Entrevista #2: Arte “rebelde”

(un café con Frank Lahera O’Callaghan a propósito de la 2da edición de la Muestra Internacional de Cine Experimental y Nuevos medios “La Mirada Inquieta”)

Del 3 al 6 de junio, Santiago de Cuba se convirtió en espacio de diálogo y exhibición para el cine experimental a través de la muestra internacional “La Mirada Inquieta”. Un evento que sondeó distintas prácticas audiovisuales y trajo a debate el uso de los Nuevos Medios en la producción cinematográfica. Cineasta e investigadores de Canadá, Irlanda, Argentina, España, Italia, Colombia, Brasil, Francia, Chile, República Checa, Portugal y Cuba, se dieron cita desde las plataformas digitales bajo el slogan “Por un mundo Experimental”. Una frase que marca el ansia generacional de un vuelco positivo hacia una vida menos previsible y normada por el contexto. La muestra fue un gesto a favor de la diversidad creativa y contó con el liderazgo de Frank Lahera O´Callaghan, la productora Probetafilms y la Asociación Hermanos Saíz en Santiago de Cuba.

La AHS en la provincia ha desplegado desde la Oficina Antonio Lloga, un plan de acciones a mediano y largo plazo para el desarrollo del audiovisual en la ciudad. Una estrategia que será protagonizada por artistas miembros o no de la organización y uno de sus objetivos principales es la formación de públicos. Para ello es importante actualizar conceptos y prácticas desde el arte y la cultura siempre que no vaya en detrimento de los códigos identitarios de ninguna comunidad.

Frank Lahera es una especie de “artista total”, su concepción del arte lo hacen desplazarse entre las artes visuales y el cine. Es en la actualidad el jefe de la sección de audiovisuales de la AHS en Santiago de Cuba y desde ahí busca cada año articular acciones que conlleven al espectador a relacionarse con un arte más sincero. Su fin es instaurar en cada procedimiento, hecho artístico o conversación, una participación realmente activa del público en el proceso de recepción de la obra. La Muestra de Cine Experimental y Nuevos Medios “La Mirada Inquieta”, es una de esas acciones en pos de un público más consciente y sensible. Sobre esta idea conversamos mientras degustábamos un café.

Tal vez para el público santiaguero escuchar sobre la creación de una muestra de cine, no signifique nada, más allá del suceso. Pues no son pocos los intentos por crear este tipo de espacio en la ciudad. Pero si le propones un debate sobre una concepción híbrida de los elementos cinematográficos para construir y exhibir al cine, su capacidad de asombro puede cambiar. Estoy seguro que el espectador santiaguero y de otras regiones de Cuba necesita actualización y propuestas (que como esta) ahonden en otras maneras de percibir el mundo. El cine posee esa magia. Puede mezclarse más que el café y saber mejor (risas). Puede adueñarse de todos los elementos, artes y disciplinas y hacerlas mejor. Partiendo de eso, ¿qué son los Nuevos medios en el cine?

El uso coherente y novedoso de las nuevas tecnologías. El tener en cuenta su existencia y usarlas para suscitar nuevas narrativas y experiencias con las audiencias. No se trata de usarla como moda o que estén presentes dentro del hecho artístico simplemente porque son accesibles, sino buscar la forma de que estas tecnologías dialoguen con las establecidas, para así lograr un nuevo discurso y otras formas de contar y hacer sentir. 

Los ejes de poder ahora son maniobrados por las tecnologías. Los conceptos artísticos mutan sin esperar al análisis crítico al que naturalmente fueron sometidos en el siglo XX. Todo parece estar sucediendo AHORA. Es una sensación aterradora y a la vez de aventura. ¿Cuál es el potencial real de estos Nuevos medios? ¿Qué vasos comunicante podemos encontrar entre un cine regido por los Nuevos Medios y las nombradas artes vivas?

El mayor potencial de los Nuevos Medios es que son libres. Por otro lado, al igual que las artes vivas, son estrategias creativas auto-definidas, que apelan a un conjunto de artes, de formas, en un solo concepto o en una red incluso multidisciplinaria. Cada elemento existente: Internet, la realidad virtual, etc., viven y existen por sí solos, pero tienden a ser muy pasivos en un breve lapso de tiempo, de ahí que necesiten convivir en nuevos universos creativos y nutrirse. De ahí que se encuentren en otras formas de expresión: como el cine, las artes visuales, el teatro y hasta en la misma intelectualidad. Las llamadas Narrativas Transmedia sería como un ejemplo de “hogar” donde conviven creativamente, y pueden actuar lo mismo en lo digital que en lo off-line, o en acciones que apelen a lo físico. 

¿Qué espacios existen Cuba para la exhibición y la creación de proyectos regidos por estas dinámicas?

De vez en cuando obras de estas magnitudes pueden verse en las artes visuales, en ciertas exposiciones que llaman la atención pero que pronto pasan al olvido, condenadas a lo efímero del espectáculo. Ahora hay cierta moda en Cuba sobre usar las tecnologías, pero más bien, según mi opinión, con un sentido especulativo. Aunque algunas obras si las usan bien y están justificadas, la mayoría solo las incluyen por cierta moda o por el criterio de: “es lo que se usa ahora”, algo que lastran la obra y no le aportan absolutamente nada. Si a cierta obra le quitas ese dispositivo y no le cambia ningún sentido, es que entonces sobraba, sencillamente es así.

En el teatro cubano por ejemplo, todavía veo que se usan estos medios de forma pasiva. No le han hallado aun el gancho “formal” para que se logre un universo verdadero. Hay un intento por ver al teatro como un “enviromen”, pero la escaramuza termina con el usar de las tecnologías “para” sin pensar en el “por”.

En el cine (lamentablemente) eso está muy lejos de pensarse. El cine cubano, obviando un poco el cine independiente, está marcado por temáticas. No se preocupa por ir a otros zonas creativas, se sigue reproduciendo los mismos esquemas, la mismas formas narrativas, las mismas caras, aunque no se puede negar que hace dos películas atrás se ve un intento por renovarse. Esperemos que esto sea sincero.

Cuando se recuerde de que el cine es además de arte, industria, las cosas irán mejor, sino tendremos que seguir apreciando las filmografías que nos anteceden y continúan en la gran pantalla. Nada que ver con lo que sucedió en la creación cinematográfica a inicios del 60, ahí si había un afán de búsqueda y experimentación. Nada estaba dicho en lo creativo y los cineastas aprendían haciendo, todo lo contrario a lo que sucede hoy. Tal vez las nuevas generaciones debemos des/aprender.

Creo que los únicos sitios (aun con sus miradas propias), que defienden los Nuevos Medios y sus variantes, son el FIVAC (Festival Internacional de Videoarte de Camagüey), y la Fundación Ludwing de Cuba. Aunque de la Fundación hace un tiempo que no escucho nada.

Tal vez desconocer esta zona de la creación puede ser un factor en contra de los creadores y públicos para poder adentrarse en estas fronteras. El uso de la tecnología como herramienta básica de cualquier sociedad ha llegado tarde a Cuba, no solo el arte está rediseñando sus funciones. Tal vez lo que percibimos como demora en el cine o en otras manifestaciones, se debe a que el arte siempre es una respuesta. Una necesidad de explicación que puede expresarse a través de sentimientos y emociones con respecto a sucesos relacionados con el individuo. El arte ha tenido que esperar por la relación del individuo en Cuba con las tecnologías para luego poder abordarlo con mayor organicidad. Antes de esa llegada cualquier acercamiento a esta exploración puede parecernos genial pero no coherente con el contexto de los hombres y mujeres de la isla.

Ahora necesitamos acelerar para poder relacionarnos con un mundo que se nos abre y se nos aleja. En medio de la pandemia, del re-pensar sobre nuestras conductas, modos de convivencias, restructuración formal del arte a partir de la inclusión de nuevos elementos y de los muros de contención para impedir un mundo experimental, creas una muestra como reacción a tus necesidades contextuales y artística. ¿Por qué sería tan importante visibilizar estas prácticas y fomentar el desarrollo de estas nuevas narrativas en Cuba?

Primeramente porque nada es ajeno a la cultura. Saber eso te permite conocer cómo se mueve nuestro mundo y cómo se piensa más allá de las fronteras visibles de lo intelectual. Somos entes racionales que podemos darle un uso a esa tecnología (que ya es parte de nuestra cotidianeidad). Esa tecnología también es una herramienta de manipulación simbólica y está al acecho. No podemos ignorar que llegamos tarde, que no hay tiempo para dudar.   

Hay que seguir evolucionando en el campo del arte. Descubrir sus bondades y esclarecerlas para no aumentar sus lagunas oscuras, es una acción primaria del artista. Dibujar nuevos caminos, nuevas experiencias, nuevas formas de crear y hacer pensar desde la construcción de nuevas narrativas. Hoy el ser humano está bombardeado constantemente de ideas, conceptos, mensajes, y ya es muy difícil de sorprender. Cree que lo ha “visto todo”, y entonces hay que afrontar el reto. Hay que crear con las herramientas del ahora, para evitar una muerte prematura del pensamiento. Hay que promover lo distinto, lo novedoso. Hay que empujar al público hacia lo desconocido. Esta es una vía para encontrar nuevas ofertas conceptuales, nuevas luces y despertar del letargo.

¿Por qué una muestra Cine Experimental y Nuevos Medios en Santiago de Cuba?

Porque Santiago de Cuba es alternativo al resto de la isla, tal vez por obligación, tal vez porque no le ha quedado de otra. Al estar alejado de los centros hegemónicos del arte, ha tenido que subsistir y buscar a toda costa cómo seguir moviéndose. De ahí que haya quienes todavía apuestan por la creación, usando las herramientas que poseen, muchas veces cuestionadas en lo interno por la falta de comprensión o de conocimiento. Una razón que demuestra la necesidad de inculcar esa cultura.

Al usarse herramientas, las que sea, (un móvil, un tablet, o simplemente elementos reciclados para producir arte), también se provoca a la imaginación y al talento para crear un método. La falta de intercambios con otros creadores de Cuba o del mundo es vital en este caso. Aun así, podemos encontrar un arte que es rico en formas, conceptos y temáticas particulares, que si se estudia a fondo, difiere de lo que está vigente en otras zonas más cercanas al occidente. Se ha tenido que experimentar porque ante la falta de opciones hay que resistir. Gracias a la democratización tecnológica ya se puede acceder a ciertos dispositivos que en años anteriores eran impensables, pero el aislamiento persiste.

No se tiene con que producir, pues se hace con lo que simplemente grabe video y sonido. No tengo quién actúe, pues actúo yo y el cotidiano. No tengo con qué editar pues trabajo en secuencia. Me esquivan porque hago algo que no entra en la percepción general de muchos, pues creo mi espacio donde mostrarlo. La alternativa es la forma y el medio para no dejar de “hacer”. Lo más curioso es que no somos los únicos, cada vez salen a la luz nuevos “rebeldes” que desean ir a la selva. Entonces te preguntas: ¿no será que es necesario ir a la selva para comenzar a crear de nuevo, para crear de verdad, lejos de la colonización formal? ¿Qué es lo importante, el medio o lo que se genera? ¿Por qué renunciar a lo que moviliza verdaderamente? Creo que una frase lo resumen todo: “el fin justifica los medios”, ¡no puede estar más claro!

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más Leído

Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

Suscripción

Para recibir nuestro boletín ingrese su dirección de correo electrónico