Con la Décima cuerda al brazo

¿Qué cosa es el repentismo?

¿Acaso no sabes bien?

Si es ese tu caso ven,

tienes que verlo tú mismo:

Tradición y modernismo

en una misma batalla.

En “Décima cuerda†estalla

el arte.  ¿Qué te parece?

No faltes a la Ahs.

Rainer Nodal

Cada vez que llego a la Casa del Joven Creador en Ciego de Ãvila sé que estoy en el momento y lugar adecuados. Sea para una reunión, encuentro entre amigos, o una actividad determinada. Pero cuando se juntan deber y placer en una peña campesina, me siento mucho más afortunado.

La AHS siempre ha apostado por la renovación de la tradición. Y como tal, defiende nuestros valores y la cultura que somos. Así se plantea, año tras año, hacer actividades donde lo heredado por nuestros mayores se destaque por su impronta y por necesario.

Por eso, en la peña Décima cuerda, de puro repentismo con los anfitriones Rainer Nodal y Yeinier Delgado, ambos con doble membresía en la AHS y Uneac, fue especialmente mágica para mí.

Primero, mi aversión por la música campesina es solo comparable con lo que siento por el reguetón. Segundo, Rainer y Yeinier son dos tipos con un carisma increíble y un talento que motiva a ser amistoso. Tercero, cuando la AHS invita, es un deber acudir a su encuentro.

La peña empezó unos minutos antes de la hora prevista. Quiere decir, que cuando llegué, unos minutos antes de las 10 de la noche, ya estaban tocando y haciendo de las suyas en proscenio. Pero no me perdí nada, prácticamente, porque, como que era “haciendo tiempo†en lo que llegaba Yeinier.

Con todo y eso se puso de manifiesto algo que me parece genial, pero que tiene sus dos caras. Lo contemporáneo marca el ritmo a lo que la tradición ya entonaba. ¿Tanta modernidad podría desviar el normal curso, el color o sabor de una peña campesina que se vende como tal? A mí me suena que sí. Pero no es un delito ni una desviación cultural.

Lo veo como un envoltorio donde se guarda la esencia. Lo novedoso nos presenta, y a la vez resguarda, lo que ya es histórico. Y si se hace con respeto, cariño y pleitesía, pues ganamos todos.

Nadie asiste engañado ni se siente como tal una vez que la peña arranca. Son jóvenes de menos de 30 años. Son casi niños jugando su papel en la cultura y haciéndoles a todos, el mejor regalo: la décima.

Que haya baches en el espectáculo debido a imperfecciones técnicas, es algo entendible y hasta normal. Mas se consigue que todo parezca parte de la misma concepción escénica.

Aunque pareciera que Rainer es el conductor de la peña, por momentos no queda claro que es así, porque los momentos culturales van sucediendo como sacados de una improvisación que no es tal.

Hay un guion bastante bien pensado. Mas no una persona determinada en proscenio que lleve la voz cantante.

Así se consigue la más efectiva conexión con el público joven y esto es, a mi entender, algo más que loable. Tener un patio lleno de jóvenes que ríen, tararean, aplauden y hasta ovacionan el arte de la tierra y tradición, es decididamente genial. Por ese solo detalle ya la peña tiene todo mi cariño y respeto.

Muy bien el momento en que Rainer nos declama una décima que es la llamada que le hace a alguien que está “afueraâ€. Bien por el contenido que no deja de reflejar nuestra realidad y sacar chistes de lo que es desgracia, hasta ofrecernos algún tipo de consuelo o de esperanza.

Queda bien en claro la capacidad histriónica que posee este multilaureado repentista y que bien podría seguir explotando, pero a otro nivel. La cosa está en que se lo proponga en serio.

Todo conjuga de una manera especial en este show cultural. Hay canciones pop, décimas, improvisaciones, poesía, teatralidad, entrega de reconocimientos. Hay gusto por el buen arte y la canción de la tierra. Hay color de vida. Hay AHS y con letras bien grandes.

Hay Cuba en cada rincón, en cada cuerpo.

Del proyecto Décima Cuerda también se presentan otros que vienen a ser como sus ramificaciones. Es el caso de Somos armonía, que desde la guitarra de Danieves, pero también de Amanda Beatriz Ortega, y sus voces cristalinas, nos llegan canciones pop y con sabor cubano. Pero que cada interpretación está permeada por una o dos décimas en el intermedio, improvisadas por las mismas integrantes y sueltas a modo de abrazo cultural. Las llamadas “contralecturasâ€.

Válida, también, la invitación al joven poeta Leo Buquet a que declame sus décimas en este espacio, como eco de lo logrado en la más reciente edición de la Cruzada cultural Siguiendo la Trocha y de la que todos formaron parte indisoluble.

Es la última peña del 2022 que ya está viviendo sus últimas semanas. La AHS avileña se va a despedir de estos 365 días como mismo los inició, con arte del bueno, vanguardia pura, motivada y revolucionaria.

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