«Solo lo auténtico no se desvanece»

Nos conocimos en el Curso de Técnicas Narrativas del Centro Onelio Jorge Cardoso. Corría entonces el año 2008, si la memoria no me falla. Carlos Ettiel Gómez Abreu y yo compartíamos no solo las aulas del Onelio sino también esos oportunos encuentros entre creadores que, más allá de las clases, conectaban a espíritus y artistas afines. Los años han llovido desde aquel momento, pero Carlos Ettiel continúa siendo ese muchacho auténtico que cargaba poemas, rimas y palabras. Aún sigue confiando, como yo, en la perdurabilidad del buen arte y su necesaria (r)evolución.

tomada del perfil de facebook de carlos ettiel

¿Es necesaria una actualización de lenguajes y referentes para dialogar con el niño lector contemporáneo, o piensas que las (r)evoluciones de la literatura infantil y juvenil deben marchar por otros caminos?

Sí. Es necesaria una actualización de lenguajes y referentes para dialogar con el niño lector contemporáneo. El niño de hoy es diferente al que fuimos los autores que hacemos literatura para este tipo de público. Algunos problemas, conflictos familiares reflejados en la literatura para niños se mantienen en el tiempo, pero hay que recontextualizarlos. Además, incluir nuevos elementos ficcionales, tramas, mundos desconocidos, personajes diferentes, en aras de diversificar temas, contextos, argumentos… que son infinitos (tantos como pueda imaginarse en varios campos poco explorados); sin embargo algunos autores insisten en repetirse, manteniéndose en su zona de confort. También debe modernizarse y atenderse el lenguaje para que no aparezcan (como suele ocurrir) expresiones del registro que delatan al adulto narrando la historia o como sujeto lírico en el caso de la poesía: el niño lo descubre con facilidad, entonces se distancia; no puede subestimarse su poder de lectura, mucho más variado y rico que el de los adultos.

Aunque tu pregunta compuesta está enlazada con una “o” (disyuntiva) no escojo entre una u otra. Para mí, ambas respuestas son un SÍ. Pienso que las (r)evoluciones de la literatura infantil y juvenil deben marchar por otros caminos. Pocos autores exploran formas o temas novedosos, pero no es la generalidad. No mencionaré nombres ni cuál es el derrotero, baste decir: es aquel que no se halla transitado aún, solo es preciso imaginar.

¿Cómo transcurre tu proceso creativo?

Escribo generalmente por las mañanas. La historia o poema da vueltas en mi cabeza durante el día, puedo soñarlo en la noche y en las primeras horas lo paso al papel. También suele llegar la inspiración a otra hora. En ese caso no espero a la mañana, debo sentarme de inmediato para no olvidarlo, pues es un crimen desperdiciar ideas. El ritmo biológico está más arriba y el cerebro más fresco entre las siete y las diez de la mañana. Para cada género no es igual el proceso creativo. La poesía demanda alta inspiración, dominio de elementos formales, más libertad espiritual. La narrativa, mayor concentración y dominio de toda la trama ya contada, características y lenguaje propio de personajes; conocimiento claro de las escenas, resúmenes, indicios, catálisis, conflictos e informantes en cada capítulo, a fin de sugerir sin regalar; que no haya efecto sin causa, que todo lleve a dos o más lecturas en la corriente subterránea de sentido, que se resuelva solo lo justo, sin excesos ni insuficiencias en ninguno de los ingredientes anteriores. Intento de manera primordial cumplir con la ley del interés (mostrando solo la punta de iceberg). 

Algunos critican las técnicas aprendidas en el curso Onelio. Es cierto que deben emplearse de manera natural sin evidenciarlas burdamente; pero en mi criterio, su dominio y uso consiente deriva en resultados maravillosos: son imprescindibles para que el texto no sea mero relato y cobre verdadero valor estético literario.

La poesía clásica rimada, en sus diversas variaciones estróficas, forma parte de tu quehacer literario, ¿de qué manera la tradición puede resultar atractiva al lector de hoy?

La tradición puede y resulta muy atractiva al lector de hoy, en especial la infantil. Estas formas estróficas con métrica y rima son atrayentes para el niño. Las he estudiado para hacer nuevos experimentos que, siguiendo el canon, rompan algunos elementos de su escritura, pero mantengan una parte considerable de la estrofa, a fin de que la innovación sea aceptada por el pequeño lector y los autores; denotándose la intención escritural, la inventiva consciente que debe contribuir a algo nuevo y superior, ser acertada, y no parecer desliz impensado o imposición forzosa. Para rescatar la tradición hay que innovar. Esto debería hacerse también en la literatura para adultos. Unos pocos lo han hecho ya con la décima y el soneto; nadie, con otras estrofas.

tomada del perfil de facebook de carlos ettiel

¿Cuán importante es para ti la arquitectura de un libro en tanto materia estética?

Es fundamental. Cada poema, sección o capítulo debe estar muy bien ubicado y concebido en una dramaturgia general. Por ejemplo: poema pórtico, de inicio de secciones, los otros relacionados en sinergia de contenido, poesía final. (Aunque hay textos aparentemente alocados que son válidos si su diseño es funcional). La calidad de ilustraciones, su ubicación, así como la cubierta son de relevancia suprema, si no son estéticas que te echan a perder el libro.

¿Eres de aquellos autores que juzgas a un libro por su cubierta?

No juzgo a un libro por su cubierta, me baso en el autor, tema y nota de contraportada.

Por otra parte, me gusta que mis libros tengan cubierta atractiva, porque los escritores hacen como yo, van a leer detrás los elementos de interés sobre el volumen; pero el público en general no hace esto. Solo mira la cubierta: el rostro del libro, la carta de presentación. Cuando la cubierta es mala, el lector no compra el libro, ni siquiera lo pide para hojearlo.

En las relaciones del mundo editorial (con agentes, editores, ilustradores, etc.), ¿cuál consideras la más importante por sus repercusiones en la vida del autor?

No sé qué decir. Soy mi propio agente. Los ilustradores son una caja de sorpresas. Los hay muy buenos y los que dibujan muñecos horribles considerados artísticos o interpretan mal el texto que ilustran. Con los editores siempre trabajo por correo electrónico. (Algunos me hacen revisar de más, pues no le encuentran ningún error a mi obra, cuando en realidad siempre hay detalles que pulir). De estas relaciones, creo que la más importante en mi vida de autor se debe a los editores.

¿Por qué crees que el mercado internacional luce, al menos en apariencia, tan reacio en abrir sus puertas a nuevos escritores, fundamentalmente cubanos?

No creo que el mercado internacional esté reacio a abrir sus puertas a nuevos escritores cubanos. La primera barrera es nuestra. Tenemos que escribir mejor. Gestionar más; ya que apenas tenemos agentes aquí, establecer lazos con extranjeros y aprender de su experiencia, no temer a este mundo del mercado que tiene sus complejidades. Para quien vive en un pueblo aislado, sin la tecnología, relaciones ni recursos de las capitales de provincia o La Habana, este reto es mayor, pero no hay puerta que no pueda abrirse si la empujamos fuerte.

Entonces, ¿existe una verdadera apertura editorial del talento nacional a otras oportunidades más allá de nuestro contexto geográfico?

Hay una discreta apertura editorial del talento nacional a otras oportunidades más allá de nuestro contexto geográfico a partir del lento desarrollo de Internet en nuestro país, el temor y la falta de gestión, iniciativa o esfuerzo de los autores por explorar estos terrenos. Algunos se han decidido. Falta mucho camino por andar.

¿Está el niño listo para leer sobre todo tipo de temas, para conocer todo tipo de personajes, o piensas que el escritor debe ejercer algún juicio, de tipo estético pero también de cualquier otra índole, a la hora de abordar determinadas realidades?

El niño está listo para leer sobre todo tipo de temas, para conocer todo tipo de personajes. El escritor debe presentarlo con tacto, mesura, buen gusto estético, pero sin miedo a ningún tipo de argumento complicado. Esto lo tienen claro autores como Luis Cabrera, Mildre Hernández, Eldys Baratute, entre otros.

tomada del perfil de facebook de carlos ettiel

¿Existe la autocensura?

Sí existe la autocensura, porque muchos piensan en qué dirán los lectores sobre la trama de su texto cuando abordan un asunto difícil. En algún momento he vacilado, pues hay temas duros, cuyas interpretaciones negativas pudieran acarrear problemas al autor. Esto ocurre mucho con el humor, la crítica social, la ironía, los temas de sexo, etc. Desde hace tiempo intento no autocensurarme. Que sean otros los que me digan que está “muy fuerte”.

¿Qué lugar ocupa, dentro de tu producción, la literatura escrita para adultos? Tengo la impresión de que no es el área más conocida de tu trabajo…

Sesenta por ciento para niños; cuarenta, para adultos. Escribo bastante para adultos, aunque es menos conocida esta producción. (Siempre unos géneros encuentran mayor salida que otros, tampoco ayuda vivir en un pueblo lejos de los centros de poder). Tengo varios libros de décima, poesía, cuento, minicuento y novela para adultos en editoriales como Montecallado, El mar y la montaña, Letras Cubanas. Entre ellos los premios Francisco Riverón, Juan Francisco Manzano y Regino Boti.

El humor es una herramienta de transformación de la realidad. ¿Cómo lo empleas dentro de tu literatura?

Considero muy importante el humor. Ayuda a mantener el interés en el texto, le da realce estético (aunque algunos crean lo contrario), mueve el pensamiento, transforma la realidad. Por eso tiene un lugar distinguido en mi literatura. Tengo varios libros de décima humorística y en casi todas mis noveletas hay una fuerte dosis de humor; a veces sutil, irónico, alejado de los gags y chistes poco originales o discriminatorios. No considero que sea “menor” una décima cómica cuando el humor maneja los resortes esenciales para un elevado nivel estético de este difícil género que, como bien se dice, es muy serio aunque trate de provocar sonrisas.

¿Cuál sería tu lector ideal?

Cualquiera que se acerque a mis libros con el único propósito de disfrutar. Sin interés de aprender nada ni analizar los atributos de lo escrito. Solo por divertirse, emocionarse, encontrar deleite para su espíritu.

En los tiempos actuales, ante las (in)certidumbres que enfrentamos como creadores en un panorama nacional e internacional cada vez más cambiante, ¿a qué puede el artista aferrarse?, ¿qué es lo sólido?, ¿qué no se desvanece?

El artista puede aferrarse a los clásicos, a su intuición, a la musa que lo impulsa por senderos de espíritu y emoción, reflejando lo cercano y a la vez lo universal, los símbolos y valores, lo efímero y pueril. Lo sólido es lo sincero, el escritor no puede engañar, construir, aprovechar tendencias, sino soltar el alma. Solo lo auténtico, original y franco no se desvanece.

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