Los otros fotogramas inolvidables de Isabel Santos

La actriz cubana Isabel Santos forma parte del imaginario de muchas cubanas y cubanos de hoy. Aquella tarde del 3 de agosto, en el salón de mayo del Pabellón Cuba, en el espacio Encuentro con…, quedó más claro.

Había varias generaciones en el pequeño salón. Magda Resik, la conductora, lo advertía al inicio después de la bienvenida. El periodista que no haya entrevistado a Isabel Santos, la actriz, tiene una asignatura pendiente.

Una señora limpiaba el lente de su celular para atrapar la mejor imagen. Otra afirmó: «cuando entre Isabel que todo el mundo comience a aplaudir». Lo más importante es que Isabel no se lo cree. No le gusta conceder muchas entrevistas.

Isabel (Nereida), la de Clandestinos, dice que aún asume la actuación como si fuera el primer día porque no ha llegado a la meta. Y retumban los aplausos para agradecer. Isabel habla de tiempos difíciles, pero no se queja, sabe saltar cada obstáculo por muy difícil que parezca. Dice que no a un proyecto que no le resulte interesante.

Nació un 4 de septiembre de 1961 en la provincia de Camagüey. Uno no puede olvidar de donde viene, dice. Mi padre fue carbonero y junto a mi madre se alfabetizó con la Revolución.

Isabel es una de esas artistas que agradece su formación al universo de los libros y, espontáneamente, afirma: «No fui una niña muy feliz, pero mi madre me llevaba una jaba de libros». Recuerda, por ejemplo, la lectura de Madame Bovary.  

Reencuentro con Luis Alberto García

Son muchos los que llevan en sus vidas una parte de aquella escena final, cuando Luis Alberto García entrega viva a Nereida. Desde entonces son una de las parejas preferidas de los espectadores cubanos. De eso se habló.

Trabajar con Luis es un reto. No somos los muchachos de Algo más que soñar ni Clandestinos; en Ya no es antes dijimos: vamos a vernos con estas arrugas que duelen.

Lo cubano en Isabel Santos…

Vivo en Cuba porque quiero vivir en Cuba… Para vivir en este país no tengo que pertenecer a nada. Soy martiana y fidelista. Vivo en mi casa, apenas salgo. Soy súper crítica. Pero me pregunto cómo salvar este país. Estamos a tiempo. En qué se ha convertido nuestro país, me da rabia la falsa moral. Cuando estoy fuera parece que vivo con la suegra y no me gusta vivir con la suegra.

Soy vanvanera. Yo tengo mi losa en mi país. No creo que pueda vivir en otro lugar. Vivo con mi pareja y un perro.

Fueron algunas sentencias que se quedaron retumbando.

El teatro y el documental…

No me siento bien en el teatro. Sostiene y, con 56 años, no lo va a hacer. Respeta mucho el teatro, pero no se visibiliza repitiendo el texto varias veces.

Comenta el trabajo como documentalista. Dice, «el mundo del documental es difícil, tengo unos documentales, pero no es que sea documentalista».

Directores de filmes donde trabaja…

De su relación con directores y el trabajo enfatiza: «amo intensamente mi trabajo y agradezco a los directores que me han ofrecido personajes. Me entrego al trabajo de mesa, hablo mucho con el director, él es el único que sabe lo que quiere. Creo que se necesita disciplina, respeto a los que te llaman. Exijo y me exijo. Eso es trabajar». Afirma.

Lester Hamlet dice que tiene una manera peculiar de garabatear los guiones, pero todo está controlado. Ella hace que la película crezca.  Y se cuenta el pequeño papel de Casa vieja. Ella lo supo engrandecer. Uno descubre entonces que para ella nada es pequeño. Cada personaje es una vida.

Marilyn Solaya dice que Isabel es verdad y transparencia. Y se enorgullece de haberla tenido y disfrutarla en Vestido de novia.

Son dos directores que están allí para agradecer, pero es Isabel la que más agradece.

El sueño de conocer a Isabel Santos…

Varios llegaron para conocerla: una traductora, un trabajador de la empresa eléctrica que revela que ha visto Clandestinos veintitantas veces, unas señoras que esconden o contienen la emoción detrás de los espejuelos.

Una muchacha toma la palabra, quiere ser actriz, pide consejo. Y dice Isabel que con doce años andaba con una chiva en un batey. Hay que soñar y estudiar mucho. Tu familia te puede ayudar mucho, pero tú tienes que estudiar, que entregar. Sueña.

La robadora de días…

Qué cosa es actuar, le pregunta Magda. Algunos dicen que es una mentira, es imitar algo. Todos actuamos en la vida. Responde Isabel. En la actuación no entrego mis memorias, mis dolores. No voy a Isabel, me reinvento. Uno actúa porque lo necesita. Sin verdad no hay personaje. Soy una robadora de días, observo mucho para crear mis personajes.

Fotograma final

Ahora que reconstruyo aquella tarde habanera no dejo de pensar en Isabel Santos, en nuestra Nereida. En esa mujer que tiene el nombre y la esencia de Cuba en el corazón. Busco la filmografía que la contiene: Se permuta, Casa vieja, y otras.

De aquella tarde no comento demasiado que estuvo más de diez años sin trabajar y otros asuntos. Quiero tener y compartir a esta mujer fuerte, de buen sentido del humor, entregada y disciplinada. Cuánto hacer para hacer posible un sueño. Jamás desmayar. Jamás dejar vencerse. Y me voy a casa. Como ella mi casa es mi burbuja, mi mundo.

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