Raúl Torres: «El invitado especial de mi concierto… será el público cubano»

Tomado de Cubarte

El trovador cubano Raúl Torres es el padre de canciones que muchos sienten como suyas, tanto otros cantores como un gran grupo de amantes de las buenas composiciones.

Hay temas que lo identifican como Candil de nieve, un himno indiscutible, Se fue, Frío o Regrésamelo todo; más cerca en el tiempo compuso, al fallecimiento del Comandante Fidel Castro, Cabalgando con Fidel, muy difundida en ese momento histórico.

Hoy son noticia la terminación de su nuevo álbum Niñito historia y su próximo concierto en el Teatro Mella, el 18 de noviembre.

El Periódico Cubarte conversó con el trovador de estas buenas nuevas y de sus temas, sus versiones e inquietudes y él reveló algunas anécdotas bien interesantes.

¿Hablamos del concierto?

Bueno, este concierto va a estar incluido dentro del evento JoJazz 2017. Hace realmente como dos años que no hago conciertos en teatros; a mí me gusta mucho el teatro, es el hábitat que me gusta para mis canciones. No es lo mismo cantar al aire libre, en actividades, que hacer ya un concierto con la temática intimista de mis canciones, que es lo que busca el público que se acerca a mi repertorio.

Esta es la oportunidad que tengo para una vez más estar cerca de aquellos a los que les gusta este tipo de canción trovadoresca, quizás con una carga poética que no es común para estos tiempos y bueno, de eso se trata este concierto.

Se incluye en JoJazz porque tengo algunos jóvenes jazzistas conmigo, que a lo mejor no son premio JoJazz, pero sí son músicos que disfrutan haciendo este género y les gusta; especialistas en sus instrumentos y conocedores tanto del repertorio trovadoresco y la música cubana como del jazz en sí.

¿Me podrías hablar sobre el repertorio que vas a interpretar?

El repertorio sobre todo está basado en los últimos tiempos, en los tiempos más recientes. Tengo canciones… todas mis canciones son patrióticas, incluso las de amor las considero así. Tengo otras de corte social que pueden darle a conocer un poco a la gente por dónde va mi discurso musical en estos tiempos.

También estoy con otras inquietudes líricas, con otra forma de decir la música. He incluido sonoridades anglosajonas y cosas africanas en los más recientes temas que he escrito, que van a estar incluidos en un próximo álbum que se llama Niñito historia. Este será uno de los centrales del concierto. Se lo compuse a mi nené más pequeño, que tiene diez meses, y es como una especie de oda, diría yo, futura; como preparándole para su camino hacia el futuro. No es una canción infantil, pero es compuesta para un niño.

¿Niñito historia ya está terminado?

Se acaba de grabar con el sello Unicornio, en Abdala: tiene doce canciones. El productor musical fue Dayron Ortega y entre los músicos estuvieron René Rodríguez, Gastón Joya, Oliver en la batería, Rolandito Luna en el piano, ¡uh!

Es interesante lo que dijiste de que todas tus canciones son patrióticas y de amor…

Todas las canciones que yo hago son patrióticas…

¿Incluso las que incluyen críticas sociales?

Incluso esas, que son muchas, como Frío y otras… A mí me asombra mucho que a veces hay alguien que me dice que no conocía esa faceta mía, bueno, será porque no oyen las canciones.

Yo no soy un trovador comprometido porque me dieron una pedrada en la cabeza; si tú empiezas a ver desde mis primeras canciones hasta ahora, te das cuenta de que hay crítica social, compromiso con la sociedad, con la Patria, con la parte buena, positiva, de las cosas.

Quizás algunos no entienden que hayas hecho la canción Cabalgando con Fidel y a la vez critiques aspectos de nuestra realidad…

Eso pasa muchísimo, la gente se sorprende con Frío… En primer lugar no la escribí aquí, la escribí en un país capitalista en el cual viví diez años seguidos, aunque toque cosas con las que nos podemos identificar en Cuba, pero igual tengo temas críticos compuestos sobre Cuba, como por ejemplo uno que voy a interpretar en el concierto que es Cien luces y que critica cosas que aquí no se resuelven, que se estancan, por burocracia y otras razones, eso también lo canto.

Este desconocimiento de la gente pasa por la falta de promoción adecuada que tenemos hoy en día los trovadores, por la invasión de música enlatada de mal gusto que nos tiene contra la pared a los cantautores comprometidos.

Yo hago una peña en Cojímar, ahí en el barrio, y a veces se me han acercado muchachos muy jóvenes que me han dicho que no me conocían ni conocían mis canciones, y que sin embargo buscan temas así.

¿Por qué el interés por los temas sociales?

Mi primera canción la escribí con mis padres y la dediqué a Celia Sánchez Manduley; yo tenía doce años; después hice otras con mi papá, él por supuesto hacía las letras, me enseñaba a componer.

Cuando triunfó la Revolución Sandinista en Nicaragua hicimos un tema que se llama Ciudadano del mundo, que es un niño que le canta a los niños del mundo y dice que es hora ya de tomarnos las manos y luchar; eran canciones solidarias.

Yo desde la cuna era un cantor social, desde muy joven cantaba los temas de Atahualpa Yupanqui y de Mercedes Sosa.

¿Te influyeron?

Esa es otra cosa, que me dicen por mi manera de tocar la guitarra. Por ejemplo, Regrésamelo todo, es un tema que bien puede ser una zamba argentina.

Me considero un investigador de la música del mundo. Yo me fui a Brasil tres años a investigar; estuve año y medio en la selva amazónica aprendiendo la música de los brasileños, que es fascinante. Me pasó lo mismo en España donde hay artistas muy buenos, músicos maravillosos, sobre todo los músicos flamencos, que no hacen solo eso, lo fusionan con jazz, música cubana; con la música norteamericana sucede lo mismo con el soul, el rap o el jazz.

Pero ¿qué está pasando en los últimos tiempos? Hay una maquinaria que muy probablemente para mí sea una estrategia imperial de embrutecer a la gente con la música enlatada. Si te venden una cosa en una canción, y te la repiten, te la repiten… llega el momento que vas a comprar lo que te venden. La gente no se da cuenta de eso y están enfilándose como ovejas en un mismo carril.

Hemos escuchado temas tuyos por muchísimos intérpretes, pero ¿cómo llegó Regrésamelo todo a la voz de la española Ana Belén?

Cuando vivía en Madrid, en un tiempo, como tres años en los que yo dormía muchas horas por el día porque a la una de la madrugada me sonaba el teléfono y era Joaquín Sabina para que fuera a su casa a cantarle Regrésamelo todo; claro, él vivía a dos cuadras de donde yo estaba. Eran todos los días así.

También me invitaba a sus giras y estuve en casi todos los teatros de España como su invitado. Y un día, me llama y me dice: ―Oye, le di tu canción a Anita―, y yo —¿No jodas? Y ¿qué te dijo? ―Le ha encantado, tío―. Bueno, en fin.

Y realmente el arreglo me gustó. Si escuchas su disco Peces de ciudad (2001), las canciones Peces de ciudad y Regrésamelo todo están unidas, no hay una pausa entre una y otra, y son las únicas en todo el disco.

Verdaderamente es un orgullo para mí. Pero tengo que decirte que Omara Portuondo fue quien cantó por primera vez esa canción, y ella siempre me lo recuerda.

Sabemos que es complicado, pero, de los intérpretes de tus canciones ¿tienes un preferido?

Te voy a decir mi preferido. Muñeco, un amigo de Santa Clara que anda con una guitarra siempre por el Parque Vidal. Ese es mi preferido porque él me dijo —Rauli, el otro día me empaté con una jevita y le dije que Candil de nieve era tuyo y mío—. Y le respondí —Ahora vamos a decir que la canción es tuya y mía pa´ todo el mundo, para que ella se lo crea de verdad.

Pero realmente todas las versiones que se han hecho de mis canciones me encantan porque —no es petulancia―, me parece que los que se acercan a mis canciones son personas inteligentes.

Tú sabes cómo están los tiempos, estas canciones no son las que están pegadas, y los que las versionan sé que las analizaron, las interiorizaron bien antes de hacerlo. Y eso es un acto que a mí me enorgullece.

Una vez Formell me dijo que quería versionar Regrésamelo todo, y como al mes nos reunimos y cantó a guitarra su versión. Recuerdo que estuvimos desde las siete de la noche hasta las ocho de la mañana, descargando. Estábamos frente a la Universidad, en la Colina, estuvimos descargando, incluso, una señora nos llamó a la policía… (Risas)

Son muchas las anécdotas, y me siento orgulloso.

¿A qué hora será el concierto? ¿Dónde?

El concierto va a ser en el Teatro Mella el 18 de noviembre, a las ocho y media de la noche. Tengo invitados, como siempre hago. Lo que pasa es que a mí no me gusta decir los invitados porque se ha convertido en los últimos tiempos en una especie de gancho. Tengo invitados sorpresa, maravillosos, que me han acompañado en muchas ocasiones. Pero el invitado más especial que voy a tener esa noche, y es el invitado que yo más he querido siempre, va a asistir como ha asistido a todos mis conciertos… y es el público cubano.

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