El arte underground tiene su espacio en Rockmerías

El rock en Cuba ha alcanzado seguidores y plazas a largo y ancho de toda la isla, transitando por un extenso y difícil camino hasta lograr una justa representatividad en el ámbito sonoro insular. A inicios del nuevo milenio en Holguín, de conjunto con el Festival Metal HG, una de las citas más importantes de este género en el país, y como parte de una estrategia de la Asociación Hermanos Saíz para promover y desarrollar el metal entre los jóvenes, se incluyó el rock como evento en el Festival Mundial de las Juventudes Artísticas, las Romerías de Mayo.

Las Rockmerías, surgidas en 2004, se han convertido en el espacio ideal para la presentación de bandas nacionales como Zeus, padre del género en la isla, Combat Noise, Cry Out For, Hipnosis, Kallejeros Kondenados, Suffering Tool, Tendencia, Azotobacter, Médula, Protesys, Mephisto, anfitrión de la cita, y también de varios países como Stone Circle (Australia), Phil Kane acompañado del prestigioso baterista Al Webster (ambos de Canadá), Chocloneta y Elego (Chile), Apegi (Dinamarca), la reconocida Suicidal Tendencies (Estados Unidos), entre otras.

foto Juan Pablo Torralbas

Atraídos por los sonidos del metal, de conjunto con las presentaciones, llegan hasta esta ciudad rockers de toda Cuba, lanzándose a vivir interminables historias durante una semana, lejos de los prejuicios que, para quienes no siguen el género, posee el desenfado propio del rock.

Rockmerías es también el espacio de conferencias, presentaciones de libros y conversatorios, realizados por estudiosos, como el realizador de radio e investigador Humberto Manduley, autor de Hierba Mala. Una historia del Rock en Cuba, texto presentado en una de las ediciones del evento; el investigador Juanito Camacho; el periodista y realizador Guille Vilar; el crítico, periodista e investigador Joaquín Borges-Triana; el musicólogo holguinero Zenovio Hernández, entre otros estudiosos que han contribuido a legitimar sus aporte a la cultura nacional.

Foto Carlos Rafael

Este certamen, asegura Raúl Cardona, investigador del género y organizador de Rockmerías en varias ocasiones, “se consolida como plataforma de lanzamiento para cualquier agrupación que desee promocionarse en uno de los principales circuitos del país y convierte a Holguín en la plaza más importante del rock en la región oriental”. Y destaca Cardona que la perdurabilidad del rock en esta ciudad “es vital gracias al trabajo constante de la AHS, que durante años ha logrado mantener espacios fijos para la música rock, como el Gabinete Caligari”.

Aunque en el pentagrama holguinero se han consolidado otros géneros y modalidades de corte internacional, “el metal y el rock mantienen una presencia relevante y en ascenso”, dice Cardona, logrado a través de eventos como Rockmerías, “aglutinador para los fans del Oriente y sobre todo porque ha logrado una renovación y continuidad del género en la provincia, pues casi todos los años se disfruta de nuevas obras y bandas, como han sido Spermak, División Basura y Espoleta, este último grupo con un trabajo musical más perdurable y trascendente”, añade.

En un futuro inmediato el rock en Holguín marcha en la conquista de nuevos espacios, aunque a veces solo queden grandes eventos, como Rockmerías, para la participación de bandas defensoras del género y sus seguidores, “en los cuales se continuará oxigenando con nuevos sectores de público y proyectos que sigan demostrando que el ritmo más juvenil y universal extiende sus raíces y despliega sus alas en esta región de la muy bien llamada Isla de la Música”.

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