Erian Peña Pupo y Vanessa Pernía Arias


La Luz y su “claridad avanzada” en la Feria del Libro

La Feria Internacional del Libro de La Habana, del 15 al 25 de febrero, cuenta con la presencia de Ediciones La Luz, sello de la AHS en Holguín, con la presentación de varias de las novedades de un amplio catálogo que la distingue entre las casas editoras cubanas más importantes y en el que confluyen los reconocidos autores con jóvenes voces.

La obra de escritores miembros de la sección de Literatura de la AHS en la provincia caracteriza parte de la propuesta de La Luz para esta Feria, dedicada a la República Federativa de Brasil. En ella destaca El árbol del mundo. Selección de poetas en Holguín, antología compilada por Norge Luis Labrada que pone en circulación los hallazgos líricos de veintitrés autores, en edades comprendidas entre los veinticinco y los treinta y siete años. Esto “le confiere ese tono de frescura y aptitud irruptora. Todos ya tienen alguna obra publicada y muchos han recibido premios diversos, lo que nos advierte de que no se trata de balbuceos iniciales, sino labor de crecimiento”, asegura en el prólogo el reconocido intelectual holguinero Manuel García Verdecia. Entre los autores reunidos encontramos a Karina Mora, Elizabeth Soto, Liset Prego, Camilo Noa, Ana G. Ramos, Rebeca Torres, Alejandro Batista, Frank Alejandro Cuesta, Erian Peña, Reynaldo Zaldívar, Andrés Cabrera, Katherine Perzant, Susel Legón e Idania Salazar. Sus voces le confieren a esta selección “una coherencia escritural y una unidad sustancial que la convierte en crónica emotivo-reflexiva de este tiempo”, subraya García Verdecia.

Precisamente a varios de estos jóvenes escritores antologados en El árbol del mundo pertenecen los libros que La Luz presentará en sitios como el Pabellón Cuba, sede nacional de la AHS, el Complejo Morro-Cabaña, la Casa de la Poesía y la Casa Vitier García Marruz, como: Análisis de la forma, de Ana G. Ramos, “espléndido y terrible” cuaderno donde “lo grotesco, incluso lo de mal gusto, posee una solapada dosis de belleza que a muy pocos poetas les importa exponer”; Hojarasca de las formas, de Erian Peña, poemario con una “escritura impecable, intertextual, casi narrativa”, en el que la “efectividad de las herramientas de su autor radica en el empleo de la metapoesía, y por lo tanto en la creación del poeta a modo de protagonista de su obra”; Rituales de culpa, de José Luis Laguarda, quien “es capaz de crear un sistema para que la poesía simplemente suceda” en un cuaderno donde “hay una manifiesta exactitud en sus versos, un aparente orden en el caos donde el contrasentido avanza hacia lo razonable, y lo cósmico interactúa con lo doméstico”; y la novela Al son de la calavera, de Andrés Cabrera, en el que la ciudad de Holguín y sus habitantes “viven en un futuro distópico que provoca risa y reflexión” y “el humor negro y el absurdo se confabulan para narrar acontecimientos que distorsionan nuestra realidad y nos hacen mirarla con el ojo crítico necesario”.

Además de impresos como parte de la colección “Abrirse las constelaciones”, los cuadernos se presentarán en formato digital (e-book) y una selección de sus textos integra un audiolibro, en la colección Quemapalabras, para llevar a un número mayor de lectores y formatos la obra de los autores incluidos en el plan de este reconocido sello cubano.

Teoría de las flores salvajes, obra de teatro de la holguinera Katherine Perzant incluida en la colección Abrirse las constelaciones, es una de las novedades de La Luz que se presentará en la Feria del Libro habanera. El mismo es “una operación poética sobre la memoria: eventos tipográfiados en su agendita para no olvidar, notas de voces en el teléfono para fechas señaladas. En él encontrará dos obras: Cabo de Hornos y Cempasúchil, que ensayan desde el sustrato memorioso de la luz o la sinastría de las almas gemelas”. Además: Girasoles en el fin del mundo, de Elaine Vilar Madruga, que obtuvo el Premio Celestino de Cuento y posee un “logrado lenguaje, profundidad y a la vez elegante hechura, y un regalo para sus necesarios lectores, con personajes que resonarán en la memoria posterior a su lectura con el cimbrar de lo humano”; y Traducción apócrifa, de Mailín Valdés, en la colección Analekta, poemario que mereció el Premio “El árbol que silva y canta”, certamen organizado por la AHS del municipio Báguanos.

Otro título es Camino de herejías. Acercamiento a la historia de la Asociación Hermanos Saíz, de Yasel Toledo, presidente nacional de la AHS, que resulta “una excelente compilación donde se encuentra la evolución crítica de la AHS a través de entrevistas a sus presidentes y un enfoque de los congresos y encuentros con artistas. Cuenta con planteamientos estéticos relacionados con el arte en el país; y se trata, igualmente, de una recopilación de las vicisitudes que ha tenido la misma en más de 30 años”.

Varios libros incluidos en la colección Quemapalabras están incluidos en el programa de presentaciones: Un cuento diferente cada noche. Voces de Celestino, propuesta compilada por Luis Yuseff a propósito de 24 Premio Celestino de Cuento y a los ochenta años del natalicio de Reinaldo Arenas, autor de la novela Celestino antes del alba, en la que “varios escritores premiados en este certamen aparecen reunidos en este audiolibro que, si no se aproxima todavía a una antología, es por mucho, una muestra exquisita de la joven literatura cubana que contiene los presupuestos más altos de la narración”; Quiero escribir con el silencio vivo, poemas de la Premio Nacional de Literatura Fina García Marruz, también impreso en la colección Analekta; y Una cantidad misteriosa, versos del también novelista y ensayista Cintio Vitier, Premio Nacional de Literatura, un audiolibro que contiene diez textos en la voz de igual número jóvenes poetas. En esta propuesta se mezclan las sonoridades electrónicas del Dj productor Artemio Viguera (DjArte), que experimenta con sonoridades insertando las voces de los jóvenes poetas holguineros de la selección que declaman versos de Cintio Vitier.

En la misma colección encontramos: Carne roja, poemario de Reynaldo Zaldívar; En busca de la piedra verde, cuaderno para niños de la estadounidense Alice Walker; Él y yo sumamos dos, de la pinareña Nersys Felipe, reconocida con el Premio Nacional de Literatura; La casa de los gatos perdidos, de la holguinera Liset Prego; El final de los finales felices, del narrador Rubén Rodríguez; y Cuentos nuevos que parecen antiguos, del importante autor para niños y jóvenes Luis Caissés, presente también en formato impreso.

Como parte de las iniciativas que realiza la editorial se presentará, asimismo, la campaña de promoción de la lectura “La claridad avanzada”; dos capítulos de la serie documental homónima de Luis Yuseff y Gerardo Perdomo sobre la historia del sello editorial, y la convocatoria del 25 Premio Celestino de Cuento que se celebrará del 10 al 15 de junio y dedicará sus espacios a los 25 años del cuento “Flora y el ángel”, de Rubén Rodríguez, ganador de su primera edición en 1999, al argentino Julio Cortázar en los 40 años de su muerte y al cubano Onelio Jorge Cardoso, en el 110 aniversario de su natalicio.



Veinte años junto al sueño de Solás

Luces, cámara…

Tras las curvas de la carretera, las montañas en el horizonte y el mar abriendo su azul, Gibara celebra el 20 aniversario de su Festival Internacional de Cine, creado por Humberto Solás en 2003.

Del apelativo inicial de pobre –humilde en su elaboración, pero actuante y movilizador, estético y ético–, amplió su diapasón para convertirse en una amplia cita internacional que permite el encuentro del cine institucional, alternativo e independiente; además de ser una apuesta por la democratización del audiovisual a partir de la utilización de las nuevas tecnologías, como pedía Solás.

Este año, del 1 y el 5 de agosto, FICGibara realizó su 17 edición, con el cine como epicentro pero en un “mar de artes” con la plástica, la música, la danza, el teatro… en ebullición constante, pues el gibareño espera el Festival, como Remedios sus Parrandas, Holguín sus Romerías de Mayo, Santiago su Fiesta del Fuego. Como parte ineludible de una identidad construida en el accionar diario. Por eso acompaña el desfile inaugural a lo largo de la calle Independencia. Toma fotos, sonríe… Sabe que el Festival ha sido un motor del desarrollo local de la región y, al mismo tiempo, un modelo de animación cultural; sabe que la ciudad –que aún mucho puede crecer y desarrollarse, por sus varias potencialidades– no sería la misma sin esta cita del cine y las demás artes.

El desfile, como es tradición, reunió a invitados, Comité Organizador, autoridades políticas y gubernamentales y el pueblo gibareño, su principal protagonista. La presencia del Teatro Guiñol de Holguín y la Compañía La Colmenita, dirigida por Carlos Alberto Cremata, aportó el colorido y la Banda Municipal de Concierto, los compases rítmicos y la alegría visible en esa calle de la villa.

Gibara tiene magia, mística, dicen muchos. Y en los días del Festival Internacional de Cine, los parques y la Plaza Da Silva van llenándose de vida. Humberto Solás se enamoró de ella. Filmó aquí escenas de varias de sus películas e inició la aventura artística que ha hecho que esta villa marítima de la costa norte de Cuba –la más próspera de la región en buena parte del siglo XIX e inicios del XX– cada año se llené de artistas de varias partes del mundo. Jorge Perugorría, que será nombrado en esta edición Presidente de Honor y recibirá el Lucía de Honor, continuó el sueño al tomar las riendas del evento en 2016. Hoy Sergio Benvenuto, su director, mantiene y potencia las búsquedas de su tío, el autor de filmes clásicos como Lucía, Celicia y Miel para Ochún. Por eso, en las cercanías de la Estatua de la Libertad, y con la música del Himno de Gibara, dejó inaugurada esta cita que celebra los veinte años del sueño fundacional de Humberto Solás.

El contraste de un cine humilde, de bajos recursos, independiente, con producciones de circuitos internacionales, convierte a FICGibara en una de las citas más importantes para el cine cubano. El Festival –que ha articulado una programación sólida– invita, sobre todo, al cine, a ver películas.

Gibara, acción…

Como en ediciones anteriores, un cine Jibá repleto de público fue sede de la gala de inauguración de la edición 17 del Festival. El espacio, con conducción del actor René de la Cruz, recordó especialmente la figura de Humberto Solás en estas dos décadas y la importancia de un evento así en la localidad; mientras la Orquesta de Cámara de Holguín, dirigida por el maestro Oreste Saavedra, interpretó temas vinculados a la memoria sonora del cine cubano y a la obra de Humberto.

Entre los momentos esperados de la gala –a la que asistieron las principales autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, así como representación del Ministerio de Cultura y el Icaic, entre otros invitados– estuvo la entrega del Premio Lucía de Honor a la diseñadora de vestuario Violeta Cooper y al actor Luis Alberto García. Violeta ingresó al Icaic en 1965 y se formó con las diseñadoras María Elena Molinet, Diana Fernández y Miriam Dueñas. Fue asidua colaboradora de Solás, en filmes como Lucía, El siglo de las luces y Miel para Ochún. Además trabajó en películas como Los días del agua (Manuel Octavio Gómez), La bella del Alhambra (Enrique Pineda Barnet), El premio flaco (Juan Carlos Cremata) y José Martí, el ojo del canario (Fernando Pérez). Por su parte, Luis Alberto García es uno de los actores más conocidos y versátiles de la escena cubana. Graduado en el ISA en 1984, ha trabajado con directores cubanos como Tomás Gutiérrez Alea, Juan Carlos Tabío, Rolando Díaz y Fernando Pérez. Entre sus muchos premios y reconocimientos destacan los entregados por mejor actor en Cartagena de Indias por Clandestino (Fernando Pérez) y Zafiros, locura azul (Manuel Pérez), en Amiens por En la puta calle (Enrique Gabriel), en Viña del Mar por La vida es silbar (Fernando Pérez) y en La Habana (Coral en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano) por Ya no es antes (Lester Hamlet).

Además le obsequió, por parte del Comité Organizador, un proyector al promotor gibareño Domingo Leyva y se presentó el jurado oficial. El de ficción está presidido por el director cubano Alejandro Gil e integrado por el promotor francés Xavier D’Arthuys, la actriz cubana Mirtha Ibarra, la productora Gabriela Maire (Bolivia-México) y la italiana Milena Fiore, editora y especialista en conservación. El jurado de documentales y animación lo preside la directora y productora Catherine Murphy, de Estados Unidos, la documentalista cubana Gloria Rolando y el productor Dermot Begley (Escocia-Estados Unidos). Mientras que el jurado de Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica (ACPC) lo integran Rafael Grillo, Berta Carricarte y Erian Peña. Además existen dos jurados colaterales, el de Cineclubes y un jurado joven, con 12 miembros.

Convocado por el Ministerio de Cultura de Cuba, el Icaic, el Gobierno de Holguín y el propio Gobierno de Gibara, junto a su director, Sergio Benvenuto Solás, el Festival contó con Suiza, Francia, España, Italia, Argentina, México, además de Cuba, entre los países participantes y se presentó una decena de largos de ficción, además de documentales, animados y cortos. El discurso de género atravesó muchas de las actividades, y junto al tema del patrimonio y otros asuntos pertinentes, aportaron la cuota teórica que ha sido también uno de los sellos de este Festival.

Además de la tradicional sala Jibá, se ha previsto que el cine regrese a la plaza pública gracias a una pantalla gigante facilitada por el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

Un homenaje al 50 aniversario de la Nueva Trova, con intérpretes de la canción de autor de muchos puntos del país, entre ellos los trovadores holguineros, fue uno de los momentos en una programación musical diversa, que aspiró a llenar las noches con agrupaciones y voces destacadas, jóvenes jazzistas y hasta la música clásica y el canto lírico, junto a presentaciones de la propia Codanza, la Orquesta Sinfónica de Holguín y varios colectivos teatrales invitados al evento.

Con el sostén del Icaic y el apoyo inestimable y mayoritario de las distintas instancias del gobierno y las autoridades provinciales y municipales de la cultura en Holguín y en la Villa Blanca, el Festival Internacional de Cine de Gibara cumple su aniversario 20 y celebró su edición 17, una cita cargada de sorpresas que se realiza desde y por el cine.



El ruido incesante de las hachas (+ fotos)

El Premio Celestino de Cuento arribó a su aniversario 20 con la seguridad de ser uno de los certámenes más cotizados por los jóvenes narradores cubanos, quienes se asoman al pozo no precisamente en busca del agua, sino de los ecos del ruido de las hachas golpeando los árboles del bosque… el mismo ruido que permitía dormir a Celestino.

Nombrado así por Celestino antes del alba, novela prístina del escritor Reinaldo Arenas, la actual edición del Premio se realizó en Holguín del 17 al 21 de junio, dedicada en esta ocasión al aniversario 105 del natalicio de los escritores Onelio Jorge Cardoso y Julio Cortázar; y organizada por Ediciones La Luz –reconocido sello de la AHS en Holguín–, la sección de Literatura de la AHS holguinera y el Centro Provincial del Libro y la Literatura.

Paneles, homenajes, conversatorios, lecturas… caracterizaron el presente capítulo de un Premio nacido en 1999 y que ha tenido entre sus ganadores a escritores como Rubén Rodríguez, Agnieska Hernández, Jorge Enrique Lage, Norge Céspedes, Luis Yuseff, Marvelys Marrero, Alcides Pereda, Liany Vento, Yordis Monteserín, Ariel Fonseca y Evelin Queipo.

 

Onelio, diga usted cómo

Foto: Carlos Rafael

El Salón “Abrirse las constelaciones”, de Ediciones La Luz, acogió un panel dedicado a recordar al autor de Taita, diga usted cómo y El hilo y la cuerda. Moderado por el escritor y editor Adalberto Santos, estuvo integrado por los narradores y poetas Manuel García Verdecia y Nelton Pérez, y el investigador, profesor universitario y crítico literario y cinematográfico Lino Ernesto Verdecia.

Para García Verdecia, Onelio (1914–1986) “trabajó un lenguaje vernáculo a partir de un personaje y sus posibilidades, pero que no llega a un mero criollismo. En su obra hay elementos que se cruzan en el destino de la persona y que van más allá de lo anecdótico, pues se acercan a la condición humana, para hacernos ver cómo somos, con las pasiones, los sentimientos propios. La pérdida de la inocencia, la angustia del hombre cuando se enfrenta a ciertas situaciones, son cuestiones presentes en sus cuentos”, dijo.

“Nos es necesario leerlo y hacerlo sin prejuicio”, enfatizó el reconocido intelectual holguinero.

Foto: Carlos Rafael

Por su parte, Nelton Pérez, ganador del Premio Carpentier de Novela por Infidente, lamentó que varias generaciones de cubanos, especialmente los más jóvenes, no hayan leído como es debido su obra, al solo existir viejas ediciones de sus cuentos. “De alguna manera Onelio Jorge es nuestro Juan Rulfo”, subrayó.

Finalmente, Lino Verdecia recordó, entre anécdotas, el momento en que siendo estudiante conoció a Cardoso y las demás veces que compartieron en Santiago de Cuba y La Habana. “Era un orfebre de la palabra, de la conversación y lo que escribía, de la ética y el respeto. Alguien tan tímido, cordial y sencillo que no parecía lo grande que era”.

Foto: Carlos Rafael

Con voz singular en el ámbito cubano e hispanoamericano, su obra no solo representa la dura y cotidiana existencia de los pescadores, campesinos y obreros agrícolas en la Cuba de entonces, sino es un reclamo al derecho y la necesidad de esos hombres al pleno disfrute de otras vertientes de la realidad gracias a las posibilidades de la imaginación.

En su amplia producción destacan además, El cuentero, El caballo de Coral, Gente de pueblo, Caballito blanco, La cabeza en la almohada y Negrita.

 

Un cronopio llamado Julio Cortázar

Foto: Kevin Manuel Noya

La vida y obra del autor de Rayuela, Las armas secretas y Bestiario fue recordada en un panel moderado por el escritor y periodista Erian Peña Pupo e integrado por los reconocidos escritores Lourdes González, Mariela Varona, Eugenio Marrón y Félix Sánchez.

Lourdes recorrió su cercanía literaria con Cortázar (1914–1984), partiendo de la lectura en su juventud de Rayuela, novela publicada en 1963 y obra central del boom latinoamericano; su trabajo en la edición de la poesía de la argentina Alejandra Pizarnik, amiga de Cortázar; y la visita a su tumba en el cementerio de Montparnasse, en París.

Foto: Kevin Manuel Noya

Mariela Varona se enfocó en “lo fantástico” de la literatura de Cortázar, a partir de cuentos como Casa tomada, publicado en 1946 en Anales de Buenos Aires, revista dirigida por Jorge Luis Borges. Mientras Félix Sánchez comentó la cercanía de su obra con autores cubanos, su labor como traductor, el gusto por el jazz y el boxeo, entre otras cuestiones.

Finalmente, Eugenio Marrón relacionó a Cortázar con la Revolución cubana y su cercanía con ella, a partir de la visita en 1963 a La Habana, como parte del jurado del prestigioso Premio Casa de las Américas, y su vínculo con reconocidos intelectuales como Haydée Santamaría, Roberto Fernández Retamar, José Lezama Lima y Antón Arrufat. Precisamente, un enjundioso prólogo de Lezama Lima acompaña la edición cubana de Rayuela, realizada por Casa de las Américas en 1968 y reeditada en 2018.

Foto: Kevin Manuel Noya

El “Celestino” también dedicó un momento especial a recordar a Lydia Cabrera en su aniversario120, con un panel integrado por Eugenio Marrón, Yasmani Castro y Pascual Díaz. Otro panel, compuesto por Mariela Varona, Marvelys Marrero, Rubén Rodríguez y Erian Peña, estuvo dedicado a la obra de Guillermo Cabrera Infante en su aniversario 90. Asimismo, al aniversario 22 de Ediciones La Luz se dedicó un conversatorio, integrado por Luis Yuseff, editor jefe del sello, y el profesor universitario Manuel Alejandro Martínez.

 

Codas (el hacha continúa cortando)

Foto: Kevin Manuel Noya

Varios libros fueron presentados en el “Celestino”, entre ellos Había una Bez (Ediciones Sed de Belleza, 2018), de Marvelys Marrero; El corazón desnudo (Letras cubanas, 2017), de Félix Sánchez; Ventana al mar (Ediciones Luminaria, 2017), de Ariel Fonseca; Mar de invierno y otros delirios, de Alberto Garrandés; El ritual de las cabezas perpetuas, de Evelio Traba; y La mirada del ingenuo. Celestino antes del alba, de Yailén Campaña, estos últimos bajo la editorial La Luz.

Foto: Elier Cabrera

Otro momento peculiar dentro del programa del XX Premio Celestino de Cuento constituyó la peña “Palabras compartidas”, realizada en el Café del Arte Joven, en la Casa del Joven Creador de la AHS holguinera. Entre la remembranza y el diálogo, compartieron con los presentes María Liliana Celorrio, Félix Sánchez y Nelton Pérez, entrevistados respectivamente por Norge Luis Labrada, Rubén Rodríguez y Mariela Varona.

Foto: Elier Cabrera

Las lecturas de narrativa también ocuparon un espacio protagónico, donde jóvenes y reconocidos narradores compartieron su obra, entre ellos Marvelys Marrero, Lourdes González, Rafael A. Inza, Luis Alfonso, Andrés Cabrera, Eduardo Pino, Robert Armas y Rey Neris.




Dínamo joven para cumplir la política cultural de la Revolución (+Video)

La promoción del arte joven, el cumplimiento de la política cultural frente al avance de manifestaciones foráneas ajenas a nuestra identidad y valores, así como la visibilización de los creadores de la vanguardia artística holguinera en diferentes circuitos, eventos y espacios fueron algunos de los temas debatidos en la Asamblea Provincial 3er. Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), celebrada en el Recinto Ferial Expoholguín.

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Voces cruzadas, voces jóvenes

Aunque varios eventos sobresalen en el ámbito nacional por analizar la producción audiovisual y sus múltiples derroteros en busca de un provechoso diálogo a raíz del intercambio –entre ellos el Antonio Lloga In Memoriam, en Santiago de Cuba; la Vuelta Abajo, en Pinar del Río; la Muestra Joven del ICAIC y el Ania Pino In Memoriam, en La Habana; el Almacén de la Imagen, en Camagüey, y Cámara Azul, en las holguineras Romerías de Mayo–, un evento como Voces Cruzadas, en Sancti Spiritus, amplía su diapasón temático para abarcar cuestiones relativas no solo a la producción audiovisual –radio, televisión, ficción, documental, video clip– sino a los terrenos del periodismo y sus mediaciones en la contemporaneidad: la prensa plana, la fotografía, los discursos mediáticos, el enfoque de género, Internet, lenguaje multimedia, consumo de audiovisuales…

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