William Shakespeare


Un primer libro no es un búcaro sin flores

Aunque se llame Abrazo a un búcaro sin flores, un primer libro siempre es ese jardín a que se espera asomar el lector para conocer al novel “jardinero”, que quién sabe si después figure entre los inspiradores necesarios en su estand. Así nace la primera publicación del joven tunero David Montero Figueredo, que vio la luz recientemente por la editorial Primigenios, de Estados Unidos.

Alrededor de 40 poemas en verso libre hablan de su yo interno, “de vivencias con las que se buscan respuestas a insatisfacciones espirituales y materiales, y se analiza si somos útiles porque, si no lo somos, qué sentido tiene la vida”.

Él empezó a escribir cuando yo apenas gateaba, allá por los años 90 del pasado siglo, cuando formaba parte del proyecto La Paliza que, desde la Asociación Hermanos Saíz (AHS), aglutinaba a cultores de varias manifestaciones. Además de poesía, realiza cuentos y novelas, y ha ganado algunos premios como el prestigioso Portus Patris y otros durante el evento La Pupila Archivada.

Thomas Eliot, William Shakespeare y casi todos los escritores norteamericanos e ingleses son referentes suyos en la literatura. En el caso de este texto, tópicos como el vacío interior del ser humano, la soledad acompañada, la muerte real y la llamada muerte en vida, convergen en sus páginas con un halo que conmina a reflexionar, instrospeccionarnos y alejar prejuicios, falsedad y otros lastres.

Muerte y verdugos
tiene la yerba cruda,
el pobre vástago abandonado
a su suerte de morir,
a las indomables espinas,
al paraje baldío cubierto de lágrimas,
(…)
Hacia atrás vuelve mi vuelo zángano,
la nube que vi,
tempestades torcidas de átomos, vientos,
hacia imperiosa torre sin fin.

David Montero“Publicar el primer libro es algo increíble”, me dice con sencillez. Y lo es, pero no lo entrevisto tanto por eso, sino porque desde que lo escuché leer poesía años atrás en el espacio La glorieta y la estrella, que conducía aquí la escritora Marina Lourdes Jacobo, reconocí al gran literato que es.

Por su filosofía de vida, más dado a la onda rockera que a la predominante, ha sido marginado alguna que otra vez por personas carentes de alma y de visión, pero el talento se impone y este cuaderno así lo demuestra.

“Para ser escritor hay que ser sincero con uno mismo y las circunstancias. La literatura para mí es catarsis, sentido de la vida y utilidad. Me ha hecho más humano, pues el arte es un antídoto contra los males y un medio de redención”, dice quien se acerca también al performance, la pintura, el dibujo y la música.

“Actualmente trabajo en una novela llamada Ratas, que tiene que ver con la hipocresía y la moral de las personas”, añade este “ser- lobo estepario”, que solo sale de “su guarida” a compartir con verdaderos amigos como los escritores Ana Rosa Díaz Naranjo y Rafael Vilches. Su hija Lena, de apenas 6 años, ilumina sus pasos en las letras, ese hermoso universo que conforma con versos como: «Qué atisbo cruel es la poesía/ para los ojos de quien la sueña /escapatoria a la expiación de los días vacíos. / La poesía de quien la sueña y la viva/ como respuesta a la investigación/ porque en el día o la noche ha sido feliz».


Adonis Milán y el viaje sin retorno hacia la escena

Acudimos los dos, nerviosos, como al encuentro de una primera cita. Pero no es nuestra primera cita. Han sucedido muchas antes. En teatros, en pasillos, detrás de las candilejas, sobre asientos destartalados, entre cubos y cubos de agua. Nos hemos encontrado, sí, al principio esporádicamente, luego con mayor asiduidad. Una vez coqueteamos, como solo pueden hacerlo los directores con los dramaturgos, o los dramaturgos con los directores. «Un día voy a montar una obra tuya», me amenazó. «Dale, ¿qué texto quieres?», lo amenacé de vuelta. Y, por un tiempo, la amenaza no se concretó hasta que, un día como otro cualquiera, me llamó a la casa: «En dos semanas estreno El árbol de los gatos», susurró, «prepárate». Y yo me sentí conmovida al escucharlo, y también algo asustada, y finalmente alegre cuando la obra se presentó: argamasa textual transformada en escena gracias a Aymeé Reinoso, la actriz y Adonis Milán. [+]


Romeo, Julieta y las consecuencias del fascismo

Uno de los textos del inglés William Shakespeare que más ha calado en el imaginario colectivo ha sido, sin dudas, la trágica historia de Romeo y Julieta. Si en Macbeth, obra posterior, la tentación del poder movió a un hombre a asesinar vilmente a un rey, aquí el amor es una fuerza tal que mueve toda la trama hasta descolocar una guerra de familias que había durado décadas. El drama de Romeo y Julieta nos conmueve porque es la historia de un sacrificio doble, por el cual, gracias a un artificio, ambos amantes mueren. [+]