La vida de las palabras

Jeiny Caridad Ãlvarez Valdivia es un espíritu veloz, creativo, que en su poesía habla de piezas cerradas y de las múltiples caras de múltiples dioses. A través de las redes sociales he podido conocer, poco a poco, algunas de las aristas que conforman a esta mujer creadora, fotógrafa, teatrista y poeta. ¿El pretexto para este viaje a través de la vida de las palabras?: su más reciente reconocimiento en el campo de la creación literaria. 

Tu libro Dios era el susto de mi pieza cerrada obtuvo recientemente Mención en el Premio David de Poesía 2021. Háblame un poco de sus temas y del proceso de creación de este poemario.

Siento que mi cuaderno es muy agradecido. Nace de las interpretaciones que me hice durante todo el proceso de creación. Lo concebí como un poema único en el que iba recorriendo todas las partes de mi ser íntimo. La ciudad como lugar de pertenencia, el agua que llega a limpiarlo todo. Las luces y las sombras que me abrazan. Ahí están mis inquietudes, el tratar de comprender de dónde vengo, dónde estuve antes y hacia qué parte se dirige este camino recién descubierto. El gesto de querer cortar el simbólico cordón umbilical que me ata todavía a este plano físico sigue siendo un doloroso grito y representa al mismo tiempo el nacimiento y la muerte.

¿Concibes el proceso creativo poético como una sumatoria de todas las artes a las cuales has dedicado gran parte de tu vida?

Creo que es expresar cómo la vida se pone de manifiesto en la escritura íntima del poeta. En mi caso, el teatro me permitió tener otras vidas, trabajar con los miedos, miradas, sueños y fracasos de los personajes. Todo este descubrimiento de lo cotidiano lo he vuelto a ver en la fotografía: adentrarse en el mundo que existe debajo de las piedras y en los grandes espacios, guardar ese momento, eternizarlo en una imagen. Luego aparece el reto de llevar ese idioma de los gestos y del paisaje a un universo de símbolos que conforman la vida de las palabras.

Fotografía, teatro y ahora poesía, ¿es este un tránsito hacia una forma siempre mutable de creatividad?, ¿una pausa?, ¿un silencio o un grito permanente?

En todo habita la poesía. En su silencio está su grito, leí una vez. Es una rebelión interna que se activa en cada palabra, en cada constante búsqueda de uno mismo. Quiero lograr que la circunstancia de mi poesía venga desde ese fenómeno curioso.

¿Tiene la poesía un papel en el mundo real que vivimos?

Hay que volver a ser cómplices de los símbolos que conforman la esencia de esta realidad, de su música y su memoria. Reconocer nuevamente que hay un gozo profundo ante los milagros. Caminar de vuelta hacia la belleza de vivir. Participar del proceso desde ambos extremos. Se trata del «éxtasis de la vida y el horror de la vida», al decir de Baudelaire.

Sé que existe también una figura poética que quiere aparentar ser elitista y pretende proyectar conceptos muy antiguos como si fueran novedosos y que, a la postre, no es más que una forma heredada. Lenguaje digerido que se separa mucho de la esencia primigenia.

Muchas palabras mal intencionadas separan, hunden y lastiman, es cierto. Pero existen millones más que generan sentimientos de profundo regocijo, aun en épocas oscuras. Hacía ahí debe caminar la poesía. 

¿La poesía reestructura la realidad, cambia esa realidad, o se contenta con hacer de la realidad su objeto de contemplación?

La conciencia social es inevitable. No somos seres aislados y en todo proceso creativo debe existir una indagación psicológica de la realidad. A la poesía no le es ajena esta contemplación, al contrario, ha venido siendo parte activa de la génesis que representa cada cosa en relación con el tiempo cotidiano del hombre.      

¿Cómo defines tu estilo? ¿Crees que el poeta necesita definiciones o le basta la poesía para definirse?

Soy una persona en formación, estoy en el camino de la búsqueda. Estudio mucho. Trato de ser muy disciplinada y respetar las palabras y su simbología. No mentiría con ellas por los códigos que las habitan y por las proyecciones que generan. Creo que definir a un poeta dentro de un estilo creativo es cerrarlo. La poesía fluye, levita, no pertenece a “estilos de creaciónâ€. Sí, los teóricos escribieron: modernismo, post y todos los “ismos†que han venido “definiendoâ€. La poesía no es circuito cerrado, es río, magia que en la nada crea relaciones mucho más complejas, porque si las encasillas con un nombre resultarían esfumadas o remotas.

A tu criterio, ¿cuál es el principal temor de los poetas jóvenes?

Solo voy a hablar por mí. Existe el miedo de no llegar, de quedarse varado en un solo sitio, en llenarse de distracciones que te alejen cada vez más de la palabra. Por eso leo en demasía. Me obligo a disciplinarme diariamente. A respetar este camino que elegí. Buscarme un equilibrio que me ayude a comprender, a padecer las circunstancias externas y tratar de recrearlas luego dentro de los símbolos que se han venido acercando.   

La poesía, ¿define certezas o incertidumbres?

La poesía define todo. Desde las certezas y las sensaciones que se adivinan en el proceso poético y que pueden llegar como un desprendimiento de la realidad, hasta la incertidumbre que se pueda sentir al no poder descubrir nunca la luz o la sombra que habitan desconocidas.

Amén de las lecturas, ¿de qué manera se forma un poeta hoy en día?

No creo que exista para un escritor un mejor método para crecer que no sea la lectura. Si no lees, no te retroalimentas. Es simple. Las palabras no son perfectas por como suenan, sino por lo que significan y la lectura ayuda muchísimo a la comprensión de la escritura.

Investigación. Descubrimiento. Constancia. Humildad y disciplina son algunas de las claves para la formación creativa en general.   

¿Cuáles sientes son los “siete pecados capitales†de un autor?, ¿qué entorpece la creación?

Creo que te he dado algunas respuestas desde las primeras preguntas. Si no trabajo, no soy disciplinada y no me proyecto, el resultado se verá muy lejano. Y sé que no tengo ni experiencia ni camino recorrido pero es lo que yo hago. Es mi método de trabajo. Si nadando tomas mucha agua, terminas hundiéndote por tu mismo peso. Si las distracciones logran ganar al final del camino, entonces ya no quedaría nada. 

 

¿Existen conexiones entre tu poesía, la que escribes hoy mismo, y la realidad cubana; o al menos la realidad de aquellos con los que compartes creación, tiempo y espacio?

Siempre trato de buscar una nueva lectura dentro de mi contexto social, más personal, más desde el fluir interior de mis proyecciones. Vivo rodeada de lo cotidiano y mi realidad no creo que difiera mucho de la de aquellos con los que comparto mis días. Mis escritos, por la lógica de convivir un mismo tiempo y a pesar de todo el trabajo simbólico, reflejan muchas veces ese entorno.  

¿Quién es Jeiny más allá del verso?

Alguien que se desafía a diario. Sufre, se desespera, pero logra vivir. Simplemente eso.

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