Jornadas para florecer en Ciego de Ávila (dosier)

La entrega del Premio Poesía de Primavera, en su edición XXII, que conquistó el joven escritor holguinero Reynaldo Zaldivar Osorio, fue quizás el momento más esperado en estos tres días de Juegos Florales 2023. Sin embargo, como los aguaceros de mayo, sobre la filial de la Asociación Hermanos Saíz de Ciego de Ávila, cayeron también los más frescos versos, las atrevidas lecturas, los sorteos de libros… y los amorfos pétalos de las coronas.  

Y tan ansiado era descifrar, este 27 de mayo, el nombre del ganador, que tuvo como rivales al guantanamero Reineris Betancourt y a la avileña Liuma Rodríguez, como recibir (oficialmente) a los nuevos miembros de la organización. De esta forma, el pasado 24, apenas el Dúo Alma “soltó el alma” dentro del Centro Cultural Café Barquito, el carné de la AHS fue a parar a manos de Amanda Beatriz Ortega Rodríguez, una de sus voces.  

Concursantes en las lecturas de poesías de las Noches Florales. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

En cada jornada, más que cercenarse una rosa, se plantaba un rosal. Y cada poema, como anillo al dedo, perfumaba el contorno y más allá. Posiblemente la ropa de Leidy López Pérez de Corcho, otra joven que creció en Crítica e investigación este año, posea todavía el fijador de su bienvenida en la primera noche floral del evento. Porque unos se consagran, ganan premios, mantienen su buen ritmo y otros siguen llegando para construirse.   

Como baño de agua tibia después de la humedad, llegaron las lecturas de poesías. Decir noche floral es resumir, brevemente, algo inmenso y mágico, que puede no parecerse a sus etapas fundacionales, pero se resisten a marchitar.

Lectura de poesía de los tres finalistas del XXII Premio de Poesía de Primavera. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

La magia comenzaba con prender un incienso en el mismísimo incensario del escritor avileño, organizador de este certamen y Premio Poesía de Primavera 1997, Arlen Regueiro Mas, quien recibió todo el tiempo el homenaje de sus colegas y amigos. Difícil es superar su muerte, tan reciente, pero fácil es invocarle entre letras que, también, se resisten a morir.

Los ganadores de las noches florales (Reineris Betancourt, Yamara Pereira Rey y Ellen Cuebas, en ese orden) llevaban una corona, pero antes de portarla sobre sus cabezas debieron conquistarla a fuerza de aplausos del público con la lectura de un poema (de su autoría o no), si bien el reto era “irle con ganas” a esos versos y despedazarlos en el aire.

Los tres finalistas del XXII Premio de Poesía de Primavera. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

Pero, eso no terminaba ahí. Se pasaba un caldero y quien lo deseaba echaba una prenda, dinero, un libro, un lapicero e, incluso, su imaginación. De la voluntad de los asistentes surgía un premio para el que conquistara la corona. 

Asimismo, una iniciativa llamada “Cadáver exquisito” buscaba construir colectivamente un poema, a partir de colocar un verso en una hoja que recorría el espacio. Al rato, verso a verso, palabra a palabra, se leía a los asistentes el resultado, en una tan coherente como disparatada conexión. Así, en espera de lo inesperado, se envolvía en risas el momento.      

Las horas de sol siempre alimentaban el jardín. Con ellas, las presentaciones de los libros de poesía “Apnea”, de Rubiel González Labarta, ganador del XXI Premio Poesía de Primavera, en 2021; “Restos”, del espirituano Ariel Fonseca Rivero, y de la colección de textos digitales “Primavera Digital”, único de su tipo ganador de la beca El Reino de este mundo y expuesto en la Feria Internacional del Libro 2023.  

Hubo mesa de opinión “La poesía joven en Cuba y su relación con las editoriales”, con Carmen Hernández Peña, Vasily Mendoza y Ariel Fonseca; y el Rincón para “Poesía con Mas”, dedicado a Arlen Regueiro Mas. Se habló, más allá de los ratos para beber café e intercambiar locuras, sobre los Juegos Florales, la creación literaria, de los más de 20 años de historia y también de futuro.

Se sumaron las lecturas de poesía de los escritores locales Lioneski Buquet, Heriberto Machado, Yanarys Valdivia, Yasmani Rodríguez Alfaro, Carmen Hernández Peña, Eduardo Pino, Vasily Mendoza y Masiel Mateos, así como las vivencias del diseñador Yaudel Estenoz, miembro del equipo de “Primavera Digital”. Se juntaron, al mismo tiempo, los textos en voz de los finalistas del concurso.

Obviamente, un jurado de talla y con “tremenda talla” no podía quedarse fuera de este derroche de versos libres y rimados, por lo que, en la noche última, mostraron por qué fueron escogidos para seleccionar uno entre 24 aspirantes al Premio Poesía de Primavera 2023. El santiaguero Yunier Riquenes (desde la capital) y el santaclareño Sergio García Zamora (desde España), enviaron sus videos, mientras el avileño Eduardo Pino lo hizo presencialmente.

Reineris Betancourt, ganador de la primera noche floral. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

Junto con el “plato fuerte” de los Juegos Florales, la buena literatura hecha por creadores noveles cubanos, sonaron las guitarras y el violín, en una suerte de descargas con el camagüeyano Dúo Mantra (Manuel y Rocío) y la guantanamera Annalie López Caballero, quienes pusieron a bailar a los finalistas, escritores del patio e invitados y el público en general. Sus canciones, además de hacer sudar y suspirar, fueron luces sobre un mar de recitaciones.

Los Juegos Florales 2023 tuvieron como sedes el Centro Cultural Café Barquito, la Galería Nexos y el Patio de la Casa del Joven creador; la filial universitaria Manuel Ascunce Domenech y la Facultad de Ciencias Médicas de  Ciego de Ávila, estas últimas un gran esfuerzo por sobreponerse a las carencias de estos tiempos, que parecen no intimidar a la filial avileña de la AHS.

En la filial universitaria Manuel Ascunce Domenech. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

Así cerró la edición, que saludó al 4to. Congreso de la AHS y homenajeó a José Martí en el 170 aniversario de su natalicio, a partir de la colaboración entre el Centro Provincial del Libro y la Literatura, la Dirección Provincial de Cultura, el Gobierno Provincial y el Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas. Así cerró la edición 2023 de un evento que anda, desde junio de 1994, por caminos no exentos de espinas. Pero, ahí va, regando flores. 

El Premio Poesía de Primavera, desde hace algunos años, alterna con el Premio de Narrativa La Llave Pública, cuya convocatoria ya quedó abierta para el año 2024. El ganador ve publicada su obra bajo el sello de Ediciones Ávila.   


Sabor a primavera

Por: Vasily Mendoza

No recuerdo exactamente cuándo comenzó a ser Ciego de Ávila un fuerte exponente de la poesía nacional. Quizás fue cuando ya la piña se empezaba a perder, y algunos portales se fueron derrumbando.

Lo cierto es que quiero creer que desde que en 1994 se iniciaron de manera institucional los Juegos Florales, la vida poética avileña avileña cambió para siempre.

Y en este 2023, los que asistimos a esta nueva edición del evento poético, pudimos sentir la ausencia de una buena parte de sus rescatadores, Ileana Álvarez, Francis Sánchez, Otilio Carvajal, el poeta Lugones, Elsa Burgos, José Rolando Rivero; y los herederos más enérgicos como el insustituible Arlen Regueiro Mas.

Los tiempos cambian, como cambian las poéticas y los poetas.

No todas las ediciones tienen que ser espléndidas. Hay que dar espacio, también, a lo que está “bien”, pero no te pases.

Ahora se gesta la poesía desde otras angustias y son más los escritores foráneos a los que se acuden para armar este convite de tradiciones, porque ya las huestes simbólicas del patio han ido menguando en demasía.

Desde una intención que tiene poco de poética y mucho de práctica y salvadora, Leo Buquet, jefe de la sección de Literatura de la AHS avileña, tuvo a bien preparar un programa con 14 actividades, y otros espacios alternos como las visitas promocionales a la radio y televisión.

Recibimiento a la nueva asociada Leidy López Pérez de Corcho. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

Si bien la asistencia de público no fue toda la esperada, desde el punto de vista del pueblo volcado hacia la literatura, no cabe duda de que la Casa del Joven Creador es la vanguardia en la gestión de espacios para la formación de públicos. Y es activista, en amplio sentido, por excelencia.

Lecturas poéticas, mesas de opinión, presentaciones de libros, asaltos literarios a las sedes universitarias, trova y hasta repentismo, fueron algunas de las acciones que se llevaron a cabo y conformaron la praxis de estos Juegos.

No olvidemos que el evento cultural se remonta a los inicios del siglo XX, cuando algunas familias se reunían en casa para leer poesía entre ellos, trovar, beber algo de vino y otras cosas, y premiar, entre todos, al mejor poeta y el más exquisito poema, con una corona de flores.

Recibimiento a la nueva asociada Amanda Beatriz Ortega Rodríguez. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

Eran veladas hermosas a las que no pude asistir, por supuesto. Pero cuando en el año fundacional de su primer rescate, 1994, desde el Centro Provincial del Libro, sí pude ser parte de esa velada, no tuve ni la sospecha del alcance y la importancia que evento tendría en el panorama literario de la nación.

Para muchos poetas, recibir la corona de flores que los acredita como Mejor Poeta, o el más aplaudido por los espectadores, es algo que rozaba con la popularidad. Porque no siempre coincidía esta con la calidad poética y, mucho menos, con la calidad de la lectura del poeta.

Ya después, sobre los inicios del 2000, cuando se agregó la confesión del cadáver exquisito y el caldero para echar la ponina con la colaboración del público, vendría a ser el premio material a lo lírico.

La entrega del XXII Premio Poesía de Primavera recayó en el joven holguinero Reynaldo Zaldívar Osorio, con su poemario Perforaciones. Recibieron menciones los poetas Liuma Rodríguez (Ciego de Ávila), con el cuaderno Galería de rostros, y Rey Nerys Betancourt Colás  Guantánamo) con el volumen Hijos de nadie.

Para cerrar la noche, nada mejor que las canciones de Annalie López en concierto, y sus invitados. Con toda la fuerza de su carisma, talento, y poderoso encanto. El olor a flores inundó el recinto ferial.

Los participantes en esta fiesta de la poesía juvenil han de sentirse tocados por la tradición de una ciudad que es conocida por sus portales y poetas. Y que ha conseguido, a fuerza de tradición, mantener viva la poesía de sus calles.

Los artistas en la Facultad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila. / Fotos: Yoandris Chamorro Belén y Michel Guerra Martín

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más Leído

Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

Suscripción

Para recibir nuestro boletín ingrese su dirección de correo electrónico