Una feria de novedades culturales

La década de 1940 dejó huella en esta legendaria ciudad, pues nacía su primera feria del libro. En aquel entonces su recinto se desarrolló en el Centro Histórico; donde ocurrían las actividades teóricas, junto a la venta de libros.

Luego en los años 80 se decidió que la fiesta de la literatura fuera solo en el parque urbano más extenso de Cuba, el Casino Campestre, idea que permaneció hasta la presente edición —a desarrollarse hasta el 9 de abril—, que retomó la costumbre de preservar su programa teórico y ventas de textos en sitios culturales de la ciudad, «Cuna de la literatura cubana», aunque también se expenden los volúmenes en ese pulmón verde y campestre, como señaló el reconocido investigador y ensayista Luis Álvarez Álvarez.

El también autor de Cien años con Soler Puig, título que la Editorial Ácana (EA) presentó entre sus novedades literarias, dijo que la XXVI edición de la Feria del Libro, en Camagüey, es el resultado del esfuerzo de múltiples instituciones, en la que destacan la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), la Unión Nacional Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Sociedad Cultural José Martí (SCJM), que desarrollará su evento de Guáimaro a Playitas, el Sectorial de Cultura y por primera vez la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Loynaz (UCIAL), la cual se integró con una mayor participación y a la que se reconoce, por ser la primera de su tipo fundada por la revolución, hace 50 años.

FIESTA EN FAMILIA

En Camagüey la feria no es solamente un suceso literario, sino un acontecimiento cultural, el cual previó espacios para toda la familia camagüeyana y destacó como singular propósito dedicarla a sus jóvenes.

Para los más pequeños el «Pabellón Infantil» los acogió con una atractiva oferta, y El Café Literario La Comarca, espacio de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), desarrolló su Feria Joven, para dialogar en torno a las investigaciones culturales de los estudiantes universitarios, quienes promueven la historia de su urbe.

Propuestas como la subasta de libros gestados en Ácana, que poseen hasta tres décadas de existencia, dinamizaron el fiestón, pues la ingeniosa forma de venta ocurrió en la gustada «Nave de los locos», donde además la descarga de trovadores acompañó a los textos martianos y artistas de la la plástica, quienes pintaron en el Casino Campestre.

Originales fueron los e-books o libros electrónicos, disponibles en dispositivos móviles. Uno de ellos, con la colaboración del Portal del Instituto Cubano del Libro, reseña la obra de la pintora cubana Flora Fong, hasta el año 2015. La otra propuesta fue el libro infantil, Pasando por un trillo, de Roberto Manzano, mientras que documentos inéditos de El Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, se combinaron en una multimedia interactiva.

LOS REGALOS DE ÁCANA

La Feria aquí se caracterizó también por una promoción bien pensada, expresada en las «8 Cápsulas de Ácana», donde el audiovisual, de manos del realizador, Jorge Campanería y del escritor, Alejandro González, sintetizan las producciones literarias.

Ácana sorprendió con 18 títulos que evidencian su pluralidad de textos y temática. Atrayente la novela para niños y jóvenes, Mi mamá está en la cocina, de Mildre Hernández, quien defiende los derechos de la mujer, desde los universos infantiles; Fin de Año, de Daimy Díaz, propone reírte de lo lindo, y El escritor y la bibliotecaria, de María Antonia Borroto, conduce a profundas autoindagaciones en la espiritualidad humana. 

Mas las novelas Adiós Hemingway y La cola de la serpiente, de Leonardo Padura, se unen en un volumen que se alza por la ingeniosidad de su diseño, mientras que Matar al mambí. Documentos de la ofensiva española en el Camagüey. 1870, de los historiadores Elda Cento y José Abreu; revelan documentos de las fuerzas armadas coloniales de la Guerra Grande en el Camagüey de 1870, y operaciones militares de las columnas españolas.

Desnuda y para siempre, de Carilda Oliver; es un poemario que rinde tributo a la libertad y el amor, Descubrimiento del azul, de Francisco López; nos permite andar junto a Zolá y Martí, en un teatro que llega a ser casi el de nuestros días, y Negocios, lucro y dinero (1937 – 1958), de  Fernando Crespo; revela el entramado entre las familias mafiosas norteamericanas con altos personajes de la política y del mundo financiero, y el corrompido sistema durante los años 30, hasta el triunfo de la Revolución.

Bautismo en la soledad. Biografía de Carmen Zayas Bazán, esposa de José Martí, es un texto de Mirtha Luis, que  aborda la historia de una figura asediada por la incomprensión; Acentúa y aprende, de Gerenarda Barreto y Hortensia Cosío, es un manual de ortografía que enseña a tildar correctamente; y La Avellaneda: novela histórica y contextualización, de Luis Álvarez y Olga García Yero, reflejan nuevas consideraciones sobre una zona narrativa de la Tula desatendida por mucho tiempo: la novela histórica. El libro mereció el premio Emilio Ballagas de ensayo 2014.

Figuran además otras propuestas como el Manual de investigaciones de Laboratorio clínico y su aplicación práctica, de Nelson Aguilar; Cocina y disfruta. Recetas de las Molné, de Alba Teresita Estrada y Alba María Cepero; El alcohólico por dentro, de Pedro G. Hernández; En islotes de intimidad y silencio, de Yoan Pico; Cocinando con amor, de Jaime López; y los infantiles: Pelusa, de Elsa Morales, y Una boda en charca dulce, de Nitza Núñez, que permitieron a los textos de Ácana brillar en su feria de novedades.

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