.

Es un buen libro de agradecida lectura, como prefería el gran Eliseo Diego.

 



Historias a través de pinceles

Cuando estudiaba en la ya desaparecida Academia de Artes Plásticas Raúl Corrales era solo un artista preocupado por los trazos sobre el lienzo, las formas, las proporciones y los colores.

Entonces Yasmani Rodríguez Alfaro todavía vivía en el municipio de Baraguá y tímidamente mostraba de vez en vez una libreta donde garabateaba historias.

El resto lo descubriría después, cuando comenzó a trabajar en una serie de cuadros donde quedarían impregnados con colores fluorescentes las letras de varios cuentos, que ante la oscuridad de una galería, saltarían a la vista. Ser escritor era una probabilidad que calculaba sin obtener resultados exactos.

Sería entre Venezuela, Trinidad y Ciego de Ávila donde se redondearon personajes y argumentos para ser Pre-Morten, su ópera prima, y A la sombra de un mago, premio Eliseo Diego 2019 en la categoría de literatura infantil.

Su prosa se entremezcla con la poesía, lo grotesco y lo absurdo de personajes y situaciones, al punto de revelar a un autor irreverente que propone diferentes versiones de nuestra realidad, con una carga espiritual y emotiva innegable.

  • ¿Cómo surge Pre-Morten?
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Impartí clases de Artes Plásticas durante dos años en Venezuela. Allí conocí a muchos escritores, participé en los concursos literarios convocados por la misión, me acerqué a diferentes talleres, compartía mis textos, obtuve premios con algunos cuentos y esto me motivó mucho. En los días difíciles de la muerte de Hugo Rafael Chávez y las guarimbas me aferraba a la computadora y pasaba todo el tiempo en eso. Entonces, eran un manojo de historias que necesitaban ser moldeadas.

Al regresar a Cuba viví en Trinidad, donde conocí a la escritora Anisley Miraz, a quien agradezco haber reconocido talento en mí. Celebró la dureza de los temas, lo fatídico de las situaciones, y trabajamos en la dramaturgia y selección de los textos.

  • La rudeza de los personajes y las situaciones extremas revelan cierto fatalismo, ¿por qué?
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La muerte se hace patente de una u otra forma, al punto de naturalizarse. Creo más difícil nacer que morir, y desde el título anuncio que son hechos contados antes de morir, por eso, es una búsqueda constante de respuestas, cuestionamientos existenciales y filosóficos que nos llevan de vuelta a las grandes preguntas: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? y ¿hacia dónde vamos?

  • Se aprecian tópicos constantes como la muerte, la sangre y un cuchillo asesino ¿no temes ser incomprendido?
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Los relatos no son autobiográficos ni ficticios, sino que tienen un poco de todo lo que he visto, escuchado y sentido. Un escritor, además de muchos otros calificativos certeros, es un chismoso que husmea para ver cómo la gente se mueve, piensa y hace su vida. Después es necesario filtrar y crear sobre esos argumentos, porque cualquier historia de la calle no es literatura. Creé los cuentos con aire fatalista y los personajes pierden la cordura; se puede ser bueno y terminar mal.

  • Algunos de tus personajes los nombras Azul, Rojo, Blanco… ¿cuánto de artista tiene el escritor?
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Quizás sin el arte nunca me hubiese propuesto escribir. Por ejemplo, A Pre-Morten lo concebí como una obra de artes plásticas porque pensaba a partir de símbolos y valores conceptuales. Todo lo aprendido en la Academia fue un caparazón que me armó, un armario donde buscar, sabiendo que siempre encontraría algo útil.

  • A la sombra de un mago mereció el Premio Eliseo Diego en la categoría de literatura infantil, ¿fue una sorpresa?
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Con el nacimiento de mi hija Viegsay pensé en escribir para niños. Después llegué al taller literario Compay Grillo, de Félix Sánchez, y me lo tomé en serio. Así llegó este libro y jamás pensé que merecería un premio. A la sombra de un mago está inspirado en mi hija. Intento invertir los papeles para pensar como ella.

Narro en estas páginas las peripecias de un niño que vive con su abuelo en una finca. Su madre murió y el padre se fue. Esta realidad el pequeño la asimila desde la fantasía y lo ficticio, tanto que el lector llega a dudar si está vivo o muerto. Además, empleo códigos del espiritismo, el Palo Monte y las culturas indias americanas en alusión a ese sincretismo religioso que pude respirar mientras viví en Baraguá.

  • ¿Para un autor inédito es fácil publicar en Cuba?
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El Sistema de Ediciones Territoriales cada año aprueba libros en concordancia con su plan editorial, por eso, hay que intentarlo una y otra vez. En mi caso, acerté al primer envío, aunque no siempre es tan fácil y hay quien espera años antes de ver impresa su obra. En lo referido a las editoriales nacionales, el acceso es más difícil por la competencia y lo restringido de los planes. Lo otro sería la posibilidad de publicar como resultado de algún premio.

  • ¿Qué escritores influencian tu obra?
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El primer libro que me conmovió y me mostró cómo quería escribir fue Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Lo hice casi obligado como quien sabe que lee algo importante y solo al final descubrí su verdadero valor. Ese mundo espiritual se parece a mí y a las historias que quiero contar. De Cuba me gusta mucho Alejo Carpentier, pero la lista podría ser mayor.

  • Proyectos por venir…
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Por estos días reviso una novela para adultos titulada Los ahijados de Lachi el white. Este hombre es un palero que se rodea de sus muchos ahijados en la ciudad de Trinidad y a partir de aquí se teje la acción. Es un acercamiento a la sociología trinitaria, a los modos de vida y costumbres. Ha sido un texto que he disfrutado muchísimo y le tengo fe, aun cuando no pueda publicarlo nunca. Si por alguna razón lo perdiera, no creo que pudiera volver a recrear su espiritualidad.



Yaíma Hernández, mención en el concurso literario Ernest Hemingway

La noticia se regó como pólvora entre los escritores y fue recibida con mucha alegría. Esta joven escritora, con varios cuentos y poemas que han conmovido a más de un artista avileño, mereció mención en la edición 34 del concurso literario de Cuentos, Ernest Hemingway.

Apenas uno la ve, con su estampa de friki, sus tatuajes y pelo pintado, no creería que es máster en Ciencias de la Educación Especial, Instructora y licenciada en Teatro y trabajadora de la casa de la cultura José Inda Hernández de Ciego de Ávila.

Además, escribe como si fuera lo último que fuera a hacer en la vida, cuando criar a su niña le deja algo de tiempo.

Yaíma le cuenta a Invasor que, “cuando me llamaron por telefóno para decirme que debía presentarme a la premiación del concurso, como que me emocioné. El hecho de que me hayan tenido en cuenta, me gusta. Es un concurso nacional en el que participan muchos escritores. Pero no pude ir a La Habana, a la ceremonia. Siempre quise ir a la fina Vigía, pero bueno, ahora no pudo ser. Pero con esta mención me puse muy contenta, el hecho de haberla recibido ya es meritoria.

“Uno siempre espera ganar el premio, pero este lauro me sorprendió. Sobre todo, porque mandé a última hora, cuando se había vencido la convocatoria y habían dado tres días de próroga, y Yasmani Rodríguez Alfaro me había insistido para que mandara un cuento, y escogí Luces, al que le tengo mucho cariño y fe, es uno de mis más nuevos relatos”.

Como parte del taller literario El rincón de los cronopios, Yaíma es muy activa y siempre participa en todos los eventos, incluso a los de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), a los que le invitan, como Estrofa Nueva, el área Sin pestillo, de la Feria del libro; las lecturas de invierno y ahora las de verano que convoca todos los viernes, el Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario.

Siguió contándonos Yaíma, “Casi nunca he mandado a concursos nacionales. Todos mis logros son internacionales, en España, México, Argentina. Guardo con mucha alegría esas antologías en las aparece mi obra. Sobre todo, aquella que hiciera Carmen Hernández Peña, Habitación ángeles, en el 2013”.

Cada año, la casa de la cultura Olga Alonso, de San Miguel del Padrón, junto a la casa museo Finca Vigía, del gran escritor norteamericano, convocan a los escritores del país, sean o no miembros de la AHS y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, para este concurso que ha ido ganando en relevancia.

Y para Yaíma, Hemingway es un escritor poderoso que le ha arrancado alguna emoción, “Por quién doblan las campanas, me hizo llorar mucho. La parte en El viejo y el mar, al final, cuando el viejo se queda dormido soñando con leones marinos, me parte el alma. Hemingway fue una de mis primeras lecturas cuando estaba en la secundaria”.

El cuento laureado, de seis páginas, es de temática rural y nos cuenta la historia de Cecilio, un hombre de familia que decidió quedarse a tenor de un mal de conciencia. Y su vida pareciera corregirse con la llegada de un cocuyo a su casa.

Escrito en tercera persona, y con una muy buena caracterización del personaje en un par de líneas, se hace vivencial la rutina de este hombre de campo que ama el sonido de la lluvia, el olor a tierra mojada, y que no se ha resignado a la inmovilidad a pesar de que le falta la mitad de una pierna.

Yaíma echa mano a recursos propios de la poesía como la metáfora, el simil, la personificación, la repetición, la ironía, y otros más. Pero le da un toque a la narración muy personalizado y con alto nivel estético.

Es un cuento conmovedor, escrito desde un tono melancólico y reflexivo. Con imágenes evocadoras y ambientado de manera muy realista para conseguir atrapar al lector desde las primeras líneas.

Las luces, a las que se refiere desde el título, funcionan como metáforas de la vida y la muerte y ese trance del despertar psicológico de aceptación y tolerancia.

Quizás Yaíma no se había dado cuenta, pero esta narrativa tiene más puntos de contacto con la obra del creador de Las nieves del Kilimanjaro, que con cualquier otro autor. Es posible que estemos ante un homenaje sincero.



Jornadas de Ciencia Ficción y Fantasía en Ciego de Ávila

Del 12 al 15 de junio, la Ciudad de los Portales estará viviendo jornadas dedicadas a la literatura de Ciencia Ficción y Fantasía, “La gran siembra”, especialmente pensadas como agasajos a la obra del dibujante y también escritor Rafael Borroto Gálvez.

Con estos días literarios se busca “rendirle tributo al libro creado por Rafael Borroto, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y fundador de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Ciego de Ávila, y a todos sus aportes como dibujante para este género de la literatura que ha tenido un resurgir en esta ciudad”, le dijo a Invasor el escritor Luis Pacheco Granado, líder del grupo-taller literario El rincón de los cronopios, y de donde salió, también, la convocatoria al convite fantasioso.

Rafael Borroto Gálvez (Morón, 1947), es un dibujante e ilustrador avileño que ha sabido reflejar en sus dibujos y caricaturas los males de la sociedad avileña y del mundo, así como el amor por la naturaleza y su preocupación por el clima y la salud de la humanidad. En 1979, y de manera ininterrumpida, a colaborado con este semanario con sus sátiras humorísticas y costumbristas.

Como escenario presencial para estos días, está la sede de la vanguardia artística de la Uneac, en donde ocurrirá el taller de literatura fantástica «El regreso de los Inkuyos», bajo la asesoría del escritor Yasmani Rodríguez Alfaro, el viernes 14 a las 9:30 am. Además, habrá venta de libros.

En la Casa del Joven Creador, sede de la AHS avileña, está previsto, a las 10:00 am, un intercambio sobre la obra de Rafael Borroto con estudiantes de diferentes escuelas, además de lecturas narrativas y poéticas.

A las 11:30 am, Luis Pacheco Granado realizará un conversatorio sobre su libro El banco de la francesa, publicado por Ediciones Ávila en el 2013. Y a las 3:00 pm se proyectará la película cubana Juan de los muertos, una visión distópica de una Habana invadida por zombies.

En el local de la editorial Ávila y el Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, tendremos la oportunidad de conversar desde el mismo 12 de junio, a las 10 am, con Rafael Borroto sobre su distinguido libro, y un rato después, se inaugurará, ahí mismo, una muestra de sus dibujos e ilustraciones.

Ya para el cierre de estas jornadas se tiene pensado una gran venta de libros, desde las 10:00 am, en el mismo local de Ediciones Ávila, con Cosplay por miembros del taller de los cronopios, y la subasta del libro Ovnilogía cubana, de la editorial Capiro de Santa Clara, editado en el 2008.

De esta manera, la literatura de ficción hecha en Ciego de Ávila, vivirá momentos de complacencia y orgullo.



Concluyen los Juegos Florales en Ciego de Ávila

Con la peña de la Fundación Nicolás Guillén moronense, Estoy poniendo la hamaca, efectuada por primera vez en el municipio de Ciego de Ávila, concluyeron los 30 Juegos Florales 2024 de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). El invitado del momento fue el joven escritor Leo Bucquet, quien también se hizo acreedor de la membresía de esta fundación, cuya labor enaltece a la cultura nacional.

Fueron cuatro jornadas signadas por la buena poesía y por el deseo de continuar una tradición que se ha convertido en el segundo evento más longevo de esta organización juvenil vanguardista en la Ciudad de los Portales.

Y ahora que, en años alternos, incluye la convocatoria del concurso de narrativa La llave pública, el momento fue propicio para anunciar el ganador absoluto de esta VI entrega del premio que ya debería retomar los objetivos de su fundación: un macro evento narratológico.

En esta ocasión, el jurado compuesto por los escritores Rafael de Águila, Yasmani Rodríguez Alfaro y Leo Bucquet, de nueve obras, dictaminaron tres como finalistas y otorgaron dos menciones a las manos de Los mecanismos de la culpa, del escritor Tomás Eugenio Escobar Ávila y Alegoría de un hombre, de Roberto J. González Rodríguez.

El premio fue para el escritor guantanamero Reineris Betancourt Colás, por su cuaderno Los Iguales.

Si bien, en este año, los Juegos Florales no tuvieron toda la visibilidad de otros abriles, ni fue acogido por todos los escritores, como debería ser, lo cierto es que una vez más quedó demostrado que la AHS en esta ciudad apuesta por la tradición y la modernidad. Y si ha mantenido esta acción en su plan de actividades es, precisamente, por eso.

Aunque, salvo honradas excepciones, no fue justo que los escritores del patio apenas asistieran a las actividades programadas durante los días del suceso poético y que el acompañamiento de las instituciones del sistema de la cultura haya sido nula.

Considero que nadie necesita ser invitado personalmente como única garantía para asistir a un evento que debería ser de todos, por su importancia y belleza. Y no deberían estar tantas sillas vacías cuando hubo buena divulgación por todas las plataformas.

Además, le faltó un poco más de “visión popular”, porque si bien la poesía en su concepción más personal, es elitista, su consumo es de pueblo. Y no lo confundamos con la masividad, pues no es exactamente lo mismo, ni se produce igual en términos sociales.

 

Aplaudo el acompañamiento de la Sociedad Cultural José Martí y su junta directiva, desde la misma rueda de prensa. La peña Un grano de maíz, conducida por Mayslett Sánchez y organizada desde el ímpetu y compromiso de Odalys Sánchez Méndez, presidenta provincial de esa organización, fue el espacio ideal para hablar entre jóvenes y leer poesía en el café Estaciones.

Pero uno de los grandes ausentes fue nuestro José Martí, a quien se le dedicara también este evento en el  aniversario 129 de su caída en combate. Apenas se hizo mención, incluso, a la Cruzada Cultural Siguiendo La Trocha, y a los 38 años de la AHS.

Los Juegos Florales pudieron haberse sacado hasta el bulevar frente a la sede de la Casa del Joven Creador, y aprovechar la claridad y el frescor de las noches, en este terruño que tanto necesita de la poesía para endulzar el alma y desterrar la falta de humanismo que pulula por estas calles, junto a los basureros.

Y si bien se suspendieron algunas actividades por falta de combustible y medios de transporte; nos trasladamos de local en local como un grupo de amigos de toda la vida, para accionar en varios espacios como en escalerilla; buscamos lugares alternativos cuando el ya previsto estuvo cerrado a la hora precisa; y aun cuando el público éramos los mismos, sin agotamiento y muy dispuestos; los ganadores de los juegos en las tres noches de coronas florales, Yaíma Hernández, Daniuska Viera Azcuy y Dry Chamorro Belén, se notaron felices y motivados para seguir participando con sus escrituras.

A cargo de Yasmani Rodríguez Alfaro, el último día se presentó la nueva publicación de Ediciones Ávila, El libro de Camila Rosa, de la miembro de honor, Carmen Hernández Peña, ejemplar por el que mereciera el premio Hermanos Loynaz en 2014, en la categoría de narrativa.

 estudiantesAHS/FacebookLos Juegos Florales siguen siendo necesarios

Aunque se dieron algunas actividades fuera de la sede principal, el evento debió extenderse a otras escuelas dentro de la urbe, centros de trabajo, y hasta conseguir que los poetas leyeran, como ha sido tradicional, en la tabaquería, a pesar del diálogo coordinativo con la nueva dirección de esa UEB Tabaco torcido.

Creo que los trabajadores de la Casa del Joven Creador se portaron a la altura del evento y bien pudieran servir, como ejemplo a otras instituciones de la cultura en cuanto a laboriosidad, abnegación, dinámicas motivacionales y sentido de pertenencia. Pues, pese a las crisis, buscaron solución a la falta de recursos elementales, en función de la poesía y los invitados.

A tono con la poquísima trova de estos juegos, fue loable, también, los miniconciertos de los cantautores Alain Poveda, Lien Piloto, y Leo CH. Se les agradece en momentos en que las ausencias se van sintiendo. Ya no tenemos a Motivos Personales, Yohan Zamora, Pavel Poveda, Clodoaldo Parada, Lázaro Rojas, y otros.

Ya no están poetas como Arlen Regueiro, José Rolando Rivero, Pedro Alberto Assef, Ángel Lázaro Sánchez, ni tantos otros; pero los jóvenes están ahí, para seguir pujando por la buena poesía que crece a paso agigantado entre los avileños que sí queremos las flores de mayo metafóricas o realistas, para gratificar el alma.



Sigue la fiesta de la poesía en Ciego de Ávila

Con la votación popular a través de los aplausos, después de una ronda de lectura poética de seis concursantes, la corona de flores cayó en manos de la joven escritora Yaíma Hernández en esta primera Noche Floral de los 30 Juegos Florales de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

Lo primero que se celebró en esa noche, fue la majestuosidad de un escenario muy bien elaborado y con motivos florales. Las luces parpadeantes le dieron un toque de fiesta, y los girasoles rodeándolo todo eran como los guardianes sempiternos de la poesía.

Solo se echaba de menos el aroma del agradecido café y la presencia de imprescindibles como Arlen Regueiro Mas y José Rolando Rivero. Pero, de alguna manera, ellos también estaban ahí.

Y se reconoció los altos vuelos poéticos del escritor Eduardo Pino González, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), nacido en Morón en 1970, y que mereciera importantes lauros literarios como el Premio de la Ciudad 2024 en Ciego de Ávila, el Eliseo Diego, y tantos otros. Fue el coronado de la noche y quien, a su vez, coronó a la ganadora de esta primera velada poética.

Realmente, no se echó de menos el fluido eléctrico, y la poesía de Reineris Betancourt, Yasmani Rodríguez Alfaro, Masiel Mateos, Tomás Eugenio Escobar y Yaíma Hernández, se hizo sentir en el café Barquito, y fue degustada como ocurrió, tantas veces, con otros poetas, en el pasado.

A la velada nocturna asistieron, además de los poetas invitados, el trovador Alain Poveda y Lien Piloto, un dúo hermoso que motivó a todos y lograron que la noche tuviera toda la lucidez, el carisma, para ser recordable.

Este dúo moronense, que ya se va haciendo cada vez más habitual en las tertulias y espacios literarios tanto de la AHS como de la UNEAC avileñas, cantan las propias canciones de Alain y las de otros trovadores del país. Sus voces empastan con una naturalidad que los vuelve únicos, y transmiten candidez desde la sinceridad más genuina, el buen gusto, y un respeto total hacia la canción y el público.

La escritura colectiva de un cadáver exquisito poético quedó pospuesta para la siguiente jornada, debido a la insuficiencia de luz. Más la poesía quedó prendida en el aire.

Como el eco de los aplausos y los vitores por el estreno del desfile de G’FK y su colección Vergel, realizada exclusivamente para estos Juegos Florales, y que incluyó la presencia de la pequeña Viensay Rodríguez González con un hermoso vestido color oro que causó sensación y abrió la pasarela.

De muchos colores, telas que surcaron los aires y pétalos de rosas que lo llenaron todo, se colmó la sede avileña de la AHS y fue el cierre de lujo para esta primera noche floral, que deja abierta la invitación para las próximas jornadas.

 

Pero el día tuvo un comienzo magistral con la lectura de los poetas Reineris Betancourt, Daniuska Viera Azcuy, Yasmani Rodríguez Alfaro y este servidor, en la Escuela Secundaria Pablo Elvio Pérez, de la capital avileña. Los estudiantes de dos aulas pudieron conocer, de primera mano, una breve historia de los Juegos Florales y ponerse en sintonía con algunos versos de estos escritores.

Luego, el café Estaciones de la librería avileña fue el escenario ideal para la charla a modo de presentación de un catálogo de narrativa de Ediciones Ávila, moderada por Lázaro Delgado Valencia, jefe de la sección de Literatura y organizador de estos Juegos Florares, y a cargo de quien escribe esta reseña.

Fue el momento propicio para recordar a narradores imprescindibles de nuestra literatura como Félix Sánchez, Ibrahim Doblado del Rosario, Ángel Lázaro Sánchez, Jorge Luis Arzola. Y para que Yasmani Rodríguez Alfaro, quien también labora en el Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, discursara sobre la salud de la narrativa que se gesta en esta ciudad, famosa por sus poetas y portales.

La sociedad martiana, en la presencia de la presidenta y vicepresidenta, Odalys Margarita Sánchez Méndez y Mayslett Sánchez Clemente, respectivamente, evocaron a escritores y momentos importantes en la narratología avileña que marcaron un antes y un después, y que fueron el cimiento para lo que hoy se escribe en el terruño. Así se fundamentó la creación del Premio Eliseo Diego y de la revista cultural Videncia.

Se habló de Carmen Hernández Peña con sus libros de cuentos Farola y otros ahorcados y En este pueblo no hay antílopes, ambos por Ediciones Ávila; Lauro Vázquez, con Pasarela; Reynaldo González y Jaime Sarusky; Félix Flores Varona; y de tantos otros.

 

Días de poesía, buena música y algo de narrativa siguen sucediendo en estos 30 Juegos Florales y la entrega del VI Premio de Narrativa La llave pública, aún aguardan a esta ciudad. Centros de trabajo, escuelas, universidades, están siendo privilegiadas con la lectura de poemas contemporáneos en voz de sus autores. Todo por la salvaguarda de una tradición que se remonta a siglos pasados y que fuera tan familiar.

Junto a la AHS, este evento, que es el segundo más longevo de esta organización, cuenta con el apoyo de la UNEAC y el auspicio del Centro Provincial del Libro, Ediciones Ávila, el Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, y todo el sistema de la Cultura en el territorio.



Con buen aroma, Juegos Florales en la AHS de Ciego de Ávila

Ya se riega por esta Ciudad de los Portales el aroma a buena literatura y música, a tenor de los 30 Juegos Florales, que estarán sucediendo del 22 al 25 de mayo.

A todo esto se le suma el regusto por el café, los libros, y la hospitalidad tan característica del avileño, con el extra del apego por lo tradicional. Leer poesía ante un público que, a través de sus aplausos, tendrá la oportunidad de elegir a un ganador de cada noche floral, se remonta a una tradición familiar del siglo pasado avileño.

Así lo recogió en un estudio, a principios de los 90, la poetisa e investigadora Ileana Álvarez, lo que la llevaría al rescate de una tradición popular que también tenía réplicas en Matanzas, Santa Clara, y en la Guanabacoa de 1862, donde importantes figuras de la Cultura, la Ciencia y la Historia cubanas han tenido su participación directa: Rafael María de Mendive, Manuel Sanguily, Mercedes Matamoros y José de la Luz y Caballero, por solo citar algunos.

Habría que recordar al Liceo Artístico y Literario de ese municipio habanero, que contribuyó sobremanera en la realización de los Juegos Florales.

Incluso, el Apóstol de Cuba, a su regreso a la patria en 1878, al fungir como secretario de la Sección de Literatura, tuvo algo que ver con la organización de los mismos.

 

En 2024 se conmemoran los aniversarios 30 de la Cruzada Cultural Siguiendo La Trocha, y el 38 de la AHS; y se le rinde tributo a José Martí, en el aniversario 129 de su caída en combate. Se unen al suceso la Sociedad Cultural José Martí, el Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, y todo el sistema de la Cultura en la provincia.

El público avileño tendrá la oportunidad de participar, también, en este evento, con los asaltos poéticos que se estarán realizando en varias escuelas de la localidad, en universidades, centros de trabajo, y en cada una de las actividades en la propia Casa del Joven Creador.

La programación incluye recitales poéticos y, en esta edición, según palabras a Invasor de Lázaro Delgado Valencia, jefe de la Sección de Literatura de esta organización, “pensamos en dedicarle cada jornada a poetas del terruño que han aportado tanto a la vida cultural nuestra como a los Juegos Florales”.

Nombres como los de los escritores Pedro Alberto Assef, Arlen Regueiro Mas y José Rolando Rivero, estarán en la memoria de todos en estos días de flores y poesía. Otros como Ileana Álvarez, Reinaldo Soto, Roberto Lugones y Modesto San Gil, serán evocados desde la gratitud y el apego a la tradición poética avileña.

La trova no podía faltar en este convite de buen gusto. Desde Morón, Dayrel y Alain Poveda harán sonar sus cuerdas y gargantas con canciones en sintonía con cada velada. Del patio, Oristela Pérez Betanzos y Héctor Luis de Posada también serán parte de la fiesta literaria joven. Habrá otras sorpresas que los organizadores han preparado.

 mujerLos Juegos son el ejemplo vivo de tradición y modernidad literaria en Ciego de Ávila 

El plato fuerte del evento serán las noches florales, donde el más popular de los poetas llevará la corona de flores que lo señalará como ganador absoluto de esa velada, después de la votación popular mediante palmas.

Al cierre de estos Juegos, ocurrirá la entrega del VI Premio de Narrativa Joven La Llave Pública 2024.

Nueve concursantes de todo el país presentaron sus libros de cuentos y quedaron como finalistas; Rey Nerys Betancourt Colás, Roberto González Rodríguez y Tomás Eugenio Escobar Ávila estarán en Ciego de Ávila para ofrecer lecturas de sus obras y compartir experiencias.

El jurado, integrado por los escritores Leoneski Buquet, Yasmani Rodríguez Alfaro y Rafael de Águila, escogió, de entre nueve concursantes, los libros que merecieron una lectura más profunda; la nota amarga es que ha sido pobre la participación de autores avileños.

 


Y se hizo la Estrofa Nueva para nuestro Martí

Una vez más, la Asociación Hermanos Saíz le puso la tapa al pomo de la inamovilidad cultural en Ciego de Ávila al demostrar que sigue apostando por la historicidad de sus eventos y la tradición cultural.

En esta oportunidad, con la 20 Gira de poetas y trovadores, Estrofa Nueva, finalizada justo en el 171 cumpleaños del natalicio del Apóstol, la joven vanguardia artística siguió adelante con el legado del poeta y librero Arlen Regueiro Mas, artífice de estas jornadas, y celebró el aniversario 65 del triunfo de la Revolución cubana.

Aunque no se pudo cumplir con cada uno de los objetivos esenciales del evento, llegar a los 10 municipios avileños ofreciendo el arte joven, entre otros, sí se logró el acercamiento de obra martiana a distintos lugares de nuestra ciudad; además de la obra genuina de estos artistas de la palabra.

Y se complementó el programa, además, con otras actividades en la parte de pensamiento.

Me refiero al espacio de reflexión, En confianza, con el periodista José Alemán Mesa que trató sobre la visión que tuvo Martí, al menos en su obra, del rol femenino en la sociedad.

Asunto atractivo para aquellos que idolatran o no, la figura del Héroe Nacional.

Se puso en evidencia que no por pertenecer a su época, Martí dejó de actuar como un hombre de pensamiento avanzado. 

Por otro lado, el Calibaneando, otro espacio de reflexión cultural que conducen el periodista Damián Betanzos Hernández y la musicóloga Miraima García, consiguió llevar hasta el podio a un representante de esa generación novel, que no ha dejado de admirar al más universal de los cubanos, y que puja por continuar su legado.

En esta oportunidad, el también joven periodista Neylan Vera, del semanario Invasor, fue el invitado, y supo evocar no solo la poesía de José Martí, sino, también, su influencia en la vocación periodística de este egresado de la escuela cubana de periodismo.

Ya casi en los minutos finales de esta tertulia, otro de los invitados de lujo, el escritor y Premio Nacional de Literatura en 2003, Reynaldo González, evocó sus encuentros profundos y sempiternos, con la obra y figura del extraordinario hombre.

La Sociedad Cultural José Martí en la ciudad de los portales también tuvo su momento de reflexión en la Casa del Joven Creador. En esa charla se habló de la vigencia del texto Nuestra América, así como de las pautas que todavía marca en la contemporaneidad latinoamericana. Además, se debatió sobre cómo se hace necesario que en nuestras universidades este discurso sea una y otra vez estudiado o, al menos, analizado.

Los poetas y trovadores avileños y de otras provincias como Villa Clara y Camagüey, dieron un recorrido literario, poético, tan necesario como la vida misma, por distintos lugares de importancia social como lo fue la UEB Tabaco torcido, en donde ofrecieron un recital de una hora de duración y se unieron, en un solo cuerpo, la trova cubana y la poesía.

Los tabaqueros, con sus chavetas contra las tablas, agradecieron este momento de ensanchamiento espiritual, donde los poetas ofrecieron la mejor de sus artes.

Otro lugar de visita obligada, fue la escuela pedagógica Raúl Corrales, donde los jóvenes y los no tanto, se unieron en el regocijo de la cancionística de Adrián Cancino Roswell, camagüeyano; de la poesía de Daniuska Viera Azcuy, quien además, opta por la pertenecer a las filas de la AHS en este crecimiento.

La presentación de los últimos títulos de la editorial Sed de belleza, de la AHS villaclareña, fue un momento hermoso y más, porque lo hiciera la presidenta de la organización en esa ciudad, la también martiana, Elizabeth Casanova Castillo.

Un encuentro fraternal, necesario, entre la joven y la más vieja generación literaria avileña tuvo lugar en la penúltima actividad de esta Estrofa Nueva. Allí contamos con la presencia de parte de la presidencia nacional de la AHS en las figuras de Yasel Toledo, presidente, y Santa Massiel Rueda, vicepresidente, así como su secretaria ejecutiva y otros invitados.

Alguno de los fundadores del evento estuvieron presentes en el complejo cultural Café Barquito, Eduardo Pino González y Massiel Mateos Trujillo que ofrecieron no solo parte de sus experiencias en varias de las ediciones de la Estrofa, sino, también, su poesía.

A la lectura se le sumaron Yasmani Rodríguez Alfaro, Leo Buquet, Lázaro Delgado Valencia, actual jefe de la sección de Literatura, y quien les escribe.

Ya en la noche, y como clausura de lujo, Nelson Valdés preparó un concierto que si bien no duró todo lo esperado por un público que lo ama, supo conectar con él y demostrar, una vez más, que es un trovador que conmueve, sensibiliza, atrapa, y luego, lo enamora.

Sus canciones como en el caso de Olivia, de su nueva producción discográfica, fue aclamada con vehemencia y tuvo que repetir ya en el colofón de este concierto. Además, interpretó Voy cruzando el río, dedicada a sus amigos y familiares que han emigrado, y otros temas cautivadores.

A su vez, los trovadores Santa Massiel Rueda, Daiver Mirabal,Yatsel Rodríguez y Leo CH, fueron los encargados de amontiguar el peso de la noche que comenzaba a declinar.

La AHS en Ciego de Ávila da muestras, con esta edición 20 de Estrofa Nueva 2024, que los eventos se pueden volver institucionales y continuar con lozanía y sentido común.



Al final de enero… Estrofa Nueva en Ciego de Ávila

Falta bastante poco para que el José Martí de la Asociación Hermanos Saíz retoñe en rimas, poesías, canciones, debates…, desde la vanguardia artística reunida en Ciego de Ávila, en la XX Gira de Poetas y Trovadores “Estrofa Nueva”. Digámoslo así: Del 25 al 28 de enero, no hay chance para la sed literaria, en una filial que organiza más de una decena de eventos y espacios al año, algunos propiamente para promocionar y premiar a los escritores jóvenes cubanos.  

Satisfechos de que al final de enero siempre exista arte joven para halagar al más colosal de los cubanos y como de costumbre, el jueves 25 de enero quedará inaugurada la XX edición en el Parque Martí, de la ciudad cabecera avileña, con la colocación de una ofrenda floral a su figura y genio creativo. Lecturas poéticas trasladarán a un hombre que, en 42 años de vida, legó una obra inmensa.

La imagen de un ser más terrenal y humano, llegará horas después en el nuevo espacio “En confianza”, con el tema “La mujer a partir del ideario martiano”, a cargo del periodista José Alemán Mesa. Acompañarán el intercambio el trovador agramontino Adrián Cancino y la presentación de la obra “Inefable”, de estudiantes de la Escuela Elemental de Arte Ñola Sahig Sainz, de Ciego de Ávila.

Proseguirá la primera de tres jornadas con una exposición artística en la Escuela Pedagógica Raúl Corrales Fornos, con lecturas poéticas de los escritores locales Yasmani Rodríguez Alfaro, Vasily M. P, Liuma Rodríguez Marrero, Lioneski Buquet, Daniuska Viera e Ilieva Rodríguez. En esa fusión con la literatura, no faltará la música de los jóvenes Daiver Mirabal y Adrián Cancino.

En la tarde llegará el gustado espacio “Calibaneando”, esta vez dedicado al Movimiento Juvenil Martiano, representado por el periodista Neilán Vera Rodríguez. Dicho espacio es moderado por el miembro de honor de la AHS Damián Betanzos Hernández y la musicóloga Miraima García.

Sorpresas no faltarán, como es el caso del “Asalto poético” a la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Ciego de Ávila, en cuyo patio se juntarán escritores de varias generaciones, entre ellos el narrador, ensayista, crítico y periodista avileño Reynaldo González Zamora, Premio Nacional de Literatura 2003.

Autor tanto de ficción como de ensayo, especialmente de textos sobre la historia y cultura cubanas, entre sus numerosos libros se destacan Siempre la muerte, su paso breve (novela, 1968); Che comandante (periodismo histórico, 1969); La fiesta de los tiburones (relato testimonial, 1978); Lezama Lima, el ingenuo culpable (ensayo, 1998); y Cuba, una asignatura pendiente (ensayos, Palma de Mallorca, 1998). Ha recibido, entre otros, el Premio Casa de las Américas (1968) y el Premio Nacional de Periodismo Cultural José A. Fernández Castro 2007.

En la noche del jueves 25, el Guiñol Polichinela mostrará al público Retazos martianos, sobre su más reciente estreno de la obra Bebé, una versión contemporánea del cuento de José Martí, aparecido en La Edad de Oro, en 1889. Cerrará la jornada, como mismo la comenzó, el joven músico camagüeyano Adrián Cancino, de formación empírica y gran talento.

El viernes 26 arrancará con lecturas poéticas, en las voces y estilos de la escritora, investigadora, profesora y presidenta de la AHS en Villa Clara, Elizabeth Casanova; el asociado avileño y jefe de la sección de Literatura y Crítica e Investigación, Lázaro Delgado Valencia; los escritores locales de prestigio Eduardo Pino y Carmen Hernández Peña. Y como la música de autor no puede faltar en Estrofa nueva, intervendrá en esta ocasión Yatsel Rodríguez.

A otras promociones, dentro y fuera de la Casa del Joven Creador, se sumarán la consagrada escritora, poeta, narradora y promotora cultural avileña Masiel Mateos Trujillos y el multipremiado de las letras jóvenes, Lioneski Buquet; así como los aspirantes a asociarse a la organización Dairon Reyes García y Daniuska Viera.

La historiadora del arte Mayslett C. Sánchez Clemente convida a su espacio de diálogo “La resistencia cultural desde la perspectiva del texto martiano Nuestra América”. En tanto, el Museo Coronel Simón Reyes ofrecerá un recorrido por la historia local, en un trinomio perfecto con la literatura y la trova. Tratándose de esto último, Leo CH invita a su concierto el viernes en la noche en el Centro Cultural Café Barquito.

Hasta el municipio Majagua se llegará el próximo sábado la brigada artística de Estrofa Nueva, con la intención de participar además en la marcha de las antorchas. Yatsel Rodríguez, guitarra en manos, se propone conquistar el patio de la Casa del Joven Creador, horas más tarde.

Para el cierre de esta edición de la Gira de Poetas y Trovadores se prevé la presentación de la colección de la Editorial Sed de belleza, de Santa Clara; el encuentro de escritores “Nuevos tiempos” y el esperado concierto de Nelson Valdés, en el bulevar de Ciego de Ávila.

Es este otro programa ambicioso desde sus inicios, por qué no decirlo, capaz de reunir a diferentes invitados foráneos y trasladarse por dos municipios de la provincia. Aunque algunas cosas no pasen del “querer” e “intentar”, el evento tiene el mérito de resistir a las carencias existentes y de no conformarse con objetables discursos o disociaciones, en fechas invariables y con dos décadas abriendo el panorama cultural de un territorio. También es un empeño no dejar morir a su creador, el poeta Arlen Regueiro Mas, quien merece luz, recordación y homenaje.