Báguanos es un batey azucarero, un lugar que bien define la expresión “dulce por su azúcar y fraterno de corazónâ€. Es, además, la cuna de un fuerte movimiento cultural que ha trascendido las fronteras territoriales y le ha legado al paÃs un grupo de artistas y escritores que luchan por mantener latente su identidad por encima de todo.
La graduación de mi grupo fue en el Monumento de Dos RÃos. Siento orgullo que en este sitio histórico me entregaran mi tÃtulo y me reconocieran ser una de los dos mejores expedientes de mi año.
Ha sido complejo llevar mi obra desde aquÃ. He soñado con realizar más, interactuar con otros músicos, otros formatos, pero desde un municipio se hace muy difÃcil. Me he perdido importantes momentos artÃsticos de la ciudad. Sin embargo, siempre he dicho que soy de Báguanos. Aprendà a quererlo. En el orden artÃstico lo que recibo es el impacto, la espiritualidad de las personas del pueblo.
Calidad y talento hay: no tiene precio una bella canción, profunda, enaltecedora. El tiempo y las oportunidades la equilibran dándole su lugar, su luz.
Estudiar esa carrera me abrió las puertas al mundo del arte y probablemente a una visión particular acerca de las cosas. A la semana de graduarme llegó la citación para el servicio militar y al cabo de un año y unos meses comenzaron a llegar las canciones. Al principio no me planteaba escoger entre la música y el teatro, pero la vida me puso en un punto en el que no puede escapar de lo que realmente me hace feliz: cantar.
El proceso creativo de los trovadores es super curioso. Se de algunos que para componer se encierran en su habitación y salen al otro dÃa, despeinados y hambrientos. Otros se van al bar, piden un trago, y entre el bullicio de la gente y el sonido de las copas escriben.
Mira, conozco ese concurso desde que leà un cancionero que publicó Ediciones La Luz del trovador Manuel Leandro y siempre quise participar, pero no tenÃa las coordenadas. Un dÃa una amiga me envió la convocatoria y me animó a que participara, cosa que le agradezco mucho, porque fue una experiencia muy bonita. No solo por haber obtenido el premio, sino por la misma naturaleza del evento. El hecho de que en un concurso de música se cuide y se respete la obra personal de los trovadores y que se desarrollen espacios para que esas canciones lleguen los trabajadores de la industria azucarera, es sin dudas algo admirable.
Con frecuencia en las fotos, junto al trovador, aparece Eva Luna: una niña hermosa y con unos ojos que saltan de la pantalla con la misma esencia de la música.
¡Uf! Es complicado, ahora le dedico mucho tiempo a apoyar la creación y el trabajo de los asociados. Eso es algo que le roba tiempo para mà trabajo, pero hasta ahora todo marcha bien. El problema es que yo soy muy perfeccionista en lo que hago y me gusta sacar de las cosas lo mejor, me gusta ser justo y transparente, en mis funciones como vicepresidente y en mi trabajo como trovador.
Los difÃciles años de la pandemia generaron nuevas alternativas para los artistas. Telegram y sus efectivos chats de voz permitieron que muchos trasladaran hacia allà sus presentaciones. El público fue cada vez mayor y diverso. PodÃas estar haciendo las labores hogareñas y a la vez escuchar, y hasta participar, en un concierto que se hacÃa en vivo desde cualquier latitud geográfica.
Leo CH en la bienvenida al Trovándote 2023. / Fotos: Michel Guerra MartÃn.
Propongo compartir lo que es mi empeño
Y el empeño de muchos que se afanan.
Propongo, en fin, tu entrega apasionada
Cual si fuera a cumplir mi último sueño.Â
Ariel DÃaz, otro consagrado de la canción de autor en Cuba. Fotos: Michel Guerra MartÃn.
Posiblemente debiera poner punto final a esta parrafada, pues lo ha dicho en menos palabras el fundador de la Nueva Trova Cubana. Su canción Proposiciones, cuyo tÃtulo coincide con su álbum de 1988, habla del “empeño de muchos que se afanan†y de la “entrega apasionadaâ€, como si hubiera pensando en los (siempre) quijotes de la canción de autor. Del 11 al 15 de marzo, en esta central provincia, la lealtad los junta.
Ramón David y Rafael Labrada acompañan el espacio interactivo Cuerdas que versan sobre canarios. / Fotos: Michel Guerra MartÃn.
En lo que iba muriendo la tarde, nacÃan conciertos en la noche: Proposiciones, una especie de “todo incluidoâ€. El patio de la Casa del Joven Creador repleto, el humo de los cigarros entre luces y algunos tragos para estimular las cuerdas vocales. Sonaron, durante horas, los acordes de guitarra, la improvisación con Roly Ãvalos y la poesÃa hecha canción.
Pero, en todo evento bien pensado, no pudieron faltar espacios teóricos como “Cuerdas que versan sobre canarios†y “Pablo (por siempre) queridoâ€, conducidos por la musicóloga Miraima GarcÃa y el periodista Damián Betanzos Hernández, miembro de honor de la AHS. Ambos, acompañados por los trovadores Rafael Labrada, Ramón David Sánchez y Pedrito Beritán.
Audiovisuales presentes con la reproducción de “Canción de Barrioâ€, documental sobre la gira de Silvio RodrÃguez por barrios cubanos. Sobresale, el dÃa 14 de marzo, la reunión de la Comisión de Música, previa al IV Congreso de la Asociación Hermanos SaÃz, a realizarse en octubre del presente año.   Â
Ariel DÃaz en la Escuela Elemental de Arte “Ñola SahÃg Sainzâ€. / Fotos: Michel Guerra MartÃn.
Entre proyectos de desarrollo y soluciones tecnológicas transcurren los dÃas laborales de Mario. Tiene 28 años y trabaja en la empresa Copextel, en La Habana. A ese sitio llegó hace cuatro primaveras y desde entonces no ha parado de crecer. Carga consigo conocimientos, oportunidades y experiencias diversas. Sin embargo, no está “completo†del todo.Â
Mientras gestiona el diseño, la programación, montaje y mantenimiento de sistemas automáticos para instalaciones de pequeña y gran magnitud, piensa en tener ese pequeño espacio de tiempo en el que pueda sacar acordes a su guitarra.Â
“Cuando era niño, mis padres no podÃan comprarme un instrumento musical. Mi mamá me confesó que ellos notaban mis aptitudes, pero no podÃan permitirse un gasto asÃ. Tampoco me llevaron a una escuela de música.
“Durante la universidad, vinieron otros amigos que me prestaban la guitarra para practicar, hasta que en cuarto año de la carrera, la novia de uno de ellos me vendió una vieja que tenÃa guardada en su casa. Le faltaban varias cuerdas. Ahà empezó la verdadera etapa de aprendizaje, de manera autodidacta por YouTube, libros y manuales. Al dÃa de hoy sigo estudiando todo lo que puedo, porque se ha vuelto una necesidadâ€.
Mario Sergio nació en la provincia de Villa Clara, pero fue en Ciego de Ãvila donde creció y comenzó a jugar a ser músico desde temprano. Su madre le recuerda que, con apenas tres años, andaba con un palo de escoba cargado, a modo de guitarra, entonando una canción muy popular por aquellos dÃas: Sentimientos ajenos, de David Torrens.
A Villa Clara regresó cuando decidió estudiar IngenierÃa Automática en la Universidad Central Marta Abreu. Intercaló los aprendizajes con sesiones en el coro de la institución, con visitas a El Mejunje y el adictivo consumo de la Trovuntivitis. Para entonces, ya creaba sus propias composiciones, pero no se atrevÃa a mostrarlas.Â
Hasta que perdió el temor. Comenzó a tocarlas dondequiera que iba.
“En Copextel, además, siempre tengo momentos para hacer algo con la guitarra. Ya no hay evento o espacio cultural, dentro de la empresa, para el que no me llamen. En estos tiempos en los que hay tanta emigración en Cuba, creo que es importante que las personas encuentren en el centro de trabajo otras actividades que aporten a su calidad de vida.Â
“Además, en la sala de casa está colgada una guitarra que toco todos los dÃas a cualquier hora, por mero hábito. Es la manera de mantenerme siempre estudiando. Los fines de semana son para la música, siempre aparece algún espacio para tocar, interactuar con público, compartir con amigos y trovadores.
“Creo que el reto está en buscar los espacios para la creación musical, hacer de la casa un lugar para aislarme un poco y desarrollar ideas, dejar dÃas para la lecturaâ€.
“El amor por la música es algo más fuerte que yo. Me ha terminado persiguiendo en todas las facetas de mi vida. Cuando he intentado apartarme de ella, siempre aparece algo o alguien que me anima a retomarla.
“Creo que te permite acercarte a las personas sin que se sientan invadidas. Te conecta fraternalmente con la gente sin barreras de idioma o cultura. Te permite ser escuchado, incluso, antes de comenzar a cantarâ€.
Este año el evento tendrá canal de YouTube y escenario fijo en otras plataformas alternativas, como la página oficial de Facebook de la filial guantanamera de laAsociación Hermanos SaÃz -que lo auspicia- y junto a los hoy socorridos sitios virtuales su programa trascenderá además en transmisiones televisivas desde Cubavisión y el Canal Clave, e igual en actividades presenciales diversas.
Respondiendo a su dedicatoria este año, a la impronta femenina en la obra trovadoresca, se ensalzará a figuras icónicas como la inolvidable Sara González, quien varias veces prestigió el evento en la Villa del Guaso, en tanto dignas herederas de su savia encabezarán los conciertos en tiempo real: la propia Liuba, Marta Campos, Heidi Igualada, Yaima Orozco, Iraida Williams, y otras.
El cronograma mantendrá su habitual peregrinación y descarga trovadoresca en el Obelisco a los Mártires -ahora con elenco local y reducido público-, y sus otros momentos para las artes visuales, la poesÃa, la historia, las presentaciones de recientes Premios Calendario, fructÃferos intercambios teóricos y expediciones artÃsticas a centro penitenciario y a la Brigada de la Frontera.
Este capÃtulo propone cinco nuevos espacios, en el escenario digital, entre ellos Te presento a… y De que callada manera, con contenidos biográficos, música e invitados en lÃnea, y los espacios Fuera de foco y La ciudad que quiero, con retrospectivas de pasadas ediciones, y cápsulas promocionales en homenaje a la Villa de Guantánamo, próxima a cumplir 150 años.
A lo largo de sus 44 años la cita se ha convertido en vitrina del talento de noveles cantautores, apostando por la vitalidad trovadoresca, y esta venidera edición, al decir de los organizadores, será valiosa porque permitirá revisitar y celebrar su trayectoria, ahora desde el alcance internacional e interactivo que le imprimirá su presencia en el ciberespacio.
Prefiero aferrarme a los nacimientos antes que a los adioses. Por estos dÃas de septiembre pero de 1930 verÃa la luz en Guantánamo un hombre imprescindible para la trova, la radio, la prensa, en fin, para la cultura cubana.
Cuando por una escueta nota en la Revista Buenos DÃas supe que mis trovas de marzo no contarÃan con la fÃsica presencia de Lino Betancourt, solo tuve el impulso de derramarme en teclas. La pasada edición del Festival Pepe Sánchez hube de compartirlas con el auditorio y en especial con Fabián Betancourt. Hoy que la radio acerca sus fiestas y, por supuesto, a Lino en su posteridad.
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Lino Betancourt junto a Augusto Blanca. Foto. Pepe Cárdenas. Archivo de la autora.
Cuando el martes 9 de junio de 2015 el dÃa despertaba, una vez más me acompañó la voz del entrañable amigo Lino en una de sus Citas con la Trova. Cuál no serÃa la sorpresa al presentar Mercedes como primer tema. De la firma de Manuel Corona, en mi familia, la canción es mucho más que un nombre.
Conocà a Lino Betancourt algún temprano amanecer  allá por el 2002. Desde aquel dÃa su voz y enseñanzas se hicieron presentes desde las ondas radiales que llegaban al cuarto de la residencia estudiantil en la Universidad de HolguÃn. Por Lino creció la pasión por la trova que ya habÃa sembrado mi abuela materna. Â
En el 2009 Eduardo Sosa y Leydis Torres le otorgaron la Presidencia HonorÃfica del espacio teórico. Gustaba de comenzar cada edición con la interpretación de Tristezas, pieza vertebral de la trova cubana. Para tal encomienda reclamó siempre la interpretación de Cheli Romero, importante representante de la trovadoresca al estilo “tradicional†por estos predios.
A Eduardo Sosa le unió una amistad profunda que trascendió las presidencias de ambos en dÃas del “Pepe Sánchezâ€. Ambos compartieron los escenarios de las conferencias impartidas por Lino e ilustradas musicalmente por Sosa, en Cuba y España y en otras geografÃas que ahora mismo no acierto a nombrar.
Eduardo le profesó el amor y el respeto de los más gratos alumnos. Por eso hoy, cuando interpreta uno de esos temas que nombra de la Banda Sonora de todos los cubanos, puede hacerse acompañar de las esencias históricas que dieron causa de vida a cada canción.
Lino junto al TrÃo Palabras. Foto Pepe Cárdenas. Archivo de la autora.
Por Lino conocimos además la maravilla del TrÃo Palabras. Las convidó en una primera oportunidad para ilustrar musicalmente una de sus conferencias y quedaron por siempre entre nosotros. Lino y las muchachas de Palabras hacÃan un impresionante acople trovadoresco. Era difÃcil deslindar los lÃmites entre la palabra cantada y la guitarra a la oralidad de Lino, porque más bien lograron un impresionante trabajo a voces entre tanta maestrÃa y pasión.
A partir de nuestras andanzas teórico-trovadorescas el maestro se convirtió en un amigo cercano. SentÃa predilección por almorzar en Las Gallegas, restaurant particular especializado en la elaboración del carnero u ovejo como decimos por acá.
Algunos fueron los sustos que Silvina y yo pasamos cuando hacÃa sus escapadas santiagueras. De cuna guantanamera, Lino sintió un fuerte lazo con la hospitalaria urbe, y tenÃa buenos amigos y conocidos a los que gustaba visitar.
Lino Betancourt junto a Yorisel Andino y Silvina DÃaz. Foto Giusseppe lo Bartolo.
Era un hombre muy familiar y como ya he dicho, buen amigo. Nos mencionaba mucho a Deysi, su esposa, cuya partida fÃsica pocos años atrás le afectó sobremanera. Igual conversaba sobre su hijo y con especial reiteración y orgullo hablaba del nieto Fabián. Su casa acogió amigos como Dorita, la trabajadora de la Empresa de la Música encargada de sus viajes y hospedajes, a quien profesó una bella amistad.
Legó una importante literatura trovadoresca impresa y digital. Libros y artÃculos de su autorÃa se convirtieron en materia de obligada presencia en mi librero y mesa de trabajo. Conservo con risas y nostalgias sus originales dedicatorias que iban del verso a la caricatura.
Y como trovador al fin, era a veces un poco bellaco. Gustaba de torturarnos el oÃdo a periodistas y estudiosos con lo atesorado en su archivo personal. Una de sus bromas predilectas fue prometer el obsequio a más de uno del Diario de Manuel Corona. Respecto a esto último hace un tiempo ya me comentó se hallaba inmerso en el proyecto de su publicación por una prestigiosa editorial cubana.
En 1918 fueron compuestas cinco canciones que con el tiempo conformarÃan parte indisoluble de los sonidos de la nación cubana. Manuel Corona presenta a la trascendental Longina;Mujer Bayamesa llega en la representación de Sindo Garay; Miguel Companioni le cantó entonces a una Mujer Perjura; mientras Oscar Hernández en el sendero de una vida triste hallaba una flor y para la posteridad regaló la melodÃa Ella y Yo. Â
El viejo se habÃa puesto un tanto nervioso con algunas incertidumbres logÃsticas. Por suerte, a pocas horas de comenzar la edición, Sosa logró convencerlo.
Cuando el martes 9 de junio de 2015 el dÃa despertaba, ya habÃamos escogido nombre de trova y canción para ella. Sobre las seis de la mañana, la voz de Lino me dio la confirmación y entre contracciones, aquello de creer en el destino. Adriana Mercedes, mi hija de cuatro años, algún dÃa lo sabrá.
Entre las propuestas del V Festival de Canto Adentro -evento liderado por la AHS en esta ciudad legendaria- estuvo la proyección del documental, Trova en la Cuerda Floja, del realizador avileño Jorge Neyra, quien repite su presencia en el certamen de noveles creadores.