Folklor


Raíces Profundas en sus 45 años: Okán

Para comentar hoy día sobre danza folclórica cubana se debe tener siempre en cuenta los criterios del investigador, conferencista, traductor y poeta Rogelio Martínez Furé, quien definió a la cubanía como un río de aguas siempre renovadas que al final desemboca en el océano de la humanidad. “Jamás se detendrá ese incesante proceso de asimilación y renovación… Ese poder de asimilar y transformar lo recibido, sin conflicto, en cubanizar lo más heterogéneo, es un rasgo que en mi opinión identifica la cubanía y lo caribeño. Por supuesto, que es el universo al que pertenecemos desde la prehistoria.” (Furé, 2001:175)

La compañía folclórica Raíces Profundas celebró los días 20, 21 y 22 de noviembre, sus 45 años de creada en El Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Esta agrupación fue fundada el 17 de junio de 1975 por El Rumbero mayor Juan de Dios Ramos y cuenta actualmente con la Dirección General de Idolidia Ramos. Para esta ocasión presentaron el espectáculo Okán, de Emilio Hernández, uno de los coreógrafos más activos en la creación de la compañía.

compañía folclórica Raíces Profundas/ foto Buby Bode

Okán, que en lengua yoruba significa corazón. Okán con el sentido de llamar la atención en el centro de nuestras identidades culturales, en lo vital de nuestro folklore, además de captar su esencia desde la asimilación y renovación.

Uno de los detalles singulares en este espectáculo fue la posibilidad de que una compañía de danza folclórica cubana lograra una temporada en uno de los espacios con gran peso histórico en el gusto de las “Bellas Artes”, como lo es el Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso. La apertura de un espacio, que la creación cubana no había cedido a nuestras compañías de danza folclórica. Ya es hora de repensar los límites culturales que seguimos conservando en nuestra historia. Aún vemos tensión en los diálogos de lo culto y lo popular, luego de tanto camino recorrido, aún escuchamos criterios como: ¿Estarán a la altura?

Para esta ocasión, Raíces Profundas ofreció una variedad de danzas, cantos, toques y vestuarios folclóricos desde su óptica estética y su concepción particular de la teatralización de la danza folklórica, término definido por el maestro Ramiro Guerra.

La apertura del espectáculo fue por el orisha guerrero Elegguá, ese que “abre y cierra los caminos”, dando paso a las danzas de procedencia Bantú, llamados en esta ocasión Congo Drums (Tambores Congo). También vimos teatralizaciones dedicadas a los orishas Oshún, Eshu, Ochosi, Oyá, entre otros.

compañía folclórica Raíces Profundas/ foto Buby Bode

Tras el intermedio presentaron inspiraciones de Columbia, danza practicada solo por hombres y de origen rural. Por otro lado acompañó este segundo momento un homenaje a Santiago Alfonso con Sin Timbal, y un homenaje a la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso con Asesú y los Cisnes. Por último, Okonidé, y el cierre final con el orisha Elegguá.

Raíces Profundas compartió su celebración con ciertos invitados como Akemis Terrán, cantante de impresionante voz y que pertenece al Conjunto Folklórico Nacional de Cuba (CFNC); Johannes García, primer bailarín del CFNC, Premio Nacional de Danza 2020 y director de La Compañía de Danzas Tradicionales de Cuba JJ, entre otros que estuvieron en indistintos días del fin de semana.

Emilio Hernández, como coreógrafo, toma prestado de la estructura escénica del espectáculo de cabaret para llevar a cabo su creación, al igual que en muestras anteriores. Hace uso de la estructura de cuadros, donde algunos no tienen relación entre sí o es muy básico el pase de un cuadro a otro. Algo que marca este sentido fronterizo es el aplauso del público, cada vez que existe un punto clímax o al cierre de un cuadro.

Para este creador cada escena tiene su historia, sus recursos, cantos, atributos y representación pero considero que cada uno fue trabajado de manera atropellada. Observábamos una introducción la cual varía según el sentido de creativo de este coreógrafo, que es muy alto. Para esta ocasión, en el desarrollo de la danza o el pretexto de algún que otro cuadro, no fue posible el disfrute del ritmo, los diseños, el papel de los solistas y su cuerpo de baile, entre otros elementos que rompieron con la organicidad vital que pretendió Okán.

compañía folclórica Raíces Profundas/ foto Buby Bode

La rapidez en varios de los cuadros provoco el mismo sentido. La sensación de correr, poner, hacer, hacer y hacer no dio espacio al disfrute temático que trajo cada cuadro. De esta forma vimos fracturada la sensualidad de Oshún, la fuerza del sentido hacia la tierra de los congos y de manera atroz la velocidad de las Oyá, que alcanzaron una fuerza agresiva y con poco sentido. 

Algo muy exquisito que se respiraba en ocasiones era el trabajo de las cantantes solistas que inspiraban con sus voces tan singulares, y que el público como respuesta acompañó los coros. Este uno de los elementos más ricos que alcanza la teatralización de la danza folclórica cubana en diálogo con los practicantes o no del foco religioso.

Okán nos deja mucha tela por donde cortar para debatir sobre los intereses y caminos que han tomado nuestros creadores de danza folclórica hasta pleno siglo XXI, me refiero al uso tecnológico, la fusión de músicas rituales, la dramaturgia, entre múltiples líneas que pudieran atravesar la obra.

En este comentario me interesa marcar el sentido de los textos y la significación de su discurso, importante en estos tiempos donde se debaten tantos paradigmas de estereotipos y de prejuicios. El espectáculo hizo uso de muchos textos en lengua ritual, los cuales siempre son agradecidos por la riqueza que portan, aún sin descifrar sus significaciones.

Para llamar la atención sobre los textos y su papel comunicador haré referencia a un cuadro, el cual ubica a Oshún y sus seguidoras, la brutalidad del español sobre la cultura y mujer africana. Cito este como mismo pudiera ser otro, pensando en cómo tomar partido hoy desde la interpretación de la historia.

Una acción escénica que nos ofreció una deidad femenina, en este caso Oshún, que luego de ser alabada por sus seguidoras se encuentra en un conflicto desde el pretexto histórico, basado en el encuentro del hombre español y su violencia sobre la mujer negra. Un pretexto que en otro nivel de interpretación puede ser leído desde el patriarcado arraigado con que cuenta nuestra cultura. Encontramos una Oshún débil, sin reacción, subordinada, despersonalizada, hasta ser rescatada por el orisha Changó, quien la vuelve reina y la devuelve a su pedestal.

Pregunto, esta línea temática en sí, qué pretende además de contar una historia. Es una acción que queda abierta, como cita a una tradición pero sin ser releído, ni interpretado.

Recuerdo que en los tres rostros de la maternidad afrocubana, encontramos a Oshún, esta al igual que las demás deidades que conforman esta tríada, ofrecen prototipos de conducta para los humanos. Oshún ha sido reducida a rasgos arquetípicos y en esta ocasión se ha insistido en lo de mujer sumisa, coqueta, bailadora, sin indagar en las historias de esta orisha como mujer independiente, maga y hechicera. Este cuadro se puede explotar más por la riqueza y debate que estos pretextos creativos sirven para interpretar nuestros debates actuales sobre sexo, género y sexualidad.

Okán trae mucho material para ser disfrutado en una sola noche, queda madurar cada material de forma independiente. Muchos han sido los especialistas que han destacado los límites o problemáticas en que se encuentra nuestra teatralización de danza folclórica, pero mi objetivo en este comentario no es nuevamente insistir sobre ello, aunque aun vemos que son latentes. Para finalizar quisiera citar nuevamente al maestro Furé, quien desde hace mucho alertó y dio solución al rumbo del movimiento folclórico cubano.

En este momento, la mayoría de los llamados conjuntos folclóricos están en un impasse creativo. Se repiten formas ya caducas, que desarrollamos en la década del sesenta, del siglo pasado. Se olvida que vivimos en el siglo XXI, y a cada época su estética… por eso hay que vivir al ritmo del arte teatral de hoy, de lo contrario, las compañías profesionales folclóricas se volverán obsoletas: estética demodé, artistas pasados de años y peso, y disminuidos en sus condiciones físicas; en síntesis, cayéndose en pedazos por senectud física e intelectual (Furé, 2015: 173).

 

Trabajos citados:

Furé, R. M. (2015). Briznas de la Memoria. La Habana: Editorial Letras Cubanas.

Furé, R. M. (2001). Cubanía: Agua siempre renovada. Breiznas de la memoria. (N. Sosa, Entrevistador)

 


Cartografía de mayo para gorriones reincidentes

(A:) Mis amigos, los pocos, los tantos/ marineros de mis travesías/

tan impuros y mortificados/ desertores de todas las filas.

Que prefieren vuelos de gaviotas/ mientras llegan los clásicos

sueños/ pecadores eternos, que cambiarán las cosas/

mis amigos serenos y faunos/ elegidos en tierras remotas.

(Mis Amigos, Willian Vivanco)

No sé si se cumplieron los deseos, solo recuerdo que dábamos vueltas alrededor de la cruz. Bárbara, ¿qué hacíamos esa mañana de escalar peldaños? Casi pierdo los huesos en el empeño. Aquellos italianos desfallecían de sol. Ni siquiera recuerdo a qué vinieron, solo sus banderas y que eran lindos. David estremece la loma. ¡Pop and roll, pop and roll! La muchachada salta en posesión.

Cuando empezamos en la Universidad teníamos el susto de la primera semana. Entonces la palabra se replicó: Romerías. Alguien nos habló de aquello en tono solemne, de la tradición cultural y de las prácticas pre-profesionales. Otros, la mayoría, esperaban la fecha lo mismo que bacanal.

Al reto de los cuerpos la lluvia por fin cantó. Las vidas se contorsionan. En Holguín hay sed y Codanza cita al conjuro. ¿Tú crees en la casualidad? ¡Habrá sido tal vez performance de las aguas! Esa tarde regresamos sonrientes por la avenida.

Todo es deprisa, confuso… no sé si finalmente debo guiar al grupo de bolivianos o a la delegación de Pinar del Rio. Voy a donde otros pasos.

No lo veía desde aquel concierto de Postrova en la Sala Dolores. Reencontré a Eduardo Sosa guitarra en ristre en la Casona de Patrimonio, allá por el Parque San José. Usurpé sus canciones. Varios mayos desfilaron cuando en diálogo que compartimos para este sitio confesó: “Y entonces ahí comenzó el asunto con Postrova que desde que salió fue (gesto de avión), a la gente le encantó. Fue tremendo, muy bonito. Yo recuerdo que nosotros teníamos cuatro temas montados nada más cuando fuimos a las Romerías de Mayo, y aquello fue apoteósico. Todo el mundo pedía otra y otra y nosotros decíamos que nos interesaba promocionar sólo esos cuatro temas. Fue bien interesante y se produce el despegue a nivel nacional.”

Esa tarde quedamos con Ilianita y Rafael de encontrarnos en la pizzería “Los Álamos”. Nos hartamos de chistes. La sobremesa quedó para el Calixto García. Los chicos holguineros y su furia por los patines me daban náuseas.  El “Yori, tenemos planes” fue el mazazo. Cuando recobré el sentido ya tenía en la bandeja de entrada fotos desde Ecuador.

Aquel mayo de 2011 fui a dormir a las pupilas de Miguel. Nos quedamos para el Memoria Nuestra. Yo trataba de confundirme entre las muchachas de Manuel Corona. Él, con sus barcos y la bahía de Nicaro.

Ay qué voy a hacer si tú te vas, chiquito mío que a mis ojos le quitó la oscuridad. A Iliana le encantaba el cubaneao flamenco de Reynier Mariño. Rafa atraviesa en bicicleta la ciudad para alcanzarla. La noche taconea. Vamos a la Casa de Iberoamérica, al Mestre, los parques y a donde quiera que llevan los puentes a la Península.

Llegar a Holguín es lo mismo que a mí. Años más tarde en el cuarto de hotel, con la maternidad desparramándose recopilo pensamientos. Iliana, ¿y qué hago ahora que la geografía internacional engulló tanto buen amigo? Irina va en pasarela con sus ojos color Turquía. La recuerdo esbelta en los desfiles del Fondo de Bienes Culturales con la mirada hacia el mundo.

Mejor, comamos aceitunas. Todos las preferían sin hueso. Él y yo estamos a ras de piso, no alcanzamos para las gomas del Caligari. Tenemos vasos con néctar de la noche y besos. Miriela coarta la voz, “Una de cal y otra de luna, un Deja vú y el miedo alcanza al ángel”. Dejamos los frascos en el fondo. Los pepillos gozan. El desfile es intenso. Quería darte un solo de mis canciones… florero, flores, Azucenas, Girasoles. Willian, Telmarys y Francis juntos, hago selffie a la memoria. Los sonidos se revolucionan al teclado. No quedó canción con etiqueta.

No lo pareces y aunque nadie me crea, la verdad que de vez en cuando te habita el rockero. La noche se extingue en nuestros zapatos. ¿Quién nos entiende? El Parque de las Flores es un hervidero. Observo tu metamorfosis. Te pierdo entre el furor. Creo que en cualquier instante te convertirás en Metal. Sonrío, hago trabajo etnográfico. Prefiero la humedad del Bosque, los gusanitos del césped entre sandalias y guitarras. Los muchachos comparten el humo y las canciones.

Este es un barrio de adoquines, nena/ aquí los negros rayan un tambor/ los caracoles te hablarán,/ la hierba es una ciencia/ la rumba baile de salón/ y en esa esquina universal/ se hace el cigarro y el amor. (…) Yo soy de un barrio barroco/ que tiene tanto sabor/ y tan real, que a flor de piel/ lleva su madera, su folklor.”

Santiago me alcanza, algo de sus tejas con su francés pedigrí mezclado con arrabal. Desde la hierba se pueden alcanzar las utopías. No hay tiempo para escondrijos, ya casi es mañana. En una noche triste te alegrará, la conga se te sube a la cabeza. La conga se nos sube y con ella nos vamos hacia los coches. ¡Pop and roll, pop and roll! Nasiri canjea las monedas, una generación lo acompaña.

Nosotros partimos a donde Síntesis, primero en el parque Calixto, luego en el San José. Ele sacude las banderas, no distingo entre Carlos y el bajo. Los ancestros nos escoltan. Diana, Eme, la danza y la voz ahogan el tiempo. ¡Despierta!, no me lo puedo creer.

“Debo salvar a mi perro de la llovizna/ Pronto vendrán los gorriones a restregarle  n nubarrón de migajas en el hocico/ tirarán con saña y alevosía de sus instintos/ Ya chapotean las plumas en colonia mortuoria/ reparten los desperdicios de su ilusión/ les veo tramitar cuestiones de linaje/ papeleos de rutina/ Van a corretearlo/ los más veloces se sitúan en la línea delantera/ en pocos minutos picotearán sus pasos/ sofocan su mirada/ sucumbe el cuerpo/ ¡Ha sido un infarto!/ Sentenciará la amante del gorrión en jefe/ La muerte toma por sorpresa a mi perro sin legítima defensa/ mas primeramente le harán beber la orina/ con que cada día bautizara el patio/ al fin y al cabo/ los gorriones también son seres territoriales/ Hacen lo suyo, dirigen el vuelo donde un ladrido vecino/ En el acta de defunción reza:/ El pobre ha sido víctima de un resfriado/ Debo salvar a mi perro de la llovizna/ Antes de que los gorriones vengan a ponerle flores.”

La Isla se reclama verso. El periplo de mayo de 2012 encuentra a la poeta que tal vez seré otro día. La Casa de Iberoamérica cobija a Poetas del Mundo, alquilo un pasaporte, soborno a la felicidad. Yuricel y Kiuder me abrazan.

(Reto aceptado): Me fui con Leydis a casa de otra conciudadana residente en Holguín. Bárbara no consiguió con quién dejar a Cristopher, el niño de dos años. ¿Qué árbol sembraron después de izar la ilusión? Dormimos, o al menos se hizo el intento, tres santiagueras y un niño en la misma cama. A ratos crecía el río o alguien atentaba contra la vida de la abuela. Eso decían los gritos que lanzó la señora toda la madrugada. Nunca como esa noche añoré que dieran las seis de la mañana. Arreglamos la fuga. El maquillaje se transfiguró mueca. No hubo tiempo para despedidas, Bárbara desaparecía entre su hijo y el vaho.


Un encuentro con Manolo Micler

Un diálogo con figuras cimeras de la cultura cubana propone Encuentro con…, un espacio que llega al público cada tarde de jueves en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba en el contexto de la Feria Arte en La Rampa en su XIX edición.

La más reciente cita, auspiciada por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y que condujo la periodista Magda Resik Aguirre, trajo a la escena al bailarín y coreógrafo Manolo Micler, Premio Nacional de Danza 2017.

[+]


Marcos Morales: Un joven talento en el jazz

El jazz como una forma de expresión musical que requiere de indiscutible genio creativo se respira con un matiz juvenil cada noviembre en el entorno artístico habanero gracias al Concurso Jójazz. Durante ediciones anteriores del evento resultó sobresaliente la presencia de Marcos Morales Valdés, joven multipremiado que proyecta una carrera en continuo ascenso.

[+]


La piel humana de los orishas

Puede ser la danza una partitura sobre la que erigirse una vez que se conozca la historia. Pero también puede ser un espacio en el que disfrutar las pericias de un buen ejecutante, o desde el que entender las narraciones de una añeja tradición. La entrevista a Yunier García Hernández, ganador del Premio Ramiro Guerra, se presenta para escuchar en la primera persona sus confesiones, las del bailarín que ha encarnado las deidades afrocubanas y por su acierto merece el reconocimiento.       [+]