Unos partners de lucha. La cooperación internacional en el audiovisual joven

El medio audiovisual precisa de financiamiento para poder existir, para crear las historias que luego serán proyectadas en la pantalla. Esas producciones que enamoran al público, y luego seducen con los protagonistas en la primera persona, son aprehendidas mejor desde el lente documental, y refrescadas con la visión de los jóvenes. El Sparring Partners es un proyecto vehiculado por el Departamento de Relaciones Internacionales de la Asociación Hermanos Saíz. Nadie mejor para ilustrarnos sus interioridades que Erduy Valera Cruz, uno de los protagonistas que posibilitó la negociación entre la ONG italiana GVC Onlus y la AHS.

Normalmente, los eventos de promoción de las artes tienen en los creadores de las manifestaciones a los protagonistas más visualizados. Sin embargo, los que producen los encuentros también tienen una fuerza a destacar. ¿Cómo valoras el papel del departamento de Relaciones Internacionales en la creación del Sparring Partners (SP)?

Desde el 2014 se han venido realizando acciones de fortalecimiento en los temas de la cooperación y colaboración, partiendo de los proyectos que en 2012 se gestaban. Es importante tener en cuenta que estos temas son de seguimiento continuo y revisión de los intereses de las partes involucradas, con un fin principal de visibilizar el arte producido por jóvenes. Hemos crecido en estos dos años y aumentado la credibilidad en nuestros socios extranjeros, respecto a la capacidad de coordinar eficientemente las tareas de cada uno de ellos.

Durante la concepción del proceso de selección de las obras para la muestra final ¿pudieras decirme si tuvieron algún criterio especial en relación con la temática abordada por cada uno, y el itinerario de exhibición que se había pensado como una de las características fundamentales del SP.

La acción SP tenía interés de trabajar temas de jóvenes, género… temáticas que pudieran generar debates, criterios, que mostraran una realidad necesaria a cambiar. Esas cosas que a los jóvenes realizadores les gusta tomar con el lente de la cámara.

Una vez terminados los documentales se han presentado en varios de los eventos principales de promoción y debate del audiovisual cubano. ¿Pudieras decirnos algunos de ellos? ¿Nos dirías el papel de la AHS en la socialización de los materiales?

Hemos tenido la posibilidad de presentar los seis documentales realizados por jóvenes cubanos en casi todos los espacios, que en la isla se destinan al audiovisual. Hicimos un lanzamiento en el Almacén de la Imagen, nuestro evento por excelencia para esta área, además de invitar a realizadores de República Dominicana y Haití. La Muestra Joven del ICAIC también fue un espacio donde los presentamos, incluso en la parte de concurso obtuvo premio uno de los nuestros materiales: Héroe de Culto, del joven realizador Ernesto Sánchez; y Guamuhaya ¿sin ellas? y Mi piel como lienzo, también fueron reconocidos. Además, en la Muestra, tuvieron la amabilidad de presentar en la Sesión «Somos Caribe» los materiales de otros realizadores dominicanos y haitianos dentro del SP. Seguimos las presentaciones en el Festival de Cine Pobre de Gibara y en mayo el Evento Cámara Azul de las Romerías de Mayo dio un cierre en las presentaciones del periplo que para Cuba habíamos organizado, siempre incluyendo a realizadores de República Dominicana y de Haití.

Cuando se concibió el proyecto… ¿tenían la gira de los realizadores por varias de las muestras internacionales como elemento fundamental?

Sí, la acción previó la presentación en espacios nacionales de los 3 países y su exhibición internacional.

¿Consideran el contacto de los autores con los diferentes públicos donde se realiza la exhibición como algo importante?

Claro. Creo que las historias que se cuentan son interesantes para mostrar y debatir con otros. Los temas de los documentales cubanos son bien peculiares y siempre conocer de un lado y del otro resulta estimulante.

¿Creen que gracias a la reciprocidad de las opiniones de los receptores se ha podido tomar el pulso de las obras, y su influencia en la sociedad?

Lo creo así. La gente se ha visto reflejada en lo que se cuenta. Quizás no como protagonista, pero sí como parte del resto de los personajes o de la idea que se presenta. En el caso de los documentales cubanos, son realidades que están ahí. Chicas tatatuadoras en La Piel como lienzo; historias de una familia de Guasasa en Playa Girón que cuenta El momento más oscuro: un propio descendiente de coreano que narra la historia de su familia. Como es de plural y respetuoso a lo diverso un pueblo de pescadores al norte de Villa Clara es lo que se muestra en Villa Rosa, siendo Caibarién llamado la Villa Blanca. Como ver a nuestro apóstol Martí en Héroe de Culto, y la mirada a la vida de cinco féminas del macizo Cienfueguero en Guamuhaya ¿sin ellas? Todo esto, pone al público a pensar cómo hacer, cómo sumar mejor su tiempo a la vida y ver de dónde viene, que hacer para sentirse mejor persona y no caer en las miserias humanas.

Desde la posición del outsider ¿cómo valoras los premios alcanzados por los artistas miembros del SP? ¿Piensas que cuando se concibió el proyecto, la renovación del audiovisual y su estudio desde las estéticas jóvenes, era uno de los objetivos principales?

Los premios los creo merecidos. Además de ofrecer la posibilidad de poder «tener» para producir, permitía al final de la realización, disfrutar de productos con mejores estéticas, ideas nuevas, creación abierta y sin límites. Por lo menos, el poder hacer realidad uno de sus sueños como realizadores audiovisuales.

Ya con los frutos del SP cosechados, ¿piensas que el departamento de Relaciones Internacionales de la AHS tiene proyectos similares para el apoyo al desarrollo del audiovisual joven u otros lenguajes del arte?

Primero creo que aprendimos más del audiovisual. De todo lo que se hace para lograr lo que después disfrutamos en la pantalla. No queremos estar lejos, desde una oficina, esperando el resultado. También participamos en ese proceso. Es una mejor manera de entender a los jóvenes creadores y hacer más y mejor por los que necesitan.

Todo lo anterior nos permite claramente identificar otros espacios, otros financiadores, como acceder a fondos que ayuden la producción audiovisual. Y tenemos, tenemos cosas ya vistas para hacer.

¿Nos comentas de alguno en el tintero?

Te puedo contar que ya estamos escribiendo lo que puede ser el SP 2. Más amplio, con temáticas aún más variadas. Quizás, sin dejar de trabajar el género documental que nos interesa seguir fortaleciendo, también tocar la ficción. Los propios partners de Haití y República Dominicana han hablado para poder hacer coproducciones. Presentar proyectos en conjuntos para fondos. En verdad se ha movido el escenario a favor del audiovisual. Sin dejar de mencionar que los propios realizadores han abierto posibilidades futuras en su participación en festivales, universidades, ciclos de presentaciones. Solo resta escribir buenas propuestas y estar al tanto de las posibilidades que todo el tiempo nos rodean.

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