Las elegías posmodernas de Roger David

A Roger David le gusta estudiar minuciosamente su proceso creativo y partir de lecturas, del cine, de una imagen que mezclará con otras hasta llegar a una idea. «Antes de ir a la pintura, al lienzo, me gusta investigar de manera profunda lo que voy a hacer.»

En las mañanas –me cuenta– encuentra su punto más alto de productividad, “el momento idóneo para la creaciónâ€. Para sus estudios, que terminarán siendo obras de arte, Roger toma apuntes rápidos en su teléfono móvil o agenda; no se fía de la memoria, siempre que tiene momentos de inspiración trata de capturar esa idea, que no escape de su imaginario, para luego comenzarla a trabajar.

Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

A partir de ahí comienza la búsqueda de imágenes y artistas que las hayan trabajado. Hace bocetos que manipula con herramientas digitales, prueba los colores y la composición hasta lograr una serie de bocetos, de los que escogerá algunos y cambiará otros. Es un proceso que lleva mucho tiempo porque, además, le gusta cuidar lo que va a pintar.

«Cuando trabajo una serie de bocetos voy al lienzo. Siempre detrás de cada pintura hay trabajo, un estudio exhaustivo de horas para llegar a la idea central y que se encuentren plasmados los conceptos que manejo. Por último, busco el título, parte fundamental en cualquier obra de arte; es algo que suelo pensar y meditar mucho. Me gusta siempre tomar de la literatura y encontrar inspiración en el cine, por ahí van mis claves.»

Con apenas 20 años recién cumplidos y egresado de la Academia Profesional de Artes Plásticas El Alba de Holguín, Roger David Remón Fuentes intenta deconstruir, remplazar la realidad. Personajes monocromáticos y pinceladas expresionistas aportan otra vuelta de tuerca a la historia; crónicas grises y oscuras de lo bélico como punto de confrontación en la existencia humana, elegía de hombres cansados, utopías de la cotidianidad. Estos son códigos que han ido conformando su imaginario, su filosofía posmoderna a partir de las apropiaciones de varios artistas que le han servido de referentes.

Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

¿Cuánto crees que aportó a tu crecimiento artístico el paso por El Alba?

«La Academia tiene un peso y una importancia trascendental en mi desarrollo como artista visual. Allí fue donde me tomé en serio y puse todo el enfoque en mi carrera. Las asignaturas y los talleres son básicos para cualquier artista. Fue, además, el espacio donde por primera vez me vi envuelto en un ambiente creador, entre profesores, artistas contemporáneos con inquietudes similares a las mías. Pero la Academia es, sobre todo, la encargada de mantener a los estudiantes involucrados en los procesos artísticos que se desarrollan en la ciudad, tanto para fomentar como para crear cultura, y esa es una de las experiencias más gratificantes que me llevo de mi paso por El Alba.»

Tríptico ganador del Premio de la Ciudad de Holguín 2023./ Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

Para la formación integral de los estudiantes, desde la academia se intencionan encuentros con artistas nacionales y foráneos a partir de conferencias, talleres, conversatorios; lo que, de cierta manera, abre nuevos horizontes al pensamiento y la creación. También está la experiencia vital que adquieren los noveles artistas con consagrados creadores que desde las aulas dejan una huella perdurable en sus discípulos.

«Los profesores que a la vez son artistas dejan una impronta en tu desenvolvimiento creativo y personal, tal es el caso de Freddy Azze y Ronald Guillén, con amplios recorridos y conocimientos en este mundo de la plástica y de las artes visuales. He tratado de seguirlos, escucharlos e intercambiar inquietudes artísticas, por lo que es valiosa la presencia de estos artistas en los salones de la academia El Alba», me dice.

Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

En tu obra vemos pinceladas expresionistas, tonos ocres, la historia como punto de partida… ¿Crees que alguna poética define tu trabajo?

«El expresionismo es pilar fundamental en mi trabajo, pero otro indispensable, que caracteriza mi quehacer, es la monocromía: la utilización de los grises, el blanco y el negro. La figura humana también monocromática, asociada a la filosofía posmoderna. Aún sigo trabajando en diversas búsquedas, apenas comienzo mi vida como artista visual y estoy en el camino tratando de encontrar mi manera de expresión.

«Es complicado, me falta mucho por recorrer y usualmente los artistas plásticos llegan a su madurez artística después de los 30 años. Pero creo que mi trabajo va teniendo ciertas características que me definen: monocromatismo, figura humana en el mismo estilo, temas históricos, expresionismo, la guerra. Sino no he encontrado aún mis maneras de expresión, sí creo que voy encaminado hacia una manera personal de ver el arte.»

Varios referentes visuales y conceptuales encaminan la obra de este joven artista visual, con clara influencia del movimiento expresionista y neo-expresionista, a través de los cuales encuentra una forma de expresar inquietudes y filosofías en el plano estético.

Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

«Entre los artistas que han influido en mi trabajo desde lo local: Néstor Arenas, que trabaja mucho la posmodernidad; José Ãngel Vincench, artista conceptual que se mueve en los planos de la abstracción y la deconstrucción, y la relación texto-imagen; desde lo nacional hay varios creadores con puntos de conexión con mi obra, como René Francisco, Eduardo Ponjuan, José Ãngel Toirac y otros que trabajan la posmodernidad. A nivel internacional han tenido una influencia marcada en mi trabajo el equipo español Crónica de los años 60, conocidos por obras que son auténticos reportajes o crónicas de denuncia sobre la situación política de España y la historia del arte del momento, con mezclas únicas: un poco realistas, crítica, bastante pop, con citas pictóricas, anacronismos y pastiches agridulces. También encuentro conexiones con el artista conceptual norteamericano Adam Pendleton, pues su trabajo a menudo involucra la investigación del lenguaje y la historia a partir de su práctica multidisciplinaria que incluye pintura, serigrafía, collage, video, performance y Word Art.»

Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

Ojos bien cerrados. / Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

Con el tríptico “Elegíaâ€, “Utopía de un hombre que está cansado†y “Ojos bien cerradosâ€, Roger David obtuvo el Premio de la Ciudad de Holguín 2023 en Artes Visuales, un galardón codiciado por los artistas plásticos desde su año fundacional en la década de los 80. ¿Qué supone en tu corta carrera haber obtenido este premio?

«Es un antes y un después en mi carrera. Implica un compromiso muy alto con mi trabajo, que me hace todos los días esforzarme y dar lo mejor de mí para mantener y subir el nivel de la creación. Es, además, inspiración y motivación a mi edad, 20 años; y si a eso le sumo que lo obtuve siendo estudiante de la carrera, pues comienzas a mirar el arte desde otro punto de vista, tratando siempre de ir a por más como objetivo en mi trabajo.»

A la par de haber obtenido el Premio de la Ciudad y El Angelote con la serie “Re-emplazarâ€, que otorga el certamen homónimo de la Galería Holguín, recibe la invitación para que sus obras formen parte de la trama del segundo largometraje de ficción de Armando Capó, El regresado. Su piezas, entre ellas el tríptico premiado, son las piezas del protagonista del filme: un joven artista que regresa a su pueblo natal y decide que su futuro no está allí, que debe aventurarse al mundo para cumplir sus sueños.

«Cerca de 23 trabajos fueron utilizados en la película. Estuve muy cerca del proceso de filmación en Gibara, del trabajo de los actores, de producción, y de la dirección de arte a cargo de Alexis Ãlvarez. Allí aprendí mucho, fue una experiencia muy productiva y única para mí, y que me aporta muchísima satisfacción.»

De la serie Re-emplazar – Roger David Remón Fuentes.

Recientemente ingresaste a la Asociación Hermanos Saíz. ¿Cuánto crees que pueda aportar a tu desarrollo profesional ser miembro de la vanguardia del arte joven cubano?

«Además de mi desarrollo como artista me motiva el intercambio oportuno en la Asociación con artistas de diferentes manifestaciones y desarrollar mi cultura y visión del arte. Era algo prioritario. Un impulso. Un paso importante en mi carrera como artista.»

Roger David traza un mapa de relaciones conceptuales, configurando un lugar o territorio desde el cual toma la palabra. Fija en este espacio sus mundos estéticos y deconstruye la realidad, mostrando las contradicciones y ambigüedades que la constituyen, elegías de un hombre posmoderno, cansado, neo-expresionista y gris, blanco o negro.

Cortesía de Roger David Remón Fuentes.

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