Tocar el sol, a propósito de un festival

Estridente y ruidosa para algunos. Genial, en onda, lo máximo para otros. La música electrónica gana cada vez más adeptos en Cuba, especialmente entre los jóvenes, quienes gustan de ese estilo alternativo e irreverente.

La música electrónica, que comenzó a producirse y difundirse más popularmente en Cuba a principios del 2000, es decir, hace casi dos décadas aproximadamente y constituye la expresión de los ritmos traídos a Cuba especialmente por Juan Blanco, destacado compositor de vanguardia y pionero de la música electroacústica en Cuba. Sus trabajos incluyen música para coros, música electroacústica y por computadoras en todas sus modalidades, espectáculos de multimedia y diferentes ciclos de obras que comprenden música para danza, teatro, cine y gimnástica. Más adelante un grupo de realizadores alemanes cuando filmaron un documental sobre la gira de varios DJs capitalinos para llevar la cultura de la música electrónica por todo el país.

Según el origen de sus influencias, alude el portal Ecured, se puede hacer una división fundamental entre la música electrónica bailable cubano y la música electrónica.

Considerada como underground la música electrónica es cada vez más gustada y una fiesta de mayorías donde confluyen no solo las generaciones más jóvenes, sino un público de todas las edades, en muchas ocasiones conocedor y seguidor de los orígenes del género.

Así se evidenció durante Stereo G Festival, evento de música electrónica, organizado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de Holguín, en las arenas de la playa Caletones, municipio de Gibara, este 2016 en su quinta edición y donde en una sola jornada reunió en la playa, frente a la tarima, a más de 3 mil personas.

El movimiento de música electrónica ha crecido y se hay expandido por toda la Isla. Muchos Djs quieren, como se dicen popularmente, subir rápido y ponen y mezclan música sin pensar, para pegarse y opacan el trabajo del resto de los Djs, que es muy serio y no es improvisado.

La música electrónica puede, para algunos, parecer toda igual, sin embargo, existen muy diversos tipos y subgéneros dentro del propio género, unos más comerciales y gustados, otros más puros, cercanos a las raíces o como los propios Djs afirman más underground. Sobre ello refiere el Pedro, Dj productor procedente de Santiago de Cuba.

«El Dj cultiva siempre distintos géneros, porque trabajar con el público es complicado. El Dj es el que selecciona, pero no se puede ser egoísta y también hay que darle al público un poco de lo que le gusta y prefiere, sin violar el estilo propio, la música que defiende. Hay que darle al público, lo justo en el momento justo», explica Pedro Santiago.

La música electrónica requiere de una retroalimentación e interacción especial: Dj-público y viceversa. Para ellos las emociones y reacciones que muestra el auditorio es un ingrediente vital:

«Siempre miro mucho al público y la música que pongo responde a las características de gente que tenga delante, la edad, cómo se proyecta, el estilo y también depende de la intención que tenga, de si es un público habitual, conocedor o no. El factor sorpresa impacta mucho en el gusto, cuando tú le pones algo que no se esperan, les impactas y enamoras. Me gusta que mi sesión sea colorida, con matices diversos», señala Dj Joy de Cuba, productor de música electrónica y uno de los mejores exponentes de este género en nuestro país.

JoyIvan, ha compartido escena con grandes DJ internacionales, reconocidos en todo el mundo como DJ Hagen, Jeff Mills, Dr. Motte, Anderson Noise, Gabriel Ananda, Ricardo Villalobos, Marcel Janovsky, Ziggy Kinder, Minus 8, Maral Salmasi y Zero Cash. Además, ha participado en diversos festivales nacionales e internacionales, entre ellos Festival de Invierno de Garañau, Brasil; 1er Festival de Música Electrónica de Recife, Brasil; W.O.M.E.X Feria, Alemania; diversos clubes en Turquía, como Babylon Club, Godet, Crystal, Switch; el Festival Internacional de Música 2003 y otros.

«Yo canto para el sol», dice jocosamente y agrega: «Me gusta tocar cuando está el sol delante, arriba. La gente te manda una energía y uno lo que hace es amplificarla, responder a esas emociones. En Cuba, uno de los elementos que distingue a los exponentes nacionales del género electrónico son los elementos latinos en su música. Lo llevamos en la sangre».

Sobre el público cubano, en particular, acota Dj Tellus:

«Es un público difícil y hay que saber llegarle. Tiene que ver con la idiosincrasia. Aquí para llegarle al público tienes que ser muy rítmico, melódico. El cubano lleva en la sangre el sabor, lo de África, de España, lo latino y además consume mucha música estridente, fuerte. Saber cogerle la temperatura al auditorio tiene que ver con la experiencia y la perspicacia del Dj. En el público siempre va a haber una persona que está atenta, te sigue, te mira, ese es mi termómetro».

La música electrónica es una música que hay que aprender a escuchar. En los últimos años, la solidez y auge alcanzados por el género en el país, ha exigido la creación de eventos y festivales dirigidos a su promoción, conocimiento y disfrute. No obstante, estos resultan insuficientes y la electrónica todavía no es lo suficientemente valorada y existen diversos aspectos que limitan su desarrollo y promoción.

«Es una música en ocasiones subestimada, entre otras razones, porque se hace con una computadora y todavía existe esa visión clásica de que la verdadera música es la que se hace con instrumentos: el piano, el violín, la guitarra. Sin embargo, hay Djs que incluso componen con un piano, que armonizan sus piezas.

Lo otro es la manera en que se presenta, con unos Cds players, consolas… para la mayoría de las personas, lo que uno está haciendo es poner música, solo eso, pero es mucho más, es acompasar un tema, se trata de alimentar y manejar de un montón de personas diversas y complacerlas, divertirlas, que te escuchen», señala Dj Thellus, joven de 28 años de edad que ya lleva once produciendo música electrónica y activo defensor del género y sus valores.

Dj Thellus cuenta entre sus méritos el ser fundador del proyecto West Side DJ´s, ha producido 9 demos. Su estilo se sostiene de variados subgéneros: minimal tech, progressive house, deephouse, minimal techno, tech house y ambient; aunque no descarta ninguna tendencia.

Tras la consola, Dj Joy de Cuba, Dj Thellus Dj Joker, Dj, Pedro Santiago y el propio Ernesto Hidalgo (TikoSK8), productor de música electrónica, con su proyecto Electrozona y el resto de los invitados de Stereo G, parecen no cansarse nunca. Son tres jornadas esperando por el amanecer en la playa, pero los Djs no dejan de moverse un segundo y al observarlos en la tarima, saltando y bailando, se descubre cómo el Dj es el alma de la fiesta y de que ellos, aunque pasen más de 15 horas diarias «pinchando», se divierten y disfrutan tanto como el público para que el trabajan.

«Es especial tener cientos o miles de personas bailando a tu ritmo, con tu sonido: la armonía y amistad que se crea. Cuando uno se acerca a la música electrónica uno llega a incorporarla y asumirla como un estilo y una forma de vida La música electrónica es mi vida, desde niño. Estar frente a una consola, pinchando mi música, es mi nirvana», confiesa Dj Joker, quién se acercó al género hace ocho años atrás y agradece el apoyo que recibe desde la AHS en su provincia, Camagüey.

Por su parte, Pedro Santiago aboga por la simbiosis mar-música electrónica:

«Adoro Holguín y de verdad me paso el año entero esperando Stereo G, desde que se acaba, cuento los días hasta el próximo. Creo que le aporta mucho a la comunidad: paz, amor, conocimiento sobre este género musical, que Cuba solamente no es salsa y reguetón. Existe un movimiento internacional grande, que ya no es tan underground. Nosotros somos los pioneros y estamos alfabetizando al público, mostrándole el camino de la buena música, del buen gusto», dice Pedro Santiago, procedente de la más caliente de las orientales provincias cubanas.

Por otro lado, el desconocimiento sobre el género resulta evidente y en ello desempeñan un papel medular los medios de comunicación y las instituciones culturales responsables. La solidez, seriedad y dedicación de sus cultivadores demanda mayores y más espacios de difusión, que promuevan y reconozcan el quehacer de los jóvenes Djs y Djs productores, pues está probado que los que existen, como Cuerda Viva, son insuficientes.

«Hace falta la presencia de la juventud en los medios, la juventud organizando eventos y actuando. El protagonismo de los jóvenes, no solo para beneficio de la música electrónica, sino del arte, de manera global», resume Dj Thellus.

Además, se necesita que instituciones como el Laboratorio de Música Electrónica y los clubes, centros recreativos y otras empresas relacionadas de una forma u otra con las producciones musicales de los jóvenes dee jays (Djs) del país y su promoción apoyen y hagan más.

Desde las instituciones y organizaciones hay un destello de apoyo, pero se queda ahí, en la disposición. Para organizar un buen evento, una fiesta seria, un Dj debe buscar los fondos e invertir de su bolsillo una alta cifra para garantizar promoción y otros aspectos esenciales.

Además, la música requiere de herramientas tecnológicas muy difíciles de adquirir en el país o que no se comercializan y que para obtenerlas deben, además de su alto costo, gestionar en el exterior a través de amistades, familiares o por otras vías. Ello incluye lo básico como una laptop, hasta una tarjeta de audio o teclados.

También resulta muy necesaria la Internet como vía de información sobre lo que acontece en otros sitios del mundo, la actualización, la promoción y gestión de contratos de trabajo y para la descarga de información o los samples para producir la música.

Igualmente, influyen aspectos como el geográfico, pues es La Habana donde hay más promoción, eventos, más acceso la información y oportunidades. ¿Dónde quedan entonces los de lejos? Existen escenas como Stereo G o ElectroRomerías, aquí en Holguín y otras similares en el resto del país como Proelectrónica y Jibacoa que, apoyados fundamentalmente desde la AHS y otras instituciones, defienden y apuestan por este arte. Sin embargo, los eventos y espacios que actualmente se desarrollan resultan insuficientes y les falta. Además, se promociona mayormente la tendencia más comercial, lo que afecta a los Djs que apuestan por lo underground.

Por otro lado, prácticamente no existen oportunidades de superación y preparación, pues la mayoría de los productores son empíricos.

Stereo G, sus organizadores y protagonistas, apuestan por este arte alternativo, sólido y audaz; que muchos valoran como estridente y fácil; pero que en realidad es exclusivo, costoso, universal y en el caso cubano hecho sobre todo por amor y con amor a la música electrónica.

 

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