Luis Alberto Figueroa


Juventudes

Los ensueños de la imaginación no valen gran cosa cuando es preciso ejercitar el pensamiento.

José Martí.

Los jóvenes serán adictos a la irreverencia y ese acto de fe, los hará guerreros contra la hipocresía. Algo así, recuerdo, dijo Silvio Rodríguez en un documental que hace rato no revisito. Y creo en ello.

Por eso necesitan grandes ejemplos que seguir, para que terminen de formarse como seres de futuro bondadoso.

Y algo por el estilo parece decirnos en cada una de las páginas del libro Juventudes, de Luis Alberto Figueroa, y que me desvela hoy, sobre el pensamiento de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca. Jóvenes de la vanguardia pre-revolucionaria.

Creadores por excelencia. No tan diferentes en pensamiento y asimilación de la cultura a lo jóvenes actuales que también pueden ser, y lo son en efecto, adictos al respeto por la tradición.

Pero ya desde una variante transgresora de la tradicional forma de “respeto”  y emergida desde el cariño y el rompimiento  de los límites generacionales.

Ahora estaríamos hablando de la generación R, a decir de Carlos Freixas en su estudio Generación XX, Teorías sobre la juventud en la era contemporánea, cuando nos define:

                     Generación R (Rock)

«Estos jóvenes hablan otra lengua… que cada vez se diferencia más de la que hablan el resto de los hablantes: la sociedad adolescente cada vez es más fuerte en los suburbios de clase media (…) entre los padres se está extendiendo la sensación que el mundo de los teenagers es un mundo aparte» (Coleman, 1955).

Con la particularidad de que la juventud en Cuba es bastante especial, y se diferencia mucho de otras juventudes de cualquier época y otras latitudes.

Este es un libro publicado por Sed de Belleza en el año 2021. Más que una antología, se trata de la presentación al público de apuntes, artículos y lecturas comentadas de Luis y Sergio, perpetuados para la Historia de Cuba con la creación en 1986, de la Asociación Hermanos Saíz que nos aúna en este tiempo.

Fecha importante. Aniversario 65 del asesinato de estos jóvenes, y el cumpleaños 96 de nuestro líder histórico Fidel Castro, y 36 aniversario de la creación de la AHS.

Es un volumen que tiene todo el color de la juventud epocal. Sobre todo, esa juventud universitaria inmersa en la concatenación de hechos que desemboquen en una revolución totalitaria y justiciera. Una revolución martiana, con todos y para el bien de todos. Una revolución socialista.

Mas, libre y soberana no solo desde el concepto de República, sino, también, desde el adoctrinamiento político, y la independencia económica. Así lo plantean cada uno en su momento con una madurez que asombra. Y nosotros, los de ahora, nos damos cuenta de la vigencia de su pensar. De esa luz que tanto bien hace en la construcción del Hombre Nuevo. 

¿Es el comunismo ruso o el imperialismo yanqui la salvación de América? Creemos que ni en una ni en otra doctrina encontrará América el camino ancho que la llevará lejos y pronto.

Luis R. Saíz

De total interés nos resultará la convicción de estos dos jóvenes sobre el cambio total que debía ocurrir en la Cuba de finales de los años cincuenta, del pasado siglo. Y como deberían plantearse las cosas en una nueva constitución de la república, con el antecedente de la constitución del 40.

Temas tan interesantes como el aborto, la educación, la producción y la economía, entre otros, marcan el juicio de estos artistas.

Pareciera escritos por jóvenes de esta generación.

foto: santa massiel

PROYECTO DE CONSTITUCIÓN MUNICIPAL

La familia

(…)

  1. prohibido el aborto.
  2. a) Autorizado cuando peligra la madre.
  3. b) Amonestación pública a los infringentes.

(…)

Y lo más sorprendente, a mi juicio, es cuando nos encontramos a Sergio Saíz que enseña su propio proyecto de reforma agraria, tan soñada como posible en la actualidad y de la que no dudo su influencia de la Historia me absolverá, un fiel espejo de los males de una época.

POLÍTICA AGRARIA

La tierra tiene que es cubana y se luchará por evitar lo contrario. En relación con los complejos problemas agrícolas cubanos se propone:

  1. Establecer un plan de reforma agraria eficaz.

Sergio Saíz.

Así también andamos en el pensamiento al desnudo de este joven desde sus apuntes de índole educativa, etapa tras etapa, y de la creación de la cátedra martiana. Asunto vigente en nuestros días y en el sistema educativo cubano.

Además, vemos apuntes y notas al margen que nos dejaron en disímiles libros, cada uno de los hermanos. Ahí están las saboreadas interpretaciones a Enrique Lumen, Luis Aranguieitan, Jacques Bainville, Mazzini y hasta Vladimir Ilich Lenin.

Las notas, discursos, artículos de Luis Rodolfo Saíz que abren este volumen de 125 páginas, son todo lo revolucionario, juvenil y de madurez absoluta que se pueda tener a tan poca edad.

Lo notamos no solo en el empleo de palabras de múltiples significados, ideas muy bien asimiladas, sino, también, en la sintaxis, presentación de los teoremas y tesis, entre otros.  Y se nota, además, la pragmaticidad que dicho pensamiento profesa cuando trata de gestar a la revolución libertaria y conseguir adeptos a su causa.

Es revelador la concepción de juventud que ambos hermanos profesan, y al que le atribuyen un rol preponderante, activo y reformador, en esta lucha generacional.

Recordemos que en el 1956 Luis se reincorpora al Movimiento 26 de julio y era el coordinador municipal; Sergio era el jefe de acción y sabotaje.

Y hay mucho más para atraparnos en la filosofía, el ideario, el pragmatismo de estos hermanos que fueron asesinados estúpidamente por una tiranía que no consiguió más que elevarlos a la categoría de mártires, hijos predilectos de generaciones futuras. Aunque nos haya arrebatados sus vidas tan tempranamente.

Aquí también subyace la convicción martiana de ambos jóvenes que han de morir de cara al sol.

Con un hermoso prólogo del genial Abel Prieto, donde se cuenta una simpática anécdota con el protagonismo de Sergio y del propio Abel, ha de humanizarse aún más las figuras de Luis y Sergio, para siempre enlazados con la Historia de Cuba.

La editorial Sed de Belleza, insigne en el panorama literario y artístico de la juventud vanguardista  revolucionaria, tuvo a bien la publicación de este ejemplar de la mano del escritor y compilador Luis Alberto Figueroa, pinareño con una vasta obra al servicio de la cultura cubana.

Este ejemplar, que no está exento de erratas que no terminan por manchar su honor, debería estar en las manos de todo miembro de nuestra querida organización. Además de la obra puramente literaria de los hermanos Saíz. Debería ser leído, saboreado, degustado, porque será como compartir un regalo hermoso que vuelve más hermosos a los mártires de la patria.

Los jóvenes podrán ser adictos a la irreverencia, pero este libro hará que caigan rendidos a los pies del más humano ejemplo de convicción martiana y revolucionaria.


«La Asociación nuestra yo la venero»

Nuestra. Así siente la Asociación Hermanos Saíz quien hace un buen tiempo sobrepasó los 35 años de edad, pero mantiene vivos los recuerdos de aquellos momentos fundacionales de los que fue protagonista. Luis Alberto Figueroa Pagés, o simplemente el profesor Figueroa, confiesa haber vivido desde el año 1974 alrededor de lo que fuera la Brigada Hermanos Saíz, una de las semillas de las que germinó, en 1986, la actual organización de los jóvenes escritores y artistas cubanos.

Poeta, escritor, historiador, pintor, profesor universitario… Figueroa siempre ha estado cerca de las nuevas generaciones de creadores y a ellos ha dedicado el estudio profundo de la vida y obra de los Hermanos Saíz Montes de Oca, los artistas mártires en cuyo espíritu se inspira la AHS. 

Como parte de las celebraciones por el aniversario 35 de la organización, el artista y pedagogo pinareño recibió el Premio Maestro de Juventudes, galardón que recompensa toda una vida consagrada —desde la creación y la enseñanza— al desarrollo cultural de su tierra.

“Es un reconocimiento muy bienvenido por mi parte, no lo esperaba ya en este momento, pero me ha llegado en un lugar y en una historia muy consecuente y yo lo acepto extraordinariamente bien. Es algo que me hace sentir, al fin, al nivel de lo que realmente yo le he dedicado tanto tiempo, porque la Asociación nuestra yo la venero, siempre la he querido; fui fundador de su raíz, la Brigada Hermanos Saíz. Para mí es un agradecimiento muy grande a mi persona, a mi trabajo y es también una significación extraordinaria. He sabido que ese galardón solamente lo ostentan otras tres personalidades de la cultura pinareña, tres personalidades que yo también he amado mucho tiempo: Nersys Felipe, Pedro Pablo Oliva y Esther, esa gran madre de Sergio y Luis Saíz Montes de Oca. Ahora soy yo el cuarto en la lista, para mí eso es algo extraordinario”.

Recientemente le escuché decir que usted se considera ante todo un pedagogo de la cultura. ¿Por qué?

“Imagínate, en el año 1966 me vinculo al movimiento cultural al salir de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, específicamente al movimiento de talleres literarios que habían conformado figuras importantísimas de la cultura pinareña como lo eran Aldo Martínez Malo, José Alberto Lezcano, entre otros. Ya en el año 1971 yo empecé a dar clases, pues me había preparado como Instructor de Arte en la especialidad de Historia del Arte, son ya cincuenta años desde entonces. Siempre he vivido absorto de la docencia, cuando no es en un taller literario es en un cineclub, cuando no es en una actividad comunitaria en una zona rural, es en un centro de trabajo o en las aulas de nuestra universidad que tiene el nombre de Sergio y Luis Saíz Montes de Oca”.

¿Qué circunstancias le acercaron a la obra y el pensamiento de los Hermanos Saíz?

“La primera de todas fue haberme vinculado a ese movimiento cultural y empezar a trabajar en la dirección de cultura como asesor literario. Desde finales de los años 60 ya venía floreciendo una idea entre Lezcano, Aldo, Luis González, yo, los Martínez Malo… de crear aquellos homenajes a los Hermanos Saíz que comenzamos en San Juan y Martínez. Recuerdo que en el año 1970 hicimos el primero, en medio de la “zafra de los diez millones”, entonces éramos un grupo pequeño de gente, ya en el 71 fue un evento extraordinario y en el 72 se convirtió en un evento de carácter nacional. Allí se nos apareció incluso un grupo de muchachos de otros países. Luego hay un impulso que me da un amigo, Reinaldo López Medina, que era muy amante de la historia.

“Él me ayudó a conformar el primer libro de la vida de los Hermanos Saíz, que lo hicimos un colectivo de autores que trabajamos mucho consultando manuscritos, estudiando… Por ahí arrancó todo, de ahí ha seguido todo: buscando, investigando, leyendo, escribiendo, promoviendo porque realmente Luis y Sergio Saíz Montes de Oca no eran conocidos en todo el país”.

A propósito, ¿considera que actualmente la obra y el pensamiento de los Hermanos Saíz son suficientemente estudiados y divulgados en el país?

“No, no lo creo. El esfuerzo que hemos hecho es inmenso, no hablo solo del mío sino del de mucha gente, sobre todo en Pinar del Río, que sí cuenta ya con un sedimento cultural alrededor de Sergio y Luis Saíz Montes de Oca. Creo que no se ha estudiado mucho su pensamiento, se conoce más el hecho martirológico de Luis y Sergio que su propio pensamiento. Hoy en día creo que sí es algo valioso que la propia Asociación Hermanos Saíz está involucrándose más en la historia de estos dos jóvenes y creo que los van a reconocer mucho más y se van a identificar mucho más con la personalidad de estos dos jóvenes”.

Como resultado de su estudio de la vida y obra de los Hermanos Saíz, publicó hace algunos años el texto Cuerpos que yacen dormidos y, recientemente, fue presentado en La Habana Juventudes. ¿Este nuevo título es una continuidad del anterior?

“Hay parte de Cuerpos que yacen dormidos. Todos los documentos políticos, escritos por Luis y Sergio Saíz Montes de Oca están compilados en ese ejemplar. Le hemos agregado algunos otros documentos, más pequeños, menos significativos pero importantes en el orden político de estos hermanos. Y le agregamos algo que es interesantísimo y que a mí me ha costado mucho trabajo, que es buscar dentro de todos los libros que todavía están vigentes en la biblioteca nuestra de la Universidad de Pinar del Río y en la propia Casa Museo de Luis y Sergio, aquellos textos que ellos manosearon, que ellos acotaron, que ellos escribieron. Hay notas ahí interesantísimas, de una literatura muy de vanguardia de la época de ellos y creo que el libro va a ser muy significativo para la Asociación porque es un puente que se está tendiendo con la obra de estos dos jóvenes. El prólogo es de Abel Prieto Jiménez y sale publicado por la editorial Sed de belleza”.

¿En qué otros proyectos se ha enrolado en los últimos tiempos como estudioso de la obra de los Hermanos Saíz?

“Estoy encaprichado en varias cosas: estoy ampliando el libro de Cuerpos que yacen dormidos, agregándole algunos documentos y resultados de las nuevas investigaciones que hemos hecho; estoy terminando un libro que le quiero llamar Las primeras iniciales, sobre la fundación de la Brigada Hermanos Saíz en todo el país y en especial en nuestra provincia, esa fue la base para la fundación de la Asociación tiempo después; y hay un proyecto que todavía estamos estudiando: hacer la película de los Hermanos Saíz Montes de Oca, son dos personalidades que no deben escapársele al cine cubano.

Usted que ha visto la Asociación Hermanos Saíz fundarse, crecer, llegar al 35 aniversario, ¿cuáles cree que sean ahora los desafíos de la organización?

Creo que el primer desafío que tiene la organización es ser realmente una base para el desarrollo cultural de nuestro país, necesitamos mucho que los jóvenes participen en el desarrollo cultural, que cambien, que transformen el ambiente social en el que nos estamos moviendo, que participen en la vida social y política de nuestro país y la Asociación puede contribuir muchísimo con eso, partiendo incluso de los fundamentos que nos ha dado Fidel al decir que la cultura es escudo y espada de nuestro país. Creo que esa vanguardia de los jóvenes —que se está luciendo últimamente— tiene que ayudar, participar, contribuir, estar metida en el hoyo más profundo de los problemas que estamos teniendo en Cuba. El más grande desafío es ese: la participación social de la fuerza creativa de la organización.