cine cubano


Ecos de un Festival para “cinéfilos de provincia”

El recién Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, una de las proezas culturales de la región, expandió, en su edición 44, sus ecos hacia otras provincias, entre ellas Holguín, con la proyección de filmes presentados en ediciones anteriores del evento surgido en 1979 en La Habana, con las premisas del Nuevo Cine Latinoamericano (NCLA) como guía.

¿Qué es el NCLA y que nos llegó, en las películas que vimos en esa muestra, de su apogeo hace más de 50 años y sus continuas permutaciones y búsquedas? El NCLA fue más que la sumatoria de cinematografías nacionales aunadas por el idioma, las historias comunes y la similitud de caracteres nacionales, pues se convirtió en el respaldo audiovisual, en uno de los modos de representación, de una época cambiante y signada por las utopías de izquierda y los constantes cambios políticos, con sus turbulencias. Si bien los primeros avances del movimiento surgen a fines de los años 50, con obras en Argentina y Cuba, no se fortaleció y cobró conciencia de conjunto hasta el cierre de la década siguiente, en Viña del Mar, Chile, para volver a despuntar en La Habana, enfocando sus miras al subdesarrollo, la dependencia y la opresión como características que documentales como los iniciáticos El mégano (Julio García Espinosa y Tomás Gutiérrez Alea, 1955) y Tire dié (Fernando Birri, 1960) ya habían abordado.

Las películas que llegaron a Holguín no fueron parte de la competencia por el Coral en esta 44 edición del Festival, pero sí son filmes importantes a la hora de cartografiar la producción latinoamericana más reciente. Algunas en mayor medida, como ese clásico que es La historia oficial (1985) del argentino Luis Puenzo, o las premiadas y promocionadas Amores perros (2000), del mexicano Alejandro González Iñárritu y las también argentinas La ciénaga (2001) de Lucrecia Martel, y El secreto de sus ojos (2009) de Juan José Campanella. Todos son, de alguna manera, filmes destacables, en los que están presentes muchas de las singularidades del cine de la región: desde la desdramatización y la contemplación (la obra de la Martel) hasta el reciclaje genérico, con el cine histórico, como en La llorona (2019) del guatemalteco Jairo Bustamante, el melodrama, el cine criminal (El ángel, 2018, de Luis Ortega), la comedia (la argentina La odisea de los Giles, de 2019, de Sebastián Borensztein, con la que inició la muestra, cuyas proyecciones se han realizado en una pantalla al aire libre, frente al cine Martí). Desde la presencia de la hibridación, el pastiche y la intertextualidad, hasta el predominio de la violencia y la marginalidad, como en la propia Amores perros. Desde el llamado culto a la otredad, enfocado desde el discurso femenino (nuevamente Lucrecia Martel y su atractiva ópera prima, La ciénaga), la racialidad, los exilios y desarraigos y la diversidad sexual, como en Una mujer fantástica, 2017, del chileno Sebastián Lelio, hasta la presencia, como rasgos también del cine regional del presente siglo, del criticismo y la inconformidad, del desencanto, la distopía y la desintegración, junto a miradas a la intimidad y a las familias en crisis, como en Roma (2018) del mexicano Alfonso Cuarón.

Fotos Robert Rodríguez

Volviendo a la pregunta inicial: el NCLA creció y se fortaleció desde las especificidades sociales, económicas y culturales de cada país. Como han subrayado Joel del Río y María Caridad Cumaná en Latitudes del marguen. El cine latinoamericano ante el tercer milenio, este cine tuvo que hacerse a veces más simbolista y metafórico, condicionado por circunstancias políticas; otras veces se dejó permear por las influencias documentales. Si algunos realizadores optaron por la linealidad narrativa y clásica, otros se afianzaron en la metáfora y la ruptura lingüística. Visto en perspectiva, el NCLA se apoyaba más en el nacionalismo cultural y en programas sociales y políticos de las izquierdas latinoamericanas, que en la coherencia estética o en un estilo representacional predeterminado. Siempre se destacó más por lo que no quería ser, que por imponer lineamientos con carácter normativo o programático, aunque hoy sí son subrayables tres grandes principios del NCLA: la contribución al desarrollo de culturales nacionales lo suficientemente fuertes como para retar la penetración y el colonialismo cultural; la determinación de perspectivas continentales a los problemas del subdesarrollo común, o sea, la lucha por la integración; y el incremento de la conciencia popular, a partir de mostrar críticamente los conflictos sociales. Todo ello se resumía en potenciar una agenda ideológica y política, y un compromiso con los ideales de la izquierda, con características diversas en cada país, en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, México, Uruguay y Venezuela, sobre todo; pero, en general, por ser fiel a las prácticas marginales, alternativas, vanguardistas, oposicionales y anti-mainstream en el cine.

Las estéticas y la ética de los fundadores del NCLA —ese cine imperfecto y revolucionario en el sentido más amplio de la palabra, al decir de Julio García Espinosa; el cine de una cámara en la mano y una idea en la cabeza, según el brasileño Glauber Rocha— continuaron reverdeciendo (y lo sigue haciendo, pues es parte de su esencia y de la propia realidad del país y el continente) en cualquier lugar del área donde existe avidez por imágenes cercanas a la verdad, ansias por confirmar la identidad nacional, como en las búsquedas iniciales, y valentía y moral para denunciar, desde el audiovisual, las penurias materiales y espirituales de una región multicultural, diversa y martiana, que se extiende desde el río Bravo hasta la Patagonia, como lo confirmó esta selección de filmes del Festival que recién se exhibió en Holguín.


FICGibara arriba a su XVII edición

El Festival Internacional de Cine de Gibara regresa a esta ciudad de Holguín del 1 al 5 de agosto, con un programa que refuerza su carácter de encuentro de las diferentes manifestaciones artísticas con el cine como eje central y celebrando los 20 años de su creación.

cartel del evento.

En conferencia de prensa realizada en la Villa Blanca se conoció que se entregará en esta XVII edición el Premio Lucía de Honor al actor, productor y realizador cubano Jorge Perugorría. Perugorría, quien a partir de esta 17 edición se convierte en su Presidente de Honor, estuvo al frente del evento de 2016 a 2022 y fue clave en su relanzamiento y reanimación, de manera significativa desde 2019, durante la crisis sanitaria por la Covid-19.

Los temas de género tendrán este año una presencia especial que trasciende la filmografía, pues se abordarán en el evento teórico, exposiciones, obras teatrales y otras actividades. La inauguración –comento Josué García, su productor– contará con la presencia de Toques de Río, y entre los músicos invitados estará Luis Barbería y Fígaro Jazz Club. La compañía infantil La Colmenita se presentará por primera vez en este municipio costero y realizará presentaciones en los barrios; y el Festival mantiene la costumbre de llegar con las diferentes personalidades invitadas a la comunidad, para compartir con los gibareños.

Además regresarán las proyecciones al aire libre y en dos tandas nocturnas se proyectarán películas que forman parte de la selección oficial, gracias a una pantalla gigante facilitada por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, y el Festival de Cine de La Habana.

Asimismo, tras el cierre del resto de las actividades, se celebrarán cada noche espectáculos musicales, una cita habitual que mantendrá la interacción con los habitantes de Gibara y el público asistente, en el que se realizará un homenaje especial a la Nueva Trova.

En la conferencia, el director del Festival, Sergio Benvenuto, dialogó sobre las posibilidades de un evento que estimula la creación con bajos presupuestos, iniciativa de su fundador, el cineasta, productor y guionista cubano Humberto Solás, quien falleció en 2009.


Los condenados del silencio

Oh habla del silencio

                                                                                                                                      Alejandra Pizarnik

 

Un muro de incomprensión se erige en el sanatorio de Santa Fe donde invade la “peste a silencio”, y Luis (Jorge Perugorría) y Orquídea (Laura de la Uz) visualizan el mundo más allá de las rejas. Su pequeño universo se advierte como trasfondo de una acertada crítica a la sociedad contemporánea. Se cuestiona el concepto de lo que es “normal”: hasta qué punto son más salvajes quienes existen al otro lado de la cerca del sanatorio que los propios pacientes.

Por otra parte, Isabel Santos es el engranaje universal de la historia por medio del personaje de Elena, madre de Luis. Ella ilustra el sacrificio extremo y, como una casa vieja, se derrumba en silencio. Su instinto maternal la convierte en un arma de doble filo, pues la resignación y la incapacidad para comprender al hijo enfermo, le impiden disfrutar de Alejandro (Carlos Enrique Almirante), su hijo menor.

También el personaje de Maritza refuerza la tesis de la incomunicación humana, en todo momento, ella busca el reconocimiento de los otros: las maracas que tanto desea poseer devienen símbolo de ello. Desde la ingenuidad propia de una niña construye su ideal de familia y aboga por su derecho a amar. La relación afectiva establecida con Luis, los besos, las caricias, incluso, el acto de hacer el amor, demuestran, una vez más, como la capacidad de sentir no es exclusiva de los “normales”.

El filme está narrado desde una dimensión realista, desde los conflictos y situaciones humanas propias de nuestro entorno más inmediato. Fernando Pérez logra narrarnos la historia mediante un lenguaje que sorprende por su valentía, su sinceridad y su descarnado discurso existencialista; los internos en el sanatorio personifican la catarsis de esta sociedad mezquina.

La estructura dramática se construye desde una dimensión simbólica y deviene polémica en sus grados de lectura. El realizador propone una reflexión sobre la necesidad de la comunicación entre las personas, la tolerancia y el respeto, la aceptación del otro.

La Habana, leitmotiv recurrente en los filmes de Fernando Pérez, resulta el escenario escogido para develar su historia. El sanatorio de Santa Fe se devela por medio de una edificación en decadencia; sus interiores claustrofóbicos y con escasa iluminación producen una sensación de ahogo y desesperación.

Los reiterados encuadres de los pacientes detrás de la puerta cercada connotan a un nivel simbólico el enclaustramiento, la sensación de estar presos, no solo desde un punto de vista físico, sino desde sus propios subconscientes. Destaca en el filme el trabajo de la dirección de arte de Erick Grass con un diseño de vestuario descolorido, sucio y desaliñado, el cual sugiere la uniformidad, la alienación a que son sometidos los hospitalizados.

El tratamiento de los espacios fríos y claustrofóbicos, con la cercanía de los contenedores de basura, fungen como signos que connotan el encerramiento, la pérdida de libertad, de la utopía, y reflejan la marginalidad, el rechazo al cual son sometidos quienes son “diferentes”. Estos elementos refuerzan la tesis del filme que nos habla de conflictos desde lo micro: una familia disfuncional la cual tiene como problemática la enfermedad de uno de los pacientes del sanatorio; hacia lo macro: una sociedad alienada y deshumanizada.

La ambientación de la casa de Elena, unido a su aspecto demacrado, evidencian el abandono de su propia vida. La penumbra de los interiores, el mar agónico y las caóticas ruinas que bordean su hogar, nos sumergen en un estado de desasosiego y nos reafirman la idea de cómo el hijo enfermo no le da cabida a sus proyectos personales.

A un nivel intratextual el filme es construido sobre personajes-símbolos quienes nos revelan los disímiles conflictos de la trama: Luis en su empeño de sembrar un árbol refiere el deseo de ser independiente y de poder decidir sobre su propia vida; el árbol se convierte en su voz. Orquídea con sus constantes referencias al Partido, al socialismo, a la Revolución, desmitifica y pone el dedo en la llaga sobre la pérdida de la utopía. A su vez cuestiona la pérdida de la esencia de una sociedad que desde el comienzo apostó por el ser humano.

Desde un tono nostálgico y un acuciante lirismo, La pared de las palabras construye una vez más un discurso autoral, crítico, sobre temas recurrentes en la obra fílmica de Fernando Pérez donde el ser humano deviene sujeto protagónico y eje de sus múltiples historias.

La acertada fotografía de Raúl Pérez Ureta, con los primerísimos planos de los rostros desconcertados y dolorosos de los pacientes, los planos generales de edificaciones en ruinas, del sanatorio, de la propia casa de Elena corroboran la tesis del realizador. De igual forma, el personaje de Luis percibe el resquebrajamiento de una sociedad hostil y fría que se burla y rechaza aquello que no comprende, en los trozos de hielo que detrás de una puerta observa. Se realiza una introspección en la vida de los personajes que connota a un nivel simbólico la tesis de Fernando Pérez y la necesidad de hurgar en el universo íntimo de estos.

La deshumanización a los cuales son sometidos los pacientes se aprecia en muchas de las escenas del filme, ejemplo de ello es la escena en el mercado donde Luis es agredido por un cliente, o el desprecio que hacia él profesaba Niurka (Yaremis Pérez), la pareja a medio tiempo de su hermano.

Jiménez (Alejandro Palomino), el administrador del sanatorio, concibe a los pacientes como meros objetos decorativos; él es la representación del burocratismo y de la pérdida de la sensibilidad. Jiménez no puede apreciar el cuadro de Alejandro más allá de un paisaje, más allá de lo representado.

La abuela Carmen (Verónica Lynn) resulta el personaje sensato y equilibrado dentro de la historia, ella es quien recrimina a Elena por la actitud obsesiva y su relación enferma con Luis. Uno de los parlamentos sostenidos con su hija lo evidencia claramente: “Tu amor por Luis, se tragó tu amor por los demás. Yo no sufro por mi nieto sano o mi nieto enfermo, yo sufro por ti, por ver como sacrificas tu vida. La vida es una sola, no la machaques”.

El personaje de Alejandro también devela los estragos de la sobreprotección extrema de Luis. Él se siente rechazado por Elena y la comunicación con ella es prácticamente inexistente; la situación del hermano enfermo lo deja huérfano de amor filial.

Un mar de clavos y anzuelos en lo incierto de la oscuridad componen el cuadro de Alejandro, “pero también puede ser muchas cosas más, depende de quien lo mire”. El cuadro, personaje esencial dentro de la trama, encierra en sí mismo el deseo de comprensión, la búsqueda del entendimiento, la necesidad de expresión de aquellos a quienes tildan de diferentes. Allí donde la sociedad deshumanizada no quiere ver, no responde y obvia el hecho de que, de cierta forma, todos somos únicos, un océano en la noche será la respuesta de los incomprendidos.

La pared de las palabras resulta entonces una propuesta cinematográfica signada por un alto nivel de simbolismo, que propone un discurso complejo y polemiza sobre conflictos de la contemporaneidad. Fernando Pérez nos seduce con la destreza narrativa de una historia desgarradora, pero bella en lo sutil de su lirismo. Un filme signado por el dolor, la impotencia, la incomprensión de quienes perdieron su voz y se les prohíbe expresarse, o de aquellos que, como Elena, sobrepasan los límites del sacrificio. Desde una sólida estética: ahora, que hablen los condenados del silencio.


La Mirada Inquieta: por un mundo experimental

¿Cómo resistir a la experiencia de lo inefable?

¿Cómo construir espacios para la visualización de nuevas narrativas?

¿Por qué es importante un mundo experimental?

Del 3 al 6 de junio de este 2021, la Asociación Hermanos Saiz en Santiago de Cuba, desde su sección de Audiovisuales, realizó la 2da Edición Internacional de la Muestra de Cine Experimental y Nuevos Medios La Mirada Inquieta. Desde hace varios años en Cuba, se puede constatar algunos gestos por “lo experimental”, la búsqueda de nuevas narrativas y una definición territorial dentro del plano estético de obras cinematográficas y audiovisuales híbridos que no son normados por la identidad acentuada del cine cubano. Aspecto que pudiera ser motivo para la casi-ninguna estructura de visualización o de estrategias comunicacionales y de promoción a favor de este cine emergente.

Se trata de obras que necesitan tener un diálogo directo con ese público, el cual también desea explorar otras formas de concebir y crear la imagen en movimiento. Obras cuyos autores no poseen espacios de intercambio y legitimidad más allá del hecho creativo de hacerlas. 

Esta muestra internacional se convirtió en plataforma para el diálogo, la gestión de proyectos y la búsqueda de nuevos referentes cinematográficos. El uso de las nuevas tecnologías y las potencialidades que estas les aportan a la creación, fue uno de los ejes principales.

Cuba siempre ha sido cuna de artistas transgresores, hombres y mujeres que dotaron nuestro arte, de métodos y formas en contraposición con la inmovilidad del sujeto. En la actualidad, no son pocos los jóvenes realizadores que están experimentando y apelando a un cine sensorial, diferente y alternativo a las formas más convencionales en el ámbito cinético.

Bajo ese válido pretexto surge la muestra, con el marcado objetivo de ser plataforma de socialización/ visualización/ conocimiento/ actualización/ así como encuentro entre obras que realcen el cine experimental y sus autores. Organizada y pensada por el artista visual y director de cine Frank Lahera (jefe de la sección de Audiovisuales en la filial de la AHS en Santiago de Cuba), la jornada buscará en lo adelante legitimar a esos procesos derivados de expresiones más contemporáneos y cuyo vínculo esencial está en las artes visuales.

Luego de una primera edición regional dentro de la isla, cuyo fin era incentivar la creación cinematográfica en Santiago de Cuba, La Mirada Inquieta se internacionaliza a partir de este 2021. Las circunstancias actuales nos obligan a permanecer en casa y a mirar el mundo por la pantalla del celular. Pero también nos han enseñado a pensar en el futuro desde una perspectiva no antes asumida por el cubano. Así se ha reestructurado el objetivo y la proyección del evento para que en las próximas ediciones sea una muestra en favor de un cine alternativo, experimental y de vanguardia.

Esta edición tuvo como slogan “Por Un Mundo Experimental”. Ver a nuestros contextos desde un lente trasgresor, creativo y sincero, es una posibilidad para resistir. Nuestro mundo necesita encontrar nuevas fórmulas para la fe en “lo humano” como solución a nuestras miserias. Un mundo experimentar es un mundo que se desdobla, que no se detiene y que es capaz de superar sus propias barreras y sus propios logros.

Creadores de Canadá, Irlanda, Argentina, España, Italia, Colombia, Brasil, Francia, Chile, República Checa, Portugal y Cuba; expusieron distintos materiales a través de los canales creados para el eventos y los sitios oficiales de la AHS en Santiago de Cuba. Algunos de ellos quedarán públicos para el ciberespectador en lo adelante.

Los sitios en cuestión son: Facebook (@AHSStgo), Telegram (t.me/ahssantiagodecuba),  Youtube (ahssantiagodecuba) y (lamiradainquieta), Instagram (AHSStgo),  Twitter (@AhsStgo).

Poner la mirada sobre la utilización en los procesos creativos de los nuevos medios en Cuba, para encontrar esas consonancias que nos vinculan con el quehacer cinematográfico emergente en el mundo, es sin dudas una apuesta válida de la AHS en Santiago de Cuba. Una organización que se mantiene en favor del arte de vanguardia y de las exploraciones conceptuales de los más jóvenes para impulsar la renovación estética siempre necesaria entre generaciones.

Programa Muestra Internacional de Cine Experimental y Nuevos Medios La Mirada Inquieta

3 de junio

3.00 pm/ Bienvenida y presentación de la 2da Edición La Mirada Inquieta/ Por Frank Lahera O´Callaghan/

5.00 pm/ Apertura de las proyecciones/Presentación de los artistas: Rrose Present/ ARTificial (RE)volution (Francia), Kent Tate/ Furnace (Canadá), Jacqueline Heeley, Philippe Faujas/ Dead End (Irlanda), Dany Vigil/ Vestido Verde (Argentina).

4 de junio

10.30 am/Conferencia Arte Experimental y los Nuevos Medios/Por Jorge Díaz (Artista Visual y Cineasta Experimental Español)/

3.00am/Proyección de Materiales/Presentación de los artistas: Luís Carlos Rodríguez/ Collage 37 (España), Sara Bonaventura/ The Left hand of Darkness (Italia), Rrose Present/  Pandemia (Francia), Adrian Aguilera/ Paisaje (Cuba).

6.00pm/Proyección de Materiales/Presentación de los artistas: Stefany Castillo/ Magdalena (Colombia), André Perim/ Infotoxicación (Brasil), Paula Pellejero/ Espectros (Argentina), Diego Guevara/ Quarentena (Brasil).

5 de junio

10.30 am/Conferencia Audiovisuales en la red: experiencias de Bitácora del mar/Por Yanet Pavón (Realizadora Audiovisual, Estudiante FAMCA Holguín)/

3.00pm/Proyección de Materiales/Presentación de los artistas: Martín Emiliano Díaz / El Rastro (Argentina), José M. Delgadillo/ Fragmentos (México), Sara Bonaventura/ I´ve never been able to webge my smile and panic     attacks (Italia), Kent Tate/ Prairie Grizzly´s Peneplain (Canadá).

6.00pm/Proyección de Materiales/Presentación de los artistas: Marcos Quitzé Estrada Romero/ Serotónica: Satori (México),  André Perim/ ID (Brasil), Stephanie Díaz/ En el surgimiento de un monumento el paisaje desaparece (Colombia), Marta Arjona, Maité Blasco/ Memoria de les oblidades (España), Diego Guevara/ Rua Campos da Paz (Brasil).

6 de junio

10.30am/Proyección de Materiales/Presentación de los artistas: Iluminada González / El simulacro como ensayo (Colombia), José M. Delgadillo/ Sinfonía de lo invisible (México), Marcos Bonisson, Khalil Charif/ Kopacabana (Brasil/ Serbia), Flora Nakazone/ Desvío (República Checa), Rrose Present/ Trazos de Tiempo (Francia).

3.00am/Proyección de Materiales/Presentación de los artistas: Hernando Urrutia/ Mirarte en la Vida, mirarte en la Muerte  (Portugal), Joacelio Batista/ Si me rindo ¿Por qué sigo con la cabeza contra el muro? (Chile), Ignacio Vigo/ État Second (Argentina), Milan Zulic/ Val (República Checa), Jan Marceau/ Virus Porn (Colombia).

6.00 pm/Despedida y lanzamiento de la 3ra Edición Muestra Internacional de Cine Experimental y Nuevos Medios 2022.

 


Este verano, Festival de Cine Chino en La Habana

Casi 60 años de relaciones diplomáticas entre Cuba y el gigante asiático: salud, cultura, alimentación, deporte y diversos sectores nos unen.

Esta vez se celebra el Primer Festival de Cine Chino en La Habana desde hoy hasta el día 18 para reunir a directores de este género y destacados miembros del gremio a intercambiar con nuestra cultura cinematográfica. Una gran oportunidad para Cuba si se tiene en cuenta que la animación forma parte de esa gran industria asiática, necesaria por darse a conocer en grandes empresas y personalidades que nos visitan.

Algunos de los integrantes de la delegación China que participan en este Primer Festival de Cine, así como miembros de la Asociación Fílmica de ese país del sol naciente, directores y guionistas, fueron recibidos este martes por Esther Hirzel, directora de Animados ICAIC.

Los invitados pudieron apreciar en la instalación parte del contenido patrimonial y los salones de creación, además de que intercambiaron con realizadores como Paul Chaviano, quien les comentó acerca de una de las técnicas con las que se siente más cómodo trabajar, el Stop Motion, en obras como Mi taller y Encuentro muy cercano, su más reciente producción.

Luego de este encuentro, se efectuó la conferencia de prensa previa a la inauguración del festival. Allí, en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, anunciaron la inauguración de la cita en el cine La Rampa, de esta capital, a las 8:00 P.M., con la comedia La familia Beijing, del director Chen Gang.

En tanto, para este miércoles se proyectará Vete, señor tumor, de Han Yan, y Te pertenezco, de Zhang Yibai, se exhibirá el día 15. El 16, la programación incluye La chica brillante, y para el 17 y 18 el filme de animación 3D, El rey mono: el regreso del héroe. Todas esas funciones serán en el Multicine Infanta, Sala 2, a las 6:00 P.M., respectivamente.

Se anunció para el próximo año una muestra de cine cubano en Beijing, a fin de brindar nuestras colaboraciones y modos de ver la cinematografía de la isla en el gigante asiático.

Más cultura, cine, intercambio y creaciones brindan estos lazos de amistad y colaboración, para que la industria crezca en nuestro país en función de las grandes tecnologías.

¡A disfrutar!


De Gibara al mundo: Un mar de artes (+Fotos)

Este ocho de julio quedó oficialmente inaugurada la 15 edición del Festival Internacional de Cine (FIC) de Gibara. Hasta el sábado 13 de julio, este espacio multicultural tendrá propuestas cinematográficas en concursos, presentaciones escénicas y danzarias, exposiciones de artes visuales, paneles, talleres y los concurridos conciertos nocturnos.

Desfile inaugural del Festival Internacional de Cine de Gibara. Foto: Juan Pablo Carreras/ ACN.

El tradicional desfile popular por la calle Independencia, que sumó a varios unidades artísticas de la provincia de Holguín y a los invitados de esta gran fiesta de la artes, fue el aviso de que la aventura del cineasta Humberto Solás, creador fundador de este festival, ya se vive en la también conocida como la Villa Blanca de los Cangrejos.

“Los gibareños son los protagonistas. Este año nuestro gran objetivo es que vayan al cine. Ya las calles de Gibara están llenas de arte. Solo en la cultura está la libertad y en la cultura está el desarrollo. Esto es para ustedes, y sobre todos, para los jóvenes de las provincias orientales, porque es un privilegio tener acá, una muestra tan importantre de lo que es el arte contemporáneo”, afirmó en las palabras de apertura el presidente de su Comité Organizador, Jorge Perugorría.

Jorge Perugorría, presidente del comité organizador del Festival Internacional de Cine de Gibara (FICGibara) pronuncia las palabras de apertura del certamen cinematográfico. Foto: Juan Pablo Carreras/ ACN.

Las jornadas continuaron en el Cine Jibá, donde se entregaron dos de los premios Lucía de Honor en esta edición. Por su impronta en el séptimo arte le fueron conferidos al director de cine Fernando Pérez y la actriz Daisy Granados, a ellos se sumará el actor y productor puertorriqueño Benicio del Toro, quien lo recibirá en la noche de clausura del Festival.

La actriz cubana Daysi Granados luego de recibir el Premio Lucía, otorgado por el Festival Internacional de Cine de Gibara (FICGibara), durante la jornada inaugural del certamen cinematográfico. Foto: Juan Pablo Carreras/ ACN.

El cineasta cubano Fernando Pérez recibió de manos de Laura de la Uz el Premio Lucía, otorgado por el Festival Internacional de Cine de Gibara (FICGibara), durante la jornada inaugural del certamen. Foto: Juan Pablo Carreras/ ACN.

En esta gala también se reconoció al actor Rubén Darío Salazar, por su trabajo durante 25 años con Teatro de las Estaciones, grupo que regaló, en el programa dedicado a la niñez y adolescencia, la puesta Niña con alas, acompañados por la cantautora Rochy Ameneiro.

Jorge Perugorría entregó un reconociendo especial a Rubén Darío Salazar, director del grupo Teatro de las Estaciones, de Matanzas, por los 25 años de fundada la compañía. Foto: Juan Pablo Carreras/ ACN.

Más de 50 propuestas cinematográficas y 15 guiones optan porpremios Lucía en las categorías de Largometraje y Cortometraje de Ficción, Largometraje y Cortometraje documental, Cortometraje Animado, Cine en Construcción y Guion inédito.

Nido de mantis, por Arturo Soto, El juego de la silla, de Ana Katz y Los días que vendrán, por Carlos Marqués-Marcet son algunos de los largometajes en competencia. El filme cubano Insumisas se presentará de manera especial dentro de las actividades y como un clásico restaurado la gustada Fresa y Chocolate.

Artistas invitados y participantes al desfile inaugural del Festival Internacional de Cine de Gibara. Foto: Juan Pablo Carreras/ ACN.

El primer día del Festival cerró con la actuación, en la Plaza da Silva, de los cantautores Kelvis Ochoa y David Torrens, acompañado por el pianista Rolando Luna, en una presentación homenaje a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés y al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC. Seguidamente subió al escenario Isacc Delgado, en una presentación que llenó de energía y salsa la madrugada.

Para las próximas noches se tiene previsto conciertos del español Fermín Mugurza, Nøgen, Zeus, Telmary y Habanasana, Toques de Río, Cucú Diamantes, Kba Libre, Nube Roja, Santiago Auserón (Juan Perro), Pancho Céspedes, Eliades Ochoa y el grupo Patria. En la clausura actuarán Habana Abierta y Cimafunk.


Una película que aboga por la humanidad

Viendo el cine como una de las maneras más hermosas y puntuales para reflexionar, crear valores y pensar un poco de nuestro tiempo, el talentoso director y guionista de cine y televisión Alejandro Gil presentará, como parte de las propuestas de la 40 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, su nueva producción cinematográfica Inocencia, de dos horas de duración. [+]


Fiesta de la Cubanía: sello de identidad cultural

Caminar por las calles adoquinadas de la Plaza del Himno en la ancestral ciudad bayamesa, alzar la vista y encontrar —colosal e imponente— el campanario icónico de la patrimonial urbe justo al pórtico de la Iglesia, contemplar orgullosos la parroquia de San Salvador y saber que cada esquina de la villa fue testigo, hace ya 150 años, de la historia del nacimiento de nuestro Himno Nacional estremece y, sobre todo, emociona tanto al ignoto visitante como al más raigal cubano.

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La Cuarta Lucía

Hay personas que son imparables, que tienen la capacidad de hacer muchas cosas en las mismas 24 horas que todos vivimos. Ese es el caso de Yuleidys González Estrada. Ella es la Doctora en Ciencias Filosóficas más joven de la provincia Granma y fue elegida, en la recién finalizada Asamblea Provincial 3er. Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) una de las vicepresidentas.

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