Remanganaguas


Exitosa Jornada Literaria Orígenes en el oriente cubano

Entre los días 18 y 19 de mayo, la Asociación Hermanos en el municipio Contramaestre, de la provincia de Santiago de Cuba, desarrolló la XV Jornada Literaria Orígenes 2023.

Mailín Castro, coordinadora de la célula de la AHS en ese territorio suroriental, afirmó que la cita estuvo marcada por la confluencia de la literatura joven en Cuba y permitió reactivar actividades, de las cuales “Orígenes” siempre fue un catalizador.

“Además, contribuyó a devolver la trascendencia histórico cultural que tienen los dos sucesos que confluyen en el diseño del evento: la caída de Martí en Dos Ríos y el alcance en el pensamiento cubano de la revista Orígenes”, importante publicación literaria fundada por José Lezama Lima y José Rodríguez Feo que circuló en el siglo XX”.

“Lecturas de poesía, trovadas, conferencias sobre narrativa, presentación del audiolibro: Fragmentos de Luz, donde intervienen escritores de Baire y Guantánamo, así como recorrido de la ruta funeraria de José Martí hasta el cementerio Remanganaguas, sitio donde tuvo su primera sepultura, a propósito del aniversario 128 de su caída en combate, conformaron el programa de actividades de esta edición.

La cita sesionó en la sede del central América Libre, lugar que generaba el soporte económico de la publicación.

“Escritores como Osmel Valdés, Leonel Alcolea, Ariel Vega y Claudia Camejo, entre otros, estuvieron presentes en la jornada.”

De igual forma, asistieron el trovador Yanco León, la guitarrista Elvira María Skourtis Vives y la crítica de arte Iris Cruz Núñez, quien presentó el tema “Martí en la mística cubana”.

El evento confirmó, de manera general, que en el oriente cubano habrá Orígenes para rato.


Orígenes: El deber de persistir

(En busca del hombre/isla)

¿Cómo olvidar los orígenes? ¿Por qué volver al Apóstol? Hay sin dudas, muchas respuestas para estas preguntas. Algunas, tal vez se extiendan en el campo de la realidad inmediata de la isla. Otras, aparecerán ante el individuo según sus urgencias. Lo ideal es que las respuestas estén siempre, o al menos la necesidad de encontrarlas. La institucionalidad cubana (sobre todo aquella que se responsabiliza de los procesos culturales), debería ser un imán para potenciar los viejos paradigmas desde los acontecimientos actuales. Volver a Martí siempre será una solución. Aunque la figura de nuestro héroe no se gasta con el paso del tiempo, su impronta demanda otras prácticas para no ser olvidado. Su luz debe permanecer encendida ante la vista de todos. ¿Cómo no perder su luz en época de apáganos?

Cada año la filial de la Asociación Hermanos Saíz de Santiago de Cuba, desde su célula en Contramaestre, busca encontrarse con el Maestro. A veces desde el mito que hay sobre su corazón enterado en la zona, pero siempre desde la clarividencia de su pensamiento.

La jornada Orígenes, que este año llegó a su XIV edición y que por primera vez se hace presencial después de los años más agudos de la pandemia, nos trae al hombre/isla como bitácora para resistir/permanecer. Dos rutas se recorren durante los días 18, 19 y 20 de Mayo. La primera hasta Remanganaguas, lugar donde ocurrió el primer entierro de nuestro José Martí. La segunda ruta es igual de simbólica, porque va desde su producción intelectual y literaria hasta la trascendencia de su legado, visto desde la obra de los nuevos creadores cubanos.

En esta edición, también se hizo énfasis en el sistema editorial cubano y la crisis del lector en nuestra isla. De ahí los paneles y las distintas presentaciones de libros. Esta es una jornada que se ha caracterizado siempre por explorar las distintas comunidades que integran el territorio de Contramaestre. Su vínculo con la historia y con el movimiento artístico del municipio. Orígenes como jornada no solo ha salvado el quehacer literario y un vínculo más emocional de los jóvenes con el Apóstol, también ha sido (y es), una brújula gremial, una tabla de salvación ante las circunstancias.

Es imposible hablar de Orígenes y no mencionar a su creador: Eduard Encina Ramirez, poeta, pintor, promotor cultural y amigo. Hombre capaz de plantar la bandera del arte en los rincones más oscuro como una espada de luz. Cuidar a Orígenes es también cuidar a la memoria de un hombre necesario como Eduard Encina.  

En esta ocasión los invitados de otras provincias no pudieron llegar, ni siquiera los de la ciudad cabecera. Ir a Contramaestre siempre hace mucha ilusión, allí se respira un aire extraño, algo con otro peso. Fueron los jóvenes artistas (y los no tan jóvenes) del municipio los que cubrieron un programa bastante amplio. La AHS y las entidades involucradas volvieron a los escenarios indispensables, aquellos que siempre esperan al poeta, al trovador, a Martí en el rostro de muchos jóvenes.   

Mucho hay del Grupo Literario Café Bonaparte en la concepción del evento. Ellos en la actualidad son el corazón y los pulmones de cada una de las acciones. Sin un trabajo constante durante todo el año, esta fecha de seguro tendría otro sabor.

En medio de la crisis económica que atraviesa el país y que no favorece a la gestión, producción y puesta en escena de muchos espacios culturales; la AHS en Contramaestre nos da una lección de vida: “Hay que permanecer”, “Hay que encontrarse con el hombre/isla”. Todos nuestros hábitos se simplifican ante las voces de quienes construyen un país por dentro. Defender estos (mal llamados) pequeños espacios, es no olvidar. Es el deber de persistir.


Capítulo #16: Fosa Común (Parte I)

(notas sobre la poética de Onel Pérez Izaguirre)

I

¿Cómo se construye una fosa común?

¿Para qué construirla desde la poesía?

¿Será una solución eficaz a la enfermedad del “ser poeta”?

Enterrar esos cadáveres que por alguna razón no tienen sepultura propia en un foso creado desde la poesía, puede minimizar el contagio masivo de la enfermedad que generan. Esta es una acción típica de la guerra. Esta es una acción típica de las utopías. ¿Anonimato? Todo poeta construye fosas para amedrentar el insomnio y la migraña. Todo poeta vive en guerra. Todo poeta es utópico.

Fosa común, también es el libro de Onel Pérez Izaguirre (Contramaestre, 1988) con el cual obtuvo el premio Poesía de Primavera 2017 en la provincia de Ciego de Ávila. Un jurado integrado por Carmen Hernández Peña, Eduard Encina y Luis Yuseff, estimó ganador del certamen a un libro diseñado para dar sepultura a algunos cuerpos del agobio colectivo. Cuerpos engendrados a través de los ciclos de la historia Cuba y la memoria de un poeta.

El cuaderno fue editado por Carmen Hernández Peña, el diseño fue de Lizardo Gómez Cedeño, y la ilustración fue de Andrés Batista. Ediciones Ávila lo publicó en 2018 y, desde entonces, las fosas comunes que describe y construye el poeta fueron públicas para el lector. 

El libro posee una estructura externa sencilla, fácil de recorrer y de comunicar(se). El poeta la divide en tres momentos para que la lectura sea también un descubrir. Una manera de acentuar lo rostros que desea mostrar(nos). Una fórmula para invitarnos a la morbosa acción de componer el cadáver colectivo que se esconde entre estas páginas. Entre estas fosas yacen, también, fragmentos de un poema generacional.  

Foto: Cortesía del entrevistado

 

II

La primera parte, Alcantarillas, posee 13 poemas, los cuales son: Lenguaje directo, Nota oficial, Paso de ceremonia, Trance, Fosa común, Año de gracia, Economía política, La situación, Arte del suicida, Pequeña carta a CH.B., Lobo del hombre, Variaciones en torno a los bárbaros y Último apunte del Diario de campaña.

Estos son poemas sobre la identidad del poeta. Escribe desde la contradicción de la existencia y los significados humanos. Escribe sobre la Patria y la abraza con todos sus defectos.

Mi patria es la contradicción,

lo que está fuera de ella

no sirve y sirva.

(P. 9)

Leguaje directo es un texto que marca la contundencia estilística y conceptual de un poeta que construye fosas, entierra cuerpos y luego los exhuma frente a todos. Aparece una referencia al poeta José Kozer, quien subraya a la Patria como centro de gravedad. Para Onel Pérez, la Patria es el sentido de lo que yace dentro de ella. Su casa, su contradicción y su acción de destruir todo a su alcance. Estas ideas se conectan con el segundo texto, Nota oficial, donde introduce a nuevos personajes: la madre, Lezama, Gorbachov y al gordo (quien medita del otro lado de la pantalla). En este poema se observa la contradicción en el cuerpo del otro. El poeta habita desde la contemplación del suceso.

Mi madre mira el noticiero

y los muros de la casa

se tambalean.

(P. 10) 

La casa es un signo imprescindible en su lenguaje. Allí llegan las angustias y los pesares. El gordo es un extraño tras la pantalla que medita, llega junto a las noticias y hace tambalear la casa con la misma fuerza que tiembla el poeta. Para él, “Morir por la Patria es callar”.

Pasos de ceremonia continua el discurso sobre la resistencia del poeta y sus circunstancias. Admite los sacrificios que están por venir y alerta sobre la pausa necesaria. 

Imiten.

La espiga sigue cosechando frutos,

engorda hacia la multitud,

traspasas dudas.

(P. 13)

Hay que apretar el paso y cerrar los labios, nada cambia. Los pasos de ceremonia son la exactitud a la que se somete un individuo poético/político/normal. Así Onel empieza a mostrar su postura sobre el poder.

El poder desfigura,

hace rodar

cabezas

con eficacia:

una, dos, tres cabezas

cayendo

hacia el poder.

(P. 14) 

Trance es un texto demoledor contra la imagen del poder. El poeta es un espejo frente al golpe, frente a las cabezas que ruedan en dirección al mismo sujeto que las cortan. Fosa común llega entonces como respuesta a esos cortes. Una respuesta que se hace desde la experiencia familiar. Desde un registro a la memoria como motor impulsor de nuestras emociones. El poder está cerca y tiene otras guerras que ganar, debe sobrevivir a la ausencia. 

Crecí sin padre,

como un perro que sangra

por la boca.

 

Nadie siente ese dolor,

sino el poeta cuando preguntan

si existe.

(P. 15)     

Foto: Cortesía del entrevistado

 

Para el poeta la poesía es lo único que no le abandona. La imagen del poder está al acecho, igual que la figura del padre ausente. No se debe embarrar las manos seleccionando un bando, esa acción no sirve de nada. Las fosas comunes del poeta son un espacio para inocular la ausencia con el olvido. Luego llega Año de gracia, un poema que nos reafirma que la primera fosa construida por el poeta es familiar. Un hueco para ocultar el miedo y el dolor de la madre. Un espacio para poder asomar la cabeza sobre el techo y respirar.

Con el pan al cuello

las estrellas caían a ráfagas

sobre el zinc.

(P. 16)

En el devenir de los textos de esta primera parte, leemos el testimonio de un individuo que se siente solo y desmembrado. Alguien que asume que la pérdida es segura y que ha creado su propio miedo. Alguien que asume que escribir puede ser traumático.

Hay referencias importantes a otros poetas a parte de los ya nombrados. Hombres que también cavaron fosas para enterrar cuerpos enfermos y malditos: Ángel Escobar y Charles Baudelaire. Un aspecto que justifica la aparición de estos nombres es la reflexión creada a partir del oficio del “ser poeta”. El rejuego con la maldición del que observa y escribe, para filtrar la realidad a tal punto que sea convertida en poesía. Para Izaguirre, la poesía es el arte del suicida. Es el calvario de una máquina, que a la vez, es un hombre lobo o una carne que grita. Esa poesía se encuentra en su aldea donde los bárbaros han impuesto variaciones en torno a su presencia.

Foto: Cortesía del entrevistado

 

El poema que finaliza este segmento del libro: Último apunte del Diario de Campaña, es una puerta que cierra algunos tópicos y al mismo tiempo abre otros caminos. El poeta ha dotado su escritura de simbolismos que le son naturales a él por su cotidianeidad y su cercanía con la historia local. En muchos cuerpos ha aparecido el héroe en esta primera parte: la madre, los poetas y el hombre que resiste. Pero en este texto evoca al mayor héroe de nuestra historia y eso hace que la heroicidad en sus personajes adquiera otra connotación.

En el fondo Remanganaguas,

las vísceras del Apóstol.

Un caballo jadea

mientras escribo y canto:

«la luz no es para sordos»,

y la penetrante sabana se cierra

para que no entren moscas.

(P. 24)

Martí tuvo su primer entierro en Remanganaguas, allí, según los pobladores, descansa el corazón de la Patria. Muy cerca el poeta vive en su aldea y ve crecer una torre donde ahoga el canto. Donde los bárbaros beben su vino en un silencio que no agoniza.             

Foto: Cortesía del entrevistado