Maestro de Juventudes


PREMIO MAESTRO DE JUVENTUDES 2024

La Asociación Hermanos Saíz entrega anualmente el Premio Maestro de Juventudes a personalidades que considera ejemplo por su obra, por su interés de compartir valores a la generación nueva y por el rigor artístico e intelectual que sostiene su universo creativo.

Todos los miembros de la organización tienen derecho a proponer candidatos. La Dirección Nacional de la AHS conformará una lista de solicitudes de acuerdo con las propuestas recibidas desde los ejecutivos provinciales y en el mes de septiembre de 2024 aprobará a los merecedores de esta alta condición.

Los Premios Maestro de Juventudes se entregarán en acto oficial en el mes de octubre de 2024, como parte de las actividades por el aniversario 36 de la Asociación Hermanos Saíz.


El libro de las presentaciones del Chino Heras

A Eduardo Heras León, el Chino Heras, le conocí solo una vez, en la Feria Internacional del Libro de La Habana en 2019, la que estuvo dedicada a él, y donde se presentaba el libro Eduardo Heras León en el aula inmensa de la vida, publicado por Ediciones La Luz (2018).

Heras me pareció un hombre sencillo y dado a los afectos, con una voz que no alteraba ni un segundo. Su palabra locuaz parecía de sabio, y engranaba como perfecto resorte cada oración o sentencia. Se descubría detrás un hombre que vio y vivió mucho, y que dedicó parte de su vida a servir a los demás. Allí comprobé el cariño y admiración de sus alumnos y colegas. Cariño que le devolvían, esa tarde de febrero, en calurosos abrazos.

Esa vez él era el anfitrión, pero también era invitado con frecuencia a presentar un número incontable de libros, algunos por deber de editor, pero casi siempre a pedido de amigos y colegas muy queridos; presentaciones que terminaban en conversaciones o clases magistrales sobre piezas claves de nuestra memoria cultural. En varias ocasiones le propusieron reunir esos textos breves en un volumen para hacerlos menos efímeros; y así fue como terminó accediendo y conformó El libro de las presentaciones para la Editorial Oriente, publicado en 2018. Un manojo de textos para recordar –del latín re-cordis, “volver a pasar por el corazón” como señala su querido y admirado Eduardo Galeano en la primera página de El libro de los abrazos– momentos importantes de la historia de la literatura de la isla, la isla en sí y de las letras universales.

Aquí está el Chino Heras de mil historias, el Maestro de Juventudes, con su voz pausada y atenta en tono conversacional. Heras maestro, periodista, editor, amigo. Heras muy sincero, pero sobre todas las cosas, humano. Presentaciones donde apuesta más por transmitir afectos y destacar la maestría técnica, más allá de los contenidos.

En una nota con que inicia este título aclara Heras con escualidez: “El presente libro es una selección de presentaciones de obras, principalmente de narrativa, que he realizado durante más de 50 años de trabajo como escritor, crítico, editor, la cual no constituye en modo alguno una antología de textos ni pretende serlo: se trata de notas que ayudaron a promover la lectura de obras relevantes de narrativa cubana y algunas extranjeras (…) Espero sigan siendo útiles como lo fueron cuando en sus presentaciones pudimos compartir no solo sus valores literarios sino también humanos”.

Así las páginas de este libro nos inducen a la lectura de otras. Un acercamiento a la obra de autores de diferentes generaciones, desde Enrique Serpa, Lino Novás Calvo, Félix Pita Rodríguez, pasando por Antón Arrufat, Senel Paz, Francisco López Sacha, Reynaldo González, Abel Prieto, Chely Lima, hasta egresados del Centro Onelio Jorge Cardoso, sus alumnos. Un amplio despliegue de narradores cubanos que combina con escritores foráneos como Eduardo Galeano, Luisa Valenzuela, Juan Villoro y Abelardo Castillo.

Leer este libro es, simplemente, como dice la escritora Aida Bahr en el prólogo, sentarse a escuchar al Chino Heras. Dejar que su voz –la del profesor que fue siempre, la de uno de los grandes narradores cubanos– nos recomiende títulos y autores; nos abra las puertas, como si fuera una conversación, a los misterios y desafíos de la ficción.


El Chino Heras, referente también en las letras tuneras (+post)

El Jueves del Libro se dedicó hoy desde el parque Maceo de Las Tunas a Eduardo Heras León, el destacado escritor, periodista, editor y crítico de arte que falleció esta madrugada en La Habana a los 82 años de edad.

Su obra, indisolublemente ligada a la Revolución Cubana, ha sido referente de muchos autores y lectura obligada de otros tantos; porque el Chino Heras, Premio Nacional de Literatura (2001) y de Edición (2014) ha sido también piedra angular en la formación de generaciones.

No por gusto varios autores se han pronunciado ante su deceso. Entre ellos, Carlos Esquivel, Premio Nicolás Guillén de Poesía. “Su obra y su vida van conectadas al idilio literario de varias generaciones de escritores cubanos. Ha muerto un hombre de una bondad altísima y de un altruismo extraordinario”.

Igualmente desde acá instituciones culturales y lectores fieles comparten recuerdos de alguna vez en un parque, de cierto evento de las letras, de un encuentro casual; o de las tantas ocasiones en que la narrativa ha sido el puente que los conectara con un cuento, una época, una manera de ser y hacer desde la literatura.

El Chino, artífice además del fecundo Centro Onelio Jorge Cardoso, ostentaba la Condición de Huésped Ilustre de Las Tunas. En el contexto de la Feria del Libro del 2019, vía Internet, dijo a 26: “Y a los jóvenes escritores, ¿qué decirles? Escribir, escribir, escribir; amar lo que se escribe y hacerlo con pasión como si en cada línea se nos fuera la vida. Esa pasión, esa angustia, ese parto doloroso de la creación literaria, tendrá, que nadie lo dude, su justa recompensa en el futuro”.

Desde las redes sociales, la concertista Elvira Skourtis anuncia para mañana un homenaje especial Del sueño a la poesía; asegura que será el espacio para compartir memorias y enseñanzas. La cita será a las 4:00 pm en la sede de la Asociación Hermanos Saíz, ese espacio joven, como mismo era el alma de Heras León.


Conrado Monier: toda una vida a la música

La Asociación Hermanos Saíz de Guantánamo entregó al maestro Conrado Monier el premio de la sección de Crítica e Investigación Ernesto de Las Cuevas por su contribución al desarrollo cultural del territorio.

El galardón, que se lo otorgó en el marco de la Fiesta a La Guantanamera también a la iniciativa comunitaria Patio de Rosendo, de Baracoa, busca estimular a quienes en su haber tributan a visibilizar la creación artístico-literaria cubana y preservarla para las nuevas generaciones; precisamente han merecido este honor, el proyecto Claustrofobias, de Santiago de Cuba; los Premios Maestros de Juventudes Fernando Martínez Heredia y Olga Portuondo, así como instituciones como la Casa del Caribe y la Universidad de Oriente.

El “Ernesto de Las Cuevas” se suma a la larga lista de reconocimientos que posee el instrumentista y arreglista musical, especialista en música coral y quien recientemente recibió el Premio Maestro de Juventudes.

Graduado de la Escuela Nacional de Arte (ENA) en 1979, en la especialidad de saxofón, Monier acumula una importante trayectoria como músico con obras que integran el repertorio de varios conjuntos a nivel nacional, por ello se agenció en 2019 el Premio Anual de Música, de la Asociación de Músicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) como reconocimiento a su trayectoria en la manifestación.

Conrado tiene ya 43 años de vida artística. Sobre sus pasiones y memorias en estas décadas conversé en esta entrevista al también merecedor del Premio de Honor Cubadisco 2015.

Lo rítmico, ¿es hereditario?

Hijo primogénito de Conrado Pedro Monier Chivas (Tito Monier), un destacado y carismático músico y lutier, y de Elisa María Ribeaux Maceo, nace en Guantánamo, en el seno de una familia imprescindible para la historia de la música local. En casa, entre sones, boleros y changüíes, junto a sus hermanos hoy también destacados músicos, empieza a surgir la vocación.

“Papá era carpintero ebanista, hacía todo tipo de instrumentos musicales y sabía tocar la guitarra. Incluso se hizo trovador. Poseía gran voz de sonero, con un timbre peculiar, y amaba la música; algo que trasmitió a los cuatro hijos.

“Todos nos inclinamos por la manifestación y la estudiamos en Guantánamo en 1963 en la academia que dirigía Antonia Luisa Cabal, mi segunda madre; ella me orientó, pulió el talento que vio en mí y no la defraudé. Al graduarme, regresé a trabajar con ella hasta sus últimos días. También recibí lecciones de Rafael Inciarte Brioso y Rolando Fernández, figuras decisivas en mi formación.

“En la ENA de La Habana cursé nivel medio. Había hecho el pase de nivel en viola, pero tenía las manos muy pequeñas y tuve que cambiar a saxofón, aunque también sabía tocar piano y violín, algo que me ha servido mucho a la hora de escribir para los diferentes formatos musicales.

“En la capital estuve bajo la tutela de grandes profesionales como la húngara Agnes Kralovszky, quien me enseñó música coral, y los saxofonistas Miguel Villarruela y Osvaldo González, con el último de los cuales di los primeros pasos en el saxo. Asimismo, tuve de compañeros a personalidades como Joaquín Betancourt, Adalberto Álvarez, José Luis Cortés (el Tosco)…”

¿Y lo de arreglista-compositor?

“A mí siempre me ha gustado investigar, conocer por qué las orquestas americanas, cubanas y europeas tenían sonoridades distintas; esa indagación alumbró en mí el deseo por hacer orquestaciones propias.

“Orlando Vistel Columbié, ex presidente del Instituto Cubano de la Música, me indujo a participar en los concursos de música popular que se hacían en La Habana para formar una orquesta sinfónica gigante y banda de jazz con lo mejor de la escuela. Mi primer montaje fue para saxofón alto, e interpretó Miguel Villafruela.

“Luego trabajé con Rafael Inciarte, quien tocaba con Compay Segundo, y Juanito Inglés, que trabajaba con Pachito Alonso. Ellos querían defender la música cubana y me nombraron director del conjunto, cuando me quedaban dos años para graduarme. Yo hacía los arreglos y ellos en La Habana lo tocaban. En Guantánamo esas piezas marcaron momentos importantísimos como la inauguración del poligráfico, junto a Omara Portuondo y otros artistas.

“Ahora lo coral, por otra parte, lo llevo bien arraigado en mí: estuve 26 años ininterrumpidos vinculado a ese tipo de formato. La primera vez que viajé al extranjero fue para el concurso internacional de coros en Viena, Austria, donde ganamos el segundo lugar con piezas cubanas, que adapté junto a Conchita Casals, ex directora del Lírico de Holguín.

“Desde entonces he hecho composiciones de obras de Nicolás Guillén como La tarde pidiendo amor, Mulata, Me vendo caro, con las que obtuve el tercer lugar en un concurso nacional en 1988; además con el Canto del bongó, a la que le incluí reginas del changüí, conquisté mención en el Concurso de Música Coral que auspician la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical y el Instituto Cubano de la Música. Todas por composiciones auténticas.

“Soy más arreglista que compositor. Porque el primero abarca muchas áreas del conocimiento, requiere mayor bagaje cultural, demanda explorar múltiples aristas musicales, para ponerle los diferentes instrumentos a las letras de un autor, ello garantiza que las obras triunfen o perezcan en el tiempo.

“De hecho, mis primeras creaciones para coro fueron a partir de desarreglar lo que estaba hecho, incluso con obras de Electo Silva, lo que me trajo algún que otro problema, pero era cosa de jóvenes siempre ansiosos por crear.

“También incursioné como productor discográfico de fonogramas como Semblanza Musical Guantanamera (1985), Cantan los niños (1995) que obtuvo el Premio EGREM de Música Infantil; Me doy a Querer (2004), del Coro Masculino de Guantánamo; Mi Aldea (2004), de la Banda provincial de Conciertos; así como Reparador de Sueños, de Schola Cantorum Coralina, que obtuvo premio especial Cubadisco en el año 2009”.

Crear es lo único que salva

Hacer arte apenas deja tiempo para el descanso a Monier, demanda casi olvidarse de la familia, estar atrincherados y producir… es una suerte de esclavitud consensuada, pero vale la pena sobre todo por la impronta que dejas detrás. Así lo demuestra su contribución a centenares de músicos de las escuelas profesionales de Guantánamo y Santiago de Cuba.

“Ejerzo la docencia desde 1979. Enseño sorfeo, armonía, contrapunto, morfología, y saxofón, además de ser orquestador de la banda de conciertos de Guantánamo, y digitalizador. Ah, y doy clases de armonía popular, algo relacionada con las matemáticas, geografía, historia… ahí uno siempre debe estar preparado; equivocarse con un género implica cambiar de país y estilo”.

En educar y crear se le han ido estos años a Monier, fructíferos tanto en lo profesional como personal y familiar. Habrá que hablar siempre por ejemplo de su tiempo junto a la pianista y su esposa Carmen González Vidal; también cómo a principios de diciembre de 2018 estuvo en Suiza, invitado por la Iglesia católica.

“Interpretaron piezas que arreglé para una misa latinoamericana y cubana; ver el placer con que fueron acogidas, me trajo mucha alegría; porque al final lo importante es que la obra llegue a la gente, ya sea en el repertorio del Coro Nacional, del Schola Cantorum Coralina, el cuarteto Vocal Vidas u otro conjuntos de Venezuela, España, Canadá, Chile, Argentina, que tocan obras a las que agrego mis compases”, concluye Conrado.

Monier es un hombre de excesiva modestia, sin embargo, detrás de esa sonrisa picaresca que lo distingue está una vida de consagración y méritos que lo colocan a la vanguardia del arte en Guantánamo y Cuba al hacer la primera adaptación para Orquesta Sinfónica de una pieza del ancestral y autóctono género changüí, interpretado en la clausura del Cubadisco 2010, en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba.

Mientras otro éxito fue la versión vocal e instrumental de la pieza norteamericana Tie A Yellow Ribbon Round The Old Oak Tree, interpretada por más de 100 bandas de concierto y coros del país, el 12 de septiembre de 2013, en reclamo de la libertad de los cinco cubanos prisioneros en Estados Unidos.


Continúan tertulias Al Sur de Mi Garganta, por centenario Carilda Oliver Labra

Los museos y su importancia fue el tema central de la tertulia que auspicia el proyecto Al sur de mi garganta en el año del centenario de la poetisa Carilda Oliver Labra.

En la casa de Carilda Oliver Labra, junto a sus cenizas ,  el proyecto  invitó a los directores de los museos a concientizar  sobre la importancia de esas instituciones.

La situación de los espacios y edificaciones, las colecciones y su presentación, así como la forma de captar el interés de los usuarios fueron temas que el público asistente compartió con los ponentes.

Paralelamente los asistentes realizaron un recorrido por la casa donde actualmente se exhiben los objetos personales de la poetisa mediante fotografías, documentos, ropas, zapatos, sus máquinas de escribir y abanicos entre otros objetos.

Raydel Hernández, promotor y realizador del proyecto también explicó la historia de sus libros y anécdotas con personalidades de la cultura nacional e internacional.

Como es habitual no faltó el momento musical, con el maestro Franco Rivero al piano, quien interpretó más de cinco temas y como siempre incluyó los del maestro Ernesto Lecuona del cual es especialista.

La tertulia finalizó con un café atípico servido en las tazas que tienen grabado su nombre y se le agregó –además del café– una pequeña foto con la imagen de la novia de Matanzas en su primera juventud.

Las tazas con el logotipo de » Carilda café,» fue una idea de la dirección de la tienda Variedades de la Calle del Medio  y que se acompañaba con un bombón.

Las actividades por el centenario de Carilda Oliver Labra se extenderán hasta enero de 2023 y  preven presentaciones de libros y jornadas afines a la labor de la poetisa en vida.

 

Caridad Oliver Labra recibe de manos de Luis Morlote Rivas, en aquél entonces  presidente nacional de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), el Premio Maestro de Juventudes, en el Pabellón Cuba. (FOTO ARCHIVO)

Ernesto Valdés Barceló ¡Maestro de Juventudes!

Un reclamo de muchos rompió uno de los pocos silencios de la última asamblea provincial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), aquí: «¿Hasta cuándo no contaremos con un Maestro de Juventudes?», preguntó una asociada, y detrás muchas otras voces apoyaron la interrogante.

Pasados unos meses, la buena nueva saldó una deuda —para muchos—, una injusticia —para otros— y consecuencia del fatalismo geográfico —para los más pesimistas—. Sancti Spíritus ya tiene su primer Maestro de Juventudes, la máxima distinción que otorga la organización que aúna a la más joven vanguardia artística.

«Me tomó por sorpresa y no solo porque partió de la AHS, a la que respeto muchísimo porque cuenta con jóvenes valiosísimos —refiere aún con el asombro en el rostro, Ernesto Valdés Barceló, locutor desde hace seis décadas en Radio Sancti Spíritus. Lo digo porque tengo conocimiento de que lo han recibido personas de mucho prestigio en nuestro país y yo solo he dedicado mi vida a la profesión y sí he formado a muchas generaciones».

Habla y resulta inevitable no sentir que el tiempo no ha mellado el amor, la entrega y la responsabilidad en su encuentro con el micrófono. Siempre es una sorpresa entre quienes lo descubren de frente. Ya suman 79 abriles, y en su voz apenas hay un asomo de las huellas de los años.

«La locución es una profesión que hay que querer como una familia. No es querer ser popular o ganar dinero, sino que precisa ser parte intrínseca tuya».

Lo descubrió desde el primer día que puso un pie, en octubre de 1962, en el equipo de ondas cortas que se encontraba en el mismo local de Radio Nacional, luego Radio Sancti Spíritus.

Bastaron dos años entre aquellos aparatos, capaces de trasladar hasta diferentes puntos de la ciudad del Yayabo la señal, para enrolarse en el colectivo de artistas, no como un ajeno sino como un seducido. De tanto ver y preguntar también, lo primero en domar fueron las grandes máquinas de cinta.

«Pero hubo necesidad de cambiar al personal de las transmisiones y en la reunión se percatan de que Valdés se quedaba sin trabajo. Entonces, alguien comentó que tenía buena voz y mencionan que podía incursionar en la locución».

Sin tiempo que perder, Arsenio Madrigal, entonces director de la emisora, anunció su estreno. El bautismo de fuego sería la última hora de transmisión del día, bien cerca de la medianoche.

«Me entró un miedo terrible. Se trataba de dar la hora y presentar música. Cada cierto tiempo le preguntaba al operador de sonidos cómo lo hacía y así pasó ese primer tiempo».

Junto a él, además de los oídos de casi toda una ciudad, estaban los de sus compañeros de trabajo. Al otro día, la propuesta resultó comenzar desde las seis de la tarde, lo que significó una mayor complejidad.

Inconforme como es hasta la médula, Ernesto Valdés Barceló, luego de aquellos sustos tomó una decisión: no sería locutor y con algún que otro argumento entró a la oficina del Director.

«Arsenio era muy tenaz y cuando me escuchó solo me respondió: no se te vuelva a ocurrir volver a decir eso. “Tú vas a ser locutor por mis pantalones”. Después de eso no pude negarme. Entendí entonces que ese sería mi trabajo, pero sabía que estudiar y aprender mucho eran mis únicas posibilidades para subsistir.

«En aquel momento no se conocía de técnicas de locución. Sin aquel colectivo realmente no hubiera podido llegar hasta hoy».

Y la nostalgia le aflora en la fuerte voz que luego se hizo familiar en más de un acto importante de la entonces provincia de Las Villas, luego en Sancti Spíritus, y en tantos programas radiales, que enumerar cada uno resulta un desacato a la concisión periodística.

Por eso hablar con Ernesto es escudriñar en las raíces de la radio en Sancti Spíritus. Entre tantas anécdotas, todavía se estremece tal y como lo vivió cuando se convirtió en 1972 en Locutor A, la máxima calificación entonces. Pero a la euforia la acompañan otros añadidos: fue el primero en la provincia de Las Villas y de los pocos en el país.

Lector empedernido. En el tablet, que no lo abandona desde que Radio Sancti Spíritus recibió una inyección de tecnología, guarda libros que le roban las pocas horas de descanso. Además de ponerle voz a programas dramatizados e informativos se divide como profesor de quienes apuestan por conquistar el éter.

«En el año 2005 me llamaron para formar parte del tribunal de evaluación de la región central del país. Y desde el primer día supe que había que tener en cuenta el sentido de la humanidad. Y es que en ese ejercicio de tanta responsabilidad no podemos olvidar que quienes evaluamos un día también estuvimos del otro lado».

Tanta entrega y pasión por el medio radial recibió el mejor de los agasajos en el 2007. Fue reconocido el 22 de agosto de ese año con el Premio Nacional de Radio. Con anterioridad ya contaba con la condición Artista de Mérito, además de otros muchos que engordan su currículo como la Réplica del Machete del Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, la Medalla de la Alfabetización y el Premio Caracol en Locución.

«Cuando me llegó la edad de la jubilación no me quería ir, pero me obligaron algunas necesidades familiares. Estuve cinco años separado de la radio y la extrañé».

—¿Por qué nunca conquistó horizontes fuera de Sancti Spíritus?

—Siempre quise dedicarle mis esfuerzos a esta, mi provincia. Aquí está mi familia, he cosechado muchos amigos, mi vida toda.

Y un día, sin esperarlo, recibió un mensaje. Necesitaban que se incorporara a trabajar en la revista informativa Como lo oyes, de Radio Sancti Spíritus.   

«Acepté, pero no como conductor, pues sentía que por haberme distanciado había perdido las competencias que exige ese rol y me reincorporé como locutor».

Desde entonces, sus días son rutinas. Sale temprano desde casa. Se sumerge en el diarismo radial. Para cualquiera tenerlo cerca es una fiesta. Antes de que la tensión se le acomode en su cuerpo al ver encendida la luz de «Al aire», ameniza la jornada con sus anécdotas y consejos siempre en ristre. Demasiados saberes aún le restan por compartir.

«Fue de esa forma, como es, que aún con estos años estoy aquí».

—¿Y estarás, Valdés?

—Ojalá y sea por mucho tiempo más.


En Islas Gilbert con Delfín Prats

Delfín Prats casi no escribe. Lee, o más bien relee; ve algún que otro filme, algunas series… anclajes que le permiten sobrevivir a la fuerza de la rutina en la intimidad en las pocas paredes de su casa. Pero Delfín Prats –Maestro de Juventudes de la AHS, poeta mayor de Holguín– casi no escribe. Ha dejado sobre el papel los versos suficientes para asegurar la permanencia. En algún momento pensamos que su poesía completa, El brillo de la superficie, publicada en 2018 por Ediciones La Luz, sería definitivamente completa, aunque con Delfín –nominado en varias ocasiones a un Premio Nacional de Literatura que merece desde hace tiempo, por las múltiples resonancias de su obra, sobre todo en los jóvenes, que le admiran como ese poeta joven que también es– albergábamos la esperanza, la posibilidad, el deseo, de un texto nuevo.

Fotos cortesía del CPLL Holguín

“En mi juventud tuve un momento creador que me permitió escribir diez, doce textos, pero después me he caracterizado por volver al silencio, no salen los poemas. A la hora de mirarme como creador no hay una continuidad, ni un oficio de poeta, como puede observarse en muchos otros notables, o muy buenos; soy un poeta a saltos”, dice el autor de Para festejar el ascenso de Ícaro y Aguas.

Por eso nos alegramos cuando supimos que el poeta escribía y reescribía un nuevo texto; que el poema, aunque prolijamente, “salía” del horno de la creación. Y que varios fragmentos eran leídos por Delfín en alguna que otra peña o espacio literario. Poco después, “Islas Gilbert” –como se titula el texto– llegó a las plataformas digitales, circuló en los vericuetos de Internet. El poema se abría a las constelaciones una vez más.

Islas Gilbert: el descreer

O mejor: el no surgir el deseo de amamantar

Ídolo además del pueril silencio

Y el labio está yendo por los dos frutos maduros en sazón

Estupefacto ante la maravilla del bosque rotundo que ya se adentra en la

noche anclada

Y eros acecha desde las trampas suyas y busca pieles que sean

Tambores en el éxtasis —tahitianas o maoríes—

eros jazz eros cópula —garito—

Ah que escapes círculo de fuego a tu condición de gruta

Ah que rehúyas el delicado tacto de un dígito hambriento

Ah el discurrir de las horas que reconocemos como días…

Esta vez Islas Gilbert se publicó en formato libro-arte, como homenaje al cumpleaños 76 de Delfín, el pasado 14 de diciembre, gracias a la iniciativa de la Promotora Literaria Pedro Ortiz Domínguez, del Centro Provincial del Libro y la Literatura de Holguín, en suya sala Adelaida del Mármol fue presentado el texto, con el apoyo también del Taller de Papel Manufacturado y Ediciones Papiro (sello que le publicó su mítico Lenguaje de mudos).

Fotos cortesía del CPLL Holguín

Islas Gilbert parte de los incendios de la Amazonía, hecho que destaca en el momento en que el poema se concibió. Un poema es algo que no se puede rastrear mucho cómo se hilvana: a partir de un prototexto se enriquece con otros elementos exteriores hasta que se compone la obra en sí. El acercamiento a esta geografía distante fue a través del documental Kiribati, donde se ilustra la vida en esos parajes, unas islas del Pacífico que constituyen un país”, comenta Delfín.

Sus presentadores –Luis Yuseff, director-jefe de Ediciones La Luz, y Moisés Mayán, uno de los más reconocidos autores jóvenes cubanos– aprovecharon el espacio para dialogar sobre la obra del Premio David de Poesía en 1968 y su impronta en nuestras letras.

Luis Yuseff: Estaríamos más tristes sin el duende de Delfín Prats en nuestras calles

“La Luz siempre ha estado muy cerca de la obra de Delfín, uno de los autores más presentes en nuestro quehacer. El primer libro suyo publicado en nuestra editorial es el tríptico Eclipse de las almas (2006), que cuenta con un valor excepcional, al ser el primer texto verdaderamente de peso que se publica en la editorial, de un autor consagrado, pues hasta ese momento se había dado a conocer la obra de escritores muy jóvenes, casi siempre sus primeros libros. A partir de unos manuscritos prácticamente apartados por Delfín, Adalberto Santos se encargó de realizar esta compilación, que tiene como valor añadido dentro del trabajo de la editorial, ser primer libro con cubierta en cuatro colores de La Luz. Delfín Prats nos trajo color a todo ese trabajo monocromático horrible que quedó detrás, y nos abrió de esa forma las puertas a la poligrafía holguinera.

En 2010 se decide crear una colección bastante austera, con el propósito de divulgar la obra de aquellos autores miembros de la AHS que estaban por salir, al alcanzar los 35 años de edad, y no habían logrado publicar ningún libro. Recordemos que la editorial se funda en 1997, pero estuvo muchos años sin publicar. Por ese motivo se le ofrece prioridad al movimiento bastante interesante con que contaba la Asociación y creamos la colección Analekta, muy fácil de diseñar… El primer número de esta colección fue exactamente unos poemas de Delfín Prats, que no habían sido publicados: Los mundos y las sombras.

Fotos cortesía del CPLL Holguín

Un poco antes, en 2002 o 2003, cuando Gabriel Pérez era Jefe de sección de Literatura y estaba frente a La Luz, decidió fundar una peña literaria para la promoción de los jóvenes creadores locales: “Abrirse a las constelaciones”, espacio que ha ido evolucionando en un salón de presentaciones y en una colección dentro de las tantas con las que contamos en la Editorial, pero esta es dirigida fundamentalmente a quienes publican por primera vez, devenida además en homenaje permanente de los jóvenes a nuestro Maestro de Juventudes.

Con todo este camino andado no nos quedaba otra opción que reunir lo que en ese momento se consideraba su poesía completa, El brillo de la superficie. Por suerte a veces Delfín miente, porque al cabo de los dos años apareció con la sorpresa de un nuevo poema bellísimo. A pesar de que nuestro texto no sea una recopilación completa, nos encanta el hecho de que la obra del poeta está con vida y que nos seguirá sorprendiendo con uno que otro texto. Por suerte en 2018 la Feria del Libro en Holguín se le dedicó a Delfín y fue el momento oportuno para hacer una reedición del texto y convertirlo en audio-libro.

Nos queda como proyecto que aún no se concreta, el de reunir la prosa de este prominente escritor, trabajo que lleva mucha dedicación editorial para que sea un producto respetable el que se conciba. Es una suerte que esté con nosotros, Holguín fuera más triste si no estuviera el duende de Delfín Prats apareciendo a cada momento por estas calles tan grises y hostiles”.

Sustracción del círculo de fuego

A la embestida oral

Endurecimiento del tronco de ébano

—alzado sobre frutos maduros en sazón

Al roce de labios en desembocaduras de ríos

Si se quiere—

O de ecos suaves de voz por la eclosión de géiseres

Que dan paso en las cavidades al canto órfico

Y al esplendor del Tao

Nada como un cuerpo que resguarda sus olores

Para una madrugada donde se adormecería el asaltante

De llegada calma hasta la puerta que guarda hiena o viejo buitre hembra

Prohibición de tocar el círculo de fuego

Perro de llamas y maldito el ejecutante del rito

De enviar la carta en porcelana que ya debe ser desterrada

Pero la miseria, caballo, cabildo de la noche cuando apetece

El águila por poseer archipiélagos en los mares del sur…

Fotos cortesía del CPLL Holguín

Moisés Mayán: Delfín es una de las piedras fundacionales de la literatura holguinera

“Una de las cosas que se le ha achacado siempre a Delfín es que se ha pasado mucho tiempo sin escribir, que se ha negado a producir nuevos libros de poesía, aunque ha publicado mucho, incluso recientemente libros como Aguas, El brillo de la superficie, poesía completa realizada por La Luz, o la antología de Ediciones Holguín, recoge textos de hace mucho tiempo. Sin embargo, en 2019, tuvo otro pulso creativo y sorprende con este largo poema denominado “Islas Gilbert”, desencadenado por los incendios en la Amazonía, las ideas metafísicas que han estado con él desde sus primeros libros, y el regreso a su vida del Eros; o sea, desde sus primeros poemas, su creación está signada por esa presencia del Eros. Ese año nos leyó por primera vez el poema en la sede de Ediciones Holguín, donde nos cuestionábamos si éramos partícipes de un momento de ebullición creativa para la construcción de un largo poema, como es este, o si había regresado para sorprendernos con un libro.

Como su cumpleaños coincide con el Día del Trabajador de la Cultura y aquí en el Centro del Libro hemos estado haciendo este Taller de Papel Manufacturado, en coordinación con la Editorial Cuadernos Papiro, quisimos de una forma muy artesanal obsequiarle un ejemplar de este poema que, aunque ha sido publicado en Internet, no tiene una edición de papel. Es el mínimo reconocimiento a una de las piedras fundacionales de la literatura holguinera, con una obra que nos alienta, nos ayuda a continuar en medio de esta compleja situación en la que vivimos”.

“Gilbert –escribió Yoandy Cabrera, quien reunió la poesía de Delfín en 2013– no es solo un conjunto de islas, sino también el cuerpo posible y polítropo en que el metaforismo, la naturaleza, el pensamiento, el exilio, la memoria, el deseo, la libertad y el silencio se conjugan. Islas Gilbert pasa de lo insular y geográfico a una somatización del Eros y el lenguaje”.

Fotos cortesía del CPLL Holguín

“Otra vez, surge «del mismo cuerpo el esplendor y el caos»”, añade.

Bueno es el jazz para estos menesteres

De contemplarte embutido en mañanas y en esta mañana

actual que de alguna manera

se reconforta en las persianas de madera de baja calidad

Si pudiera aventajarte: pero ¡qué va!

solo puedo desde aquí ver incendiarse una y otra vez

la selva y acallo el recelo mudo porque un pez precipita

Un pez esculpe

Un pez dormita

Un pez nutre…

Fotos cortesía del CPLL Holguín

“Mi lenguaje es el mismo de los primeros años, pero con cosas nuevas que se suman, que redondean, engrandecen, que dan cuerpo al poeta”, comenta Delfín sin percatarse apenas de la importancia de este nuevo texto. Y aunque añade que después de “Islas Gilbert” no ha “logrado redondear ningún otro poema”, todos sabemos que en cualquier momento, el que menos esperemos, quizá el que él menos espere también, la poesía –fiel pero traviesa compañera– nos hablará nuevamente a través de la voz de Delfín Prats. Y nosotros le escucharemos agradecidos, como en el primer día del mundo, confiando en que el poema se escribirá por sí solo, mientras te exilias en el sueño.

Fotos cortesía del CPLL Holguín

Un soldado de la Casa

«Yo soy un soldado de la Casa», así solía decir de sí mismo Vicente Feliú. Una Casa que ha habitado de muchas maneras y que es suya por derecho propio, porque en ella creemos en sus canciones. Aquí entregó los premios que soñó, homenajeó a los amigos que tanto estimaba, y cantó cuantas veces quiso hacerlo.

Hoy supimos de su partida física, pero nos rehusamos a despedirlo, porque él seguirá siendo el amigo, el hermano, el cómplice de muchas ideas. Cada uno de nosotros lo guarda de una manera especial: fue muy especial para Haydée Santamaría, para Roberto Fernández Retamar, y para todos los que habitamos esta, su Casa.

Nuestros archivos atesoran el relato sincero y agradecido que nos hiciera llegar al término de Un Canto de Todos, encuentro iberoamericano de la canción que él soñó e hizo realidad con nosotros.

Para él, la ovación merecida.

Alamar, La Habana, 21 de septiembre de 2000

Roberto, Marcia:

Sin Fidel, no hubiera habido Moncada; sin Moncada, Haydee; y sin ella, tampoco Casa de las Américas. Y sin Casa, los trovadores hubiéramos sido de una manera diferente, sin las luces de Yeyé nos sembró. Por eso Silvio dice que la Casa fue el útero de la trova, y tiene toda la razón.

Recuerdo el encuentro de la Canción Protesta del 67, que nos clarificó que no éramos solamente unos locos, sino parte de una locura epocal, desde el Primer Territorio Libre de América, por y para el cual venían los más preclaros cantores del mundo a decir y decirnos lo suyo.

Recuerdo el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de 1997, año del treinta aniversario del Nacimiento del Che, en que Casa abrió sus puertas a la canción trovadoresca, poniendo en pie de guerra a todos sus trabajadores en medio de sus bien ganadas vacaciones para que los cantores cubanos y del mundo se reunieran, recuerdo también las tertulias posteriores en Presidencia, en las que muchos nos percatábamos de que Yeyé deambulaba con sonrisa sabiamente socarrona, seguramente con ganas de hacer una gigantesca tortilla de plátanos maduros, para suscitar nuevas conspiraciones culturales.

Recuerdo poco después a la Casa en los encuentros con los más jóvenes trovadores de La Habana, en el proyecto Canciones de la Rosa y de la Espina, como la casa matriz de la más fresca canción.

Recuerdo Casa Viva, el memorable y honorable concierto de los amigos de siempre, disfrutando en el 99 los cuarenta años de la salvaguarda de la cultura latinoamericana.

Hoy arribamos, en 2000, al primer Encuentro Iberoamericano de la Canción Un Canto de Todos.

Solo Cuba por su pertinaz necedad revolucionaria a favor de la cultura, la trova y la Casa de las Américas, hubieran podido convocar a esta locura. Los ochenta y dos participantes de Iberoamérica (cifra cabalística para nosotros), casi todos con escasos recursos económicos, no hubieran ido a ninguna otra parte del mundo a encontrarse. Este encuentro era un clamor de los cantores que se debaten en medio de búsquedas sobre las nuevas preguntas que trae consigo un milenio angustioso y discutiblemente probable.

Un Canto de Todos ha quedado en los corazones de los que participaron y se proponen seguir.

Por todo y por tanto, quiero dejarles en constancia mi agradecimiento personal a todos los compañeros entrañables de la Casa que hicieron posible este Encuentro, en especial a la tropa de Música, y muy particularmente a la loca mayor, María Elena Vinueza, y al mago del sonido imposible, José Luis Hernández.

Sepan que, como siempre, sigo considerándome un soldado fiel a la Casa de las Américas.

Mi abrazo para todos

Vicente Feliú


XXV Festival A Tempo con Caturla de Música de Cámara (Convocatoria)

Online del 2 al 7 de Marzo de 2021 desde Villa Clara-Cuba 

 

El comité organizador del Festival A Tempo con Caturla de Música de Cámara y la Asociación Hermanos Saíz, después de analizar las condiciones sanitarias actuales por la Covid-19 en el territorio nacional, ha decidido que la XXV edición correspondiente a 2021 se realice de forma online y abrir por primera vez a la participación internacional. 

Estará dedicada en esta ocasión a los aniversarios 115 del natalicio de Alejandro García Caturla, 35 de la Asociación Hermanos Saíz, 100 del Instituto Latino de la Música, 95 de la fundación de la Orquesta Sinfónica de Villa Clara, 25 de una de nuestras agrupaciones fundadoras Raptus Ensemble, y se celebrará además el aniversario 80 del natalicio del Maestro Chucho Valdés, quien será el invitado de honor. 

Otras personalidades que se estarán homenajeando serán el Maestro José Antonio Méndez Valencia, Maestro de Juventudes de la Asociación Hermanos Saíz en su cumpleaños 70, y los Premios Nacionales de la Música Edesio Alejandro y Huberal Herrera. 

Desde 1996, A Tempo con Caturla celebra 24 ediciones ininterrumpidas, las cuales han contado con el coauspicio del Instituto Cubano de la Música, el Centro Nacional de Música de Concierto, la Empresa Provincial de la Música y los Espectáculos Rafael Prats y la Dirección Provincial de Cultura en Villa Clara. Así, bajo el patrocinio del juez-compositor Alejandro García Caturla, lo más selecto del arte cubano se ha dado cita en Villa Clara para compartir, intercambiar experiencias, exhibir su quehacer.

El Festival solo tiene carácter promocional, por lo que no se remunerará ninguna participación. Su difusión será a través de las plataformas digitales Facebook, YouTube, Instagram, Telegram, y de las televisoras Telecubanacán, en Villa Clara, y el Canal Clave de la Televisión Cubana, así como las radios emisoras nacionales CMHW, FM Stereo y CMBF radio musical nacional, entre las más significativas.

Preservar el patrimonio inmaterial cubano y universal de cámara y folclórico, darle continuidad a un proceso cultural tan importante como es la realización de esta versión online del festival y a la vez promocionar las noveles agrupaciones internacionales y cubanas que llegarán por primera vez a nuestro evento, son parte de las prioridades del XXV A Tempo con Caturla que desde las redes abrazará disímiles géneros, estilos, manifestaciones del arte y propuestas vanguardistas, por lo cual convocamos a todos los artistas solistas vocales e instrumentistas, agrupaciones cultivadores de la música de cámara, coral, sinfónica, folclórica y electroacústicas, así como también personalidades del mundo académico, musicólogos, investigadores e historiadores para que estén presente en nuestra cita que se desarrollará del 2 al 7 de marzo de 2021 desde Villa Clara para el mundo, y en la cual tendremos el honor de contar con un amplio resumen de lo mejor del catálogo artístico cubano que nos han acompañado desde la fundación del A Tempo.

Hacemos también un llamado a otras manifestaciones (Danza, Artes Escénicas y Plásticas) a que se unan a esta edición, que sin dudas convertirá por esos días a Villa Clara en capital de las artes, brindando al orbe un mensaje de justicia y paz. 

 

Maestro Maykel Iglesias

Presidente comité organizador A Tempo con Caturla – Villa Clara, Cuba.

 

Lic. Yatsel Rodríguez

Presidente Asociación Hermanos Saíz – Villa Clara, Cuba.

 

Contactos:

Facebook:@ATempoconCaturla.Festival       Telegram: @atempoconcaturla 

E-mails: atempoconcaturla@gmail.com / maykeliglesias@nauta.com 

WhatsApp: +5354158536 

FICHA DE INSCRIPCIÓN: 

1. Identificación de participantes: solista / pequeño formato / agrupación 
Nombre:
País – Ciudad que representa:
Institución a la que pertenecen:
Breve reseña curricular:
Página web / YouTube / Facebook
 
 2. Identificación del Director: 
Nombre y Apellidos:
País – Ciudad:
Teléfono:
E-mails / Facebook / Telegram / YouTube
Breve reseña curricular
 
Identificación del Coordinador (En caso de tener, no es obligatorio): 
Nombre y Apellidos
País – ciudad:
Teléfono:
E-mails / Facebook / Telegram / YouTube
 
Nota: 
La recepción de la ficha de Inscripción de la XXV Edición del Festival A Tempo con Caturla de Música de Cámara será hasta el 5 de febrero de 2021. 
Esta debe ser enviada vía correo electrónico a: atempoconcaturla@gmail.com / maykeliglesias@gmail.com  
WhatsApp: +5354158536 Maykel Iglesias – Presidente Comité Organizador
 
3. El repertorio a participar deberá estar comprendido entre 25 – 30 min. En caso de una obra sinfónica, o sinfónico-coral se evaluarán el tiempo de duración. El número de obras dependerá de la duración de las mismas.
 
N°  
Título  
Autor/compositor/arreglista  
Estilo  
Acompañamiento  
Duración aproximada
 
 
– Los videos deberán enviarse mediante WeTransfer en Full HD (pueden estar separados por obras y nos responsabilizamos de que se suban a las redes en el orden escogido por el participante. 
E-mails:atempoconcaturla@gmail.com         maykeliglesias@gmail.com
 
– También se solicitará un video corto donde cada director tendrá la oportunidad de brindar un mensaje de fraternidad y vida al Festival, que no debe exceder de 10-15 segundos y deberá concluir sus palabras con la frase: «A Tempo con Caturla». 
 
– Culminado el evento, se le hará llegar digital el certificado de participación a cada solista concertista, pequeño formato, conferencista o agrupación.

La Asociación Hermanos Saíz, eternamente martiana (+Fotos)

Fotos: Denisse Alejo

Un busto en bronce de José Martí, realizado por el Maestro de Juventudes Alberto Lescay, fue develado en el Pabellón Cuba, sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, como parte de las actividades por el aniversario 168 del natalicio del Héroe Nacional.

Al descubrir la escultura, Rafael González Muñoz, presidente de la AHS, reafirmó el carácter martiano de la organización que aglutina a más de tres mil jóvenes creadores de todo el país.

Durante la velada fueron presentados algunos locales dentro del Pabellón que han sido remozados, además se anunció la apertura de una librería bajo el nombre de Calendario, coincidiendo con el premio literario más importante que otorga esta institución cultural.

También, en homenaje al Apóstol, los miembros de la organización realizan múltiples acciones en todo el país, entre las que se incluyen la Cruzada Teatral en Guantánamo, las jornadas literarias Estrofa Nueva en Ciego de Ávila, y Tierra Adentro en Santiago de Cuba.

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo

Fotos: Denisse Alejo