Anverso y reverso de un joven fotógrafo

Cuando era casi un niño Oscar Gordillo Pérez se acercó al mundo de la fotografía con el asombro y la pasión de descubrir algo que cambiaría su vida. Primero probó suerte con la música, pero las notas del bajo eléctrico terminaban convertidas en sucesiones de imágenes…

Luego fotografió las excursiones y acampadas de su familia; realizó videos amateurs donde actuaban sus amigos; fotos de naturaleza, otras de estructuras urbanas; cortos, carteles, spots… hasta que logró estudiar Dirección de fotografía en la filial de la Universidad de las Artes (ISA) en Holguín, mientras en el bar Rino, en el Callejón de los Milagros del Complejo Cultural Plaza de La Marqueta, expone su serie fotográfica Reverso.

Para conocer un poco más su trabajo, el portal del arte joven dialoga con este fotógrafo, realizador audiovisual y diseñador holguinero, miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

Oscar, ¿cómo llegas al mundo de la imagen?

Provengo de una familia que le gusta mucho el senderismo, acampar… entonces yo era el que testimoniaba esos viajes mediante las fotos. Nací en el municipio Báguanos, llevó seis o siete años viviendo en Holguín. Allí comenzó mi inclinación por la fotografía. Incluso hice una exposición pequeña en la Casa de Cultura de allá, con fotos de naturaleza, imágenes naturalistas; tengo, incluso, muchas imágenes de este tipo de varios lugares en Cuba.

“Aunque creo que me inicié primero por el cine, empíricamente. Desde los diez años, más o menos, estoy haciendo videítos amateurs, cosas de muchacho. Videos caseros, como dice la gente, con los amigos. Ellos actuaban y yo estaba filmando, editando… nunca salía, siempre estaba detrás de la cámara y era lo que me llamaba la atención. Cuando ellos querían actuar, yo quería simplemente filmarlos…”.

Además de la fotografía y el mundo del audiovisual te interesa la música…

Sí, en un tiempo estudié música, me interesa bastante. Estudié bajo eléctrico, incluso, llegué a tocar un poco en un proyecto de aficionados. Estuve cerca de dos años tocando en ese grupo llamado Los Chaman, que significa feje de tribu, pues Báguanos es un municipio con abundantes nombres aborígenes, presencia de la arqueología.

¿Qué te atrae más: la fotografía de naturaleza o los espacios urbanos?

Me interesa todo lo que tenga que ver con la fotografía. Me gusta ir probando cosas y lugares donde no he probado anteriormente: he hecho fotografía naturalista; también un tipo de fotografía que lleva más de trabajo de mesa. Dentro de la fotografía creo que lo he manejado casi todo, no en exposiciones, pero en archivos personales.

Dos en la ciudad , fotografía de Oscar Gordillo Pérez

Cuando observamos tus obras notamos una intención por jugar con la imagen y construir y deconstruir interpretaciones diferentes a la original. ¿Te has propuesto esto en tu trabajo?

Es eso prácticamente, el poder de utilizar varias fotos, construir una idea y lograr el objetivo que te has planteado con un poco más de posibilidades expresivas.

En el bar Rino del Callejón de los Milagros se exhibe la exposición fotográfica Reverso, coméntanos un poco sobre ella…

Reverso nace en la Feria de los Trovadores, un espacio donde la AHS tiene un papel importante. La idea inicial era que las obras tuvieran relación con la trova o con la música. Tenía algunas fotos hechas, no es la fotografía simple, es algo más relacionado a las artes plásticas; hice algunos montajes, no muy estilistas, sino expuestos, para que fueran un poquito más gruesos y no un montaje, digamos, perfecto.

“Eso me apoya en cuanto a la idea, pues quise transmitir que Reverso no es una exposición fácil de ir, verla y ya, o de llevarte el mensaje de un tirón. Esa no es la idea, te cuesta un poquito de trabajo organizarla en cuando a la estructura, y es para hacerte pensar un poquito más”.

Discurso, fotografía de Oscar Gordillo Pérez

Dentro de Reverso me llama la atención la fotografía del Cristo de La Habana…

La tomé hace unos años, originalmente era una fotografía muy bonita: el Cristo en contrapicado, con unas rejas que te dan un poquito de tensión, lo encierra un poco, no se le ve el rostro, las sombras largas, pero ya… Y como esta es una exposición a la que quise darle fuerza, que la gente cuando salga vaya caminando y todavía no entienda, pero llegue a la casa y logre entender puse esta pieza.

¿Por eso le añadiste el micrófono?

Sí, le agregué el micrófono, que como tal es una sombra, es otra fotografía que la superpuse y la delimité como otra foto. Pude haber puesto un micrófono gigante con una perfección que pareciera más realista, pero la idea no era esa, sino fotoexponer imágenes, quizá mezclarlas… manejé lo que tiene que ver la unión de varias fotos y también fotos individuales.

“Es más fácil tomar una foto fija que hacer un producto audiovisual, el tiempo que no hago nada que no tenga que ver con el audiovisual lo empleo en la foto fija. En Reverso hay una foto con un plano bien cerrado que te da la impresión de que estás delante de un plano de cine”.

Es común que los artistas jóvenes busquen caminos, se acerquen a la obra de otros creadores, se apropia de referentes… ¿Háblame un poco de tus influencias en la fotografía audiovisual?

Desde el punto de vista del cine, creo que Orson Welles con El ciudadano Kane es un clásico obligado para entender la dirección de fotografía en el cine. A mí me gusta bastante el cine negro desde la fotografía: el protagonismo del director de fotografía comenzó ahí, en los años 50 y 60… De entonces a acá, entre los directores de fotografía prefiero a Robert Richardson y el mexicano Emmanuel Lubezki, ganador de varios premios Oscar por su trabajo con Alejandro González Iñárritu.

“Nosotros los jóvenes vemos la mayor influencia en directores más bien jóvenes o digamos contemporáneos. Creo que lo que se está haciendo ahora mismo en el cine es bastante influyente y debe ser más valorado. Para muchos la dirección de fotografía se ha paralizado un poco, pero no es así, aún sigue avanzando.

“Hay un director de fotografía que me influye mucho: Néstor Almendros, un español que vivió en Cuba, ganador de un premio Oscar con Días del Cielo, de Terrence Malick. Tiene un libro llamado Días de una cámara que es muy necesario para quienes estudiamos dirección de fotografía. También me gusta el cine de Terrence Malick, un cine filosófico; El árbol de la vida es una de sus últimas películas, con Emmanuel Lubezki en la fotografía.

¿Y dentro del cine cubano, existe algún director que te llame la atención?

Fernando Pérez, que es un cineasta de autor. El fotógrafo siempre desea hacer su película y a veces no puede, tiene que trabajar en base al comercialismo, pero lo que más me interesa es el cine de autor, donde puedas experimentar lo poquito que crees que puede ser innovador.

¿Algún director con el cual te gustaría trabajar?

Con Alejandro González Iñárritu.

Estudias actualmente dirección de fotografía. ¿Qué te motivó a adentrarte profesionalmente en esta especialidad?

Me interesa superarme, aprender y conocer bien lo que hago, pues comencé empíricamente y la formación es vital en un director de fotografía. Uno de los objetivos míos de ir a la universidad fue ese, cuando me doy cuenta que la fotografía no es una simple foto, tiene todo un concepto, una idea… cada plano tiene su objetivo, cada iluminación, todo tiene una idea que va en la base y que apoya la historia en general.

¿Pero también has trabajado en varios productos audiovisuales: cortos, spot, diseño…?

He hecho varios spots para televisión, festivales… Hice uno para el Festival de Teatro Joven y otro para el Centro Provincial de Arte, un Salón de la Ciudad. En otro año también para el Salón de la Ciudad hice una especie de making off de un Salón virtual. He apoyado a amigos en varios cortos haciendo cámara, edición, asistente de fotografía… Trabajé en dos ocasiones en el boletín Palco 13 del Festival de Teatro Joven. También estuve en Fuga, con el dramaturgo, actor y director Yunior García, allí hice asistente de cámara, y ahora estuve hice el making off de Cerdo, el más reciente corto de Yunior. Ahora estoy trabajando en el corto de primer año.

¿Qué crees debe tener una foto para ser, digamos, “buena” en el sentido convencional del término?

Primero que todo, una idea, trasmitir una idea. Si lo logra es una buena foto. Como esté compuesta, eso creo que puede ser variado, diferente… no es enfocarse en la foto linda, el ángulo o la composición perfecta, sino una idea, un sentimiento… que trasmita siempre.

¿Qué aspiraciones tienes como artista?

Proyectos grandes, trabajar para cine. Ahora en el ISA, terminar los primeros años lo mejor posible. Quiero hacer un corto de ficción, presentarlo quizá a un festival, hacer, hacer bastante, creo que ahí está el punto clave de la especialidad, estar constantemente haciendo, creando, y no estar paralizado… Ver bastante, buscar, estar informado. Creo que una de las cosas más importantes para un artista actualmente es estar informado de lo que está pasando ahora mismo.

Si finalmente te propusiera una historia para que hagas con ella un producto audiovisual, ¿qué debe tener esta historia para que te interese?

Ahora recuerdo una frase de un director francés que decía que no hay malas historias sino buenas películas. Es un poco contradictoria pero te pones a interpretarla y sí, es así. No es que la historia sea mala, sino que se apoya una y otra.

Fotografías: Cortesía del entrevistado…

Alejandro

Caricia

 

El Cristo de La Habana

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  • Felicitaciones para mi hermano Oscar Gordillo, TITO, el talento sale del corazon del ser humano, de su humildad y buenas intensiones, y tu tienes de sobra, suerte, y mucha prosperidad, que vas a hacer historia.
    Gerar

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