Yasel Toledo Garnache


Que el arte y el amor nos acompañen siempre

Es imposible no sentir indignación por la suspensión de conciertos del dúo cubano Buena Fe en España. Pareciera casi ciencia ficción que bajo el pretexto de una supuesta defensa de la democracia se esté realizando esta campaña que incluye presiones y amenazas a dueños de los locales donde estaban previstas las presentaciones, pero todo es muy real.

Vuelve a pulular el odio, la indecencia y la antiética, sin apenas maquillaje. ¿Qué tipo de actitud es esa? ¿Acaso es posible comprenderla? ¿Alguien con un mínimo de sentido común, respeto a los demás y decencia podría apoyarla? ¿Cómo es posible tanto nivel de incoherencia, y enarbolar la “democracia” para prohibir y hostigar?

Llama la atención, aunque no sorprende, que eso lo hagan los mismos “activistas” que fingen defender la libertad de expresión, los mismos que supuestamente desean una Cuba mejor, que hablan de inclusión, pero que solo destilan odio y van por ahí excluyendo, acosando y pidiendo violencia, lo cual provoca hasta vergüenza.

Ahí están las publicaciones en varias redes sociales, exhortando a tirar huevos y excrementos, tratando de sembrar miedo y lograr más cancelaciones, como si se tratase de un juego maquiavélico o un show de los peores. ¿Esas son en verdad actitudes de personas dignas, de seres humanos que quieren a su país?…

Los cubanos, en cualquier lugar donde estemos, debemos ser verdaderamente inclusivos, amar profundamente nuestra nación y su cultura, y ser respetuosos de todos los hijos de esa madre grande, que es Cuba, la cual debe recibir siempre todo el cariño, sin importar cómo pensemos. Ojalá podamos ser hermanos, aunque pensemos diferente, solo el respeto es indispensable. Y si en verdad deseamos que nuestra Patria sea mejor, debemos contribuir a eso desde la solidaridad, la eliminación del odio, las presiones y todas las acciones que la bloquean no solamente en lo económico.

Hay una estrategia despiadada en contra de este archipiélago, su sistema social y todos los que decidimos ayudarlo desde adentro. Buena Fe, y en especial Israel Rojas y Yoel Martínez están recibiendo una especie de castigo por el compromiso social en su tierra natal. Eso, sin dudas, constituye otro capítulo en el afán de intimidar a todos los creadores que apoyan el proceso revolucionario en este país, o que al menos tienen una relación visible con sus instituciones.

Como expresaron en conferencia de prensa este 18 de mayo Indira Fajardo, Presidenta del Instituto Cubano de la Música, y Alexis Triana, Director del Estudio Multimedial del Ministerio de Cultura, esto no comienza con Buena Fe ni es un caso aislado. Son varios los artistas y agrupaciones que ya han sufrido acciones de ese tipo, incluidos Los Van Van y Alexander Abreu y Havana D’Primera. Todo forma parte de una escalada que pretende también el aislamiento cultural.

Buena Fe es uno de los objetivos preferidos por su popularidad desde hace más de una década dentro del público aquí y en otros países. Varias generaciones hemos disfrutado sus conciertos en universidades y plazas, en parques y grandes salas. Hace poco hicieron una gira, junto a otros artistas, por todas las provincias, y también obtuvieron Premio en la fiesta del disco cubano, Cubadisco.

Esa agrupación ha estado también, por ejemplo, con una canción dedicada a los científicos y a propósito de las vacunas, que permitieron a esta nación sobrevivir a la covid-19 con esfuerzos propios. En los momentos más difíciles no han renunciado a sus ideas, a expresar lo que sienten y en lo que creen, como lo hacen con críticas sociales en varias de sus canciones.

Es muy favorable que en Cuba y otros países muchas personas denunciemos estas cancelaciones y cualquier manifestación de acoso y amenaza. Esto se trata del más elemental derecho a cantar y a brindar la obra creativa de cada quien.

Ya la Unión de Escritores y Artistas de Cuba manifestó su solidaridad con Buena Fe, así como “el agradecimiento a tantísimos españoles y compatriotas residentes en España y otras partes del mundo que los han apoyado y se han pronunciado contra esta injusticia porque, como nosotros, creen en el poder de la poesía, de la canción y de la cultura como plataformas para el crecimiento espiritual y el entendimiento humano”.

Desde la Asociación Hermanos Saíz, organización que agrupa a la vanguardia de jóvenes creadores, también se expresó indignación ante tales sucesos, con la certeza de que “el arte de los músicos y otros creadores cubanos debe llegar a todo el mundo como expresión de una riqueza cultural reconocida a nivel internacional y de un país que nunca renuncia a los sueños ni a la belleza”.

Silvio Rodríguez, símbolo de la canción trovadoresca en el panorama internacional, también apoyó a los integrantes del dúo: “¿Será que algunos hacen uso de un respetable derecho a irse, pero no pueden soportar a los que se queden a luchar por un país mejor? ¿Será por vergüenza de ellos mismos los que piden invasiones y bloqueos contra su propio pueblo? Insoportable para algunos el ejemplo moral de Buena Fe. Es comprensible”, escribió el autor de varias canciones antológicas en la banda sonora del país caribeño.

Son tiempos complejos, de mucha dificultad más allá de lo aparente. En circunstancias así se deben enarbolar con más fuerza nuestras esencias como cubanos y ciudadanos en cualquier geografía. El arte, el amor y el decoro deben prevalecer siempre, no solamente por Buena Fe, sino por nosotros como individuos, como pueblo y por la humanidad toda.



Carlos Manuel de Céspedes, el iniciador (+Videos, audio y fotos)

Cuentan que llegó al mundo un domingo en la noche, cuando arreciaba un aguacero, con truenos y relámpagos, cual presagio de su vida tormentosa, de grandes decisiones, golpes y tiros.

En la aristocrática casa, la número 4, del callejón de la Burruchaga, en Bayamo, había tremendo ajetreo aquel 18 de abril de 1819, pues estaba a punto de nacer el hijo primogénito de Jesús María de Céspedes y Luque y Francisca de Borja del Castillo y Ramírez de Aguilar, dama de excelente educación, inteligencia y bondad.

Momento singular aquel: la lluvia que aumentaba, el sonido de los truenos, la comadrona Gertrudis Fornaris, más conocida como doña Tula, y el médico José María Izaguirre, de origen venezolano, empeñados en que todo saliera bien, el nerviosismo de los familiares…

Por fin, a las 11 de la noche, aproximadamente, se escuchó el llanto del pequeño Carlos Manuel Perfecto del Carmen de Céspedes y López del Castillo.

LA INFANCIA DEL PADRE DE LA PATRIA

Poco se habla de esa etapa de su vida. El historiador Aldo Daniel Naranjo, quien trabaja en varios volúmenes sobre el quehacer y la obra del patricio, dijo que su infancia fue característica de niño rico, con muchas comodidades, y juegos como ponerle la cola al burro.

Le gustaban los ajiacos, las viandas y bañarse en el río, lo cual hizo con frecuencia cuando la familia se trasladó a la hacienda Santa Rosa, propiedad del abuelo materno Francisco del Castillo y Miranda, en el actual municipio granmense de Buey Arriba.

Había ocurrido un ataque de corsarios en la zona de Manzanillo y se especulaba sobre la posibilidad de otro y el avance hasta la Villa de San Salvador de Bayamo, por eso la familia de Céspedes estuvo algún tiempo en aquel sitio rural.

Casi nunca se menciona a su primera maestra Isabel Cisneros, quien lo recibió en la escuela a los cinco años de edad y seguramente caló muy hondo en él, pues, además de enseñarle a leer, escribir, y aspectos elementales del catolicismo, también le narraba leyendas de güijes y hadas del monte.

No encontramos referencias a una amistad desde la niñez, con otros infantes que se convirtieron en grandes patriotas, como Francisco Vicente Aguilera y Perucho Figueredo, pero no es descabellado pensar en esa posibilidad, pues vivían muy cerca y tenían edades y costumbres sociales similares. La historia demostró luego que también poseían maneras parecidas de pensar y comportarse.

De ese período, hay una anécdota que revela el profundo humanismo, valor y solidaridad del futuro Padre de la Patria, pues en una ocasión cuando salió de las clases vio como un niño más grande maltrataba a otro en el colegio, y le dijo “abusa conmigo, ven”. Minutos después, comenzó la pelea en la cual venció.

Más tarde, citaron al padre a la escuela, y el director lo felicitó por la gallardía y sentido de la justicia del hijo, quien tuvo cuatro hermanos, y, pasados algunos años, empezó los estudios del bachillerato en La Habana, los cuales terminó un semestre antes de lo habitual, gracias a su inteligencia elevada, reconocida por los profesores.

Museo Casa Natal de Céspedes

Foto: Tomada de CNC TV

El historiador Miguel Antonio Muñoz López, especialista del Museo Casa Natal de Céspedes, resalta que la madre fue muy importante en su formación, quien tuvo la capacidad y mesura para mediar entre él y su padre, el cual también tenía un carácter fuerte y una manera de pensar muy diferente a la de quien se convirtió en el Primer Presidente de la República en Armas.

Aquel muchacho lleno de virtudes, amante del arte y los bailes, que ganaba con facilidad el agrado de las damas y sabía tocar música de piano, dejó la tranquilidad y los lujos por empuñar las armas e irse a la manigua en busca de un sueño para su país, y esa fue una de sus mejores enseñanzas.

LA DEMAJAGUA Y EL 10 DE OCTUBRE

El 10 de octubre de 1868, en La Demajagua, cerca del mar y a unos 13 kilómetros de la ciudad de Manzanillo, Céspedes, el abogado, el ser humano de ideales independentistas, el patriota cabal, alcanzó una estatura sin límites, cuando liberó a sus esclavos  y convocó a todos los presentes a la lucha.

Día de gloria aquel, cientos de hombres aguardaban desde la tarde anterior. La joven Candelaria Acosta, más conocida como Cambula, ya había elaborado la bandera que presidiría el momento, para la cual no encontraron la tela adecuada y emplearon entonces la única disponible, incluidos trozos de un vestido y un mosquitero.

Aquella mañana de coraje y decisión, la muchacha de piel blanca y pelo rubio platinado, entregó el estandarte al abanderado Emiliano Tamayo, quien tenía entre 20 y 22 años, y expresó “Primero mueran antes que verla deshonrada”, tremendas palabras de quien apenas tenía 17 años de edad.

Céspedes procedió a realizar el juramento a la bandera, a lo que todos respondieron ¡Juramos!, y el Padre agregó: “Por mi parte, juro que os acompañaré hasta el fin de mi vida, y que si tengo la gloria de sucumbir antes que vosotros, saldré de la tumba para recordaros vuestros deberes patrios y el odio que todos debemos al gobierno español, venganza, pues, y confiemos en que el cielo protegerá nuestra causa «.

En ese momento también se dio a conocer el Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba, prueba de que el alzamiento y la voluntad de luchar, tenían un profundo basamento en las ideas, con objetivos definidos más allá de lograr el triunfo.

Momentos en el Museo de Céspedes

Momentos en el Museo de Céspedes, en Bayamo/Imagen: Tomada de CubaDebate.

CÉSPEDES, SIEMPRE VIVO

Su vida en lo adelante fue difícil, salpicada por contradicciones, tragos amargos y envidias hasta la muerte física el 27 de febrero de 1874 disparando su revolver contra los soldados enemigos en San Lorenzo, zona oriental. Sin embargo, tiene asegurada la inmortalidad, como parte de las esencias fundamentales de la nación.

En la primera plaza denominada de la Revolución en el país, ubicada en el Centro Histórico Urbano de Bayamo, su figura esbelta y segura, en forma de estatua, parece observar con su serenidad de siempre.

Ahora, cuando se cumple el aniversario 150 del alzamiento en La Demajagua, inicio de las guerras en Cuba, su ejemplo permanece fuerte, cual brújula de victoria y dignidad.

 

Plaza de la Revolución de Bayamo 2

Plaza de la Revolución de Bayamo/Foto: AECT.

Campana de La Demajagua

Campana original, empleada el 10 de octubre de 1868/Foto: Rosa María Rodríguez



Una bestia de papel y los posibles nacimientos

Un ser reflexivo anda por las páginas de papel, deja sus preguntas, algunas respuestas, sus preocupaciones… Usa versos, formas clásicas, en rimas nos deja sus miradas, sus pensamientos. Comparte con nosotros, los lectores, un mapa individual y a la vez colectivo de su país, de la vida más cercana.

Se llama Bestia contextual, un título llamativo, que tal vez define a cada ser humano en sus batallas personales, con sus retos y miedos, con sus impulsos y obstáculos, esos que impone la sociedad y el alma individual, que muchas veces prefiere adaptarse o luchar, que anda por ahí con sus pasos lentos o apresurados, que puede cultivar la belleza, incluso desde lo aparentemente simple o tremendo.

Este es un libro del joven poeta trinitario Darién Peña Prada, ganador del premio Calendario de la Asociación Hermanos Saíz en 2022, gracias a los aplausos del jurado integrado por la premio nacional de Literatura Nancy Morejón, Arístides Vega Chapú y José Luis Serrano.

Hay aquí una bestia singular, cuyo cuerpo tiene tres especies de partes generales, tituladas Muro de contención, La silueta en el portal y Acta de advertencia. Desde el propio inicio nos adentramos en versos con claro tono reflexivo, que nos hacen recordar vivencias personales, con la certeza de que «No te puedes curar de los lamentos/ de las sombras que habitan la memoria:/ te persiguen (no hay escapatoria)/ sin rostros, pedestales, monumentos/…Hombre y humanidad no son lo mismo/ ¿Quién te ampara y se calla la sentencia/ que derrumba un absurdo mecanismo?/ Como estandarte se alza la inocencia/ El paraíso es solo un tecnicismo/ para quien lleva el mundo en la conciencia».

Son 61 páginas, 32 poemas como células o latidos de un ser vivo, una sociedad desde La suerte del que escucha hasta Carteles, que en sus dos últimos versos nos dice «Modernismo, expansión, ardid, indígenas/ Si no entendiste, empieza por el título».

En ese cuerpo general otros de los poemas son Silencios, Fe de errata, Estado de confort, Desde la ecuanimidad del centro, Ciclos, Anatomía, La sombra del vencido, Olvido, Sentencia, La vergüenza, Oficio, Fuga, El destierro de las horas, A cualquier costo, Fe, Suicidas o transeúntes, Fuego a discreción y Elogio de la antropofagia.

Llama la atención el apego del autor a la tradición de las formas, preferida por encima de los versos libres. Algunos podrían pedir más atrevimiento en cuanto a las estructuras, pero el corazón de este libro y todas sus venas van más allá, el verdadero interés parece radicar en hacernos pensar, muchas veces a través de preguntas y un tono coloquial.

En las palabras de contracubierta, Yamil Díaz Gómez asegura que «inquietante y sincero, eficaz y humanísimo, el poeta nos lleva de la segunda persona del singular a la primera del plural, y viceversa, para curarnos de apatía, tomando bravo también el ejercicio de lectura… Lo que singulariza el poemario es la tensión permanente entre la ética del cuestionamiento y el hedonismo de la forma».

Hay versos que se graban en mi mente: «Lo extraño de la muerte es que regresa/ a veces como un templo o una cura/ No se entiende el exhausto con la fe./ Aunque quiera el vencido, no descansa./ Lo inmortal del tambor es un cliché, ¿en verdad su repique da confianza?/ Pero el alma precisa estar en pie/ Aún necesitamos esperanza/».

Otros como Demanda, oferta y A cualquier costo miran fenómenos sociales, pero con la voz de que «habrá que ser feliz contra pronósticos».

Publicado por la Casa Editora Abril en 2023, con edición de Karín Morejón Nellar, diseño de Carlos Javier Solís y corrección de A. Li Cabrera, Bestia contextual es la primera obra del poeta y promotor cultural Darién Peña, miembro de la AHS y cofundador del proyecto cultural editorial Callejas, donde edita y manufactura libros para regalar, una buena manera de ser consecuente con el afán de construir la belleza y cambiar nuestras realidades.

Hay bestias con un corazón diferente, que pueden contribuir a que otras se transformen para bien. Me adentro una vez más en las páginas, en los versos. Miro la cubierta. Siempre hay posibles nacimientos, y ojalá que sea siempre para mejor.



Duende del agua o versos de las esencias (+ Fotos y video)

La magia de las hadas y los duendes será siempre muy necesaria. El encanto de esos seres y su simbolismo nos hace más falta cuan más despiadada se vuelve la sociedad contemporánea. Muchos de nosotros deseamos no crecer jamás, seguir en el abrazo de las abuelas, en sus tonos para contarnos historias y la bondad de cada gesto. Tal vez ellas son hadas de estos tiempos, sentimos sus presencias incluso cuando sus cuerpos ya no están.

Hay maravilla en lo aparentemente simple, en lo cotidiano, en la lluvia que cae con suavidad o fuerza, en las gotas contra el asfalto o la tierra, en el mar y sus olas, en la sonrisa y los sueños.

Cada persona suele tener un mundo íntimo, con personajes de la realidad a nuestro alrededor, con experiencias que despiertan lágrimas o alegría, con olas muy propias y el refugio en seres especiales. El libro Duende del agua, del escritor tunero Armando López Carralero, ganador del Premio Calendario de la Asociación Hermanos Saíz por esa obra en 2022, nos adentra en sensaciones aparentemente comunes, pero que despiertan también lo más interno, lo más nuestro.

Pudiera parecer una propuesta para niños al obtener el aplauso del jurado en la categoría de Poesía para infantes, pero sus páginas brindan un viaje atractivo para lectores de cualquier edad, es un paseo por las sensaciones, un viaje a etapas anteriores de nuestras vidas. Publicado por la Casa Editora Abril en 2023, con edición de Tiurka Prieto Hernández y corrección de Adriana Daniel Aneiros, el libro brinda 30 poemas en un ambiente imaginativo, pero con mucho de realidad.

En cuanto a la estructura posee tres especies de partes, con los títulos Un dibujo de familia (que nos recuerda “La familia es el país del corazón”), Puentes azules (“Hay muros que solo la paciencia derrumba y puentes que solo el amor construye”) y Un cuento que no termina (“Todos los cuentos son ciertos”).

Armando López, o Mandi, como lo llaman cariñosamente los amigos, tal vez escribió estos versos, este ser de papel, en primer lugar para su hijo y sus padres, a quienes menciona en la dedicatoria. Desde el primer poema, Búsqueda; hasta el último, Pequeño valiente; uno siente la presencia del cariño, el deseo de volver siempre a esos momentos y personas que tienen mucho de místicos, aunque estén cerca y ante los ojos de los otros parezcan muy normales.

Me llama la atención la profundidad reflexiva que se siente en los poemas y la fuerza de las imágenes, a pesar de la suavidad de sus tonos. Ojalá cada ser humano buscara la luna que flota, para aprender a nadar de manera permanente, como nos sugieren dos de sus versos, pues cada problema, cada situación, es una especie de océano diferente. Sin dudas los pañuelos bordados por la abuela son los mejores, para secar lágrimas, superar dolores.

La madre palpita una y otra vez en estas páginas. Hay referencias a los juguetes, al padre, al mar, a los árboles, la luna, al zapatero, a las botas, las gaviotas, a los barcos…, hay un Señor Disparate, que asegura “hoy el mundo es una cueva”. El libro termina con versos, que son también enseñanzas: “No le temo a la alabarda/ que se interpone en mi sueño/ ni al cocotazo hogareño/ ni al futuro porque tarda.

Los poemas, que parecen pequeñas historias del presente o la memoria, son enriquecidos por las ilustraciones de Hanna G. Chomenko en este libro, que verdaderamente puede convertirse en una especie de duende de papel, que nos hace el bien y nos recuerda cuales deben ser siempre algunas de las esencias. Tecleo en la noche y por primera vez en mucho tiempo siento a seres pequeños, intranquilos, que entran y salen. Los busco, los miro. Ojalá estén junto a nosotros siempre.



“Los cielos desiertos”, incitación para acercarnos a la obra de Luis y Sergio Saíz (+ Fotos y video)

Era agosto de 1957 cuando los disparos apagaron la vida de aquellos dos jóvenes de apenas 18 y 17 años de edad, Luis y Sergio, dos hermanos que morían uno defendiendo al otro. Segundos después, la madre salía desesperada de la casa e iba entre llantos. Presentía lo sucedido, algo le aseguraba que esos sonidos eran provocados por balas contra sus hijos. Allí, frente al cine del poblado, estaban los cuerpos. El dolor e indignación por lo sucedido caminaban por las calles de San Juan chocaban contra las paredes, y subían a lo alto. Hay mucho de tristeza y también de poesía en las últimas horas de los hermanos Saíz, en el beso que le dieron a su madre antes de salir del hogar, en el saludo a los amigos aquella noche, en el cariño y el valor de ambos….

La obra de Luis y Sergio debiera inspirarnos siempre. Cuando Norge Luis Labrada, entonces Presidente de la AHS en Holguín, y la periodista y escritora Liset Prego nos dijeron que Ediciones La Luz deseaba hacer un audiolibro con parte de la obra de ellos y en voces de jóvenes del presente nos alegramos infinitamente. La luz, con Luis Yusef al frente es, sin dudas, manantial de proyectos y belleza, que nos enorgullece siempre. Sabíamos que sería una propuesta interesante por el contenido y también por la forma.

Palpitan aquí once poemas, versos con más de 65 años de existencia. Dos almas o muchas que gravitan, que laten entre emociones, deseos, golpes, llantos, pasión… Voces diversas, jóvenes de hoy, que le confieren otros matices a las letras aquellas, tonos más actuales, con efectos radiofónicos…, mezclas de sensaciones que recorren nuestra mente, que circulan por las mareas de nuestra alma.

La primera vez que escuché este audiolibro fue una tarde de miércoles en una soledad aparente. Mientras lo oía, imaginaba aquellos muchachos repletos de sueños, enamorados de la literatura y el arte en general. Me parecía verlos escribiendo con el ímpetu que caracterizó sus vidas. Entre las imágenes estaba también su madre Esther, maestra de profesión, quien aprendió de memoria varios poemas de sus hijos y en ocasiones, los decía a quienes llegaban a su casa en el actual municipio pinareño de San Juan  y Martínez.

Los cielos desiertos. Poemas de Luis y Sergio Saíz es una obra necesaria. Nos permite revisitar las entrañas de dos seres humanos más conocidos por su labor revolucionaria y una organización (la AHS), que por su obra literaria.

Ese es, quizás el primer valor de este audiolibro: poner a disposición del público parte de la obra creativa de dos autores poco conocidos en el ámbito poético cubano. Que sea en voces de jóvenes actuales le confiere matices especiales a esta propuesta, que ojalá reciba miles de reproducciones en plataformas digitales y nos acompañe en teléfonos celulares y otros dispositivos.

Poemas, como DefinicionesLlanto de salMi vida esDéjame llevarte en ansiasSexo en presenteCansancioIncitación al descamisado JesúsUn verso me pidenSenda para un tiempo y Canto a la muerte son ventanas al espíritu de dos jóvenes que escribieron también narrativa y ensayos.

Resaltamos la buena selección de los poemas, a cargo de Liset Prego, no solamente por sus valores literarios dentro de la obra de Luis y Sergio, sino por mostrarnos variedad de temas y sensaciones que los inquietaron. Lo social y lo político solían motivar versos, relatos y reflexiones en ellos, y también los amores y desamores, lo sensual y el dolor.

Fue especial escuchar los versos con el estilo expresivo de jóvenes creadores de varias manifestaciones, quienes integran hoy la AHS, incluidos los escritores Reynaldo Zaldívar, Norge Luis Labrada, Liset Prego, José Luis Laguarda e Idania Salazar; el artista visual Armando Ruiz, los realizadores audiovisuales Alicia Durañona, Yailyn Ojeda, Aniel Santiesteban y Eylin Abreu; y el músico y artista escénico Lay Verdecia.

Con la asesoría de Fermín López, director de la compañía de narración oral Palabras al viento; y Yordanis Sera, director del Centro Cultural Casa del cuento, sus lecturas interpretativas enriquecen una propuesta, que ojalá tenga otras partes, más extensiones.

Los cielos desiertos es una incitación para acercarnos más a Luis y Sergio.  Con diseño de Robert Ráez y grabación y edición de voces de Amalio Carralero, esta obra merece ser escuchada no solamente por el valor histórico que representa revisitar a los versos de aquellos autores, también por la calidad de la realización, con música original para cada uno de los poemas.

En tiempos de retos para presentar las propuestas literarias cada vez de forma más atractiva y aprovechar las plataformas digitales en función de la promoción, esta entrega de Ediciones La Luz es un buen ejemplo de lo que se puede hacer con profesionalidad y la pasión que, todos sabemos, caracteriza a esta casa editora que, como Ícaro de belleza y persistencia,   seguramente seguirá volando con mucha fuerza y estilo en el panorama creativo cubano.

En la AHS durante los años más recientes hemos impulsado varios proyectos editoriales, relacionados con Luis y Sergio, incluidos los libros Juventudes, compilación de artículos ensayísticos publicada por Sed de Belleza en Villa Clara; y Los antepasados, selección de diez cuentos por Aldabón en Matanzas.

Deseamos que los acercamientos sigan creciendo. Soñamos, por ejemplo, con varios cortometrajes que recreen escenas de sus vidas y cuentos que perfectamente pudieran ser adaptados al lenguaje audiovisual, videoartes; y, algunas veces, hemos hablado hasta de la posibilidad de un filme que muestre los conflictos, sueños y la riqueza de la vida de aquellos muchachos y también de sus padres, quienes nunca superaron la pérdida de sus hijos. Esther con más de cien años de edad todavía intentaba mantenerlos vivos diciendo sus poemas o teniendo su cuarto tal cual ellos lo dejaron aquel día de sangre.

Gracias a La Luz por Los cielos desiertos, y el encanto de siempre. Que la poesía nos acompañe en todo momento

 


El simbolismo de Los antepasados

Diez cuentos pueden ser también ventanas a las entrañas de su autor y una época, a sus contextos, dolores, prejuicios y a la sensibilidad que palpita también en los campos y poblados.

Así me sucede con el libro Los antepasados, de Luis Saíz Montes de Oca, escritor que fue asesinado con apenas 18 años de edad en el terruño pinareño de San Juan y Martínez. Mucho le faltó por escribir a quien también cultivaba la poesía y el ensayo.

Este es un libro de valores, más allá de la literatura. Tal vez el más visible es que pone a disposición de los lectores parte de la obra creativa de un autor, que es conocido sobre todo por haber sido miembro de Movimiento 26 de Julio y ser asesinado, junto a su hermano de 17 años, frente al cine de su pueblo el 13 de agosto de 1957. Muchas personas escuchan Asociación Hermanos Saíz (AHS), organización de jóvenes escritores y artistas que fue inspirada en ellos, pero pocas se han adentrado en su literatura.

Con selección y prólogo del escritor Eldys Baratute, ganador de algunos de los premios literarios más importantes del país, esta obra comienza con el cuento Deshonra, escrito en marzo de 1954, y termina con Los antepasados, de agosto de 1957, este último apenas días antes de aquel disparo que apagó su vida.

En el primero hay sufrimiento, una familia que se rompió y hasta la muerte que impidió la llegada del perdón, lo cual se convirtió en una culpa capaz de asfixiar la vida propia. En el último también hay dolor, diferencias sociales, religión, constantes inferencias a los abuelos, ancestros, a una realidad que se muestra de diversas maneras, hay derrotas, dueños o patrones y venganza. Llama la atención la riqueza narrativa y aparente suavidad con que se narra tanta dureza, muestra de que el autor recorría ya un camino con más recursos técnicos y libertades.

Sería muy arriesgado hablar de evolución de un escritor en apenas tres años y cuatro meses a partir del análisis de solo diez cuentos, pero leerlos con la conciencia de las fechas en que fueron concebidos nos permite establecer relaciones con la poesía, los ensayos y acontecimientos de su vida. Hay temas recurrentes, como el amor, los prejuicios y ciertas denuncias sociales en forma de historias, tono ensayístico y versos.

En el libro que analizamos en esta ocasión, especialmente en cuentos como Mi amante la tierra, de diciembre de 1956, y el varias veces mencionado Los antepasados se percibe más cuidado del lenguaje, mayor uso de técnicas literarias y voluntad de riesgos en cuanto a lo formal y lingüístico.

Precisamos que Mi amante la tierra obtuvo una Mención Honorífica en un concurso del Liceum de Pinar del Río, realizado en abril de 1957. Es un relato diferente también por la similitud en la narración entre el amor que se puede sentir hacia la tierra y por una mujer, también la tristeza cuando la persona amada no es de uno o cuando la tierra que se anhela es de alguien más.

Otros de los cuentos son Rómulo San JuanLa pecadora con los ojos vírgenesMis cinco dedos del pie izquierdoUn extraño de azul; Y allá, en los pinos verdes; Los cielos desiertos de vida y Noticia póstuma

De esta propuesta, publicada por Ediciones Aldabón en el 2021, resaltamos también el prólogo, que, en nuestra opinión, constituye el análisis más completo de la narrativa de Luis Saíz Montes de Oca, por la profundidad de las argumentaciones, la minuciosidad con que se detiene en los relatos, las referencias al medio histórico social de su autor, y cómo pudieron influir en su personalidad y concepciones creativas experiencias, como los primeros amores de juventud, estudiar en la universidad y entrar en contacto con un mundo artístico más grande y rico…

Eldys Baratute asegura que algunos de estos relatos pueden ser incluidos en cualquier antología de la vanguardia cubana, y expresa la existencia de lazos indisolubles de Luis con otros escritores de su generación:

«…y mientras leía sus historias pensaba yo en Luis Felipe Rodríguez, Lino Novás Calvo, Alcides Iznaga, Ernesto García Arzola, y en alguien que, aunque no publica su primer libro en Cuba hasta el año 1958, ya lo había hecho en México en 1945: Onelio Jorge Cardoso.

«De quien mayor influencia se percibe en estas historias es precisamente de este último. No solo por el abordaje de temas inherentes al medio rural, sino por el tratamiento sicológico de cada uno de ellos, la denuncia al maltrato y los prejuicios hacia la mujer, la insistencia en mostrar varias capas sociales…, la construcción de personajes corales, representativos de cada una de las esferas de la sociedad, el reconocimiento de las costumbres, los vicios…., tratado todo desde una perspectiva sicológica, alejada de las tendencias descriptivas, epidérmicas, menos viscerales, que marcaron algunos relatos de la época».

Merece aplausos, además, la exquisita edición de este libro, a cargo de José Raúl Fraguela Martínez, oriundo también de San Juan y Martínez, aunque radicado en Guantánamo.

Otro elemento positivo es que la cubierta sea del joven artista visual avileño Liesther Amador, quien durante varios años fue miembro de la AHS, y que con una ilustración de su serie Tiempo muerto logra mostrar parte del espíritu de esta obEl libro Los antepasados es del autor Luis Saíz Montes de Oca, escritor asesinado con apenas 18 años de edad en el terruño pinareño de San Juan y Martínezra.

Es un libro que sugerimos de manera especial, por los valores literarios y el simbolismo detrás de sus letras. Recomendamos también buscar la poesía y los ensayos de Luis Saíz, y de su hermano Sergio, dos creadores que siempre deben estar muy vivos entre los miembros de la AHS y la juventud cubana en general. Una de las mejores maneras de hacerlo es a través de su literatura.



Lázaro Prieto: «Jamás dejar de crear»

Todo comenzó cuando cogía las libretas como especie de lienzo, y las llenaba de imágenes muy suyas, pero fue a partir del año 2002, en la Escuela de Instructores de Arte, cuando todo fue adquiriendo matices más fuertes, y decidió dedicarse completamente a la creación.

No se atreve a llamar aquellos primeros impulsos como obras, «no fueron más que un acto de pura ingenuidad, de lanzamiento hacia lo desconocido y la confrontación con el público como aliciente principal que para nada tenía que ver con la vida “romántica” de estudiante. También se pudiera denominar como una etapa de desprendimiento, pero a la vez de muchísima atracción hacia lo desconocido, y algo experimental, que dentro de la escuela siempre fue una asignatura pendiente».

Narra que el tópico de las primeras piezas «fue la mujer y las supuestas posibilidades que poseen para obtener más “fácil” las cosas que los hombres. La propia temática hizo verter y focalizar determinados asuntos como la marginalización, subvaloración y autodestrucción de las mujeres, todas realizadas en blanco y negro, como una especie de “afianzamiento” del problema en cuestión».

Este muchacho de pelo largo anda por las calles de su Pinar del Río repleto de proyectos y sueños en el mundo del arte. Ha obtenido varios reconocimientos, como la beca El reino de este mundo, de la Asociación Hermanos Saíz. Actualmente se desempeña como vicepresidente de esa organización en el territorio, impulsor de diversos proyectos colectivos y autor de artículos críticos.

Entre sus otros aplausos se incluyen una beca de creación en el Salón Provincial 20 de Octubre, y la Tiburcio Lorenzo Sánchez, ambas en Pinar. Como jefe de la sección de Artes Visuales de la AHS favoreció el surgimiento de la distinción Carlos Hernández Alcocer para reconocer la obra de destacados artistas-pedagogos, y la Nueces, para agasajar a creadores visuales, de obligada referencia para los jóvenes. 

Ha participado en más de 70  exposiciones. Es colaborador del boletín de crítica cultural Puntal, que coordina la poeta e investigadora Yanetsy Ariste.

A Lázaro Prieto González lo he visto reír a carcajadas o estar tranquilo, como si meditara o esbozara en la mente su próxima obra. Esta es una entrevista detenida en el tiempo por varias razones, pero que retomamos luego de algunos meses.

La primera exposición y otros caminos

«La primera fue muy emocionante por un lado, pero estaba temeroso por diferentes motivos: en primer lugar porque se puede descomponer en fracciones de segundos todo el tiempo de pensamiento y dedicación en función de la obra. La voz, ideas y actitudes de cada espectador frente a la propuesta se convierten en pruebas fehacientes de que has hecho o no lo correcto como creador, en el ademán de transmitir lo que deseas.

«Esa tan llevada y traída palabra “retroalimentación” no es letra muerta ni canon manido. En mi caso, se convirtió en el eslabón necesario para entender y comprender que sin la opinión del espectador la obra queda en un alto porciento amputada, descolocada de su significado natural», manifiesta quien asegura proponerse siempre comunicar, establecer un diálogo permanente, algo que lo diferencia de muchos otros artistas visuales.

Para él la relación con sus obras es de «amor-odio», porque «a veces, lo que significa mucho en un tiempo determinado y que en algunos casos se convierte en “referente evolutivo” deja de serlo, y se vuelve ese punto de partida o continuidad de un determinado proceso que en muchas ocasiones no deseas repetir, se reduce literalmente a ese componente de estudio para discernir y crecer».

Atreverse es sinónimo de libertad creativa

«El atrevimiento es fundamental, una de las herramientas primarias para no perder la creatividad, sin importar los años, clasificaciones ni pactos con el mercado, el atreverse en el campo del arte es sinónimo de libertad y elevación, un peso y valor insuperables. El arte es riesgoso desde su concepción, más si tenemos en cuenta que el destino final de cada obra no depende de nosotros en la mayor parte de los casos, pero el hecho de asumirlo estoicamente sin percibir a corto, mediano o largo plazos, un posible desenlace final es una de las motivaciones más importantes para no dejar de hacer lo que con riesgo he asumido.

«Todo depende de la idea que uno desea transmitir, y ese sentimiento comienza a fluctuar en la medida en que voy encontrando las vías necesarias para comunicarme. A veces se dan cita el amor y el dolor, pero todo desde la convicción de generar un acto de sinceridad visceral», refiere quien también ha tenido experiencia en la radio mediante la sección Bitácora, para el programa Hecho en casa, de la emisora provincial de Pinar del Río.

«Eso ha sido algo maravilloso, sobre todo por la reacción y aceptación de los oyentes, no solo del ámbito artístico. Bitácora se convirtió en ese acercamiento, análisis y deconstrucción necesaria por medio de reseñas críticas sobre la producción simbólica de 35 artistas visuales de Pinar del Río, que tienen propuestas de referencia, no solo para los creadores del territorio sino a todo lo largo y ancho de nuestro país», añade quien en 2021 obtuvo la beca El reino de este mundo, con un proyecto de catálogo titulado ZOOM: Una década de Arte Contemporáneo en Pinar del Río 2010-2020.

«Esa propuesta funcionó como una especie de mapeo y registro estético de una pequeña parte de la producción simbólica de la última década del presente siglo. Un hecho que me permitió además tomarle el pulso de cerca al comportamiento, evolución y proyección de una pequeña parte del gran cúmulo de artistas visuales del territorio, no solo como pretexto para visibilizar, promocionar y legitimar como condición necesaria que hoy exige, requiere y estandariza el llamado Arte Contemporáneo, sino que certifica y apuesta por algunos creadores y obras que, en el tiempo comprendido para tal investigación, han merecido un lugar privilegiado dentro del contexto del arte pinareño y cubano».

La crítica esencial en los procesos creativos

Lázaro Prieto también ha compartido sus miradas reflexivas y críticas mediante las letras, a partir de su necesidad de opinar y alertar en torno a fenómenos de la creación. El boletín Puntal ha sido plataforma favorable para eso.

«Dentro de la AHS en Pinar no existía una publicación de este tipo y con estas características, para colocar sobre la mesa de análisis los asuntos más enconados en relación con las problemáticas fundamentales en torno al arte, la institución y sus protagonistas.

«Para eso también es convocado el artista, no solo para exhibir su obra, sino además por poseer de forma natural la capacidad perceptiva e intelectual para alertar y trazar las posibles estrategias y senderos donde pueden existir y permanecer las más arraigadas deficiencias dentro de la institución-arte.

«La mirada crítica resulta esencial, sobre todo si viene bajo la coraza constructiva y educativa, pero en el caso de que no posea ambas, también habrá que prestarle un detenido, riguroso y detallado cuidado, no solo dentro del campo artístico, sino en su concepción más holística, para identificar errores, trabajar sobre ellos y proyectar aciertos.

«Existen determinadas dinámicas dentro de la institución-arte que la atraviesan de manera transversal en casi todo su sistema interno y que inevitablemente se reflejan en su gestión para con la obra y sus hacedores, una suerte de riesgo permanente que no se puede dar el lujo de evadir si se desea ganar espacio en aceptación y credibilidad, tales como: legitimación o no de la obra y el creador; solvencia y aparato tecnológico de primera; papel de la crítica; promoción; mercado y  especialistas. 

«Estos elementos, entre otros, conforman todo un híbrido sustancial que ensalza y pondera o lacera contundentemente el papel de la institucionalidad cubana», expresa quien sueña con que cada propuesta se convierta en una ventana para el debate y la reflexión, según dice este muchacho que en 2022 volvió a obtener la beca El reino de este mundo, por el proyecto de exposición Kamikases.

Explica que el núcleo central discursivo de esa propuesta se enfoca en la representación fotográfica en blanco y negro, sobre cómo es visualizado el hombre de raza negra por el propio hombre de su raza, colocándolo todo el tiempo en una posición de deterioro e inferioridad. «Eso se ha convertido en una de las radiografías más transparentes de mi vida en relación con mis semejantes», añade quien sigue repleto de anhelos.

Tal vez en estos momentos Lázaro va con tranquilidad por las calles de su Pinar, saluda a los amigos o está inmerso en algún proceso creativo. Suele encontrar inspiración en todo lo que le rodea y motiva, «solo hay que incorporales sentimiento y pensamiento», según sus propias palabras. En su opinión, los jóvenes creadores cubanos «deben mantenerse actualizados, ser inconformes y absolutamente experimentales con la propuesta estética que defienden, jamás dejar de crear bajo ningún concepto o circunstancia». Una máxima que seguramente lo acompañará siempre.



Cuba debiera ser siempre una sola familia

Son tiempos complejos, difíciles. Los embates de Ian agudizaron una realidad repleta de retos para un pueblo, que parece de ciencia ficción, por su capacidad de salir adelante, incluso cuando otros han pronosticado la debacle total.

La resistencia de Cuba, el alma hermosa de esta nación y su gente nos llena de un orgullo noble, como el que sentimos al ser aprobado recientemente el Código de las familias por inmensa mayoría, en un contexto complicadísimo.

Tuvimos la suficiente inteligencia y sensibilidad para votar por la esperanza, aunque eso significara superar prejuicios y apartar diferencias hasta políticas, porque no se trataba de castigar a nadie ni protestar por escaseces, sino de amor y reconocer los derechos de todos.

Ya desde hacía meses se sufría déficit de electricidad, de alimentos, transporte, medicamentos… Y verdad que es complicado mantener así la sonrisa, el ímpetu y los sueños, que es una de las formas más puras de la belleza.

Vino Ian, con su fuerza descomunal y la suficiente maldad de arrasar sobre todo en Pinar, causar daños también en Artemisa, Mayabeque, La Isla, La Habana, y dejar sin fluido eléctrico a todo el país. No solamente La Habana, toda Cuba…

Miles de personas, incluidos muchos jóvenes hemos tratado de ayudar de cualquier vía, lo mismo organizando donaciones, recogiendo escombros, ayudando a restablecer el fluido eléctrico…, aunque también hemos sufrido daños, aunque también se nos ha hechado a perder la comida, sé de algunos en Pinar que han perdido hasta sus casas y están ayudando…

Otros, en ejercicio de todo su derecho, han salido a protestar. Ojalá todos saliéramos con la misma fuerza y bondad para ayudar. Cuba debiera ser siempre una familia enorme a favor del bien.

Ya casi La Habana completa tiene electricidad. Muchas personas en Pinar tardarán semanas en tenerla, algunas con el sufrimiento de haber perdido todo, menos la solidaridad y el apoyo de otros.

Nuestros hermanos de Guantánamo, Santiago, Granma, Holguín…, La Isla y el propio Pinar llevaban varios meses apenas con unos alumbrones. Y en los días recientes, al igual que la capital, sufrieron el apagón.

Hay necesidades muchas, que debemos resolver lo antes posible, y, sobre todo las vitales. La falta de electricidad es la que más lacera la gente, la que más duele por las dinámicas que impone en los hogares y la sociedad en general.

Esta Revolución se hizo para la resistencia, pero sobre todo para el bien de su pueblo, para también disfrutar y cultivar la alegría. Los fenómenos externos seguirán, y verdad que suelen provocar sensaciones fuertes.

¿Por qué tanta maldad, por qué seguir impidiendo que este país intente lograr el desarrollo en mejores condiciones? Ni siquiera en situaciones como estas quitan o disminuyen las medidas contra Cuba, que es hacerlo contra nosotros, contra la gente.

Ojalá todos los cubanos, los de aquí y los de todas partes, nos unamos más que nunca, a pesar de las diferencias, para hacer el bien, para ayudarnos.

Es preciso seguir soñando con unicornios azules, y necesitamos también un barredor de tristezas -como en la canción de Silvio-, la construcción constante de la esperanza a favor de la vida, de Cuba y la Patria, que debe ser siempre de todos.




Los hermanos Saíz, jóvenes que son esencias (+Video)

Tal vez Esther, cuando veía a sus niños jugar en la casa, leer o escribir los primeros versos, nunca imaginó la dimensión que alcanzarían esos dos pequeños. Seguramente durante la adolescencia ya se sentía orgullosa de ellos, y quizá hasta preocupada por la fuerza de sus ideas y el valor con que las defendían en un contexto tan peligroso. Aquel 13 de agosto de 1957 fregaba en la cocina de su casa, cuando sintió algunos disparos a lo lejos, y su alma, su mente, su corazón… lo supieron: “Me mataron a los muchachos”. 

Lágrimas, dolor, impotencia… debe haber sentido aquella maestra de instrucción pública, que perdió en cuestión de segundos a sus dos únicos hijos. Ahí, frente al cine, fueron baleados, dos hermanos morían defendiendo uno al otro. Ese debe ser siempre el espíritu que acompañe a los miembros de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en toda Cuba, una familia grande que se ayude siempre, con fidelidad a sus esencias, que nos vienen de aquellos dos jóvenes y de la tradición artística y heroica de este pueblo. ¿Cuánto debe haber sufrido también el padre, el juez Luis Rodolfo Saíz?

Casi nunca se dice, pero hacían apenas seis días del cumpleaños de la madre. Aquel 7 de agosto, cuando la felicitaban, ella no podía imaginar lo que sucedería poco después.

Me sumerjo en el documental ¿Por qué luchamos?, que indaga en las vidas de Luis y Sergio, con dirección de Danny González Lucena e idea original de Bladimir Zamora. Escucho y veo a Esther, a la entonces novia de Luis, a vecinos…, a personas que los conocieron. Los imagino siempre activos, leen a Martí, a Marx, escriben, polemizan, caminan por su San Juan, sueñan con una Cuba mejor y confían en la inteligencia y el coraje de Fidel y otros barbudos, que desde la Sierra Maestra eran motivación importante.

A mí lado están también los libros Los antepasados, selección de 10 cuentos de Luis Saíz Montes de Oca, con selección y prólogo de Eldys Baratute; y Juventudes, artículos y ensayos de los dos hermanos, recopilados por el investigador y profesor Luis Figueroa. 

Impresionan la profundidad y proyección de sus pensamientos, a pesar de las edades, en textos, como Las razas, el problema racial en Cuba; Juventud, fuerza salvadora; Juventudes, La Generación del Centenario; Mártir de Dos Ríos; ¿Por qué luchamos…?, ¿Por qué no vamos a clases?, con una preocupación social constante que los llevó a escribir también notas sobre Política agraria y Economía Política.

Manantial de ideas y aprendizajes

Familia Saiz. Foto: Archivo

Su pensamiento ideológico merece revisitas constantes, para comprender mejor las particularidades de aquella etapa y de una generación que desde centros escolares y también el activismo revolucionario soñaba con una Cuba sin dominios neocoloniales. 

Sergio, por ejemplo, en su texto ¿Por qué no vamos a clases?, expresó:

“Ser estudiante no es sólo repetir en un examen materias, la mayor parte de las veces aprendidas ligeramente, ni asistir todos los días a clases y hacer de vez en cuando una trastada. Hay mucho de comercial en el estudiante solo preocupado por la obtención de un título: para él, el instituto o la universidad, serán graciosamente estanques de juegos. Ser estudiante es algo más que eso, es llevar en su frente joven las preocupaciones del presente y el futuro de su país, es sentirse vejado cuando se veja al más humilde de los campesinos o se apalea a un ciudadano. Es sentir muy dentro un latir de patria, es cargar bien pronto con las responsabilidades de un futuro más justo y digno, es guiar al ciego y llevarlo al porvenir”. 

Luis, quien a la edad de 12 años representó el papel de Abdala, obra escrita por el Apóstol José Martí, manifestó en su artículo Juventudes, que “la hora es nuestra, porque nuestra es la solución y el afán de lucha que nos invade. No morirá en el cuerpo de ningún combatiente, ni podrán ahogar el espíritu de rebeldía de ningún compañero caído pues las ideas no se matan. Por eso estamos seguros del triunfo y luchamos con la esperanza del día grande en que podamos, rifle en mano y corazón limpio, levantar la bandera, que guarda desde el 19 de mayo de 1895, la llama de la Revolución Cubana, porque esta quedó trunca en la caída de Dos Ríos, con José murió, pero como ni él ha muerto, pues es cosa viva y presente, ella tampoco. Y los dos esperan, y los dos siguen vivos. José Martí, la idea revolucionaria grande, justa y digna. Ser joven hoy en día, lo sabemos bien, es algo más que tener de 15 años en adelante es, ante todo, estar ocupando el puesto en la lucha por la Libertad, es vivir conscientes del deber generacional. Es estar dispuesto a empuñar el rifle y razón en aras de la Revolución necesaria”.

En su texto ¿Por qué luchamos?, de mayo de 1957, escribiría Luis: No tenemos más que nuestras vidas avaladas con la honradez de un pensamiento justo y una obra inmensa que realizar, y como ofrenda de devoción y desprendimiento los hemos depositado en los brazos de la Revolución Cubana -justa, grande, renovadora, honrada, socialista-, sin más esperanzas que ver algún día cumplidos estos sueños que hoy, en plena juventud y calor de lucha, llevamos a estas cuartillas.

La lucha que nos espera, la obra que tenemos por delante, y el recuerdo imborrable de los hermanos caídos, abrazados a este mismo ideal que sentimos, no permitirá que quede trunca o incumplida, y la obra revolucionaria será algún día orgullo de todos…”

Apuntes breves sobre la obra literaria

La poesía de aquellos dos muchachos apasionados del arte y la cultura en general, tiene innegables valores literarios. Hay en sus versos amor, romance, incluidos algunos tal vez para muchachas que los hacían suspirar, como Ayer y hoy, Tu recuerdo, Aunque quieras volver y Vendrás, en el que se puede leer: ¡Vendrás algún día/ en busca de mi amor!/  Llegarás anhelante/ de las caricias mias/ Volverás a tratar/ de que te ame otra vez/ ¡Vendrás…! lo sé y te espero/ Te espero ansioso/ porque sé que vendrás / y entonces te saludaré/ con la misma frialdad/ de una amiga de ayer.

Cuentos como Deshonra, La pecadora con los ojos vírgenes, Los antepasados, Mi amante: la tierra, Mis cinco dedos del pie izquierdo y Sangre en los surcos muestran la capacidad narrativa de Luis y la preocupación constante por los prejuicios y las dificultades de los campesinos y otros pobladores de su etapa, reflejado con sagacidad en sus letras. Leídos de manera cronológica, se percibe también en los relatos la madurez literaria, que iba alcanzando el autor, con mayor voluntad de atrevimiento y experimentación en cuanto a las formas, como expresa el escritor guantanamero Eldys Baratute en el prólogo del libro Los antepasados, publicado en 2021 por Ediciones Aldabón, de Matanzas.

La AHS y el homenaje permanente

Monumento a los hermanos Sergio y Luis Saíz Montes de Oca. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Luis y Sergio deben vivir siempre en las venas y el corazón de la AHS y los jóvenes creadores cubanos. A nosotros nos llena de orgullo que su madre Esther en cierta ocasión expresara que si ellos estuvieran vivos les gustaría pertenecer a la AHS, por lo que es y representa. 

A veces los imagino entre nosotros, simbolizan lo que somos y a lo que aspiramos siempre: esa dimensión de humanismo, sensibilidad, amor a la creación en general y a Cuba, el afán de superarnos, de compartir con la gente y hacer el bien desde el arte y las acciones.

Durante todo agosto realizamos disímiles actividades a lo largo del país, con Luis y Sergio en el pecho, y también con Fidel, que siempre deberá acompañarnos. Ahí están la reapertura de la Casa-Museo -el lugar donde vivieron aquellos poetas y donde siempre se sentirán sus versos-, el ascenso de jóvenes creadores al Pico Turquino, cruzadas literarias en Camagüey, Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus, presentaciones artísticas en barrios y las sedes de la AHS en cada provincia. Y ha palpitado también la solidaridad con nuestros hermanos de Matanzas, en el enfrentamiento al fuego y a favor de la vida y la esperanza, que son dos formas de poesía.

También por Luis y Sergio, nuestra organización tiene el reto de ser eternamente joven, como una familia grande que se renueva de manera constante, fiel a su espíritu más allá del arte, con luces y herejías, sueños y ambiciones en el propósito que tiene cada generación de construir su impronta.

Actualmente somos más de 3 500 miembros en el país: escritores, actores, dramaturgos, investigadores, músicos, artistas visuales, realizadores, periodistas, promotores… Contamos con una amplia plataforma de promoción, becas y premios, eventos y jornadas de programación, todo lo cual favorece el protagonismo indiscutible dentro de la sociedad cubana, pero los desafíos también se actualizan y hasta crecen. Navegamos en un mar de retos, donde es importante conocer los inicios, la épica de una vanguardia que debe ser en todo momento consecuente con sus esencias.

En video, Mesa Redonda dedicada a los hermanos Saíz