Asà como los antiguos examinaban las vÃsceras de un animal para adivinar el destino de los hombres, los realizadores nueviteros de hoy leen las entrañas de los seres humanos a través del arte. De acuerdo con Pedro MartÃn Navarro RamÃrez, uno de los principales impulsores de Hieroscopia, tal es la meta máxima de este festival del audiovisual, que cada año reúne en ese norteño municipio de Camagüey, a quienes allà dedican su vida a la producción de cortos, videos clips, documentales y animados.
Quince parece ser el número de suerte de esta sexta edición del encuentro: 15 será el dÃa de julio en el que comenzará, 15 son las obras de creadores del patio que se expondrán allà y 15 también las de autores de otras provincias que llegaron hasta acá con el mismo propósito.
Además de las muestras que se pondrán a disposición del público, siempre a partir de las nueve de la noche, el evento incluye espacios de intercambio que tendrán lugar durante el dÃa: charlas, conferencias, filmaciones. Juan Antonio GarcÃa Borrero, reconocido crÃtico de cine e investigador camagüeyano, confirmó su presencia en esas jornadas que se extenderán hasta el domingo 17. Se espera, de igual forma, la confirmación de Fernando Pérez, probablemente el director de cine cubano más relevante en estos momentos.
Hieroscopia no posee un carácter competitivo, como afirma Pedro MartÃn Navarro. El festival persigue actuar como una plataforma de comunicación de ideas, de retroalimentación, de colaboración entre los jóvenes que cultivan el audiovisual.
El movimiento audiovisual de Nuevitas es uno de los más sustanciales del paÃs, para corroborarlo basta un vistazo a la calidad conceptual y formal de las realizaciones que salen de allÃ, mérito que muchas veces les falta a las obras producidas bajo el amparo de grandes presupuestos y despliegues tecnológicos.
En estos momentos, cuando para nadie constituye un secreto, ha ocurrido un éxodo importante de realizadores jóvenes hacia zonas más cercanas a los centros de poder de la creación fÃlmica, dÃgase La Habana, dÃgase incluso hacia el extranjero, el movimiento nuevitero adquiere aún mayor significado en el panorama del audiovisual de la Isla. No es solo un grupo de personas que exponen su trabajo una vez al año frente a otros que hacen más o menos la misma labor, es un grupo que defiende el derecho de la realización profesional desde su pedacito de Cuba, seguramente más atrasado, seguramente más subdesarrollado (en términos de tecnologÃa), y en consecuencia, seguramente más creativo, más singular, más original.
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