Volver a los noventa en una película (+Video)

“Año 1991: La antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se desintegra y Cuba entra en una gran crisis económica. Sergio, radioaficionado y profesor de marxismo, no sabe qué hacer para reorientar su vida y sacar adelante a su familia.

“Por su parte, Serguei, el último cosmonauta soviético, se encuentra casi olvidado en la averiada estación orbital MIR. Gracias a sus equipos de radio, Sergio y Serguei se comunican y entre ellos nace una amistad que les ayudará a enfrentar los dramáticos cambios que transforman a sus respectivos países”.

Es esa la síntesis de la película cubana Sergio & Serguéi (2017), del director Ernesto Daranas, que se exhibe este mes en los principales cines del país, luego de cosechar importantes lauros dentro y fuera de la Isla. Se trata de un filme producido por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y RTV Comercial.

La cinta —que tuvo recientemente su premier nacional en el Multicine Casablanca de la provincia de Camagüey— cuenta con las actuaciones de los cubanos Tomás Cao (Sergio), Héctor Noas (Serguei), Yuliet Cruz, Mario Guerra, Armando Miguel Gómez y Camila Arteche, y del reconocido intérprete estadounidense Ron Perlman en calidad de invitado especial.

Sobre los elementos que partió para construir la trama de la película, Ernesto Daranas ha declarado que “es real que varios radioaficionados cubanos han contactado con diferentes estaciones espaciales y es cierto que a una tripulación soviética le tocó vivir el tránsito de la URSS a Rusia en el espacio. Pero lo que cuenta la película es totalmente una ficción construida a partir de esos referentes”.

Añade que esta es básicamente una película sobre la amistad más allá de las fronteras culturales, geográficas o políticas, no histórica. “Un abordaje realmente histórico exigiría de un rigor que S&S no se plantea. Ni siquiera nos interesaba ser realistas y la verdad es que nos tomamos muchas licencias.

“Esta es solo una fábula sobre un momento que, con toda razón, los cubanos solemos recordar muy seriamente, pero sobre el que también puede resultarnos útil una toma de distancia, sobre todo si nos interesa dialogar con el presente”, apunta el también director de Los dioses rotos (2009) y Conducta (2014), quien añade que aunque el filme expone un período complejo de la historia de Cuba, lo enfoca con cierta nostalgia pues seleccionó a una niña como narradora.

Eso resulta una de las cosas más valiosas de esta propuesta —cuyo estreno se realizó en septiembre del 2017, en la ciudad de Toronto, Canadá— ya que el realizador evita que la precariedad económica de la década de los noventa, el trauma que significó la desaparición de la URSS y la aparición del Periodo Especial en Cuba, para la generación adulta del momento, conlleven al espectador a una depresión; por el contrario, apuesta por los valores humanos y el optimismo.

Sergio es encarnado por el actor Tomás Cao

Héctor Noas interpreta el personaje de Serguéi

Sobre el trabajo de Tomás Cao y Héctor Noas, Daranas apuntó: “Tomás hizo un trabajo muy serio que comenzó por el estudio de esos años en que se desarrolla la película. Pero también estaba la preparación con los idiomas, porque ni él ni Héctor hablan ruso.

“Los dos aprovecharon muy bien ese proceso para ir buscando el tono de la relación entre Sergio y Serguéi, pues sabían que no iban a poder interactuar en el set y que esa amistad tendrían que desarrollarla totalmente a través de sus equipos de radio. Para Héctor, además del idioma, estaba el reto del trabajo con los equipos y técnicas que se usaron para dar la gravedad cero”.

La actuación especial de Ron Perlman en el papel de un periodista judío residente en Nueva York, cuyas investigaciones revelan diferentes formas de corrupción de su gobierno, le da un papel trascendental a la obra. El propio norteamericano considera un orgullo decir que logró participar en un proyecto cubano, pese a haber tenido que llenar tres mil páginas de permisos para venir a trabajar a La Habana.

Tres hombres, tres historias, ideologías y lenguajes diferentes unidos por el bien común hay en esta película cubana, cuyo proceso de filmación y producción duró más de un año de trabajo, y que contó con un importante trabajo de robótica para lograr los efectos especiales. Las locaciones de la filmación se distribuyeron en Centro Habana y Barcelona, esta última ciudad, donde construyeron la nave espacial MID, y con tecnología especializada lograron simular la ingravidez a la que estaba sometido el astronauta soviético.

El filme que ahora podemos disfrutar ha sido merecedor varios premios de la popularidad en los festivales internacionales del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y de Gibara, y el Cinelatino Touluse, de Francia, así como a la mejor historia de Centroamérica y el Caribe en el de Panamá. Igualmente se alzó con el Premio al Mejor Guión en el Havana Film Festival de Nueva York, Estados Unidos, y en el Festival de Cine de Málaga, España, obtuvo el lauro Signis y el galardón del Jurado Joven a la Mejor Película.

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