Voces femeninas traspasando corazas

Malena Salazar Macías y Yadira Ãlvarez Betancourt son dos jóvenes cubanas cuya apuesta literaria se halla enfocada en la Fantasía (F) y la Ciencia Ficción (CF). La primera resultó galardonada con el Premio David 2015 de Ciencia Ficción, es miembro de la AHS y más recientemente de la UNEAC. En cuanto a Yadira, su obra prima: «Historias de Vitira», realizada en conjunto con su hermano, Dennis, vio la luz en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana, bajo el auspicio de la editorial Gente Nueva y la Colección Ãmbar.

Por tales motivos, la invitación a ambas al espacio Punta de Flecha que conducido por la polifacética escritora Elaine Vilar Madruga, tuvo lugar el pasao lunes 17 de octubre en el sitio de siempre, el Centro Dulce María Loynaz, en 19 y E, del Vedado. Como datos extras de ambas convidadas, fue aludida la Mención que obtuvo Malena en el Premio Hidra 2014, de la Editora Abril y las publicaciones de Yadira en varias antologías que han impactado el ámbito literario nacional en los últimos 10 años. Tras las necesarias presentaciones, Elaine dio paso a la sesión de preguntas donde quedó expuesta la manera de pensar el trabajo escritural y el pensamiento de estas dos promesas.

Ante la interrogante de porque las mujeres escriben CF, siendo este un género mayormente masculino, ambas coincidieron en que es ese tipo de literatura que consumen, la que más les gusta y leen con avidez. Sin embargo, Yadira hizo la salvedad de que no se deben excluir el resto de los géneros y las temáticas de la profesión de un escritor, por lo cual ella se siente dispuesta y ha incursionado en otras ocasiones en el realismo o mainstream. En respuesta a si son necesarias las clasificaciones y si se halla de acuerdo con ellas, Malena contestó que no se siente conforme con estas sub-definiciones literarias que solo buscan dividir y algunas veces segregar a los escritores. Es el lector quien define, dice Malena, y a quien van dirigidas las obras. Resulta imposible realizar una categorización sin contar con la opinión del público.

¿Qué impacto ha tenido, para tu carrera literaria, la decisión de escribir CF y F?, preguntó Elaine; a lo cual Malena respondió sentirse a gusto con su resolución y persistir en su deseo de mantenerse produciendo obras de CF y F para el disfrute del público general. Llegó entonces una de las preguntas más temidas por los invitados a Punta de Flecha: ¿Cuáles crees que son, en tu opinión, los rasgos más distintivos de tu poética? Yadira, quien fuera blanco de la interrogante, defendió una posición basada en las experiencias de su vida, además del estilo escogido para narrar sus historias; también habló sobre las vicisitudes experimentadas a través de los años en su carrera como profesora de enseñanza especial y lo que estas han influenciado en su manera de ver el mundo y las temáticas que reflejan su obra.

Habiendo eludido el disparo anterior, a Malena le correspondió la tarea de responder si existe una mayor visualización y/o divulgación de la obra masculina frente a la contrapartida femenina. Para ella es evidente la gran diferencia de niveles que existe en el panorama editorial cuando se habla de géneros. Recalcó además las muchas ocasiones en que una autora ha tenido que recurrir a un seudónimo masculino para poder ser editada o comercializada. También nos dio a conocer que las mujeres son menos conocidas, menos visibles, que los hombres en lo que ha escritura de CF y F se refiere. No obstante, Malena terminó su intervención reafirmando la estrategia de seguir escribiendo y seguir siendo fiel a sus intereses, a sí misma, para continuar recreando una obra única, cuya calidad sobresalga por encima de las definiciones de género.

Es un hecho estudiado que tanto para hombres como para mujeres, representar su contraparte resulta más difícil que recrear su propio sexo. Un ejemplo conocido de ello son los pintores y artistas plásticos, a quienes la figura opuesta a su sexo constituye un reto a superar en los primeros años de su carrera. En el caso de los escritores esto se ve plasmado en la psicología y el comportamiento de los personajes de sus textos. También en la elección de los protagonistas, junto con la importancia dramatúrgica que puedan tener los secundarios en dependencia de si son masculinos o femeninos. Malena dice que en su caso los personajes femeninos cargan con la mayor relevancia argumental, pero que por el contrario, siente que son los masculinos los que se le dan mejor en el momento de creación. Yadira sí marca la diferencia, expresando que reconoce que las mujeres de sus historias se hayan en un punto muy superior a los hombres y que le resulta más natural esta interacción con sus personajes. Sin embargo, el género masculino le parece muy sencillo de representar, aunque varias veces le han dicho que este brota de forma atípica en sus textos y no llega a convencer del todo a los lectores del mismo sexo.

El proceso escritural de cada una fue el siguiente tema en la lista de preguntas preparadas por Elaine. La interrogante lanzada para ambas invitadas, tuvo un punto en común en lo referente a utilizar la música como método de abstracción. Yadira confiesa ser muy fácil de distraer por la cotidianidad, costándole mucho trabajo encontrar el momento exacto para producir, pero cuando logra atrapar un hilo argumental puede dedicarle horas enteras a su desarrollo. En el otro extremo del conversatorio, Malena afirma escribir todos los días un poco sin importar horario o circunstancia. También le gusta tener a mano algo de «picar».

Casi al final del tiempo de preguntas, Yadira nos regaló una serie de recomendaciones para todos los interesados en la labor literaria, a las cuales Malena dio su completa aprobación. Entre estas estuvo leer mucho, la búsqueda de información sobre el abanico temático que se desea abordar para no caer en la repetición cuando ya se han tocado determinados tópicos. Además, se debe encontrar un espacio para escribir, adquirir una buena disciplina en este aspecto; así como, agenciarse un buen lector y asesor para los textos inéditos cuya crítica sea justa y acorde a los intereses propios del autor. Finalmente, no temer a la presentación de las obras, tanto en concursos como en editoriales, algo que se ve con más frecuencia de la debida entre los jóvenes que carecen del apoyo necesario para romper el miedo escénico frente al panorama literario.

Antes de pasar al momento de lecturas, Elaine asaltó a sus invitadas con una ráfaga de preguntas rápidas sobre sus gustos personales, gracias a las cuales pudimos conocer, entre otras cosas, que Yadira prefiere escribir sobre temas basados en la evolución de la humanidad y el pensamiento; mientras que Malena es una amante de Edgar Allan Poe y su cuento «El gato negro», aunque también le gusta la saga de Waylander y Druss, el hachero, del escritor británico David Gemmell. Por si fuera poco, siente una gran admiración por la obra del polaco Andrzej Sapkowski y su personaje insigne, Geralt de Rivia.

Para cerrar este fantástico encuentro, Yadira hizo lectura de uno de sus relatos inéditos: «Equilibrio Ecológico». Por parte de Malena tuvimos el placer de escuchar el primer capítulo de una novela en proceso escritural la cual aún carece de título. En ambas lecturas, los espectadores tuvimos la satisfacción de comprobar de primera mano que el trabajo de estas autoras incrementa el camino iniciado por escritoras de alto renombre como Daína Chaviano y Chely Lima. Es imposible entonces dejar de decir que el futuro literario de la CF y la F en nuestro país cuenta con dos excelentes componentes del sexo femenino que responden a los nombres de Malena Salazar Macías y Yadira Ãlvarez Betancourt.

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