Unión de Periodistas de Cuba


Sesionan jornadas teóricas online en Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena

Dedicado a los 35 años de la Asociación Hermanos Saíz y los 60 de Palabras a los Intelectuales y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Taller y Concurso Nacional de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena se consolida como uno de los espacios de socialización sobre las experiencias y prácticas profesionales relacionadas con el periodismo cultural que realizan los jóvenes del gremio periodístico del país.

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Vuelve el Taller y Concurso Rubén Martínez Villena, ahora online

Como parte de las actividades por el Día de la Prensa Cubana, el Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena se realizará por primera vez de manera online, del 10 al 14 de marzo, dedicado al aniversarios 35 de la Asociación Hermanos Saíz y a los 60 de Palabras a los intelectuales y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

   Yasel Toledo Garnache, vicepresidente nacional de la AHS  informó que concursan más de 200 obras de manera general en Prensa Escrita, Radio, Televisión y Periodismo Hipermedia, las cuales son evaluadas por un prestigioso jurado, que deberá otorgar un premio en cada categoría y cuantas menciones estime pertinente.

  Refirió que el evento sesionará mayormente en los perfiles en redes sociales y el Portal del Arte Joven Cubano, sitio web de esa organización, en los cuales se compartirán cápsulas y entrevistas de jóvenes periodistas, postales y obras ganadoras de ediciones anteriores.

   El también coordinador del espacio de debate Dialogar, dialogar manifestó que el certamen incluirá un foro sobre el periodismo cultural y desafíos del presente, el encuentro virtual internacional “Periodistas en resistencia” y un panel virtual internacional sobre Cultura y Comunicación, estos dos últimos de conjunto con la Unión de Periodistas de Cuba y la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad.

   Dijo que justamente el día 13, fecha del aniversario 64 del asalto al Palacio Presidencial, el Doctor en Ciencias Históricas Eduardo Torres Cuevas, Presidente de la Sociedad Cultural José Martí y de la Oficina del Programa Martiano, comentará sobre ese suceso y el libro De la carta al asalto, en proceso de edición.

   Ganador de diversos reconocimientos periodísticos, aseguró que los premiados serán dados a conocer el día 14, Día de la Prensa Cubana, en plataformas digitales y espacios informativos de medios de comunicación tradicionales.

   Agregó que este evento aspira siempre a ser un espacio para socializar las mejores obras y experiencias profesionales relacionadas con el periodismo cultural, y para compartir entre jóvenes y personas de más experiencia desde el amor al periodismo y a Cuba.

   El Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena suele sesionar en el Pabellón Cuba, sede nacional de la AHS, e incluir intercambios entre profesionales de varias generaciones.


Convocan al Premio de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena

A una nueva edición del Premio de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena convoca la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Podrán participar jóvenes de hasta 35 año de edad, sean o no miembros de la organización, y que no hayan resultado premiados en la edición anterior del certamen en la categoría en que participan.

Un jurado de reconocidos integrantes del gremio periodístico nacional evaluará las obras en concurso en las categorías Prensa Escrita, Radio, Televisión e Hipermedia, materializadas en géneros como la Reseña, la Crónica, el Reportaje, el Artículo, la Nota Informativa, la Entrevista, el Testimonio o el Dossier Documental.

Asimismo, en el apartado de Hipermedia, los contendientes podrán participar con sitios digitales, blogs, coberturas en redes sociales y piezas periodísticas multimediales.

Los temas de las obras a competir deben estar enfocados hacia la labor de los jóvenes creadores cubanos, en cualquiera de las manifestaciones artísticas; igualmente, podrán adentrarse en tópicos generales del ámbito de actuación de la cultura.

Cada autor tiene la posibilidad de participar con hasta tres trabajos independientes o que formen parte de una serie, y que hayan visto la luz entre el 16 de enero de 2020 y el 15 de enero de 2021. Cada material debe consignar cuándo y dónde fue publicado, la categoría en que compite y los datos del autor (nombre y apellidos, dirección particular, teléfono y correo electrónico). El plazo de admisión vence el 15 de febrero.

En marzo próximo, durante el desarrollo del Concurso y Taller Nacional Rubén Martínez Villena, convocado por la AHS como parte de las actividades por el Día de la Prensa Cubana, el jurado dará a conocer los lauros (un premio por categoría y cuantas menciones considere pertinentes). En el caso de los premios, a los ganadores además del diploma acreditativo se le entregarán 2 000 pesos cubanos.

En Prensa Escrita, el correo ahsnuestracuba@gmail.com recepcionará las obras en formato pdf; en Radio y Televisión, los autores podrán enviarlas en una memoria flash a la sede central de la organización o a sus filiales provinciales. Igualmente, los videos pueden subirse a YouTube y su URL enviarse al correo antes mencionado. En Hipermedia se recibirán las URL en el email habilitado.

De igual forma, el número 52090138 estará disponible en WhatsApp para recibir materiales y la información solicitada.

Respecto al certamen, Yasel Toledo Garnache, vicepresidente de la AHS, apunta que no es solo una plataforma para conocer algunas de las mejores obras de periodismo cultural publicadas en sitios webs, periódicos, televisoras y emisoras radiales de la Isla.

“Para nosotros son fundamentales también los talleres, conferencias, debates y ejercicios prácticos realizados. Otra de las esencias del Villena es la confluencia de jóvenes de varias partes del país, quienes a la vez comparten con Maestros de Juventudes y otros profesionales de experiencia. Es un espacio para socializar las experiencias, soñar y hacer desde el amor al periodismo y a la cultura”.

Toledo Garnache subraya la importancia concedida por los miembros de la organización al acompañamiento y apoyo de la Unión de Periodistas de Cuba al certamen; y a otros eventos de la AHS para jóvenes periodistas, radialistas y realizadores audiovisuales como el Taller y Concurso Antonio Lloga In Memoriam, en Santiago de Cuba; el Encuentro y concurso La Vuelta Abajo, en Pinar del Río; el Almacén de la imagen y el Coloquio de Periodismo Cultural, estos dos últimos en Camagüey.


Intermezzo para la vanguardia: las artes plásticas en un poema de Reinaldo Cedeño*

La poesía nos eleva hacia las cumbres más altas del espíritu.

La pintura es la más alta expresión de la capacidad y la belleza.

Fidelio Ponce de León

 …pintura y poesía nacen de una misma matriz, aunque ambas crezcan por caminos propios.

Gabriela G. Azcuy

I

El arte, plantean los investigadores Luis Álvarez Álvarez y Juan F. Ramos Rico, “es una modalidad especial de la cultura que se desarrolla ante todo como un lenguaje específico en la que el conjunto de sus lenguajes estéticos se interrelacionan (la poesía sirve de texto para la canción y el aria; la escultura se vincula con la arquitectura y la literatura se relaciona con el cine, el teatro, la danza, la pintura)”[1]. Por su parte, la Doctora en Ciencias Filológicas Amparo Barrero Morell enfatiza en que “el tema de las relaciones, influencias e interferencias entre las distintas artes, […] es un problema complejo”[2] que críticos, académicos, entre otros especialistas, han intentado resolver desde diferentes perspectivas. O sea, estamos ante un campo de estudio vasto y diverso, en donde la relación entre artes plásticas y literatura, probablemente es el de más quehacer investigativo.

En el universo de los estudios literarios cubanos, no pocos se han ocupado de revelar el intríngulis de los nexos entre ambos lenguajes expresivos. En la nómina tenemos, por ejemplo, al escritor José Lezama Lima, miembro del Grupo Orígenes,[3] quien se interrogaba, en el libro La cantidad hechizada (Letras Cubanas, 2010), sobre: ¿Qué brújula adoptar para la navegación de poesía y pintura cubanas en siglos anteriores?, desarrollando, en lo sucesivo, un sistema de pensamiento al respecto. Posteriormente el narrador y ensayista Reynaldo González, con Lezama Lima: el ingenuo culpable (Letras Cubanas, 1994), escudriñaría lo derivado de ese cuestionamiento a partir, sobre todo, de anécdotas personales del autor de Paradiso, que arrojan luces acerca de las múltiples reflexiones,  enfoques y definiciones que tuvo acerca de un fenómeno conocido, entre otros nombres, como intertextualidad y transposiciones.[4]

Resulta oportuno destacar, que otros origenistas igualmente buscaron explicaciones a las relaciones plástico-literarias, de lo cual da fe el poeta, narrador y ensayista matancero, ensayista Aramís Quintero en El tiempo y el grabado en la poesía de Eliseo Diego, donde particulariza en la producción poética del Premio Nacional de Literatura (1986), y el reflejo de ese género de las artes plásticas. Roberto Méndez Martínez, también ensayista ―y poeta―, estudioso de diversos procesos relacionados con la poesía insular, y conocedor de los aportes del citado grupo,[5] de cuya membresía salieron otros premios nacionales de literatura como Cintio Vitier (1988) y Fina García-Marruz (1990), publicaría el artículo “Las Artes Plásticas en la poesía de Fina García-Marruz”, [6] en el cual repasa la fecunda confluencia que establece la poetiza entre su discurso poético y las artes plásticas, en los poemas Transfiguración de Jesús en el Monte,  Ama la superficie casta y triste y El retrato de Ponce.

Las referencias anteriores manifiestan el interés por explicar estas relaciones, y que las mismas constituyen un área abierta a diversas indagaciones. Méndez Martínez, sabiendo la necesidad de dirigir las miradas hacia ese punto, escribiría, que  “el nexo que se establece entre la literatura y la plástica, específicamente entre poesía y plástica, en la cultura cubana [aún] han sido muy pocos estudiados, a pesar de la riqueza manifestada por ellos en la historia del arte insular”.[7]  No es de extrañar entonces que en reseñas, artículos y ensayos disponibles, fundamentalmente, en las revistas culturales,[8] palpiten los actuales derroteros acerca del tema. Estos trabajos convergen, de un modo u otro, en que la plástica como dominio del espacio y la poesía como dominio del tiempo “coquetean” desde complejos sistemas simbólicos, para dar material creativo a los “poetas gráficos”, cultivadores de la denominada pintura escrita o literatura de la plástica.

Cualesquiera sean los apelativos, lo primordial en ellos es que no se desvirtúa la esencia de ese tipo de creación, con las se que llega a describir características puntuales de obras y autores de la plástica, a través de imágenes (alegorías) para emitir respuestas emocionales: “recurso sumamente útil ya que le permite al autor agregar profundidad y textura a su obra, en forma similar a como un escultor agrega niveles de refinamiento a su estatua”,[9] Esta tesis, de conjunto con los criterios hasta ahora abordados, servirán de preámbulo para vislumbrar tales convergencias en la poesía contemporánea santiaguera, heredera de la rica tradición literaria, de la isla y la región, por donde desfilan el dibujo, la escultura, la pintura, el grabado, el retrato, entre otras técnicas.

II

Poetas de generaciones y épocas diferentes nacidos Santiago de Cuba, pueden catalogarse como poetas gráficos si leemos atentamente algunos de sus textos, pues salta a la vista el cultivo de esta manera de canalizar sus inquietudes a través de la poesía. En apretadísima síntesis:[10] Manuel J. Rubalcaba (1769–1805): A Nise bordando un ramillete; José María Heredia (1803-1839): En un retrato. Del autor proscripto…);[11] José Manuel Poveda (1888–1926): La Estatua y Ante el retrato de Madame A.D;[12] Efraín Nadereau (1940);[13] Jesús Cos Causse (1945-2007): Retrato al óleo, El pincel y el pintor y[14] Elogio y elegía a una mujer;[15] Antonio Desquirón (Santiago de Cuba, 1946): Fra Giovanni da Fiésole decora el landhuis Cenepa;[16] José Orpí Galí (1953): Un pincel para Frida Kahlo;[17]

tomada del blog la isla y la espina

Y dos exponentes, de los nacidos después de los años 60´ del pasado Siglo XX: Frank Dimas Fuentes Danger (1966): Para el fantasma de Van Gogh en el camino y Dimas mirando un cuadro de Gauguín.[18] Y  Reinaldo Cedeño Pineda (1968) con Toulouse–Lautrec e  Intermezzo para Fidelio Ponce de León,[19] este último asumido como objeto de análisis en el presente trabajo, debido a que en él, claramente, dialogan dos métodos, considerados substanciales para exponer y desarrollar una composición poética de esta naturaleza: el biográfico (indagando en la vida del artista, conocer de su obra y elementos anecdóticos) y el iconográfico (estudiando las imágenes y los elementos que se derivan de la obra).[20]  

Brevemente, la obra de Cedeño posee características que la hacen cercana a la estética de la denominada, por el investigador literario Virgilio López Lemus, promoción Juvenil; poetas nacidos entre 1959 y 1975, de la que López Lemus destaca, de Santiago de Cuba, a Reynaldo García Blanco y Teresa Melo Rodríguez. Es una promoción “donde la palabra y musicalidad dentro del texto cobrar un interés valioso interés experimental. […] es muy nutrida […] lectores de mucha poesía europea [y de otras latitudes] leen lo que está sucediendo en el mundo [y Cuba] entre las cercanías de las artes visuales, […];” [21] he ahí algunas claves para acceder a Intermezzo…

Pinta el otoño, Fidelio, pinta un pez ocre y el/Pulmón que te falta. Puerto Príncipe parece una/ campana, un vaho de letanía; las beatas se/cuelgan del rosario. / Fidelio, pinta una mancha blanca, una cólera/helada. Pinta un niño en penumbra, pinta detrás/de un cuadro de Academia, pinta por la/ comida, pinta todos los años extraviados. / Fidelio tiene la oreja intacta, pero sangra. /En su sombrero cobijó el amanecer, sus manos/son dos surcos su nariz una daga. /Un espectro de luz en la pared, Fidelio Ponce de León/ un pulmón que nos falta.

Construido en 13 versos y cuatro estrofas, el poema gravita en torno a la recapitulación de la vida y obra del pintor cubano, de la primera mitad del siglo XX, Fidelio Ponce de León (Camagüey, 1895–La Habana, 1949). Lo presenta rodeado en una aureola romántica, conformándose una imagen de ida y vuelta propia del alimento literario, asimismo de la plástica.  Intencionalmente el pintor es definido como un pulmón que nos falta, por la ponderación que primará en la simbiosis pintor (humano)–obra, necesidad de un acercamiento (conocimiento) para el receptor (lector). Por ello, en el poema se introduce y pone énfasis en el drama humano: estados mentales, inquietud, preocupación, goce, perplejidad y cólera. Así el lector entra en consonancia con el drama del pintor, marcado por los avatares de la época que le tocó vivir y por la enfermedad (tuberculosis), que se reflejaría como una constante en su obra pictórica, la cual puede resumirse como, “óleos muy empastados, lechosos, figuras alargadas y poco definidas (monocromatismo), ciertas abstracciones, temas melancólicos relacionados con enfermedad, muerte y religión”,[22] que no eran para él temas literarios.

La línea dramática, que tiene por asunto el conflicto humano, se va observar en Intermezzo…  como elemento conmovedor. Debe destacarse además, a propósito de Alfredo Ramón Jesús de la Paz Fuentes Pons (nombre real de Fidelio), que ese halo casi mítico, que en torno al mismo –y su obra- se generó, sirvió de inspiración, con anterioridad, a poetas de la talla Nicolás Guillén, Fina García Marruz, Eliseo Diego y Cintio Vitier. En el caso del Fidelio de Guillén, poema que aparece en el libro La Rueda Dentada,[23] hay solo una devolución al ser físico del pintor.  Mientras que Fina García, Eliseo Diego y Cintio Vitier llegarían a caracterizar a Ponce, a través del motivo de un retrato que el propio pintor realizara a la persona de la García-Marruz, empeñados en el desciframiento del texto visual a partir de la resonancia afectiva y las interrogantes filosóficas, que despertaba el retrato en cada uno de ellos.[24]

Los textos poéticos de estos escritores, establecen otros referentes imprescindibles para entender a Intermezzo…, en cuanto a lecturas de aspectos necesarios para desdibujar los nexos artísticos. Quizá uno de los nexos más llamativos es que Fidelio, por los años 30 del siglo XX, asistió a las tertulias literarias del doctor Emilio Rodríguez Correa, coleccionista de arte y gran amigo del pintor en vida de este,[25]  por lo que se infiere que el mundo literario no le fue, en absoluto, ajeno, como no lo fue para muchos otros artistas plásticos de la época.

Aunque del autor de Tuberculosis no constan publicaciones u otros referentes afines, el último proyecto literario de Guy Pérez Cisneros,[26] amigo del pintor, tributó a compilar los pensamientos de Ponce ordenados, para su publicación, en diez capítulos, que van desde el artista visto por sí mismo, su inspiración, Dios, hasta pensamientos sobre música (un arte por el que tuvo singular apego). De pintura y poesía se accedieron solo a los dos que fungen como exergo en este artículo, una suerte de revelaciones para ahondar en el poema Intermezzo…  Su poesía, a saber, permanece inédita al igual que su epistolario y refranes, empeño del propio Cisneros que aseguraba que los amigos del pintor “muy pronto recibirían noticias sobre este particular”. [27]  

Pérez Cisneros enfatizaba que Ponce, “es el único de nuestros pintores que consigue ponernos cara a cara con la muerte y con el tiempo”,[28] por lo que no caben dudas que en su obra se encierran ya determinados motivos “recurrentes” de la poesía. Así Cedeño Pineda realiza con Intermezzo… su propio “cuadro escrito” del artista, incorporando y recontextualizando, a través del discurso poético, tres obras pictóricas emblemáticas: Las Beatas, Tuberculosis (1934) y Niños (1938), trilogía donde se sustenta, según los críticos, el peso de la obra de Ponce.

Inicialmente el poema muestra una transición simbólica, que parte del motivo del otoño (situación atmosférica), conectándose sucesivamente con alusiones a los tonos y a los colores que corporizan la existencialidad lacerante del pintor: Pinta el otoño, Fidelio, pinta un pez ocre y el/ pulmón que te falta/pinta una mancha blanca, una cólera/ helada. Pinta un niño en penumbra  El otoño, como recurso poético, se utiliza en el verso para introducir el tiempo (situación temporal), en tanto razonamiento sobre el misterio que implica esta estación para el hombre. Este tiempo en Intermezzo… lleva cuotas del pasado y el presente (viaje de ida y vuelta), y  aboga por un coloquio (a)temporal donde la palabra pinta, imperativa dentro del poema constituirá la respuesta ―simbólica― del pintor, con los códigos propios de su conglomerado creacional, denotando una acción comunicativa que a su vez es la acción posible para su mundo.  

El modo que se utiliza para ´´dialogar’’ con el sujeto lírico (el pintor), es significativo en tanto no se comprende a este desaparecido. Se le trasmite seguridad para continuar con su creación pues Ponce, incomprendido por muchos, tuvo una ejemplar dedicación al arte, de una lucha “triunfante” contra la miseria, la enfermedad y la academia.[29]  De él se dijo que pintaba con desprejuicios técnicos y motivos de tradición clásica con estilo vanguardista y fueron sus obras enigmáticas y míticas.  La atmósfera irreal, matizada por los colores otoñales, será su sello en contraste con otros creadores que para la época (década de los años 30 y parte de la década de los 40 del pasado siglo XX) se afanaban por expresarse mediante un “color cubano”. Ponce hace suya una pintura sin color, con la que logra sus obras más elocuentes y que el poeta como “grafía” no desdeña y le da seguimiento hasta la última estrofa: espectro de luz en la pared.

La insistencia en la palabra pinta, extrapolada al contexto de Ponce, se enarbola como una filosofía de resistencia y de fuga a sus horizontes imaginarios, a la lucha del pintor, entre otros capítulos, contra la corriente académica en las artes plásticas cubana de su tiempo: pinta detrás/ de un cuadro  de Academia, un contenido  que se constata a través del testimonio del propio pintor en el que se define esta “cruzada” creativa: “En mi adolescencia […] fui el primero en combatir a la academia, […]: con mis obras echadas de dentro y afuera y trazadas con las líneas de mi espíritu, trataba de romper, de aniquilar toda forma carcomida de la mediocridad”. [30]

A pesar de los detractores, el vagabundeo, la inestabilidad y el alcoholismo, predominó en él el talento, que lo llevó a exponer en importantes salones nacionales e internacionales. Pudo conocer y compartir además con pintores como Wilfredo Lam, Servando Cabrera, Carlos Enríquez, Amelia Peláez, por solo citar algunos. La dimensión conmovedora y sui géneris de Ponce contribuyó a penetrar en el importante círculo de creadores de la plástica de la primera mitad del siglo XX. Incluso Servando Cabrera Moreno, en ocasión de visitar una exposición en el Capitolio quedó absorto frente a un cuadro de éste expresando que “la pintura era algo más de lo que yo estaba haciendo”.[31] Se desconoce cuál fue la obra que afectó el ojo avezado de Servando, pero con los ejemplos del poema, utilizando la holística en la comprensión del fenómeno artístico, se pueden ilustrar algunos hechos trascendentales del imaginario de Ponce.

En Niños, una de las piezas más conocidas y apreciadas del pintor, los personajes, aparentemente, se presentan como si habitaran en otra dimensión, envueltos en una atmósfera de irrealidad. En Intermezzo… encontramos a un niño en penumbra, detalle de singular referencia que adquiere una dimensión altamente sensible y de significativa importancia sujeta a dos posibles variables desprendidas de un rápido bosquejo biográfico: el Ponce profesor de pintura de niños pobres en sus andares y el Ponce niño en su tierra natal.

La segunda variable puede ser análoga con la obra Niños, en la que Cedeño Pineda, al plasmar el nombre de Puerto Príncipe en la primera estrofa del poema, deja entrever un mensaje que conlleva a otras búsquedas, sino todo quedará a medias.  Tal es así que ese Puerto Príncipe que parece una campana, / un vaho de letanía, en la obra de Ponce, según estudiosos de su vida y obra, es el lugar que “se revela como factor modélico de comportamiento regional, pero indiscutiblemente de repercusión nacional: la cultura camagüeyana.[32] Y si de analogías se trata, entre el Fidelio de Cedeño y el de Guillén hay una comunión en ese sentido: al Fidelio de Guillén lo buscaban un sábado del siglo XVI nada más y nada menos que en Camagüey, “porque Ponce de León ha llevado de él, como el más firme equipaje, una incalculable fantasía para la lectura y escritura de los más profundos e íntimos mensajes”.[33]

De la mano Marcos Antonio Tamames Henderson, investigador camagüeyano, nos llega una referencia acerca de lo que puede ser ese niño en penumbra (a propósito con el desciframiento de los mensajes del texto poético) cuando se alude al mundo infantil de Fidelio Ponce, desde lo externo, lo social, inmerso en una conservadora y tradicional familia de esa tierra, heredera del más auténtico catolicismo en Cuba:

Con tan solo 8 años, tras la muerte de su madre y un infructuoso intento de relación con su madrastra, Fidelio Ponce se distanció de su padre, quien cubría las crónicas religiosas en la prensa local, y pasó a vivir con sus tías [quizás las beatas que cuelga del rosario], solteronas de fuerte religiosidad y vida introspectiva, quienes no dudarían en inscribirlo en las Escuelas Pías, espacio que terminó por marcar en él un mirar franciscano al entorno.[34]

La religiosidad se sumará, indisolublemente, a lo subjetivo de Ponce, quedando evidenciada desde la aprehensión de su experiencia infantil.  El amor a Dios, en una paradójica manera de materializarlo en su adultez, lo llevó a la convicción que la inspiración para sus cuadros estaba tomada de su mundo interior, del mundo de Jehová y el mirar franciscano del entorno, herencia familiar, justifica la menguada economía a la hora de vivir de sus cuadros, sobre todo los retratos, que según él le permitían vivir hasta los hombros, pero lo demás le permitía vivir hasta el más allá.[35] O sea, la posteridad que siempre buscó, un ítem socrático de sobrevivir a la propia muerte.

Ponce hizo suyo el adagio popular que los locos y los niños dicen la verdad y llegó a firmar algunas sentencias o reflexiones donde se catalogaba como “El Loco Ponce”. La penumbra es una de sus verdades (las artísticas y las vividas); la locura, otro estado de creación que en la metáfora del poema se le relaciona con un icono de la pintura universal, Van Gogh: Fidelio tiene la oreja intacta pero sangra…/ En su sombrero cobijó el amanecer, sus manos dos surcos, su nariz una daga.

De pronto el pintor cubano se transfigura y se hace partícipe de las características de un análogo cultural, de un sujeto simbólico fundamental de las artes plásticas y la cultura universal.  Fidelio se entrevé entonces como nuestro Van Gogh tropical, recurriendo a un apelativo más idóneo, que a través de la función tropológica de esta parte volvemos a la fuerte lucha Contra la Academia propuesta con anterioridad.

Este recurso en el poema lleva a otras lecturas como, puntualizar en el sustrato cultural general requerido para enfrentar textos con dichos nexos.  Van Gogh, como artista, perteneció a una generación de pintores seguidores del Impresionismo, movimiento pictórico francés de finales del siglo XIX que apareció como reacción contra el arte académico. El movimiento impresionista, un arte de vanguardia, es considerado el punto de partida del arte contemporáneo mundial, de ahí que Ponce signifique un punto de partida, referente a técnicas pictóricas, para el arte contemporáneo cubano.

Los impresionistas, en contraposición con el academicismo francés, llevaron la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana a un punto significativo. Y aunque estos y los postimpresionista, como Van Gogh, estuvieron muy influidos por la vivacidad del colorido, hecho artístico ajeno para los cuadros de Ponce, la intención en el poema está más bien dirigida a legitimar los postulados de la vanguardia. Con la “oreja sangrante” el poeta proporciona a Ponce otro itinerario, de los muchos que imaginariamente siguió, esta vez como discípulo o compañero del holandés, quizás en el soñado Taller del mediodía,[36] enfatizándose que con estos itinerarios se recalca el carácter de “caminante” de Ponce, que decíase además del linaje del El Greco y pariente de un pintor europeo de apellido Henner, que según él había sido su abuelo.

Todo ello resulta ilustrativo para la batalla precisamente que Fidelio libró contra el academicismo cubano y contra aquellos que devaluaban su obra, aún cuando desde su fuero interno se sentían atraídos por la magnificencia y espiritualidad del ocre místico, y en consonancia se nos remite (en la doble lectura) al violento enfrentamiento de Van Gogh con otro grande de la pintura universal: Paul Gauguin; resultado por lo cual se cercenó la oreja.  

El poeta, dramaturgo, novelista y actor francés Antonin Artaud, proclamaba que van Gogh no era loco, pero que sus cuadros mezclas incendiarias, bombas atómicas, cuyo ángulo de visión, comparado con el de todas las pinturas que hacían furor en la época hubiera sido capaz de trastornar gravemente a la burguesía dominante.[37] Fidelio también padecía de una locura justificada. Y Si Van Gogh se coronaba el sombrero con velas para pintar paisajes naturales, Fidelio no se separaba de su sombrerón, una extensión de sus pensamientos, para visualizar sus temas cotidianos e íntimos, viendo llegar e irse las horas, cobijando el amanecer cual fenómeno de la iluminación personal.

III                            

A modo de conclusión, con Intermezzo para Fidelio Ponce de León, se denota las posibilidades que estos textos ofrecen para los estudios de y sobre poesía en el territorio santiaguero. Con él se corrobora la armonía entre las estéticas del lenguaje visual (como medio de conocimiento y reflejo de la realidad expresiva). Y el literario (donde el escritor afirma ―o niega― y expresa emoción personal para reflejar un hecho real o ficticio), en función y sentido de lo traslaticio, simbólico, sugestivo, sugerente e imaginativo. Da cuentas de los empeños por revisitar las artes plásticas (extensivo a otras artes), desde la apoyatura que ofrece la coexistencia fenomenológica de la contemporaneidad, que amalgama y exige del creador (los creadores) miradas criticas y múltiples, para tributar expeditamente a la construcción del tejido cultural. 

El poema es un replanteo del simbolismo pictórico y personológico del pintor, sin traicionar la organización ideológica del sistema que le dio origen. El resultado de estas asociaciones, por sobre todas las cosas, es reflejar el espíritu del ser humano, lugar donde los matices psicológicos, cual recursos literarios, ofrecen las mejores perspectivas a la hora de producirse el intercambio, redescubrimiento, entre otros aspectos, los colores propios en las creaciones de Fidelio.  

 

NOTAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[*]Reinaldo Cedeño Pineda. Poeta y periodista. Miembro de la UNEAC y de la UPEC.  Obstenta importantes premios como el Nacional de Periodismo Cultural (prensa escrita), 1998 y 2001; el de Crítica de Artes Plásticas Santiago de Cuba 2004; 26 de Julio, Unión de Periodistas de Cuba, 2000 y 2012; Caracol, UNEAC, 1999, 2002 y 2004 y el Hermanos Loynaz de poesía en Pinar del Río, en 2011. Colaboraciones suyas aparecen, entre otros periódicos, en el Juventud Rebelde, Tribuna de La Habana y Sierra Maestra, así como en las revistas Revolución y Cultura, Bohemia, Del Caribe, Sic, Mujeres y El Caimán Barbudo. Entre sus libros publicados se destacan Nadie se llama tristeza (Ediciones Inspiración, 1997); Son de la loma. Los dioses de la música cantan en Santiago de Cuba (Editorial Musical de Cuba, 2002); Cartas a Saturno. Dulce María y Flor Loynaz (Ediciones Santiago, 2003); A capa y espada, la aventura de la pantalla (Fundación Caguayo/Editorial Oriente, 2011); El hueso en el papel (Periodismo literario. Editorial Oriente, 2011); Poemas del lente (Ediciones Loynaz, 2012) y La edad de la insolencia (Ediciones Caserón, 2013). Es creador del blog La Isla y la Espina y del Concurso Nacional de Promoción de la Lectura, Caridad Pineda in memorian. Conduce además la peña literaria Páginas Abiertas.  

[1] Luís Álvarez Álvarez  y Juan Francisco Ramos Rico: Circunvalar el arte. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2003, p. 61.

[2] Amparo Barrero Morell: Julián de Casal y la transposición de las artes. Editorial Oriente,1995, p.4

[3] El Grupo Orígenes (1944-1954), nucleado en torno a la revista Orígenes, cuyos miembros asumieron el encargo de construir el canon de la poesía cubana, tuvo una particular inclinación hacia el tema de las relaciones artísticas así como por sus aportes a la cultura nacional desde discusiones sobre arte y nacionalismo, nacionalismo literario e historia política.

[4] La intertextualidad, básicamente, es la relación entre textos escritos u orales. Sin embargo, algunos consideran que lo intertextual va más allá de esta visión, ya que los textos son ideas que viajan, metamorfoseadas o transfiguradas, de una obra a otra.  El escritor Franz Kafka, decía que las “ideas” están allí, en el aire, para todos, y alguien tiene la suerte, pero la vista de apropiarse de alguna. Por ejemplo, la obra plástica (Entendida como texto objeto de lectura. Un texto cultural si se prefiere) contiene ideas de las que se apropia, en un determinado momento, el escritor.

Las transposiciones, según definición del historiador de literatura hispanoamericana Ivan A. Schulman, son prácticas escriturales, caracterizadas por transferencias de técnicas asociadas comúnmente con la pintura, o en otros, de “traducciones” verbales ―narraciones descriptivas― en las que se intenta fijar en el arte literario lo que se había dado antes en la creación plástica.  Sobre esto consultar artículo “La vida es la ancha arena: de la pintura a la poesía, “(Disponible en http://epoca2.lajiribilla.cu/2002/n49_abril/1266_49.html), a propósito de un análisis de las transposiciones en la poesía de José Martí.

[5] Roberto Méndez. La dama y el escorpión. Editorial Oriente, 2000.

[6] Disponible en el sitio digital CUBARTE, martes, 14 de Mayo, 2013.

[7] Roberto Méndez. Ob.Cit, p.27.

[8] En nuestro país estas, según el Catalogo Nacional de Publicaciones Seriadas 2010-2011, entre impresa y digitales, superan el centenar y se clasifican en artísticas-literarias y temáticas.

[9] Tomado de la enciclopedia libre Wikipedia.

[10] Otras figuras que ameritan mencionar son Richard Bruff Bruff, quien fuera conocido como el poeta pintor. Y al que la Doctora Luisa M. Ramírez Moreira le dedicó un aparte en el libro Pintura Ingenua: reino de este mundo (Ediciones Catedral, 2001). Así mismo, en el Gabinete Metodológico del Departamento de Historia del Arte de La Universidad de Oriente (UO) constan dos investigaciones sobre la combinación del oficio de la retórica y el pincel en los artistas Luis Novúa y Eduard Encina Ramírez. Refiérase a “Luis Novúa” maestro y continuador de la caricatura en Santiago de Cuba (UO, 2003) de Yudelkis Calaña Guevara y Poesía y pintura un universo estético en la obra de Eduard Encina Ramírez (UO, 2005) de Yaneiquis Sotomayor.

[11] José María Heredia: Poesías del ciudadano. Tomo I. Ediciones Toluca, México, 1832. , p. 51. (Fondos raros y valiosos Biblioteca Provincial de Santiago de Cuba Elvira Cape)

[12] Órbita de José Manuel Poveda. Instituto de Literatura y lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba, 1975.

[13] La obra de Efraín Nadereau (Cubano nacido Haití, 1940 pero inscrito en Santiago), es muy singular en este sentido y fue estudiada por el escritor Roberto Leliebre para el texto compilatorio Poesía de Efraín Nadereau. (Ediciones Santiago, 2010). En la página 61 dice Leliebre […] ´´En Nadereau la fiebre pictórica es sustancial con su yo creativo, y a falta de oficio empezó a sudarla a través de las palabras […].´´ Para demostrarlo reunió, para un capítulo, veinte poemas que constituyen una galería de lo más representativo de la pintura del territorio: Adagio Benítez, Aguilera Vicente, Pedro Arrate, Lincon Camué, Ferrer Cabello, Pedro Jorge Pozo, Julia Valdés, Luis Novúa y Carlos Carballo.

[14] Jesús Cos Causse: Crónica del crepúsculo, p.31

[15] Jesús Cos Causse: Concierto de Jazz. Editorial Oriente, 1994, pp. 37-38

[16] Antonio Desquirón Oliva: Vista aérea. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2010, pp.61-63

[17] José Orpí Galí: El encantador de serpientes Ediciones Santiago, 2001,  p. 13.

[18] Frank Dimas: Bajo Mundo. Ediciones Santiago, 2001,  pp. 49-51.

[19] Reinaldo Cedeño Pineda. Los corderos a la vista. Ediciones Santiago, 2005

[20] Otros poemas suyos tienen nexos con la plástica, véase Toulouse – Lautre (Los corderos…p.14).  Asimismo pone en relación otras artes, ejemplo, Poemas del lente dedicado al cine.

[21] Virgilio López Lemuz. Oro de la crítica. Editorial Oriente, 2013, p.119.

[22] Fidelio Ponce de León En Galería Cubarte. Disponible en http://www.galeriacubarte.cult.cu/g_artista.php?item=129&lang=sp

[23] Nicolás Guillén: La rueda dentada. Ediciones Unión, La Habana, 1976, p. 44.

[24] Roberto Méndez Martínez: Op. Cit, pp. 41-42.

[25] Guy Pérez Cisneros: ´´Pensamientos de Ponce.´´ En Revista Cúpulas. Instituto Superior de Arte. Número 13, 30 de marzo/2002, p. 57.

[26] Murió repentinamente mientras revisaba las pruebas de imprenta del mismo.

[27] Guy Pérez Cisneros: Op. Cit, p. 59.

[28] Tomado de Roberto Méndez Martínez: ´´Museo ideal. Salón independiente.´´ En SIC  Revista Literaria y Cultural, No. 28, 2005, p. 8.

[29] Guy Pérez Cisneros: Op. Cit, p. 59.

[30] Ibídem, p. 61.

[31] Gerardo Mosquera: Exploraciones en la plástica cubana. Editorial Letras Cubanas, Ciudad de la Habana, 1983, p. 92.

[32] Marcos Antonio Tamames Henderson. ´´Fidelio Ponce: pintor de vanguardia, insoslayable huella en la plástica cubana.´´ En  Revista Digital Senderos, www.ohcamaguey.co.cu [ s. n. p ]

[33]  Ídem.

[34]. Ídem.

[35] Guy Pérez Cisneros: Op. Cit, pensamientos 5 y 6, p. 62.

[36] En 1888 Van Gogh dejó París y se trasladó al sur de Francia con la esperanza de atraer allí a algunos de sus amigos y fundar con ellos un Taller que llevaría el nombre de Taller del Mediodía.

[37] Antonin Artaud: ´´Van Goh el suicidio por la sociedad.´´ En La Letra del Escriba, octubre 2006, No. 54, p.10.


Todo en la cultura es vital

Desde los mismos orígenes del periodismo como fenómeno de comunicación social, la cultura ha sido uno de sus campos temáticos de mayor interés.

 El concepto de periodismo cultural trasmitía temas sobre literatura, música, artes plásticas, pero luego asumió la difusión de expresiones sobre historia, filosofía y el pensamiento humano; medios que orientaron al periodista de hoy a asumir su rol de investigador, redactor y jerarquizador de la información cultural, desarrollando de esta manera competencias que le permitieron realizar un tratamiento periodístico adecuado de estos espacios.

Msc. Luis Álvarez Álvarez, Premio Nacional de Literatura 2017, Maestro de Juventudes y miembro de Honor de la AHS (tomada del periódico Trabajadores)

En la actualidad no existe revista, periódico, emisora radial o canal de televisión que no contenga una sección para la difusión de la actividad cultural, ya sea en espacios informativos o no. La especialización de “periodismo cultural” supone hoy nuevas formas de comunicación que trascienda la mera divulgación de las carteleras o las coberturas a las distintas manifestaciones artísticas y sus eventos.

Las ganas de hacer, el esfuerzo individual, el sentido crítico y espiritual, el apoyo institucional y la  defensa de la imagen de la nación cubana son claves infalibles hacia un periodismo cultural capaz de generar los cambios necesarios desde el respeto al quehacer de los artistas.

Por lo que el periodista debe ser capaz de insertar a la población en toda la dinámica socio-cultural de la ciudad en la medida en que este sea capaz de recrearse y apreciar lo que les proponemos formando parte también de esos acontecimientos.

 El uso oportuno de la tecnología y la gestión de proyectos con discursos críticos son, sin dudas, las herramientas claves para conectar a ese público con los productos culturales.

Yanetsy León González, coordinadora del III Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural/ tomada de radio rebelde

En este sentido, la filial principeña de la Asociación Hermanos Saíz en conjunto con la Unión de Periodistas de Cuba en Camagüey desarrollará el venidero 16 de junio, de manera virtual, el III Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural, ocasión para el debate colectivo sobre la formación del periodista cultural y de quienes asumen ese rol en los medios de comunicación masiva.

Esta tercera edición propiciará el intercambio en las plataformas digitales sobre la ética y la responsabilidad social del periodista. Oportunidad ideal para resaltar el aprovechamiento necesario de las nuevas tecnologías frente a las limitantes del aislamiento social provocado por la Covid-19 y los retos y desafíos que ello supone para visibilizar el arte y a los artistas de Cuba en tiempos de pandemia.

 Además, se pondrá “sobre el tapete” temas de interés como la desaparición paulatina de los suplementos culturales en los semanarios cubanos o la inexistencia de espacios en los medios de comunicación, tanto nacionales como en los regionales, para la confrontación y el debate cultural.

El periodismo como práctica especializada en la divulgación, información y crítica de los productos culturales de una sociedad, debe tener en cuenta todos los modos en que se construye, se lee y se interpreta la cultura en todo su abanico de posibilidades.

Participantes del I Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural/ Tomada del Portal Cubarte

Al decir del Msc. Luis Álvarez Álvarez, Premio Nacional de Literatura 2017, Maestro de Juventudes y Miembro de Honor de la AHS, “todo en la cultura es vital, un artista que no se autoevalúe, que no se enfrente a sí mismo no llegará realmente a aportar mucho a la cultura, y es rol del periodista cultural ser un gestor de conocimiento para interpretar mejor la realidad desde una perspectiva cultural más allá de la búsqueda de información”.

Y es esta precisamente la esencia de un proyecto que con tres años de creado y organizado por la periodista camagüeyana y vicepresidenta de la filial camagüeyana de la AHS  Yanetsy León González, “continua apelando a la integración de la Unión de Periodistas de Cuba y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba”.     


Forodebate: Tocar la cultura en tiempos de pandemia

La Asociación Hermanos Saíz los invita a participar en el forodebate Tocar la cultura en tiempos de pandemia el próximo 16 de junio a las 10:00 A.M, que tendrá como invitados al escritor, periodista y crítico Pedro de la Hoz, vicepresidente de la UNEAC; al periodista y jefe de la sección cultural de Juventud Rebelde José Luis Estrada; a Yanetsy León González, reportera del periódico Adelante, de Camagüey, coordinadora del Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural en Cuba y Máster en Cultura Latinoamericana; y a Gloria Kreiman, periodista cultural, coordinadora de Comunicación Digital de Gobierno de Córdoba en agencia de publicidad JPG Grupo de Comunicación y miembro de la comisión directiva del Cineclub Municipal Hugo del Carril.

¡Esperamos sus preguntas y opiniones!

 


Sobra farandulismo y falta análisis

Por Pedro de la Hoz*

Una crisis sanitaria como la que estamos viviendo es también, ya se sabe, una crisis económica, social y cultural. La vida cultural en Cuba y el mundo se ha alterado. ¿Alternativas? Han surgido. Si no puedes ir a un concierto, lo recibes en casa. Si no puedes ir a un museo, lo visitas desde casa. Si no puedes ir a un teatro, el teatro lo tienes en casa. Unas opciones son libres de pago, otras no. Unas cuantas plataformas digitales cobran. Unos cuantos servicios de streaming se hallan fuera del alcance si no cuentas con una tarjeta de crédito.

Por otra parte, muchos artistas se han sentido estimulados a crear y compartir lo que tienen. Aplausos. Aunque sucede que no todo lo que crean y comparten por sí mismo vale. Sin ir muy lejos, entre nosotros he escuchado canciones loables y execrables, a poetas y poetacos. No bastan buenas intenciones. La creación y la difusión de la creación exigen rigor. El periodismo cultural en Cuba también exige rigor y no siempre ha sabido cribar entre lo esencial y lo accesorio, entre el grano y la paja. Sobra farandulerismo y falta análisis.

*Escritor, crítico de arte y periodista, Vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba

Premio Nacional de Periodismo Cultural José Martí

Poseedor de la Distinción Por la Cultura Nacional y fundador del suplemento Huella

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¿Por dónde andamos?

Por José Luis Estrada Betancourt*

El mundo cambió, ya no es el mismo. La COVID-19 nos ha obligado a reinventarnos, a buscar alterativas. También a que no seamos tan arrogantes, enfermos de poder, tan explotadores sin piedad del planeta. Por estos días nos vemos más solidarios, más dispuestos a cooperar, a propiciar la unión.

Los efectos de la pandemia y sus repercusiones sanitarias, humanas y económicas, ha sido enormes. Y no obstante, desde el inicio de la pandemia, no ha habido un día en que no haya habido un concierto, una pintura, una representación teatral, un libro que nos invita a leer… Pero a veces pareciera que buena parte del periodismo cultural que se realiza bajo estas complejas circunstancias, no se ha enterado de por dónde andamos. Sigue aferrada, por ejemplo, a las notas informativas que poco aportan, que se quedan en el lead, como si no existieran otros géneros. Las entrevistas son apenas frases entrecomilladas que no permiten llegar al protagonista, descubrirlo, saber cómo piensa, cómo vive, cómo crea; sentir su respiración.

Este es un momento que se hubiera prestado perfectamente para darle un buen impulso el periodismo hipermedia, para explotar al máximo sus posibilidades, para establecer nuevas rutinas productivas. Para internar parecernos más a esos intelectuales y artistas, a sus procesos creativos, que constituyen nuestra razón de ser.

Que poco a poco la sociedad cubana se haya ido informatizando ha posibilitado que nuestros creadores no se hayan dejado dominar por la inactividad, por la angustia. Hace unos días, Ulises Rodríguez Febles, el destacado dramaturgo, investigador y guionista matancero, nos llamaba la atención: «si revisamos la labor de los músicos cubanos en tiempo de pandemia, encontraremos en las páginas digitales la creación inquieta de quienes no cesan en la reclusión, sino que se han reactivado ante la pausa. (…) Creo que si algo positivo ha tenido la etapa pandémica, es el espacio de reflexión, la activación creativa, la lucha psicológica y estética de nuestros artistas, utilizando los códigos y lenguajes del audiovisual, algunos con mayor eficacia que otros; pero siempre en lucha contra el silencio y la inercia». Al periodismo cultural cubano le toca jerarquizar y acompañar mucho más esos y otros tantos procesos que han ayudado a salvarnos.

 

*Periodista, crítico de arte, editor. Jefe de la Redacción Cultural del Periódico Juventud Rebelde

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Memoria de nuestro tiempo

Por Yanetsy León González*

Parecía que tendríamos un año sin desdichas, a pesar del signo de año bisiesto. En marzo varios jóvenes recibíamos las buenas energías del segundo Taller de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena. Estábamos en La Habana, entusiasmados con el programa del evento, cuando se diagnosticó el primer caso positivo a la COVID-19 en Cuba.

Generar contenidos desde la casa no ha sido un reto difícil, gracias a la creatividad y a la astucia de los artistas, actores de una zona de la cultura que sigue siendo la mayor privilegiada por el periodismo cultural. Claro, la vida online ha condicionado la jerarquía de la agenda mediática, y por ende, la desventaja para quienes no asoman como quisieran en el ecosistema digital. Eso agudiza el problema contemporáneo de valer según la hiperconectividad.

Pero más allá del hecho artístico, la pandemia ha subvertido en nuestras narices asuntos que no hemos abordado lo suficiente como la fragilidad como individuos en las sociedades telemáticas. Si antes señalábamos como desarraigo afectivo la búsqueda por la web del contacto humano, ahora esa relación adquiere otros matices.

Un planteamiento reiterado en las ediciones del Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural ha sido el ejercicio de la crítica. En pleno aislamiento social pudiera enfocarse en la programación televisiva y en las llamadas ofertas de las redes sociales. He ahí otro terreno por aprovechar pues circulan imágenes falsas y superficiales que refuerzan la llamada era del vacío.

La urgencia de ahondar en los procesos de significación de la realidad sigue siendo un cometido del periodista cultural, reafirma la importancia de la formación y de la investigación. En ese sentido, me alienta mucho este espacio de discusión impulsado por la Asociación Hermanos Saíz y la Unión de Periodistas de Cuba para no perder las coordenadas de la brújula profesional.

Olvidé contar que de La Habana regresé a mi casa muerta de miedo el sábado 14 de marzo, Día de la Prensa Cubana. Recuerdo como ayer el lunes inmediato cuando la directora de mi periódico nos citó para las precisiones de la nueva etapa. Hoy se cumplen tres meses que no veo la redacción del Adelante, pero no he dejado de salir en el impreso ni de alimentar su versión digital porque desde entonces teletrabajo. El periodismo sigue siendo para mí una clave de felicidad y un puente para ser memoria cultural de nuestro tiempo.

*Periodista en el periódico Adelante, de Camagüey. Coordinadora del Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural. Máster en Cultura Latinoamericana.


Dificultad y aprendizaje

Las particularidades en la cultura y su comunicación durante la pandemia de Coronavirus en Córdoba, Argentina.

Por Gloria Kreiman*

La pandemia de Coronavirus ha afectado todos los aspectos de nuestras vidas en casi todos los lugares del mundo, incluyendo inevitablemente a la cultura, su producción, su consumo y su comunicación.

Córdoba, la segunda ciudad más grande de Argentina, no es una excepción en esto y sus expresiones culturales (que son muchas, variadas y muy valiosas) se han visto profundamente perjudicadas de diferentes maneras: desde el 19 de marzo estamos en aislamiento social obligatorio, con algunas actividades ya flexibilizadas, pero todavía con nuestros cines, teatros, museos y espacios artísticos cerrados.

Trabajo vinculada a la comunicación de la cultura en tres espacios diferentes de mi ciudad y quiero compartir algunas de las experiencias que se han despertado a partir de esta nueva realidad.

Mi principal ocupación es la coordinación de la comunicación digital del Gobierno de la Provincia de Córdoba, desde una agencia de publicidad. La pandemia, por supuesto, ha atravesado la estructura estatal en todos sus niveles, incluyendo a la cultura que en cualquier contexto es importante y trascendental pero en este lo es aún más: es uno de los sectores más perjudicados y a la vez más necesarios para mitigar, con entretenimiento y contenidos de calidad, los efectos psicológicos y emocionales del encierro y la incertidumbre.

Con este foco, el área de Cultura del Gobierno de Córdoba creó una serie de propuestas virtuales alternativas para ver desde casa durante el aislamiento: recitales, obras de teatro, lecturas, conferencias y charlas, recorridos de museos. Esto plantea dos grandes desafíos para nuestro trabajo de comunicación:

Por un lado, la virtualidad no resulta tan atractiva como disfrutar de estas cosas en persona, por lo que estamos multiplicando los esfuerzos por comunicarlas a través de contenidos creativos, impactantes, atractivos, claros, precisos y bien dirigidos a cada público.

Por otro lado, una cuestión práctica: estamos, por primera vez, trabajando a distancia, cada uno desde su casa. Somos un equipo grande de diseñadores gráficos, editores audiovisuales, programadores, productores, redactores, creativos, analistas políticos, analistas digitales, planificadores de medios y pautas, directores de arte, coordinadoras.

Discutir, definir, coordinar, producir contenidos, chequearlos, aprobarlos, sin compartir el espacio físico, comunicándonos virtualmente, nos obliga a tener más paciencia, más flexibilidad horaria, más atención, más y más activos grupos de WhatsApp. Pero también nos ha llevado a reforzar nuestra solidaridad laboral y personal, nuestra empatía y nuestra predisposición al buen humor.

En segundo lugar, trabajo en el Cineclub Municipal Hugo del Carril. Fui responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales durante varios años y hoy soy miembro de su comisión directiva.

Abierto en el año 2001, el Cineclub ofrece desde ese entonces programación de cine de calidad y alternativa a la comercial, cursos y talleres y una biblioteca/videoteca muy completa.

Funciona de manera mixta: es un espacio perteneciente a la municipalidad de la ciudad de Córdoba, pero es sostenido casi en su totalidad de manera independiente, por el trabajo de su Asociación de Amigos.

Al estar sin actividades, no hay recaudación alguna; por lo que está en peligro el sostenimiento del espacio, los sueldos de los trabajadores, el mantenimiento de los equipos y el edificio.

Para tratar de evitar que el espacio se cierre, pusimos en marcha la modalidad virtual de los cursos y talleres y lanzamos un bono anticipado con el cual la gente compra un “paquete” de entradas de cine, descuentos para los cursos y acceso a la biblioteca/videoteca, y puede usarlo a partir del momento que quiera, cuando reabra el Cineclub.

Por supuesto que para todo esto, la comunicación es fundamental y un gran desafío considerando el contexto: las redes sociales son el principal soporte de difusión (por su bajo costo y porque resultan efectivas), hay mucho público en las redes ya que la gente está en general con más tiempo libre y en sus casas; pero a la vez hay más invisibilidad, porque la virtualidad obligada hace que haya más publicaciones.

La ventaja es que el Cineclub es un lugar muy querido por los cordobeses, muy valorado por los cinéfilos y uno de los espacios culturales con más trayectoria en la provincia, por lo que la respuesta de los públicos en general y la prensa cultural ha sido buena y afectuosa. Sin dudas que también en esto la comunicación ha sido fundamental: el trabajo de identidad y visibilización que realiza el Cineclub desde sus inicios muestra sus frutos.

Finalmente, hago colaboraciones periodísticas para una de las radios de la Universidad Nacional de Córdoba y para algunos medios gráficos locales. Principalmente, recomiendo y comento películas y series. En este contexto en el que no se puede ir al cine, no he tenido más opción que enfocarme en los contenidos que ofrecen las plataformas pagas (como Netflix) y, si bien tienen algunas propuestas interesantes, el contenido novedoso y de calidad es limitado, lo cual ha dificultado mi trabajo.

Pero al mismo tiempo, con el aislamiento, se han abierto nuevos canales, se han liberado algunos contenidos artísticos a los que antes era más difícil o imposible acceder y se generan eventos con alcance global. Es el caso, por ejemplo, del festival de cine online We Are One, iniciativa del festival de Tribeca y del que participaron más de 20 festivales prestigiosos de todo el mundo: Berlín, Locarno, Londres, Rotterdam, Cannes, Nueva York, San Sebastián, Toronto y Venecia, entre otros. Cosas como esta dan a los públicos y a los periodistas alternativas novedosas.

El punto en común que encuentro en cada una de estas labores en cuanto a las particularidades que implica en ellas la pandemia y el aislamiento social es que, como en cualquier crisis, hay obstáculos y problemas pero también hay aprendizajes y desafíos.

La cultura y la comunicación son siempre tareas complejas, aún más en tiempos de dificultades sanitarias, económicas y sociales. Esto es una responsabilidad que implica esfuerzos pero que también nos está dando crecimiento y alegrías profesionales y humanas.

Además, la satisfacción por el trabajo bien hecho es, en momentos como este, también mayor porque nuestra labor cobra más importancia.

Licenciada en Comunicación Social.

Diplomada en Políticas Culturales para el Desarrollo Local.

Coordinadora de Comunicación Digital de Gobierno de Córdoba en agencia de publicidad JPG Grupo de Comunicación.

Miembro de la comisión directiva del Cineclub Municipal Hugo del Carril.

Periodista cultural.


No pierdas la oportunidad de participar en el 3er Coloquio de Periodismo Cultural

La Asociación Hermanos Saíz y la Unión de Periodistas de Cuba en Camagüey convocan al 3er Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural, previsto de manera virtual el 16 de junio de 2020.

Debido a la contingencia impuesta por la pandemia de la Covid-19, esta edición promoverá el intercambio a través de plataformas digitales porque urge preservar el diálogo y compartir las experiencias.

El autoexamen es un objetivo del Coloquio que desde su surgimiento en el año 2018 ha contado con la energía de jóvenes profesionales y ha sido iluminado por el magisterio de cubanos extraordinarios.

Convocamos al forodebate Tocar la cultura en tiempos de pandemia, en el Portal del Arte Joven Cubano, sitio web de la Asociación Hermanos Saíz, para reflexionar en torno a las prácticas frente a las limitantes del aislamiento social.

El programa incluye la presentación de los números recientes de Sendas, publicación trimestral de la filial de la Asociación Hermanos Saíz en Camagüey, y un concierto de trova como cierre.

Además, el comité organizador invita a compartir en la página del evento en Facebook (@coloquioperiodismo) textos hechos durante estos meses de confinamiento que ofrezcan otras luces al asunto.

La acción del periodista cultural tiene un carácter eminentemente espiritual. Se confirma en los sucesos de los últimos meses y en la pertinencia de aquilatar en lo profundo el sentido humano de nuestro tiempo.

Ratificamos el objetivo fundacional del Coloquio, sintetizado en la idea del pensador Fernando Ortiz asumida como herencia: “En Cuba, más que en otros pueblos, defender la cultura es salvar la libertad”.

 

Comité Organizador,

Camagüey, junio de 2020


Colonialismo 2.0 y los desafíos de la izquierda, ¿qué hacer?

El colonialismo 2.0 y los desafíos de la izquierda, ¿qué hacer?, marcó el centro del debate en el Salón de Mayo durante el espacio Dialogar Dialogar, que cada mes auspicia la Asociación Hermanos Saíz para suscitar la reflexión y análisis sobre temas de la realidad cubana y foránea.

En la conducción del periodista Yasel Toledo Garnache, el espacio se honró al tener como panelistas, esta vez, al destacado periodista e investigador, Doctor en Semiología e Historia de la Cultura Ignacio Ramonet y a la doctora en Ciencias de la Comunicación y vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba Rosa Miriam Elizalde Zorrilla.

foto: Liester amador

Los intelectuales analizaron el contexto latinaomericano desde Internet, región donde cerca del 81 por ciento de los jóvenes están en facebook, y el número de personas que son usuarios de la red asciende a casi 440 millones, “usuarios generadores de contenidos que más del 90 por ciento de ellos pasan por el filtro de los Estados Unidos”, según se explicó en el encuentro.

Considerada por los especialistas como infraestructura dominante, Elizalde Zorrilla se refirió sobre la necesidad  de estar alertas a esta nueva realidad en la que aparece una nueva tecnología que se convierte en espacio de guerra, cuarta dimensión o territorio que interviene en todos los aspectos de la vida cotidiana. 

“Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro fue uno de los primeros en alertar sobre lo que significaba Internet, al referir que quien controlara esta plataforma decidiría los destinos de la humanidad. Vislumbró sobre las potencialidades liberadoras de la red de redes, creando un modelo diferencial para un país como el nuestro, desde diversos espacios y desde la preparación del capital humano que los desarrollaría”, dijo la doctora en Ciencias de la Comunicación.

foto: Liester amador

Por su parte, Ramonet señaló cómo América Latina se ha convertido en rehén de esta infraestructura y sus manipulaciones, poniendo como ejemplo el el golpe de estado a Evo Morales, donde solo en tres o cuatro días fueron creadas miles de cuentas falsas en twitter para generar la sensación de que existía apoyo popular al golpe.

Asimismo refirió que ante este contexto se erigen espacios de resistencia evidenciados en Venezuela con la cuenta @chavezcandanga, la cual empoderó a la militancia Chavista, o más reciente, en Argentina, donde ganó la izquierda también gracias al trabajo desde las redes.

De igual modo sugirió que si bien la descolonización tecnológica no es tan sencilla, hay que ser capaces de lograrla, o al menos trabajar en ella, pues Internet es un sitio de fuerte enfrentamiento cultural.

foto: Liester amador

“Hay que estar presentes en las redes, las grandes potencias han creado ejércitos para ese espacio, la batalla debe ser ocuparlo y defenderlo; para ello hay que combatir con las armas del enemigo: la tecnología. El principal objetivo de los jóvenes en Latinoamérica tiene que ser sin dudas ser soberanos en el ciberespacio”, aseveró el catedrático español.

La creación de equipos multidisciplinarios que desde los referentes puedan erigir sitios virtuales para generar contenidos inteligentes, y hacer frente a la inmensa infraestructura de Internet, fueron acápites sugeridos al público que asistió al Dialogar Dialogar, espacio de la AHS que rinde homenaje permanente a Alfredo Guevara, quien fue eternamente joven por sus ideas y la capacidad para polemizar y soñar junto a las nuevas generaciones.

foto: Liester amador

foto: Liester amador


Abierta convocatoria al Concurso de Periodismo Audiovisual Ania Pino in Memoriam

La octava edición del concurso y evento teórico de periodismo audiovisual Ania Pino in Memoriam se celebrará, este año, durante los días 24, 25 y 26 de abril.

El Centro Memorial Martin Luther King, la Asociación Hermanos Saíz,  la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) y el Canal Habana, convocan nuevamente a  jóvenes realizadores, periodistas o estudiantes de todo el país a participar con obras que aborden temáticas de actualidad.

De acuerdo con la información que aparece en la página en facebook del evento, se premiarán “las 5 mejores obras audiovisuales de cualquier género periodístico (documental, reportaje, crónica, testimonio, comentario, noticia, series, coberturas especiales para TV, programas informativos u otros) y se otorgará un Gran premio y cuantas menciones considere el jurado”.

Asimismo, será concedido un premio especial a los trabajos audiovisuales realizados por niños de hasta 10 años y a los realizados por adolescentes entre 11 y 16 años de edad.

Las obras deben ser enviadas en formato mp4 (resolución HD preferiblemente) por www.wetransfer.com al correo electrónico: concursoaniapino@gmail.com; también pueden ser entregadas en las delegaciones provinciales de la Upec  o personalmente en calle 28 entre 21 y 19, municipio Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba. Las producciones seleccionadas se exhibirán y debatirán durante las jornadas del evento teórico. El plazo de admisión cierra el 4 de abril del presente año.

Ania Pino (1978-2005) fue una joven periodista del Canal Habana y de los Servicios Informativos de la TV Cubana, que falleció en un accidente de tránsito cuando viajaba desde la capital cubana hacia su natal San José de las Lajas. Desde el año 2011 surge la idea de la organización de base de la Unión de Periodistas de Cuba del Canal Habana, de convocar al Primer Concurso de Periodismo Joven de Televisión Ania Pino in memoriam.

 

PROGRAMA del evento teórico – ANIA PINO 2020

Día 24 (viernes) Lugar: Pabellón Cuba.

9:00 am – Recibimiento y acreditación

9:30 am – Inauguración

10:00 am – Conferencia Taller para YouTube

12:00 m – Almuerzo

1:30 pm – Taller sobre Género y Comunicación

4:30 pm – Descarga musical

7:00 pm Comida (para hospedados)

9:00 pm – Visita a Fabrica de arte

Día 25 (sábado)

10:00 am – Taller de Formación Audiovisual con niños y adolescentes (sala de vídeo) (coordinado por el proyecto Escaramujo)

10:00 am – Taller práctico de realización (salón de mayo)

12:00 m – Almuerzo

1:30 pm – Muestra audiovisual y debate (sala de vídeo)

4:30 pm – Visita a sitios de interés. (Rodaje de productos comunicativos) (visita a FCOM, Canal Habana y UPEC Provincial- Brindis)

Día 26 (domingo)

10:00 am – Taller de formación audiovisual con niños (ejercicio práctico)

10:00 am – Taller de Montaje audiovisual (sala de vídeo)

12:00 m – Almuerzo

1:30 pm – Cierre del taller audiovisual con niños. (Exposición de los trabajos en equipos en la sala de video)

3:00 pm – Cierre del taller práctico de realización (Visionaje de las obras realizadas en la sala de vídeo)

5:00 pm – Ceremonia de premiación (salón de mayo)

7:00 pm – Concierto clausura (en la pérgola)


Debatirán Ignacio Ramonet y Rosa Miriam Elizalde sobre colonialismo 2.0 en Dialogar, dialogar

El catedrático y periodista español Ignacio Ramonet, doctor en Semiología e Historia de la Cultura, y Rosa Miriam Elizalde, doctora en Ciencias de la Comunicación y vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba, serán los invitados en el espacio Dialogar, dialogar este 19 de febrero, para debatir en torno al Colonialismo 2.0 y los desafíos de la izquierda. ¿Qué hacer?

A partir de las cuatro de la tarde de ese día debe comenzar el intercambio en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba, sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, en el cual pueden participar todas las personas interesadas, quienes tendrán la posibilidad de preguntar, expresar sus opiniones y enriquecer el debate.

También deben asistir estudiantes universitarios, incluidos algunos de la facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, quienes la semana anterior realizaron un taller con parte del equipo de Dialogar, dialogar, sobre algunas particularidades del tema, especialmente en el país caribeño.

Autor de libros como “El imperio de la vigilancia”, “La explosión del periodismo”, “¿Qué es la globalización?”, “Propagandas silenciosas” y “La tiranía de la comunicación”, Ramonet tiene amplia experiencia en el análisis de fenómenos relacionados con la comunicación, las plataformas digitales y las disputas políticas e ideológicas en diversas regiones del mundo.

Fundadora del prestigioso sitio digital Cubadebate, autora o coautora de obras como “Clic Internet” y ganadora en varias ocasiones del premio periodístico Juan Gualberto Gómez, el más importante concedido en su país para reconocer la obra de un periodista durante un año, Elizalde es una profesional con amplio reconocimiento en el campo de la comunicación y las nuevas tecnologías, por su dominio de la teoría y la práctica, demostrado en diversos proyectos como Dominio Cuba.

Creado en el año 2013 por iniciativa de la Asociación Hermanos Saíz, Dialogar… se mantiene como una plataforma para el intercambio sincero, valiente y responsable entre varias generaciones de cubanos, con líneas temáticas relacionadas con la cultura, la historia y la sociedad en general.

Los temas más recientes han sido “José Martí en la hora actual de Cuba”, “La responsabilidad colectiva, ¿cómo se construye, cómo se destruye?”; “El rol de los jóvenes creadores en la Cuba de hoy”; “Resistencia y creación: La cultura de nuestro tiempo”; y “El dirigente como servidor público”.

Este espacio es un homenaje permanente al sobresaliente intelectual Alfredo Guevara, fallecido en abril de 2013, quien fue eternamente joven por sus ideas y la capacidad para polemizar y soñar junto a las nuevas generaciones.

Las transcripciones del Dialogar, dialogar pueden leerse en dos libros, titulados Hacia una cultura del debate, en sus volúmenes uno y dos, los cuales fueron publicados por la Casa Editora Abril.