Salón de Arte Joven


AHS en Pinar del Río apuesta por las artes visuales

En la galería Sala real de la Casa del Joven Creador ya se exhiben las muestras de la vigesimotercera edición del Salón de Arte Joven en Pinar del Río. El espacio, convocado por la filial pinareña de la Asociación Hermanos Saíz, constituye una apuesta por el desarrollo de las artes visuales en la provincia.

Inauguración del 23 Salón de Arte Joven en Pinar del Río. Foto: Yusley Izquierdo Sierra

En esta oportunidad los organizadores se propusieron atraer las miradas de jóvenes creadores de otros predios con el fin de generar una oportunidad para el intercambio de estéticas que contribuya al diálogo entre artistas que defienden visualidades diversas, desde las tradicionales bellas artes hasta las expresiones vinculadas a la tecnología.

Según la crítico de arte Yanetsy Ariste, quien como vicepresidenta de la filial pinareña de la AHS asumió la organización del encuentro, “los temas de la actual edición se alimentan también de lo plural, con evocaciones a la filosofía, la antropología, los significados del cuerpo, estigmas y estereotipos, la política, la literatura y los propios procesos de la creación”.

El jurado integrado por los artistas Michel Gustavo Martínez Guerra, Tahilín González Pacheco y Yasser Curbelo Rego, decidió que el premio en esta ocasión recayera en la obra Queriendo escapar, del joven pinareño Andrés Gutiérrez Alda. Esta pieza será adquirida por la Asociación Hermanos Saíz en Pinar del Río y formará parte de la colección institucional.

De igual modo, la filial pinareña del Fondo Cubano de Bienes Culturales otorgó un premio de adquisición a la obra Amantes, de Lauren Mitjans.

Amantes, óleo sobre lienzo de Lauren Mitjans. Foto: Yusley Izquierdo Sierra.

La artista pinareña Yenia Elvira Barrios fue reconocida con la Primera Mención del salón con No hubo perra buena en Trinidad, obra que se mantendrá en proceso durante la muestra, mientras que la segunda Mención fue otorgada a la matancera Ilianis Cortés por el tríptico de fotografía Estereotipos.

El Salón de Arte Joven de la AHS en Pinar del Río se mantendrá abierto al público durante un mes en la sede de la organización para todos aquellos que quieran apreciar lo que se hace en materia visual por los noveles creadores.


Regresa a Pinar del Río el Salón de Arte Joven de la AHS

La edición XXII del Salón de Arte Joven de la filial pinareña de la Asociación Hermanos Saíz quedará inaugurada este sábado 26 de noviembre en la Sala Real de la Casa del Joven Creador.

El evento, catalogado como el más relevante de la sección de artes visuales de la AHS en la provincia y destinado a fomentar la creación de artistas menores de 35 años, propone en esta ocasión diversidad de propuestas que incluyen fotografía, instalación, dibujo, videoarte y pintura.

El jurado, integrado por Miguel Ángel Couret, José Miguel Díaz Pérez (Mayim-B) y Yanetsy Ariste Pita, concederá un premio consistente en la adquisición de una obra del autor en pequeño formato por el valor de 5 000 CUP, además de la programación, en 2023 de una exposición personal en la galería de La Madriguera, en La Habana.

Igualmente, se entregarán cuantas menciones estime el jurado, mientras que instituciones como el Fondo de Bienes Culturales, el Consejo Provincial de Artes Plásticas, la Uneac, el proyecto Arte en espiral y la revista La Gaveta, otorgarán premios colaterales.

Como parte de las actividades programadas se entregarán las distinciones Nueces y Carlos Hernández Alcocer, además se prevé un intercambio con los participantes y el jurado con el objetivo de intercambiar acerca de las dinámicas en las que se produce y proyecta en arte contemporáneo.


Luces y sombras de un Salón

El Salón de Arte Joven, el más importante evento de artes visuales convocado por la Asociación Hermanos Saíz en Pinar del Río, arribó este octubre a su edición número veinte. Con la divulgación del fallo del jurado en el programa radial Hecho en Casa y la publicación de las obras ganadoras en redes sociales, quedó inaugurada la cita atípica, pues debió prescindir de la exhibición en galería de arte debido a las limitaciones impuestas por la pandemia de COVID 19.

Entre las trece piezas en concurso conquistó el premio la fotografía digital “Only Fans”, de Ernesto Naveda; en tanto, merecieron menciones “Ventisca, Capítulo II”, de José Ernesto Reyes Ortiz y “Yo tengo un sueño”, de Alejandro Piñeiro. Además, entregaron premios colaterales la revista de arte y literatura La gaveta, la filial de la UNEAC en Vueltabajo, el Consejo Provincial de las Artes Plásticas y el proyecto Arte en Espiral, liderado por el creador Arquímides Lores “Nelo”.

Asimismo, el Comité Organizador concedió la distinción Nueces al experimentado José Miguel Díaz Pérez Mayim-B como reconocimiento a su obra y su apoyo a las nuevas generaciones. Igualmente, otorgó la distinción Carlos Hernández Alcocer –entregada por vez primera– a Rigoberto Guas Ortega, creador y docente con amplia trayectoria en ambas facetas.

A la altura de sus veinte ediciones, el Salón de Arte Joven de Pinar del Río es un espacio que se repiensa y aspira a convertirse en plataforma de un arte verdaderamente de vanguardia. Lo ocurrido en la más reciente convocatoria deja ver las luces y sombras que acompañan ese propósito.

Academia vs Arte

De acuerdo con Lázaro Prieto González, jefe de la sección de artes visuales de la AHS pinareña, “el Salón de Arte Joven, desde sus inicios, se convirtió en una especie de termómetro de los jóvenes artistas visuales y no solo de los jóvenes, también los de más trayectoria miraban al Salón… como un catalizador de las propuestas más interesantes, sobre todo las enfocadas en la experimentación, la búsqueda, la osadía.

“Pero, con el paso del tiempo y a raíz de varias situaciones que se dieron en la provincia, entre ellas el cierre de la Escuela Profesional de Artes Plásticas de Pinar del Río, el Salón… empezó a tener una especie de declive o retroceso desde el punto de vista formal y conceptual”.

El también artista visual insiste en que “eso no quiere decir que no haya obras interesantes, cuyo discurso está acorde con las dinámicas más contemporáneas”.

La licenciada en Historia del Arte Liyanis Carvajal, directora de la revista de arte y literatura La Gaveta, coincide en que Vueltabajo experimenta “un poco de depresión en cuanto a la creación artística de la plástica”, resultado del vacío en la formación académica de los más jóvenes. En ese sentido, la especialista resalta que afortunadamente “los muchachos que tocan a la puerta de los grandes tótems de las artes plásticas residentes en Pinar son bien recibidos con esa experiencia, esa maravilla que poseen. Además, hay espacios como el taller pedagógico Farmacia, liderado por Juan Carlos Rodríguez y el propio Salón de Arte Joven, que también me parece una oportunidad”.

Por su parte, la crítico de arte y periodista Yanetsy Ariste, presidenta del jurado de la reciente edición, explicó que entre los creadores participantes algunos son autodidactas, mientras otros provienen de una formación académica, “lo cual expresa que muy a pesar del cierre de la Escuela Profesional de Artes Plásticas está presente una hornada de artistas jóvenes que no dejan de crear y en este caso, hacer currículo con la participación en eventos”.

Renacer, nunca morir

En los últimos años, el comité organizador del Salón de Arte Joven de Pinar del Río ha venido introduciendo novedades en la convocatoria, en busca de la necesaria renovación de la cita. Muchas iniciativas soñadas para la reciente edición quedaron pospuestas por la situación epidemiológica de la provincia.

Como máximo responsable del espacio actualmente, Prieto González es un eterno inconforme. Sin embargo, apunta que resulta alentadora la respuesta de los jóvenes artistas ante el llamado en medio de las difíciles condiciones impuestas por la pandemia.

“A pesar de que la pandemia afecta grandemente la producción y el intercambio de los jóvenes artistas, ellos han mostrado un deseo inminente de desempolvar muchas obras que están acumuladas en sus casas. Hay por quien luchar, por quien trabajar, esa es una motivación para la institución”, afirma.

A juicio de Yanetsy Ariste, “esto es muy importante, porque sin escuela de arte pensamos que no habría relevo dentro de la manifestación. No sucedió así. Pero hay que incentivar a estos jóvenes para que continúen creando, para que no se salgan de la institucionalidad, para que no se ocupen en tareas y profesiones que nada tienen que ver con la cultura en busca de la tan necesaria remuneración por su trabajo. ¿Cómo hacerlo? Con más becas de creación, con un justo premio en metálico como galardón en los certámenes.”

Por su parte, Yania Collazo, especialista del Consejo Provincial de las Artes Plásticas de Pinar del Río subraya que “los salones de forma general constituyen un fenómeno artístico que ha ido evolucionando en el tiempo, pero más allá de que algunos los consideren más o menos necesarios, más allá de que impliquen ciertos cambios, representan siempre un espacio de promoción indispensable. Aun cuando una edición resulte más gloriosa que otra, este es siempre un espacio fundamental para tener la visión de lo que están haciendo los artistas, para propiciar el diálogo entre los creadores y la institución”.

Si bien ratifica que el escenario académico no favorece la aparición de jóvenes creadores, Collazo –también integrante del jurado– insiste en que se trata de un espacio que ha ganado desde la organización: “Se ha convertido en un salón de adquisición, o sea, ha ido ganando una colección para el futuro; también el hecho de que se hayan instituido las distinciones Nueces y Alcocer es una muestra de que el Salón sigue profundizando y buscando nexos entre los jóvenes creadores y esas fuentes nutricias o de inspiración que son los artistas de más experiencia”.

“Entonces esta es una cita que, más allá de las circunstancias extra artísticas que puedan propiciarla o atentar contra ella, lucha por sostenerse e incitar a la creación”, concluyó.

Además de la ausencia de la academia, Vueltabajo carece de una abundante programación cultural en materia de artes plásticas. Defender un espacio como el Salón de Arte Joven deviene en compromiso impostergable de la filial pinareña de la AHS con los amantes de las artes visuales en la provincia y sobre todo con sus exponentes. Habrá que obligarlo a mutar, depurarlo, hacerlo renacer… pero, nunca dejarlo morir.