Graffitis en Casa del Joven Creador

Desde Basquiat, la cultura hIp hop, Banksy o algún intrépido guerrillero urbano de cualquier ciudad del mundo, el graffiti ha tenido una presencia constante en el arte y la creación actual hecha por jóvenes. Creo que, como una de las expresiones de arte urbano que ha ganado más popularidad, su atractivo para los grafiteros consiste en ese carácter insurgente que posee.

La galería de la Casa del Joven Creador, sede de la AHS de Holguín, expone la muestra Graffiti, conformada por alrededor de 30 obras entre las que se incluyen instalaciones y cuadros. Esta exhibición es una propuesta del proyecto Undergraft, integrado por Julio César Cisneros Fuentes (conocido como J12F), egresado de la academia de artes plásticas El Alba, y Yovandry Vázquez Fonseca (Yovanotti), de formación autodidacta al igual que muchos grafiteros que hoy son internacionales.

Pero en Graffiti no se han traído fragmentos de los muros que han servido de soporte originalmente. Las obras expuestas son reproducciones, que se adaptan con un concepto más galérico, de más de una veintena de originales distribuidos en los muros de toda la ciudad. Algunas obras son copias a escala de los murales, en otras ocasiones se aprecia un tratamiento plástico que la enriquece. De esta forma se aseguran una socialización más institucionalizada de mostrar su arte y lo acercan de una manera diferente al público.

En este último sentido considero que hay algo de didactismo -y de una estrategia comunicacional – que busca otra mirada hacia esta manifestación que ha sido considerada, no solo como una especie de contracultura, sino en las periferias del arte.

Sobre esto último, Julio César Cisneros le afirmó a Liudmila Peña y a Abdiel Bermúdez que “Muchas veces el arte urbano no es muy respetado y las personas no lo cuidan, por lo cual se vuelve una materia efímera. Con esta exposición intentamos llevarlo a un espacio que se sacraliza más, el mundo de la galería, donde el trabajo no se daña”.

En el orden temático asumen elementos Pop propios de la cultura grafitera. Desde ese prisma utilizan íconos mundiales como la estatua de la libertad, Prince, Einstein y Bob Marley. También emplean objetos de uso diario en diversas profesiones como botas de agua y potes de pintura. En esta selección no solo hay una suerte de homenaje a estas personalidades de la ciencia y una parte de la cultura mundial; hay también un cuestionamiento sobre la vida cotidiana, la violencia, la banalidad, la raza, la identidad y Las relaciones humanas.

Aunque la paleta de colores empleada es amplia y atractiva, predomina el uso del negro que sobresale entre el conjunto de las obras expuestas. Pero no es un negro ébano o brillante. Es un negro asfalto, como una reminiscencia del entorno citadino y el ámbito cultural en que conviven sus autores. Este color acentúa la violencia y la posición de resistencia que se concatena de una pieza a otra.

 

La Asociación Hermanos Saiz (AHS) ha acogido una muestra interesante que traduce al lienzo un arte que está hecho para los muros. Sus autores están preocupados, no solo por llevar sus obras un paso adelante en el sistema arte, sino por contribuir a un cambio de posición hacia un arte que busca transformar su entorno.

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