No cabe dudas de que en el mundo hay, lo que se puede decir «ciudades rápidas» y otras, en cambio «pausadas o lentas». A la Matanzas de intra-ríos, algunos citadinos insisten en incluirla entre las últimas, un ¿bien o mal? que acompaña a la urbe.
Así lo cree el actor y escritor y director radial Williams Quintana, quien desde hace casi una década produce uno de los eventos culturales que cambia el ritmo propio de la ciudad, hablamos del Festival Atenas Rock que auspicia la sede yumurina de la Asociación Hermanos Saíz.
Entre el 23 y 24 de septiembre próximo, en la conocida Playa de Los Pinitos, tendrá lugar el encuentro de bandas de rock and roll que para esta oportunidad estará dedicado al aniversario 30 de la Asociación Hermanos Saíz, al 55 de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y a las dos décadas de uno de los grupos de casa, Rice and Beans.
«En esta edición, la décimo sexta, quisimos que estuvieran presentes el mayor número de tendencias dentro del género: el black, death y heavy metal, el grunge, el punk y otros.
«Tendremos una docena de agrupaciones, de Pinar del Rio, Médula; de La Habana, Congregetion, Switch y Estafilokoko; de Sancti Spíritus, Limalla; de Camagüey, Sex by manipuletion, y todas las matanceras, Rice and Beands, The Stone Road, Unligth Domain, Blood Heresy y Alfha Seed», apuntó el productor del Atenas Rock.
A la par de las presentaciones de las bandas, el evento incluye una expo activa de tatuadores defensores del tattoo desde un fin creativo, en esta edición, con la buena nueva de una representación de féminas.
«Y hemos agregado al Atenas Rock un conversatorio sobre un asunto de vital importancia para el género en la Isla, su promoción. En función de ahondar sobre el tema invitamos a directivos de la Agencia Cubana de Rock y el Centro de la Música en Matanzas», destacó Williams Quintana.
PREGUNTAS INCÓMODAS SOBRE UN FESTIVAL
Williams Quintana aún se encuentra inmerso en la dirección de uno de sus programas radiales. Buena parte de la semana la pasa allá, en los estudios de grabación del dramático de Radio 26, y otro tanto, en la Casa del Joven Creador donde por estos días todos están en función del evento de mayor categoría de la sede yumurina de la Asociación Hermanos Saíz.
Pero aún se halla en el estudio de grabación y entre voces y anotaciones, aún así le place hablar del Atenas Rock, evento al que le ha dedicado casi una década de trabajo, año tras año, siempre tras el fin de consolidarlo en el panorama metalero cubano.
Williams, ¿era necesario la existencia de un Festival como el Atenas Rock para Matanzas?
El Festival llega para romper un tanto el compás de esta ciudad de «naturaleza lenta», y por eso creo en su fin.
Te has vuelta una figura familiar para el Atenas Rock, ¿en qué va el encanto?
¿El encanto? En que esta es la música que prefiero. Además me considero una persona con cierta capacidad organizativa y liderazgo, aspectos que a lo largo de estos años, indiscutiblemente, me han ayudado para concretar un evento como este, difícil desde su logística y coordinación.
La promoción del género, un viejo asunto aún sin deslindar del que el Atenas Rock quiere hacerse nuevamente eco…
Proyectaremos el debate sobre lo fructífero de la Agencia Cuba de Rock para dar a conocer proyectos capitalinos frente a la ausencia de las provincias. Es decir, ella es certera en cuanto a su labor, posee un sistema de festivales, promociones y giras a las que, sin embargo, no pueden aspirar las bandas profesionales del resto del país, las que pertenecen a los Centros de la Música de cada una de sus localidades, a quienes simplemente no les interesa el rock and roll. Y ya es hora de pensar en el resto.
¿Qué esperas de esta nueva edición?
Lo de siempre, aglutinar a los «seguidores del género» y a los «no seguidores», quizás éstos últimos los más necesarios de seducir. Gente que debe apoyarnos y no tiene conciencia de qué hace y por qué lo hace, supongo, en parte, porque ese resulta su deber político o laboral.
En tanto nuestro interés es que ellos mismos entiendan la importancia de un Festival de Rock, el que puede ser tan válido como uno de «son o danzones». Siempre ha existido un divorcio entre lo cubano y el rock and roll, un error que se debe o debemos superar porque el género se encuentra entre los componentes mismos de nuestra música.
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