Capítulo #16: Fosa Común II (+Video)

(notas sobre la poética de Onel Pérez Izaguirre)

 

III

Hay en este libro una búsqueda por elaborar una realidad nueva y paralela para volver inmediato el pasado. Una realidad donde la frustración, los deseos y la enfermedad colectiva tengan un sentido más concreto. Una realidad que reitera su cómica o trágica irrelevancia, que confiere importancia a elementos específicos del pasado a través de una ironía desmedida. Una búsqueda que suele transformar el presente en pasado y por momentos el pasado en posteridad.

Hay un rejuego con la voz del poeta, en ocasiones te habla al oído y en otras quiere ser impersonal. Su intención, tal vez, es mostrarnos la enfermedad a partir de sus síntomas y definirla como un mal de la memoria. Un mal común y asumido con normalidad por el cotidiano.

La segunda parte Sistema de fosas, está integrada por 12 textos. Estos son: Sistema de fosas, Reciclaje, El arca, La pared, Inercia, Origen, Última vigilia, Medicina interna, Acrobacia, Anatomía del reflejo, El eterno retorno y Lectura introductoria. Se trata de una serie de poemas cuyo núcleo es afín con el concepto general del libro: ¿dónde entierro los cadáveres que me agobian?

Crecer dentro de una fosa

es tierno y difícil

decían mis viejos;

pero abajo

las ratas eran mi paisaje,

un espejo con quien pensar

el silencio.

(P. 27)

Sistema de fosas abre este cuadro y nos desgarra el paladar. El poeta emerge desde su fosa más profunda: la memoria/la experiencia. El saber de la vida transita por ese sendero: “todo lo que ha sacrificado”, “todo lo que le han quitado”, “todo lo que abandonó” y “toda su fe”. Este es un texto sobre la resignación del individuo ante sus circunstancias, un pasaje a zonas oscura donde yacen sus sentimientos y dolores.

Desde ahí nos comparte su condición de animal/asesino, con un trozo de fe para esperar el supuesto cambio. Hay que saber empujar los límites, hay que saber contemplar la foto del abuelo.

es difícil distinguir,

derrumbar el muro

cuando se lleva adentro.

(P. 32) 

cortesía del entrevistado

Onel Pérez no solo construye fosas, también pretende derrumbar los muros que lleva adentro. Cada fosa es su propia Caja de Pandora, cada muro es una respuesta a los fantasmas que emergen tras el aire delgado de la mirada.

Origen es un poema donde el autor busca desprenderse de la responsabilidad de construir fosas y ser memoria, pero no puede. Sabe que donde está parado ya anduvieron otros y tampoco pudieron cambiar su destino. Sabe que la poesía es una enfermedad sin cura.

Ser parte de la memoria o ser memoria solamente.

(P. 33)

“Contramaestre y Martí”, “los héroes y la fe”. Ambas líneas de pensamiento están en cada página de este libro. Tal vez el poema Última vigilia sea uno de los más explícitos, de los más concluyentes en cuanto a las imágenes que estas ideas proyectan en su poesía.

                        Nadie entiende

sobre qué piedra se construye

la profundidad,

la desidia en que creíamos.

                          Martí y Moisés

entre la zarza

purificando la perla.

(P. 34)

El cuerpo como carne, como símbolo de la existencia terrenal, empieza a cobrar importancia a partir de los poemas: Medicina interna, Acrobaciay Anatomía del reflejo. Los hechos humanos tienen consecuencias sobre la carne. Los hechos humanos necesitan más que fosas comunes para construir la memoria.

Hay

que

pasar

la

trampa

del

cuerpo.

Volver

a

la

fruta.

(P. 36)

Existe un estado primario a la carne según el poeta. La carne confunde con la memoria. Hace trampas al necesitar la experiencia. El cuerpo es un melodrama para el poeta: su mayor fosa, su mayor miedo. El cuerpo es el espejo de la confusión. Dentro guardamos los horrores de la vida material. Ese espejo se alimenta de nuestras posesiones y norman nuestra conducta. Descubrirlo es dañino, ignorarlo también.

Lectura introductoria es el texto que cierra esta segunda parte del libro. Es un poema que no introduce nada nuevo, sino que resume que tan fácil es intervenir su entorno. Como los barbaros puede subvertir el lenguaje de su medio (lleno de antiguos héroes y fe) sin importar las distancias. Resistir a lo absurdo es una demanda de los códigos, los cuales presionan hasta dejarnos con la lengua afuera.

Los códigos

amenazan con

destruirnos,

método común en

las naciones antiguas.

(P. 39)

Para el poeta los elementos externos a su contexto han cambiado el juego. Su Contramaestre, su casa y su cuerpo, sucumben ante la conspiración de otros lenguajes. Si algo pudiera introducir nuevo este poema es la noción de lo absurdo como definición a las relaciones que se generan con el entorno, teniendo a los individuos y sus historias particulares como centro. 

IV

Este libro sin dudas es el proyecto literario de poeta, con sus búsquedas técnicas y estéticas, un libro cuyo lenguaje lo hace notable entre su generación. Pero también es un libro de la gente. De cuerpos de carne suave que resisten a los barbaros y justifican lo absurdo de existir entre fosas comunes. ¿Fosas de la memoria?

La tercera parte Cloaca, tiene nueve poemas. Los cuales son: Cloaca, Troya, Hemorragia, Otra bulla, Carne ajena, Conversación con Nerval, De cada cual según cada cual, Mercado negro y Basurero. Estos textos son un dibujo de esas fosas que va abriendo la experiencia en el ser. Habla de individuos abandonados a su suerte, en la desesperanza y en la agonía.

Cada año aparecen en mi barrio borrachitos jóvenes

vienen a relevar a los de más experiencia.

Son resistentes al sol, al polvo, al aroma de los perros.

Lo han perdido todo,

Hasta el money que no alcanza.

(P. 43)

Cloaca es un poema visceral. Narra la trayectoria de algunos individuos sentenciados a perecer por la miseria que generan los vicios y los deseos. ¿Es el alcohol el problema o una salida desesperada? Estos individuos no poseen nada que los haga perdurar, aunque el alcohol siempre será una salida desespera.

cortesía del entrevistado

En la pantalla

el caballo agoniza

en su último relincho

mientras los socios del barrio

chupan la hierba

para no pensar.

Los grandes héroes son piedras

en el camino.

(P. 44)

En Troya estamos en presencia de otro grupo social que coexiste en el barrio. “Buscas vidas” que cortan cabeza y prefieren no pensar. Es significativo que se llame Troya un poema donde el caballo muere y la mente del individuo en cuestión se enajena de ese hecho. Sobrevivir ya es suficiente, pensar es una categoría la cual es mejor en ellos si no es explorada. Hemorragia reafirma su obsesión por el aburrimiento de los más jóvenes y la bebida como respuesta a la desesperación. Pero si algo es válido para tener en cuenta es cómo el personaje del padre empieza a ser protagonista en cada suceso, en cada imagen, en cada idea. El padre que no estuvo ahora es omnipresente. ¿Será el padre de todos?

Otra bulla nos trae nuevamente a Ángel Escobar, pero esta vez acompañado de Gérard de Nerval y Albert Camus. Nombres que esperan la reunión con el poeta. Nombres que no pueden evitar el derrumbe de la Torre de Babel situada en medio de Contramaestre. Nombres que saben que el poeta es un silencio construido igual que sus fosas y que debe escribir el poema que nadie puede escribir.

En Conversación con Nerval por ejemplo, trae a la mesa al francés Nerval (el poeta), a los bárbaros (los invasores) y a Martí (el héroe). A través de su mirada, la belleza de la noche no le deja dormir y estos personajes nos permiten temer, rabiar y gritar. En De cada cual según cada cual, Marx (el filósofo) aparece pero no evita la reducción simbólica del sujeto. Las ideas del viejo Marx no funciona en tierras de cuervos y matarife, allí la vida es más simple, allí la vida es igual de injusta.

Ella muge y tiemblo.

Aun después de muerta,

muge

y tiemblo.

(P. 51)

Mercado negro es el texto donde dos ideas cierran su ciclo: “el campo y los animales” y “el sacrificio animal”. Ambas ideas son coherentes con la vida del Onel Pérez. Él vive en un territorio agrícola, posee conocimientos sobre las prácticas rurales porque siempre ha estado allí. Siente que puede tener la habilidad de un cuervo y el dolor de una vaca. Se siente poeta y matarife.

He vivido entre ratas mucho tiempo.

Sus costumbres ya no son las de antes:

se nutren del sudor delas más tiernas.

(P. 52)

Basurero es el último poema del libro, donde el poeta reafirma vivir en una cloaca. Un contexto que lo ha cambiado, que no le permite dejar de cavar fosas para cadáver y vivos. Nadie vendrá a rescatar al poeta, no se encenderá ninguna luz entre las paredes que se derrumban. 

Cuando alguien cuestiona si he cambiado,

huelo la intensidad de su rabia

y le digo lo que aprendí:

todos los días están cazando ángeles.

(P. 52)

Onel Pérez Izaguirre posee una voz distinta, especial, espacial. Su obra es un escáner a su contexto visto desde un presente que es devorado por el pasado. La memoria v.s la presencia. Su permanencia dentro de su casa tambaleante es propositiva con su lenguaje. No busca herir sino cerrar las heridas. No busca silenciar sino permanecer. Habrá que seguir su obra en lo adelante, la cual promete ser un registro sincero de su realidad que también es la nuestra. Mientras tanto, él escarba en la tierra y escribe, hurga en la memoria y escribe. Así resiste, así habita.

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