Jesús Ricardo Pérez Cecilia


Sueños cumplidos

La canción de Jesús Ricardo Pérez Cecilia no necesita de progresiones armónicas complejas ni que esté cargada de una poesía a lo Gastón Baquero o Lezama Lima. Ni su voz necesita tener otro color, matiz o técnica. Ricardo tiene las condiciones para ser, en un futuro no muy lejano, ese trovador imprescindible que seguirá cumpliendo sueños.

No recuerdo cómo llegué a su canal de Telegram llamado Inmensidad. Lo cierto es que apenas escuché su canción Pedazo de lluvia, me dije, “aquí hay un trovador en potencia que dará mucho de qué hablar”. Automáticamente me convertí en uno de sus 171 suscriptores.

La avidez musical siempre me desvela. Cuando algo me llama la atención no descanso hasta tenerlo de este lado, en mi mundo. Y hacer, mío, su arte. Telegram te permite escuchar y descargar. Y como soy un comilón de la buena música, fui descargando cada una de sus piezas musicales.

Así llené mis alforjas con los temas, Inmensidad, Alma de lobo, Eva luna, En pleno otoño, La canción que falta, y otras. Cuando terminé, ya era un fan agradecido y feliz de la obra de Cecilia, uno de esos trovadores cubanos que tiene tres nombres y es tan joven como el alba.

Le escribí a la amiga Santa Massiel Rueda, presidenta de la AHS avileña y trovadora. Estaba ansioso porque lo escuchara si es que ya no lo había hecho. Quedó maravillada. Intercambiamos algunas consideraciones que ahora no vienen al caso, y todo quedó zanjado. “A este muchacho hay que traerlo a Ciego, a mi peña o a otro espacio”, me dijo. Santas palabras.

Me regresé a la canción de Ricardo como quien vuelve a casa luego de una batalla campal contra los enemigos de Rusia.

Primero me llamó la atención su voz. Era hermosa. Con un timbre más bien agudo, que nos da esa sensación de algo etéreo, por encima de todo. Y es que en la música, la tesitura más bien alta tiende a dar una referencia espacial. Y los tonos bajos, más terrenal, como de base. Por eso se crea ese equilibrio armónico tan perfecto.

Otro de los elementos de este trovador que me impresionaron fue su dicción. Parecía un profesional de la locución, un artista del ejercicio corporal, de la construcción escénica. Eso es esencial para el ejercicio del comunicador. Y el que hace arte está comunicando algo personal. Por eso tiene que hacerlo de la manera más diáfana posible, ya sea en la forma o a través del contenido.

Cuando ya se estaba anunciando el Encuentro Nacional de Jóvenes Trovadores, Trovándote 2022, y vi el nombre de este tunero en el programa, supe que tendría la oportunidad de conocerlo cara a cara e ir tramitando esta entrevista.

Así llegamos al día del abrazo amistoso y de las palabras afables que solo habíamos intercambiado vía Facebook y Telegram.

Surge entonces este diálogo y, creo, una amistad hermosa.

En el transcurso del evento fui captando las opiniones de los otros trovadores sobre Cecilia. Así podía comparar mi valoración y regresar los pies sobre la tierra en caso de haberlo sobrevalorado. Pero nadie dijo algo distinto de lo que ya pensaba. Veían en este joven una promesa para la trova tunera.

Solo el tiempo dirá el desenlace de esta historia. Son muchas las preguntas que ahora mismo me hago. ¿Llegará a ser el trovador que ya todos esperamos? ¿Torcerá el camino y con ello, el rumbo? ¿La historia de la música cubana será benévola con él?

—Eres miembro de la AHS en Las Tunas, ¿desde cuándo?

—Cuando me licencié del servicio militar empecé a tomar más en serio el hecho de componer canciones. Entonces iba a ir a las peñas de trova que se hacían en la AHS de Las Tunas. Frecuenté estos espacios y comencé a tener relación con el trabajo que hacía la gente de esa organización y es, entonces, que empiezo a hacer el proceso para el crecimiento, pero por teatro. Eso fue en abril de 2019. Me hago miembro por artes escénicas ya que formo parte del grupo Teatro tuyo, en el que hago la música grabada y en vivo. Ha sido mi mejor escuela. Actualmente, soy parte de ese grupo, profesionalmente. Pero tenía la necesidad de cambiarme de sección. No sentía que estaba dando lo mejor de mí en ella porque en realidad, lo mío es la música. Hasta que un tiempo después, logré pasarme para la sección de Música. Y comencé mi propia peña de trova, Luna creciente, que se mantiene de todas las maneras posibles. Cuando no es presencial, por este tema tan complicado como la Covid-19, la hago por Telegram.

—¿Qué significa ser parte de esta organización?

—Desarrollo mediante el crecimiento profesional y el intercambio también con otros artistas, que eso también es fundamental. Ha hecho que nuestra obra y que nuestro trabajo y que nuestro sentir se conozca, crezca, se desarrolle. Y eso para mí es importantísimo.

  • ¿Además de hacer música?

—Trabajo también en el telecentro de Las Tunas. Soy presentador y en la radio. Ese es mi trabajo. No paro. Básicamente no puedo estar sin hacer algo, sin sentirme útil y dar lo mejor de mí.

—¿La familia?

—Lo más grande. Y mi niña de ocho años, Eva Luna. A quién le hice una canción, bueno, que ya conoces. Un bolero. Mi mamá siempre me mostró el beneficio de la lectura. La familia es algo que se tiene que cuidar. A toda costa.

—¿Influencias?

—Mira, a mí me gusta mucho la poesía. ¿No sé si te fijaste que te debería hablar de música? Pero realmente a mí lo que me gusta más de una canción es que diga algo. Cuando te sientas a escucharla, no sea algo vacío, sino que de verdad que tenga un alma. Leo mucha poesía. José Martí, Jorge Luis Borges, Cesar Vallejo, los poetas de ahora, de mi generación, y un poquito más atrás. Ahora mismo acabo de comprar un libro de Gastón Baquero que me encanta. Entonces, musicalmente la trova cubana me toca de cerca, sobre todo la Nueva Trova y la Vieja también, por supuesto, pero tengo mayor influencia por la que hacen las generaciones que tengo más cerca, porque son lo que tienen más que ver con lo que yo veo, lo que estoy viviendo. No te puedo dejar de mencionar a Santiago Feliú, Nelson Valdés, Jorge Dréxler, la música suramericana, brasileña. Aunque ya te lo mencioné, Borges es reiterativo en mis influencias artísticas. Siempre vuelvo a él. De hecho, en Pedazo de lluvia yo parafraseo su Poema del remordimiento, cuando dice, “he cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer, no he sido feliz”, y yo escribí: “Borraste de mí el pecado mayor con tus besos”. O sea, me hizo feliz. A mí siempre me gustó leer, desde chiquito. Mi madre me dio el hábito por la lectura, y por ahí andamos.

—¿Sientes que este Trovándote ya te aporta algo?

—Por supuesto. Yo quisiera que no me dejaran de invitar. Sinceramente. Lo que he visto aquí en Ciego de Ávila ha sido una energía maravillosa, me va dejando una huella hermosa. Eso es genial. La gente te trata bien, y el evento está bien organizado. Se nota que lo hacen con deseos, con sobrada profesionalidad. Me llevo el recuerdo de las personas entrañables que hay en Ciego de Ávila y del cuidado y su cultura, sobre todo con la que hacen las cosas. Una experiencia genial, una tremenda oportunidad de compartir con otros trovadores que conocía y que no. Y el encuentro con el público avileño. Conmigo pueden contar siempre. 

—¿La AHS para ti?

—Lo máximo. Es la plataforma para cumplir sueños. Y te puedo asegurar que ya algunos se cumplieron aquí.

 

Puede que el mundo no brille

en tu color

pero intentaré pintarte

la felicidad del sol.

Eva Luna

Jesús Ricardo Pérez Cecilia