El nombre del joven escritor holguinero Rubiel A. González Labarta destaca en el panorama literario cubano, mientras “arrasa” literalmente con los concursos que se convocan en diversas partes del país. Así lo demostró la entrega del Premio de la Ciudad de Ciego de Ávila en los géneros de Poesía y Cuento, convocado por la filial de Literatura del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en la central provinciaGonzález Labarta recibió ambos galardones y no es de extrañar: su nombre viene sonando en los más importantes concursos literarios cubanos desde que publicó en 2013 Los dioses secretos bajo el sello holguinero de Ediciones La Luz. Mientras se inscribe con éxito en el variado mapa de nuestras letras: el Pinos Nuevos, el Paco Mir… reafirman el empuje de una personal obra lírica y narrativa que, en el caso del Premio avileño, concursó entre 150 obras.
El jurado en el género Poesía, compuesto por Teresa Melo, Carmen Hernández Peña y Arístides Vega Chapú, reconoció por unanimidad su poemario Las regiones devastadas. Mientras los narradores integrantes del tribunal en el género Cuento, Félix Sánchez Rodríguez, Jorge Santos Caballero y Vasily M. P., recompensaron su libro Veinte minutos.
El accésit de cuentos de tema fantástico y sobrenatural La Casa Tomada quedó desierto; por su parte el galardón de reseña literaria Alma Digital 2018 para textos sobre autores avileños publicados en la provincia o en otras editoriales del país, lo obtuvo Herbert Toranzo Falcón, por su reseña del libro del ya fallecido Modesto San Gil, Lejos, después del mar, con un jurado integrado por Katia Sibeira, Fernando León Jacomino y Yuris Nórido.
La jornada sirvió para la aproximación a tópicos como la literatura avileña impresa: con la moderación de Carmen Hernández Peña se realizó una mesa debate sobre el tema, integrada por los escritores José Antonio Quintana, Pepe Quintas y José Martín Suárez.
Además, en la peña Trovándote Plus que conducen Yoan Zamora y Héctor Luis de Posada, leyeron su obra poética autores como Yanaris Valdivia, Masiel Mateos Trujillo y Eduardo Pino, mientras en la Uneac compartieron en un brindis literario.
El Premio de la Ciudad de Ciego de Ávila terminó este año en las manos de Rubiel A. González Labarta, pero ya enfila sus rumbos y lanza la convocatoria para una próxima edición.
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