Expedición a Mundo pañuelo

De la mano de la editorial española Guantanamera, 2016, llega Mundo pañuelo, libro con el que debuta el poeta Roly Ávalo.

En este libro el bardo hace una radiografía de la vida habanera, de la familia, de los amigos y amores que contaminan, para bien de la poesía, el yo lírico de este autor. Domina con destreza, el arte de hacer buena poesía, moviéndose del verso libre, en ocasiones a la prosa o a cualquiera de las estrofas rimadas, acentuando su dominio sobre la décima espinela, algo que al parecer viene en los genes de los Díaz-Pimienta.

EL VIENTO FUE ARRANCADO DE RAÍZ/ pero alguien lo estampó en primera plana. / El viento fue arrastrado hacia La Habana/ y huyó despavorido del país. / El viento se perdió en algún desliz/ en alguna tormenta migratoria/ (el alzhéimer del viento es la memoria)/ El viento tose ante las hojas secas. / El viento le desordena las pecas/ los cabellos y las faldas a la Historia.

Sobre Roly Ávalo Oday Enríquez Cabrera escribió: “La versatilidad parece ser su mejor arma. Va de la poesía oral a la escrita; de los temas «felices» a los infelices; del verso rimado al libre… Roly Ávalos es un joven poeta que tiene mucho que decir”.

Los poemas de este libro son poblados por seres de la noche, seres que recorren las calles de La Habana como fantasmas dopados, seres que invaden las esquinas, seres que habitan los rincones donde agoniza el aliento de la poesía, seres que se desvisten y muestran ese ambiente citadino desde donde el poeta, como pez fuera del agua, devela, se distancia, amonesta, se divierte y lo revuelve todo.

Resultará anacrónico esta noche/ descender las escaleras/ dejarse lamer los ojos los oídos/ por las aguas albañales de tu nombre.

La noche, entre otras luces/ garabatea sobre los maniquíes/ estrofas de neón. / Subasto vértigos/ mujeres de opio, cortinas de humo/ calles-cunas, callejones, bocacalles…/ la cuenta regresiva de los semáforos. / El cielo, durante la madrugada, / será un ebrio dilema de cocuyos. /

La noche pide fósforos/ esquinas-pelvis/ citas no, cítaras. / La noche vende una encrucijada/ dos ojos saltones/ y una blusa de tirantes mínimos. / La noche vale su venérea suerte/ su arquitectura de golfos.

Jesús Arencibia desde su columna Tecla del Duende dice: “Con aire irreverente, como siempre es la buena poesía, Roly transita de la ciudad a sus nostalgias, de una mujer a su sinónimo, el ensueño, y uno se va con él, casi sin darse cuenta de tanto goce”. 

Mundo pañuelo es una diapositiva de las aventuras de Roly, suerte de interrogante que flota sobre los ambientes literarios, florecimiento de esa estirpe que le viene a Cuba desde el gran Silvestre de Balboa, herramienta necesaria y tremenda, que le permite a Ávalos trasmutar la realidad, a veces, y replantearse todo a su alrededor.

AL FIN ALCANZO UNA LARVA/ en el fondo del cristal/ con mi lengua. Huele mal. / Es sábado y tengo barba. / Miro afuera. Un viejo escarba/ en el lodo un doble. Llueve. / Llueve rayos de sol leve. / Vuelvo. Ni vaso ni ron. / No hay nadie sobre el sillón/ y sin embargo, se mueve.

En Mundo Pañuelo se establece una especie de diálogo con el posible lector, algo que desde los primeros versos atrapa, envuelve, conduces la atención por caminos intertextuales, que aparentan ser conocidos, pero donde el paisaje cambia con cada lectura o relectura, y obliga a cuestionar los discursos establecidos de generaciones anteriores, a veces tan viciados u obsoletos.

A ESTE POEMA LE SOBRAN PALABRAS. / Aún no he escrito la primera y dudo de las otras. / Te lo dedico de todas maneras. / Te pertenece y pregunta por ti. / Puede acabar tranquila, abruptamente/ morir de sed en el próximo verso. / No importa: calla. / Ojalá nunca lo entiendas.

El paso del tiempo, los disgustos, el sarcasmo (reírse de todo), el amor por la palabra bien usada, la irreverencia, el deseo por cambiar la realidad, la poesía y el oficio de escribir, son partes fundamentales del combustible que mueven este primer libro, de un poeta, al cual sus amigos lo consideran un “crack” que espera ser fichado dentro de ese selecto club al que pertenecen poetas como Martí, Villena y Lezama. 

Como si el lodo fuese mar/ avanzas. / La barca pare un grito. / Avanzas pero las orillas/ solo existen en los sueños de Robinson. / Paladeas recuerdos de otras tierras o vidas. / Sientes el escozor/ la clásica inmovilidad/ la previsible caída/ solo que esta vez no hay fin. / Caes en ninguna parte/ (ese lugar común).

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Muchísimas gracias al narrador, poeta y amigo Abu Duyanah por esta reseña. Un placer que lean, escudriñen, entiendan, hagan suyos los versos que uno escribió durante cada noche de cada día. Es curioso ver cómo se vuelven ajenos y adultos los poemas propios. Gracias de nuevo. Y un abrazo al equipo del portal web de AHS.

  • Suscripción

    Para recibir nuestro boletín ingrese su dirección de correo electrónico