Carlos Daniel Rivero y la conexión sagrada del arte

Conocí a Carlos Daniel Rivero hace ya varios años. Tuve el privilegio de que este joven artista ilustrara mi novela La última aurora y que, sin que mediaran largas horas de diálogo entre él y yo, supiera concretar con total naturalidad todas mis ideas creativas en sus ilustraciones y en el diseño del libro. Desde entonces he tenido la oportunidad de colaborar con Carlos en no pocas ocasiones y he descubierto, además, el calor espiritual y artístico de este joven creador que ha sabido forjar, sin concesiones, su propio camino.

¿De qué manera confluyen y se sintetizan en tu creación los oficios de músico, ilustrador y artista visual? ¿Hasta qué punto dicha sumatoria de saberes simboliza al artista que eres o deseas ser en el futuro?

Cada forma de decir o de crear, cada saber que aprehendemos, ya sea que salgamos a buscarle o que nos llegue por causalidad, viene a enriquecer nuestra visión del mundo y, con ello, nuestro modo de hacer. Soy un pintor que he tenido la suerte inmensa de chocar con otros lenguajes, de los que no he podido ni he querido desprenderme y a los que agradezco todo cuanto puedan aportarse el uno al otro.

¿Piensas que el arte es un campo de especialización o que existe un camino más abarcador de los procesos creativos, así sean de manifestaciones artísticas diferentes? ¿Qué reto entraña ese horizonte de posibilidades en ti?

Aunque no creo que como creador vaya a revolucionar totalmente discursos o visualidades ya marcados (tampoco me urge), francamente no soy de los que cree que en el Arte “ya todo está dichoâ€. Cada nuevo tiempo impone nuevos retos y con ellos nuevas soluciones, tanto a nivel social como a nivel creativo. Los años han sido fieles testigos de ello y creo que negar que existe aún mucho camino por recorrer y mucho que aportar al Arte, sería cerrar puertas a generaciones y generaciones que vendrán, con inquietudes, modos de pensar y formas de hacer completamente nuevos.

La música es un lenguaje abstracto que, al menos yo, siento que viertes también en tus ilustraciones. ¿Te sucede así o tratas de que tus procesos creativos transcurran por vías diferentes, sin contaminar unos con otros?

Una vez que te encuentras con nuevos discursos, se vuelve muy difícil desprenderte de ellos cuando trabajas. Sin embargo, nunca intento distanciar o juntar los procesos a la hora de crear y, aunque realmente me encanta cuando se mezclan, solo dejo que manen y fluyan a placer.

¿Cuánto te aporta, espiritual y humanamente, compartir vida con otra artista? ¿Es tan difícil la colaboración entre dos espíritus creativos más allá del ámbito doméstico?

Desde el principio hemos forjado una relación de apoyo más allá de lo sentimental, en la que cada uno intenta brindar una visión enriquecedora sobre los procesos del otro. Y aunque sinceramente soy yo el que pone la parte testaruda cuando trabajamos juntos o se trata de recibir una opinión, es maravilloso compartir con alguien que, más que familia, más que amiga y esposa, es una persona muy creativa, con una gran sensibilidad y que tanto puede aportar, desde una visión más crítica, al trabajo que realizo.

¿Cómo transcurren tus procesos creativos?

Por varias razones, gusto de que mis procesos transcurran en solitario, siempre he visto el hecho de pintar como un acto muy íntimo y personal. Intento que esa conexión sagrada que se establece entre pieza y creador no se afecte por nada, que solo exista el diálogo.

Desde hace ya casi un año colaboras con un equipo creativo que ha llevado a cabo diversas cápsulas de videopoemas con diversos temas que aúnan el espíritu simbólico de la nación ibérica y el de Cuba. ¿Qué tal esta experiencia? ¿Cómo ha transcurrido este diálogo? ¿Qué imágenes o ideas creativas han primado en tu concepción escénica y visual de los videopoemas?

Entré con algo de temor en un campo del que no tenía más conocimiento que la cercanía con el trabajo de un par de amigos realizadores. Chocar con otros presupuestos estéticos, otro soporte y otra forma de decir distintos de aquellos con los que ya trabajaba, ha sido una experiencia genial y que mucho agradezco a ti y a los que han tenido que ver con esta idea. Me parece un gran proyecto con alas que pueden extenderse aún más y que mucho aporta a la promoción de una parte de la literatura joven cubana. Siento que la idea del audiovisual que transgrede la fría imagen del escritor que lee frente a cámara brinda la oportunidad de llegar a un público menos cercano a la poesía o la narrativa.

En la labor de un artista, ¿qué importancia le confieres a las redes sociales y al networking?

Siento que juegan un papel muy importante dependiendo, por supuesto, de los intereses de cada uno. Sobre todo, creo que las redes han venido a proporcionar la visualización a artistas con mucho talento que quizás quedaban ocultos tras el telón de aquellos que dominaban el acceso y la atención de los medios. Además de haber logrado, sobre todo en los días que vivimos, acortar distancias y facilitar el trabajo a personas desde y hasta cualquier parte del mundo.

Ser un artista joven, en Cuba, en los tiempos que actualmente corren: ¿desventaja, ventaja o camino intermedio entre las dos posibilidades anteriores? ¿Por qué?

Existe una muy delgada línea entre lo fácil y lo difícil que puede resultar ser un joven artista en la Cuba de hoy. Persiste aún mucho de lo que no sé si definir como temor, prejuicio, ignorancia o total desinterés por el arte y los artistas jóvenes en Cuba. Creo que indiscutiblemente la Asociación Hermanos Saíz ha realizado desde sus inicios un intenso trabajo para inclinar la balanza hacia una mayor promoción del arte joven; sin embargo, resulta incómodo el hecho de que en ocasiones se torne imprescindible usar a la AHS como bandera o como llave para abrir puertas a la hora de gestionar determinados proyectos. Peor aún para aquellos a los que no ampara organización o institución alguna.

En 2015 tu carrera como músico tuvo un parteaguas y, de una manera u otra, dejaste un poco atrás este tipo de creación para enfocarte en nuevos perfiles de trabajo. ¿Sientes que tu relación con la música ha concluido o solo esperas por nuevas ideas y proyectos que puedan tocar a tu puerta? ¿Cuándo y cómo entiendes/asumes que un proyecto ha llegado a su concreción?

Como bien dices, en 2015 comienzo, por varias razones, a separarme de la experiencia de estar en un escenario cantando y/o tocando. Sin embargo, no creo haberme alejado de la música. Siento (casi como dependencia) que mi relación con la música corre más allá de poder o no interpretarla. Por otra parte, creo que los procesos varían de un creador a otro, incluso en una misma persona pueden transcurrir de formas muy distintas. Por lo general, me cuesta asumir que un proyecto acabó del todo y suelo quedar un tanto inconforme con mi trabajo, sin embargo, casi todos (creo yo) tenemos esa especie de campana que avisa cuándo acabar o al menos cuándo tomar distancia.

¿Cuáles son los proyectos artísticos que más atrapan tu atención? ¿Con qué voces del panorama creativo nacional te interesaría colaborar?

Siempre hay proyectos, más o menos cercanos a nosotros o a lo que hacemos, a los que miramos con cierto interés. Siempre me llamaron la atención la Trova y la escena del Rock, dos géneros que siempre he sentido muy cercanos. Pero, sin duda, los proyectos que más me atrapan son aquellos que de alguna forma me sorprenden, los que suponen un reto, esos que sirven de escuela; como lo fue en su momento “Ni de cartónâ€, o “Chamanâ€, como lo hizo luego “Evacuación†y más tarde el mundo de la ilustración, y como la han hecho más recientemente los proyectos audiovisuales “España: raíz y rutaâ€, “Dramatis Personae†y “Encrucijada: diálogo y creaciónâ€.

¿Quién es, más allá de una partitura musical, un dibujo o un diseño, Carlos Daniel Rivero?

Aunque creo que hablar sobre quién soy no corresponde más que a los que me rodean, siento que soy como una roca que los años forjan lentamente a golpes de lluvia y sol; soy lo que el tiempo ha querido hacer de mí. Soy el resultado de las buenas y malas experiencias, de los dulces y ásperos momentos que me ha regalado la vida.

Soy una persona de pocas palabras, que gusto mucho de reír, me encanta el Rock and Roll y el olor de los óleos. Para bien o para mal no tardo en brindar mi amistad a cada persona que tengo cerca. Intento que todo lo que hago me brinde placer, no me gusta emprender proyectos que no siento que puedo disfrutar.

Me gusta creer que cada experiencia, por buena o mala que resulte, tiene mucho que enseñarme. Siempre he sabido que prefiero conocer, más que a grandes artistas, a grandes personas sin importar lo que hagan. Soy el que agradece cada día a la vida por una familia a la que adoro, y por regalarme el inmenso placer de contar con buenos amigos.

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