A propósito de La Peña de Piña

“Dar un poco de visibilidad a un grupo de animados cubanos —que prácticamente no se conocen— fue la idea principal de este programa”, así recalcó su realizador Ernesto Piña a propósito de esta interesante propuesta televisiva, diseñada como espacio, para que el público de todas partes del mundo —especializado o no—, pueda apreciar estos animados, y los demás realizadores del género sientan que en ese espacio pueden exhibir sus obras.

Piña se graduó de Artes Plásticas en el Instituto Superior de Arte (ISA), en el 2006. Durante esta etapa se interesó en la realización de animados dándolos a conocer en la Muestra Joven del ICAIC y otros eventos de cine en Cuba.

Brindamos un acercamiento a la visión de este artista y a su programa La Peña de Piña.

“La Peña de Piña puede ser uno de los caminos —al menos aquí en Cuba— que unifique todo lo que se produzca en temas de animación, dentro y fuera de las instituciones—incluso— la obra de cubanos realizadores que vivan en el extranjero. Dar información sobre los realizadores: que el público conozca cómo piensan, qué los motiva a realizar este trabajo, cómo lo desarrollan, qué inquietudes tienen sobre la vida… es algo que los seguidores del género agradecerían”, señaló Piña.

Este show rescata valores de la animación, en especial la de Cuba, con un contenido y visualidad diferente, que incluye trabajos de los 60´s considerados patrimonio histórico.

¿Qué tan riguroso fue realizar cada programa?

“Realmente es un trabajo riguroso y a la vez valioso para nosotros, navegamos con suerte en la producción con Canal Habana, al que le estamos totalmente agradecidos por creer en nuestro proyecto, así como a RTV Comercial, Asociación Hermanos Saíz (AHS) y Estudios de Animación ICAIC por su granito de arena”.

“En cuanto a la realización fue una aventura parecida a otro programa infantil que hicimos: Tremen2 clips, producido en los Estudios de Animación ICAIC —hace algunos años— pero La Peña de Piña tuvo otro nivel de realización. Seleccionamos las obras a exhibir, luego los realizadores Yemelí Cruz y Adanoe Lima diseñaron a los tres presentadores La Mía, El Mío y Piña. Hugo Rivalta y yo creamos los guiones a partir de cómo se realiza un animado, y convertimos cada paso en situaciones entretenidas con diálogos divertidos para los presentadores”.

El programa consta —por ahora— de diez capítulos de 27 minutos y fue animado en 2D digital y escenarios en 3D.

“Nos quedamos con ganas de desarrollar otras ideas, no solo limitarnos al tema de la animación, sino crear más sobre la vida misma, para convertir el show en algo más libre”.

¿Porque retomaste los personajes de El Mío y La Mia y no otros nuevos?

“La Mía y El Mío son personajes que yo quiero mucho, pensé en ellos porque fueron aceptados por el público en Sin pelos en la lengua (2010), uno de nuestros cortos animados más gustados y polémicos. Creo que la mayoría se identifica con ellos por ser personajes frescos y muy cubanos en su modo de hablar. Pero igualmente te digo que me he encontrado con personas que no les gusta porque dicen que son muy chabacanos y vulgares. Hay quien confunde lo popular con lo vulgar, pero La Peña de Piña no es el caso. Las frases y las jergas son fenómenos universales. Consideramos que los diálogos —aunque suenen localistas— le imprimen esa universalidad al producto. Los que hayan visto Sin pelos en la lengua sabrán que nos limitamos para que el show fuera exhibido en televisión, sin perder la frescura de ellos como presentadores. También integré mi caricatura como una variante de presentador que ordena los líos entre La Mía y El Mío, pero solo aparezco discretamente, donde lo pida realmente el guion”.

“Un paso muy positivo, novedoso e interesante es el hecho de que un canal de televisión pública en Cuba le haya dado la oportunidad a ERPIRO Studio de ser Productor Ejecutivo. Eso habla de los cambios de mentalidad que están existiendo —para bien— en los directivos de nuestra televisión. Esperamos que se sumen más. Y ojalá que La Peña de Piña llegue a más público, a través de otros canales”.

ERPIRO Studio ha ido creciendo poco a poco. Es un equipo de realización que Piña creó para hacer sus primeros animados durante su carrera en el Instituto Superior de Arte (ISA).

¿Piensas que le falta algo a la animación en Cuba? Coméntame.

“Siento que la animación sigue siendo la oveja negra en el audiovisual, y no solo en Cuba, sino en todo el mundo. El que no está metido en el negocio, no lo sabe, y por ende no lo siente”, afirmó.

 “A este género, en Cuba, le faltan muchas cosas. Hay talento para desarrollar visualidades interesantes —más ahora con las nuevas tecnologías y dominio de los softwares—, pero se ha perdido la creatividad para contar buenas historias, salvo algunas excepciones. Hay mucho didactismo y autocensura por parte de las instituciones. Todavía la animación es considerada un arte que solo debe limitarse al público infantil. Incluso, hasta los propios realizadores se autocensuran; a pesar de los más de cincuenta años de experiencia”.

“Nos falta más distribución, sobre todo a los nuevos que llegan a este negocio”.

“Si tuviéramos conocimientos más precisos y sólidos sobre el arte de la animación, los caminos para llegar a la realización de una obra fueran más cortos, amén del talento, que definitivamente influye; pero, además, serviría para saber si vale la pena o no intentarlo en meses de estudios”.

“Desde hace unos años, algunos del gremio comentamos que ya Cuba necesita una Escuela de Animación”.

“ESCUELA, sí ¡con mayúsculas! Imagínate una escuela como la de Cine de San Antonio de los Baños, pero de animación. Me la imagino con dos cursos obligatorios: Guion y Dibujo. Algunos tendrán talento para animar, diseñar, escribir, dirigir, etc.; incluso, pudiera haber algún curso especial sobre la producción para animación, que se diferencia de la Ficción y el Documental. El caso es que la escuela sirva para preparar bien a los interesados. De esa manera, las nuevas generaciones con aptitudes para el dibujo animado –el cinematográfico y el experimental– van a navegar con mejor suerte. Se podría revisar los planes de estudio (si se pudiera) de algunas escuelas de animación como Gobelins en Francia, la New Bulgarian University, o la CarlArt en Estados Unidos”, recalcó.

“Es verdad que este tipo de escuelas por lo general son privadas, pero si no lo podemos hacer por infraestructura, al menos crear una cátedra, que seguro algunos de nosotros seremos estudiantes —aunque sea después de viejos— para servir a las nuevas generaciones”.

“Lo otro es acabar de definir un buen Festival de Animación en Cuba, sin límite de creatividad y mucho menos de edad para los realizadores”.

De otros proyectos

En estos momentos, Piña prepara su largometraje animado Anti-ciclón. El guion fue escrito por él y Felipe Espinet, quien también concibió el argumento. Las voces de los primeros 10 minutos de la historia están grabadas por los actores cubanos Daniel Romero, Luis Ángel Batista, Yisel Vargas y el conocido humorista Omar Franco; “…igualmente yo hice algunas voces, porque el plan es realizar un Storyboard audiovisual (Animatic) para presentarlo en convocatorias donde se aprueben proyectos de este tipo. Su desarrollo va lento —precisamente— por falta de presupuesto. Sueño con un largometraje de aventura, espionaje y ciencia ficción que oscile entre 52 y 57 minutos, que haga reflexionar —con un tono simpático— sobre una Cuba en el año 2062”, agregó.

Por otra parte ha realizado los cortometrajes: Sentencia subterránea (2002), EME-5 (2003-2004), Todo por Carlitos (2005), ERPIROmundo (2006), El propietario (2007), Sin pelos en la lengua (2010), Jameson band (2010), La visita del Moscón (2012), Close (2016)… las series televisivas Pubertad (2008-2015), El show de Cokito y Cremita (2013), Tremen2 Clips (2014), Publicartoons (2014), La Peña de Piña (2017)… y videoclips de músicos como Osamu con el tema Mi vida Loca (2017), dúo Buena Fe con el tema Dijo el diablo, este último, aún sin estrenar.

“Estoy desarrollando una nueva historia sobre un animado anterior que hicimos, Wajiros (2011). Algo que tuvo un resultado positivo en mi carrera y quiero retomarlo como serie para la TV. Rediseñaremos un poco su visualidad, más acorde a una producción seriada, respetándose la esencia de diseños de personajes y la historia, con ese concepto de combinar tecnología y robots con tradiciones campesinas cubanas”.

“Tengo otros proyectos de series web y cortometrajes sociales escritos en mi Libreta de Abastecimiento Creativo; pero mientras se concretan continúo experimentando en nuevos videos clips”.

Ha obtenido premios en festivales nacionales e internacionales: Festival de Animación Cartoons on the Bay, de Italia; Nueva Mirada, de Argentina; Kolibrí, de Bolivia; Prix Jeunesse Iberoamericano, de Brasil e Internacional de Alemania; así como en La Muestra Joven ICAIC y el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano… Ha participado como jurado en varios eventos nacionales e internacionales. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Sin dudas, otra mirada para reflexionar y hacer ver de la animación, un género que merece un lugar preponderante en la cinematografía de Cuba y el mundo.

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