Al que no quiere trova se le dan Tres Tazas

Tres Tazas es el nombre de la peña del trovador Silvio Alejandro. En esta ocasión tuvo lugar el pasado 18 de agosto en la Pérgola del Pabellón Cuba. Ocurrió en el marco de la Feria Arte en la Rampa, espacio que reúne a la familia cubana en estos meses de vacaciones para disfrutar del arte cubano en su más amplia expresión.

Como una suerte de encuentro entre amigos, estuvieron como invitados a la peña: Mauricio Figueiral, Fernando Becquer, Adrian Berazaín, Kamankola y Víctor Cárdenas. Aunque la trova los une como cantautores, otros son los géneros que confluyen en su creación. Al estilo de una tarde de descarga cada uno mostró al público canciones conocidas de su repertorio.

Como anfitrión de la tarde, la música de Silvio Alejandro no se hizo esperar, e interpretó para el público presente algunos de sus más conocidos temas de los discos: Quedado en La Habana, Multitudes en la Silla y Tanto Remar. Destaca en sus canciones, el análisis social y la expresión de vivencias cotidianas. «Un muchacho que lleva sombrero para que las buenas ideas no se escapen»; así presentó Silvio Alejandro a Fernando Becquer. La música de este cantautor revela un concepto de lo erótico marcado por la comicidad que zigzaguea entre lo sensual y lo sexual de la mujer cubana. Los ritmos que emplea son los característicos de géneros de la música cubana como el son y la guaracha lo que tuvo al público bailando entre risas y aplausos.

Si de influencias musicales se trata, la estética «rocanrolera»  de Adrián Berazaín subió a la escena cuando presentó su canción El club de los corazones rotos. No se quiere por ello encasillar la creación de Berazaín a esta unión entre la trova y el rock&roll, sino resaltar una de sus influencias musicales más notorias en cuanto al ritmo, gestualidad y corporalidad. La cubanía de sus canciones no está solo en un título, pero una relectura de la tradición se evidencia en su tema Guajira rocanrolera. Este es un tema que bajo el slogan de «rock&roll y carretera» recuerda la melodía y la armonía de la Guajira Guantanamera con claras influencias del rock de las décadas de los 70 y 80.

Veinte años es una de las varias canciones cubanas que el público adora corear junto a los músicos que están en el escenario. Eso sucedió en esta peña, donde se quebraron los límites de las tablas para que todos los presentes se convirtieran en intérpretes de esta reconocida canción de María Teresa Vera.

Un joven trovador se presentó por primera vez en este espacio, su nombre: Víctor Cárdenas. Cantante de la agrupación humorística Punto y Coma. Allí mostró al público algunas canciones, donde el sentido de la parodia y el humor no dejaron de estar presentes.

Como colofón subió al escenario Kamankola. En sus canciones el hip hop se evidencia desde su metal y estilo de voz, y los largos estribillos rapeados donde mezcla las experiencias personales con su percepción sobre la actualidad cubana. Ello no le impide ser un trovador que con sus canciones retrata La Habana que con sus espejuelos él es capaz de apreciar.

El viernes próximo la peña Tres Tazas estará dedicada a la Mujer y la Trova. El espacio contará con la presencia de varias mujeres que destacan en la creación de este género. La cita no se hace esperar, menos de una semana queda para el encuentro donde se pueden tomar más de Tres Tazas.

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