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Participar en un evento teórico por primera vez siempre causa dudas. Las dudas aumentan cuando el evento es virtual, plataforma escasa en Cuba, donde el acceso a internet no es fluido. Sin embargo, cuando es un evento de prestigio y de energía como el Congreso de Pensamiento y Premio Memoria Nuestra de las Romerías de Mayo, vale la pena intentarlo. La idea original de muchos participantes era recorrer la alegórica L Periquera de Holguín, subir la emblemática Loma de la Cruz y andar gregarios entre debates intelectuales, artes y acontecimientos, pero la actual pandemia de la COVID-19 redujo el escenario a un grupo de WhatsApp. El evento ha recibido una veintena de ponencias, incluyendo las de jóvenes que nunca han asistido personalmente al evento.

Dayana Hernández Velázquez se siente nerviosa. Para ella este evento es un reto y espera impaciente su ponencia virtual. Es estudiante de quinto año de la carrera de Estudios Socioculturales, en la Universidad de Granma. Había intentado anteriormente participar, pero no había sido aceptada. En esta edición clasificó con una investigación que tributa a su trabajo de diploma sobre “Las manifestaciones de violencia de género en el noviazgo en residentes universitarios de la Universidad de Granma”.

“Me siento motivada por esta situación tan diferente, a pesar de la pandemia que nos azota, los jóvenes podemos hacer cosas que nos interesan y distraen a pesar de estar en nuestras casas”, afirmó al Portal del Arte Cubano. Asimismo, sobre los aportes de los debates y ponencias a su vida estudiantil nos expresa: “Creo muy positivo interactuar aunque sea virtual con otros investigadores y sus resultados. Además del conocimiento que me aporta en campos académicos y profesionales donde pienso insertarme al graduar”.

Otro ponente, también estudiante, es Jean Carlos Kindelan Duliep. Tiene 20 años y cursa Relaciones Internacionales en La Habana, su ciudad natal. En su carrera en los últimos años se ha hecho énfasis en la diplomacia cultural y les exhortan a dominar la cultura cubana como puente con otras naciones, por eso tenía muchas expectativas y las Romerías de Mayo le parecía una excelente oportunidad. A pesar de que el teclado de su teléfono está roto, envió diferentes audios sobres sus ponencias e intercambió con los demás participantes.

“Siempre me ha interesado la crítica e investigación, en especial la investigación de procesos históricos y culturales o la revisita de algunos artículos, como es caso de mi ponencia sobre Calibán, de Roberto Fernández Retamar, pues considero importante volver a fenómenos de nuestra historia y cultura y redimensionar en las actuales circunstancias. Los artículos y debates que he podido leer, aunque sea semipresencial, me afirman que no estaba equivocado. Este es un evento importante y he aprendido mucho. Mi principal aspiración es conocer e interactuar en la próxima edición con jóvenes que están construyendo y reedificando nuestro panorama cultural”, asegura Kindelan Duliep.

Una de las ponentes más activas es Laritza Rodríguez Cintra. Es Licenciada de Historia del Arte por la Universidad de Oriente, y actualmente se encuentra en Jamaica. Desde allá no dudó en participar e intercambiar en este evento. “Siempre he estado motivada por la investigación. Me apasiona la idea de profundizar en temáticas que muchas veces pasan desapercibidas ante la generalidad. Del mismo modo estoy acostumbrada a exponer mis trabajos investigativos, pues no tiene sentido el conocimiento que no se comparte. Nunca había participado en el Memoria Nuestra porque tengo poco tiempo en la organización y supe de la existencia del evento cuando me inicié en la AHS. En ese momento no estaba vigente la convocatoria y tenía que esperar. Pero cuando el jefe de sección de crítica e investigación me convocó, no lo dudé, y aquí estoy”.

A Laritza le apasiona su tema de investigación sobre el estilo arquitectónico Art Decó en Guantánamo, su ciudad natal. El trabajo es una valoración de los elementos arquitectónicos representativos del estilo en residencia privadas, a nivel de fachada, y en algunos elementos de decoración interior, y “para este evento me enfoqué en algunos elementos propios de fachadas e interiores como divisores de crujía, los plafones para lámpara y la herrería.”

Esta joven investigadora se siente muy motivada y satisfecha con el desarrollo actual del Memoria Nuestra. Así lo afirma vía WhatsApp: “Este intercambio online ha sido muy provechoso. Lo que más me ha llamado la atención es la cantidad de ponencias presentadas, a pesar de las limitaciones que existen a causa de la calidad del servicio de internet en Cuba. Los jóvenes investigadores están realmente motivados, el debate ha sido sostenido. Desde tempranas horas de la mañana se envían y reciben chats. Todos hemos asumido esta modalidad online muy en serio. ¡Ni hablar del debate de las ponencias! Preguntas complejas e interesantes respuestas. Las cuales mueven el pensamiento de los ponentes. Salieron a la luz aristas que dan para otras ponencias. Es impresionante, me siento muy orgullosa de participar en este evento”.    

José Antonio García Pérez y Celia Molina Sánchez concibieron la idea de su investigación en un diplomado de periodismo en Ciego de Ávila. Así fue cómo surgió: “33 años de historia: un acercamiento al panorama cultural avileño desde el contingente de la Asociación Hermanos Saíz”.

“Aunque no he participado en otras ocasiones, la reputación del concurso lo precede”, afirma Celia. “Conocí más sobre el certamen hace dos años cuando un avileño obtuvo uno de los premios. Eso me motivó a investigar cómo participar, y esta edición virtual nunca la vi cómo menos que las anteriores, pues las redes sociales han cobrado vital importancia para la promoción y socialización del conocimiento, así que no había razones que me llevaran a menospreciarla.”  

Su trabajo fue de los primeros en ser expuestos virtualmente y de los más debatidos cuando inició el evento el día 4 de mayo. Sus intenciones son representar y salvar la memoria e historia de la organización, así como su proyección e importancia en la atmósfera cultural local. José, por su parte, nos explica que su investigación es bastante ambiciosa y pretende abarcar al máximo el rol de la AHS en su ciudad, que tuvieron que hacer un reajuste conceptual para el evento, pero están complacidos con la presentación. Para Celia, “la principal ganancia son los contactos que nos llevamos de la experiencia, los cuales siempre están dispuestos a colaborar con la investigación según sus ponencias.”

Los criterios y opiniones de estos jóvenes demuestran una experiencia exclusiva y favorable. Así los debates digitales abren una nueva opción muy poco explorada. Facilitando el intercambio y la retroalimentación intelectual. La relación espontánea entres los jóvenes y la tecnología ha sido una gran ventaja. Así como el sentimiento de camaradería y amistad expresado por los más veteranos en estas lides, pero bisoños en esta modalidad virtual. Es casi seguro que estos jóvenes estarán en las próximas ediciones en la ciudad de Holguín. Así en palabras de Yuleidys Gonzáles Estrada, una de las productoras de esta edición: “Estos muchachos ya son un logro y un nuevo ingreso a la comunidad nuestromemoriana”, aseguró.

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