Sed de belleza


Prestigio y nuevos derroteros de la editorial Sed de Belleza

Tiene la responsabilidad de dirigirla el joven Miguel Ángel Tamayo Alba, a quien le antecedieron respetables escritores, entre ellos Alpidio Alonso, Ministro de Cultura. «Siempre fue un sueño desde que era promotor del libro y jefe de sección de Literatura en la AHS. Mi objetivo es mantener esa frescura, esa calidad visual que distingue a sus libros», me dijo.

El equipo editorial lo integran los escitores Déborah García, Edelmis Anoceto y la correctora Miriam Artiles.

«El propósito es mantenernos unidos para seguir haciendo buenos libros:  Sed de belleza se ha caracterizado por llevar a los lectores títulos novedosos, de vanguardia, y tenemos el reto de sacar el libro impreso», comentó a la radio.

A la Feria internacional del libro de La Habana llevaron poesía, ensayo, crítica, literatura infantil, cuento, teatro. Y tendrá espacios de homenaje durante la Feria de Santa Clara: un panel, presentación de libros y sorpresas -que no me han dicho- comentó. 

La Asociación Hermanos  Saíz ha apoyado con la propaganda, ya coordinaron una actividad conjunta con la sección de Música para hacer lecturas en comunidades. La editorial participará también en otros importes eventos: las Romerías de mayo, en Holguín; el Mangle rojo, en la Isla de la juventud. 

30 años cumple este 25 de febrero una editorial que se impuso en el panorama de las letras cubanas con sed de belleza.


PREMIO SED DE BELLEZA

La Asociación Hermanos Saíz y Sed de Belleza Ediciones de su filial villaclareña, en coauspicio con la Dirección Provincial de Cultura y el Centro Provincial del Libro y la Literatura de dicha provincia, convocan al Premio Sed de Belleza 2023.

Podrán participar los escritores cubanos residentes en el país, que tengan hasta 35 años, miembros o no de la organización, que no hayan recibido el premio con anterioridad en el género convocado.

BASES

1- Podrán concursar obras literarias en la modalidad de poesía.

2- La extensión de las obras será: un mínimo de 50 y un máximo de 100 cuartillas.

3- Las obras se presentarán a doble espacio, en letra Times New Roman de cuerpo 12, formato carta.

4- Las obras que se presenten deberán ser inéditas, no estar sujetas al fallo de otro concurso y su publicación no podrá estar comprometida con ninguna editorial.

5- Se aceptará una sola obra por autor.

6- Las obras deberán enviarse a la dirección de correo electrónico: seddebelleza@gmail.com. Se adjuntarán dos archivos en formato Word o PDF con el asunto Premio Sed de Belleza, uno con la obra bajo seudónimo y otro con los datos personales del autor (nombre y apellidos, carné de identidad, dirección, teléfono, correo electrónico y síntesis curricular, así como una declaración jurada acerca del carácter inédito del texto presentado y sobre su no inclusión en otro certamen similar).

7- El plazo de admisión vence el 30 de mayo de 2023.

8- Se concederá un premio único e indivisible consistente en diploma acreditativo, 10 000 pesos y la inclusión del libro en el plan editorial de Sed de Belleza, con el consiguiente pago del derecho de autor.

El jurado estará compuesto por destacados escritores y estudiosos del género, elegidos por los organizadores del certamen. Su fallo será inapelable. Si el jurado considera que ninguna obra reúne los requisitos valorados para obtener el premio, este quedará desierto.

El acto de entrega del premio tendrá lugar durante el Encuentro Hispanoamericano de Escritores, a celebrarse en Santa Clara en septiembre de 2023. El ganador será informado con anterioridad a esta fecha vía telefónica o mediante correo electrónico. No se mantendrá comunicación con los autores y una vez fallado el certamen, los originales no premiados serán eliminados.

La participación en este concurso supone la total aceptación de sus bases.


Libros del talento joven

Como cada año, son diversas las propuestas que llegan a la Feria Internacional del Libro de la mano de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). En su sede del Pabellón Cuba, la organización, junto al Centro Provincial del Libro de La Habana, ha preparado, además de la venta de importantes obras de la literatura, actividades recreativas y culturales para niños, adolescentes y jóvenes.

Momentos claves de la jornada serán las presentaciones de las editoriales de la Asociación: La Luz (Holguín), Sed de Belleza (Villa Clara), Reina del Mar (Cienfuegos), Aldabón (Matanzas) y Áncora (Isla de la Juventud), que adornarán la feria con libros inéditos dedicados a figuras de la literatura cubana como Delfín Prats y Miguel Barnet.

Y un encuentro especial será la entrega de los Premios Calendario 2023, en alianza siempre con la Casa Editora Abril, a obras de los más jóvenes literatos cubanos. Ello ocurrirá el día 15, a las 4:00 p.m., en la Sala Nicolás Guillén de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, según declaró Ana Irma Pérez Pereyó, vicepresidenta de la AHS. Además, precisó que durante estas jornadas se presentarán los seis libros galardonados en el certamen el pasado año.

Para los más pequeños de casa, Armando López Carralero viene con su propuesta Duende del Agua, un libro compuesto por romances y décimas, cuyo tema recurrente a lo largo del texto es el agua como símbolo de lo cotidiano, y  a partir de ahí se abordan con sencillez situaciones y problemáticas de la vida diaria.

Bestia Contextual, del dramaturgo trinitario Darién Peña Prada, es uno de los títulos que, mediante un soneto con magistral manejo del endecasílabo, logra inmiscuir al lector en un viaje por los avatares de la vida contemporánea. Esta poesía de inminente carácter humano incita a obviar el camino de la apatía y a ponerse en el lugar de los otros para llegar a producir cambios en esta bestia contextual que es el ser humano.

Otro de los premios Calendario 2022 es El Padrino (según Doubrovsky). Esta propuesta, del egresado de la Universidad de las Artes Manuel Hurtado, hace un contraste entre la ficción y la realidad, actualizando el tratamiento de la familia en la dramaturgia cubana contemporánea. El texto, que además constituyó la tesis de grado del autor, es una propuesta atrayente para las nuevas generaciones.

Los amantes de las novelas de ciencia ficción, con El tapiz del tirano, del joven tunero José Alejandro Cantallops, podrán adentrarse en un viaje fantasioso por la ciudad de Laedas, donde una hechicera tejedora de tapices tiene el encargo de asesinar al nuevo tirano de la urbe, sin embargo, se ve influenciada por sentimientos y emociones que cambiarán el curso de los acontecimientos.

Mucho, señora, daría… Las fibras eróticas de José Martí es uno de los títulos más sugerentes a presentarse en la feria. Este ensayo, de Lázaro Abrahan Pérez, hace partícipe al lector de una cronología de los más íntimos sentimientos del Apóstol y sus historias de amor y desamor, una arista poco abordada e interesante de la vida del Maestro.

El premio David, en la modalidad de cuento en 2017, trae una narrativa atrayente, principalmente para el público joven con Triple C. La historia que David Martínez Balsa recrea no solo alude a las vueltas que da la vida, sino que además logra empalmar la ficción con la realidad, al narrar vicisitudes que jóvenes de una unidad militar pasan durante la pandemia de la COVID-19 en Cuba.


Sed de Belleza 2022 para escritor avileño

El joven escritor avileño Leonel Daimel García Aguilar resultó ganador del Premio Sed de Belleza 2022, en el apartado de literatura infantil y juvenil, con su obra Retrato familiar, otorgado por la Asociación Hermanos Saíz en la provincia de Villa Clara.

Retrato familiar es una novela compuesta por capítulos breves que narra la historia de una familia con dos papás. Está contada desde la perspectiva de un niño que se descubre con una familia diferente e intenta encontrar, entre lo que se dice y desde la legalidad, si su familia es normal o no.

Según el acta del jurado, integrado por Elaine Vilar MadrugaYunier Riquenes García y Maykel Casabuena, el libro “destacó por su calidad escritural, buena psicología de los personajes, el mantener un ritmo y equilibrio adecuado en su estructura y por la ternura con la que acerca al lector a un tema medular como es la familia”.

Muchos piensan que esta obra fue escrita a propósito del Código de las Familias, pero el texto estaba terminado desde 2019, aseguró a Invasor Leonel Daimel.

“Fue curioso que el premio se hiciera público y se entregara, precisamente, el día del referendo, en la noche, pero para nada tiene que ver con eso, fue solo una casualidad”. Una hermosa casualidad, cabría decir.

 

En tan solo cuatro años, García Aguilar ha cosechado varios premios de reconocido prestigio en el país, entre ellos el galardón en la XLIV edición del concurso de literatura y artes plásticas Regino E. Boti, en Guantánamo, con el libro La importancia de los mapas, del cual Invasor dio cuenta en junio último. Según adelantó, a sus cinco libros publicados hasta ahora, se le sumarán, próximamente, tres más.

Uno de esos nuevos volúmenes contará la historia de Manu. “Este libro narra todo lo que hace un niño desde que comienza su día, un sábado en horas tempranas de la mañana, hasta el momento de irse a dormir. En él se profundizarán en la diversidad sexual, identidad de género y la equidad”, precisó el autor.

Agradecido siempre con la AHS por la oportunidad y respetando sus trabajos en la Televisión Avileña y la Universidad de Ciego de Ávila, Leonel Daimel intenta repartir el tiempo para cumplir con todo, poniendo como prioridad, y asumiendo una rigurosa disciplina personal, tener, al menos, un libro terminado al año.


Alcanza otra eternidad la trova santaclareña

Tararee. Cante. Afina su guitarra. Está por comenzar el concierto.

Disfrútelo. Emociónese. Conviva.

¿Quién puede decirnos que no sea la vida una canción…?

                                                                                Geovanny Manso 2011.

Vivir en Santa Clara, a tiempo de ser joven y con el alma abierta a la belleza, te hace susceptible a la trovadicción. Una afección que se adquiere en universidades, escuelas becadas, portales bañados de luz de luna o en los bancos del parque Vidal; pero que se adhiere a tu sistema inmunológico cualquier jueves pasadas las 11 de la noche en El Mejunje de Silverio.

Ese es el “jueves de la trova”, oficialmente bautizado en el “Centro Cultural” como “La Trovuntivitis”. Pero ya no es el único espacio institucionalizado para disfrutar y compartir “tragos y trova”; sino que la propia casa de la Asociación Hermanos Saíz ofrece en tiempos de normalidad (ahora online) “La Hora de la Mameyes”, con el talento del grupo de trovadores jóvenes “La Caña Santa.”

Así, la Trovuntivitis y La Caña Santa son los dos proyectos representativos de la canción de autor en la ciudad (no los únicos, la ciudad cuenta con otros jóvenes cantautores que no integran estos proyectos). Hasta el momento la producción musical de sus integrantes ha devenido especial arsenal de letras y acordes inteligentes que jóvenes y amantes del género tarareaban y se trasmitían de memoria, vivos en la preferencia de su público y en el ambiente cultural de la ciudad.

Sin embargo, la editorial Sed de Belleza nos regala este año un nuevo acercamiento a esa poética colectiva. Acompasada en acordes de guitarra, pero ahora también rubricada en papel, para que podamos manosear cada letra; y regodearnos en el lirismo de cada verso. Y es porque en estos tiempos de confinamiento el sello de la AHS en Villa Clara saca a la luz “La Otra Eternidad”, un cancionero que resguarda para la posteridad temas inolvidables, representativos ya de la novísima trova gestada en el centro de Cuba.

La edición y diagramación de este Cancionero de la Trova Santaclareña corrió a cargo del narrador Alejandro Hernández, Licenciado en Pedagogía por la “UCLV” y actual director de Sed de Belleza; quien nos propone un viaje por la obra de unos 23 cantautores ordenados según su fecha de nacimiento, desde los consagrados de La Trovuntivitis hasta la joven vanguardia artística que integra actualmente el proyecto La Caña Santa. Para concluir con el dúo Círculo de Tiza, porque, aunque son fundadores de La Caña Santa, ellos defienden una línea de interpretación sui géneris que “supone la ejecución de géneros propios del panorama musical de Estados Unidos y Canadá (…) aunque con reminiscencias de la influencia que aportó el movimiento de la Nueva Trova en Cuba.”

Dicho orden cronológico no es ingenuo ni gratuito en ningún sentido, sino que permite al lector avanzar en el gran relato que puede ser la comunión de dos generaciones de cantautores, los momentos de continuidad y de fractura que ha experimentado la forma de hacer canciones que tuvo su primer momento cumbre con el Trío Enserie (Levis Aleaga, Rolando Berrío y Raúl Cabrera); y que ha venido enriqueciéndose con nombres ya inscritos en el pentagrama nacional como Leonardo García, Diego Gutiérrez, Alain Garrido, Yaíma Orozco, entre otros. Hasta adentrarnos en las apasionantes propuestas de Yeny Turiño, la más joven de los cantautores reunidos en este libro.

foto tomada de cubadebate

Cada uno de ellos aparecen identificados por una breve reseña que antecede a las letras de sus canciones, así como por la caricatura hecha a lápiz de Stephanie Rivero Toledo, recién egresada de la Academia Provincial de las Artes de Villa Clara. 

Para la selección de las piezas el compilador confiesa que tuvo en cuenta “ciertos temas imprescindibles por la popularidad y reconocimiento que han alcanzado en quienes escuchan esta música inteligente, y también otros que portan una belleza poética y una factura artística asombrosa.” Así encontramos temas ya clásicos (incluso entre adolescentes) junto a otros que no por ser poco difundidos son menores, todo lo contrario, ensanchan nuestros sentidos hacia el verdadero gozo estético.

“… porque ya eres tarde de agua

eres estruendo, aire, lágrimas y recordarte

parece un aguacero.”

Allí, en La Otra Eternidad, nos aguardan Parece un Aguacero, de Levis; Olor de Roly; La Casa, esa canción de Raúl Marchena que describe a El Mejunje; Los Giros, compuesta por Yúnior Navarrete; la belleza exquisita que nos regala Leonardo en su “Mi primer bolero”; “El Son de Eliodoro” con que nos despabila Yordan Romero, y más.

La moringa es según Bartolo…

Como la sangre del toro.

La moringa es según la ciencia…

Es salud pa´la consciencia.

La moringa es aquí en Cuba…

Para la enfermedad la cura…

Releemos “La Moringa” que tanto nos hace reír una vez que Yatsel Rodríguez sostiene el micrófono; el vigoroso “Tocadiscos” de Yeni; entre tantas melodías populares. Pero también redescubrimos la savia negra (afro) de Yuri Giralt; la ternura con que Amaury Muro aborda géneros tradicionales; la fuerza autoral de Leodanys Castellón desborda imágenes como “le faltan velas al alma”; y las letras cargadas de contenido social que defiende Círculo de Tiza.

Todo esto lo describe el prologuista, Yordan Romero, al afirmar que:

“Estas canciones recorren disímiles géneros musicales, incluso foráneos, y muestran diversidad en cuanto a forma poética, estilo e influencias. Constituyen un ejemplo genuino de la mejor canción cubana contemporánea, que, por supuesto, no se agota en estos textos ni en estos compositores.” 

Ante lo cual vale regodearse en los versos de Alain que dan título a la presente compilación: ¿Y qué más se necesita para escuchar/ leve el zumbido de un ciclón/ avecinando otra eternidad/?

Antecede a La Otra Eternidad: Cancionero de la Trova Santaclareña, el libro de ensayo La Vena del Centro: Trova Santaclareña, escrito por Alexis Castañeda Pérez de Alejo, también publicado por Sed de Belleza en 2010. Este último parte de las primeras descargas que se realizaron en Santa Clara en los años 40, pasando por la trova tradicional, la nueva trova y aterriza finalmente en La Trovuntivitis. Si bien Castañeda nos devela en su estudio la Santa Clara bohemia destinada a una guitarra y un acorde poético en sus madrugadas, Yordan Romero dota a este cancionero de un prólogo que parece continuar la historia hasta el presente.

Nos preguntamos entonces: ¿qué novedades nos traerá la Editorial en los próximos diez años, si en esta última década tanto ha crecido el movimiento trovadoresco en Villa Clara? Queda la puerta abierta para los ensayistas. Por lo pronto, este cancionero de la trova santaclareña probablemente exigirá nuevas reediciones a Sed de Belleza, una vez que la vida retome su curso, aquí en el centro de la Isla; y los trovadictos oriundos y adoptivos le tomen el pulso a la ciudad.


Capítulo #15: Las herrumbres dormidas I

(notas sobre la poética de Dianet Espinosa Barbán)

I

Hay poetas cuyo presunto objetivo es activar nuestras contradicciones y dejarnos en el desasosiego. Hay poetas que la existencia le parece una trampa y juegan a contradecirla, a sufrirla. Hay poetas que interpretan al mundo desde una visión celular de la vida. Las cosas más simples son las más tenebrosas y caen sobre nuestros hombros con esas letras pesadas.

La demarcación del ideal del poeta, por medio de una abstracción en la que subsiste la imposibilidad de llegar a la fuente del deseo, pudiera ser la tarea más importante para el lector que se aproxime a la poética de Dianet Espinosa Barbán (Contramaestre, 1993). Hay algo dantesco en su viaje escritural, tal vez la melodía de fondo, la obviedad del trayecto, lo simple que es para ella sentir y expresarlo, o tal vez sea el concepto de nosotrocidad con el cual nos marca la enfermedad colectiva mediante su libro Las herrumbres dormidas.

Para Dianet, la enfermedad se traduce en existir. Aun cuando todo es luz, cuando todo es materia, estamos sentenciados a caer sobre nuestra imagen enferma. Así nos ahoga en nuestra imagen de felicidad y nos asegura que todo cuanto conocemos está llegando a su fin, y que ni siquiera la memoria podrá salvarlo. Para ella la memoria es una trampa y nos deja ciego.  

El libro que salió bajo el sello Sed de Belleza, editado por Idiel García y con diseño de cubierta de Héctor Artiles en el año 2018, es una respuesta al régimen material del mundo tal y como lo conocemos. La vida es un entrenamiento para aprender a des-poseer. Toda imagen es el fracaso de lo sensible en este mundo. Toda imagen engaña al ojo porque el ojo nunca aprendió a sentir.

El cuaderno posee una estructura externa visible, la cual está compuesta de tres momentos: Otros golpes, Controlarlo todo y Roca de escape

La primera parte del libro (Otros golpes), posee catorce poemas: Fantasmas (1), El fantasma del país…, El fantasma ya no vela, Fantasmas (2), (T)errores, Otros golpes, Principio quirúrgico, Filimor forrado de… , Metamorfosis, Sweet dreams, Segundo piso, Insomnio, Otras sombras y Las sillas.

La segunda parte (Controlarlo todo), es integrada por quince poemas: Meditación de Paul Auster, I, II, III, IV, Impotencia, Sábado, Psicología, Ley fundamental, El Cántico del arco, Controlarlo todo, Campo de espadas, Alcantarillas, Fusilamientos y El roble de los adivinos.

La tercera parte del libro (Roca de escape), tiene quince poemas: 11 de julio, Paisaje, DNI, Amanecer, Ontogenia, Rosarios I, II, III, IV, La hora nona, Kibrot-hataava, Mercado, Roca de escape, Despedida y Regresos.

II

En la primera parte, la autora hace referencia a quien fuera su maestro. La declaración de ponerle a ese segmento del libro “Otros golpes” nos remite al libro “Golpes bajos” de Eduard Encina, poeta y amigo de su Contramaestre a quien le dedica el cuaderno.  

Esta primera parte inicia con el texto Fantasmas (1), el cual nos prepara para una lectura existencialista. La mujer es fuerte, es su propio contrincante. Es capaz de soportar el peso de la poesía y salir entre las zarzas y golpear. Golpea para no perder la fe en Dios, aun sabiendo del enojo que esto pueda causarle al divino, pero golpea. Así como el contexto/la memoria/el sentir la rodea de fantasmas, ella responde con un gesto cuya belleza radica en la violencia de la idea. 

En vez de hablar golpeo.

Golpeo y Dios se enoja.

¿Qué hará tanta gente si mí?

Llego al final del viaje

aún tengo mi vara.

(P .11)

Los golpes del poeta son parte del viaje. Dios vigila ese viaje donde un poeta puede hacerle cambiar de humor. Su otro yo, es una mujer que codicia. Una mujer que sobrevive adherida a un concepto emocional de la existencia. Un concepto que suele hacer vulnerable a los hombres y mujeres, pero que en ella es fortaleza y fe.   

Tener es un privilegio que produce fantasmas.

Producirlos es fácil,

Vivir como ellos para sobrevivir.

(P. 13)

¿Qué puede poseer un fantasma? ¿Para qué ser su igual? ¿Será lo mismo poseer en el mundo espiritual que en la dimensión real de las cosas tal y como la entendemos los humanos? Dianet asume que las posesiones te hacen sobrevivir como fantasma. Aunque para ella las imágenes propias son la proyección de ese conflicto, donde la mujer que ha sido y la que es terminarán por contradecir a quién será.

La mujer de la foto no soy yo:

es mi fantasma.

(P. 13)

Esa mujer es la misma que padece de insomnio, que intenta salvarnos junto a Gastón cada noche. Que ha descubierto que la paz de su país es la supervivencia, sin importar si eres un fantasma o las piedras que constituyen la salvación.

El segundo poema Fantasmas (2), es una consecuencia del anterior. En este las posesiones son los miedos, los recuerdos y los deseos. Algo que si podemos trasportar al mundo espiritual, y tal vez la razón por la que los fantasmas continúan viniendo para asustarnos, amenazarnos y recordarnos que ellos ya no están.

Anoche vinieron. No los sentí llegar ni supe si eran reales.

(P. 14)

Dianet Espinosa parece asumir que los fantasmas la acompañan en silencio como si todo estuviera dicho. Pero aun así, los convierte en figuras y espera respuestas, acción, y movimiento. Espera no dudar cuando se convierta en uno de ellos.

(T)errores es el tercer poema. Es tal vez uno de sus textos más oscuros, donde se anuncia una vida ente sombras. Rodeada de muerte y vida en una búsqueda donde ambos elementos son complementarios a sus deseos.

A veces

siento

el dolor

de ir

 

más allá

de mis orillas.

(P. 15)     

En este poema también hay vasos comunicantes con otros del cuaderno. El tema de las sombras, monstruos o fantasmas dentro de su ideario, denota un desasosiego por construir imágenes ausentes, perdidas en el mundo terrenal y que aún no encuentran formas de cicatrizar. Ese es el tema de Otros golpes, donde las sombras que la rodean son imposibles de evitar.

Personas vivas

me enseñan a no hablar

con los fantasmas.

(P. 16) 

Consecutivos a estos textos llegan otros que introducen nuevos elementos a converger con los anteriores. La autora empieza a utilizar un lenguaje afín con los términos empleados en la medicina y que forman parte de su vocabulario como estomatóloga. En Principio quirúrgico el país adquiere la connotación de Patria, lugar donde habitan héroes falsos. Héroes de viajes terrenales que no liderarán ninguna cabalgata por la fe colectiva.

He visto la patria dar a luz

héroes podridos.

(P. 17) 

Entre sus perturbaciones también está la supervivencia colectiva de la nación. Donde algunos discursos no son de su apetencia. Donde despertar a diario duele y desgasta. Donde el viaje es más lento y sombrío.

¿Es la Patria también un lugar espiritual?

¿Pueden los hombres renunciar a ella?

¿La enfermedad de nuestro viaje es también la de la Patria?

¿Dónde y cuándo amanece para los fantasmas de la Patria?

He despertado.    

Soy fémur/ occipital/ metatarso

la dermis se agotó tratando

de salvar hijos muertos.

(P. 17)

Luego llegan los poemas: Filimor forrado de…, Metamorfosis, y Sweet Dreams. En ellos el silencio es utilizado como símbolo y recipiente para la poesía. La rareza asume un rol común en las distintas imágenes y se anuncia un nuevo peregrinaje. Una búsqueda distinta de las imágenes, una que permita a la poesía y al deseo ensancharse.

Segundo piso, Insomnio, y Otras sombras, son los textos que introducen al sexo como vivencia necesaria. Dianet Espinosa Barbán es de carne y hueso. Es un cuerpo dentro del diseño social histórico del mundo y no puede renunciar a ello. No puede evadir los deseos instintivos, ni a la educación civil que les hemos dado a ellos. 

me llama puta,

pero él está debajo

y esa posición

no es ventajosa.

(P. 22)

La autora empieza a explorar al acto sexual desde el cuerpo femenino. Mujer que persiste en tomar riesgos, buscar sombras y en restaurar la confianza. Después todo es funcional para el cuerpo y los objetos del mundo real. Es entonces cuando llega Las sillas, el poema que cierra este segmento del libro y donde Espinosa hace una comparación entre los objetos y sus funciones aplicadas a su mundo/cabeza.

Treinta sillas

Como treinta monedas

No caben

En mi cabeza.

(P. 25)

Dianet Espinosa busca interpretar la realidad desde elementos no-reales. La comprensión de estos, está dada por sus recuerdos, que introducen desde lo sensorial la necesidad de abolir un falso presente. Buscaba construir su identidad o al menos la imagen más honesta de ella. Se trata de una mujer que respira aunque los muros se le vengan encima.

¿Cómo tolerar la construcción hechas por otros sobre mi imagen?

¿Cómo rehacer la realidad de los objetos que me circundan?

¿Este es un viaje para la locura o la poesía?

¿Quiénes son los fantasmas?


Capítulo #10: El viejo, la casa y ellas

I

La poesía es un Tobogán. Desliza nuestro cuerpo por la aventura del deseo/la presencia/los miedos/la historia del otro/el amor y los abismos del ser. Un juego de acceso a una geografía ilimitada. Un viaje circular a través de varios elementos que componen la identidad del individuo. Un parque astral y perdurable gracias a la escritura.    

Al leer El viejo, la casa y ellas de Yadián Carbonell (Isla de la Juventud, 1989) se puede constatar un proceso escritural poderoso. El libro fue publicado en 2017 por la editorial Sed de belleza. El diseño de cubierta pertenece a Héctor Gutiérrez Bolaños y la edición a Edelmis Anoceto Vega, quienes desde las sombras y anonimato de su oficio contribuyeron a la entrega de un material sencillo y valioso.  

La muestra es un recorrido por zonas sensoriales accesibles del autor. En el libro se utilizan el verso libre y la prosa poética como sistema. No hay metáforas grandilocuentes ni un lenguaje rebuscado. Es una poesía vivencial. La experiencia como puerta ante el viaje. Un recorrido que el poeta siente necesario pero no lo sufre. La angustia es una resonancia implícita e impone una voz agradecida y bella.   

Se trata de un cuaderno personal donde la relación hogar-individuo-familia se proyecta con su rostro más sincero. La familia representa el eje fundamental de sus estímulos y se muestra dispar/dolida/ausente. Un hogar lleno de relieves afectivos, sin énfasis en normas sociales. 

La tribu, como la declara el autor, tiene en la figura del abuelo, un sentido fundacional. Un origen que conecta al sujeto con los espíritus de la tierra e instala la convivencia como ley.

  • El tiempo, como una ley que surge de improviso, me hace ir tras las arrugas del más viejo de la tribu. Imploro su astucia. Intento hacerla mía para resguardarme de la intención del látigo. (P. 9)

II

Aunque el autor declara una composición externa (de tres partes integradas por varios poemas), prefiero asumir el texto como un todo. Pues se trata del mismo paisaje poético, sus distintas líneas temáticas ganan en naturalidad a partir de su conexión. La infancia, el hogar, la experiencia religiosa, el amor y la insularidad, son conceptos que se sostienen gracias a esa unidad.  

El libro posee la capacidad de compartir/comunicar/y relacionarse sin la necesidad de verse desde un concepto vanguardista. Es creíble. Su pretexto suena a himno de liberación (personal) sin aberraciones ni simulacros.               

Lo que resulta la primera parte, está marcada por su relación con el abuelo. En esa área todos los significados se articulan para cartografiar la memoria.

El poeta revive la infancia desde la figura del viejo. Un sujeto que emerge como muestra de poder/santidad/espejo/e incluso figura paterna. Los recuerdos (en blanco y negro), poseen una connotación documental.

Los estímulos sensoriales del cuerpo: látigo/tabaco/café/gajazos de hierbas sagradas, recomponen las imágenes. Una aprehensión corpórea que dinamita las relaciones interpersonales declaradas en el texto.

  • Hoy el más viejo de la tribu me dio a masticar una extraña hierba y supe el sabor de la vida que me espera. (P. 9)

Como un sabio, el viejo influye y revela el destino del autor. Impone su presencia y se erige como fuente de conocimiento.

¿Son recuerdos de la infancia? Sí. Se trata de un tiempo pasado. Un arrastre existencial (incluso).

Otros temas se desarrollan ante la vista del lector. Vivir en una isla y sentirse náufrago. Una tierra firme incierta.

  • Nací del musgo. Soy hijo de la tierra y amo los pinos, aunque a ratos llore y me deje guiar por el viento que mueve esta Isla de papel. (P. 11)

En ese pequeño terreno hay una casa que sirve de hogar. Una casa donde habitan los fantasmas. Allí el viejo se evoca desde una presencia múltiple: la memoria/el espíritu y el mundo material/los afectos.

  • El viejo lleva en su bastón un trozo de cuerpo.(P. 14)

La muerte como un nuevo estatus es expuesta y resignificada. Es un mensaje optimista. Decir que algo existe después de la muerte es esperanzador. No importa la nueva tarea del individuo, si puede adquirir una nueva presencia, es glorioso. 

  • Se ha convertido en una piedra,
  • en una línea irrespetada que perdió el poder. (P. 14)

Tras la condición declarada del abuelo, la madre entra en escena como figura de compasión. También el padre aparece, pero se trata de un actor de reparto, una imagen complementaria. Luego el discurso continúa su cometido. El autor no evade la infancia como etapa trascendente. Desde ahí hace su testimonio poético. 

III

La segunda parte del libro es una consecución ideotemática de la primera. La figura materna cobra una significación especial. No puede relevar al abuelo pero el autor la necesita. Hay mucha dudas y movimientos dentro de una casa que vive la religiosidad de otra manera. Ahora es superstición lo que antes fue estilo de vida.

  • Mi madre continúa ahí,
  • aunque ya no le importa tapar los espejos,
  • caminar por las paredes
  • ni ser la cobarde que un día habitó la casa. (P. 25)

Pudiéramos decir que es un momento cercano a la adolescencia. Hay un reconocimiento del cuerpo propio como enigma y salvoconducto. Los elementos de su mundo ahora atraviesan el ojo de un niño que crece.

El mundo deja de girar en torno al viejo, ahora fantasma/espíritu, para exponer al poeta. En este punto, la interpretación del cuerpo, define todo.   

  • Que muera mi cuerpo, es más que la huida,
  • más que el poema,
  • más que mi salvación de esta catarsis
  • que desmorona la habitación
  • cuando no está el susurro del viejo fantasma,
  • o cuando, por alguna extraña razón, llueve sobre mi cama. (P. 28)

Tras la desaparición física del viejo todo obtiene un nuevo significado. El autor refleja lo extraño que puede resultar eso para un niño o un adolecente. La muerte se convierte en un concepto cotidiano. Algo a lo que nunca le había prestado atención como ahora.

Carbonell encuentra (también) complicidad como poeta con el signo de la muerte. La mirada del pasado adyacente a la del hombre-poeta invade su maniobra. Hay un tono reflexivo sobre sí mismo, sus miedos y deseos definen su existencia.

  • Tengo intemperies distantes de existir,
  • campanarios mudos,
  • fotos vacías sobre la cama
  • y un pedazo de Escobar rondando mi cráneo. (P. 32)

El Tiza, alias Yadian Carbonell Hechavarría, nos regala su poema "Canto 2", con la complicidad del trovador Marcos Daniel Escalona González.(Una propuesta de Producciones Cachumbambé y República Poética)

Publicada por Rafael Jorge Carballosa Batista en Jueves, 14 de mayo de 2020

IV

La última parte del libro responde a su relación con nuevas figuras. Su experiencia con el amor, sin cliché ni acontecimientos populares. Y es que este es un libro sobre el amor. Amor al viejo, a la madre, la casa, la isla donde yacen las biografías y el amor a ellas.

Desde el mismo título Yadián Carbonell declara la importancia de la experiencia con ellas. Mujeres (casi ninfas) que dejaron marcas en su vida. Una ilusión ingenua y placentera. Un capítulo de cruces y desencuentros.

  • Fui a buscarla entre las flores, guiado por el silencio. (P. 37)

Y en ese mismo poema UNO, que abre la sección tres del libro, termina mostrándonos amén del fracaso, su fe en coincidir con el amor.

  • Las magnolias intentan guardar el secreto, pero sé que estuve a punto de verla. (P. 37)

Son significativos la cantidad de elementos de la naturaleza que son nombrados en esta parte del libro. El encuentro casi divino con estas figuras dadoras de amor representa armonía con la naturaleza. De ahí que adquieran la personalidad de figuras ilusorias/ninfas, y tal vez él en su sentir viril, un poco sátiro.

  • Pensándola, un trueno rompe el silencio de mis oídos.
  • Está por llover y no me importa. (P. 41)

El poeta busca a ellas como si fueran musas. Femineidad hecha imagen en su mente. El encuentro es espiritual, esquivo y distante. Siempre bajo la dualidad del deseo y el fracaso del encuentro.

Cada suceso no cumplido denota la certeza de que nunca se encontrarán físicamente. Ellas existen, otros como Roque Dalton han podido verlas, afirma Yadián. La ausencia es una condena en su búsqueda. Una constante poética definitoria en el texto.

  • Entonces decidí aceptar que existe, pero no para mí. (P. 51)

V

El viejo, la casa y ellas es un libro genuino. Un catalizador sobre la infancia. Yadián Carbonell no se oculta tras el poeta, no figura, no caricaturiza. Es capaz de utilizar los elementos sensibles que rigen su memoria en una poesía vivencial.

El lector podría encontrar el convivio desde el primer verso. La sencillez del lenguaje y la incursión del espacio/tiempo crean un registro sensitivo en un paisaje insular. No olvida. Se niega a la desmemoria. Habita una isla infinita, una tierra firme representada en imágenes propias. Su condición de náufrago responde a su exploración, a su praxis de vida. Ha heredado la santidad del viejo y ahora la convierte en palabras.