Santa Clara
Indagaciones al olvido
En Santa Clara, ciudad sin mar, todos los días se multiplican los acontecimientos artísticos. Cada mañana, cada tarde y cada noche tropezamos con avalanchas de informes que demuestran la efervescencia creativa de una urbe que se desvive por las artes. Las noticias de hoy sustituyen a las de ayer, como las de ayer sustituyeron a las de antier y las de mañana lo harán con las de hoy. Pero, ¿dónde encontrar un periodismo cultural que articule elementos, historias, fuentes en apariencia inconexos?, ¿dónde uno que rescate el pasado? Hasta con eso cuenta la más letrada de las ciudades del centro del país.
Villa Clara, específicamente Santa Clara, acoge revistas que abordan lo cultural desde concepciones nada superficiales o limitadas. También puedo nombrar una interesante página de la editora Vanguardia donde jóvenes periodistas intentan, con audacia y rigor, la crítica de arte; así como el periodismo que se publica en libros, aunque más bien debo decir: los libros que reúnen textos de género periodístico.
Los premios Fundación de la Ciudad de Santa Clara en el apartado de Periodismo dan buena cuenta de la salud de esta modalidad literaria (sí, dije literaria) en la provincia. Hace poco leí uno (otro) de ellos: Introspección detrás del olvido (Editorial Capiro, 2019), del poeta, crítico y ensayista Alexis Castañeda Pérez de Alejo y, como agradecimiento al buen rato que pasé consultando sus casi 130 páginas, me propuse escribir esta reseña.
Castañeda, graduado de Historia y Ciencias Sociales por el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, se ha dedicado a historiar los pequeños grandes acontecimientos de la Villa Clara de otros tiempos, y un poquito más acá. Su trabajo como promotor del Centro Cultural El Mejunje le ha permitido convertirse en una suerte de cronista del lugar y sus alrededores. Así lo demuestra en Yo simplemente hago o La Aventura de El Mejunje (Sed de Belleza, 2001) y La vena del centro. Trova santaclareña (Sed de Belleza, 2010).
Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara en 2018, Introspección detrás del olvido llama la atención desde la cubierta. Y lo hace con una obra de Susana Trueba Veitía que recrea el centro neurálgico de la urbe santaclareña: el parque Leoncio Vidal. Aunque difícilmente podría pensarse en una ilustración más apropiada si se pretende reflejar la cultura santaclareña en todo su dinamismo, hay que decir que la idea no es del todo original, pues ya existe un título (al menos, que yo conozca) con similar diseño de cubierta: Después del huracán (Sed de Belleza, 2007), de Yamil Díaz Gómez.
“De todos los libros que ha escrito Alexis Castañeda, tal vez este sea el más íntimo, el más enfebrecido”, asegura el poeta y narrador Geovanny Manso en su reseña “Memoria y más memoria en Introspección detrás del olvido”. Se trata de un volumen asimétrico, con una primera parte breve, personal, integrada por crónicas que funcionan como cuchillas que van abriendo la carne donde habita el olvido, y otra de carácter testimonial, más extensa, que podemos identificar como la esencia de las intenciones del volumen.
Sobre la primera parte, “Historias de pasión y credo”, diré que me impresionaron las crónicas “Elena Burke en El Mejunje cantando, cantando”, “Alcides y Silverio cabalgan en un caballo de palo” y “Meme Solís: la dicha de poder soñar y amar”. Los textos que menciono tienen en común —además de la batalla contra la desmemoria, presente en todo el volumen— la capacidad de concentrar la energía evocadora en un pequeño punto del recuerdo, para de esa manera transmitirnos un relato con sabor a bolero de victrola, copa rota y mucha, muchísima nostalgia.
La curva de intensidad dramática de la primera sección está correctamente diseñada: va subiendo en “Los villareños siempre cumplen su parte” y “El valor de una mañanita de enero”, llega a un pre-estribillo/pre-clímax con el trabajo sobre Luis Carbonell, explota en un coro integrado por Elena Burke, Rafael Alcides y Ramón Silverio, desciende con el trabajo sobre el Centro Experimental de Teatro de Las Villas y vuelve a ascender con El Pamperito y Meme Solís, para entonces terminar arriba, muy arriba:
Perdona este destilar, pero aquí en Santa Clara las mañanas de domingo son demoledoramente lentas, y nos vamos arrimando a ese rinconcito llamado nostalgia. Espéranos, Meme, que con muchos otros nos encontraremos en un “nuevo amanecer” y tendremos “otra vida para darla nuevamente”, pues a mí también “me ha crecido el corazón para anidar las ilusiones que anhelaba” y no dejaremos que muera “la dicha de poder soñar y amar”.
La segunda sección de la obra se me antoja fácil de entender y difícil de explicar. Intentaré aproximarme diciendo que se trata de la historia de alguien o algo a partir de la voz de un testigo privilegiado. En el caso de “Juanito Sarmiento. Pasiones en la arena”, el entrevistado narra únicamente su vida, pero en realidad está hablando de lo mismo que todos los testimoniantes del libro: de las injusticias del olvido.
Qué, si no eso, nos revela Osiris Aguiar Valdés cuando recuerda al invisibilizado Meme Solís; María de los Ángeles García cuando evoca al maestro Raúl Ferrer; Juan Campos cuando nos refiere los pormenores de un tiempo en que Fernando Borrego todavía no era Polo Montañez; Juan Manuel O´Farril cuando extraña sus tragos compartidos con grandes de la música cubana; Eusebio Guerra cuando rescata los años perdidos del cabaret Venecia; Roberto Pérez Elesgaray cuando dibuja el boceto de lo que fue y pudo ser el grupo Raíces Nuevas, de Pucho López; Elena O´Farril cuando dice, justo al final del libro: “Doris [de la Torre] era mi hermana”; Valentín Díaz Contreras, El Diablo, cuando asegura que “en el entierro del Benny, el 20 de febrero de 1963” hizo un compromiso “allí en su tumba, que iba a seguir su legado, cantando sus canciones”, y eso lo ha cumplido.
No creo que pueda ser justamente valorado en el breve espacio de una reseña cuánto contribuye al rescate de la historia cultural de Santa Clara un libro como Introspección detrás del olvido. “Quizás la motivación de fondo sea intentar corregir un error del pasado, hacer justicia. Acaso una pulsión justiciera sea lo más característico de estos textos diversos”, explica en el prólogo el crítico Dean Luis Reyes.
Por eso agradezco esta obra, que transita silenciosa, sin llamar la atención sobre sí misma, por una autopista de eventos culturales que seguramente olvidaremos mañana. Una autopista que espera por que los Alexis Castañeda del futuro realicen el trabajo que hoy algunos (no los suficientes) se deciden a emprender: el de rescatar el pasado con nuevas e imprescindibles indagaciones al olvido.
«Longina»: Hasta pronto diosa de lira e inspiración
Durante cinco días Santa Clara celebró la reciente edición del Encuentro Nacional de Trovadores Longina canta a Corona, en esta ocasión dedicada a Lázaro García, a los 50 años del Movimiento de la Nueva Trova y los 25 de La Trovuntivitis. De todas las regiones del país llegaron cantautores a celebrar un estilo de vida único, una idea del mundo fundamentada en la canción como elemento esencial de todo lo que nos rodea, una corriente ideo estética, un sentimiento.
El día 5 se abrían las puertas a los invitados del “Longina” en la Casa del Joven Creador de Villa Clara. De las paredes del patio colgaban los cuadros de la exposición del cantautor Leodanys Castellón, quien realizó y agrupó un conjunto de retratos digitales a exponentes de la trova cubana de todos los tiempos. Yasmany González, escritor y actor “pinaclareño”, dijo las palabras de presentación e invitó luego al propio Castellón para que compartiera su obra musical con los presentes. Cantaron, además, Jesús Pérez y Pedro Zapata, como estaba previsto en el programa; sin embargo, las ganas de trovar subieron al escenario a Nelson Valdés, Amaury del Río, Ariel Barreiros, Freddy Laffita, Alain Garrido, así como al poeta y repentista Marcos David Fernández, el Quíquiri de Cisneros.
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Desde el inicio, el Centro Cultural El Mejunje estuvo a la altura de sus mejores tiempos. En los últimos meses la peña La Trovuntivitis había vivido algún que otro momento de declive. La ausencia temporal de trovadores importantes, los problemas con el audio y la energía eléctrica, por solo mencionar las razones que conozco, amenazaban con pasarle la cuenta a un espacio icónico de la ciudad. Pero La Trovuntivitis, ya lo sabemos, retrocede únicamente para coger impulso. En esta ocasión la presencia de Yaíma Orozco, Yordan Romero, Leonardo García, Roly Berrío, Yatsel Rodríguez, Alain Garrido, Michel Portela y Migue de la Rosa, regaló a los presentes una peña para el recuerdo. Y entre canciones, risas, bailes, invitados, más canciones, improvisaciones, controversias, nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres, y juntos al amanecer nos encontró la Luna.
Uno de los periodistas culturales más importantes de Villa Clara, Alexis Castañeda Pérez de Alejo, fue el responsable —en la tarde del viernes 6 de enero— de presentar la ponencia “La Trovuntivitis: algo más que 25 años de historia de canciones”, en la sala Margarita Casallas del propio Mejunje. Como aseguró Castañeda, actualmente existe una necesidad ineludible de estudiar en profundidad un fenómeno tan peculiar como La Trovuntivitis, extraña cofradía de cantautores que durante un cuarto de siglo no han dejado morir el fuego de la canción de autor cubana. El responsable de libros como La vena del centro. Trova santaclareña (Sed de Belleza, 2010) e Introspección detrás del olvido (Editorial Capiro, 2019) se refirió también a la importancia de la relación estrecha que existe entre poetas y trovadores en la ciudad de Santa Clara, un fenómeno que funciona, al decir de Yamil Díaz, como dos caras de una misma moneda o dos monedas de una misma cara.
Ese día se desarrollaron, respectivamente, los conciertos del Dúo Fábula y Maikel Mora, en la Sala Margarita Casallas, y el de la peña La Caña Santa junto al grupo D´Cuba, en la Casa del Joven Creador. Me gustaría que en próximas ediciones La Caña Santa pudiera disponer —porque desde hace años lo merece— de un concierto programado para alguno de los horarios estelares del Longina.
El Parque de Las Arcadas se hizo eco, a las 9:00 pm, de las voces de Eduardo Sosa y José Aquiles. El primero, con sus excelentes cualidades interpretativas, recordó muchas de las grandes canciones de la Trova Cubana, recientemente declarada Patrimonio Cultural de la Nación. El segundo, con una obra no muy conocida por el más joven público santaclareño, aunque muy admirada por los creadores de la ciudad, dejó en los asistentes las ganas de buscar y disfrutar un repertorio que espera, escondido pero vibrante, un más que necesario redescubrimiento futuro.
Junto al aprovechamiento de la todavía inconclusa Luna Naranja, uno de los mayores aciertos de la presente edición del Encuentro Nacional de Trovadores Longina canta a Corona fue, sin duda, el haber traído a escenarios santaclareños a varias generaciones de creadores de las provincias orientales del país. La noche del viernes, por ejemplo, se iluminó con un concierto de artistas mayoritariamente tuneros: Amaury del Río, que además de su proyección escénica, su aprovechamiento de códigos y estilos de la música rock y una voz que lo distingue de entre todos los intérpretes de su generación, cuenta ya con un repertorio sólido, maduro y atrevido; Jesús Pérez, una de las voces más dulces de la reciente hornada de cantautores cubanos; Richard Gómez, trovador de una amplia carrera, pero no tan conocido por estos lares; el manzanillero José Alberto Sánchez, con una obra que ya despierta respeto entre los grandes exponentes de la canción cubana contemporánea y, para finalizar, el inefable Freddy Laffita, creador que desde hace años se ha convertido en imán para trovadictos de todo el país a fuerza de parir canciones que no se parecen en nada a nadie, pero que tienen mucho de Vallejo y mucho del rock que tanto influyó a lo mejor de la trova cubana desde los años 60 hasta la actualidad.
El sábado 7 de enero, la sala Margarita Casallas de El Mejunje acogió la conferencia sobre el trovador cienfueguero Lázaro García a cargo del crítico e investigador musical Joaquín Borges-Triana, quien se valió de su amplio y profundo conocimiento de la canción de autor en la Isla para situar a Lázaro en el lugar que merece: junto a los grandes de nuestra riquísima historia musical. En poco más de una hora, Borges-Triana demostró cuán justificado es el respeto que sintieron y sienten por este trovador sus compañeros de generación, integrada nada menos que por Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Vicente Feliú, Sara González y Augusto Blanca, entre otros.
La celebración por la declaración de la Trova Cubana como Patrimonio Cultural de la Nación ocurrió en el patio de la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. El acto contó con la participación—y perdonen mi estilo notarial— del Trío Palabras, Juan Campos, Yudi Herrera, La Trovuntivitis, Augusto Blanca, entre otros. La Trovuntivitis recibió, casi al finalizar la actividad, la importante distinción El Zarapico.
A las once de la noche vivimos, como en la edición pasada, el concierto de los cienfuegueros Ariel Barreiros, Nelson Valdés y el Quíquiri de Cisneros. La presentación compensó la falta de novedad con un espectáculo bien estructurado. Esas joyas de la canción cubana que son los temas de Ariel Barreiros, la fuerza interpretativa y calidad compositiva de Nelson Valdés, así como las décimas del prodigio de veinte años que todos conocemos como “El Quíquiri de Cisneros”, sin duda uno de los grandes repentistas de Cuba, brillaron en un concierto que reunió a un público numeroso en La Luna Naranja.
Asimismo, el evento llegó hasta el Museo de Artes Decorativas, y allí se pudo disfrutar de la explosión artística incontenible que identifica la peña del trovador Rolando Berrío. La argentina Adriana Martínez y el holguinero y fundador del Movimiento de la Nueva Trova Augusto Blanca, artistas invitados al espacio, regalaron una muestra de sus repertorios. “Amenazo con volver”, bromeó Augusto Blanca al despedirse.
Roly Berrío compartió, mientras lo permitió la lluvia, algunas de sus excelentes creaciones. Su espectáculo es uno de los más atrayentes, como se reafirmó en esta edición XXVII del festival. En uno de los momentos finales de la actividad, varios trovadores cantaron “Gracias a la vida”, de Violeta Parra, como una manera de decir también: “¡Gracias a la trova!”.
La Luna Naranja, frente al Parque de Las Arcadas, fue el lugar de cierre del Longina canta a Corona. En esta ocasión, como en la edición pasada, fue Polito Ibáñez el encargado de abrir las primeras horas de la clausura. Los temas de Polito forman parte de lo mejor de la canción cubana contemporánea. Sin hacer concesiones de ningún tipo, el cienfueguero de nacimiento logró que muchas de sus creaciones se volvieran hits todavía coreados y venerados por cubanos de todas las edades, como se pudo ratificar esa noche.
Tanto él como Hansel Arrocha, la guitarra prima, se encontraban mal de salud desde antes de empezar el concierto. En esas condiciones iniciaron y terminaron su sencilla pero genial presentación.
El cierre estuvo a cargo del trovador Yatsel Rodríguez, presidente de la Asociación Hermanos Saíz en Villa Clara, junto a Yeni Turiño, una de la figuras más prometedoras de la actual generación de trovadores cubanos. Luego comenzaron a sumarse intérpretes como Leodanys Castellón, Ernesto González Choy, Juan Pablo Palmero, el Círculo de Tiza, entre otros, para así articular una descarga final que supo estar a la altura de un evento decoroso, aunque discreto, si tenemos en cuenta factores como: la situación económica del país, el poco o nulo apoyo de organizaciones que antaño habían acompañado más al “Longina”, el pobre trabajo de difusión en plataformas digitales y la no realización de un concierto homenaje a Lázaro García en el que todos los trovadores participaran, como acertadamente se hizo el año pasado con María Elena Walsh.
También se aprovechó la ocasión para homenajear a destacados cantautores con la entrega de la Moneda conmemorativa Aniversario 50 del Movimiento de la Nueva Trova cubana.
En la última jornada un grupo de artistas viajó hasta el municipio Caibarién, para rendirles merecido tributo a Manuel Corona y Longina O´Farrill. La peregrinación es uno de los momentos más significativos, además de una tradición que, en la medida de lo posible, siempre se ha tratado de respetar.
Parafraseando a Yordan Romero: “Los trovadores son mortales, pero la trova cubana es eterna”. El mejor ejemplo de ello sigue siendo este legendario Encuentro de los artistas de la pluma y la guitarra, porque si algo pudo demostrar la actual edición es que sigue estando en la cima de los festivales de trova del país, ¿o no?
¿La luz, bróder, la luz?
La noche empieza como siempre: las pruebas de audio, la música colándose entre los cigarros y el murmullo, las gradas llenándose de habitués, la felicidad que va contaminando. Pero en esta ocasión algo cambia, algo suena mal: las antaño botellas de matapájaro anuncian un licor rojo con olor a plátano y sabor a ponche aguado. La luna marca un paso lento con su recorrido, pero las gargantas toman vino caliente, o vinagre. Quién sabe. Así: igual, estuvo ayer pasando por detrás de tu conversación. Porque estamos aquí, con la sensación de no ver la luz (sobre todo eso) y de sentir cómo atravesamos, cómo somos atravesados por el recuerdo de los años noventa. A fin de cuentas, luces nunca tuvo nuestra casa.
Es jueves, 22 de septiembre de 2022. La peña de La Trovuntivitis espera por nosotros en El Mejunje de Santa Clara. No están Yaima Orozco, Yordan Romero, Raúl Marchena, Karel Fleites; pero tenemos a Roly Berrío, Leonardo García y Alain Garrido, veteranos de las míticas primeras peñas. Y también a Michel Portela, Migue de la Rosa y Yatsel Rodríguez, quienes sumaron su arte a un proyecto que mezcla, con mucho acierto, diferentes estilos, edades, voces, mentalidades y proyecciones.
Empiezan a sonar las cuerdas, pero el audio, como ya nos tiene acostumbrados, demuestra no estar a la altura de su ubicación. Para que la Luna siga encerrada en el agua, entre todos intentamos convencer al mar. El público no abunda, pero el patio parece lleno, aunque extrañamente tranquilo para quienes han vivido en este lugar la cotidianidad de las más impensables extravagancias.

Más o menos todo marcha según lo previsto, hasta que el sonido definitivamente se nos pierde. Sin demasiado nerviosismo, los trovadores agarran unas sillas y las colocan frente al público. Leonardo García pide silencio. Las conversaciones de quienes van a oír la trova, más que a escucharla o cantarla, amenazan con ahogar un concierto literalmente acústico. “Santa, clarísima Santa”, corean los trovadores minutos antes de que también se vaya la corriente. Entonces los teléfonos iluminan como pueden el escenario improvisado. Alguien saca, no sé de dónde, una linterna. En ese momento descubro que mi teléfono también puede aportar y me digo: por qué no, quizás otra golondrina sí anuncie la primavera. Por qué no, me digo.
Aunque no estoy seguro del orden de las canciones, recuerdo que Alain Garrido cantó a petición de Roly ese clásico de Pepe del Valle que se llama “Con tanta presión”. Cantó “María de mi dolor”, su magnífica musicalización de un romance de Yamil Díaz; “Veleidades de la Gloria”, que es un himno absoluto de la trova santaclareña; y cantó “Diario”, que no es, pero se parece mucho a la esperanza que tanto necesitamos.
Michel Portela cantó “La raspadura” e hizo una genial versión de “Quise”, aunque debo confesar que en la memoria me quedará, como un tesoro, su imperfecta pero sublime interpretación de “Será ayer», porque a fin de cuentas siempre hay un sitio al que tengo que volver. Y ese sitio —estoy completamente convencido— es una canción.
Creo que Migue de la Rosa no llegó hasta el final, como tampoco lo hicieron algunos del público. Yatsel Rodríguez cantó varias de sus populares canciones y apoyó haciendo coro en el turno de sus compañeros. De todos me llevo un recuerdo limpio, cargado de agradecimiento y admiración; pero qué decir de Leonardo García. Fue emocionante verlo forzar sus cuerdas vocales con temas que, en sentido general, no acostumbra a cantar los jueves. Sobre todo “Días corriendo”, esa pequeña pieza de orfebrería que dice: hay que morir un poco cada día, para escribir el cuento, para intentar la vida.
Y porque estábamos como atravesando los años noventa, cantó su oda a la alquimia etílica de finales del siglo pasado. Porque estábamos en la inopia, pero en el éxtasis de la fe trovera, cantó “Oración del remanso”, de Jorge Fandermole. Porque estábamos desesperanzados a más no poder, cantó su “Rock and Rap de la esperanza”, porque se nos va la vida, se nos va, sí, se nos va… Porque hay luces… en la distancia, y sin embargo, te quiero, mi Santa… Porque puedo verla allí en tu pecho, y puedes verla tú en el mío. Ni vencedores ni vencidos. Y porque si no sueño el país, siento frío. Siento frío…
Después Roly Berrío improvisó. Punto y seguido. Quien ha ido a La Trovuntivitis (según cuenta la leyenda, ese nombre surgió por una improvisación suya), sabe lo que significa que Roly improvise. En estado de trance, habló de los poderes curativos del ron, llegó a las termoeléctricas, volvió al ron, pasó por no sé cuántos lugares, hizo de todo por sacarnos una sonrisa, hasta que por fin lo consiguió. Al menos yo sonreí, aunque también pudo ser la mueca que me produjo el vinagre con azúcar que me estaba tragando.
Creo que así terminó la noche. Recogimos los bártulos y nos fuimos, pero no sin antes acercarnos a Leo, “ese farol gigante en medio de la oscuridad más plena”, como una vez lo definieran. Recuerdo que le dije: linda peña. Recuerdo que me dijo: gracias. Recuerdo que le dije: lo único que falta es que venga la luz ahora mismo. Pero la broma no pudo ser perfecta: la luz llegó cinco minutos después, cuando ya habíamos salido de El Mejunje y apenas pasábamos frente a la —Santa, clarísima Santa— Catedral de la ciudad.
Vuelve «Longina»: en el lenguaje misterioso de la trova (+spot)
Este 5 de enero llega para los trovadictos la tan esperada edición XXVII del Longina canta a Corona, cita que en esta ocasión estará dedicada al trovador cienfueguero Lázaro García, al aniversario 50 de la Nueva Trova y a los 25 años de la peña La Trovuntivitis.
En reciente conferencia de prensa, Yatsel Rodríguez y Fredy Hernández Martínez, en representación del comité organizador, comentaron que el evento culminará el lunes 9 con la tradicional peregrinación a la tumba de Manuel Corona, en el municipio Caibarién.
“Quisimos regresar al concepto inicial del encuentro, cuando venían trovadores con su guitarra a defender su canción. Por eso prácticamente no hay ningún espectáculo con agrupaciones de gran formato, excepto el concierto de Polito Ibáñez”, explicó Hernández Martínez, artista visual y vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz en la provincia.
“Los espacios que acogerán las actividades serán, principalmente, la Sala Margarita Casallas, el Museo de Artes Decorativas, La Luna Naranja, el Parque de las Arcadas y la Biblioteca Provincial José Martí”, afirmó Rodríguez, que además de presidente de la AHS es integrante de la peña La Trovuntivitis, bastión del movimiento trovadoresco en el centro del país.
El Longina, como en otras ediciones, se extenderá a los municipios y contará además con eventos teóricos como la conferencia sobre Lázaro García, del crítico e investigador Joaquín Borges-Triana, quien durante años ha acompañado el encuentro de trovadores en Santa Clara.
Hasta el momento, entre las actividades del programa se prevé el concierto de Eduardo Sosa y José Aquiles, el de Roly Berrío con Augusto Blanca, el de Polito Ibáñez, el de Freddy Laffita y Amaury del Río, así como el de los cienfuegueros Ariel Barreiros, Nelson Valdés y el joven repentista Marcos David Fernández, el “Quíquiri de Cisneros”.
Yatsel Rodríguez comentó al Portal del Arte Joven Cubano que “es tan importante el que viene por primera vez a hacer su concierto como el que ha venido varias veces. El Longina también es una oportunidad para que los nuevos trovadores compartan con los consagrados. Todo el que tenga una guitarra en la mano y haga una canción merece el respeto del público y de sus compañeros”.
El Encuentro Nacional de Trovadores Longina canta a Corona surgió en enero de 1997, cuando Alpidio Alonso, en aquel entonces presidente de la AHS en Villa Clara, y Eliot Porta, músico y promotor cultural, decidieron organizar un evento que reuniera “a la emergente generación de cantautores”, y al propio tiempo estimulara “el intercambio con anteriores hornadas de hacedores de canciones”, como escribió Borges-Triana en su texto “Entre la obra de arte y el producto mercantil: ¡Fresco y sin cortar!”.
Como aclara el trovador Yordan Romero en “Longina canta a Corona. Pensando enero”, en aquel evento fundacional los “trovadores santaclareños fungieron como anfitriones (…), pues algunos gozaban de una obra creciente, como Diego Gutiérrez y Alain Garrido, y otros eran ya reconocidos, como los integrantes de Enserie: Roly Berrío, Levis Aliaga y Raúl Cabrera”.
Esta semana Villa Clara se vestirá de trova, donde seguramente no faltará momentos emotivos, reencuentros y, sobre todo, buenas canciones.
Palabras para Tony (+tuits)
Santa Clara es una ciudad en Crisis; de formas volátiles e inacabadas, siempre tensando las fibras de la emoción, lo volitivo y el intelecto, en ese sueño de la razón que engendra monstruos. Siempre distinta, como un incendio cataclísmico y estético. En las mañanas todos sus monstruos se sientan sobre tu pecho tal cual son: benefactores, guerrilleros, líricos, malditos, paranoicos, luminosos y lloran sus verdades que se confunden con el rocío en una ciudad que amanece cada día con más sed. La crisis no deja piedra sobre piedra, ni absolutos eternos, ni palabra en bronce o papel. Es una bestia de mil rostros que acerca su boca a tu corazón y te empuja adentro con su lengua azul una aguja de hielo, al tiempo que susurra mirando a tus ojos: “Tu Dios no existe”. Para sobrevivir en una ciudad en crisis hay que ser un hombre de Fe, o como decía mi abuelo, ese que también me amanece sobre el pecho vivo, «hay que tener más Fe que el cura de Meneses».
Cuando regresé a vivir en Santa Clara en 2014, después de veinte años de soñarla de lejos, de la mano de la AHS (con Idiel incluido, e incluso) me topé frente a frente con un hombre de mucha fe, y casualmente, también de Meneses, aunque no cura. Más bien Santo, pero antes Pérez. Tony, alias Antonio Pérez Santos: Nacido en Meneses en 1965, Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de la Habana en 1993 como alumno más integral. Profesor, curador, crítico, aficionado a la pelota y a los Leopardos azucarados de Villa Clara, tutor, oponente de tesis y subdirector en la escuela Profesional de Arte Samuel Feijóo (1996-1999), escuela viejo amor que no se olvida. Subdirector de la casa de cultura de Meneses; buen escuchador, presidente del consejo de las Artes Plásticas en Villa Clara (1999-2003); presidente del Comité Provincial de la UNEAC y miembro de su consejo nacional desde 2002; delegado al VI congreso del PCC y compañero de mesa en la etapa Provincial a la que fui invitado, ahora miembro del Comité provincial del PCC y diputado a la Asamblea Nacional, et al; En fin, él, me dio la oportunidad de equivocarme como especialista de Artes escénicas de la UNEAC en Villa Clara y no llegué a decepcionarlo. Me equivoqué una y otra y otra vez, también en Cine radio y Tv y Literatura. Pero estuve allí donde tantos grandes y tantas cosas grandes se hacen algo común: como estar sentado a la mesa del comedor hablando de Martí y de relajo, y otra vez de Martí con Yamil Díaz mientras nos alcanza un plato de arroz con chícharos las manos temblorosas que escribieron una vez el Correo de la Noche, o acomodar las sillas del Foro Agesta y escuchar a Roberto Manzano derramar la sustancia inefable de la poesía; y saber que eso es la vida, la cosa inaprensible que sucede, transcurre, recurre y se agota.
Pero fue al salir de la UNEAC para ser presidente de la Filial de la Asociación Hermanos Saíz cuando más cerca pude estar de Tony y comprobar de primera mano cómo la naturaleza de mi asociación de jóvenes artistas revolucionarios, estaba intacta y palpitante en él como quizá no lo estaba aún en mí. Tony cree y facilita la materialización de los principios que definen a la AHS como portadora creativa de la identidad cultural nacional, de valores éticos y estéticos que se adentran en el amnios de la joven vanguardia artístico-literaria.
Acompaña sin sobresaltos las necesarias fluctuaciones y estertores de los talentos creativos que surgen como una fuerza de la Naturaleza que debe encausarse y autodefinirse antes de crear algo estable y duradero. Le da espacio a los jóvenes para exponer en la misma Arche galería de los consagrados; las voces de los escritores que tienen como obra de toda una vida cuatro buenos poemas, tres cuentos, medio ensayo y dos escenas de una obra de teatro se escuchan junto a la de Arístides, Manzano, Lina, Sigfredo, Laidy, Sergio, Eduardo Heras, Lorenzo, Padura, Mildre, Barnet, Yamilongo y Fornet por ser injustos y recordar solo algunos.
HA PARTIDO EL MEJOR.Cuando el 21 de febrero de 2014 fui electo presidente del Comité Provincial de la Uneac en Sancti…
Publicada por Marco Antonio Calderón Echemendía en Lunes, 14 de septiembre de 2020
Luego, el Santamareare con su beca para realizadores de la AHS, el espacio para los de la tv y la radio o para que José Ernesto critique la parrilla de programación nacional y provincial y de ello surja la idea de un programa desde los jóvenes que es ya una realidad constatable, el patio interior vuelto tabloncillo y escenario para “La más fuerte” del naciente teatro La Rosa, así con el Teatro Escambray, los trovadores de la Caña Santa y los de la Trovuntivitis, el espacio de pensamiento y Crítica La Caldera donde a veces se alcanzan temperaturas y presión que no creía posibles, la subsede más prestigiosa y estable para todos los grandes y pequeños eventos, desde el Longina hasta el que se nos ocurra mañana; lo dicho: la Uneac de Tony como espacio abierto para los talentos que emergen de la noche ontológica del no ser. Sería bastante, pero los hombres de fe no reposan su espíritu: por eso Tony escucha cada idea nueva y comparte proyectos con esa paciencia de niño con cultura radial, se preocupa y ocupa de la superación profesional de todos con una presencia permanente de talleres, conferencias, cursos, paneles, eventos teóricos, peñas, presentaciones de libros, funciones para niños y adultos, cine debate, publicaciones digitales, que hacen de quien los siga sino un buen artista, porque siempre ha de haber algo más, al menos un ser humano con juicio y gusto estético exquisitos; la Uneac de Tony como espacio de memoria y formación.
Una jornada triste. Ha muerto Antonio Pérez (Tony), presidente de la UNEAC en Villa Clara, luego de una larga batalla…
Publicada por José Ernesto Nováez Guerrero en Lunes, 14 de septiembre de 2020
Otra faceta de Tony es la de minucioso conspirador, articulando proyectos aparentemente imposibles con la naturalidad de quien ordena al Sicomoro, “ve y plántate en el mar”, o a la revista de pensamiento Zona Crítica, “levántate y anda”, y sé la primera de tu tipo en la AHS de Villa Clara, junto a otros tantos que arriman el hombro para edificar sobre la piedra lo bueno y útil, aún a espaldas de la propia piedra; la Uneac de Tony como espacio de construcción colectiva.
Aquí, junto a Tony Pérez y el poeta Edelmis Anoceto celebraba uno mi de mis cumpleaños. Cómo admitir que este hombre…
Publicada por Alexis Castañeda en Lunes, 14 de septiembre de 2020
Tony nunca se ha ido de la AHS, solo pasó a una etapa en la que no tiene que pagar la cotización. Es uno de nosotros porque atraviesa el incendio que es esta ciudad con la fe intacta, porque llega a su casa como llegamos todos cada tarde con la maleta cargada de monstruos y un trago amargo en la garganta pero dispuestos a cantar nuestra mejor canción mientras el aire de la noche gime junto a la ventana, con la voz de la Crisis, con el árbol de sonido que nace de la maleta y grita “El rey está desnudo” o blasfema del nombre que viste arder y tronar en el Capiro. Tony es un miembro del honor y un hermano grande que te enseña y te deja ser tú mismo, y se la juega junto a ti. Por eso yo que no creo en Dios, porque creo en algo más grande (como oí decir alguna vez), creo en ese hombre de Meneses y de Santa Clara, que tiene más fe que un Cura.
¡Bienvenido para siempre a la Asociación Hermanos Saíz, hermano!
Lamentable noticia. Nos han confirmado el deceso de Tony. El buen amigo de todos los creadores, consagrados y jóvenes, el querido presidente de la UNEAC de Villa Clara ha aliviado para siempre su padecer y nos deja el compromiso de hacer tanto por la cultura como ha hecho él. https://t.co/NY11XgaV5R
— Rafael González Muñoz (@rafeglez87) September 15, 2020
Lamentamos mucho el fallecimiento de Tony, gran amigo de los jóvenes creadores y de la @ahsjovenescuba. Siempre lo tendremos presente como un batallador por la vida y la cultura. #AHSCuba. https://t.co/Js8BuLur0s
— Yasel Toledo AHSCuba (@YaselToledoCuba) September 15, 2020
La AHS lamenta el fallecimiento de un amigo
En horas de la noche de este lunes 14 de septiembre falleció en Santa Clara, luego de una larga batalla por la vida, Antonio Pérez (Tony) quien desde hacía años se desempeñaba como presidente de la UNEAC en la filial villaclareña.
Tony fue un aliado incondicional del arte y la cultura. Gracias a su apoyo y gestión la AHS en Villa Clara pudo llevar adelante decenas de proyectos.
Los jóvenes asociados villaclareños siempre tuvieron en la Uneac un espacio donde mostrar su arte. Gracias al apoyo de Tony se pudieron concretar empeños tan diversos como el Encuentro Hispanoamericano de Escritores, el Festival Cámara Chica o la revista Zona Crítica, por solo mencionar algunos de los más recientes.
También siempre se pudo contar con el apoyo de la UNEAC en la realización de los grandes eventos de la AHS en la provincia.
Acaba de fallecer Tony Pérez, alguien que llegué a querer desde una admiración rotunda. Hombre de principios, cabal,…
Publicada por Aristides Vega en Lunes, 14 de septiembre de 2020
Hoy la cultura cubana está de luto. La AHS, en particular, ha perdido a un gran amigo. Honraremos su memoria defendiendo con integridad el buen arte y apostando siempre por la Cuba mejor que debemos construir y que tendrá en hombres como Antonio Pérez sus pilares esenciales.
Palabras para Tony
Por: Joel Herrera Acosta
Santa Clara es una ciudad en Crisis; de formas volátiles e inacabadas, siempre tensando las fibras de la emoción, lo volitivo y el intelecto, en ese sueño de la razón que engendra monstruos. Siempre distinta, como un incendio cataclísmico y estético. En las mañanas todos sus monstruos se sientan sobre tu pecho tal cual son: benefactores, guerrilleros, líricos, malditos, paranoicos, luminosos y lloran sus verdades que se confunden con el rocío en una ciudad que amanece cada día con más sed. La crisis no deja piedra sobre piedra, ni absolutos eternos, ni palabra en bronce o papel. Es una bestia de mil rostros que acerca su boca a tu corazón y te empuja adentro con su lengua azul una aguja de hielo, al tiempo que susurra mirando a tus ojos: “Tu Dios no existe”. Para sobrevivir en una ciudad en crisis hay que ser un hombre de Fe, o como decía mi abuelo, ese que también me amanece sobre el pecho vivo, «hay que tener más Fe que el cura de Meneses».
Cuando regresé a vivir en Santa Clara en 2014, después de veinte años de soñarla de lejos, de la mano de la AHS (con Idiel incluido, e incluso) me topé frente a frente con un hombre de mucha fe, y casualmente, también de Meneses, aunque no cura. Más bien Santo, pero antes Pérez. Tony, alias Antonio Pérez Santos: Nacido en Meneses en 1965, Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de la Habana en 1993 como alumno más integral. Profesor, curador, crítico, aficionado a la pelota y a los Leopardos azucarados de Villa Clara, tutor, oponente de tesis y subdirector en la escuela Profesional de Arte Samuel Feijóo (1996-1999), escuela viejo amor que no se olvida. Subdirector de la casa de cultura de Meneses; buen escuchador, presidente del consejo de las Artes Plásticas en Villa Clara (1999-2003); presidente del Comité Provincial de la UNEAC y miembro de su consejo nacional desde 2002; delegado al VI congreso del PCC y compañero de mesa en la etapa Provincial a la que fui invitado, ahora miembro del Comité provincial del PCC y diputado a la Asamblea Nacional, et al; En fin, él, me dio la oportunidad de equivocarme como especialista de Artes escénicas de la UNEAC en Villa Clara y no llegué a decepcionarlo. Me equivoqué una y otra y otra vez, también en Cine radio y Tv y Literatura. Pero estuve allí donde tantos grandes y tantas cosas grandes se hacen algo común: como estar sentado a la mesa del comedor hablando de Martí y de relajo, y otra vez de Martí con Yamil Díaz mientras nos alcanza un plato de arroz con chícharos las manos temblorosas que escribieron una vez el Correo de la Noche, o acomodar las sillas del Foro Agesta y escuchar a Roberto Manzano derramar la sustancia inefable de la poesía; y saber que eso es la vida, la cosa inaprensible que sucede, transcurre, recurre y se agota.
Pero fue al salir de la UNEAC para ser presidente de la Filial de la Asociación Hermanos Saíz cuando más cerca pude estar de Tony y comprobar de primera mano cómo la naturaleza de mi asociación de jóvenes artistas revolucionarios, estaba intacta y palpitante en él como quizá no lo estaba aún en mí. Tony cree y facilita la materialización de los principios que definen a la AHS como portadora creativa de la identidad cultural nacional, de valores éticos y estéticos que se adentran en el amnios de la joven vanguardia artístico-literaria.
Acompaña sin sobresaltos las necesarias fluctuaciones y estertores de los talentos creativos que surgen como una fuerza de la Naturaleza que debe encausarse y autodefinirse antes de crear algo estable y duradero. Le da espacio a los jóvenes para exponer en la misma Arche galería de los consagrados; las voces de los escritores que tienen como obra de toda una vida cuatro buenos poemas, tres cuentos, medio ensayo y dos escenas de una obra de teatro se escuchan junto a la de Arístides, Manzano, Lina, Sigfredo, Laidy, Sergio, Eduardo Heras, Lorenzo, Padura, Mildre, Barnet, Yamilongo y Fornet por ser injustos y recordar solo algunos.
HA PARTIDO EL MEJOR.Cuando el 21 de febrero de 2014 fui electo presidente del Comité Provincial de la Uneac en Sancti…
Publicada por Marco Antonio Calderón Echemendía en Lunes, 14 de septiembre de 2020
Luego, el Santamareare con su beca para realizadores de la AHS, el espacio para los de la tv y la radio o para que José Ernesto critique la parrilla de programación nacional y provincial y de ello surja la idea de un programa desde los jóvenes que es ya una realidad constatable, el patio interior vuelto tabloncillo y escenario para “La más fuerte” del naciente teatro La Rosa, así con el Teatro Escambray, los trovadores de la Caña Santa y los de la Trovuntivitis, el espacio de pensamiento y Crítica La Caldera donde a veces se alcanzan temperaturas y presión que no creía posibles, la subsede más prestigiosa y estable para todos los grandes y pequeños eventos, desde el Longina hasta el que se nos ocurra mañana; lo dicho: la Uneac de Tony como espacio abierto para los talentos que emergen de la noche ontológica del no ser. Sería bastante, pero los hombres de fe no reposan su espíritu: por eso Tony escucha cada idea nueva y comparte proyectos con esa paciencia de niño con cultura radial, se preocupa y ocupa de la superación profesional de todos con una presencia permanente de talleres, conferencias, cursos, paneles, eventos teóricos, peñas, presentaciones de libros, funciones para niños y adultos, cine debate, publicaciones digitales, que hacen de quien los siga sino un buen artista, porque siempre ha de haber algo más, al menos un ser humano con juicio y gusto estético exquisitos; la Uneac de Tony como espacio de memoria y formación.
Una jornada triste. Ha muerto Antonio Pérez (Tony), presidente de la UNEAC en Villa Clara, luego de una larga batalla…
Publicada por José Ernesto Nováez Guerrero en Lunes, 14 de septiembre de 2020
Otra faceta de Tony es la de minucioso conspirador, articulando proyectos aparentemente imposibles con la naturalidad de quien ordena al Sicomoro, “ve y plántate en el mar”, o a la revista de pensamiento Zona Crítica, “levántate y anda”, y sé la primera de tu tipo en la AHS de Villa Clara, junto a otros tantos que arriman el hombro para edificar sobre la piedra lo bueno y útil, aún a espaldas de la propia piedra; la Uneac de Tony como espacio de construcción colectiva.
Aquí, junto a Tony Pérez y el poeta Edelmis Anoceto celebraba uno mi de mis cumpleaños. Cómo admitir que este hombre…
Publicada por Alexis Castañeda en Lunes, 14 de septiembre de 2020
Tony nunca se ha ido de la AHS, solo pasó a una etapa en la que no tiene que pagar la cotización. Es uno de nosotros porque atraviesa el incendio que es esta ciudad con la fe intacta, porque llega a su casa como llegamos todos cada tarde con la maleta cargada de monstruos y un trago amargo en la garganta pero dispuestos a cantar nuestra mejor canción mientras el aire de la noche gime junto a la ventana, con la voz de la Crisis, con el árbol de sonido que nace de la maleta y grita “El rey está desnudo” o blasfema del nombre que viste arder y tronar en el Capiro. Tony es un miembro del honor y un hermano grande que te enseña y te deja ser tú mismo, y se la juega junto a ti. Por eso yo que no creo en Dios, porque creo en algo más grande (como oí decir alguna vez), creo en ese hombre de Meneses y de Santa Clara, que tiene más fe que un Cura.
Lamentable noticia. Nos han confirmado el deceso de Tony. El buen amigo de todos los creadores, consagrados y jóvenes, el querido presidente de la UNEAC de Villa Clara ha aliviado para siempre su padecer y nos deja el compromiso de hacer tanto por la cultura como ha hecho él. https://t.co/NY11XgaV5R
— Rafael González Muñoz (@rafeglez87) September 15, 2020
Lamentamos mucho el fallecimiento de Tony, gran amigo de los jóvenes creadores y de la @ahsjovenescuba. Siempre lo tendremos presente como un batallador por la vida y la cultura. #AHSCuba. https://t.co/Js8BuLur0s
— Yasel Toledo AHSCuba (@YaselToledoCuba) September 15, 2020
¡Bienvenido para siempre a la Asociación Hermanos Saíz, hermano!
Las Constelaciones de Amalia (+ galería)
Amalia Beatriz es una pintora de la ciudad de Santa Clara que no sé por qué a veces se me parece al atardecer, cuando lleva el cabello rojizo naranja; y en otras ocasiones al fuego lúdico que se identifica con el espíritu. Su espíritu no sé qué forma tiene porque se me olvidó preguntarle en qué se transforma cuando crea, pero de seguro es un ser volátil, o halado. Quizás una piedra bautizada como Amalia; de texturas diversas y saberes ancestrales, ¿filosofal?, ¿mágica?

O simplemente divago y no se trate más que de Betty, como le dicen sus cercanos; la chica sensorial y laboriosa que devino para estas líneas. Curadora y autora de una exposición personal que bajo el título Constelación, nos permite asomarnos a la mística que ella misma exporta; que constituye su rastro de muchacha imaginaria en la ciudad cosmopolita de Cuba.

Amelia Beatriz Delgado Rodríguez es artista de la plástica; docente de la Escuela Provincial de las Artes y jefa de la sección de Artes Plásticas de la filial villaclareña. Y a la vez nutre sus lienzos con las materias aprendidas en el Instituto Superior de Arte (ISA). Estas pudieran ser concepciones metafísicas del mundo, modernas tendencias artísticas o incluso técnicas nuevas, pero también incluyen los volúmenes de psicoanálisis y erudición popular que recomienda Betty a sus compañeros.
La dedicación de esta mujer, sutilmente misteriosa, hecha por tierra cualquier prejuicio a cerca de los individuos espirituales o místicos en sí mismos; y del tiempo que permanecen ensimismados en sus creencias. A sus 36 años de edad ha participado en varios salones de profesores y estudiantes de la enseñanza artística. También en eventos de prestigio como el Taller Nacional de Escuelas de Marzo, y otros internacionales de creación teatral, o de títeres específicamente, entre los que sobresale el Magdalenas Sin Fronteras. Saberes que avocó a la escenografía, atrezos y construcción de títeres para grupos de renombre como Alánimo, La Rosa, y Teatro Escambray, principalmente.
La muestra que durante este mes exhibe la Galería Pórtico de la AHS en Villa Clara constituye su sexta exposición personal desde el 2006 hasta la fecha; a la cual anteceden, entre otras memorables, Espiritual y Recalo, con sede en la Galería del Centro Cultural Mejunje. Exposiciones compartidas con otros artistas figuran en su extenso currículum. Pero la presente, sin dudas, destaca por su intimismo, los conceptos sugestivos y alusivos que emanan de cada pieza y, por supuesto, la madurez de la artista. Pretextos para abordarla, cuestionario en mano, luego de la apertura.

–¿La música que escuchamos es original para esta ocasión?
Por supuesto, lo cual constituye un regalo hermoso de Isam López, a quien se puede recordar por su trabajo con el grupo Extraño Corazón. Es un tema de música electroacústica que lleva el mismo nombre que la exposición y que mezcla sonidos del espacio, ambiente… ¡tiene que ver!
–La exposición no consta de muchas piezas, unas 12 o 13 pero algunas son un conjunto; dípticos, trípticos y hasta cuatro cuadros para agotar una temática.
Utilizo mucho la metáfora para expresar un mensaje determinado. A veces un solo cuadro me resulta insuficiente para abarcar todo lo que quiero decir. Precisamente porque hablo de mundos interiores, lo cual constituye un riesgo para el artista porque pudiera volverse hermético, incomprensible al espectador y, sin embargo, cuando haces llegar un mensaje de varias formas es más fácil para el espectador decodificar un concepto, un punto de vista.

–Si me permites la apreciación, creo que tú personalidad misma exporta misticismo al igual que esta muestra.
Constelación es mi propia perspectiva como artista de aquellos que podrían ser los mundos interiores de cada persona. Trabajada desde el simbolismo. Recurriendo a los elementos de la psicología y de la antropología social abordo los intereses humanos para que cada espectador se vea reflejado al interior de cada pieza.
Por eso se llama Constelación, porque la idea es que puedas ver tu mundo interior reflejado en el otro. O sea, lograr una identificación o relación intrínseca entre el artista como creador y el otro como espectador.

–¿Podemos definir Constelación como una expo mucho más orgánica que las anteriores?
Sí, se utilizan fibras, materiales de la naturaleza; reciclados en su mayoría. Utilizo como técnica principal el bordad que a veces es sobre tela, sobre cuero, saco; principalmente. Adiciono entonces semillas, caracoles, conchas. Este tipo de cosas las he tomado de la forma de creación artesanal de las culturas primitivas, lo cual ha sido retomado por expresiones como el Art Bru.
Pero la base está en esa comunión con la naturaleza que me permite manejar un discurso consecuente, ser sincera conmigo misma. Además, concebir y elaborar cada pieza se vuelve una experiencia inolvidable, pues hago viajes a la playa u otras áreas naturales que enriquecen la espiritualidad que necesito transmitir. Mi propio aprendizaje empírico del bordado, rompiendo agujetas mientras observas a los demás, y la muestra esté compuesta por dos o tres puntos básicos, responde a este discurso.
–¿Qué más dicen tus cuadros sobre ti?
Digamos que me gusta dar un toque folclórico. Intento relacionar todos los elementos que uso al simbolismo de la cultura en que estoy inmersa y a la religiosidad del cubano, a modo general. Con un toque muy íntimo en cada pieza. Como una especie de poética personal.

Bebo mucho de la psicología de Jung[1], que plantea como la personalidad afecta lo que la escuela cubana denomina como el ello, y que viene siendo la esencia del ser humano. Creo que de eso va cada pieza.
También hablan de nuestra religiosidad y de nuestra pluralidad en ese sentido. Se cree en un dios español lo mismo que en una deidad africana, que en una egipcia o casi en el mismo modo en que se manifiesta una espiritualidad hindú. A mi modo de ver, el cubano cree en todo y yo no me eximo de eso.
–La introspección como poética se revela en tu obra y en sus antecedentes teóricos o filosóficos ¿Crees que definirá tu carrera como artista de la plástica?
Es un camino nuevo. Estoy tratando de manejar elementos, leyes y principios a modo general que tienen que ver con el orden, con el equilibrio del universo, del cosmos; y la relación de todo esto con el ser humano.
Por ejemplo, trato temas como la reencarnación, la magia. Quien haya estudiado a los filósofos presocráticos entendería que son la base de la creación del hombre.
–¿Tu formación académica cómo influye en esta perspectiva de creación y en cómo te asumes a través de tu obra?
Ha sido significativo. Esta exposición ya estaba en proceso antes de ingresar al ISA, pero el aporte de la escuela ha sido una nueva visualidad. Generalmente en un nivel medio de enseñanza, creces como grupo, como conjunto, porque aprendes habilidades y herramientas. Pero ya en el nivel superior adquieres otros conocimientos que te hacen crecer individualmente como artista.

–La docencia, ¿qué tonalidades aporta a una artista joven y activa como tú?
Entre otros aspectos, y saldos humanos, te vas viendo reflejado en tus alumnos, descubres de pronto como tu trabajo puede tener una carencia semejante a la de cualquier novel y te obliga a superarte y trabajar cada vez más.
–¿Qué significó hacer la curaduría de tu propia exposición?
Tuve la ayuda de Freddy Hernández, diseñador y vicepresidente de la AHS aquí en Villa Clara quien me dio algunos consejos de montaje, pero fue muy especial y retador para mí. Tengo en planes moverla hacia otras galerías de la provincia como la Galería de Arte de Manicaragua; Hurón Azul y la Wilfredo Lam en Sagua la Grande, para lo cual quiero seguir trabajando, para que Constelaciones llegue a esas galerías, que son mucho más amplias con un mayor número de piezas.

–Por último, ¿por qué Constelación abrió las puertas con la 24 edición del Festival Nacional de Música de Concierto a Tempo con Caturla?
Caturla fue un innovador en su música porque mezcló elementos diversos y esta exposición en cierto modo va de esto también, de mezclar cosas que tienen que ver con el folclor, con otras contemporáneas o primitivas. Y por supuesto, agradezco a la Asociación por confiar en mí para ese gran honor.
[1] Carl Gustav Jung, psicólogo y ensayista suizo cuya metodología incorpora nociones procedentes de la antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños, el arte, la mitología, la religión y la filosofía.. Fundador de la escuela de psicología analítica, también llamada psicología de los complejos y psicología profunda.
Entregan Premios del Festival Casa de Cristal
El principal premio fue por el diseño integral y renovado de la Editorial Sed de Belleza perteneciente a la Asociación Hermanos Saíz de Villa Clara, aunque también fue altamente valorado su trabajo en la campaña por los 330 años de la ciudad de Santa Clara.
Precisamente, la capital villaclareña le entregó la Distinción 330 Aniversario al igual que al Doctor Kirk Díaz Guzmán y al comunicador Alejandro Pérez.
La edición de este año tuvo una mayor calidad que en años anteriores en cuanto al apartado teórico, pues se presentaron 28 ponencias en las temáticas de la comunicación social y en la intervención de las dinámicas poblacionales.
En la primera, el premio fue para la Licenciada Gretel Montalvo Veitía por una investigación que resume el trabajo realizado con públicos internos y externos, de abril de 2015 a la fecha, para revertir la mala imagen que se tenía de la Empresa de Correos en la provincia Villa Clara.
Por su parte, Raquel Díaz Rodríguez del Rey y Javier Rodríguez Galindo ganaron en la categoría de dinámicas poblaciones, con una ponencia sobre sus experiencias de intervención recreativa y educacional a través de juegos de participación y técnicas circenses.
En cuanto a apartado de los creativos, el jurado decidió entregar el Premio Noveles a los jóvenes María Isabel Campos y Yudievis Olivera, mientras que en producción gráfica resultó ganador Alexander Pérez.
En el apartado de Logos y Marcas, el premio fue para Héctor Gutiérrez, en Producción para la televisión para César Irigoyen, mientras que en Fotografía la ganadora fue Malú Vilasa.
Folklor del Río de la Plata inunda Santa Clara
La musa que inspiró los versos de Corona también trasciende los mares en busca de bardos para su romanza. Durante unos 2 años los seducidos por Longina, llegan hasta la ciudad santaclareña, desde diferentes rincones de Latinoamèrica o de Europa. Por esa suerte de festival que cada enero reúne lo más novedoso de la canción de autor en Cuba, junto a consagrados trovadores. [+]
Magdalena Mathey, una mujer que canta a “Longina”
Santa Clara ya satura de acordes y canciones sus frías madrugadas de enero. Se alista la ciudad para acoger a los bardos. Ellos llegan desde todos los escondrijos de la Isla, dispuestos a trasnochar en beneficio del arte. Se les reconoce por el cabello enmarañado, los ojos expresivos, expectantes, la guitarra al hombro y una alegría medio sonámbula que somete a la ciudad bohemia del centro de Cuba. [+]