A la caza de segundas intenciones

Desde la diversidad de estilos, técnicas e inquietudes de jóvenes artistas plásticos miembros de la AHS en la capital, surge la muestra colectiva Mi ofrenda es tu caza, exposición que desde el 21 de mayo se exhibe durante un mes en la galería Antonia Eiriz de La Madriguera y que se inserta entre las actividades colaterales de la 12 edición de la Bienal de La Habana.

En palabras de su curador, Carlos Gámez, la muestra es una manera de seguir la tradición contemporánea de mirar ambas caras de la moneda. En su concepción, Gámez plantea como tesis principal el interés de muchas personas por filtrar una acción de manera naif, discursando sobre las segundas intenciones.

Con predominio de la fotografía, la muestra incluye obras en diferentes formatos como el dibujo, el grabado a punta seca, el óleo sobre lienzo y la instalación.

Sueños, reflejos, deseos, son algunos de los elementos presentes en las obras donde los creadores exponen un cúmulo de expresiones sobre sí mismos y sobre individuos que hoy tratan de construir o reafirmar su identidad a través de artimañas sociales y del rejuego con la imagen que de sí ofrecen. Ya sea a través la artificialidad del vestir o la búsqueda interior, los autores revelan algunos de esos trucos que esconden propósitos.

Una obra que se acerca al cuestionamiento de identidades en busca de validación social es la de Alejandro Barreras, en el óleo Espejismos, donde el color es protagonista y este joven se enfrenta a su propia mirada.

La muestra incluye varias piezas que, de manera directa algunas, referencial otras, se acercan a la temática de la mujer, no solo desde una perspectiva de género, sino como reflexión sobre la construcción de sí misma o como sencillo homenaje a su ternura.

Así aparece la fotografía de Raciel del Ramo, quien presenta en blanco y negro un retrato de su abuela a través del elemento que para él la evoca mejor: una máquina de coser. La recuerda en la cadencia del suave pedaleo, del sube y baja de la aguja mientras traza un bordado sobre la tela.

Una de las particularidades de la muestra es la representación de la mujer por la mujer,con la fotografía de Jennifer Acuña y el dibujo de Irina Gil. Con estilos y actitudes diferentes, ambas artistas manifiestan similares preocupaciones que no por recurrentes dejan de ser importantes: la crisis de identidad desde lo femenino y la transformación del cuerpo en mero cascarón donde se superponen ropas, bisutería y maquillaje.

Aprovechando su diversidad, Mi ofrenda es tu caza funciona como espacio de presentación de este grupo de jóvenes creadores en la Bienal de La Habana, uno de los eventos más esperados en el ámbito de las artes plásticas y la cultura en general.

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